Ya faltaba poco para que el nacimiento del bebé de Naruto llegara, en el día era cuidado por el equipo de Konohamaru y en las noches por Itachi. En las mañanas, Konohamaru y los demás, ayudaban a decorar el departamento del rubio, quien les indicaba que tirar y que no, por su puesto se deshizo de varias cosas, pues quería más espacio para su pequeño.
De vez en cuando, Ayame les ayudaba llevando los muebles que su padre había conservado y que estaban en buen estado. Cuando salían a la calle, a Naruto le importaba muy poco los cuchicheos y miradas de la gente
- Antes te miraban por mí - le hablo Kurama desde adentro - y ahora por tu embarazo. Me da curiosidad si saben quién es el padre
- Me da igual - respondió el rubio
- ¿Estás bien?
- Si y no - suspiro - feliz porque mi bebé pronto vendrá pero triste, porque Itachi se lo perderá
Naruto acariciaba su barriguita con cuidado, por un momento, Kurama pensó que tal vez el rubio estaría triste porque desde su regreso a la aldea, ninguno de sus amigos lo visitaba ni siquiera Iruka pero no, le afectaba no estar tanto tiempo con Itachi.
- JEFE
- ¿Eh?, Moegi, ¿Qué pasa?
- La Hokage quiere verte, dice que es urgente
- ¿Qué querrá ahora?
- No lo sé, pero yo voy contigo
- No, ya Konohamaru, Udon y tú se han metido en varios problemas por mi culpa
- Eso no es cierto, estamos contigo porque nos importas y además… se lo prometimos a Itachi-san
Naruto sonrió y asintió, al poco rato, él y Moegi estaban en la oficina. Sin embargo se extrañó de ver ahí a sus amigos, Iruka, Kakashi y una pareja que por sus insignias eran del país de Kumogakure
- ¿Me mandó llamar, vieja?
- Naruto
- Está bien Iruka - hablo la rubia - Naruto, el motivo por el cual te llame, es porque quiero que conozcas a Kojisan y su esposa Tomiko - la pareja reverencio
- ¿Y? - el rubio tenía un mal presentimiento
- Los mande llamar, porque, bueno. Como sabemos, pronto darás a luz y porque te queremos nos preocupa que los demás lleguen a pensar mal, en especial por… tu hijo
- Vaya al grano quiere
- Koji-san
- Primero, es un gusto conocerte Naruto-kun, veras mi esposa y yo hemos por años intentado tener un hijo y…
- ¿ACASO CREEN QUE LO DARE EN ADOPCION?
- Naruto, cálmate y escucha - interrumpió Tsunade - ellos saben quién es el padre, pero eso no impedirá que le den amor
- TU LO HAS DICHO VIEJA, ITACHI ES SU PADRE Y TE DIRE LO MISMO QUE EL DIRIA, ES NUESTRO HIJO Y NO TIENES DERECHO A QUITARMELO
- Naruto, entiende que es por tu bien. No puedes ser un hombre que tiene un hijo
- Si es por lo que Itachi hizo, ¿Por qué no lo dices?, ¿Por qué no dices que no quieres que el hijo de un asesino viva en esta aldea?
Todos guardaron silencio, Moegi al ver lo alterado del rubio tomo su mano, quien poco a poco iba calmándose, para luego ver a la pareja
- Lamento que sus intentos fallen, pero, este hijo es mío y de mi esposo - mostrando su anillo
- ¿Cuándo? - Sakura sorprendida
- Desde que tengo tres meses - sonriendo - así es, ahora soy Uchiha Naruto, Moegi por favor
- ¿Cómo pudiste?
Tsunade estaba más que sorprendida cuando la niña le dio una copia del acta de matrimonio de Itachi y Naruto, todos miraban estupefactos el papel. Ahora el rubio era oficialmente miembro del clan Uchiha por lo que el bebé no podría ser arrebatado de sus padres. Al ver que nadie decía nada
- Bueno, si me disculpan debo irme y pueden quedarse con la copia - viendo a la pareja - sé que son buenas personas y serian buenos padres para mi bebé, pero lo siento, de veras
Naruto dio una reverencia y salió al igual que Moegi con una sonrisa triunfal. Sabía que Naruto al estar casado, no podría ser separado de su bebé, pero aun extrañaba a Itachi a pesar de que este lo seguía en las sombras. Esa noche
- Así que eso pretendía - Itachi suspiro
- Itachi, no quiero estar más aquí, sé que no se conformaran y…
- Naruto…
- Por favor - llorando - vámonos
- Naruto,
- Konoha es tu hogar no puedes
- También es tu hogar y lo dejaste
Itachi a decir algo cuando sintió la presencia de alguien por lo que de inmediato desapareció, en eso, alguien llamo a la puerta y cuando el rubio la abrió
- Iruka-sensei - sin emoción
- Hola Naruto - sonriendo - quise ver
- Si has venido porque la vieja te lo ordeno, vete. No entregare a mi bebé
- Naruto, la Hokage cree que es lo mejor. Piensa que si tu hijo crece lejos de la aldea no sufrirá el desprecio de ser hijo de un asesino y lo sabes mejor que nadie. Además, ¿has pensado que quizá por esto no cumplas tu sueño de ser Hokage.
Naruto abrió sorprendido sus ojos, había olvidado ese detalle; por mucho tiempo había soñado con ser Hokage para que todos en la villa lo reconocieran pero, ¿en qué momento olvido esa meta?; en eso sintió las pataditas de su bebé, como si este le dijera: "elije lo que es lo que quieres tú, no los demás quieran". Al mismo tiempo, recordó que sus padres murieron por protegerlo a él, eso lo hizo sonreír.
- Sí, aun quiero ser Hokage y sé que mi bebé sufriría lo que yo viví en mayor o menor grado, pero la diferencia es que mi bebé no está solo - alzando su mirada - me tiene a mí y a su padre. Y si para estar con Itachi y nuestro hijo tengo que renunciar a ser Hokage, lo hare
Iruka se sorprendió de al ver esa determinación en los ojos de Naruto, el amor que una vez había visto por Sasuke, era superado mil veces porque ahora sentía por Itachi. El castaño dio un suspiro para luego sonreír
- Naruto
- ¿Si?
- Sí que eres un tonto, perdóname por abandonarte - viendo al techo - puedes salir Uchiha Itachi
Naruto se sorprendió al mismo tiempo que Itachi bajaba del tejado y se quitaba la máscara, quien aunque estaba serio, también se sorprendió por ser descubierto
- Tranquilo - sonrió Iruka - tu presencia es como la de Sasuke, la sentí cuando llegue y no se preocupen, no diré nada
- ¿Qué pretende? -hablo el azabache
- Nada, solo ayudarlos. Ahora más que nunca deben ser cuidadosos, aunque fue un gran acierto el haberse casado, es probable que Tsunade-sama y los otros Kages intenten hacer algo
- Lo sé - respondió Itachi - también esta lo de Akatsuki, pero de eso ya me encargare yo
Iruka solo asintió al mismo tiempo que Naruto se aferraba a los brazos de Itachi, cuando
- AY
- ¿Qué tienes?
- El bebé… ya… ya viene…
- Debemos llevarte pronto al hospital - dijo Iruka
- Pero…
- Tranquilo - sonrió Iruka - vamos al hospital
Aunque no querían Itachi y Naruto tenían que confiar en él, desde su jaula, Kurama vigilaba al bebé. Había escuchado toda la conversación, cuando escucho las últimas palabras de Iruka, una sonrisa se dibujó en su rostro
- Con que… eso traman