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True Friends (HASHIMADA) por DarkParadiseNS

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Notas del capitulo:

Hiroki haya paz, pero sus padres hayan el final

Hashirama caminaba por aquel oscuro bosque, estaba feliz por haber hablado con Nande. Pero estaba reflexionando acerca de su vida, acerca de porqué estaba completamente preocupado, acerca de porqué llegaron a este después de ser inclusive más que amigos.


¿Madara podía ver que lo seguía amando? ¿Él seguirá queriéndolo? Se planteaba muchas dudas en su mente y deseaba resolverlas.


Mañana él tendría que luchar contra la persona que más quería por el bien de su Aldea. Su preciado sueño estaba muy dispuesto a protegerlo, aún creía que Madara podría cambiar, no quería matarlo, no quería. Era la persona que más amaba, pero no iba a permitir que nada deshiciera su sueño, aún siendo él. No lo podía permitir.


(~)


Un hombre de cabello castaño y corto había clavado una espada en el estómago de otro con el cabello largo, del mismo color. Estaba llorando amargamente mientras abrazo al que había apuñalado.


— Indra ¿por qué tomar tan literal esta maldita venganza? ¿Por qué? —El mencionado levantó la vista moribundo, con una mirada fría y seria.


— Porque te odio, no sabes cuanto te odio. Y también la odio a ella. Fue la causante de todo, todo es culpa de ella, si ella jamás se hubiera acercado a tu vida, tal vez, tal vez te hubiera perdonado. Rompiste mi corazón y no hay nada que puedas hacer. Volveré para destruirte. Ashura, lo haré —Al pronunciar aquella última palabra, cayó muerto en los brazos del hombre con barba.


— No te lo permitiré, sea como sea, recuperaré nuestro vínculo, lo prometo. Esto no queda así.


(~)


Hashirama se detuvo ante aquella visión, estaba algo confundido. Pensaba en lo que podría significar aquello. No quería más dolor, ni más pérdida. La batalla de mañana definiría todo.


Se acercó a la Aldea y entro en esta directo al Palacio Hokage, caminando lentamente. Estaba oscuro y desierto, un aire frío recorría aquel lugar moviendo su cabello suavemente.


Llegó al palacio, entrando con sumo cuidado mientras Tobirama arreglaba ciertos asuntos, al ver entrar a su hermano lo vio, con varias dudas para que le resolviera.


— Hashirama, ¿dónde estabas? ¿qué pasó exactamente con Madara? —El albino de acercó a su hermano con una mirada seria, le preocupaba en verdad todo este asunto, quería ayudarlo.


— El lugar donde estuve ahorita fue un reencuentro, un chico pelinegro. Al parecer sobrino de Madara, me llevo hacia una cueva. Me encontré a Nande Uzumaki, hablamos y acabo de volver de ahí. Con Madara, era lo que más temíamos Tobirama —El castaño suspiró, mientras el menor frunció el ceño.


— Nande Uzumaki —En su tono de voz había cierta molestia por el último encuentro con la pelirroja, en el cual lo había humillado vilmente—. Así que ella está cerca, me sorprende no haber sentido su chakra. Seguramente habrá puesto una barrera —Ve a Hashirama con los brazos entrecruzados—. Respecto al Uchiha, quiero ir a pelear contigo, no voy a permitir que te enfrentes solo.


—Tobirama —Hashirama lo vio con una mirada seria y con un tono de voz algo entrecortado—. Esta es mi pelea, no la tuya. No tienes porque involucrarte en ella. No me permitiría que Madara te hiciera daño alguno. Tú te quedarás cuidando la Aldea, te aseguro que volveré. No permitiré que destruyan nuestro sueño por la paz —Tobirama asintió algo molesto, pero tenía razón Hashirama. Por más que le doliera no podía meterse en esto, no debía. El albino se despidió y salió por la puerta algo disgustado, este asunto lo colocaba a la defensiva.


El castaño vio a su amada Aldea por la ventana una última vez, para irse a dormir. Tenía una agenda apretada mañana. Entre ellos la promesa que le hizo a la Uzumaki. Se acostó, pensativo aún. Pasado un rato se durmió, algo mal.


En la mañana siguiente, se levantó temprano. Fue al cuarto de Mito, al no ver que ella estaba, bajó al comedor. Encontrándose a su hija, y a su esposo desayunando. Este le dio un beso en la mejilla a Mito y en la frente a Tsunami. Se sentó al lado de la menor, suspirando para notificarle a ambas sobre su visita.


— Tsunami, Mito, les tengo una noticia —Ambas pelirrojas prestaron atención al Senju, mientras comían lentamente.


— ¿Qué pasó papá? —La pequeña se acercó a su padre, el cual le dedicó una sonrisa.


— Hoy iremos a visitar a alguien, es alguien que Mito conoce muy bien —La mencionada vio a Hashirama con una mirada sorprendida, algo sobresaltada porque no sabía muy bien de quién podía tratarse.


— Que bien papá,  ¿Quién es? —La niña estaba emocionada, demasiado y su curiosidad la mataba.


— Muy bien, vayan a arreglarse —Las pelirrojas asintieron y se fueron a sus cuartos. Hashirama vio que estaba su comida lista y comió rápidamente para él también irse a arreglar.


