*ya han pasado unas semanas desde que aparecí aquí* se dice viendo hacia el vacio, se encuentra en el puesto de vigilancia de Papyrus, el lugar más alejado de Snowdin y ahora que el humano había acabado la ruta de ese lugar liberando a todos, era verdaderamente el lugar mas deshabitado de todo el subsuelo, algo que agradecía pues no tenía más ganas de seguir viendo a gente, al menos no por ese día
Tampoco es que fuera estúpido, Papyrus, Undyne, Alphys… incluso ese Sans, todos habían estado tratando de ayudarlo, usar su magia curativa para sanar su lastimada y maltrecha alma negra. Sin pensarlo mucho invoco su propia alma y la observo un rato, tan rota y contaminada por la oscuridad que le parecía patética incluso. Por momentos su alma es tan negra con ligeras tonalidades rojizas, en otra, casi regresa a ser blancas, pero siempre vuelve al mismo punto… un alma negra blanquizca con tonalidades vino tinto y rojo, con grietas tan profundas como letales, tan maltrecha que parece incluso que el simple contacto lo mataría al instante, observa entretenido su alma, repasando con su dedo índice cada grieta que recuerda con amargura
*si… patético* se dice enterando la punta de su dedo en la grieta más profunda que se encuentra en el medio de su alma, abriendo aun más la profunda herida. Su gesto cambia a uno de dolor e incomodidad mientras su dedo sin piedad abre aun mas y mas la herida, casi deseando partir su propia alma por la mitad, cierra sus ojos y su dedo se detiene un segundo
*no importa… no creo que nadie lo valla a notar* se dice abriendo uno de sus ojos y viendo aun el dedo enterrado en su alma, respira hondamente, listo para enterrarlo y por fin partir su alma y desaparecer. Cierra sus ojos con fuerza, temblando un poco y por fin saca su dedo, apuntándolo con fuerza contra su corazón, empuja con fuerza su mano, acortando la distancia tanto como puede y por fin deseando acabar con su vida
-¡no lo hagas!- además del grito que escucho su alma fue arrebatada de sus manos y tanto su alma como su cuerpo flotaron por entre el puesto y por fin quedando colgados en medio de la nada, abrió sus ojos asustado, el sonido había sido molesto, y frente suyo podía ver a Papyrus, aun extendiendo una mano hacia él, asustado, su ojo naranja brillaba intensamente y frente de él estaba su alma, varios pasos lejos, estaba el viéndolo con sorpresa y desconcierto
-¿Qué has…- su pregunta no ha acabado, Papyrus ignoro sus palabras y haciendo a un lado su alma sin piedad ha soltado una fuerte bofetada a su mejilla. Sans ha abierto sus ojos con sorpresa, impresionado de sentir después de tanto tiempo un golpe de “otro Papyrus”
No era necesario ver su alma para saber que la oscuridad que brotaba de ella iba en aumento… aun cuando ya se comenzaba a sentir más seguro, un nuevo golpe llega a él y lo hace caer, pero así como cae, siente el fuerte agarre tembloroso de quien le había dado aquel golpe a su mejilla. Sus ojos se abren, haciendo a un lado su propia alma lastimada, observa el camino vacio donde no hay nada más que nieve que ya no cae mas
-eres un tonto… ¿Qué hubiéramos hecho si te perdíamos?- aquellas palabras, tan confusas como lejanas a su propia existencia lo obligan al mismo tiempo a regresar de golpe, cayendo en cuneta del peso de las mismas y dando un pequeño salto por la sorpresa de que estas van dirigidas única y especialmente hacia él y nadie más
-todos te queremos… no deseamos perderte solo porque si- susurró de nuevo, sintió entonces como su chaqueta era humedecida suavemente con la calidez de las lagrimas derramadas y fue entonces que él también se permitió soltar unas cuantas lagrimas, aun viendo al vacio, aun siendo sostenido por la magia de Papyrus y por sus brazos temblorosos por el temor
-sabes que no valgo la pena- vuelve a susurrar lo que siempre susurra cuando él ha tratado de acercársele
-no soy digno de ser salvado- dijo con su voz apagada, sintiendo como su ser se volvía a resquebrajar como a un cristal tan fino que era con un simple toquecito fácil de destruir
