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Conociendo a mamá por Samantha0507

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Notas del capitulo:

Me sentí un poco trsite por esto, pero me gustó bastante poder darle esto de la historia, mi meta es que conozcan como imagino que esto paso en mi cabeza loca 

 

 

Gracias 

Otabek le había un mensaje, avisándole que J.J viajaría con él, por un lado el rubio se sintió molesto, aunque si el mayor le estaba pidiendo eso a Otabek, era por un motivo que salía de su entendimiento, después de todo Leroy era un mundo paralelo y desconocido hasta para él, que fue su prometido.

 

—¿Ocurre algo? —Yuuri apareció a su espalda, entregándole una bufanda. —Victor me pidió que entregará esto, dice que se te verá muy bien.

 

—Gracias…— Decir que el objeto en sus no era hermoso, sería mentir, era suave y el color lila era tan brillante, que podía asegurar que combinaba perfectamente con el color de la chaqueta que llevaba el día anterior.

 

—Hace frío, tú madre y yo iremos de compras, quiere prepararte algo especial, ¿quieres ir con nosotros?

 

El rubio lo miró, “su madre”, resonaba en su mente, después de todo el peliplata lo había traído al mundo, lo había llevado en su cuerpo e incluso lo había alimentado los primeros meses de su vida, pero para el Yullia había sido su madre y por ahora no le parecía justo que alguien como Victor usara su lugar, un millón de dudas empezaron a perturbar su mente.

 

—Yo…

 

—Tranquilo. — el de ojos color chocolate lo miró con una sonrisa en los labios. —No te esfuerces, como está nevando no es necesario que nos acompañes, hoy no es bueno salir, la tormenta se pondrá un poco fuerte, aunque en Rusia el clima es peor que en Japón, pero sería mejor que no te arriesgaras de más, quizá será necesario que esta noche nos quedemos en casa a conversar.

 

El japonés dejó al otro en la habitación, con la mirada confundida, de alguna forma le preocupaba que el otro lo tratara con tanta familiaridad, después de todo era un alfa y su olor de omega, debería al menos perturbarlo.

 

Se acercó a la puerta, notando como Victor y Yuuri estaban casi listo para salir, llevaban abrigos, para enfrentar la tormenta que se estaba dejando caer.

 

Los ojos de más bajo se toparon con los de Victor, pero el menor simplemente alejó la vista, provocando que nuevamente el peliplata se angustiara, la relación con su hijo no parecía progresar, el joven se limitaba a existir cerca de él, pero se notaba el rencor que le guardaba por no haberlo criado.

 

El rubio los despidió, pero por un segundo se angustió, el lugar era bastante grande y acogedor, pero ese no era su hogar y lo molestaba lo cómodo que podía sentirse en el lugar.

 

El rubio se sentó en el que era su cuarto, hasta un ruido fuerte llamó su atención, parecía venir de la recamara de la pareja.

 

Al entrar pudo notar como el perro de la pareja había tirado un par de cosas, dejó salir el aire de sus pulmones y entró, si alguna de esas cosas que la mascota de los otros tenía partes de vidrio, podría cortarse y con esa tormenta encontrar un veterinario se le haría tremendamente difícil.

 

Había un libro de cobertura azul en el suelo, al levantarlo una foto se desprendió, mostrando un joven Victor, acariciando su vientre, con una mueca de tristeza.

 

—Si tanto me amas, no entiendo como tu rostro refleja tal tristeza, realmente no comprendo cómo puedes si quiera insinuar que me adoraste desde siempre, idiota falso y mentiroso. — unas lágrimas bajaron caudalosas por sus mejillas. — no debí ser tú hijo.

 

Se alejó de la habitación con el ánimo descompuesto, con una angustia tremenda, quiso encerrarse en su cuarto, pero el caniche lo seguía, se aventó en la cama esperando esa noche poder sacar sus dudas.

 

Cerró los ojos y no los abrió hasta que notó como el animal a su lado bajaba de forma apresurada de la cama, se levantó notando que solo Yuuri había regresado.

