Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Una vez finalizada la Winter Cup... por Mikami1415

[Reviews - 61]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Akashi no podía creer lo que había sucedido. Por primera vez en su vida había perdido. No creía poder soportarlo, y no sabía si podría mantener la formación y felicitar a quienes lo habían derrotado.

Cuando tuvo enfrente suyo a Kuroko, miles de imágenes pasaron por su mente. Al final, Kuroko siempre había tenido razón, pero él nunca lo había querido escuchar.

Logró estrechar su mano y felicitarlo por el logro tanto de él como de su equipo. Se marchó cabizbajo y derrotado para su casa. Al llegar, se lanzó sobre su cama y unas finas lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas. La derrota se sentía terrible, fue un duro golpe a su ego. Esa noche no quiso salir de su pieza y dio órdenes de que no se le molestara ya que solo quería descansar.

A la mañana siguiente, se levantó tarde. Era sábado y no había práctica del club. Ese día, pasó mucho tiempo reflexionando sobre lo que había sido su vida. Sus días de infancia, los días felices que había vivido junto a su madre, la muerte de ella mientras cursaba la primaria y en cómo había llegado a convertirse en el capitán de la "Generación de los Milagros".

Le torturaba pensar cómo había permitido que ese gran equipo se desintegrara. Sabía que si él hubiera guiado al equipo con sus principios iniciales y las recomendaciones de sus amigos, seguramente el grupo seguiría unido, pero fueron sus propias ambiciones y miedos lo que llevaron a que el equipo se separara.

No quería ver que lo superaran y permitió que cada uno olvidara el sentido de equipo optando por un comportamiento individual y egoísta, lo que provocó que cada uno tomara su propio rumbo, desafiándose entre sí, olvidando toda posible amistad y los buenos momentos vividos. Todos se declararon enemigos jurados. Y él, había propiciado todo eso.

Se sentía totalmente frustrado y avergonzado consigo mismo.

- Si mi madre estuviera viva, quizás, yo no sería como lo soy ahora- pensaba.

Esa dualidad en él se había creado justamente por esa lucha interna que tenía de los recuerdos de su madre y sus enseñanzas v/s la dictadura que le imponía día a día su padre y las exigencias con ser el número uno. Donde lo único que se esperaba de él, era que fuera el mejor en todo.

Su libertad estaba restringida. Se le permitía hacer relativamente todo lo que quería siempre y cuando fuera el mejor. La presión era enorme. No sentía cariño por parte de su padre. Casi nunca lo veía y rara vez recibía una felicitación o alguna palabra de apoyo de él.

Los empleados y su tutor (que era el hermano mayor de su madre) habían realizado el rol de "padre" de alguna manera, ya que ellos solían animarlo y felicitarlo. Pero con el tiempo, su corazón se había endurecido y creía no necesitar nada de nadie. Pero era, en momentos como estos, cuando su corazón entraba en la desesperanza, era precisamente en momentos así, que se daba cuenta que no tenía a quien recurrir, a quien llamar para poder contarle lo mal que se sentía. Lo único que podía hacer era llorar en silencio y en absoluta soledad.

Esa tarde, su padre llegó a su casa y pidió que lo fuera a ver a su estudio. Akashi sospechaba que ya se había enterado que había perdido la final y seguramente, le esperaba un gran sermón al respecto.

Cuando entró al despacho de su padre, se pudo percatar que estaba con su tío Ayumu. Su padre estaba de pie junto al gran ventanal de su oficina, y al escucharlo entrar no lo saludo. Sólo su tío lo saludo con un pequeña sonrisa, gesto que fue contestado por Akashi con un pequeño asentimiento.

- ¿Me llamabas Padre?- le preguntó Akashi sonando despreocupado a oídos de su padre.

- Supe que perdiste la final del campeonato- le dijo él a modo de saludo.

- Sí padre, así es… 

- ¿Qué explicación tienes que darme para esa vergonzosa derrota?- le preguntó éste mirándolo por primera vez

- Ninguna. Sólo te puedo decir que se siente mal perder, pero que nuestros oponentes fueron mejores, nada más.

