Rompimiento del compromiso... ¿Un nuevo comienzo? por Teen Spirit

~Mattaku… ¿Cómo pude ser tan tonto? Wolf perdóname, no me di cuenta… –murmuraba por lo bajo, aparentemente, ese joven de ojos negros que no tenía idea de cómo enmendar su fatal error– 

~Heika, espero que lo sienta de verdad porque lo que hizo también fue una ofensa para nuestra familia al despreciar a mi hermano –era la voz de Conrad definitivamente, sin embargo, al voltearse pudo contemplar el rostro serio y un tanto molesto de su padrino–

~Conrad… Yo no estaba consciente de lo que significaba hacer eso, de verdad… Perdón

~Más le vale que le pida perdón a mi hermano y esperemos que él pueda perdonarlo, porque si estuviera en mis manos yo ya habría terminado con ese compromiso que sólo ha sabido la– fue interrumpido por Conrad porque el tono de voz del general Gwendal Von Voltaire ya estaba aumentando considerablemente  y aunque quisiera gritarle mil y un cosas a Yuuri, éste seguía siendo su rey y le debían respeto, más aún ahora que se encontraban en plena fiesta y en el cumpleaños del Maou.

~Gwendal yo… Lo lamento, no me di cuenta de lo que mis acciones significaban –explicaba un consternado Yuuri, eran raras o pocas las ocasiones en que había podido observar a los hermanos de Wolf en esa faceta, y claro que siempre se ponían de esa forma por su tierno y hermoso hermanito que era la luz de sus vidas. Casi no se ponían de esa forma porque siempre procuraban a Wolf por sobre casi todas las cosas y trataban de que nada malo llegara a él, pero lo que no podían controlar era la forma de actuar del Maou, y lamentablemente siempre terminada lastimando o dañando de alguna forma la integridad del rubio adonis.

~Les voy a pedir de la manera más atenta a ambos –refiriéndose a ese par de hermanos sobreprotectores– que dejen éste problema para después, yo me siento igual de indignado y molesto que ustedes por el proceder de Yuuri Heika, sin embargo, no podemos olvidar que estamos en plena fiesta y ésta situación podría seguir provocando más habladurías de las que ya habrá –sentenció Günter von Christ que se había acercado al balcón donde se encontraban esas 4 personas a punto de comenzar con una acalorada discusión– Afortunadamente han estado en este balcón y nadie se ha percatado de la situación, excepto Cheri-sama que fue quien me mandó para cerciorarme de que las cosas no pasaran a mayores –explicaba el consejero mientras se acercaba más a esas personas–

~Lamento haber actuado de esa forma, Murata ya me ha explicado que mi proceder estuvo muy lejos de ser el correcto y yo siento haber dañado el orgullo de Wolf pero yo­ –no pudo terminar de hablar porque fue interrumpido por un general sumamente molesto que ya presentaba una nueva arruga en su frente–

~¿¿Orgullo?? Debe estar bromeando, como si eso fuera lo que a mí hermano le molesta, usted no se da cuenta de nada, es un verdadero estu–fue interrumpido nuevamente por Conrad porque el general ya se encontraba alzando su brazo para agredir al Maou en cualquier momento–

Conrad se posicionó frente a Gwendal para que no hiciera ninguna tontería mientras Günter ya se encontraba frente a Yuuri y estaba preparándose para lo peor, Murata se encontraba de lo más tranquilo recargado de espaldas en el balcón con los brazos cruzados mientras observaba toda la escena con una mirada tranquila y cara seria. El momento no duró mucho pues el carraspeo de la ex-reina interrumpió la situación dejando a todos un tanto incomodos.

~Creo que ya ha sido suficiente por el momento –decía la rubia con un tono de seriedad en su voz y con una cara inexpresiva que había perdido la sonrisa que la caracterizaba– Günter será mejor que lleves a Su Majestad a la fiesta o todos se empezarán a preguntar la razón de su desaparición, gracias al joven que bailó con mi Wolfy tenemos una idea de explicación a lo que pasó, será una forma de evitar comentarios futuros sobre esta fiesta –terminaba de explicar la rubia con seriedad–

~Madre, Cherry-Sama –dijeron al unísono ambos hermanos y las personas restantes, respectivamente, todos habían quedado un poco impactados ante la rubia que había llegado repentinamente y se había parado decididamente frente a todos, ella se encontraba vistiendo un hermoso vestido rojo strapless largo que tenía una abertura, característica en la ropa de la ex–reina, en el lado derecho que iba desde medio muslo hasta el suelo, tenía medias largas color negro, su cabello estaba acomodado en una coleta alta con un moño negro y en sus manos se encontraban unos guantes largos que llegaban poco más arriba de sus codos y eran del mismo color que sus medias, todos quedaron en silencio un momento pero fue el consejero del rey quien se atrevió a romper la tensión que se había formado en aquel lugar–

http://vestidosdefiesta2015.com/wp-content/uploads/2016/05/Vestidos-rojos-largos-de-noche-6.jpg (algo así sería el vestido de la rubia, pero sin las piedritas esas y la abertura está del otro lado)

~Bien, Cherry-sama tiene razón, por lo mientras haré lo que usted dice, pero después haga el favor de ponerme al tanto de la situación –decía el peli-lila mientras se acercaba al peli-negro– Yuuri Heika, haga el favor de acompañarme–concluyó mientras lo escoltaba de regreso al salón–

~Bien, Cherry-Sama, por favor dígale a Wolfram que de verdad lo lamento…  

~Heika será mejor que eso lo haga usted mismo, pero ahora no hay tiempo para eso, ya se dará el momento adecuado, aunque por ahora haga el favor de no hacer algún comentario respecto a ese tema, después de hablar con mis hijos y con su excelencia, el Gran Sabio, le vamos a comunicar cómo debe de proceder –le dijo la rubia con mucha frialdad y una mirada desaprobatoria–

Después de que Yuuri y su consejero ya se habían integrado a la fiesta nuevamente Cherry-Sama se volteó a ver a sus hijos con una mirada tierna y cargada de amor.

