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El internado Omega de Domino por MizaiTan

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Notas del capitulo:

Hola! Capítulo nuevo a la vista! 

Espero disculpen mi error la vez anterior, no era que habia nuevo capitulo antes sino que me equivoqué de fic al actualizar el de la nueva vida y borré enseguida, pero quedó como actualizada.

Bueno, espero disfruten el cap

Joey leyó en la entrada de la atracción que el paseo en la rueda de la fortuna duraría 20 minutos, que sería equivalente a 4 vueltas. No estaría mal, ver un poco de la ciudad desde la altura sería interesante puesto que el poco turismo que ha hecho no ha sido muy bueno que digamos.

Pero quedar encerrado en la cabina junto al imbécil de Seto Kaiba no era su plan para nada.

Su único consuelo es que no era el único que no estaba feliz con el arreglo, porque veía a Kaiba gruñir mirando hacia abajo y maldiciendo al inepto trabajador que los dejó en severo embrollo.

Desde lo alto pudo ver que Atem y Yugi se alejaban junto con Mokuba a otra atracción. No sabe por qué pero sintió que todo era planeado para quedarse a solas.

-Estoy seguro que esto fue idea del faraón para quedarse a solas con el enano.- Murmura Kaiba, notando que ambos miraban al mismo punto.

Su razonamiento no estaba tan equivocado entonces si este “genio” también pensaba igual.

No había nada que hacer. Serían los veinte minutos más largos de toda su vida pero lo mejor era aguantarse. Saca su celular para abrir YouTube y comenzar a ver videos chistosos.

No puede evitar carcajadas.

.

Seto Kaiba por otro lado no estaba nada feliz con la situación. Ser encerrado con un mugriento perro en una pequeña cabina no era su idea de pasar la tarde. En serio mataría a su primo luego. Se lo merecía.

Mira hacia el omega cuando lo oye reírse.

Tiene ganas de tomar ese aparato y lanzarlo hacia el vacío, bien que lo tenía fácil, pero prefería llevar las cosas por la paz. Luego de veinte minutos todo pasaría, por lo que siguió su ejemplo y comenzó a ver su teléfono leyendo nuevas notificaciones.

Escucha nuevamente la risa y simplemente se enorgullece de su gran autocontrol para no mandarlo al infierno.

 

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Mokuba se siente algo solo. Su plan era pasar un divertido día de parque de diversiones junto a su hermano, y cuando se encontraron con Joey parecía más perfecto aun, ese chico le agradaba mucho y eso que apenas lo conocía.

Considerando que Mokuba es un beta con dificultades de hacer amigos que ven más allá de la fortuna por ser un Kaiba era un gran avance que se sintiera tan cómodo con el omega. Sobre todo que ese ni siquiera prestaba atención a su hermano.

Que se quedaran ambos en la cabina no le parecía buena idea, pues podrían matarse como perros y gatos, pero sobre todo porque ahora estaba con dos chicos que se notaban que querían estar en una cita los dos solos.

¡Se sentía una tercera rueda!

Miró su reloj. Faltaban 15 minutos para que ambos bajaran de la atracción.

No es que Yugi sea malo. Le prestaba mucha atención, le preguntaba a dónde quería ir y eso. Pero Mokuba sabe que a ambos les gustaría estar solos para hablar a pesar de sus sonrisas amables.

Oh, como quisiera que Seto viniera rápido.

Mientras hacen la fila para entrar a los carros chocones gira su cabeza hacia la rueda de la fortuna y ve que están detenidos. Al lado de la cabina más alta estaba la de su hermano. La vista debía ser increíble.

Voltea nuevamente la cabeza cuando la fila comienza a avanzar.

Al cabo de un rato vuelve a ver y se extraña cuando nota que están en la misma posición de hace un momento. Pero le da igual, pensando que había dado una vuelta sin él notarlo.

Logran llegar a los carros y juegan por un rato. Fue divertido. Sobre todo ver a Atem hacer todo lo posible para que nadie chocara a Yugi. Además que Yugi se alejaba de cualquier Alfa que se acercara mucho a él.

