/te lo advertí Sans… tu no podías estar más tiempo con ellos, no perteneces a ese lugar/ escuchó una vez más aquella voz en su interior…
Realmente no tenía ganas de abrir sus ojos, solo se sabía, que muy posiblemente estaba inconsciente, si, tal vez fuera eso, lo último que podía recordar claramente había sido el rostro burlesco y prepotente de su creador y padre, sonriéndole superior, casi burlándose de su propia situación, sabía que lo había atacado, pero ignoraba que le hubiese acertado, de hecho, estaba casi seguro que ni siquiera le había podido hacer un rasguño
Después de ver su rostro, no sabía que más había pasado con él o con la familia; aun cuando no podía ver su cuerpo, se hizo un ovillo donde estaba, suponía que estaba en el suelo pues podía sentarse, ocultando su rostro tras sus brazos y encogiendo sus rodillas, comienza a llorar suavemente, pidiendo, suplicando que le devuelvan con la familia, que le dejen quedarse con ellos
/tu nunca serás como ellos Sans, lo sabes/ escucho de nuevo su voz, solo que esta vez, aun con la fría manera de sus palabras, parecía apenada por lo que pasaba
-solo devuélveme con ellos… no quiero volver a estar solo- pidió una vez más. Aun cuando no podía ver nada y estaba seguro que tenía sus ojos cerrados, podía suponer que de nuevo aquel brillo carmesí salía de su cuerpo, podía sentirlo y formaba nuevamente su apariencia con un rostro frio y sin expresiones. No le interesaba ver esa cosa de nuevo, no quería ni siquiera verlo en todo caso
/tu deber como el guardián de la Data Madre es/ vuelve a tratar de explicar con esa mirada fría y carente de sentimientos fija en el diminuto ovillo que es Sans en ese momento, pero es detenido al escuchar los gritos de Sans
-¡No me interesa! ¡Yo no pedí esto! ¡Yo no pedí ser creado! ¡Yo NO quiero, ser tu maldito guardián!- grita, apretando mas sus brazos, tratando de hacerse aun más pequeño y poder desaparecer
-¡Solo quiero traerlos de vuelta…!- grita, calmándose por unos momentos, respirando entrecortado por las lagrimas que no parpan de caer
-solo quiero que vuelvan… por favor…- llora mas en un lamento susurrado que a cualquiera que le escuche le partería el corazón, incluso la Data Madre… si es que tuviera
/La Data Madre no puede traer a la vida a aquellos que hayan muerto/ susurra suavemente, su voz fría parece suavizarse pero le restriega a Sans la verdad que no puede ser cambiada y que aun la Data Madre no cambiaria solo por el deseo de alguien como Sans
-devuélvemelos… por favor… devuélvemelos- pide en susurros apenas audibles y lagrimas, restriega suavemente su rostro contra sus brazos, gime cada que trata de hablar y sus lagrimas se acumulan y mojan las telas de sus ropas, pero ni así la Data Madre parece querer cambiar de opinión… Sans debe aprender que no todo es como el desea que sea
/tú tienes otro tipo de deber… y te guste o no, lo has de cumplir al pie de la letra/ le escucha una última vez. Sans por fin levanta su mirada, colindando ambos carmesí, puede sentir como ahora sus 2 ojos brillan en rojo, puede verse reflejado con aquella luz carmesí, no le importa verse aterrador… solo puede ver sus lagrimas y susurrar
-te odio…a ti y a Gaster- masculle una última vez, gruñendo como un animal salvaje que ve un enemigo al que debe derrotar, aquel resplandor, la Data Madre solo suspira mientras cierra sus ojos y da un paso hacia adelante sin vacilaciones
/no te daré opción/ su sentencia finaliza, elevando su mano derecha, chasquea sus dedos y Sans siente que la oscuridad lo vuelve a absorber hasta ahogarlo y hacerlo desaparecer
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Sus ojos se abren agresivamente, mira asustado a todos lados, conoce bien el lugar. Esta de nuevo en el laboratorio de Gaster, traga duro al comprenderlo, pero se levanta de igual modo, viendo a todos lados, escucha el chirriante sonido rítmico del “bip” sonando, le fastidia pero no encuentra como hacerlo callar
Con cuidado baja de la gran cama, encontrando que las ropas que antes portaba ya no están y en su lugar solo hay una bata para enfermos, gruñe al saber que vuelve a tener aquello tan incomodo y asqueroso, gruñe una vez mas y comienza a caminar. Sale de la habitación y pronto se encuentra con Gaster tecleando en una de sus computadoras, muy centrado en lo que hace; para Sans, aquello ya ni siquiera es de importancia, solo sigue su camino y se sienta en la silla que hay a un costado de Gaster y que de igual modo, sabe que está ahí únicamente para él pues se encuentra lejos de las computadoras e incluso de Gaster, el maldito la ha puesto ahí para que el más bajo espere hasta que el científico tenga ganas de dirigirle la palabra