~Kya, kya, kya, mi Wolfy tiene unos hermanos esplendidos que lo aman desde el fondo de su corazón y que harían cualquier cosa por protegerlo, hasta enfrentar al mismo Maou –decía entusiasmada la rubia mientras tomaba a sus dos hijos para estrujarlos en un abrazo sofocante–

~Madre, sabes que haríamos cualquier cosa por él –Conrad le había regalado a su madre una sonrisa galante y reconfortante, era una sonrisa verdadera–

~Madre, esto ya es el colmo, ¿cuántos más desprecios tendrá que soportar? –replicaba el mayor de los hijos de la rubia mientras las arrugas se volvían a formar en su frente– Ya han sido suficientes desplantes y temo que Wolfram no pueda seguir soportándolos…

La ex-reina que se encontraba recargada en el balcón, con los antebrazos sobre el barandal, se encontraba preocupada por las palabras de su hijo porque ella sabía mejor que nadie que muy en el fondo Wolf ya había soportado mucho y que las cosas no podían seguir así, ella tenía que hacer algo por la felicidad del menor de sus tesoros, esos eran sus pensamientos mientras alzaba su cabeza hacia el cielo con mirada decidida, mientras el viento soplaba levemente revolviendo los cabellos rebeldes que no se habían dejado amarrar en la coleta de la rubia.

~Nee Gwendal, ¿eso que está ahí en el patio no es un pequeño animalito que se encuentra indefenso? –decía la rubia mientras señalaba con su dedo alguna parte del patio–

El general inmediatamente cambió su expresión a una un tanto emocionada con un dejo de preocupación, y se acercó apresuradamente al balcón para descubrir que todo había sido un invento de su madre para que se relajara, cosa que había dado resultado. Las risas de todos los que contemplaron aquella escena no se hicieron esperar y el ambiente que se había formado ya era uno más tranquilo, los pasos de unas personas que se estaban acercando sacó a todos de sus pensamientos y voltearon a ver a las personas que recién llegaban.

~Buenas noches –decía un rubio que se veía hermoso, Wolfram había optado en esta ocasión por usar un traje militar color azul, era parecido a su traje de siempre pero más elegante, en su cuello tenía un pañuelo blanco y al centro de éste había una joya del mismo tono que su traje, él también llevaba una capa azul y botas negras, se veía realmente guapo y venía acompañado de un joven desconocido– http://fotos.miarroba.es/fo/6556/204DCF8EE02D4D607489314D60742A.jpg (así se vería Wolf, pero más grande y sensual 7u7)

~Muy buenas noches tengan ustedes, mi nombre es Johann Von Liebheart, es un gusto conocerlos –decía el joven de cabellos negros mientras hacía una reverencia ante los presentes que seguían en el balcón, él estaba vistiendo un traje militar de color azul marino, casi parecía negro, que constaba de un saco largo que llegaba a cubrir hasta la mitad de sus muslos y tenía dos hileras de botones dorados que llegaban hasta su cintura, donde tenía un cinturón negro con una hebilla del mismo color que sus botones y en las hombreras tenía unas barbas que también eran de color dorado, usaba un pantalón largo, guantes blancos en sus manos y zapatos negros.  http://guiamexico.com.mx/Imagenes/m/197551722-1-casa-perez-confeccion-de-uniformes.jpeg (así se vería él, pero obviamente muy guapo 7u7)

~Gracias por venir –decía la rubia a los dos muchachos que habían llegado mientras procedía a presentar a todos– Él es quien invitó a Wolfy a bailar~

~En ese caso, debo darle las gracias por haber ayudado a mi hermanito, si se le ofrece algo no dude en pedírmelo–decía el general mientras se paraba frente a ese muchacho y le extendía la mano para estrecharla–

~Descuide, no lo hice con la intención de obtener nada –explicaba el más joven mientras tomaba la mano del mayor y le ofrecía una sonrisa– Lo único que yo quería era que Wolfram volviera a tener una sonrisa en su rostro, eso es todo– decía mientras sonreía nerviosamente al darse cuenta que los hermanos de su ángel habían fruncido el ceño un poco–

~Aniue, Johann sólo quiso ayudarme, eso es todo, no debes malinterpretar sus intenciones –explicaba un rubio al mayor de sus hermanos–

~Vaya, vaya, así que ha ayudado a mi hermanito sin esperar nada a cambio y ahora ya se tratan sin formalidades –decía un sonriente Conrad–

~Aniue, ¿tú también estás pensando que él tiene segundas intenciones? –le decía un rubio a su otro hermano–

