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Segunda oportunidad por okami andro

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Notas del capitulo:

Aquí su sorpresa espero que la disfruten

POV Alexa

-Venga por aquí señorita-Dijo una chica guiándome a través de los pasillos del club. Estos pasillos eran extensos y algo sofisticados me llamaba la atención aquella chica. No debía de pasar los 18 años tenía unos ojos muy bonitos.

 

Mientras más me acercaba, más se aceleraban los latidos de mi corazón después de dos años Dios creo que voy a morir

Un pelirrojo musculoso venía por el pasillo su rostro era de ir, me dedico una mirada y su expresión cambio ahora era de alivio

 

-Señorita Salvatore espero que disfrute- me dijo el hombre latino que acompañaba a aquel pelirrojo, ignore el comentario, la chica me dejo para frente a la puerta de la que supongo seria la habitación de Samantha mi corazón latina fuerte y rápido sentía que en cualquier momento se iba a salir desbocado por tanta emociones que estaba experimentando en aquel momento.

 

Toque la puerta con golpes algo inseguros ¡JA! Que pasa Mayer donde quedo la seguridad me burle de mi misma.

 

La castaña abrió la puerta dios me iba a morir se encontraba cabizbaja –Adelante- dijo sin levantar la cabeza me adentre en aquella habitación sin dejar de mirar a la castaña

 

-Hagamos esto rápido – dijo alzando la cabeza  su expresión cambio totalmente paso de ser fría a estar totalmente sorprendida

-Alexa- Dios como extrañaba el sonido de mi nombre en sus labios –Yo, yo – Su voz se fue apagando al ver que era rodeada por mis brazos en un abrazo.

 

Un abrazo lleno de sentimientos, lleno de recuerdos, lleno de emociones –Siento no haberte encontrado antes, siento no haberte protegido… lo siento- Las lágrimas inundaban mis mejillas mientras mi voz se quebraba y me aferraba a ella con fuerza. Deje salir todo aquello que había tenido oculto tras esa mascara de arrogancia y ego que me caracterizo estos años sin ella.

 

-Alexa yo no tengo nada que perdonarte… yo soy la que debe disculparse- dijo  sollozando

 

-Por favor no llores, no llores no me gusta verte llorar- Dije separándome de ella para poder limpiar las lágrimas de sus mejillas

 

-Dios… tengo tanto que decirte –Murmuro mientras juntaba su frente con la mía –Tengo todo el tiempo del mundo – fue mi respuesta mientras dejaba un beso en su nariz esta sonrió tiernamente haciendo una pequeña mueca que me derritió, me halo de la mano arrastrándome hacia la gran cama en medio de la habitación

 

Ambas nos sentamos mirándonos fijamente durante unos minutos en un como silencio que fue roto por un suspiro de pesadez de la mujer frente a mi

 

-Debo contarte muchas cosas- repitió esta vez empezando a contarme todo lo que ocurrió durante los dos últimos años

***

-Por favor, por favor no me odies- suplico la castaña al ver que no contestaba me acaba de decir que se había acostado con ¡Victor! El maldito infeliz que la había secuestrado y no sólo eso sino también con muchos empresarios por el hecho de salvar a aquellas chicas. Quería, quería entenderla quería no ser egoísta pero fui cegada por los celos y la ira.

Me solté de su agarre y me levante de la cama caminado por toda la habitación

 

-Por favor Alexa entiéndeme, por favor no me odies…- suplico con lágrimas la mujer que veía frente a mí se notaba cansada, sus ojos no brillaban ya no era la misma y yo tampoco, ambas habíamos cambiado.

 

-Samantha… Esto es, es muy difícil de asimilar por favor te entiendo… O por lo menos quiero entenderte, pero no me cabe en la cabeza como no han podido ponerlos tras las rejas. Simplemente tienen que llamar a la policía para que venga a investigar este lugar y se dará cuenta de la cantidad de niñas que hay aquí. – Hable mientras caminaba de un lado a otro, la confesión de haberse acostado con Victor me había dejado totalmente mal tenía una sensación en el pecho y mi cabeza amenazaba con empezar a doler

 

-No es tan fácil como piensas Alex, ellos tiene comprado el silencio de la policía, no es así de simple. ¿Crees que me gusta? ¿Crees que me encanta estar allí parada y bailarle a unos degenerados? No, no me gusta. He sido tratada como prostituta, me han humillado, me han ultrajado y quitado prácticamente todo. He sido separada de mi familia, de mis amigos y además de la mujer que amo. Sólo te pido que no me odies o que por lo menos entiendas un poco no quiero que esas chicas pasen por esto, Sólo son unas niñas de 17 años quizás menos-

 

Sus palabras me dolieron hasta el alma, tenía razón no podía ser egoísta mientras yo estaba derrochando mi fortuna y siendo una completa idiota ella estaba siendo maltratada. Me odie por ser tan estúpida y egoísta.