Bajan agotados pero con una sonrisa.

Mokuba mira su reloj y se alegra cuando solo faltan cinco minutos para que bajaran del juego, mira feliz hacia la rueda de la fortuna y ahí nota que está pasando algo raro.

-Atem.- Llama a su primo que estaba hablando con Yugi sobre algo para luego voltearlo a ver.- ¿Es impresión mía o la rueda de la fortuna no se ha movido por un rato?

Ambos peli-raro lo ven extrañados para luego ver a la atracción. No se movía para nada. Ni un poco.

-Algo está mal.- Dice Atem para avanzar hacia la atracción siendo seguido de los otros dos que se veían preocupados.

Solo cuando están cerca escuchan diferentes gritos provenientes de varias cabinas.

-¡¿Qué demonios pasa?!

-¡Llevamos aquí horas!

Atem se acerca al mismo muchacho con el que habló antes, el cual estaba acompañado de dos técnicos del parque.- Lo siento, señor.- Dice el chico volteando a verlo.- Me temo que el juego se ha averiado pero ya estamos solucionando el problema. Disculpe las molestias.- Se inclina cortésmente.

Atem asiente preocupado y se acerca a ambos chicos que veían hacia arriba, posiblemente hacia la cabina donde estaban el alfa y el omega. Mokuba lo ve llegar.

-¿Qué dijeron? – Pregunta angustiado de que algo malo haya pasado.

Atem solo rasca su nuca nervioso.- El juego básicamente está atorado pero están tratando de solucionarlo.

Yugi palidece un poco con eso.- ¿Ósea que están atrapados ahí por quien sabe cuánto tiempo? – Pregunta preocupado.

Ambos se asustan más al ver a Atem asentir

Mokuba de inmediato toma su celular. Puede que sea terrorífico enfrentar su ira pero lo mejor era avisar a su hermano.

 

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Joey debió intuir que algo estaba mal cuando escuchaba gritos. La verdad estaba maravillado con la vista y no había notado que estaban detenidos desde hacía mucho rato.

Kaiba se cruza de brazos.- Esto no se mueve.- Afirma viendo hacia el parque de diversiones.

Joey solo le asiente aunque no puede verlo. Son llevados a un nuevo silencio incómodo. En serio quería bajar ya

El celular de Kaiba de repente suena. Al ver que es su hermano frunce un poco el ceño pensando que se disculparía por su grandiosa ideíta de ponerlo en esta situación.

-Hermano.- Dice inmediatamente del otro lado sin darle tiempo de hablar.- Hay un problema con la atracción.

-¿A qué te refieres con problema? – Dice aun con el ceño fruncido.

-Parece ser que se… dañó. ¡Pero están arreglándolo! – Dice rápidamente Mokuba.

Un aura pesada comienza a salir de Kaiba, sacando a Joey de su mirada lejana para voltearlo a ver. Huele a un alfa muy enojado, demasiado para su gusto. Su omega interno le dice que huya o se someta y ninguna de las dos es una opción, la primera porque era imposible y la segunda porque nunca lo haría.

Así que simplemente temblaba y veía a chicos de otras cabinas mirar a su dirección. ¿Qué rayos pasaba con ese olor tan fuerte? Era la primera vez que estaba en presencia de uno así, sobre todo porque usualmente los comandos y olores alfas no tenían efecto en él.

Kaiba cuelga el teléfono completamente infeliz para luego mirarlo. Joey se aleja tanto como puede.

El castaño suspira eliminando un poco el olor pero aun conservando el ceño fruncido.- El juego está descompuesto. Así que debemos pasar un tiempo indefinido así.

-¡¿Qué!? – Grita de inmediato Joey.- ¡¿Más tiempo?!

-Cállate.- Dice Kaiba observándolo.- Tampoco eso me hace feliz a mí.

Y Joey solo quiere partir su costoso rostro.

.

Deciden volver a caer en un silencio. Era lo mejor para no matarse entre sí hasta que ambos voltean a la cabina que está en la cima cuando cierto sonido se escuchó.

Joey palidece.

Un puto gemido.