~Von Bielefeld, deberá disculpar a sus hermanos pero ellos sólo se preocupan por su bienestar –por fin Murata se había unido a la conversación–

~Geika, lo sé, pero no por eso deben de ponerse a dudar de cada persona que se me acerca –bufaba el rubio un poco molesto–

~Wolfram, creo que no debes enojarte con tus hermanos se ve que te quieren mucho y yo creo que hacen lo correcto al dudar de toda persona que se acerque a ti pues eres muy hermoso y claro que serías la tentación de cualquiera, créeme que si yo fuera tu hermano me comportaría igual que ellos o tal vez aún más sobreprotector –explicaba el de ojos misteriosos mientras se sonrojaba un poco debido a su declaración, cosa que dijo sin pensarlo mucho–

~Johann… –el rubio también se había sonrojado un poco haciendo que sus hermanos volvieran a fruncir el ceño sin que éste se diera cuenta– Así que es por eso, ¿ustedes de verdad me quieren mucho? –decía dirigiéndose a sus hermanos–

~Claro que si, por supuesto –decían ambos hermanos al mismo tiempo mientras asentían sin pensárselo dos veces–

~Ahhh~ mis hijos son tan adorables –proclamaba la rubia con unas pequeñas lágrimas en sus ojos esmeraldas, mientras sus tres hijos se habían ruborizado ante tal comentario– Pero por ahora tenemos que hablar del asunto pendiente, Von Liebheart, si me hiciera el favor de explicar su idea a todos para saber si es la solución adecuada

~Por favor, Cecilie- Sama le ruego que no use tantas formalidades conmigo, es algo a lo que no estoy muy acostumbrado pues no tiene mucho tiempo que mi familia tomó el trono

~Jaja en ese caso, Johann-kun tampoco es necesario que seas tan formal conmigo, puedes decirme Cheri

~En ese caso Cheri-Sama –decía el peli-negro contento– Proseguiré a explicarles mi plan, que está muy lejos de ser un buen plan, pero creo que no es tan malo jaja

Bien, diremos a todos que Su Majestad decidió invitar a bailar a aquella joven porque ya era momento de comenzar el baile, su prometido no estaba cerca y él no quería hacer esperar a todos en lo que lo encontraba porque lo consideraba algo descortés de su parte, por lo que he escuchado acerca del rey él no está muy familiarizado con éste tipo de eventos y su falta de tacto podría ser tomada como falta de conocimiento ya que después de todo no lo hizo a propósito, después se explicará que Wolfram estaba entretenido con un amigo de la infancia que no había visto en años y que se enfrascaron tanto en la conversación que no notaron cuando el baile dio inicio… Claro que el amigo sería yo mismo y como ya nos tratamos con más confianza será más fácil que nos crean, además de que cuando yo estuve con él nos encontrábamos un poco lejos de la gente, por lo que nadie podría desmentirnos ya que, efectivamente, sí estuvimos platicando. Ahora, cuando él y yo nos acercamos a bailar era para acompañar el rey, no nos unimos al primer baile porque estábamos distraídos pero fuimos al segundo para mostrar apoyo, además todos piensan que fue una ofensa hacía Wolfram pero si él no se muestra molesto con Su Majestad nadie pensará que las cosas entre ellos se encuentran mal, por lo que las cosas quedarán como un malentendido y con eso no se deberán de crear habladurías al respecto… Bien, ese es mi plan, ¿qué opinan?

~Creo que eso podría funcionar, me gusta su idea Von Liebheart –decía Murata con una leve sonrisa de lado mientras acomodaba sus lentes–

~Gracias Geika, pero por favor llámeme Johann –hizo una pausa– Es más, eso va para todos, si no les molesta, espero que nos podamos tratar sin tantas formalidades, también será más creíble que soy amigo cercano de Wolfram si su familia me trata con familiaridad

~Bien Johann-kun, así será entonces –respondía Conrad–

~Nee Wolf, ¿tú estás de acuerdo con esto? –preguntaba con seriedad el general– Después de todo sí se cometió una ofensa, aunque no haya sido a propósito, ¿estás de acuerdo con dejarlo pasar? No tienes que proteges siempre a Su Majestad

~Aniue, estoy seguro, yo di mi consentimiento desde el principio, después de todo Johann me explicó primero a mí el plan mientras nos dirigíamos aquí, y voy a dejar en claro que esto no lo hago por Yuu –se detuvo, mientras se daba cuenta que le dolía llamarlo así– No lo hago por Su Majestad, aniue, esto es por mí, como un noble tengo un honor que proteger y, por mi orgullo, y el de la familia Bielefeld, no puedo permitir que mi nombre también sea embarrado en las habladurías de la gente, no estoy dispuesto a dejar que la gente elabore más chismes sobre mi relación con el Maou.

~Bien, entonces se hará como tú digas Wolf, sólo quería cerciorarme de que estabas de acuerdo, sabes que sin importar lo que decidas nosotros somos tu familia y te apoyaremos en todo momento –decía Gwendal que estaba frente al rubio regalándole un gesto tierno y una sonrisa reconfortante mientras posaba su mano en el hombro del menor–

~Arigatou aniue, pero ahora será mejor que todos regresemos al baile para que pongamos en marcha el plan–decía un rubio decidido mientras caminaba al salón–

~Yo me encargaré de informarle a Shibuya y a Von Christ del plan –el Gran Sabio comenzó a caminar en dirección de su amigo para ponerlo al tanto a él y a su consejero–

Se quedaron en aquel balcón los dos hermanos mayores puesto que su madre también se había unido a la fiesta junto a Wolfram y Johann, que no se separaba de él.

