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Data Madre por Lubay Nue

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Notas del capitulo:

Y bueno… pido una disculpa si no hubo publicación el fin de semana pasado, pero aquí entre nos, me cortaron el internet y ni aviso pude dar… en fin, de todos modos y aun con el tiempo “libre” no pude traerles Buttontale para esta, lo siento, me quede haciendo dibujos y un comic de otro one-shot… en fin, al mal tiempo darle prisas, espero poder acabar pronto XD… por mientras

 

¡A leer!

Le duele todo, su rostro principalmente y como casi siempre que tenía un fuerte ataque de dolor en su alma, tal vez ya ni siquiera quiere sanarse a sí mismo, de hecho, preferiría morir justo ahora, claro, de no ser que tiene en mente un plan muy importante como para dejar que el mismo se pierda solo por su estupidez, aun así, se pregunta un momento ¿Qué mierda es más importante? Sabe que, lo que está haciendo, aun cuando no es bueno, es importante, tal vez sea lo más jodidamente importante que haya hecho en toda su vida, tal vez aun más importante que salvar a su hermano del imbécil y mal parido de Gaster o por lo menos de su Gaster

 

Cansado y amargado por el conocimiento de todo lo que hace, por saber que tal vez no hay salvación para el después de todo lo que ha hecho, Sans abre sus ojos, encontrándose confundido con un techo de madera, mira a todos lados, encuentra una habitación tan idéntica a la suya como a la de su amigo Sans y Swap Papyrus… está confundido, se levanta con trabajo, soltando gemidos de dolor al tratar de sentarse en la cama; como muy de costumbre le duele el cuerpo, pero principalmente le duele la cabeza, al pasar su mano por la zona que recuerda, araño con violencia para apartar malos recuerdos, se encuentra con vendas que aunque no puede ver, puede sentir por toda la parte de arriba de su cabeza y parte de su nuca

 

-¿Qué rayos ha pasado?-  se pregunta al observar extrañado que, aunque es la habitación toda desordenada y maltrecha de la Data Madre, esta tiene un… es una sensación de que le hacen falta cosas, el remolino para comenzar, es lo que hace falta, algunos muebles, principalmente está limpia la habitación y tiene un sentimiento de soledad y vacio que le parece incomodo… como si no fuera suficiente su propia situación como para sentirse aun mas incomodo

*supongo que es el nuevo mundo*  se dice soltando un suspiro cansado y bajando con dolor del colchón donde hasta hace poco había estado; tomándose la cabeza con dolor se ve forzado a irse apoyando de los diversos muros para poder dar alcance tan siquiera a la primera puerta que pueda hacia el corredor fuera de la habitación, camina lentamente, casi arrastrando los pies y soltando maldiciones internas; puede sentir por momentos que su Data Madre corrupta trata de hacerse con el control dándole pequeños espasmos que parecen corrientes eléctricas por su cuerpo, aun así, la Data Madre esta tan desgastada, tan agotada y debilitada que apenas son una molestia para Red…

 

*tengo… tengo que buscar a la excepción de este maldito mundo y ver si es una ruta genocida*  se dice molesto, llegando a las escaleras y bajando lentamente, tan lento que juraría que un maldito caracol seria más rápido que el

 

Ve como un milagro que llega al ultimo escalón y que puede andar ya con algo más de velocidad, el dolor de a poco desaparece, está dispuesto a irse de aquella casa que no es suya aun cuando lo parece, arrastra los pies lentamente, cansado y adolorido, solo quiere irse y comenzar con su búsqueda aunque este débil, escucha a lo lejos que algo de cristal se ha roto, desvía la mirada en dirección de la cocina encontrando a alguien que no creía… sus ojos se abren con sorpresa y observa a quien le mira con algo parecido al miedo y el desconcierto juntos

 

-¿Papyrus?-  teme preguntar aunque sale de sus labios el nombre del esqueleto más alto, Red tiene la oportunidad de observar al contrario, aunque es Papyrus, algo extrañó para el… por las ropas que posee, Red puede decir que es el primer Papyrus que conoció después de haber perdido la memoria, ese esqueleto amable y genial que muy dulcemente le ayudo a sanar levemente sus heridas y le trato como a un hermano mas, pero… pero era extraño… su Sans era la Data Madre… ¿Por qué Papyrus tiene la chaqueta azul de Sans? ¿Por qué siente que ese Papyrus delante suyo, aquel que le mira como si Red fuera un fantasma es la Data Madre? Papyrus debía de ser el lazo, no la Data Madre… la Data Madre no puede ser asesinada por nada más que no sea otra Data Madre… ¿habría alguien capaz? Y de ser así, la Data Madre debería de morir junto con el guardián… no, no pasar a alguien más… nada tiene sentido

