Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Playlist por Dunklen Geist

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

                —¡Jonghyun! ¡Mi lindo niño, pasa por favor! ¡Oh, trajiste un amigo! —Mi tía Hayi era una mujer entusiasta, estaba llena de vida y la mayor parte del tiempo se veía feliz.

                —Muchas gracias tía —Taemin entró detrás de mí a la casa de donde vivían mis tíos (por el momento solo mi tía) y ambos nos sentamos en uno de los sofás que tenía en su estancia. La casa era muy bonita desde que recuerdo, era bastante grande y tenía un aura lleno de armonía, si estabas enojado, triste o simplemente tuviste un mal día; después de entrar por la puerta de esa casa todas tus preocupaciones se resbalaban de tu cuerpo y eras una nueva persona.

                —¿Cómo has estado sobrino? —luego de desaparecer a la cocina y regresar a la estancia con una charola de plata y un juego de té en ella, la tía Hayi nos dio una taza con su famosísimo té de limón con miel.

                —Muy bien, algo cansado por mucho trabajo.

                —Le he dicho millones de veces a Seunghoon que debe darte unas vacaciones, tanto trabajo te hará mal. Y hablando de ese hombre… ¿Se está quedando nuevamente en tú casa? Bueno, ¡en tu intento de casa!

                —Tía… —me reí algo afligido, ¿tan mal se veía que viviera en mi negocio? Digo, en el negocio de mi tío.

                —No te deprimas, Jonghyun— dijo mientras daba un sorbo a su té y luego lo ponía en la mesa— No quiero que vuelvas a andar de alcohólico por todo el país.

                —¿Qué dices? —estaba impactado.

                —Cariño, las noticias vuelan rápido, eso de verías de saberlo. Pero supongo que podemos hablar de eso después. Primero quiero que me presentes a este lindo muchacho que ha venido contigo. —Giré para ver a Taemin y él agachó la cabeza sonriendo, era obvio que estaba algo avergonzado.

                —Mi nombre es Lee Taemin, es un gusto conocerla.

Finalmente después de seis capítulos, pude conocer el nombre completo del niño loco.

                —Lee Taemin… —la tía Hayi lo miró con los ojos entrecerrados— ¿Qué es lo que te trae por aquí?

                —El tío Seunghoon. —respondí yo— Le dio dinero para que viniera a ayudarte a terminar tu jardín y a mí me dio una sonrisa para que compusiera su auto.

                —¡Ja! A veces me pregunto cómo es que viejo sobrevivió a tanta golpiza que le dieron de joven cuando especialmente tú podrías tumbarlo al suelo de un solo golpe. Además— mi tía se levantó y sacó de uno de los cajones de su vitrina unos cables de bujías y me los dio— le dije a tu primo que le quitara algo al auto para que Seunghoon no se escapara cobardemente después de olvidar el día que nos hicimos novios.

                —¿Entonces ese fue el problema? —Taemin hablo finalmente después de casi terminarse su té. Yo agarré los cables que me extendió mi tía y los comencé a revisar.

                —Me parece una falta de respeto que no se acuerde del día que nos hicimos novios, le compré una camisa verde muy hermosa y él simplemente trató de idear una buena excusa para salvarse. Se lo tiene bien merecido.

                —Ni que lo digas. —yo seguí viendo esos cables que ya estaban algo deteriorados, después de todo el auto si necesitaba una manita de gato.

                —Pero en fin, ustedes dos tienen mucho por hacer en esta casa. Voy a prepararles la habitación de tu primo.

                —Creí que tenían habitación de huéspedes, el tío me lo dijo antes de venir —Miré a mi tía confundido.

                —Esa habitación yo la convertí en mi pequeño taller de costura.

                —Cocinera, psicóloga, madre, jardinera y ahora también costurera, tú sí que no pierdes el tiempo. —le sonreí y me levanté del sofá dándole un beso en la mejilla. Ya estaba a medio camino de llegar a la puerta trasera de la casa cuando Taemin me detuvo.

—Jonghyun…

—¿Qué? —Me hice el desentendido— ¡Ah! ¿Quieres acompañarme? No lo creo. Viniste conmigo para ayudar a la tía Hayi, así que has todo lo que ella te diga.

—Taemin, cielo; por qué no me acompañas al jardín para que comencemos a trabajar nosotros también. —ellos se sonrieron, parecía que habían tenido una buena conexión. A ver si para la cena Taemin seguía teniendo esa tonta cara.

 

—Maldición…

Era un completo misterio para mí el lugar dónde mi tío había comprado su auto, pero para tener apenas seis meses ya le estaba dando bastantes problemas sin que él se diera cuenta, o tal vez si lo hacía pero prefería ignorarlo hasta que ya no hubiera más remedio que llamar al mecánico experto, o sea yo.