~ ¿Crees que Wolf ya se haya hartado del trato de Yuuri Heika hacia él? –preguntaba serio el castaño–

~No lo sé Conrad, pero si así fuera creo que sería lo mejor, de todos modos lo voy a proteger de todo y de todos –explicaba el peli-gris– Por cierto, también hay que tener a ese joven bien vigilado, no vaya a ser que intente algo con Wolf

~Claro, yo me encargaré de pedirle a Yozak que los mantengan vigilados, pero parece un buen joven y con buenas intenciones, sin mencionar que ha ayudado a Wolf en esta ocasión, de no ser por él nuestro hermanito estaría sufriendo ahorita en alguna parte del castillo

~En eso tienes toda la razón –concluía el mayor para caminar rumbo al salón en compañía del castaño–

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Mientras tanto…

~Así que ese es el plan, Shibuya, espero que lo hayas entendido bien –terminaba el Gran Sabio de contarle todo a su amigo, bueno… Casi todo, de su narración había excluido el detalle de que el chico misterioso no era un conocido de Wolfram–

~Así que ese chico misterioso sí conoce a Wolfram, y aparte parecen ser cercanos, ¿no?

~Efectivamente, incluso se llaman por su nombre, podrás darte cuenta cuando los veas platicar, también han estado juntos toda la velada –decía el de lentes tratando de que su amigo entendiera su precaria situación–

~Ah, ya veo… –decía el moreno sin entender qué era lo que le molestaba–

~Será mejor que vayas a buscar a Von Bielefeld y le ofrezcas una disculpa y esperemos que en verdad te perdone

~Está bien, Murata, espero que de verdad comprenda que no lo hice con esa intención–decía el moreno mientras buscaba con la vista al rubio, sin embargo, cuando lo visualizó, no le gustó para nada la escena que vio, pues Wolfram se encontraba en medio de la pista de baile, estaba contento y risueño mientras reía de vez en cuando en los brazos del joven con quien anteriormente ya había bailado, sin entender por qué, el Maou, se encontraba intrigado por esa misteriosa persona, ahora que lo había visto de nuevo y con mayor detenimiento algo en su interior le provocaba ansiedad e inquietud de que su prometido estuviera en sus brazos–

Se dirigió a paso firme a la pista de baile, cuando iba llegando la música estaba terminando, de repente ya se encontraba frente a la pareja que había estado observando durante todo ese tiempo.

Carraspeó un poco para hacerse notar ~Si me disculpa quisiera poder bailar con mi prometido

~Su Majestad, claro que sí –decía mientras hacía una pequeña reverencia ante el rey– Bueno, si me disculpan, yo los dejo –decía el peli-negro mientras soltaba delicadamente el agarre que, hasta ese momento, mantenía en el rubio– Wolfram te estaré esperando en aquella esquina –mencionaba mientras señalaba un lugar en el salón y le regalaba una gran sonrisa al rubio–

~Claro Johann, en seguida que termine el baile te iré a buscar, sólo espérame –decía el rubio mientras correspondía a la sonrisa del peli-negro–

~Por favor, no te tardes mucho –mientras terminaba esa frase se acercó al rubio para susurrar en su oído un comentario y después depositar un beso entre la comisura de sus labios y su cachete, cabe mencionar que tal acción produjo un sonoro sonrojo en el rubio– Bien Su Majestad, con permiso, espero que disfruten el baile –decía al momento de alejarse de la pista rumbo a la esquina que había señalado con anterioridad–

~Gracias –dijo Yuuri a regañadientes, estaba realmente molesto por todos los atrevimientos que se tomó ese extraño, ahora que lo pensaba no conocía su nombre completo, sólo porque Wolf dijo su nombre– Así que sí se trataban con tanta familiaridad… –susurraba por lo bajo mientras se acercaba más a Wolfram–

Yuuri estaba a punto de tomar a Wolfram entre sus brazos, pero él se alejó rápidamente para colocarse frente a él mientras las parejas se acercaban para formar dos hileras de parejas, (como aparece en el video) y en seguida la música comenzó a sonar, mientras las parejas de una fila se agachan con la cabeza inclinada hacia abajo en una especie de reverencia, Wolfram estaba en esa fila. Rápidamente el rey se dio cuenta de que éste era el baile especial que le había enseñado Murata con anterioridad y se dispuso a acomodarse en el lugar que le correspondía en su fila.

https://www.youtube.com/watch?v=ykf0dtw8OYc

Después de la reverencia se acercaron para dar una vueltecita e intercambiar puestos, ahora Wolfram se encontraba en el lugar donde había estado Yuuri y viceversa, lo cual no duró mucho pues volvieron a acercar para tomarse con ambas manos y dar una vuelta completa entre ellos para luego regresar a sus lugares y pasar por detrás de la persona que tenían al lado en sus respectivas filas, luego se cruzaron para intercambiar lugares con sus respectivas parejas, volvieron a pasar detrás de sus compañeros de fila, Wolfram se encontraba en el lugar que había ocupado desde el principio y entonces tomó la mano de Yuuri para caminar hacia atrás y hacia adelante y después regresar a sus respectivos lugares, el baile continúo con normalidad pero ambos se encontraban muy tensos, fue el Maou quien se atrevió a romper el silencio.