Alguien por allá pensó lo romántico que sería aprovechar el atardecer y el daño del aparato para hacer otro tipo de actividades que solo esperar.

Maldición.

Mira que Kaiba también lo nota y luego lo mira. Haciendo eso incluso más incómodo que antes.

De inmediato Joey toma su celular y pone música a todo volumen, para tratar de estar ignorantes a lo que pasaba allá arriba.

-Tu música es un asco.- Dice Kaiba frunciendo el ceño y haciendo muecas por el ruido.

-Pero es mejor escuchar este que eso.- Dice Joey a lo que el castaño no objeta para nada.

Solo dura unos momentos cuando la batería de Joey muere completamente. Y lo peor es que parece que el par de tortolos estaba en su mejor momento porque ambos gritaban con emoción.

La peor situación del mundo. Estar encerrado en una cabina con un alfa imbécil escuchando gemidos de una pareja a pocos metros de distancia por tiempo indefinido.

Además podía sentir como poco a poco el enojo del Kaiba aumentaba. No le temía a nadie, pero algo en su olor le decía que debía mantenerse alejado o por lo menos hacer algo.

Así que solo se le ocurrió algo para tratar de calmar lo que pasaba y tratar de olvidarse de esos ruidos.

Seto Kaiba por otro lado, veía que a su celular le quedaba poca carga y lo mejor era tener así sea poca para mantenerse en contacto con Mokuba. ¿Pero qué rayos más hacia? Tenía ganas de tirarle uno de sus costosos zapatos a la cabina vecina.

-Oye ricachón.- Escucha a su lado y solo entonces ve a Joey acercarse a él.

-¿Qué? ¿Por fin sacarás a relucir tus intenciones? – Dice con una ceja levantada al ver la distancia.

Joey solo hace una mueca de asco que le disgusta por alguna razón.- ¡No! ¡Para nada! – Grita en respuesta para luego calmarse.- Solo que me doy cuenta que debemos hablar para tratar de no prestar atención a esas voces.

Kaiba ve el buen punto, pero.- ¿Exactamente hablar de qué?

Joey se encoge de hombros y se quedan callados por dos segundos, el cual la pareja vecina aprovechó para hacer un fuerte grito que le dio escalofríos en las espaldas de ambos,

-¡Lo mejor es hablar sin parar! – Dice Joey ya angustiado por todo.

-¡Convenido! – Dice en respuesta Kaiba.

Joey habla lo primero que se le viene a la mente.- Imagínate que no soy un omega ordinario. Tomé un té que ocultaba mi olor y me hacía pasar por un beta.

Y mientras más Joey hablaba más le parecía a Kaiba interesante el chico, a pesar de la bizarra situación en la que estaban.

 

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-Estoy preocupado.- Dice Yugi sentado en la cafetería junto a la rueda de la fortuna. Veía aun a la cabina de su amigo y también notaba que la cabina vecina se movía demasiado.

-Yo igual.- Dice el pelinegro viendo su celular.

Llevaban casi media hora sentados ahí. Esta no era el tipo de cita que ni Atem ni Yugi esperaban, sobre todo esperando allí.

Atem sabía que podía confiar en que a su primo no le pasara nada además del chico omega, porque estaban en un solo sitio. Pero la preocupación de Yugi y Mokuba lo detenían de pedir si recorrieran un poco más el lugar para tratar de alejar su mente de eso.

Además tenía una leve sospecha que este parque sería demandado al día siguiente por cierto millonario y ya no podrían disfrutar las atracciones luego.

Mokuba en ese momento recibe un mensaje.- ¡Es de mi hermano! – Dice feliz Mokuba comenzando a leerlo para luego fruncir el ceño.

-¿Qué pasa? – Pregunta Yugi comenzando a angustiarse de que algo le hubiera pasado a su rubio amigo.

-Dice que sigamos el recorrido en el parque porque no se sabe cuánta tardará y que no nos preocupemos.- Dice Mokuba con el ceño fruncido, Atem de inmediato copia su expresión.

Yugi suspira aliviado.- Significa que todo está bien.

