Ya no sabía cómo es que había acabado en esa situación. Todo había empezado como simplemente un pasatiempo mientras estaba en Corea y ahora me encontraba en la casa de la tía del chico que me gustaba, habíamos compartido la habitación y también un beso, otro beso para ser precisos…
¿Qué? También tengo derecho a narrar mi parte de la historia, por lo menos si este capítulo.
Después de haber desayunado los magníficos huevos con jamón que la tía de Jonghyun nos había preparado, nos dio un momento para lavar nuestros dientes y prepararnos para comenzar verdaderamente a trabajar. La señora Hayi me platicó los planes que tenía para su jardín y también los disgustos que tenía con su marido cada que le pedía que la ayudara. Me parecía una mujer bastante simpática, amable y graciosa, simplemente era genial.
Jonghyun terminó mucho antes que yo y me vio desde el marco de la puerta del baño.
—Lávate bien esa boca, no quiero que tus gérmenes se acostumbren a los míos —Lo vi a través del espejo y estuve bastante decidido a mostrarle mi dedo de en medio, pero su tía lo llamó para que la ayudara a cargar algo.
Me parecía extraño cómo es que ese mono sin cerebro me gustaba.
Todas esas veces que Minho me contaba de él, me imaginaba a un chico carismático, que desprendía un aura de paz, con el que podías sentirte seguro, que sentías la libertad de contarle tu vida y que tenía escrito en la frente “Ámame”, y sí, lo tenía escrito pero de la forma más egocéntrica posible, era desinteresado, impulsivo, ególatra, grosero y enano. Aunque yo no me consideraba una jirafa por lo menos si era más alto que él, otra de mis expectativas iba a la basura cuando lo conocí esa noche en los bolos. No sé porque pero cada que Minho pronunciaba su nombre me sentía atraído por una persona a la que no conocía y ni siquiera tuve una foto hasta finalmente el necio de Minho decidió hacerse un Facebook por insistencia mía y al final pude investigar sobre Jonghyun.
A pesar de que mi amigo era inteligente, en algunas cosas era un completo tonto y me fue bastante fácil guardar su contraseña cuando me pidió que lo ayudara a cambiar su foto de portada, fue así cuando finalmente pude stalkear a Jonghyun que a diferencia de Minho estaba asociado con las redes sociales y tenía su perfil como privado.
La primera vez que vi una fotografía suya dónde estaba sonriendo claramente pude sentir cómo mi corazón latía exorbitante y mis mejillas estaban rojizas por mi vergüenza, ¿Cómo es que me había atrevido a guardar una de sus fotos y dejarla cómo fondo de pantalla de mi móvil? Él se veía bastante guapo con cada foto que subía y hacía que me enamorara de su físico.
Pero vaya sorpresa que la realidad es diferente.
—Taemin, mi tía pregunta si ya estás listo.
Asentí y ya con la boca limpia baje de la habitación y fui directamente al jardín. Era muy bonito, pero estaba seguro de que una vez que la tía Hayi y yo hiciéramos de las nuestras, quedaría tan hermoso que lo tendrían que poner cómo portada de una revista de jardinería.
—Ponte unos guantes para que no ensucies tus manos con la tierra y puedes tomar un sombrero para cubrirte del sol. —La tía Hayi estaba de rodillas haciendo unos agujeros en el pasto para que ahí quedaran sus flores, yo tomé la pala que sobraba y justo cómo ella me dijo ayer toda la orilla quedaría cubierta con rosas, así que debía hacer los agujeros para plantarlas.
Mientras tanto, Jonghyun estaba en la cochera y ya había puesto su música lo que indicaba que ya estaba haciendo su trabajo y nos correspondía a nosotros seguir con el nuestro.
A decir verdad eso era bastante relajante, simplemente te concentrabas en que quedara a tu gusto y si no lo podías hacer de nuevo hasta que estuviera cómo quisieras, después hicimos entre los dos una mezcla de abono para las flores y fue ahí cuando la señora comenzó la plática.
—Es un bonito día, ¿no lo crees?
—Es un calor agradable —le sonreí revolviendo la tierra del contenedor con las manos.
—¿Qué tal dormiste anoche? —muy a gusto para ser sincero.
—Bien, aunque Jonghyun ocupa mucho espacio en la cama. —La tía Hayi se rió y se puso las manos en la cintura recordando lo que me platicaba.
—Jonghyun siempre fue así desde pequeño, mi hijo y él se peleaban cuando dormían juntos. Él decía que Jonghyun necesitaba al menos dos camas para poder dormir a gusto.
—Disculpe que sea algo entrometido pero… ¿Dónde está su hijo? —la señora sonrió.
—Está en el Centro Médico de Asan, él es doctor.