~Éste es un baile interesante, ¿no crees, Wolfram?

~Es un baile muy bello, bailarlo es igual de relajante que observarlo –se notaba en su voz la seriedad y un dejo de frialdad–

~Nee Wolfram, realmente lamento haber invitado a alguien más a bailar en lugar de pedírtelo a ti, tampoco sabía que estaba actuando mal

~No esperará que lo perdone así de fácil por una simple disculpa, ¿verdad, Heika?

~Mmmm no, claro que no… –decía el Maou con voz nerviosa, ¿cómo podía haber pesado que eso sería suficiente? Pensaba y se maldecía en sus adentros, sin darse cuenta que Wolf ya no le llamaba por su nombre–

~Bien, porque no le será tan fácil

~Realmente no me di cuenta, a pesar de haber estado aquí por tanto tiempo aún hay cosas de éste mundo que todavía no comprendo del todo

~Pues entonces debería poner más atención a sus clases con Günter, después de todo se duerme en plena explicación y se pierde las cosas importantes Heika

~Wolfram, ¿por qué me estás hablando con tantas formalidades? Desde el principio siempre me has llamado por mi nombre, ¿a qué viene tu actitud, ahora?

~Aunque se lo dijera estoy seguro de que no lo entendería

En una de las vueltas Yuuri se paró firme frente al rubio para cuestionarle su actitud.

~Wolfram, ya te he pedido perdón, realmente no cometí una falta porque no sabía que lo estaba haciendo, no hay razón para que me trates de una forma diferente –decía Yuuri consternado mientras pensaba que Wolf usaba un tono un tanto sarcástico al pronunciar su título y eso le molestaba–

~Heika, tampoco entiendo qué es lo que le molesta tanto, igual siempre se está quejando de mi presencia y de que lo esté molestando, así que he decidido poner distancia entre nosotros –decía el rubio con tranquilidad en su rostro pero con un dejo de molestia y tristeza en sus palabras–

~No es que me molestes Wolfram, es sólo que tus celos me incomodan, no hay razón para que te enojes tanto conmigo en algunas ocasiones

~Bien, entonces ya no le haré reclamos de ningún tipo, así que esté tranquilo por eso, Heika –decía haciendo un gran esfuerzo para no llorar o comenzar un berrinche por lo insensible que podía ser ese debilucho, mientras terminaba de dar la vuelta con la cabeza un tanto agachada, evadiendo la mirada oscura que se posaba en él, para tapar sus ojos con su flequillo y evitar que vieran su tristeza, por su orgullo guardaría su roto corazón y lo escondería hasta que pudiera encontrar u buen momento para desahogarse–

El baile continúo, envolviéndolos en un ambiente extraño, cada uno estaba perdido en sus pensamientos, tanto que por un momento sintieron que todos desaparecían y sólo ellos se encontraban en aquel salón inmenso. Ninguno volvió a hacer algún comentario y Wolfram estuvo todo el tiempo evadiendo a Yuuri a pesar de estar bailando juntos, más bien, gracias al tipo de baile podía evadirlo con plena tranquilidad, en ningún momento el rey volvió a ver esas esmeraldas relucientes. De un momento a otro el baile terminó, todos hicieron una pequeña reverencia, como la del inicio del baile, e inmediatamente comenzaron a aplaudir, tanto los participantes como los que fueron espectadores, todos menos una pareja (se imaginarán quiénes) pues los aplausos lograron sacarlos de sus pensamientos, Wolfram seguía sin mirar al peli-negro y antes de que éste pudiera articular una nueva frase el rubio salió a paso apresurado de la pista sin siquiera voltearlo a ver.

Ahí se quedó molesto el Maou mientras observaba como su rubio prometido se acercaba a paso apresurado hacía ese joven de cabellos negros que le sonreía de forma encantadora al de ojos esmeraldas. Se quedó absortó en sus pensamientos y no se movió de la pista de baile mientras su mirada estaba concentrada en Wolfram que se encontraba platicando con ese sujeto. De repente una mano que lo jaló de la manga del saco lo sacó de esa especie de trance y se dio cuenta que estaba rodeado por un grupo de jovencitas que le pedían aunque sea bailar un momento con él, sin darse cuenta perdió de vista al rubio y al peli-negro por culpa de las jóvenes, se disculpó con ellas y mientras se alejaba de ahí su vista buscaba a esas personas pero desafortunadamente se dio cuenta de que ya no se encontraban en aquella esquina y no podía ubicarlos por ningún lugar. 

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Al terminar el baile, Wolfram se encontró con los aplausos de las personas que interrumpieron sus pensamientos, ¿por qué le había dicho eso? Ahora tendría que tragarse todos sus celos y sus reclamos que bien se merecía el enclenque infiel, pero tendría que hacerlo, ya que su palabra estaba en juego… Pensamientos como esos lo asaltaban mientras evitaba mirarlo, y sin poder resistir más salió a paso apresurado de ese lugar, después de todo habría una persona en quien confiaba para poder desahogarse, a pesar de haberlo conocido, a él le iba a contar todo, seguramente él sí lo comprendería.

