Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Conociendo a mamá por Samantha0507

[Reviews - 70]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Yuuri se concentró en su hijo, quien respiraba pesadamente luego de terminar la presentación del programa que llevaban ya un tiempo preparando, pero en algún punto, no terminaba de sentir que la energía, la fuerza y por sobre todo, los sentimientos de los cuales debía afirmarse el rubio durante la presentación de todo el programa.

 

—Yurio…—el rubio miró a su padre, notando entonces como su ceño continuaba fruncido, en un gesto que pudo deducir inmediatamente como inconformidad, venía viendo esa misma mirada las últimas semanas y logrando que su pecho se apretara, simplemente se acercó a su padre, quien ya había entrado en la pista. —No creo que esto funcione hijo, creo que deberíamos reconsiderar si Agape es realmente el programa…

 

—NO…—Yurio le miró, sintiéndose desesperado, no quería cambiar esa rutina, sabía lo que significaba, sabía que era eso lo que buscaba trasmitir, pero que por mucho que lo buscara, simplemente no podía encontrarlo. —Es esta, yo lo sé…

 

—Yurio detente. — El japonés se acomodó los lentes, con el gesto serio en su rostro. —entiendo tus motivos, pero me pediste que te entrenara y que por, sobre todo, fuese quien te prepara, por eso te estoy hablándote como tú entrenador, ya que no siento que estés preparado.

 

—¿Crees que no estoy a la altura de mamá? —Victor era una leyenda viviente, todos los sabían, el mundo lo reconocía como lo que era, un campeón desde su primera vez en la pista y aunque él había destacado en varias oportunidades, ahora que el mundo se había enterado de que Victor era s madre, el vivir a la sombra de este se volvería una realidad y las comparaciones estarían a portas de quebrar su autoestima.

 

—Jamás he dicho eso, como tú entrenador te estoy diciendo que lo correcto es que presentemos algo completamente diferente, que no te encuentras realmente preparado para presentar Agape.

 

—¿Y cómo mi padre?

 

Yuuri suspiró, entendiendo entonces las dificultades con las que Yakov había tenido que lidiar, Yurio era la copia de Victor y podía jurar que el peliplata era, incluso peor que el rubio, quizá el antiguo entrenador de su pareja y de su hijo, había perdido el cabello por ese par de omegas testarudos y difíciles, así que respiró, dándose fuerzas para continuar.—Como tú padre, creo que debes continuar, que deberías seguir hasta que encuentres ese sentimiento que falta, que sabes que debes buscar algo más y que es lo que realmente debes trasmitir para encontrar ese Agape, ese amor puro, pero que el tiempo, ante todo, está en nuestra contra y probablemente no llegues a estar listo en la competencia.

 

—¿Crees que fallaré? — El rubio sintió sus ojos llenarse de lágrimas, al igual que Victor, Yurio había estado tremendamente sentimental las últimas semanas, las feromonas que rodeaban a su madre le afectaban y muchas veces lloraba a su lado, al no poder hacer nada por contener las lágrimas que el mayor dejaba salir, aunque para Yuuri, como para Otabek, las razones no eran solo las feromonas. —Quiero ir a casa…

 

El rubio salió de la pista, sin mirar a su padre, no quería llorar frente a él, pero de alguna manera se sentía decepcionado, no de Yuuri por su honestidad, si no de él mismo, por no ser capaz de hacer algo que lograra enorgullecer a su padre, a su madre y por, sobre todo, a su pequeño hermanito que venía y que pronto estaría con ellos.

 

El camino a casa fue lento y terriblemente silencioso, incómodo para el japonés, quien podía ver más lejos de la máscara de indiferencia de su hijo en ese instante, en el cual ahora, se podía ver el esfuerzo de retener las lágrimas.

 

—Lo lamento…

 

—¿Qué lamentas Yura? —Yuuri odiaba ser tan frío con su hijo, pero ahora debía sacarle todo al menor y si algo tenía claro, era que el rubio era un hueso duro de roer, debía ser Yurio quien hablase desde el corazón, para que su relación pudiese avanzar.

 

—Lamento decepcionarte, lamento saber que estoy decepcionando a mamá también, lamento no poder conseguir la medalla de oro para mi hermano, para que vea que su hermano mayor es realmente genial, sin importar que sea un omega y que siempre hará lo mejor para demostrarle cuanto lo amo. —Yurio comenzó a llorar a media frase, logrando que el japonés dejara escapar pesadamente el aire que se había quedado en su pecho durante varias horas.

 

El de lentes detuvo el automóvil ya frente a casa, sabiendo que esa tarde Victor debía seguir de compras. —Hijo, quiero que veamos algo…—Yuuri no podía ser débil, no podía llorar y por sobre todo, no podía fallar en la pista, pero el realmente tenía un pasado que debía contarle a su hijo.

 

—Luego de tu nacimiento y mi regreso a las pistas, antes de que Victor tuviese si quiera la oportunidad de si quiera a ponerse los patines nuevamente, los rumores se hicieron presentes, aunque estos tenían más verdad de la que me gustaría aceptar.

 

—¿Rumores?

 

—Si, el mundo decía que yo no era más que un patinador fracasado, que en un descuido había conseguido emparejarme con un omega, que a pesar de estar preñado era talentoso y que no estaba a la altura de alguien como Victor.

 

—Pero eso es estúpido, he visto tus presentaciones…—Yura se veía molesto, sintiéndose enrabiado ante la idea de que alguien pudiese hablar de esa manera de ese hombre, de su padre.

 

—Pero solo las buenas, los entrenamientos y todo lo que fracasé en el proceso es real, por eso te digo, sé que son rumores, pero tienen verdad en su fondo, son verdad aunque me duela admitirlo. —el japonés sacó su móvil, tecleando exactamente la competencia que quería mostrarle al menor, antes de que comenzara a reproducirse, se lo entregó a su hijo y simplemente espero.

 

El rubio por su parte bien todo lo que había pasado, podía notar lo joven que se veía su padre y que probablemente era bastante antigua, ya que la resolución no era la mejor, pero sus pensamientos dejaron de tener coherencia cuando notó como cada una de las maniobras, cada uno de los saltos terminaba con Yuuri en el suelo.

 

—Papá…—la voz del rubio simplemente no salía.

 

—No te sientas mal, no todos tenemos ese talento innato que tú y Victor parece que tienen desde la cuna, pero cuando además eres inseguro, bueno, simplemente es más difícil enfrentarse a todo aquello cuando no tienes la fuerza y la confianza.

 

—Pero continuaste…

 

—Felizmente lo hice, pero tuve que cambiar muchas cosas y aunque tus abuelos me aman mucho, aunque siempre apoyasen mi carrera, yo no podía simplemente cerrarme a que por su apoyo sería el mejor patinador, pero al final llegó el momento en el que encontré lo que necesitaba para poder hacer y dejar salir lo mejor de mí en la pista, pero por sobre todo Yura, no se trata de cuanto yo te ame y cuanto confié en el talento que posees, la experiencia y la fuerza es algo que solo puedes aprender cuando el tiempo es tu compañero en las pistas y cuando, por sobre todo, te equivocas y aprendes de esos errores.

 

El rubio no dijo más, continuó con la vista fija en los vídeos, pero con una gran diferencia, ahora sabía lo que debía corregir, ahora necesitaba la ayuda de Otabek, todo debía ser perfecto antes de la llegada de su hermano. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).