-desobedeciste mis reglas- escucha por fin su voz después de un prolongado silencio donde solo se escuchaba el repiquetear de las teclas al ser presionadas con velocidad y fuerza por el mas alto, Sans no tiene ganas de verlo pero solo asiente descaradamente aunque sin energías para mostrarse prepotente… se siente desanimado y sin ganas de vivir ahora que sabe que la familia ha muerto por su culpa y que ni siquiera pudo hacer algo para evitarlo o tan siquiera para salvarlos
-te dije que no quería volver a asesinar, fuiste tú quien no me hizo caso a mi- responde cruzando una pierna y viendo hacia el suelo de su costado derecho, lo más lejos de Gaster, pero a la vez sintiendo el vacio que ahora surca su alma y que parece apretarlo de un modo violento y asfixiante; de nuevo, las ganas de llorar acuden a sus cuencas y un sentimiento extraño se acuna en su garganta, aunque tiene suerte de evitar cualquier tipo de “demostración” d debilidad delante de su creador o sabe que las cosas podrían ponerse peor de lo que ya anuncian ponerse
-¡¿Pero que-?!- grita al ver que su alma se ilumina en rojo, cierra sus ojos al sentir la presión en su alma y no sentimental sino física en esta ocasión, puede sentir como es elevado del suelo y repentinamente azotado contra todas las paredes de la sala, escucha y siente el crujir de sus huesos, puede sentir como todo a su alrededor se rompe, pero incluso el se niega a morir, no morirá por la mano de Gaster, está determinado a eso
-te lo dije Sans… eres solo mi marioneta- escucha la voz de Gaster aun entre las sacudidas salvajes que le son dadas
-solo un arma que sirve para destruir todo lo que está vivo- le recalca azotándolo directamente contra el suelo de cara, puede ver a lo lejos, que un diente se le ha caído pero no le interesa realmente
-no tienes derecho de opinar… o siquiera de pensar- al fin los golpes se detienen, se siente mareado y apenas puede comprender las palabras del esqueleto más alto, ahora, puede ver que lo tiene frente a sus ojos, los de Gaster irradian la ira y desprecio, escupe en su cara cada palabra
-yo no soy… tu… maldito… esclavo…- susurra bajito, ni siquiera está seguro si su voz ha sonado tan siquiera, pero al ver la mirada de Gaster, puede suponer que tal vez ha acertado y sido escuchado, no le interesa que su vida corra peligro en ese momento, ya se canso de ser solo un objeto; esa familia le dijo que no era un objeto y el así lo creía, Sans el esqueleto NO era un objeto ni un esclavo, mucho menos una marioneta sin mente
-ya veo… te corrompieron Sans- dice Gaster, repentinamente más tranquilo, Sans puede sentir un escalofrío recorrer su columna vertebral y antes de poder respirar es lanzado nuevamente contra una pared, esta vez, creando una ruptura bastante notoria en la misma
-de ser así… ya no me sirves Sans- masculle, el cuerpo de Sans puede reposar ahora en el suelo, sufriendo en silencio las heridas sangrantes que posee
-huggg- gime bajito, el pie de Gaster se encuentra sobre su pecho, rompiendo sin piedad las costillas en este y dentro de poco hacer a alguna de las costillas que se entierre contra su alma aun protegida por su magia
-no me sirven las armas que piensan… así que te matare y hare un mejor objeto- le escucha decir, pero una vez más, puede sentir como “algo” se activa en su interior como si hiciera una especie de click… trata de parpadear, pero se siente incluso más decaído, más débil que antes… no cree siquiera ya estar consciente
/guardián activado… ruta genocida activada… método de defensa, jefe final… activado… Sans, el esqueleto. Iniciando/ escucha de nuevo aquella voz en su cabeza, sus ojos se abren, puede sentir que el dolor desaparece y un instinto asesino vuelve a aflorar en el… y siente miedo de lo que cree poder llegar a lograr
Esta vez, su mente se pierde y su cuerpo actúa bajo el mandato de la Data Madre