-todo el mundo merece ser salvado Sans… incluso tu- respondió rápidamente Papyrus, ya cansado de esas frases que siempre se interponían como a un gigantesco muro aun más imposible de destruir que la barrera que los encarcelaba y aun así, se negó a dejarlo ir… se negó a perderlo. Lo aferro contra su pecho, lo abrazo con tal fuerza de no lastimarlo pero no dejar que nada ni nadie lo tomara de nuevo y lo apartara de su lado
-no te voy a perder Sans… nunca- escucho su suave murmullo, y fue como de costumbre, sus ojos negros con carmín abiertos por la sorpresa de sus cálidas palabras. Lagrimas corrieron por sus mejillas mientras su alma se seguía desmoronando lentamente a un paso tan suave y lento que ya no creía saber si se estaba destruyendo o si por fin se había detenido
-soy peligroso… para ti y para tu mundo- susurró una última vez, como la última barrera que podía poner contra aquel que tan gentilmente lucho por alcanzarlo, destruyendo a su paso, con su amabilidad, los muros que él había colocado en su desenfreno y dolor, en su miedo y cobardía para no ser lastimado una vez mas
-eres valioso para mí- y con esa simple frase… el muro más fuerte que tenia, había sido destruido, con tal facilidad de palabras, que por fin, los brazos de Sans que se habían negado a moverse, lo hicieron, solo para aferrarse a Papyrus, solo para ocultar su rostro en el hombro del esqueleto más alto y comenzar a llorar asustado de ser el mismo, asustado de lo que el realmente desea lograr
-¿Realmente… crees que pueda… quedarme aquí a vivir?- pregunta temeroso de una negatoria, aun cuando ruega por que todo sea afirmativo, siente como Papyrus desaparece su magia, cargando enteramente con él, su alma ha regresado a su cuerpo y el más alto lo lleva aun cargando de vuelta a la superficie donde supone, todos los están esperando
-siempre fuiste bienvenido Sans- le dice suavemente, notando como Red se ha aferrado dulcemente a su cuerpo, como el pequeño cachorro que teme soltarse y perderse en un mundo de tinieblas y dolor, Papyrus sonríe aliviado, ha logrado salvarlo antes de que se matara a sí mismo. El, que tenia cuidado con su alma había observado como aunque fuera mínimamente su alma se había curado por fin, ahora era que el más alto comprendía que Sans no estaba lastimado físicamente, sino en su alma, mas allá de un rasguño físico, era uno psicológico
El más fuerte y más difícil de sanar, era por eso que Sans se negaba a sanar, por que las heridas que tenia eran tan pronunciadas, que lo más seguro es que le tomaría toda una vida el poder curarlo… y realmente no le importaba, si podía salvarlo, se sentiría tranquilo. Así que lo aferro a sí mismo, transmitiéndole todo el sentimiento de protección que podía notar, el esqueleto más bajo necesitaba en ese momento
-Paps…- susurro después de un rato en silencio, ya habiendo pasado por los puzles de Blueberry, aun se preguntaba Red la razón por la que Papyrus no usaba su tele transportación, de igual modo, el más alto le hizo un sonido a señal de que le estaba prestando atención
-…gracias… por todo- susurro abrazándose mas a su cuello, sintiendo una suave risilla de parte del mismo
-eres parte importante de nuestra familia Red, esto no es nada- le sonrió amablemente. Mientras caminaban, Red se permite ver el camino que van dejando entre la nieve, suspira un poco, sonriendo aliviado y acurrucándose otro poco más en el agradable abrazo que le regala Papyrus
~El mal sueño pasado ha acabado… la soledad que te ahoga se apaga suavemente al sentir sus brazos… aun cuando sabes que estuviste a punto de caer, gentilmente los silencios fueron callados al escuchar su voz… fue entonces cuando abriste tus ojos a la luz de un futuro brillante… es AQUÍ el único lugar Seguro para ti~
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-ha Papy~ te tardaste en volver- Blueberry quien ya estaba en aquel campo arreglando algunas cosas con el resto de los monstruos veía a su hermano con un leve puchero que al final terminaba volviéndose en una agradable y reconfortante sonrisa, sonrisa que se volvió un rostro neutro al ver a Red siendo cargado “como de costumbre” por el más alto