                Las bujías estaban desgastadas y le ocasionaban problemas al motor, igualmente su filtro de aceite necesitaba una limpieza profunda y mejor no hablo de sus amortiguadores. Me iba a tardar por lo menos dos días en terminar el trabajo. Luego de esa revisión completa que le hice al pobre coche salí al patio de enfrente por mi caja de herramientas que traje conmigo y para evitarme el abrir y cerrar puertas simplemente rodee la casa, ya se había obscurecido bastante y cuando llegué al patio trasero mi tía Hayi y Taemin no estaban en el jardín. Seguramente decidieron comenzar mañana temprano, sinceramente no me importaba lo que estuvieran haciendo esos dos pero era extraño que el chico loco no estuviera llorando ya por irse a casa.

                —Jonghyun…

De repente él apareció asomándose por la puerta de la cochera.

                —¿Qué pasa? —apenas iba a empezar a trabajar, tenía listas ya todas mis herramientas e incluso dejé la cortina de la cochera abierta para tener algo de aire fresco.

                —Tú tía dice que es hora de la cena.

                —Pero apenas si le pude dar un chequeo veloz. Dile que cenaré después. —y volvía a agachar la cabeza dentro del motor.

                —Nada de eso Kim Jonghyun.

                —¡Tía! —Me levanté tan rápido que me pegue con el capo del auto— No deberías aparecer de esa manera.

                —Al comedor niño, ahora mismo. ¿O quieres que te lleve de las orejas como lo hacía cuando tenías siete años? —negué cómo un niño y corrí detrás de ella. Taemin intentaba no reírse y cuando pasé a un lado suyo le piqué las costillas haciendo que finalmente soltara su risa de dolor.

                Me lavé las manos (que no estaban tan sucias a mi parecer) y la cara también para al fin sentarme a comer algo.

                —¿Qué preparaste esta vez?

                —Es pan relleno, tú favorito.

Me encantaba que mi tía tuviera estos detalles conmigo, ella era la tía perfecta.

                Me consentía cada que nos veíamos y a pesar de que mi primo y yo teníamos la misma edad, nos trataba a los dos como si fuéramos hermanos. Cada que me quedaba de visita en su casa nos dejaba jugar en su jardín e incluso hizo que el tío Seunghoon nos construyera una casa en el viejo roble que antes tenían. Me escuchaba cuando tenía problemas en la escuela y me consoló como nadie cuando hubo tiempos difíciles, era una gran mujer, la segunda mejor que conocía.

                —¡Eso es grandioso! —No pude esperar y me lancé al pan cortando un gran pedazo y sirviéndomelo para después comerlo con ansias.

                Mi tía sonreía triunfante y Taemin comía en silencio con un rubor en las mejillas que no era por lo caliente del pan.

                —¿Qué es lo que te ocurre? —Hablé con la boca llena antes de poder tragar lo que tenía masticando— Estás muy callado.

                —Déjalo en paz, Jonghyun. El chico se esforzó mucho en preparar esta cena.

                —¿Qué dices? —detuve mi mordida y baje mi pedacito de pan.

                —Taemin fue el que preparó toda la comida.

                —Eso no es cierto —protesto— yo no hubiera hecho nada si usted no estuviera aquí.

                —Basta de tanta modestia niño. Debes de darte algo de crédito. Jonghyun, —mi tía me miró fijamente— eso que estás comiendo ahora mismo, el pan relleno, lo hizo Taemin.

                Yo miré a Taemin y él volteó la cabeza para otro lado, era la primera vez (porque el baile desnudo no cuenta) que le chico evitaba mi mirada. Me sentí intrigado y poderoso de que estuviera en ese estado.

                —Taemin, —cuando le hable volteó— el pan está delicioso. Gracias por cocinarlo, es un lindo gesto. —él parecía un tomate recién cosechado. Puedo decir que parecía que empezaba a sudar, y mi tía… ella sonreía de oreja a oreja.

                —Él mismo me propuso que cocináramos el pan, creí que sabía que era tu favorito pero me sorprendí cuando antes de que te llamara le pregunté acerca de ello y se quedó al igual que Jinwoo cuando se sacó la lotería.

                —No tenía idea de que te gustara. Mi madre me enseñó a prepararlo y pensé que sería bueno poner en práctica lo que había aprendido. —su actitud era de una típica chica tsundere en los animes. Fuera cierto o no lo que decía, trataba de evitar decir que lo había hecho pensando en mí. Eso para mí era un gran regalo y de verdad que sentí como si me hubiera acariciado el corazón.