Ella se llevó el contenedor y comenzó tirar de esa tierra en los agujeros que habíamos hecho antes. Yo estaba lleno de intriga sobre ese supuesto “primo” y la relación que tenía con Jonghyun, si eran tan cercanos, ¿Por qué no se hablaban? Obviamente Jonghyun le dijo cosas horribles pero tal parece que aún tenían algo por ahí.
Y como si me hubiera leído la mente, la tía Hayi suspiró y se apartó un mechón de cabello del rostro antes de hablar nuevamente.
—Ellos eran bastante unidos, casi inseparables. Los días que Jonghyun pasaba en nuestra casa eran hermosos, todo estaba inundado de risas y felicidad, él mismo le pedía a sus padres que lo dejaran quedarse con nosotros en las vacaciones de invierno, parecían hermanos y jamás olvidaré la sonrisa que tenían cada que se encontraban.
De momento ella pareció entristecerse.
—Daría lo que fuera para que ellos volvieran a ser esos dos niños que compartían todo. Yo no estoy para contarte esto, pero cuando Jonghyun tenía 14 años su madre falleció, desde entonces él y su padre se quedaron solos en el apartamento que tenían.
Yo me sentí mal en ese momento, fue cómo si me hubieran pegado en el estómago. Mis padres estaban separados pero seguían atentos a mí e imaginarme lo difícil que fue para Jonghyun perder a su madre… me hizo querer correr y darle un abrazo.
—Su madre era una mujer maravillosa, recuerdo perfectamente todas esas veces que comíamos en este jardín, los niños jugaban y nuestros maridos preparaban la parrilla mientras nosotras poníamos los platos. Su sonrisa es el recuerdo más bonito que tengo de ella y por lo cual todos la amábamos —entonces la señora volteo a verme y me miró con los ojos entrecerrados— sospecho que tú también te estás enamorado de esa sonrisa.
—¿Qué dice? —ella se rió y levantó una ceja.
—Jonghyun se parece en todo a su padre, la actitud necia, su nariz e incluso tiene el mismo lunar en el pecho, pero hay algo que lo hace especial y es que cuando sonríe pareciera que estás viendo a su madre… ¿Acaso crees que soy tonta niño?
—¿Qué dice? ¡No! ¡Yo no tengo ninguno de esos pensamientos!
—Por favor, ayer tú mismo te delataste. —La tía Hayi se levantó y yo estaba sorprendido, confundido, aturdido y otros verbos más con terminación en “ido”, no sabía ni siquiera qué decirle— Es evidente que mi sobrino te gusta y no te culpo, debajo de esa capa de “hombre intocable” está un chico lindo, parece un simio pero es alguien que ha aprendido a luchar y valorar todo lo que tiene, es un llorón a fin de cuentas pero sus sentimientos siguen siendo los de un niño que se dispone a amar sin condición ni restricción. Desearía que mi esposo fuera así.
Me encogí de hombros y sonreí, tenía en cuenta que Jonghyun era especial, anhelaba tanto poder conocerlo y ahora que por fin lo hacía era cómo si toda esa imagen que yo mismo me había creado de él se fuera derrumbando con los minutos, y de acuerdo no era que me esperara que él me recibiera con los brazos abiertos a penas me viera sabiendo que tan solo hace unos meses había tenido su ruptura amorosa (la cual me hizo feliz) y que no lo había dejado del todo bien.
—Mi hijo también tiene esas preferencias, me lo dijo justo antes de irse al extranjero, así que no me sorprende tu condición —esa mujer me agradaba e incomodaba hasta cierto punto.
—Entonces está acostumbrada a las personas con mi actitud.
—No te confundas, yo comprendo que sientan esa atracción y amor, pero tampoco es como si me sintiera del todo orgullosa de todo ese lio. Soy comprensiva y moderna pero sigo sin estar de acuerdo con algunas cosas. Sólo lo acepto y ya, no te juzgo, crítico y condeno al infierno por elegir un sabor distinto de soda.
—¿Entonces es correcto que me enamore de su sobrino?
—Enamórate de él todo lo que quieras, la respuesta intrigante aquí es si Jonghyun decide corresponderte.
Sus palabras no pudieron ser más directas, frías y sinceras, porque de lo que yo estaba convencido era que Jonghyun me gustaba, pero yo no sabía nada con respecto a él. Todas esas veces que nos habíamos besado y que me había correspondido no significaban que sintiera algo parecido a mí, no me confirmaba que si llegara a confesarme (cosa que no tendría sentido debido a la obvies) él estuviera dispuesto a aceptarme en su vida y comenzar una conmigo. Nada me aseguraba tener un lugar en el corazón de Jonghyun.
—¿Usted qué cree que suceda? —la señora se levantó y sacudió su ropa yendo por las flores que ya debíamos plantar.