-¿Lo encontraste?- preguntó al verlo, aunque cambiando rápidamente su pregunta
-¿En dónde estaba?- pregunto acercándose para ver que su hermano lo dejaba con cuidado recostado en un sofá que estaba por ahí fuera, Red se veía con un gesto tranquilo al dormir pero eso no importo que el rostro de Papyrus se mostrara serio
-en mi viejo puesto de Snowdin- dijo seriamente, estirando su mano izquierda, ha hecho aparecer el alma de Red, ahora, Blue ha soltado un gemido de sorpresa y preocupación mientras que Papyrus muestra un mirar serio y casi molesto
-¡Por Toriel! ¡Eso es muy malo!- escucharon el grito de la chica pez, la científica Undyne había llegado para tomar las cosas que le faltaban, después de todo, estaban a las afueras de su casa y al salir, el ver el alma lastimada y aun mas demacrada de Red no ayudaba
Por supuesto la mujer corrió para auxiliar al “dormido” esqueleto, viendo preocupada que la ruptura en su alma era aun más profunda que antes, casi siendo capaz de atravesar al otro lado de la misma… y no sabía decir si era más o menos preocupante que la herida no sangrara. Por supuesto, era buena examinando y rápidamente se dio cuenta que, además de esa herida, el hueco con el que estaba hecho parecía más uno circular que una ruptura abierta
-Papyrus, acaso el…?- no tenia las agallas para preguntar, pero observo como de inmediato el más alto comenzó a curar su lastimada alma, sin perder tiempo, ella también comenzó a ayudar aunque por desgracia, seguía siendo lo mismo… no parecía que Red quisiera ser curado… o tan siquiera pudiera serlo
-si- fue todo lo que se dijo, Blue no comprendió mucho de la conversación pero prefirió no meterse mas, solo se despidió y fue corriendo en busca de Chara, seguro ella sabría que darle de comer para ayudar a sus hp a restablecerse y que tuviera más energía cuando despertara. Cuando ambos “adultos” se vieron libres de la presencia de Blue, llego Alphys viendo la situación del esqueleto más bajo
-¡¿Pero qué rayos le paso?!- pregunto alterada al ver la situación en la que todos se debatían
-Red intento destruirse otra vez… solo que esta vez no llegue “a tiempo”- dijo con molestia Papyrus, incrementando el flujo de magia para tratar de sanar mas sus heridas, aun sin éxito alguno, Alphys observo la herida y acerco su dedo meñique a la herida más pronunciada justo en el medio de su alma casi negra, aun cuando no la había tocado, la simetría era correcta
-¿Él mismo se abrió las heridas?- preguntó confusa, rogando por qué no fuera eso, pero aunque ambas mujeres veían a Paps, este solo asintió cabizbajo
-amigo, este chico es autodestructivo… y no creo que seguir con la misma terapia ayude mucho si está empeorando cada vez mas- dijo Alphys colocándose detrás de sus amigos y apoyando las palmas de sus manos en las espaldas de cada uno, dejando fluir su propia magia para darles más energía a ellos y así poder sanar con mayor facilidad al esqueleto más bajo… después de todo, Alphys no era alguien que supiera curar realmente, ella solo sabia destruir y en lo que era más decente era en la transmisión de magia, así que, era todo lo que podía hacer por el momento, creando así una cadena de curación para tratar de ayudar al alma lastimada de Red
-ya no se que mas hacer para ayudarlo- dijo después de varios minutos en un silencio sepulcral entre todos los presentes. Habían curado a Red por poco más de media hora y aun así no lograban curar su lastimad alma, incluso Papyrus había intentado manipular a su Data Madre para que esta lo curara pero estaba tan descompuesta y corrupta que el intentarlo volvía aun mas oscura el alma de Red
-P-Paps- susurro Undyne sentada en el suelo pastoso junto a los otros 2 que se veían igual de agotados, Sans no había sanado mucho pero por lo menos ya estaba algo mejor, aun con toda la magia que habían utilizado, Undyne deseaba decirle que podían seguir adelante, intentarlo lo mas que fuera posible, pero la voz fría y dura de Alphys lo hizo salir de su ensoñación
