-Sans- ambos escucharon el suave susurro, Edge había mantenido las esperanzas muertas aun consigo, se había negado a perder lo último que le quedaba , por lo menos se había aferrado a la idea, a la muy vaga esperanza de que algún día, aun cuando fuera muerto, volvería a ver a su hermano, aunque fuera una última vez. Realmente, no creyó cuando lo vio
Su pie golpeo suavemente el bote de agua que estaba tirado en el suelo, avanzo lentamente, la mirada de su hermano se veía perdida en algún punto de la habitación, Edge tembló, su cuerpo entero pareció volverse gelatina, esa imagen de fuerza y seguridad se había perdido antes de que pudiera darse cuenta, antes de que pudiera comprenderlo, aun antes de que pudiera asimilarlo, sus sentimientos ganaron una batalla que nunca había comenzado, su cuerpo había corrido, se había barrido, arrodillado de golpe, por un segundo un tenue dolor en sus rodillas fue incomodo pero de igual modo ignorado y rápidamente olvidado, los brazos de Edge envolvieron a Red desde el frente sobre su cuerpo, lucharon por tenerlo en su interior, casi intentando volverse uno mismo, Edge oculto su rostro entre el cuello y hombro de Red, las lagrimas comenzaron a salir sin permiso, a Edge esto poco le importo, era lo último que en ese preciso instante le interesaba, solo lo que veía y sentía en ese momento… su hermano había vuelto
Lo abrazo, lo estrecho a su cuerpo con todas sus fuerzas, no escucho ninguna queja o sonido, pero tampoco sintió ser correspondido por el esqueleto contrario, Edge comenzó a forcejear consigo mismo para tener aire mientras notaba las lagrimas empapando la chaqueta maltrecha de su hermano tal y como lo recordaba, de a poco, movimiento comenzó a brotar en su hermano, como si apenas fuera despertando de un pesado sueño que apenas acababa; sus brazos se movieron lentos, suaves y tranquilos, antes de darse cuenta, eran los delgados, a veces (a su vista) diminutos brazos de su hermano los que le rodearon sin ejercer fuerza, solo estaba ahí, pegados a su cuerpo sin tener más movimiento que aquello
De a poco, el sentimiento de ser correspondido en su abrazo le hizo calar y reaccionar también, dejo de apretar con tanta fuerza a su hermano cuando noto en su pecho que el alma de Red comenzaba a palpitar de un modo lento y tranquilo, Edge se aleja mirando a su hermano, ahora que lo mira de frente puede notar que la mirada de Red es gris, sus cuencas siempre rojas sin importar nada ahora son de un blanquizco grisáceo, apenas distinguibles entre la oscuridad de sus cuencas, Edge parpadea confuso
-¿S-Sans?- teme preguntar, lo toma de sus hombros con temor, Sans no ha dejado de ver hacia el vacio mismo, ni siquiera lo está viendo, las lagrimas acuden con más fuerza en Edge, pasa su mano lentamente por el pecho de Sans, la aleja solo un poco para avocar su alma, aterrado encuentra el alma de Red, diferente a la imagen de un alma…
El alma de un monstruo, de un ser vivo, sin importar la raza, es un corazón, sin embargo, Sans… ¿Qué era Sans en ese momento? Aun las amalgamas de Alphys tenían almas en forma de corazones invertidos, clara muestra de que eran monstruos a fin de cuentas... pero Sans… Sans era…
El alma de Sans era una perfecta esfera blanquizca como una bola de nieve… no era un corazón
Edge tembló nuevamente, presa de un miedo extraño que brotaba de su interior y que se expandía como a una corriente eléctrica por todos lados, miro de nuevo a su hermano y la mirada perdida que mostraba, ahora comprendía por qué actuaba de un modo diferente a el mismo… las lagrimas volvieron a fluir con la misma fuerza que cuando lo vio al entrar en la habitación, solo que esta vez, Edge lloraba de dolor
Se sentó sobre sus piernas y miro a su hermano, acariciando con cuidado su mejilla, Sans ni siquiera se digno a seguir sus movimientos con la mirada, seguía viendo hacia la nada misma, seguía perdido en algún limbo, sin prestar atención a nada más. Edge lloro en silencio, observando y acariciando con amor la mejilla de su hermano… ¿Lo había recuperado? Ese no era Sans, tenía su apariencia igual que la Data Madre, pero no era su hermano
El alma seguía flotando, una esfera blanca como la más pura nieve, no era ni siquiera algo que pudiera ser llamado un alma, y por eso, Edge estaba sufriendo; no dijo nada mas, solo lo observo en silencio, llorando en silencio mientras movía suavemente a su hermano con la vaga esperanza de poder hacerlo reaccionar y que volviera a su lado, que volviera a ser realmente el mismo… pero no consiguió nada real…