 

-¡Sans!-  el grito de Papyrus le hace darse cuenta, un mareo le hace perder el equilibrio y ver hacia el techo, encontrándose poco después con Papyrus quien le mira lleno de preocupación y lagrimas comenzando a asomar por sus ojos, desea poder decirle que se encuentra bien y que no tema, pero todo le parece demasiado confuso como para poder hacer algo al respecto

 

… … …

 

Podría jurar que solo había sido un parpadeo, apenas un mísero pestañeo de no más de un segundo y aun así, ya me encuentro en los brazos de alguien, viendo hacia el techo y el camino que conduce hacia aquella habitación de las Datas Madres…

 

-¿En dónde estoy?-  mi voz por fin sale de mi, aquel que me carga pega un pequeño brinco pero no por eso deja de moverse, llegamos a aquella habitación, ahora me doy cuenta que faltan cosas más notorias además del remolino de magia cercas de la puerta y el montón de documentos esparcidos, parpadeo confuso, aun cuando soy depositado con mucho cuidado en la cama, es solo en ese momento que puedo ver a quien me había tenido cargando todo ese tiempo

 

-tranquilo, estas en casa Sans-  susurra suavemente, de un modo tranquilo, casi podría decirse que es aliviado pero, al momento que nos vemos, cuando nos vemos directamente a los ojos podemos comprenderlo todo… ese no es el Papyrus que conocí primero y yo no soy el Sans que él creía que seria, un silencio amargo se presenta delante de nosotros, desviar la mirada parece más agradable que seguir viendo en los ojos del otro que no somos lo que habíamos esperado

 

-¿Tú no eres mi hermano Sans, verdad? ¿Quién eres?-  pregunta el primero, al volver mi vista hacia él, hago el ademan de levantarme, el solo observa, saltando de su lugar y ayudándome con cuidado a sentarme en el colchón que me tiene, nos vemos y mi mirada baja a mis piernas

 

-mi nombre es Sans, y podría decirse que soy tu hermano, pero yo vengo de algo llamado Universos Alternos, un mundo diferente al tuyo aunque igual en varios aspectos… no sé si la Data Madre te haya dicho algo al respecto sobre la cantidad de AUs que hay-  pregunto, el me mira y su rostro parece por momentos volver  a ser el mismo inocente de antes, con un rostro preocupado y ajeno… suelto un suspiro suave, tal vez el no lo sabe… nada aquí tiene sentido para nadie

-escucha… existe algo llamado Universos alteros, algunos paralelos, otros opuestos y otros más demasiado diferentes entre sí, yo vengo de uno de ellos, mi universo se llama Underfell y soy el Sans que pertenece a ese universo-  trato de explicar, el asiente confuso, sentándose a mi lado en la cama

 

-¿Perteneces a otro universo?-  me ha preguntado curioso, yo asiento suavemente viéndolo de un modo tranquilo, ahora que se ha logrado crear un ambiente más pasable, suelto un tranquilo respiro, mi cuerpo aun duele demasiado, pero es agradable pensar en otras cosas que no sea el dolor o la razón por la que estoy aquí

 

-algo característico de todos los universos alternos es que partimos de una misma rama, un “universo origen” de él, partimos como ramas, diferentes ramas son diferentes universos, pero en cada universo, las mismas personas se encuentran, un Sans y un Papyrus… Una Data Madre y un Lazo-  explico, el me mira con sorpresa para cambiarla por un gesto de tristeza

 

-la… la Data Madre dice… que tú también eres una Data Madre-  susurra con la voz quebrada, me duele ver su propio dolor, supongo que así me veré yo a ojos de los demás… pero no puedo ocultarme de el… ni de nadie; solo puedo asentir suavemente a sus palabras, observando cómo sus ojos se inundan en lagrimas que corren suaves y calladas

 

-todos los universos poseen algo llamado Data Madre, es algo así como el alma o cerebro del universo donde vivimos, el lazo une los componentes que necesita la Data Madre para poder hacer su trabajo correctamente… adames de eso, existe algo llamado la Excepción, una persona u objeto que es inmune al poder de la Data Madre en un 70%... dependiendo del Universo, la Data Madre varia… he visto algunos lugares donde la Data Madre somos nosotros los “Sans” y otros lugares donde la Data Madre son ustedes, los “Papyrus”-  explico de un modo amargo y casi en susurros, lo que menos quiero es tocar un tema que me ha causado mas males que bienes a lo largo de la basura de vida que tengo por su culpa; sin embargo, puedo ver las lagrimas de Papyrus y un asentimiento suave