-se realista Papyrus… aunque le demos los mejores medicamentos, las mejores atenciones del mundo… aun cuando lo hagamos el centro de nuestro mundo, si él no quiere salir adelante por su cuenta, no importa que bajemos a los mismos dioses o que nos hagamos con el alma de todos los humanos… Red no va a mejorar- la reptil se levanto con gesto serio y algo molesto
-no es algo que quiera decir, pero esto ya no depende de nosotros, si Red no quiere salir adelante, no importa lo que hagamos, no lograremos nada- mencionó, Papyrus pudo haberse molestado por su comentario, pero tenía que ser objetivo y, mientras volvía su rostro para ver a Red, comprendía que eran ciertas las palabras de Alphys
-pero… aun si eso es cierto… no podemos quedarnos de brazos cruzados- a lo lejos escucharon la voz de Blueberry, al girar la mirada lo encontraron con varias bolsas llenas de comida, se acerco a paso tranquilo y les fue entregando a cada uno una bolsa, al abrirla, había la comida preferida de cada uno, por supuesto, todos le agradecieron por la comida
-entiéndeme Blue… esto ya no nos concierne a nosotros- dijo ella comiendo un poco de pasta seca con un mirar decaído, después de todo, ella también se había enterado de ese “otro” Sans y le había agradado su manera peculiar de ser, aun cuando era aun mas frágil que su Blueberry, le agrado que no se dejara intimidar y que la trato de atacar, le agrado ver su rostro de cachorro cuando estaba cercas de Papyrus y como, como a una dulce y pequeña garrapata se aferro a él intentando no ahogarse en su propia oscuridad
-aun cuando metiéramos a la familia real, estoy segura que el resultado sería el mismo… cuando un alma no quiere mejorar, no se puede hacer mucho- mencionó ahora volteando a ver a quien aún seguía durmiendo tranquilo, ajeno a lo que pasaba
-pero ustedes lo han estado curando ¿No es cierto?- pregunto él con ojos de estrella, Papyrus sonrió pero Alphys se mostro algo decaída
-y aun cuando somos los 3 mas fuertes no logramos mucho- aquello dejo en silencio el ambiente por unos momentos, todos guardaron silencio, metidos en su propios pensamientos y cavilaciones, hasta que escucharon un pequeño gemido de dolor, por inercia, todos han girado sus miradas, encontrándose con que Red por fin se ha comenzado a levantar de un modo lento y pasmoso, gimiendo de dolor, se sienta por fin en su lugar y mira a todos confuso, viendo seguidamente a sus alrededores para ubicarse en donde se encuentra precisamente
-¿En dónde estoy?- se aventuro a preguntar, viendo confuso a todos, sintiendo la incomodidad de ser el centro de atención de los presentes, grupo mentalmente buscando un método de escape sin tener que parecer muy obvio, pero en su lugar, Blue le entrego a este unos tacos hechos por el mismo
-gracias Berry- dijo bajito en un suave susurro, sintiéndose repentinamente culpable y por lo mismo, encogiéndose en su lugar
-Red… ¿Estas cómodo aquí?- sorpresivamente, la pregunta de Blueberry toma por sorpresa a todos los presentes, la mirada de todos viaja al esqueleto de colores azules quien esta vez no muestra su tan acostumbrada y radiante sonrisa, sino un mirar serio y ligeramente preocupado, Red por su parte solo suspira, levantándose de su lugar con cuidado y de un modo lento
-gracias por la comida Blue… voy… a ayudarle a Grillby, le di mi palabra de que le ayudaría- susurra por lo bajo, negándose a ver a alguien y caminando en dirección contraria, buscando desesperadamente escapar de la mirada de todos los presentes, huyendo de sí mismo y de todo lo que le rodea
-se los dije- no aguantando las ganas, Alphys ha hablado con enfado… se ha recalcado más que Red no desea ser salvado, y aun así, Papyrus y Blue se niegan a dejar que el mencionado se deje llevar por esos malos sentimientos
-e-es cierto que no podemos hacer mucho p-pero… a-al menos lo e-estamos intentado- susurra Undyne delante de todos, ahora, la charla se centra entre los adultos… en algún punto Blueberry ha desaparecido de las miradas de todos los presentes, escapando de todo por igual y llegando tan rápido puede a donde se encuentra Red… desde la distancia lo sigue, lo mas callado y sigiloso puede, lo vigila cuidadosamente. Red no ha ido con Grillby, no es sorpresa para Blue, y sin embargo continua caminando, lo continua observando, corre para poder darle alcance, lo observa en silencio y finalmente lo encuentra oculto entre el bosque, viendo hacia una pendiente, un gran lugar para ver el paisaje que se muestra delante de ellos, justo a espaldas del monte Ebott que siempre los encerró