                —Espero poder recompensarte esto pronto.

El demás tiempo de la cena la tía Hayi se la pasó contándonos cómo es que había sido su luna de miel con el tío, ella se escuchaba como si apenas hubiera sido eso, tan enamorada y por supuesto, siendo yo un hombre romántico de los que son pocos y están en peligro de extensión, no pude evitar sentirme enamorado de su historia. Ellos tenían peleas que duraban semanas completas, pero siempre terminaban tomados de las manos y sentados en la mesa del jardín escuchando a Elvis Presley cantando “Can’t Help Falling in Love”. Simplemente parecía el final de una película.

                —¿Cómo se supone que vamos a dormir?        

                —Pues solo hay una cama. —Taemin ya tenía puesta su pijama y se veía incómodo.

                —¿Dormiremos juntos? Dime que no roncas.

                —Para tú información “niño”, yo no ronco, pero me da por soltar golpes cuando no estoy cómodo cuando duermo, así que cuídate.

                —No le creas Taemin. Jonghyun ya tiene experiencia durmiendo con hombres. —el pervertido me sonrió levantando una ceja. La tía aparecía en los mejores momentos.

                —Está hablando de mi primo, cuando yo venía de visita los dos nos quedábamos en esta habitación. —Aclaró que ambos somos unos machos.

                —Cómo sea, descansen muchachos. —los viejos hábitos no se perdían, ella nos daba las buenas noches antes de irse.

                —El que debería cuidarse eres tú —Taemin levantó la sábana y se metió en la cama tapándose en seguida— porque yo violo.

                —Tus comentarios ya no me asustan —mentí y apagué la luz de la habitación.

Ambos estábamos acostados en la cama y yo podía ver la luz de la luna que entraba por la ventana, utilicé mis brazos cómo almohada y me quedé mirando el techo, incluso después de tener ya casi tres años de que me había ido de Gyeonggi, al regresar me seguía sintiendo en casa, era cómo si el tiempo no hubiera pasado y me encontrara en esa misma habitación como cuando tenía unos nueve años o sino menos.

                —¿En qué piensas Jonghyun?

                —Algún día seré un gran minero…

                —No seas tonto, te estoy hablando en serio.

                —No es necesario que me golpees… Estaba soñando despierto.

                —¿Qué soñaste?

                —En el amor.

                —¡Eres un loco! Somos muy pequeños para hablar del amor, eso debe de ser cuando tengamos la edad de nuestros padres.

                —Pues yo estoy soñando con eso. Quiero ser cómo mamá y papá, o cómo tus padres, quiero estar enamorado de alguien, quiero poder sujetar una mano con firmeza y besar en los labios. Poder dar una abrazo y proteger a esa persona que me hará feliz toda la vida.

                —¿Quieres casarte?

                —Quiero amor y también dar amor. Quiero descubrir ese sentimiento.

                —Pues con lo feo y enano que estás no creo ni siquiera que el viejo perro de la esquina te quiera.

                —Por lo menos no mojo mis pantalones.

                —NIÑOS YA DEJEN DE HABLAR O IRÉ PEGARLES CON EL ZAPATO.

                —¡Ahhhh!

 

Me reí luego de recordar las noches que pasaba al lado de mi primo, éramos unos traviesos.

                —¿Jonghyun? —Desvié mi mirada a la derecha y Taemin giró para verme— ¿Aún sigues despierto?   

                —Sí, ¿Ocurre algo?

                —No… Es que tampoco puedo dormir.

                —Ah… ya veo.

                —¿Por qué estabas riendo?

                —Recordé la vez que me caí de la cama y arrastré a mi primo conmigo. Fue algo muy gracioso. —no tenía sueño y conciliarlo tomaría algo de tiempo, así que volteé mi cuerpo para ver de frente a Taemin.

                —¿Dónde está tu primo?

                —No lo sé, hace mucho que no lo veo. Lo último que supe de él es que se fue a estudiar medicina al extranjero. Nos peleamos por eso, yo fui muy injusto con él… Le dije que si tanto quería irse lejos de su familia, entonces ya no debería volver.

                —Vaya, desde siempre has sido un imbécil. —me reí.

                —Es parte de mi encanto natural. ¿Y tú? Apenas hoy supe tu apellido, creo que hasta mi tía sabe más de ti que yo. —Taemin sonrió y pensó un momento antes de hablar.

                —Nací y crecí aquí en Corea, pero cuando mis padres se separaron me fui a vivir con mi padre a Japón ahí estoy haciendo mi carrera.

                —¿Qué estudias?

                —No es tanto cómo una profesión en realidad pero… quiero bailar, estar en los musicales y obras de teatro, expresarme y mostrarle al mundo mis sentimientos.

