Era un chico rubio, o eso suponía. Tenía el pelo manchado de sangre, las ropas estaban rotas. Si no te fijas bien, parecía como si estuviera muerto. Pero Mei podía ver su pecho subir y bajar ligeramente así sabía que estaba vivo.
Mei se froto los ojos no creyendo lo que veía imposible, ¿qué hace un niño en medio del bosque? Miro a su alrededor para ver si había alguien pero como no vio a nadie se acercó al pequeño. Hizo un par de sellos de mano y pasó una mano resplandeciente sobre su cuerpo. Tenía tres costillas rotas, una pierna rota, su espalda estaba gravemente herida y tenía numerosos moretones sobre su cuerpo. Sus ojos se estrecharon tratando de adivinar qué había pasado ¿quién le haría algo así a un niño?
Se levantó y pensó por un segundo a donde lo llevaría ¿Al hospital o su casa? después de pensar prefirió llevarlo a su casa ya que estaba a unos pasos de distancia, lo cargo y se dirigió a su casa. Mei entro a la casa y se fue directamente a una de las habitaciones y lo recostó allí.
Primero limpió sus heridas y luego las cerró con ninjutsu médico. Mojo una toalla y le limpio suavemente el cabello y la cara. Cuando termino tuvo una mejor visión de él, el pequeño estaba desnutrido. Tenía lindo cabello rubio y sus mejillas tenían tres lindos bigotes como marcas. Ella les trazó suavemente. El chico tenía una cara angelical. Y eso la enfureció con los cabrones que hirieron a este niño. No importaba lo que hicieran mal, ningún niño merecía ser golpeado. Si no hubiera estado allí, habría muerto. Por sus lesiones o por hipotermia.
Ella nunca lo había visto antes, aunque esto no significaba nada. Después de todo, los 6 meses que había estado aquí, se la había pasado haciendo misiones. Ella se reunía con sus amigos, entrenaba, hacia nuevos sellos y a veces trabajaba en el hospital.
Cepillo suavemente sus cabellos rubios y se levantó. Fue a su habitación, tomo algunos rollos que necesitaba y regreso a la habitación de invitados. El niño definitivamente se levantaría desorientado. Así que sería mejor si ella se quedaba allí, para poder explicarle la situación.
Ella se sentó en la mesa, reviso al pequeño por última vez y al ver que no pasaba nada comenzó a escribir su informe
Parte 4: Hiroshi y Kazumi
En el cielo había otra pareja sentada en el rio de la vida. Observaron a su hija con orgullo reflejado en sus ojos verdes. Contentos de que se había convertido en una mujer hermosa, responsable y fuerte.
"¿Viste cómo manejó a esos bastardos?". Hiroshi, el padre de Mei preguntó a su esposa.
"Ella aprendió ese movimiento de ti, querido". Su esposa respondió con una sonrisa
Ambos se rieron de su hija que estaba devorando dango con su amiga.
"Creo que es mejor que ella haya sido liberada de las cadenas del clan, se ha vuelto más libre, ha dejado caer las máscaras que solía ponerse alrededor de nosotros, es como si finalmente estuviera experimentando lo que debería ser de niña". Dijo Kazumi, con una tristeza en los ojos. Hiroshi puso su mano sobre la mano de su esposa, con una sonrisa triste en su rostro.
"Es cierto, me alegro de que todavía podamos verla desde aquí, aunque ella no lo sepa, siempre la estamos vigilando. Han pasado sólo seis meses, pero estoy tan orgullosa de hacerlo. La he visto crecer así, sólo desearía decírselo". Kazumi simplemente asintió con la cabeza. Y los dos permanecieron sentados observando cómo su hija de dieciséis años se fue a casa.
Los dos de repente se concentraron de nuevo al ver a un rubio familiar.
"hey, ese no es... ". Comenzó Kazumi, al ver al niño ensangrentado que su hija llevo a casa.
"Creo que es el hijo de Minato, ¿verdad?"
Hiroshi y Kazumi levantaron la vista mientras la niebla del lado derecho empezaba a disolverse. Dos figuras se hicieron visibles, revelando lentamente a un rubio y una
Pelirroja familiares. Ambas parejas se miraron en shock. Kushina y Kazumi alzaron un dedo al mismo tiempo.
"¡Aaaah!". Gritaron las dos.
"¡Kushina!" "¡Kazumi!" Las dos mujeres gritaron al mismo tiempo de nuevo. Ambos se levantaron y se encontraron con los brazos del otro. No podían creer que se encontrarían aquí en el cielo.
Los hombres finalmente salieron del shock y se levantaron también.
"¡Hiroshi!". Minato gritó con una sonrisa en su rostro.
"¡¿Minato, cómo has estado?!". Hiroshi respondió con igual entusiasmo. ¡Al infierno con las costumbres del clan! ¡Estaban muertos y podían actuar como querían! Por eso los dos corrieron uno al otro, abrazándose en un abrazo varonil.
Cuando ambas parejas finalmente terminaron, rompieron sus abrazos y volvieron a mirar a sus amigos con una sonrisa.
"¡No puedo creer que ustedes están aquí!". Hiroshi comentó.
"¡Sí! ¿Cómo es esto posible?". Kushina respondió.
Convenientemente, justo en ese momento llegó un ángel. Y todos sus ojos se volvieron hacia él. "se los explicare"
Parte 5: Mei y Naruto: Primera reunión
Mei suspiro dejo caer su pluma. Echo la cabeza y los brazos hacia atrás y estirando sus músculos adoloridos. Su maldito informe de la misión estaba finalmente hecho. Esta era la única cosa que odiaba de ser líder de misión. Era demasiado trabajo...... por suerte solo habían sido 2 semanas. Pero de todas formas era mucho que escribir. Mei lo enrollo, puso un sello sobre él y lo puso en su bolsa de desplazamientos. Se lo iría a entregar al viejo Sandaime mañana. Saco otro rollo y lo dejo en su escritorio, Se levantó y se dirigió a la puerta. Eran casi las 7pm y tenía hambre. Miro al pequeño que seguía dormido en la habitación y fue a preparar la cena para los 2. No estaba de humor para hacer algo muy complicado, así que sólo hizo un poco de arroz hervido, pollo frito y sopa de miso. Puso la tetera y preparo un poco de té verde para sí misma.