-Sans…- pidió suavemente, tomándolo de un brazo y zarandeándolo un tanto más. Su hermano no respondió. Edge volvió a intentarlo otra segunda y tercera vez, cada vez, su voz se volvía algo más fuerte, su voz se volvía lo suficientemente audible para Sans, pero de igual modo, el mencionado esqueleto no parecía reaccionar, las lagrimas impedían a Edge que pudiera ver con claridad a su hermano, el nudo en su garganta se volvía cruel y doloroso de soportar, se negó a moverse de su lugar y aun cuando vio que todos sus intentos fueron en vano, Edge tomo las manos de su hermano y lo miro directo a los ojos, aun cuando sabia que ni siquiera estaba en la visión de Sans
-lo lamento Sans, lamento todo lo que he hecho- respondió destrozado, apretando sin dañar las manos de Sans al tiempo que las acariciaba con sus dedos, notando lo delgadas y pequeñas que estas siempre fueron a comparación de sus grandes y toscas manos… las mismas manos que siempre le lastimaron y le hicieron incluso más daño que el que le llegaron a hacer sus propios enemigos
Bajo la mirada, no tenía derecho ni siquiera de hablarle o de dirigirle la mirada, Edge sabía que había echo demasiado daño a su único pariente y al único monstruo al que siempre le importo, que se sentía una basura viéndolo de frente, y lo dejo saber, sus palabras entrecortadas pidiendo por piedad, porque le perdonara todas sus crueles acciones, aun cuando sabia que eso nunca seria suficiente para compensar el dolor que le había creado durante tantos años, sacude su manos lo más suave que puede, aun percibiendo el movimiento, lo llama, entre sus lagrimas, con sus ojos cerrados, con el dolor inundando su propia alma… sigue suplicando por que su hermano le perdone sus terribles acciones
-lo lamento Sans, lo siento- sollozo colocando la frente en las rodillas de su hermano, dejando caer toda su culpa, mostrándose débil ante su hermano mayor… quien cruelmente ni siquiera podía decir algo… Edge lo sabía, ahí estaba su cuerpo, pero no estaba su alma y un monstruo sin un alma, es un cascaron vacio… eso era su hermano en ese momento, solo un cascaron vacio que no podría hacer nada por si solo… y eso le dolió, tal vez, más que verlo morir, tal vez mas que su propia culpa…
-si no fuera un desgraciado tu no hubieras pasado por todo lo que pasaste, si yo no fuera tu hermano, tu seguramente hubieras sido aun más feliz, lo lamento, soy un pésimo hermano, lo siento, de verdad lo lamento mucho- gimoteo entre sus gritos de dolor, y para su desgracia, Sans ni siquiera lo pudo escuchar
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Cuanto tiempo había durado Edge llorando, era fácil, el nuevo día se cernía delante de todo el Underground, todos habían comenzado con sus actividades diarias, Edge no había salido de su casa, Undyne ni siquiera se había molestado en tratar de contactarlo, no parecía que estuviera en facilidades en primer lugar, sabía que Edge había quedado mal luego de la muerte de su hermano, sabía que no se recuperaría pronto y a como lo había estado viendo últimamente, era lógico pensar que pronto sería asesinado o en el peor de los casos y el más estúpido, moriría de soledad y tristeza… así de frágil era el esqueleto mas alto de los hermanos y el más joven de los mismos
Así que, Undyne seria gentil solo con él y esperaría, aun se hacia la pregunta “moral” ¿Qué sería mejor para Edge? Que ella lo asesine y acabar rápido con su sufrimiento o dejar que siga lamentándose hasta que sea la tristeza su asesina fría? Aun cuando veía mejor matarlo ella misma, sentía una pena profunda por su, tal vez único amigo en ese mundo de mierda
Y mientras Undyne se preguntaba qué era lo “moralmente correcto” o tan siquiera “idóneo” para poder “ayudar” a su amigo, Edge se encuentra aun llorando en un hilo de consciencia he inconsciencia, lloro y se disculpo con Red tanto como pudo, tanto como su voz y sus lágrimas le permitieron
Con la llegada de un nuevo día, Edge ha parado de llorar, de lamentarse en silencio; eleva su mirada cansada y lastimada de llorar, encuentra aun el rostro de su hermano perdido, la única diferencia es que tal vez, muy dentro de ese vacío, tal vez no esta tan vacio, Red había bajado su rostro en algún punto de la noche, lo miraba fijamente, con esos ojos sin vida, con esa expresión neutra del humano, como si no fuera un ser vivo, sino un muñeco con un gesto único en su rostro, como si no tuviera alma real… pero Edge lo sintió, cuando noto que Red lo miraba aun en ese cascaron vacio… su hermano estaba ahí dentro… sino, no lo hubiera visto
-Sans… ¿Sans? ¿Estás ahí? Soy yo… soy tu hermano ¡Papyrus!- suplico, tomándolo por los hombros, zarandeándolo un poco mientras lo seguía llamando por su nombre, como un pequeño asustado de perder algo valioso para el que no era material… lo movió, lo miro a los ojos en todo momento de un modo suplicante que no había usado en muchos años pero que ahora, afloraba tan vivazmente al mirar a su hermano