Pasado unas 2 horas, la familia partió hacia aquella cueva, siendo esperados por la pelirroja. Mito al verla a su hermana después de tantos años, corrió a abrazarla y lloraba en el hombro de esta. Nande correspondió el abrazo y sacaba ciertas lágrimas. Hiroki veía calmado la escena, veía a la niña pelirroja analizando cada parte de ella.


— Nande —La Uzumaki mayor no podía creerlo, tenía a su hermana en frente. Se le trababa el habla—. Todos estos años, estuve esperando verte aunque fuera una vez. Sé todas las cosas que hiciste, aún así te perdono.


— Mito —La menor abrazó más fuerte a su hermana, las lágrimas salían de ella—. Yo en verdad no lo merezco, no te merezco como hermana.


— Tranquila —Tsunami se acercaba a aquella persona que abrazaba a su madre, la veía fijamente—. Yo soy tu hermana mayor, sabes bien que siempre te voy a apoyar.


— Disculpen la interrupción —La pequeña vio a las dos Uzumaki y estas se separaron— ¿Usted es mi tía? —La pequeña le sonríe.


— Sí, yo soy tu tía pequeña Tsunami —La niña abraza a esta y ella corresponde el abrazo.


— ¡Gracias por los pergaminos! ¡Espero ser tan buena en el Fūinjutsu como usted! —La Uzumaki menor no se inmutó. Sólo pensó en Tobirama. Así que le dedicó una sonrisa. Mientras se separaba leve.


— Siempre que quieras visitarme estaré aquí. Te presentó a un amigo, él será tu nuevo compañero —Ve a Hashirama y este le asiente, el trato con Hiroki estaba hecho. Nande le pide que se acerque y este poco a poco de acerca a la pequeña pelirroja. Este estaba nervioso, pero le dedicó una leve sonrisa.


— ¡Hola! —La Senju le extendió la mano y él pelinegro la apretó suavemente, para después retirarla de forma lenta.


— Hola, me llamo Hiroki ¿tú? —El Uchiha bajó la mirada y la niña seguía sonriendo de forma cálida.


— Me llamo Tsunami ¿Te quedarás con nosotros? —A la menor le brillaban los ojos.


— Pues, creo que viviré con los Uchiha, pero si quieres puedes visitarme.


Hashirama veía a ambos muchachos hablar. Él estaba sumido en sus pensamientos. El tiempo pasaba rápidamente para él, dentro de unas horas, se enfrentaría a Madara.


Pasaron horas, todos ellos estaban socializado. Hashirama seguía sumido en sus pensamientos, cuando se acercaba la noche, se fue junto con su familia. Al llegar, Hashirama les dijo a las Uzumaki que hoy no lo esperarán, tenía un asunto pendiente.


Alistó todo su equipamiento y antes de irse, fue a ver a su hermano. Tobirama estaba en su oficina viendo la Aldea.


— Hola hermano —El albino se volteó a ver a Hashirama.


— Tobirama, si yo no regreso. Quiero que hagas unas cuantas cosas por mí —El peliblanco se acerca a su hermano y lo ve fijamente.


— ¿Qué necesitas Hashirama? —El castaño suspiró para seguir hablando.


— Eres el 2 Hokage a partir de ahora. Nande está en una cueva cerca de aquí, ahora podrás localizarla. Quiero que el chico Hiroki, se integre a la Academia y viva con los Uchiha. Cuida a mi familia —El Senju menor asintió con la cabeza, y Hashirama salió por la puerta.


Madara


Este estaba en aquel valle donde se conocieron, estaba esperando a Hashirama desde hace 10 minutos. Sabía muy bien que él vendría. Hoy definitivamente rompería todo vínculo que lo até a Konoha y a él. Tenía su arma secreta lista y con su Mangekyou Sharingan Eterno activo, seguía viendo el paisaje.


— Hoy veremos quién apuñala a quién. Hashirama, yo jamás te perdonaré.


Hashirama


El Senju saltaba de árbol en árbol, estaba emocionado por ver a su mejor amigo y rival. Estaba decidido a que iba a tratar de que volviera a la Aldea, no quería ninguna muerte.


Al llegar al valle, sintió el chakra de su mejor amigo. Madara también lo había sentido. Ambos se vieron cara a cara, del otro lado de la orilla.


Madara estaba siendo invadido por aquella emoción de volver a pelear, estaba excitado de sobremanera. Pero seguía con su cara inmutable. Hashirama tenía un semblante serio.


— Madara —El Senju comenzó la conversación, tenía un deje de tristeza— ¿es necesario pelear?


— Hashirama, ambos tenemos ahora caminos diferentes. Yo destruiré Konoha, así como te destruiré a ti. Los Uchiha volveremos a enaltecernos —Hashirama frunció el ceño. Esto no iba a ser fácil.


— Madara, no te lo permitiré.


Silencio. Ambos quedaron viéndose fijo a los ojos, su posible última batalla iniciaba. A la luz de una luna llena, como inició su historia de amor, empezará una batalla final llena de odio.


¿Quién será el vencedor de esta batalla?

Notas finales:

Ashura y su vinculación con Indra. Tristemente, no pueden estar juntos


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