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Ignorando cuanto tiempo ha pasado, sus ojos vuelven a abrirse, ahora, se encuentra flotando en un tubo de criogenización, igual al que ocuparon cuando este había nacido… miro confuso a todos lados, encontrando a su costado derecho un pequeño feto, parpadeo confuso varias veces, estirando su mano para tratar de darle alcance, puede ver al pequeño que logra reconocer como otro diminuto esqueleto removerse levemente
*¿Quién es ese?* se pregunta parpadeando suavemente, su cuerpo le pesa, pero no tiene muchas ganas de mantenerse despierto… su brazo comienza a flotar, puede ver su cuerpo aun más pequeño… no lo comprende bien, pero sus ojos ganan peso y vuelve a caer dormido
… … …
-buaa buaaa buaaaa buaaa- es molesto sin lugar a dudas, pero no puede parar de escuchar el llorar de un bebe, al abrir sus ojos, una vez más se encuentra en el laboratorio, se sienta en la cama, esta vez no trae ropa… le parece extraño. Al pasar su mano por su nuca puede sentir un extraño parche, tiene algo de comezón pero prefiere dejarlo de lado…
*mmm tengo la sensación de olvidarme de algo importante* piensa viendo a todos lados confuso
-hagggg- gruñe al seguir escuchando los berridos del bebe incrementando el dolor en su cabeza. Se levanta por fin y comienza a caminar tratando de hallar “muy a su pesar” el origen de los berridos
Pasa a otra habitación encontrando una diminuta cuna, confundido se acerca, no es precisamente una cuna sino una incubadora pequeña, al acercarse puede ver a un diminuto bebe esqueleto, demasiado pequeño y llorón, sin embargo, al soltar un nuevo rugido de molestia, el bebe deja de llorar para verlo con un mirar confuso por lo que parece a Sans
-que berridos pegas… ¿Seguro que eres un bebe?- le pregunta enarcando un ojo con molestia, el bebe solo lo mira y Sans, instintivamente acerca uno de sus dedos, siendo rápidamente tomado por el pequeño bebe que cambia sus llantos por risas y una radiante sonrisa que hace a Sans casi olvidar su dolor de cabeza con tan solo verlo reir
-nyehehehe- ríe el pequeño, sacando una sonrisa de Sans y que la mano con la que sujetaba su cabeza bajara para poder acariciar la cabeza del pequeño bebe que rápidamente patalea y ríe divertido, tomando ahora con sus dos pequeñas manos el dedo índice y meñique de Sans
-hehe, eres lindo- dice soltándose del agarre del bebe y cargando con cuidado de este, tomándolo en brazos, mece lentamente al pequeño que estira sus diminutas manos y ríe alegre tomando el rostro de Sans
-mi nombre es Sans… ¿Quién eres tu pequeño?- pregunta sonriente, estrechando con cuidado al pequeño que continua entre risas, ahora comienza a balbucear
-hehe, Sans… Sa-ns- comienza a repetir con la vaga esperanza de que el pequeño le sigua y aunque realmente no parece que el pequeño realmente le interese decir su nombre, Sans se siente contento de tenerlo entre sus brazos
-me pregunto cuál será tu nombre- dice caminando en pequeños círculos junto al pequeño bebe esqueleto
-su nombre es Papyrus- escucha una voz a lo lejos, asustado ha dado un salto y estrecha con más fuerza al bebe contra su pecho, asustado y completamente alerta de cualquier tipo de ataque sorpresivo, se encuentra con Gaster en la entrada de la habitación, viendo con una media sonrisa oscura la situación en la que los ha encontrado, Sans desvía su mirada al pequeño bebe y luego a Gaster
-¿Acaso tu… querías un hijo?- pregunta enarcando un ojo, aunque puede ver que Gaster solo ríe burlescamente, eso comienza a volverse desagradable ante sus ojos, pero no puede decir mucho al respecto
-¿Me crees de esos Sans?- juega a mostrarse indignado, Sans desvía la mirada con desconfianza una vez más al pequeño bebe que tiene entre brazos y que continua balbuceando contento, ajeno a lo que podría estar sucediendo en ese lugar
-¿Entonces por qué hay un bebé en este lugar?- pregunta desconfiado, lo primero que pensó luego de ver a Gaster fue que tal vez sea un arma igual que lo es el, pero descarta la idea rápido, es un bebe y no cree que Gaster vaya a tomarse el tiempo de criar a un bebe para volverlo un arma de destrucción si la guerra esta literalmente, en las calles… tampoco cree que Gaster quiera ser padre, ya le ha negado esa posibilidad… entonces ¿Por qué diantres hay un bebé? No es factible ni por asomo que Gaster juegue a ser niñero y no cree conocer a ningún otro esqueleto aparte de ellos 2 entre los monstruos que ha podido conocer… ¡¿Qué rayos pasa entonces?!
