Yura cortó cuando el suave adiós por parte de Otabek, acompañado del te amo más tierno que pudiese recordar dio por finalizada la comunicación de esa noche.
—¿Cómo esta Otabek? —Victor estaba de pie frente al rubio, en la puerta, era bastante tarde, la verdad es que Yuri pensaba que sus padres estaban ya dormidos.
—Dice que llevan a Seung Gil al departamento, que cuando lo encontraron estaba llorando y las cosas del departamento estaban regadas, pero que parecer estar ya más tranquilo.
Victor miró a su hijo, estaba sobre la cama, con una de las almohadas entre los brazos, apretándola contra su pecho, como si este lo estuviera protegiendo. —¿pero? — el rubio miró a su madre, cuando este se sentó en la cama a su lado. — Sé que algo te está molestando, por lo mismo pregunto.
—No comprendo lo que ocurre, se supone que ese chico lo amaba, incluso JJ estaba manteniendo su distancia por respeto para que ese Beta no se sintiera mal y simplemente se va…
—Bueno, las cosas del corazón son algo difusas Yurio, van más lejos de lo que crees, no para todos es como para ti y Otabek, las cosas son diferentes.
Yurio miró a su madre, notando una marida un poco triste. — Ma…Victor…— Yurio aún no se sentía cómodo de tratar a Victor como su madre, pero estaba agradecido de que el otro no dijese nada. — No pensaste en tener más hijos, es decir un hijo de Yuuri. — el rubio se sentía avergonzado de lo que estaba preguntado, pero simplemente dio el paso, ese por la necesidad de conocer lo que le faltaba de su familia.
—Bueno, nunca nos lo planteamos, pero bueno, resulta que cuando cumpliste 6 años yo quedé en cinta, pero las cosas no salieron como deseábamos.
—Perdiste al bebé…
—Si, en ese tiempo, tanto Yuuri como yo habíamos vuelto al patinaje, aunque él había pensado en dedicarse a la danza, prefirió estar a mi lado en las competencias, ambos éramos muy jóvenes y no entendíamos cómo funcionaba todo esto de ser alfa y omega.
—¿Cómo pasó?
—Caí mal en un entrenamiento, fue solo un instante, estaba por ejecutar un salto cuando la pista simplemente empezó a verse borrosa, pero a pesar de eso no me detuve, en el aire por un segundo todo se puso negro y cuando abrí los ojos solo podía sentir como mi camiseta y mis pantalones se humedecían por el contacto con la pista. — Victor tenía la mirada fija en el suelo. —Yo solo levanté la cabeza y me encontré con la mirada de Yakov y Yuuri, era algo extraño, en cosa de segundos un silencio extraño hubiese llenado el lugar, puse mis manos sobre el hielo y recién entonces pude sentir como mi parte baja estaba húmeda, empecé a temblar, tenía miedo de mirar, recordé como se sentía el día que rompí fuente y llegaste al mundo, un líquido espeso corriendo por mis piernas.
—¿No miraste?
—No, sabía que era sangre y que el hielo se estaba cubriendo de ella, lo sabía y sabía también que estaba perdiendo al hijo de Yuuri. — Victor acarició el cabello de su hijo y le sonrió. — Yuuri corrió a mi lado en el hielo y tomó mi rostro, estaba pálido y sus mejillas estaban cubiertas de lágrimas, solo me decía que debía estar tranquilo, que ya venía la ayuda, que respirara, fue terrible.
—¿No sentías dolor?
—Sí, lo sentía, pero sabes no recuerdo si era solo físico o sí era algo más…—Yuri miró a su madre, sin comprender a lo que el mayor se refería. — perdí la conciencia cuando estábamos en camino al hospital, tenía 8 semanas de embarazo.
—Lo lamento, debió ser terrible. — el rubio se mantenía quieto, sin mover un solo musculo, logrando solo articular un par de palabras, en espera de que el mayor continuase.
—No, lo terrible vino después, al despertar. — Victor miró a la puerta, sabiendo que Yuuri no estaba en casa, el mismo le había pedido que saliera a pasear al caniche solo, que se quedaría en casa ese día. — Cuando tuve que enfrentar a Yuuri, a Yakov y a los medios, soy un omega y como tal habían reglas, yo ya había roto bastantes, había salido solo cuando estaba cercano mi primer celo, había dado a luz un niño a pesar de que había conocido a mi destinado y luego, después de haberme casado con el alfa correcto, no estaba siendo capaz de cumplir con mi propósito, hacerlo feliz y velar por él, por ser su pareja ideal.
—Odio ese estereotipo.
—También yo y tú padre, quiero decir Yuuri…— Victor se corrigió a sí mismo. — Sus padres en Japón son personas maravillosas y lo criaron sin estos horribles estereotipos, pero estábamos en Rusia, en donde yo era una figura pública y en donde mi matrimonio simplemente debía quedar anulado.
—¿Qué?
—Mi primera misión era ser una pareja digna y la segunda, darle una familia, en ese instante había fallado ambas, mi matrimonio era fácilmente anulable, todo estaba en mi contra, pero creo que el peor enemigo que tenía era yo mismo, yo había sido criado para ser un omega y a pesar de ser una estrella en la pista y todo eso, no era más que un omega. — Victor se llevó las manos al vientre. — era como si algo simplemente faltara aquí, sentía como si la tristeza estuviera en mi pecho y en mi vientre y todo yo solo estuviese triste, no dejaba que nadie entrara a verme, que nadie viera en lo que me había convertido y le pedí a Yakov que empezara con los papeles para deshacer el matrimonio, para darle la libertad a Yuuri.
Z
Yuri quería seguir preguntando, quería saber toda la historia, pero tenía mucho miedo de lo que ahora encerraba la vida de sus padres, se arrepentía tanto de todo y de sentía como la tristeza aumentaba en él solo con recordar que finalmente era su culpa.
—¿Nunca quisieron volver a intentarlo? Embarazarte, un nuevo cachorro…
—Mi celo no volvió a ser normal luego de eso, tuvieron que cauterizar varias partes, el sangrado no paraba y mis posibilidades de gestar se vieron disminuidas, el tratamiento para embarazarme nuevamente es bastante invasivo y Yuuri no estaba de acuerdo en arriesgarme más.
—Pero ustedes ahora…
—Yuuri estaba dispuesto a aceptar los procedimientos, si con ellos podíamos mejorar.
—Superar todo el daño que les hice. — el rubio bajó la cabeza, avergonzado.
Victor quería decirle algo al menor, pero no quería mentirle, el daño estaba y ellos no habían olvidado todo lo que les había ocurrido.
—¿Crees que pueda conocer a la familia de Yuuri?
El otro miró al menor con el rostro ilusionado y simplemente sonrió. — Hace mucho que no vamos a Japón, serían las vacaciones perfectas, lo hablaremos en la cena.
—¿No puedes solo decírselo tú? Realmente no tengo mucha hambre.
—Yurio, debes comer…— Victor lo vio levantarse y alejarse de la cama, dándole la espalda. — está bien, se lo diré.
Por su parte el rubio, se quedó lejos sin mirar hacia donde se encontraba el mayor, incluso cuando este se levantó y se marchó de la habitación, Yuri sacó su móvil, mirando las fotos que había tomado esa mañana sin que Victor y Yuuri lo vieran, esa donde simplemente se sonreían al preparar la comida de esa mañana.