-tienes un corazón complicado he?- dijo después de ver que Red se sentaba y el mismo decidió acercarse. Para Red no era sorpresa saber que Blueberry lo estaba siguiendo, pero no tenia las fuerzas para poder escapar de él, no tenía ni siquiera las ganas de intentar algo mas allá de lo que ya había hecho ese día… así que simplemente se quedo quieto, estático en su lugar hasta que noto que el mencionado esqueleto se sentaba a su lado observando el paisaje que se imponía delante de ambos esqueletos
-tu hermano es realmente amable conmigo… pero no parece que tú quieras que me quede aquí- menciona desinteresado, observando cómo lentamente comenzaba a aparecer el atardecer, Blue lo mira esta vez con un mirar sorprendido, pero se niega a decir algo, solo baja la mirada y la devuelve al frente donde se muestra el paisaje
-Papy te mira demasiado… tu salud es preocupante para todos… incluso para mi Red- susurra suavemente, notando una leve risilla burlesca de parte del esqueleto de mirar agresivo… el silencio impera entre ambos mientras la risa malévola y burlescamente dolida de Red se hace notar, sus ojos se mantienen cerrados y permite a que Blue observe a detalle las facciones del mencionado esqueleto. Por fin quedan en un profundo silencio cuando la risa burlesca de Red desaparece, dejando a ambos solo admirar el paisaje que se presenta delante suyo
-hay cosas que no cambian no importa a donde valla- suelta después de un muy largo silencio entra ambos esqueletos, Blue lo mira confuso, no comprendiendo sus palabras, pero aun antes de poder preguntar, Red se adelante a lo que sea que quiera preguntarle
-en mi hogar, en donde alguna vez pude vivir… incluso aquí, no importa a donde sea que valla, hay cosas que no cambian- responde tranquilo, estirando con cuidado su aun adolorido cuerpo y viendo a Blue con una suave pero divertida sonrisa
-nosotros amamos a nuestro Papyrus- con esas simples frases, todas las preguntas que Blueberry había estado formulando en su mente se han perdido, su mente misma se ha quedado en blanco, viendo únicamente en la misma la imagen de su hermano Papyrus sonriéndole con esa tranquilidad que a veces le estresa pero que mantiene la misma presencia en su ser…
-o sea que tu…- no necesita pensarlo mucho, aun cuando puede comprender que Red le está diciendo sobe su amor hacia su propio hermano, teme preguntar, aun cuando ve a Red desviar su mirada de vuelta al paisaje
-se… yo también… y es por el que estoy así en gran parte- le responde una última vez, mostrando delante suyo su maltrecha y lastimada alma… ambos se quedan unos momentos en silencio, observando el alma de Red y finalmente está desapareciendo… el crepúsculo ya comienza y Red prefiere verlo otro poco más que ver su propia alma maltrecha
-en serio me gustaría quedarme aquí con todos ustedes… pero soy algo que no debe de estar…aun cuando deseo poder estar- susurra, recordando, remarcándose a si mismo esas palabras crueles que sabe, son más que reales. O al menos se mantiene centrado, tratando de hacerse entender esas palabras y así, poder evitar que surja el problema que ocurrió con sus primeros amigos… pero el sentir la suave presión sobre su hombro le hace girar su mirada, viendo que Blueberry le mira con algo de pena pero tratando de ser un mirar para consolarlo
-tú eres bienvenido Red… siempre fuiste parte de la familia- explica suavemente, sin embargo, Red suelta una diminuta risa, esta vez no burlesca, sino divertida al saber que ambos hermanos le han dicho las mismas palabras, de todos modos, aun cuando se siente realmente agradecido toma la mano del mismo y lo mira con una suave sonrisa
*tal vez… podría dejarlo todo y quedarme aquí…
Solo tal vez…
Aquí pueda ser mi nuevo hogar…*