—Pues no sé si sea contigo pero apostaría mi anillo de matrimonio a que ese niño ya no vuelve a estar de nuevo con una mujer, eso o se queda soltero hasta la tumba.
Su cometario me hizo reír.
—¿Qué haces ahí parado cómo guardia de seguridad? Ve a la cochera por la mini cerca que vamos a poner, sino tú solo prepararas la cena esta noche. —me guiño el ojo. Durante la pequeña caminata que hice hasta la cochera me imaginé cómo sería tener a la tía Hayi como mamá, seguramente su hijo sería un chico totalmente divertido.
Al llegar a la cochera pude escuchar claramente la música que Jonghyun tenía puesta, recuerdo haber escuchado esa canción cuando era niño, tal vez en la televisión o alguna estación de la radio pero me sonaba familiar. Él tenía la cabeza metida en el motor del auto y movía sus manos de un lado para otro, agarraba una llave que había puesto junto de él y al parecer giraba, pegaba o quien sabe lo que estaba haciendo, yo entré lentamente y comencé a buscar con la vista la cerca por la que me habían mandado, imaginaba que sería de color blanco y tal vez de unos 50 centímetros de alto, al parecer él estaba muy centrado en su trabajo o puede que en la música pero no se levantó ni un poco cuando una caja con varias cajas adentro se me cayó encima de la cabeza. Pies coordinados, manos torpes, soy Lee Taemin
Iba a dirigirle la palabra a Jonghyun cuando vi que si levantó pero justo antes de que pudiera acercarme un poco él comenzó a moverse despacio, estaba bailando y esta vez no estaba ebrio, me quería reír a carcajadas por sus movimientos torpes y por cómo fingía tener un micrófono en la mano mientras fingía ser él quién cantaba la canción, era de lo más divertido que veía.
Justamente quería asustarlo para escuchar uno de sus gritos o hacerlo enojar un poco, quería molestarlo pero no pude, Jonghyun lentamente se quitó la camisa y aunque estaba de espaldas a mí, recordé ese día que había perdido la conciencia. A mi mente vino de inmediato su torso que estaba marcado, no tenía ni una sola idea de cómo era posible que tuviera ese cuerpo si casi nunca salía de su negocio. Su espalda era grande y sus músculos se le marcaban, no lo culpaba por quitarse la ropa ya que el calor había aumentado un poco en la última hora y él estaba sudando, no sabía exactamente qué sentir al respecto de esa escena. Era como si mi estómago se hubiera encogido, parecía uno de esos mecánicos que ves en las películas de acción, súper atractivos, sensuales, de sonrisa encantadora y voz de actor porno, algo completamente de encontrar cuando algo de auto comienza a fallar y te encuentras con el señor gordo, anciano o el de buen cuerpo pero rostro de miedo. Jonghyun había salido de una de esas películas y cuando aventó su camisa a la derecha me cayó en la cara, olía de lo más horrible que alguna vez llegue a experimentar y segundos después escuche su carcajada.
—Eso es lo que te ganas por andar espiándome. —yo me quité la prenda sucia y la deje caer al piso, lo miré un poco molesto y bufé.
—Tú tía me ha mandado por una mini cerca, ¿La has visto?
—No he notado nada nuevo o fuera de su lugar desde que vine por aquí hace tal vez medio año. —se encogió de hombros y se recargó en el auto con los brazos cruzados, era completamente atractivo, masculino y de no ser porque me sonrió burlonamente se me hubiera caído la saliva en ese instante.
—¿Acaso no la piensas buscar? ¡Ah, ya veo! Estás muy impresionado conmigo. —Aquí venía de nuevo su monologo acerca de lo maravilloso que era— Te parezco muy irreal, ¿cierto? No te culpo, muy pocos chicos como yo existen y conocerme es un privilegio. Verme en estas condiciones es algo que no cualquiera puede.
—Te daré 1000 wons si te vistes, no quiero tener pesadillas esta noche.
Me irritaba por completo cuando se comportaba así, ¿Cómo lo había soportado tanto esa tal Taeyeon?
—Puff, estoy siendo bueno contigo al dejar que me observes y simplemente quieres que vuelva a vestirme, decídete. Te gusto o no te gusto y te haré más sencillo el trabajo. Aquí no hay ninguna mini cerca, dile a mi tía que tal vez olvidó comprarla y está aluciando.
—Me gustas, pero tu carácter me molesta en ocasiones. —tenía que asustarlo— Además, tengo bastantes fotografía tuyas desnudo, verte sin camisa es algo a la que ya estoy acostumbrado.
Frunció el ceño y tragó saliva, yo había ganado esa ronda.
—Eres un acosador.