~Ya no puedo más, definitivamente ya no, ya estoy harto y mi corazón duele, Johann ¿qué voy a hacer, qué puedo hacer? –pronunciaba el rubio con apenas un hilo de voz–

~Déjame ayudarte, permíteme estar cerca de ti para ayudarte y verás que yo no te dejaré solo, te apoyaré en todo lo que necesites –explicaba el de ojos azules mientras usaba su dedo índice para limpiar las lágrimas que amenazaban con escapar de los ojos de ese ángel y le regalaba una dulce sonrisa–

Un escándalo sorprendió a los dos jóvenes que se habían quedado en silencio por un momento e inmediatamente voltearon hacia el lugar de donde provenía el ruido, se encontraron con que eran unas jovencitas que rodeaban al Maou en la pista de baile y se le pegaban mucho, al parecer querían bailar con él… Esa fue la gota que derramó el vaso de la paciencia del rubio.

~Esto ya es el colmo, vámonos de aquí por favor, no quiero quedarme a presenciar cómo se pone a bailar con cuanta tipa se le ponga en frente, ¿cuánto más va a humillarme hasta estar satisfecho? –bufaba un rubio molesto, ahora su indignación era más grande que su dolor–

~Entonces vámonos –decía el otro mientras tomaba la muñeca del rubio para llevarlo hasta el jardín del castillo–

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Johann se encargó de escoltar al rubio hasta el jardín, lo llevó hasta unas banquitas que estaban en los adentros de ese lugar para que estuvieran lo más lejos posible de la fiesta y el ruido no los pudiera interrumpir.

~Aquí podremos platicar más tranquilos Wolfram, puedes contarme lo que quieras y te prometo guardar el secreto, nadie más que nosotros sabrá lo que aquí digas eso corre por mi cuenta –decía mientras se sentaba al lado del rubio, pero se había sentado de forma contraria que éste para que se pudieran ver frente a frente–

~Es que toda esta situación ya ha sido demasiado para mí, el estar soportando sus desprecios constantes, sus desplantes, que se la pase negando nuestro compromiso y que no considere mis sentimientos, nunca se ha dado cuenta de que lo quiero… Siempre ha pensado que me quejo y le reclamo por proteger mi orgullo y yo no tengo el valor de confesarme por miedo a un rechazo total –explicó Wolfram sin poder evitar que sus lágrimas finalmente escaparan de sus esmeraldas y surcaran sus mejillas sonrosadas–

~Yo te cuidaré, no dejaré que te siga lastimando, Wolf déjame estar cerca de ti –decía mientras tomaba al rubio entre sus brazos para fundirse en un abrazo mientras Wolf lloraba desesperadamente y se aferraba a la espalda del otro en lo que escondía su rostro en el pecho de quien lo consolaba– 

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~Conrad, he estado buscando a Wolfram, desde que terminamos de bailar y se fue no lo he vuelto a ver –preguntaba el Maou mientras seguía buscando con su mirada al rubio adonis–

~Heika, efectivamente sí he visto a Wolf, él se encontraba platicando con Johann-Kun y después salieron del salón rumbo al jardín del castillo–decía el castaño con una sonrisa, después puso su brazo izquierdo sobre su estómago en forma horizontal y ponía encima su brazo derecho en forma vertical mientras ponía su mano en su barbilla y ponía una cara pensativa y un poco seria– Ahora que lo recuerdo… Ellos iban tomados de las manos

~ ¿Qué ellos iban qué, Conrad? –replicaba el más joven mientras alzaba un poco la voz y ponía cara de enojado–

~No sé por qué se molesta por eso, después de todo pensábamos que se encontraría bailando con las jovencitas que lo estaban rodeando en la pista, además Wolf y él son bastante cercanos por lo que no es tan raro que se hayan pasado casi toda la noche juntos–decía el castaño mientras recalcaba esas últimas palabras– Es más, debería de sentirse mejor ya que así mi hermano no estará molestándolo mientras lo ofende al coquetear con las jóvenes casaderas del país

~Conrad… –el moreno se había impresionado de la forma en que le había hablado su padrino, él siempre era cálido y tranquilo, bueno… Siempre y cuando las cosas no se trataran de su tesoro rubio– Iré a buscar a Wolf otra vez, debe saber que de verdad lo lamento, quiero que me disculpe, en el baile me trató de una forma muy fría

~Bueno, ¿pues qué esperaba? Sus desplantes hacía él ya han ido demasiado lejos y han durado mucho tiempo, pero hay algo que me sigue causando conflicto Heika

~Es Yuuri, ya te lo he dicho, tú eres quien me ha dado el nombre después de todo… ¿Pero qué es lo que te causa conflicto, Conrad?

~Si usted no ama a mi hermano… ¿Por qué aún mantiene el compromiso?