Los tres se levantan de sus puestos para seguir buscando más atracciones mientras ambos primos se preguntan interiormente. ¿Seto Kaiba diciendo que no nos preocupemos? Ahí pasaba algo porque si no ya habría mandado mil maldiciones al celular de Atem.

 

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-Nos conocimos todos en Egipto en un campamento. Llevaba poco tiempo de conocer a mi primo con el que vivía.- Relataba Kaiba después que Joey terminara de hablar.

No había volteado a ver el reloj pero realmente no le parecía que hubiese pasado demasiado tiempo o al menos este volaba mientras Joey hablaba.

Ambos comenzaron a hablar por compromiso para no escuchar nada pero en un punto se volvió interesante mientras el rubio contaba más y más historias, tanto que se quedó sin ideas y Kaiba decidió que voluntariamente contaría también.

-¿Son cuatro, no? – Pregunta Joey curioso.- Aunque solo he conocido a tres.

-El ladrón está en Inglaterra atendiendo un negocio allá. Volverá pronto.- Dice Kaiba mirando a Joey. Ambos estaban sentados uno al lado del otro.

-Mm. Eso me recuerda. ¿Por qué esos apodos? No es la primera vez que los oigo.- Pregunta genuinamente curioso.

-Es un juego tonto en realidad. La idea del Duelo de Monstruos nace de la curiosidad sobre la antigüedad egipcia y poco a poco cada uno se volvió experto en un tema.- Dice Kaiba viendo al horizonte recordando nostálgicamente aun con su mirada seria.- El tema se volvió nuestro apodo. Así que digamos que los cuatro fuimos los creadores.

-Me parece curioso.- Dice Joey

Kaiba gira a mirarlo.- ¿Qué cosa?

-Que Atem sea el que es llamado Faraón. ¿No lo hace superior a ustedes? ¿Están bien con eso?

Kaiba solo se cruza de brazos.- En realidad a todos les pega bien su nombre. Sobre todo a mí, que curiosamente encontré una historia de un sacerdote que se rebeló al Faraón. Amé ese relato.- Dice sonriendo algo macabramente.

Joey solo se ríe.- ¡Te queda bien el papel!

Ambos solo siguen hablando, sin notar que hace mucho la pareja vecina se había dormido y el sol comenzaba a ponerse dando paso a la noche.

.

-¡Ya era hora!

-¡Sabrán de mi abogado!

-¡Sentía que estaba oyendo una porno!

-¡Perdón por las molestias!

Eran algunos gritos que comenzaron a oír. Sin darse cuenta estaban tan sumergidos hablando de lo que sea que apenas notaron cuando comenzó a moverse de nuevo.

Bajaron en cuanto la cabina se abrió mostrando a varios trabajadores inclinándose hacia ellos. Miraban sobre todo a Kaiba y a su reacción. Este frunció el ceño mientras comenzaba a escribir en una libreta, arrancando luego el papel y pasándoselo al chico que lo recibió con miedo.

-Mañana vendrá mi abogado a resolver lo que pasó aquí.- Dice con autoridad haciendo a todos temblar.

Satisfecho con la reacción que ocasionó camina a las escaleras de salida siendo seguido por Joey.

El empleado que recibe el papel lo guarda rápidamente mientras aun tiembla, a pesar de que la nota se supone que debía tranquilizarlo un poco.

Más vale que esto no vuelva a suceder sino de verdad mandaré a mi abogado a cerrar esta porquería de parque, pero por ahora lo dejaré pasar.

PD: Más vale que no reveles esta nota a nadie.

Y claro que cumpliría ese mandato.

.

Por fin después de varias horas de separación se volvieron a encontrar los cinco. Tres de ellos estaban felices: Atem por haber pasado toda la tarde con Yugi, Mokuba de volver a ver a su hermano y Yugi de ver a su mejor amigo en una pieza. Mientras los otros dos estaban confundidos. ¿En qué momento se hizo de noche? No lo notaron en absoluto.

No pasaron por mucho después. Pues los omegas debían volver antes de 7 y pronto sería la hora así que se subieron a la camioneta para llegar al internado.