 

—Bienvenido.

 

—Estoy de regreso.

 

—¿Vienes solo?

 

—Victor tuvo que pasar al hospital. — el rubio abrió los ojos sorprendido, desconocía que el otro se estuviera sintiendo mal, Victor no había mostrado incomodidad en esos días, incluso había cocinado cosas diferentes para él y habían caminado durante horas, un deje de culpa le removió un poco las entrañas, pero fue la voz de Yuuri la que terminó por calmarlo. — tenía que conseguir sus medicamentos, su celo se acerca y sabiendo que habría otro alfa en casa, buscamos prevenir.

 

El de lentes se fue hasta la cocina, donde simplemente espero que el otro lo siguiera. —Yuri, prepararé algo delicioso, podrías mirar y tomar nota por si te sirve.

 

—Pensé que solo los omegas debían preparar los alimentos.

 

—A veces olvido que fuiste criado en Rusia y que sus normas siguen siendo estrictas con las relaciones entre homosexuales o los alfas y sus omegas. —Yuuri le hizo un gesto para que se sentar en la cocina, mientras le acercaba las verduras para que las lavara. —poco a poco Japón se ha liberado de muchos tabúes en relación a esto, aunque al ser la vida privada, es un poco más fácil de sobrellevar. — con una sonrisa en los labios agregó. — Victor es malísimo en la cocina, pero desde que supo que estarías aquí se preparó, el realmente quería sorprenderte.

 

Se quedaron en silencio, hasta que la curiosidad del rubio terminó por vencerlo. — necesito saber, necesito entender para poder continuar con esto, ¿no me rechazas? no soy tú cachorro, deberías sentir asco de mi olor mezclado con el de tú pareja destinada, pero aun así estas con Victor, necesito entender…

 

—Yo rechace a Victor. — Yuri se quedó en silencio, mientras el de lentes hablaba con voz pausada. — Conocí a Victor antes de que te esperara, pero yo era un niño, me asuste de lo que sentía, por lo que no dije nada, cuando entendí todo y pude encontrarme nuevamente con mi pareja, él ya te esperaba. —Se secó las manos, para servirse una taza de té y acomodarse frente al rubio. —Victor tenía tres meses de embarazo cuando nos encontramos, pero el asco que sentí al ver su cuerpo y al olerlo, al darme cuenta como sus feromonas se mezclaban con las de otro alfa, simplemente me colapso, me di media vuelta y continué con mi entrenamiento.

 

 

¿Esperas un hijo de otro alfa?

 

Si…tengo tres me…

¿Y te sientes orgulloso?, estas frente a tú pareja destinada y me dices con tanta elocuencia que tienes tres meses, me parece repulsivo. — el moreno se giró sobre sus talones dándole la espalda al otro.

 

 

—No vi a tú madre por varios meses luego de eso…

 

—Pensé que lo habías alejado de mi padre…— el moreno negó, mostrando una pequeña sonrisa.

 

—Le dije muchas cosas a Victor cuando estabas en su cuerpo, olvidé lo dañino que era para él mi rechazo, todo el comenzó a debilitarse y a perder fuerzas, era como si estuviera muriendo.

 

Yuri lo sabía, cuando tú pareja destinada te rechaza, tu parte omega puede llevarte a una terrible depresión, pero estando embarazado debe ser aún más terrible.

 

Victor estuvo realmente mal, se encerró en si mismo, solo cuidaba de él por ti, te quería de una forma loca, no dejaba su pena te hiciera daño, tú padre estuvo con Victor en todo ese periodo, no puedo negar que fue un gran hombre, ellos, tú abuelo y tú padre hablaron con mi familia y conmigo, para que fuera a ver a Victor, para que arreglara las cosas, para calmar a su omega, pero me negué y un día por casualidad me encontré con ellos, estaban comprando ropa, el vientre de Victor estaba grande, su figura era hermosa, pero su mirada, su rostro, todo él estaba demacrado, ellos entraron al mismo local en el que me encontraba.