                —Woah… Yo apenas terminé la escuela primaria.

                —¿De verdad? ¿No me mientes? —¿Y cómo por qué le mentiría al chico loco?

                —Lo juro.

                —¿Y eso por qué? —creo que hablé demasiado.

                —Pues problemas… ¿Quieres escuchar la historia de mi vida? Ha sido ya mucho de mí, tengo curiosidad de ti. Prometo decirte incluso mi tipo de sangre después.

                Si le iba a contar toda mi vida por lo menos deberíamos estar en equilibrio.

                —¿Qué es lo que quieres saber de mí?

                —Todo en realidad, ¿Cómo es que conoces a Minho?

Taemin rió despacio antes de hablar.

                —Mucho antes de mudarme a Japón, en la escuela me molestaban y bueno… Minho era quien salía en mi rescate. Él dice que no era correcto que les pegaran a las niñas.

                —¿Qué dices?

                —De pequeño me confundían con una niña y por lo mismo era blanco de burlas. Él era quién me cuidaba de los brabucones y fuimos buenos amigos hasta que se mudó.

                —Fue cuando lo conocí… —Me sentí un tanto mal por él.

                —Antes de que se fuer me dijo que no pensaba abandonar a un amigo y siempre hemos estado en contacto. En cuanto a la escuela… pasé mi recreo en el salón de clases hasta que finalmente mi rostro cambió un poco. El resto ya fue normal.

                —Entiendo… ¿Y desde cuando tienes esa personalidad? —él negó y dio un suspiro.

                —Conocí a un chico y… me sentí diferente. Es difícil de explicar.

                —No tienes que hacerlo, sé lo que es sentirte diferente.

Por un momento nos quedamos en silencio, cada quién en sus pensamientos y atrapados en nuestros mundos, yo me imaginaba lo duro que debió ser para él enfrenarse a todo ese rechazo desde pequeño, pero al mismo tiempo lo admiraba por ser una persona tan fuerte. No era pena, ni compasión y mucho menos lástima pero en ese momento quería demostrarle que no estaba solo.

                —¿Qué es eso? —su voz hizo que volviera a la realidad.

                —Es mi tía, puso su viejo tocadiscos.

                —Sigue despierta cómo nosotros.

                —¿Qué es lo tienes en mente conmigo? —yo no comprendía ninguna de sus actitudes, de sus actos, de sus palabras y después de escucharlo tenía la necesidad de saber qué era lo que quería de mí. Él entendió mis palabras a la perfección.

                —No quiero hacerte daño si eso te preocupa. Simplemente… me gustas. Eres una combinación extraña de todos los sabores de helados. Me gustas.

“Los hombres viejos dicen…

                Que los tontos se apresuran…”

                —¿Por lo menos tengo buen sabor?

                Taemin asintió y se acercó más a mí.  

                “But I can’t help falling in love with you…”

                —Tienes chispas de chocolate encima.

Mi corazón se había agitado. Mis ojos estaban centrados en los suyos y estaba atento a su respiración, yo sabía lo que iba a pasar.

“¿Debería quedarme?

¿Sería un pecado

Sí no puedo evitar enamorarme de ti?”

                —También tengo una cereza.

Era un estúpido porque estaba peleando contra mí mismo, ¿Qué era lo que me pasaba? No podía pensar claro ni escuchar ninguna de las voces de mi cabeza, todo estaba en silencio y solo estaba el sonido constante de un golpe. Los labios de Taemin ya estaban unidos con los míos y su mano la tenía en mi mejilla, era bastante cálida… en ese momento tuve ganas de llorar, él era cruel conmigo. Me obligaba a hacer algo que no era correcto, me quería llevar con él y la poca resistencia que yo ponía era cómo la de una hoja cuando sopla el viento de otoño, sentí cómo lentamente me iba arrastrando a la perdición de ese beso, a perder el control de mi cuerpo y de mi ser, pero a cambio me dio algo que aun así pasen siglos nunca olvidaré.

                Aprendí a escuchar a mí corazón, palpitaba tan fuerte dentro de mí pero me sentía muy tranquilo.

                —No quiero que me tengas miedo. —él me susurro y escondió su rostro en mi pecho.

“Like a river flow

Surely to the sea

Cariño, así va todo

Algunas cosas están destinadas a suceder”

Simplemente lo abracé. Tenerlo cerca de mí era relajante. La batalla era muy fuerte pero sabía que no podía ganar mi orgullo, mis sentimientos eran fuertes, sólo canté.

                “Take my hand

 Take my whole life too.

Porque no puedo evitar enamorarme de ti…”

—For I can’t help falling in love with you…  


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).