 

-Sam lo siento, lo siento tienes razón soy una idiota- murmure volviéndome acercar a ella y tomando sus manos –Por favor perdóname soy una idiota- La castaña acarició tiernamente  mi mejilla con su pulgar acercando su rostro al mío dejando nuestros labios a escasos centímetros –Te extrañe- dicho esto sus labios se estrellaron contra los míos como si fuera la primera vez sentí un carnaval chino en mi estómago y dragones revoloteaban allí. La felicidad inundo todo mi ser sus besos eran mejor de lo que recordaba las lágrimas inundaron mis ojos la amaba, la amaba tanto  y por fin ese vació que sentí el día que desapareció se había ido, ahora me sentía completa en sus brazos por fin era yo  de nuevo.

 

El beso no paso a más que un rose que transmitía tantas emociones, tanto amor ambas llorábamos  de felicidad, de alegría de por fin haber encontrado a la parte que nos hacía tanta falta. Cuando el beso termino ambas continuamos con nuestras frentes juntas yo aún tenía mis ojos cerrados sin poder creerlo 

 

-Sam, vámonos, huyamos de aquí- propuse encontrándome con esos ojos cafés que aparecían en mis sueños casi siempre, La mujer castaña dejo salir un suspiro indicándome que no estaba de acuerdo con la idea

 

-Alexa no puedo hacer eso, no puedo tirar por la borda todo lo que he hecho en estos dos años, no voy a dejar que esas niñas sufran por favor sólo te pido unos días ¿Sí? En unos días por fin estarán tras las rejas sólo espérame ¿Sí?- Hablo con sus manos puestas en mis mejillas acariciando delicadamente estas y mirándome de una manera tan intenta  que me hacía temblar.

 

-Está bien- dije no muy convencida acercándola para estrecharla en unaabrazo esta de inmediato correspondió rodeándome la cintura con sus brazos y dejando un beso en mi mejilla se produjo un cómodo silencio

 

-Tienes una Sobrina – Murmure los ojos de mi castaña se llenaron de vida

 

-Dios…- su voz se quebró lagrimas brotaron de sus ojos – ¿Cómo es? ¿Está sana? ¿Cómo están Ed y Paula? ¿Y Chris? ¿Tus padres? ¿Jane? – Me bombardeo con preguntas haciendo que me muriera de ternura

 

-Una pregunta a la vez- Dije riendo –Tu sobrina es hermosa, está sana- Busque mi IPhone señalándole una foto de la pequeña esta volvió a empezar a llorar al ver a la niña de hermosos ojos ámbar –Es preciosa – comento

 

-Ed y paula están muy bien Ed empezó a trabajar como arquitecto principal en una cadena de hoteles y Paula está totalmente entregada a su trabajo como madre- La castaña se abrazó a mí –Chris está estudiando Psicología y esta con Tiffany- Seguimos hablando sin darle importancia al tiempo acurrucadas en aquella cama.

 

*****

Pov Samantha

La pelinegra duro alrededor de 2 horas junto conmigo en aquella habitación, sin nada más que besos y abrazos, hablamos de todo lo que nos ocurrió en los últimos 4 años que habíamos pasado separadas la una de la otra.

 

Pero como siempre algo se interpuso en aquella felicidad tísica en la que me había lanzado profundamente Gonzales toco la puerta indicando que el tiempo se había acabado. ¿Cuánto habrá gastado Alexa en mí? Me pregunte  Ella de inmediato noto el cambio de mi actitud y tomo mis manos

 

-Hey, hey ¿Qué pasa?- pregunto

 

-¿Cuánto pagaste para estar aquí?- Pregunte directamente haciendo que la mujer pelinegra se sorprendiera –Por dios Samantha eso no importa- Me respondió haciendo una extraña mueca

 

-Es algo indignante  sólo pregunto – Dije con una clara indignación, Alexa se acercó a mi hasta sellar nuestros labios en un beso

 

-Por favor no pienses en eso, te entiendo pero si no fuera así no habría podido verte y no habríamos podido hablar –Los golpes dela puerta nos sacaron de nuestra pequeña burbuja de amor, mire a los hermosos ojos grises de Alexa y  suspire pesadamente. El tiempo no está a favor de nadie y ni ella ni yo éramos la excepción. La pelinegra se tuvo que marchar no sin prometer que volvería y que me esperaría todo el tiempo que fuera necesario. Dejando un beso se marchó a regañadientes dándole una mirada despectiva a Gonzales que se encontraba azotando la puerta, mientras que a Max le dedico una mirada de agradecimiento el cual el correspondió.