 

-la Data Madre me dijo que yo debía de ser su guardián-  susurro entre lagrimas… ho mierda, esto se está saliendo terriblemente de mis manos, al desviar mi mirada, con preocupación trato de cambiar el tema

 

-¿Y dónde está tu hermano Sans? Supongo que si tu eres la Data Madre él debe de ser el lazo-  vamos, que eso sea suficiente para cambiar esta incomoda charla… sin embargo, parece que he metido la pata aun más profundo que antes, el me mira con sus ojos llorosos y aunque ha comenzado a limpiar sus insistentes lagrimas que parecen negarse a detenerse, el susurra ente gemidos ahogados de tristeza

 

-mi hermano Sans… me salvo en una ruta genocida, se colocó en el camino del humano genocida salvando mi vida en Snowdin-  ho mierda, esto es peor pero… no tiene… sentido, a menos… a menos que la maldita Data Madre dicte que así debe de ser el pasado del guardián, de ser así…

-solo… solo pude salvar a unas pocas personas, después de haber derrotado al humano en el ultimo corredor-  continuo llorando, mis dudas se disipan con su historia, ahora comprendo un poco mejor, su mundo ya es una ruta genocida

 

-lo lamento mucho-  susurro, aun cuando se que las palabras de aliento no ayudaran a curar el dolor por algo así, el comienza a llorar con más fuerza, sé que no puedo hacer nada para poder ayudarlo, el se ha dejado llevar por su dolor así como he hecho yo en su momento; ahora lo único que puedo hacer es pararme de aquella cama, gateando hasta poder llegar a su lado y estrecharlo entre mis brazos, tratando inútilmente de consolar sus penas

 

El se aferra a mí, caemos juntos a la cama mientras el continua llorando, clamando por su hermano muerto; yo solo puedo acariciar su cabeza esperando inocentemente que eso sea suficiente para poder ayudarlo a sanar sus penas, aun cuando ambos sabemos, que no podemos hacer nada más. Las horas parecen eternas y al mismo tiempo, tan rápidas de pasar como el flujo del mar sobre las manos, la noche nos hace compañía, ninguno ha dormido nada, solo, seguimos en aquella incomoda pose, esperando a que las lagrimas de Papyrus acaben por fin… es ya entrada la noche, que Papyrus parece por fin querer levantarse de su lugar, limpiando lo que ha quedado de sus lagrimas, se sienta y sus huesos crujen, claro, lleva mucho tiempo en la misma pose

 

-¿Te sientes mejor?-  aun cuando sabemos que no será de verdadera ayuda, el asiente afirmativamente a mi pregunta, agradeciendo y pidiendo disculpas de paso

-no importa amigo-  procuro restarle importancia, al ponernos ambos de pie, un sentimiento de vacio se crea, no, por suerte no es mi magia otra vez en mi contra… es, algo similar; al no haber comido en… dios, incluso yo he perdido la cuenta de hace cuanto fue que me alimente, mi magia se debilita, algo similar a “tener hambre” se posa en mi, una sensación que quema en mi magia me hace comprender que incluso ella me exige alimento

 

-¿Te encuentras bien Sans?-  escucho su pregunta, al vernos ambos sonrió suavemente, cerrando uno de mis ojos

 

-al parecer tengo hambre-  susurro divertido de la simple idea, nosotros los esqueletos no necesitamos de algo como la comida, y aun así, mi magia es quien lo exige; esperando de Papyrus lo que sería un gesto molesto o una reprimenda por algo que ni siquiera parece ser un chiste, con lo único que me encuentro es con el rostro cansado y una sonrisa triste de parte de Papyrus… en este mundo, incluso mi existencia es hiriente para el… que amargo conocimiento

 

-ven… te prepararé algo de comer-  susurro tan suave y tan triste, que podía suponerse que ese ya no era el mismo Papyrus que conocía… no me conocía tampoco…

 

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La cocina se veía mas vacía que de costumbre, Papyrus tuvo que improvisar un par de trastes y algo de fuego con ayuda de una magia avanzada que no le conocía, supongo que sería cosa de su Data Madre… esta vez, solo fueron unos fideos instantáneos lo único que pudo ser comestible… ni siquiera hablaba sobre su tan famoso espagueti, eso, es tristemente extraño

 