~Eso es… Eso es porque… –el confundido Yuuri trataba de articular palabra ante tal pregunta que lo había dejado bastante confundido–

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~Gracias Johann, ya me encuentro más tranquilo –decía el rubio mientras se separaba del de ojos misteriosos y terminaba el abrazo–

~Descuida, no tienes nada que agradecerme, todo esto lo hago por ti y para que te encuentres bien –decía mientras pasaba el dorso de su mano por la mejilla del rubio para quitar todos los rastros de lágrimas que quedaban–

~Creo que por ahora ya fue suficiente, mañana con más calma podríamos platicar sobre ésta situación para que te explique mejor y con mayor tranquilidad… Bueno, siempre y cuando sigas en el castillo, ¿no te vas a ir, verdad? –preguntaba el rubio mientras ponía una cara tierna y ojos de cachorrito–

~Jajaja si me lo preguntas así no hay forma de que me niegue a quedarme, ¿pero, eso es lo que realmente quieres? –preguntaba mientras formaba una sonrisa pícara en sus labios–

~Claro jaja después de todo me siento bien estando contigo, me has dado fuerzas y gracias a ti pude enfrentarme a él sin titubear o dudar cuando estábamos bailando –en ese momento volteó hacía otro lado ya que recordó el beso que ese joven a su lado le había dado frente a su prometido–

Flash Back~

~Claro Johann, en seguida que termine el baile te iré a buscar, sólo espérame –decía el rubio mientras correspondía a la sonrisa del peli-negro–

~Por favor, no te tardes mucho Wolfram–mientras terminaba esa frase se acercó al rubio para susurrar en su oído un comentario y después depositar un beso entre la comisura de sus labios y su cachete, cabe mencionar que tal acción produjo un sonoro sonrojo en el rubio– Bien Su Majestad, con permiso, espero que disfruten el baile –decía al momento de alejarse de la pista rumbo a la esquina que había señalado con anterioridad–

~Recuerda que no tienes que someterte ante nadie, hazte respetar como un orgulloso mazoku que eres, no lo olvides, no debes dejarte de él, nadie puede acerté sentir inferior sin tu consentimiento mi preciosa joya

Ese había sido el comentario que le hizo sonrojar ya que se lo dijo de forma susurrante y con una voz en tono sensual y más aún cerca de su oído~

Fin del Flash Back~

~En fin, creo que ya hemos estado fuera de la fiesta lo suficiente, creo que deberíamos regresar antes de que mis hermanos se den cuenta y hagan un escándalo mientras me buscan

~Jajaja tienes razón, vamos antes de que vengan a buscarte y me maten por haberte monopolizado todo este tiempo

Ambos se pusieron de pie, Johann se paró firme y decidido frente a Wolfram y se agachó ante él mientras tomaba con su mano izquierda la mano izquierda del rubio acunándola entre la suya y colocando el dorso de la mano del rubio en su cachete, se recargó en su mano ladeando su cabeza y regalándole una mirada tierna y sonrisa dulce a su ángel quien sólo pudo ruborizarse sonoramente ante tal acción.

~Wolf… Quiero poder disfrutar más momentos a tu lado siempre y cuando me lo permitas, ¿qué dices?

~Johann yo… –fue interrumpido antes de poder contestar a tal pregunta–

~¿¿Qué es lo que está pasando aquí?? –preguntaba furioso el Maou mientras se acercaba a paso firme a los que parecían un par de enamorados–

~Heika, creo que acaba de interrumpir nuestra conversación –decía en tono burlón un Johann algo molesto mientras se ponía de pie y se colocaba a un lado del rubio–

~Ah sí, pues claro, eso más que una conversación parecía una declaración de amor –bufaba el Maou–

~Yuuri Heika, debería tranquilizarse, lo más seguro es que usted esté malinterpretando la situación –decía el castaño mientras se paraba frente a su rey–

~ ¿Acaso malinterpreté la situación, Wolfram? –preguntaba Yuuri mientras buscaba la mirada del rubio, aunque éste se negaba a encararlo–

~Creo que no le debo ninguna explicación a usted Heika, después de todo lo que ha pasado aquí es un asunto que sólo nos concierne a Johann y a mí, así que si nos disculpa, estábamos pensando volver a la fiesta –decía el rubio sin mirarlo mientras se disponía a volver al salón con el peli-negro que sonreía ampliamente–

~Ah no, eso sí que no –decía el Maou mientras tomaba la muñeca del rubio para detenerlo–

~Suélteme –bufaba un rubio molesto–

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~Exijo una explicación Wolfram, ahora mismo

~ ¿Explicación sobre qué, Heika? Si mal no recuerdo nuestro compromiso es una farsa, un accidente, ¿no es verdad? Se ha encargado de repetírmelo tantas veces que hasta yo mismo empiezo a pensar que así es… Entonces yo no le debo explicaciones de ningún tipo, así como usted nunca me ha dado a mí ninguna, con su permiso, Su Majestad… –terminaba de decir mientras se soltaba de aquel agarre y se retiraba mientras Johann lo seguía en silencio y Conrad estaba igual de impactado que el rey–

~Parece que finalmente logró alejar por completo a mi hermano de su lado, espero que ya esté feliz –exclamaba un molesto general que había observado toda la escena desde lejos y en completo silencio– Ya ha lastimado mucho a Wolfram, así que le ruego que deje de dañarlo más, o me podría olvidar de que usted es el Maou

Así se quedó el Maou molesto y triste mientras no podía articular palabra para defenderse ante esos cometarios, las palabras del rubio seguían resonando en su cabeza y se daba cuenta que todas eran verdad, siempre había negado su compromiso, entonces, ¿qué le estaba reclamando, con qué derecho se creía?