Al dejarlos allí Atem y Mokuba bajaron para despedirse, mientras Kaiba seguía en el puesto delantero con la ventana baja.

-Espero que un día como hoy pueda repetirse.- Dice Atem mirando a Yugi.

Yugi sonríe tímido asintiendo.- Sería divertido.

Mientras tanto el pelinegro estaba abrazado a la cintura de Joey.- ¡Quiero volver a verte pronto, Joey! ¡No es justo que solo mi hermano pasó tiempo contigo hoy! – Dice en berrinche haciendo que el rubio riera nerviosamente.

-No sé si podríamos volver a coincidir casualmente como hoy.- Dice Joey mirando  otro lado. Luego ve a Mokuba descaradamente tomando su celular del bolsillo.- ¡Hey!

-Voy a poner mi numero en tu celular y el tuyo en el mío.- Dice configurando inmediatamente como el genio informático que es, descubriendo enseguida la clave de Joey por el patrón de dedos que vio antes.- ¡Listo! – Le devuelve el celular a lo que Joey lo acepta con una sonrisa y una gota estilo anime cayendo por su nuca. Los niños de esta generación son veloces.

Ve que Atem termina de despedirse de Yugi para luego acercarse a él y darle la mano.- Fue genial que vinieras, y lamento lo que pasó hoy.- Dice educadamente a lo que Joey le sonríe y niega.

-No hay problema.- Dice mirando a ambos acercarse al vehículo para marcharse, y luego mira a Kaiba.- ¡Ey, ricachón! – Le llama ganando su atención.- Espero no tener que verte de nuevo.- Le dice con una sonrisa de oreja a oreja que no revelaba para nada lo que salía por su boca.

Kaiba también sonríe y es la primera vez que Joey ve una sonrisa sincera desde que lo conoció.- Esa es mi frase, perro sarnoso.- Dice cerrando la ventanilla.

La camioneta luego se marcha.

 

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Es domingo al día siguiente, por lo que Joey al fin puede relajarse con no perder su desayuno puesto que se servía una hora más tarde para dar plazo a los alumnos de dormir un poco más.

Los cuatro se sientan en su mesa habitual comiendo tranquilamente.

-Entonces.- Comienza Malik la conversación.- Escuché que salieron en una cita doble ayer.- Dice levantando sus cejas muy inquisitivamente.

Yugi casi se ahoga con su te.- ¿C-Cómo lo sabes?

Malik solo pone sus brazos tras su cabeza relajadamente.- Joey me contó.

-¡Joey!

-¿Era secreto? – Pregunta confundido parando de comer su arroz.

Yugi se sonroja.- P-Pues no. ¡Además, no era una cita! – Dice en defensa

Joey traga y luego mira a Malik.- Eso es verdad. Nunca dije nada de una cita.

-Dos omegas y dos alfas. Vamos, ¡Se contar dos más dos! – Se ríe Malik al ver la cara de sus dos amigos.

Ryo mira la escena riendo también, aunque no hace mucho comentario. Solo ve lo tranquilos que sus agresores comen su desayuno en mesas contiguas a la suya. Lo hace un poco nervioso. Sobre todo cuando Malik y Joey le preguntaron por qué había cortado su cabello tan de repente.

Lo único que se le ocurrió decir fue lo mismo que a Yugi, que había sido su culpa, pero no había ido más profundo que eso.

Mira las puntas de su corto cabello para levantar la vista y notar que el líder del grupo lo veía directamente, tomado sus palillos y pasándolos por su garganta en clara amenaza.

Ryo traga profundo.

Lo mejor era seguir escuchando la historia de la cita doble. Hoy era domingo y no quería pensar en bullying.

 

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Malik tuvo que exhalar disgustado nuevamente con sus compañeros. ¿Qué rayos pasaba con esos debiluchos? ¿Por qué su clase de educación física estaba comenzando a parecerse una clase de yoga?

Cuanto le gustaría estar al menos en el salón de Ryo o al menos en el mismo de Joey para competir contra este en carreras.