 

Yuuri no podía quitar la mirada de su omega, sus cabellos estaban aún más largos, se notaba su vientre redondo, bajo el hermoso abrigo gris que llevaba, pero al mirar sus ojos, l mirar el rostro del otro, el de lentes no pudo sentir pena y dolor, sus ojos habían perdido el brillo, no sonreía, su piel estaba pálida y grandes ojeras, oscurecían sus vibrantes ojos azules.

 

—Vamos Victor dinos, ¿qué quieres comer? — Nikolai le hablaba animadamente, mientras el hombre a su lado lo miraba preocupado.

 

—Algo sano, debo cuidarlo. — Victor tenía la mirada baja, se escondía y cubría su vientre con sus manos.

 

Todo había continuado igual, hasta que un olor dulce llenó el ambiente, los alfas empezaron a notar que a la distancia algún omega estaba en celo, mientras que el resto de los omegas comenzaban a preocuparse de la posible reacción de cualquiera en el lugar, pero fue Nikolai, quien notó como su hijo era el que perdía la compostura.

 

—Hijo…

 

—Es ella, puedo sentirla…

 

 

—Tú padre salió del local, una omega rubia estaba teniendo su celo, al sentir las feromonas de tú padre, era su destinada, tú abuelo salió siguiéndolo, mientras Victor…—Yuuri suspiró pesadamente, como si el recuerdo le doliera. — Victor estaba solo, continuo comiendo, mientras los otros alfas y omega lo miraban con desprecio, una de las camareras se acercó a la mesa y le dijo que si no tenía dinero para pagar, lo obligarían a limpiar el suelo, fue horrible.

 

Yuri no quiso imaginarse, Victor tenía 16 años, era un niño y estaba solo, con todos mirándolo con odio, con todos tratando de dañarlo.

 

—Me paré y actué por primera vez como el alfa que debía ser, respondí por su deuda y me lo llevé, él estaba sorprendido, le dije que me haría cargo de él, que no era justo para la familia Plisetsky hacerse cargo de un omega, pero que no lo marcaría, que luego de que naciera el bebé, debía remediar sus errores y con eso evaluaría en tomarlo realmente como pareja.

 

 

—Pero eso no es justo, el no eligió embarazarse, fue mi padre quien no sabía controlar su celo. — Yuri lo miraba molesto, por primera vez comprendía lo difícil que debió ser el embarazo de Victor. —tú lo sabes, mi padre lo…

 

 

—¿Lo violó? Lo tengo más que claro Yuri, pero entiende, soy un alfa y también quería respeto, qué harías si Otabek estuviera con alguien más, si tuviera un hijo, sabes lo difícil que es siendo un alfa, no solo era yo, era mi familia, aunque mis padres fueron más piadosos que yo…

 

—Debe ser difícil…

 

—Lo es. — los ojos de Yuri, se cruzaron con los color chocolate del mayor. — Victor sufrió mucho, físicamente era apto para tenerte, pero psicológicamente, estaba muriendo, yo no fui bueno con él, cuando tú padre encontró a su omega, se olvidó de él y tú abuelo no tenía fuerzas para luchar con su hijo y para demás estar con Victor.

 

—¿Y mis abuelos?¿Su familia?

 

—Ellos no quisieron un hijo omega jamás, le dieron la tutela a Yakov rápidamente, Victor fue desechado tantas veces, que ni el mismo sabe cuánto vale su vida. — Yuri alejó los mechones rubios que cubrían parte de la cara del menor y agregó. — Yullia era una omega sin igual, ella cuidó de Victor y nunca te rechazó, ella te amaba, tanto como te amamos nosotros.

 

Yuuri se puso de pie, preocupándose nuevamente de la cena, mientras las lágrimas bajaban caudalosas por las mejillas del rubio, aunque desconocía que era lo que tanta tristeza le provocaba.

 

 


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