~Bien, volvamos al salón –pudo decir finalmente mientras se ponía en marcha el moreno, seguido por ambos hermanos que tenían una expresión seria–

La fiesta continúo sin más contratiempos, las personas comenzaron a despedirse del Maou felicitándolo nuevamente, también se despedían de las demás personas que vivían en aquel majestuoso castillo. Cuando todos se habían retirado los que quedaban se disponían a acostarse y ya se encontraban en otro salón del castillo que estaba cerca de las escaleras que conducían a las habitaciones.

Wolfram estaba en una parte del salón platicando son Johann, Cheri-Sama, Waltorana y Gwendal, mientras que Yuuri se encontraba molesto en otra esquina ya que Conrad y Günter trataban de calmarlo un poco.

~Tal vez es otro capricho de Wolfram, Heika –explicaba el consejero–

~Claro que no, él ya ha cambiado, no parece un simple capricho, esto es algo más –decía el Maou–

~En fin, y aunque así sea, ya es tarde y ha sido un día pesado, será mejor que todos vayamos a dormir, ya mañana será un nuevo día –el castaño volvía a tener su característica sonrisa en su rostro–

~En eso tienes razón, Conrad, será mejor que todos vayamos a acostarnos y descansar –decía el Maou mientras se disponía a caminar en dirección de los otros presentes en el salón–

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~Así que usted es el joven que estuvo acaparando a mi adorado sobrino durante toda la noche –terminaba de decir Waltorana mientras lo inspeccionaba con la mirada, aunque ese joven ni se inmutaba–

~Tío, de qué estás hablando, Johann no me acaparó en ningún momento –explicaba el rubio haciendo un leve puchero–

~Mucho gusto Von Bielefeld, lamento no haberme presentado antes, mi nombre es Johann Von Liebheart, para servirle –decía el joven y hacía una pequeña reverencia ante ese noble–

~Ah, ya veo, usted es el príncipe de Antiguo Makoku, ¿no es así? –decía el noble con una cara pensativa–

~Jajaja he sido descubierto –todos re rieron con él debido a su expresión divertida que era la de un niño travieso que fue descubierto portándose mal–

Se escuchó un carraspeo que sacó a todos del ambiente tan ameno en el que se encontraban –Bien, ha sido un día largo y pesado, será mejor que todos nos retiremos a descansar –terminaba de decir el Maou mientras los demás sólo asentían–

Una de las 4 sirvientas entró al salón, hizo una reverencia y anunció a Wolfram que las habitaciones que había pedido preparar ya estaban listas y esperaría afuera del salón para escoltar a las personas a sus respectivos cuartos.

~ ¿Habitaciones? –preguntaba un confundido Maou–

~Claro, Heika, después de todo mi cuñado Waltorana y Johann-kun se quedarán en el castillo y afortunadamente ambos aceptaron pasar una temporada con nosotros aquí en Pacto de Sangre –explicaba la rubia con una deslumbrante sonrisa en el rostro–

~Ah, ya veo –decía un resignado Maou, mientras se despedía de los visitantes que se despedían para emprender el camino a sus cuartos–

~Sobrino, tú también ve a descansar, ¿si?

~Claro tío, sólo acompañaré a mi madre a su habitación y después me retiraré a dormir

~Hasta mañana Wolfy, ten dulces sueños~ –decía el de ojos azules mientras depositaba un dulce beso en la mejilla del rubio– Nos veremos mañana temprano~ –terminada de decir mientras se alejaba de ahí y se dirigía a su cuarto en compañía de una de las sirvientas–

~Bien, Heika, hasta mañana –decía la rubia–

~Hasta mañana, Heika, que descanse –decía el otro rubio mientras comenzaba a caminar con su madre hacía la puerta del salón–

¿Hasta mañana? ¿Que acaso no va a dormir hoy conmigo? No, eso no puede ser, después de todo sus ropas de dormir están en mi cuarto, debo de estar imaginando cosas, se encontraba pensando el peli-negro mientras se retiraba a su cuarto dispuesto  descansar.

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Yuuri ya se encontraba en su cuarto con la pijama puesta y estaba caminando de un lado a otro mientras esperaba que el rubio se hiciera presente para así poder dormir de una buena vez, en algún momento del camino se había acostumbrado a que Wolfram durmiera con él, y cuando no lo hacía no podía conciliar el sueño fácilmente, unos toquidos en la puerta lo sacaron de sus pensamientos.

~Adelante –dijo esperanzado pensando que se trataba Wolfram, aunque él nunca toda la puerta de esa manera–

~Su Majestad, buenas noches –decía una de las sirvientas mientras hacía una reverencia ante el rey y rápidamente ingresaba a la habitación–

~Lasagna, ¿qué es lo que ocurre?

~Su Majestad, he venido a recoger la ropa de dormir de Su Excelencia Wolfram, él mismo me ha enviado y dijo que ésta noche dormiría en su habitación

~Ya veo… –Yuuri se encontraba consternado y molesto ante tal explicación– Si eso es lo que quiere… –murmuró sin que la joven se diera cuenta ya que ella había ido hasta el armario para buscar los camisones del rubio–

~Bien Su Majestad, me retiro, que descanse –dijo la joven que ya se encontraba en la puerta haciendo otra reverencia antes de salir y cerrar la puerta tras de si–

Esa noche el Maou no pudo conciliar el sueño hasta muy entrada la madrugada…