—No es mi culpa que tú seas súper acosable.
Aunque en realidad algo mal había ahí, esa no era la actitud que esperaría de Jonghyun normalmente.
—¿Qué es lo que te pasa? De un día para otro me tienes miedo, luego me ignoras y ahora tratas de ser “coqueto” conmigo. ¿Tienes una enfermedad en la cabeza? ¿Eres bipolar?
Jonghyun giró su cabeza y sonrió de lado, sus expresiones me ponían los nervios de punta.
—Decidí desde unas cuantas noches que no mereces discriminación de mi parte, ya debes de tener bastante con toda Corea como para que una persona más se una a ese club. Además —él se levantó y caminó hasta dónde yo estaba, me observó detenidamente y creí que me volvería a besar… Lee Taemin, reacciona— odiar a alguien es cómo escupir hacía arriba y como te habrás dado cuenta ya, no me gusta estar sucio.
Mi corazón se aceleró en el instante que me sonrió.
—Relájate, quiero hacer las paces contigo y bueno… es un poco inevitable para mí bromear sabiendo que te gusto. Mi primo también me decía que yo le gustaba, en parte es su culpa que sea un tanto engreído.
—Eso se llama incesto… —El maldito me escupió en la cara cuando se comenzó a carcajear y de inmediato lo empuje.
—Él creía que yo era genial y me alagaba cada que lo ayudaba en algo —entonces aclaró su garganta e hizo su voz aguda— “Jonghyun, Jonghyun, eres bastante bueno en las matemáticas, eres tan genial ¡Me gustas mucho!”
Me preguntaba si Jonghyun sabía que su primo, al igual que yo era gay… Pero por lo visto la idea no se le había cruzado en ningún momento por la cabeza. Quería saberlo todo sobre él, tenía una sed enorme y unas ganas inigualables de conocerlo, Kim Jonghyun era una persona que me tenía completamente atrapado.
—¿Cómo se llama la canción que estabas escuchando hace rato?
—One more Time de Daft Punk, una canción digamos reciente pero muy pegajosa. Se volvió muy popular y es el mayor éxito de la banda.
Él se fue nuevamente al auto y siguió con su trabajo, yo lo seguí y me quedé a un lado observando lo que hacía.
—¿De las pocas canciones “actuales” que te gustan?
—Sí, de las pocas. —parecía que él quería terminar la conversación pero después de haber escuchado que no quería estar en contra de mi naturaleza, quise experimentar lo que era ser aceptado en un 50%.
—Y… ¿Te concentras mejor de esa forma?
—Digamos que sí. Este coche me está dando algo de trabajo y se pone necio, pero no voy a dejar que me gane. Tal vez hasta se lo compre a mi tío. ¿Me podrías pasar la linterna que está en la mesita?
—Ver mucha pornografía te está dejando ciego. —él negó con una sonrisa y le di lo que me pidió— ¿Cómo sabes tanto de autos? Dijiste que no seguiste estudiando.
—¿Alguna vez dejas de hacer preguntas?
—Si me responden dejo de hacerlas.
—Chismoso… Pero si lo así estás callado por el resto del día no tendré otra opción más que hacerlo. —suspiró y se levantó quedándose nuevamente recargado en el auto y yo necesitaba unas palomitas para estar a gusto mientras platicaba— Mi padre fue mecánico automotriz y estuvo trabajando en un taller para una agencia, sus horarios eran bastante estrictos y siempre lo veía en las noches, era yo quién le daba el beso y arropaba en su cama. Me faltaban cinco meses para cumplir 15 años cuando mi madre murió y en ese momento papá renunció a su trabajo para quedarse conmigo, entonces aprendí de él.
—Lo lamento mucho…
—Al principio sí pero el tiempo soluciona muchas cosas. Ni siquiera sé por qué te estoy contando esto, se supone que es muy privado.
—Tal vez porque me tienes confianza.
—Tal vez porque me drogaste.
—Tal vez si estés drogado.
—¿Tienes un desintoxicante?
—Lo tengo en la boca.
Jonghyun bufó y levantó una ceja.
—Si tanto quieres que te bese solo dilo así de seco, es mejor que andar con indirectas.
Su juego era interesante y aunque quería detenerme, también quería más.
—Bésame, una vez más.
Sin objetar se acercó a mí y habló encima de mi boca.
—¿Qué se supone que vamos a celebrar?
—Que tu música me hace sentir libre.
Estar lejos y cerca de Jonghyun era una droga, lamentablemente yo me volví adicto a la droga sin haberla probado antes, pero cuando finalmente lo hice, le puse fecha, causa y nombre a mi muerte.
—Tal vez me gusta besarte, Taemin.
Y lo más impactante de todo es que me encantaba estar muriendo poco a poco.