- ¿Mejores? ¿mejores?- le espetó insistente – ¡Nadie puede ser mejor que tú! - ¿me escuchaste?- ¿no te he criado para eso acaso? ¿Para ser el mejor?- ¡Estás en el mejor instituto! ¡Se te formó el mejor equipo! ¿Y pierdes con el más débil de tus ex compañeros de tu antigua escuela? ¿Más con un novato y con una preparatoria que no tiene más trayectoria que dos años? ¿Sabes cuántos años de trayectoria tiene Rakuzan? ¡más de trescientos años! ¿Y tu pierdes con una escuela nueva? ¡Esto es una vergüenza!

- Lo siento padre, en verdad, hice mi mayor esfuerzo…

- ¡No lo hiciste! – dudaste de ti, flaqueaste. Te derrumbaste cuando esos chicos lograron arrebatarte el balón. - ¡Hiciste que tu equipo perdiera minutos valiosos y permitiste que tus rivales tomaran ventaja de tu debilidad!. - ¡Fuiste débil!


(Eso para Akashi fue una revelación, eso quería decir que su padre había visto el partido).

- Hice lo mejor que pude- le dijo sin mostrarse alterado siquiera. – Pero tienes que entender que esa fue la primera vez que alguien lograba arrebatarme el balón de esa forma. Fue impactante para mí. Pero finalmente, me logré reponer.

- ¡Pero no fue suficiente!- desde ahora en adelante, te prohíbo seguir jugando basketball. Te dedicarás sólo a tus estudios y comenzarás a ver las cosas de la empresa que heredarás. También aprovecho de comentarte, que estoy concertando tu cita para que conozcas a tu futura esposa.

- ¿Qué dices?- le preguntó Akashi sorprendido abriendo sus ojos de par en par.

- Si, ya basta de juegos de niños si no puedes ganar…

- Padre, no quiero dejar el basketball, es lo que más me apasiona… además que mamá…

- ¡Basta! ¡te prohíbo hablar de ella!- por su culpa estás en esta situación, humillando el apellido de esta familia…

- ¡Masaomi!- le gritó Ayumu- ¡basta por favor!

- ¡Silencio!- retírate de aquí- esto no te incumbe Ayumu

- ¿Cómo puedes decirme eso?- le dijo Akashi alzando la voz (estaba empezando a perder la paciencia) - ¿Y qué es eso de que ya tienes arreglado mi matrimonio? ¿O sea ni siquiera podré escoger a la persona con la que quiera compartir el resto de mi vida?

- Negocios son negocios. Con este matrimonio, el capital familiar se acrecentará mucho más.

- ¿No eres ya lo suficientemente millonario, como para desear más dinero?- le preguntó irónico

- Nunca es suficiente…

- ¡No, nunca nada ni nadie es suficiente para ti, lo sé! – exclamó con una sonrisa triste en sus labios. Por un segundo, sus ojos se llenaron de lágrimas. (al padre de Akashi esto no le pasó desapercibido).

- Puedes retirarte. - Ya lo sabes, el lunes cuando regreses a clases, presentarás tu dimisión al equipo, asumiendo la total e inexcusable responsabilidad por la derrota de tu equipo, así saldrás con algo de honor al menos.


Akashi se retiró del despacho sin decir nada. Al salir, se topó con su tío que lo estaba esperando afuera del despacho para poder hablar con él, pero Akashi lo miró de reojo y continuó. Su pecho estaba que explotaba. Se sentía demasiado infeliz en ese momento y tremendamente solo. Ya ni siquiera sentía deseos de llorar, lo único que sentía eran ganas de desaparecer y dejar todo atrás.

Notas finales:

Espero les haya gustado este primer capítulo.

Esta historia la había subido en otra página, pero decidí subirla aquí también ya que haré cambios importantes en ella. Será una adaptación de la original.  

Nos leemos!!

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).