Esos son sus pensamientos mientras camina por fuera de la residencia para buscar unos implementos de arte para su próxima clase de manualidades. No tiene la apariencia pero esa clase también le gustaba.

Para tratar de esquivar a cierta alfa decidió salir en cuanto acabasen las clases a un pequeño local a solo unas calles del internado.

Pero su plan se fue al caño cuando ve a cierto alfa apoyado en cierta motocicleta a mitad de camino.

-¿Eres un puto acosador o qué? – Dice enojado mirándolo, ganándose una risa de Marik.

-No, pero intuye dónde iras. Además que por alguna razón tu increíble olor me guía.- Dice acercándose a Malik solo para ganarse un golpe con la mochila de este.- ¡Hey!

-¡Aléjate! – Dice Malik mirándolo con expresión enojada.- ¿Cuándo entenderás que no me interesa nada contigo? – Se cruza de brazos.

No espera ver a Marik suspirar.- Creo que es mi cabeza alfa que habla cuando dice que no te puedo dejar salir sin al menos un beso o un polvo.

-¡¿Y se supone que eso me reconforte?! – Grita Malik bélico dándose la vuelta.- ¡Lárgate ya! ¿¡Por qué demonios son así las alfas en Japón!? – Una mano de repente agarra su muñeca.- ¡Déjame ir!

-Te equivocas, princesita.- Dice Marik con una sonrisa burlona.- No solo son así en Japón.

Malik trata de quitar su mano pero el agarre es muy fuerte.- ¡Puede ser pero no en mi país! – Dice iracundo.

Marik hace una expresión pensativa aun sin menguar su agarre.- Al menos que seas de la luna no veo como puede ser diferente.- Malik está a punto de darle un golpe al insolente cuando se detiene por lo que dice.- Yo soy de Egipto, que se supone es uno de los mejores países en los géneros y créeme que los alfas y omegas no son muy diferentes.

Malik se sintió insultado.- ¿¡Eres imbécil?! ¡Claro que es un mejor país! – Algunos transeúntes comenzaban a ver la escena de un alfa agarrando de tal forma a un omega. Algunos incluso susurran que llamarían a la policía, pero eso tenia sin cuidado a los egipcios.

Marik solo niega aun sin quitar la sonrisa.- La única forma que sea un omega respetado allá es que tengas dinero o de buena familia. Solo así tienen un grado mayor de respeto.- Se inclina para acercarse más a él.- Oh~ Así que eres un joven amo por allá. ¿Eh?

Se sonroja.- ¡Cállate!

De repente se escuchan algunos pasos agitados.- ¡Ey! ¡Deja al omega! – Gritan algunos guardias acercándose que habían sido alertados.

Marik chasquea la lengua dejando ir al chico para volver a sonreírle de esa forma burlesca.- Te aconsejo que busques más sobre tu país, chico. Has vivido en una vaso de cristal por mucho tiempo.- Dice para luego montarse en su moto y salir de ahí.

-Rayos, se escapó.- Dice uno de los guardias para acercarse a Malik que aun veía aturdido por dónde iba la moto.- Oye niño ¿Estás bien?

Malik solo asiente aun pensando en la conversación que tuvo. ¿Qué tan cierto era todo eso?

Notas finales:

Ok ok, lo admito puso mucho de SetoxJoey en este y ya avanzó un poco la relación pero prometo que habrá mas de las otras parejas mas adelante.

Aunque de igual forma se nos rebelaron varias cosas: Joey no es inmune a los super-alfas, que en Egipto las cosas no son tan perfectas, donde anda Bakura y la razón de los apodos 

He pensado que para este fic quiero que las cuatro parejas empiecen su romance de forma diferente. Y se me hacia algo complicado pensar en Yami y Yugi, porque quiero que lo suyo sea tranquilo y lento... Entonces la inspiración vino: Mi novio y yo!... Claro! Perfecto, y conozco muy bien la historia XD Asi que el romance de yami y yugi viene de una version de oemgaverso de mi propio romance Jajaja

Sobre Ryo y los agresores... Algo pasará en el proximo cap.

Espero les haya gustado.

Besos


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