-¿Qué no es obvio Sans?- escucha de nuevo la voz de Gaster, antes de que pueda girar para verlo, su alma se ilumina en color carmesí, Gaster lo ha tomado y lo acerca, arrancando de sus brazos al pequeño bebe que el más bajo había estado tratando de proteger negándole a que el más alto lo tomara, Sans puede ver como el pequeño comienza a llorar suavemente al saberse en los brazos del contrario, un escalofrío le recorre, no sabe porque, quiere proteger a ese pequeño
-¡hey! ¡¿Qué mierda piensas hacerle?!- grita tratando de removerse aun cuando sigue flotando enfrente de Gaster, lo que ahora le importa es acercarse al pequeño bebé y arrancarlo de los brazos de Gaster, no quiere que el pequeño este ni a centímetros del adulto que es un completo psicópata desquiciado; Sans por primera vez en su vida tiene el sentimiento más fuerte que nunca había sentido hasta ese momento… un deseo desenfrenado de proteger a alguien que aunque no conoce, ya siente que es preciado para él
-no le hare nada… siempre y cuando me obedezcas Sans- escucha su voz. Sans detiene cualquier movimiento que haya querido hacer y mira con sorpresa a Gaster
-espera… ¿Acaso esto…- su pregunta no puede acabar, pero ve la sonrisa triunfal y superior de Gaster mientras asiente
-así es- dijo tranquilo mientras devolvía al pequeño a la cuna
-si intentas hacer una estupidez como la vez pasada, el sufrirá las consecuencias mientras tu miras imposibilitado a hacer algo- dijo tranquilo, como si realmente no fuera nada de importancia lo que decía, Sans abrió sus ojos asustado de lo que escuchaba
-¡No puedes hacer eso! ¡Es solo un bebé!- grito, removiéndose con más violencia, tratando de liberarse, aunque, nuevamente es lanzado contra un muro para mantenerlo quieto, Sans suelta un leve gemido de dolor, el dolor en su cabeza se ha incrementado de nuevo, pero muy apenas puede ver a Gaster sonriéndole burlesco una última vez
-no te daré alternativa Sans- fue lo último que escucho antes de cerrar sus ojos inconsciente una vez mas
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Aun en la oscuridad que lo embriagaba, ya no le parecía extraño verse en ese lugar, se hizo ovillo una vez más, sabiendo de antemano que aun entre esa oscuridad que lo rodeaba y asfixiaba, se materializaba la luz roja tomando una vez más su forma actual, no tenía ganas de verlo y el silencio que había, era aun más pesado que cuando Sans estaba solo en ese sitio a un desconocido para el
-¿Todo esto fue plan tuyo?- pregunto osco, realmente se preguntaba mentalmente si quería escuchar una respuesta para “esa” pregunta
/en este mundo hay ciertos “archivos” que son esenciales para tener/ explico aquella voz fría, solo que esta vez, mucho más tranquila. Sans se tomo un momento para levantar su mirada y poder encontrarse con la mirada de aquel otro ser que se hacía llamar la Data Madre, soltó un suspiro cansado y asintió, dándole a entender que le estaba escuchando y que esperaría por una explicación, la Data Madre por su parte, solo se sentó a su lado, observándolo fijamente
/La Data Madre es quien se encarga de cuidar del mundo, aun cuando no pueda interferir directamente en lo que ocurra en él, su deber es protegerlo y cuidarlo/ explica tranquilamente
/la Data Madre tiene muchas reglas que seguir, pero también necesita de “componentes” para realizar sus deberes, aquellos que se llaman “seres vivos”/ trata de explicarlo de un modo para que Sans pueda comprender
-¿Quiénes son?- pregunto enderezándose un poco mas
/tu hermano Papyrus tomará el deber de “el lazo”/ respondió tranquilamente, observándolo
/el lazo tendrá el deber de “unir” los demás componentes, crear una armonía y ayudar a la excepción en todo momento/ continua explicando hasta que es interrumpido por Sans quien pregunta por la excepción
/la excepción es una criatura que es inmune a un 70% de mis poderes/ continua explicando, en silencio, observa los gestos de Sans, prefiere no decir mas
/el guardián es el único que debe saber sobre la existencia de la Data Madre. Su deber, es proteger y resguardar a la misma/ menciona, aun cuando ve el rostro molesto y confuso de Sans, suspira nuevamente y regresa su mirar al vacio
/te convertirás en mis ojos, mis oídos y de ser necesario, en mi voz, protegerás a la excepción, la aniquilaras en caso de que tome una ruta genocida y te convertirás en el juez que dicte que acciones se tomaran en un futuro… cuando tengas la libertad/ menciona viéndolo por momentos
-¿Y por qué no ahora?- solo pregunta ligeramente retador
/aun no eres capaz de controlar los poderes enteros de la Data Madre y… tienes una primera misión que debes realizar/ dijo poniéndose de pie, razón por la que Sans igualmente se levanto confuso
-¿De qué se trata?- preguntó enarcando un ojo
/Aniquilar a la amenaza potencial” Gaster”/ fue lo último que dijo