-Sans… por favor, si me oyes… vuelve… te necesito- pidió con lagrimas volviendo a ser derramadas por sus cuencas… mas sin embargo, Sans no respondió
~Mientras tu existas, yo también existiré~
No era una mentira, para nadie, no era una mentira que Sans le dijera esas últimas palabras a la Data Madre, por que de algún modo, eso, era verdad. Por que de algún modo que no puede ser comprendido, ambos eran uno, ambos estaban tan unidos como lo era la misma alma… y mientras Edge seguía llorando por no poder tener de vuelta por completo a su hermano, ve entrar desde la ventana de la habitación a la pequeña ave rojiza que sabía, era la Data Madre
Parpadea sorprendido de lo que ve, se aleja un poco de las rodillas de su hermano para poder observar correctamente lo que pasa a continuación, el ave de colores rojos y que parece un vidrio estrellado lleno de grietas ahora se posa delante de ambos, en el medio de ambos hermanos, mira directamente a Sans, Edge solo lo observa, soltando las manos de su hermano para darle espacio a la Data Madre… lo demás, Edge solo puede verlo como a un espectador mas
El ave extiende sus grandes alas, el alma de Sans en forma de esfera aparece sin que nadie la invoque, la pequeña avecilla se vuelve bruma rojiza que rápidamente envuelve el alma de Red, Edge observa sorprendido y confuso lo que hay delante de sus ojos, el ave vuelta bruma comienza a ser absorbido por el alma blanca de Red, pronto, la esfera comienza a moverse como si estuviera tomando forma más a fuerza que por gusto. Edge imagina que debe de ser doloroso a como se mira
Lentamente, el alma de Red comienza a tornar la forma de un corazón, cuando logra tomar la forma de un corazón invertido de a poco se va tiñendo desde el centro hacia el exterior en el típico color carmesí, la mirada de Sans que hasta ese momento se había encontrado clavada en el suelo comienza a elevarse junto a su cabeza, Edge alcanza a ver que su mirada comienza a pigmentarse al mismo tiempo que su alma, para cuando el color carmesí a alcanzado casi todos los rincones de su alma, Sans comienza a parpadea lentamente, su cuerpo comienza a moverse de un modo más natural, lentamente Sans comienza a soltar pesados bostezos y a crujir sus huesos al moverse
Edge vuelve a ver el alma de Sans, ahora, completamente carmesí, ahora, completa. Su mirada se centra en la mirada de Sans, ahora sus ojos han crecido, son completamente rojos… la mirada de Sans ha vuelto a la normalidad… ambos se miran, Sans talla sus ojos con pereza hasta que enfoca a su hermano
-¿Jefe?- pregunta con una voz soñolienta, Edge abre sus ojos y no toma oportunidad a nada mas, salta encima de su hermano tumbándolo a la cama, aun antes de que Sans pueda preguntar o soltar alguna maldición su boca es apresada por un beso necesitado. Los ojos de Sans se abren con sorpresa… no es un beso forzado como acostumbraba sentir de parte de su hermano, extrañamente para Sans, este tiene una gran cantidad de sentimientos que parecen ahogarle y robarle el aire
Puede sentir como sus mejillas son empapadas por agua, mira con más detenimiento la cara de su hermano, Edge está llorando, pero se le ve un rostro lleno de felicidad mientras su lengua le invade y danzan juntos en un baile lleno de amor… Sans deja de pensar por unos segundos, solo cierra sus ojos y corresponde el sentimiento de sensación, de alivio, de amor, de esperanza que florece lentamente pero que se vuelve tan brillante como el mismo día… Sans se siente feliz y correspondido por fin
El beso dura demasiado para ambos pero no parece importar… ni siquiera el aire que es necesario para respirar, solo el beso, solo sus sentimientos, solo ellos en ese preciso instante de su vida… para cuando logran separarse, se miran a los ojos, Edge continua llorando, pero Sans puede decir que es la misma mirada de felicidad que le vio aquella vez que tuvo que pelar y desapareció de la vista de Edge por un par de días, cuando se volvieron a ver… dios, ni siquiera cuando fue eso Edge lucia tan feliz como ahora
-te amo, te amo, te amo más que a mi vida Sans- las palabras de Edge apenas se separaron dejan sin aliento a Sans, todo lo que había pensado decir se le ha olvidado, solo lo mira sorprendido mientras parpadea, la mirada de su hermano es sincera como nunca, Sans parpadea aun sin creer lo que escucha, es turno de que sus lagrimas comiencen a aparecer, toma las mejillas de su hermano, el tenia aun los ojos cerrados pero una gran sonrisa, cuando Sans toma sus mejillas lo une a él en otro nuevo beso, más corto e inocente pero lleno de los sentimientos de amor de parte de ambos, llenos de esos sentimientos que se tenían pero que no se habían dicho hasta ahora… hasta ahora, que al fin han visto que les hacía falta la presencia del otro…
Mientras tú existas… yo también existiré…
-yo también te amo Papyrus-