{ nombre femenino } Soledad: Estar sin compañía es una cosa, pero estar en medio de miles de personas y sentir que te hace falta alguien, una persona muy específica. Eso es soledad.
ChanYeol despidió a la niña de la entrada y miró la hora, BaekBoom había cambiado sus horarios para que dejaran de pasar tanto tiempo juntos, porque estaba incómodo. El día en que habían estado tomando en grupo las cosas se mezclaron, el alcohol corriendo y la expresión en el rostro del chico le recordó a BaekHyun, la tristeza a flote de su corazón lo hizo inclinarse y cuando se dio cuenta estaba besando a su excuñado.
BaekBoom estaba un poco perdido, entre ebriedad y que aún se sentía botado la boca de ChanYeol se sintió como el cielo en sus labios, había dejado que ChanYeol lo aplastara mientras se besaban y cuando gimió fue que las cosas se volvieron perturbadoras. Tenían erecciones, sí, estaban muy pegados, también, pero cuando gimió y ChanYeol vio la diferencia, se murió su calentura. Abrieron los ojos y fue cosa de segundos que se separaran. Que el mayor se pareciera no lo hacía BaekHyun y eso no le gustaba nada.
Guardó sus cosas cuando vio las manijas del reloj llegar a su hora de finalización, se movió rápido e intentó huir del lugar cuando BaekBoom entró y se dirigió directamente hacia él.
—ChanYeol hablemos.
—Lo siento hyung, de verdad, pero estaba borracho y te parecías a BaekHyun, mucho y de verdad lo extraño demasiado y sé que ya pasaron como tres meses, pero duele como el primer día y ahora no sé cómo ir con BaekHyun y hablarle, porque siento que ya no me merezco su amor. Joder, besé a su hermano…
—Hey, hey, cálmate —le pidió y se acercó tomándolo por los hombros—, fue un error mutuo, ¿vale? Y ya han pasado cuatro meses, en realidad…pero bueno, si quieres a mi hermano y él no viene por ti, no sé si debas ir por él. BaekHyun de verdad es un malcriado y aun siento que necesita pelear por lo que ama.
—Él no va a venir porque no sabe que estoy aquí, hyung —respondió—, me fui y no le dije a donde, ni le dije si volvería a Seúl o a buscarlo, él sólo sabe que lo dejé y tampoco sabe que al mes de dejarlo me besé con su jodido hermano.
—En realidad…yo lo llamé…esa tarde…le mandé unas fotos de ti, no sé, estaba borracho y quería que él viniera a por ti, creí que hacía bien.
—Hyung, si le has mandando fotos nuestras…no conoces a tu hermano.
ChanYeol se sentó en la silla tras la marquesa donde se cobraba y suspiró con pesadez, si BaekHyun había visto fotos borrachas de él con su hermano mayor con menos ganas pensaría en él y después de haber besado al mayor no se sentía capaz de buscar a BaekHyun sin sentirse culpable. Amaba al chico, el menor de los Byun era su cachorrito especial, pero de todos modos ahora si lo había engañado y con su hermano.
—Creo que debo volver a Seúl, creo que necesito hablar con él…pero no sé cómo verlo a la cara ahora.
—Han pasado tres meses desde nuestro beso —afrontó—, y hablaremos de eso con él. Puedo ir contigo.
—Con todo respeto, va a odiarme más a mí, sabía que eras su hermano, tú no estabas “enterado” de que yo era su novio antes, ya sabes.
—De todos modos, iré contigo, tonto.
— o —
BaekHyun se había enojado mucho con su hermano mayor, lo conocía bien, tanto a él como a ChanYeol y le daba nausea pensar en lo que pudo haber pasado esa tarde de borrachera, no quería enterarse, no quería saber y por eso no llamó a su hermano, por eso negó a llamar a su exnovio, y el extrañarlo aún estaba ahí, su tristeza a veces desbordaba, pero estaba más enojado que solo.
SeHun le había dicho que no se enfadara y eso le hirvió más la sangre, ¿cómo no iba a enojarse? Su jodido exnovio estaba despechándose con su hermano mayor, no con alguien cualquiera, no, su hermano, con quien había crecido, a una de las personas que más amaba en el mundo. Fue como ser pateado.
Sus amigos no preguntaron por ChanYeol, ni siquiera JongDae se atrevió a molestarlo cuando le vio la cara de enojado que se traía en una ocasión, el tema había quedado como olvidado y se pasaba el tiempo actuando como que todo iba mejor, y de cierta manera era verdad. Le costaba mucho, pero estaba saliendo adelante y con SeHun las cosas eran más fáciles.
—¿Qué cenaremos hoy?
—Tengo ganas de comer carne.
Él asintió y ambos se levantaron de la sala, tomando las llaves del carro y casa bajaron por las gradas rápidamente. Iban en el carro bromeando, escuchando música cuando llegaron al lugar. Al entrar les sonrieron, se había vuelto costumbre que fueran todos los viernes y lunes a comer ahí y las personas parecían quererles.
Tras tomar asiento pidieron lo que gustaban y se dedicaron a hablar. SeHun jugueteó encima de la mesa sus dedos y parecía muy nervioso, casi tan nervioso como cuando le dijo que le gustaba.
—¿Qué? ¿Pasa algo?
—Hyung —comenzó—, me hace muy feliz que vivas conmigo…me da…me da tristeza pensar que te irás de casa, de nuevo.
—SeHun…
—Si ChanYeol vuelve no espero que te quedes conmigo, todo lo contrario, me he preparado mentalmente para que regreses con él, pero eso no me quita el dolor del pecho. Te he extrañado mucho, y sé que yo ya no te gusto como antes, pero siempre te amare hyung y nosotros jamás volveremos a ser uno, lo entiendo, pero no me gusta pensar en que volveré a estar solo. No quiero estar solo.
BaekHyun no supo responder, por eso posó sus manos encima de las de SeHun y le sonrió con ternura, no iba a prometer mentiras, porque él sabía que jamás volverían a ser novios, pero eso no quitaba que quería al menor y que este tiempo con él no fuera especial. Todo lo contrario. Se sentía más unido al menor, y sentía que podían ser amigos, los mejores.
—Me quedaré contigo SeHun.
Y quizá BaekHyun no miró, porque quería que todo fuera especial y sincero, pero en la puerta había un puñado de chicos y en medio un metro ochenta y siete de lágrimas, porque ChanYeol estaba mirando a BaekHyun con su exnovio, y el chico miró en esa conversación lo que LuHan cuando SeHun comenzó a salir con el castaño. Se dio vuelta y apartó a sus amigos, porque BaekHyun ya lo había olvidado.
«Era una soledad diferente» Del tipo que te atrapa y hunde, esa que se siente en carne propia, como que todo te ha abandonado y no tienes nada más, se siente como patadas, como escupidas, es como verte envuelto de silencio, no pacífica, sino burlona, como si las paderes te cayeran encima, como si el cielo estuviera a punto de caerse. Era una soledad que se sentía como vidrio cortando dentro de su alma.