 

Alexa y yo nos habíamos puesto al día de todo ella sabía muy bien las cosa que había hecho y dicho. Al principio llego a molestarse pero mientas más le explicaba más lo entendía y su enojo disminuía al final termino ella disculpándose cosa que obviamente no permití ella no era la culpable de nada. Me dejo su número de teléfono, el nombre de su hotel… Prácticamente me dio todo para que nos pudiéramos mantener en contacto

 

 

Después de una media hora el silencio que inundaba mi habitación era interrumpido por el sonido de la puerta, me levante y abrí dejando ver a mi pelirrojo amigo con un bote de helado en su mano derecha junto con dos cucharas. Mientras que en la otra sostenía una bolsa repleta de comida chátara y galletas

 

-Necesitas contarme todo – fue lo único que dijo adentrándose en mi habitación, acomodo todo en mi mesa de noche

-¿Qué quieres saber?-

-Todo-

-Pues… Lo sabe todo y me comprendió- Hablé con una sonrisa en mis labios que se le contagio al pelirrojo minuto después

Narrador Omnipresente

En Atlantis la mujer castaña se encontraba relatando a su amigo que había ocurrido en aquella habitación.

En un hotel cercano de allí la mujer de ojos grises se encontraba en una posición similar a la de la castaña, sólo que esta le contaba a sus amigas una castaña la cual estaba emocionada y una rubia que la veía hablar con tanta emoción a través de la pantalla.

Ambas mujeres se encontraban felices plenamente después de cuatro años de no saber lo que era aquella felicidad.

En un hangar ilícito se encontraba aterrizando el avión que transportaba a más de 15 chicas de diferentes edades, culturas y países además de los Connor. Victor Connor Junior mantenía una mirada prepotente y altanera al llegar aquella ciudad.

 

El día se había adelantado amenazando con arruinar los planes del teniente Maxwell

 

-Muévanse señores el jefe está por llegar- Gritaba Gonzales caminando con aire imponente por los pasillos de Atlantis

 

-Joder, joder, joder me cago en la puta madre- Murmuraba el pelirrojo caminado de un lado a otro necesitaba avisar a su teniente sobre la repentina llegada de los Connor no podía posponer el plan, no podía hacerle eso a su amiga que se mantenía durmiendo pacíficamente

 

-Maxwell, llegan  en 2 horas aquí,  necesitamos poner en marcha el plan- Hablo al ver que la llamada era contestada por su oficial al mando sin ni siquiera esperar a que el hombre hablara

 

-Espera, espera ¿Que has dicho Max?-pregunto

 

-Joder Louis que los infelices de los Connor están llegando a la ciudad necesitamos poner en marcha el plan – grito el pelirrojo haciendo que el castaño que se encontraba al otro lado de la línea diera un salto por la sorpresa del grito

 

-Necesito movilizar al equipo en una hora estaré allí- Le dijo intentando tranquilizar al pelirrojo

-Cuento con ello es nuestra única oportunidad- Sentencio finalizando la llamada.

Mientras tanto en una habitación cercara a la que el pelirrojo se encontraba estaba la mujer castaña sonriendo al recordar los labios de su chica junto a los suyos –Al parecer la vida me está pagando todos los males – Murmuró a la soledad de aquella habitación.

 

Lo que ella no sabía que esa noche seria decisiva para la vida de las chicas e incluso la suya misma.

 

En el otro lado de la ciudad el teniente Maxwell daba las últimas órdenes a sus hombres para atrapar a los Connor.

 

El hombre castaño terminaba de ajustar su chaleco antibalas mientras veía a sus hombres correr hacía las camionetas negras, que los transportarían hacía Atlantis. –Muy bien señores estén atentos, quiero a todas la chicas sanas y salvas y a los Connor Vivos o Muertos- Ordeno con imponencia  por aquel intercomunicador.

 

En Atlantis

El pelirrojo ya se encontraba totalmente preparado, su pistola de largo alcance y ya había puesto al tanto a la castaña que se encontraba intentando convencerlo de que ella también fuese participe en la acción que ocurriría allí, cosa que obviamente el pelirrojo no acepto.

 

“Por más que las pruebas sean difíciles la vida te recompensara de una manera u otra”

-

Notas finales:

Nos leemos el martes con los dos ultimos capitulos


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