-tal vez no debería de preguntar pero ¿Qué fue lo que sucedió aquí exactamente?... ¿Y por qué no te encuentras aun peleando en el ultimo corredor con la excepción genocida?-  al final, aun sabiendo que el alma frágil de ambos se está cayendo a pedazos, no puedo evitar preguntar… el alma corrupta de ambos es grande, aun cuando entiendo el dolor que crea el simple hecho de ser la Data Madre, el solo me mira, sus cuencas han perdido ese brillo que le caracterizaba, pero continua mostrando una suave y muy gentil sonrisa que lucha por ocultar su dolor

 

-sucedió después de que mi hermano tomara mi lugar en mi muerte-  susurro, sus cuencas se oscurecieron todavía más mientras removía lo poco que aún le quedaba de comida

 

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Todo se había tornado más extraño después de que mi hermano Sans tomase mi lugar… en aquel momento, el humano asesino, quien tenía intenciones de acabarme, nos paso de largo después de que el ataque que era dirigido hacia mí lo tomara mi hermano; junto con su muerte, una extraña esfera de colores naranjos y azules apareció, saliendo desde el cuerpo de mi hermano que poco a poco se volvía polvo, tomando la forma de una curiosa ave, se introdujo en mi, desde ese momento comencé a escuchar una voz similar a la mía pero más fría, llamándome “El guardián”

 

Aquella voz, a resumidas y confusas cuentas, me explico que yo era la Data Madre de este mundo, era su portador y guardián y como tal, era el juez que juzgaría los pecados de la excepción de este mundo. Fui obligado por aquella cosa a presenciar la muerte de todos mis amigos mientras me quedaba quieto, sin poder hacer nada más que mirar y llorar por ellos, tuve la obligación de juzgar cada una de sus acciones y al final, al no quedar ninguno de los seres que la Data Madre llamaba como “archivos” fue mi turno para entrar en acción

 

Obligado en cierto punto por mi propio odio hacia el humano que alguna vez llegue a tomar como mi amigo, la Data Madre me mostro algunos de los conocimientos de mi hermano, el antiguo contenedor de la Data Madre, me explico que mi hermano, quien tenía conocimientos sobre esto, no era el verdadero guardián; mi hermano lo sabía, el solo era otro “archivo” mas dentro del gran comando de la Data Madre, solo era su contenedor hasta que yo estuviera listo

 

Con las anotaciones de mi hermano, me entere que el humano genocida había atacado en ocasiones anteriores, pero por culpa de algo llamado “reset” nadie más que mi hermano y Flowey podían darse cuenta de esto; al parecer… la ruta genocida no se había efectuado una única vez, sino varias veces más antes de que mi hermano intercediera por mí. Lo que hizo la diferencia en el ultimo reset, fue que el por fin, a ordenes de la Data Madre, fue… fue quien recibió el ataque por mi

 

Después de todo esto, me enfrente directamente contra el humano… fui mermando su determinación hasta el punto que pude derrotarlo por completo y hacerme con su alma… gracias a esto y con ayuda del resto de las almas humanas pudimos destruir la barrera… ahora, los sobrevivientes del humano asesino y nosotros estamos en el exterior… tratando de rehacer nuestras vidas en la superficie, lejos de los humanos por supuesto

 

Actualmente, el nuevo lazo, a palabras de la Data Madre, es Alphys, aunque ella no parece darse cuneta de nada, todos los monstruos que vivían en Nuevo hogar se han trasladado, los pocos guardias que estaban ahí junto a los demás científicos estipulan que poco más de la mitad de los monstruos fueron exterminados por el humano… por suerte, los demás están a salvo…

 

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A cada palabra, Red se sorprende aun mas… ¿Ese era el destino de aquel Universo? ¿Sufrir así?... eso era demasiada crueldad

 

-al final… yo termine como el nuevo líder de la guarida real-  finalizo, dejando su puño cerrado como apoyo para su mejilla y una nueva ronda de lagrimas cayendo sobre este, hasta que ambos cayeron en cuenta del último susurro, Papyrus salto en su lugar alarmado

-¡He estado aquí todo el día! ¡El rey Asgore estará preocupado por mi! ¡Al igual que Alphys!-  grito, dirigiéndose directamente hacia Red, lo toma entre sus bazos y cargándolo comienza a correr hacia la salida… Papyrus ha olvidado que a quien toma no es su hermano, pero Red no tiene la fuerza para recordarle algo así

 

Notas finales:

Bueno, cada cosa más triste que las anteriores… como si no fuera suficiente Red y ahora Disbelief sufren… a mi me duele… pero no se… tal vez… aun no sé bien… ya veré que hacer después

 

¿Les ha gustado?

Que tengan lindo día

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