Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

True Friends (HASHIMADA) por DarkParadiseNS

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero lo disfruten. Por favor escuchen la canción True Friends de BMTH mientras leen el capítulo, va a quedar mejor ambientado. Aquí plantearé muchas pistas para la 2 temporada que planeo hacer

La última pelea, la última oportunidad, las últimas palabras que se podían dedicar, era hora de empezar. Madara hizo unas posiciones de manos, tocando el suelo. 


— Jutsu de Invocación —Dijo, para aparecer una gran estela de humo. Se oyó un potente rugido en dirección al Senju, este vio incrédulo al Zorro de 9 Colas, no perdiendo tiempo y convocando enormes raíces, para tratar de hacerle frente. El Uchiha sacó su guadaña y su gunbai, corriendo en dirección al mayor, este tomó su espada, de igual manera tomando rumbo en su dirección. 


Empezaron un baile de choques metálicos mientras ambos se miraban fijamente a los ojos. 


— Esta vez, no ganarás Hashirama —Se dijo interiormente el menor. 


— ¿Cómo hemos llegado a esto Madara? —Pensó el Hokage, para seguir con aquella batalla. Un último choque bastó para que ambos regresaran a sus puntos de partida, el pelinegro parado sobre la cabeza del Kyubi que rugía fuertemente y Hashirama encima de una raíz. 


— Estilo Madera: Jutsu Dragón de Madera —Hizo posiciones de manos, mientras una enorme figura de madera iba en dirección al Bijuu, rodeándolo para inmovilizar a este. Madara esbozó una sonrisa psicótica, agrandando sus ojos, el zorro rugía tomando entre sus garras parte de este, sacaba una enorme bola de chakra de su boca, hasta lograr acabar con el dragón en dirección al Senju, este al ver las acciones hizo otra pose de manos—. Estilo Madera: Jutsu Hombre  de Madera —Salió un humanoide, tomando la aquel objeto entre sus manos, Hashirama se colocó en la frente de este para contraatacar al Uchiha. Pero fue bloqueado por su Susanoo, Hashirama miraba seriamente esto mientras el menor sonreía. Provocaban un gran cráter. 


El humo se dispersó, dejando vista de Kurama cubierto con la armadura del ser mítico. Madara estaba en la frente de esta combinación con ambas manos ocupadas por sus armas, miraba a Hashirama de una forma desafiante. 


— Usarás el Jutsu de Hobi del Estilo Madera para hacerle frente a una bestia, ¿eh? —Dijo el Uchiha en un tono prepotente. Se abrieron una especia de compuertas de madera, mostrando al Senju levantando la vista pensante. 


— ¿Ha hecho que el Susanoo cubra al Bijuu como si fuera una armadura? —Se pregunta en su interior mientras mantenía su vista clavada en el azabache. Esbozó una sonrisa por la inteligencia de su ex-amante—. Madara, ¡qué listo eres!  —Pensó manteniendo esa sonrisa. Madara afiló su mirada, levantando la espada de su ser místico en dirección a Hashirama, éste la detiene con unas enormes manos de madera— ¡He previsto cómo usarías la espada! —Gritó haciendo unos sellos—. Estilo Madera: Jutsu Dios de la Buena Fortuna —Dijo el Senju. Madara chasqueó la lengua con un rápido movimiento de ojos mientras notaba como unas manos salían para atraparlo. Este con su otra espada destruyó estas, obligando al Hokage saltar entre los restos de ramas, alejándose poco a poco—. A este paso destruiremos toda la zona, debo acercarme a la costa —Pensaba mientras se mantenía alejando, siendo perseguido por el antiguo líder. 


— ¡No escaparás! —Dijo en un tono de voz serio, prosiguiendo con perseguirlo mientras en su boca formaba una bola de bestia con cola intensificada con la espada del Susanoo. Hashirama voltió a ver algo fastidiado mientras chasqueaba la lengua fastidiado. Madara lo veía serio— ¡No podrás escapar! ¿Qué harás ahora? —Pronunció, viendo al Senju detenerse en el suelo, mientras se mordía el dedo, sacando un poco de sangre. 


— Invocación: Quíntuple Puerta del Más Allá —Exclamó colocando su mano en el suelo mientras varias puertas salían una tras una—. Con esto...     


 — Cambiará la trayectoria, ¿eh? —Pensó el Uchiha frunciendo aún más el ceño, viendo como la bola combinada con la espalda destruía con facilidad aquellas puertas, sobre el lago. 


— ¡Llegó hasta la otra orilla! —Se dijo en el interior mientras su mirada se desviaba hacia el objeto, veía aquella gran destrucción provocada por eso. 


— Hashirama, hacía mucho que no luchábamos en serio —Le dijo con un semblante amenazante, para seguido su cabello moverse violentamente por una explosión de chakra—. Creo que ya has visto lo mucho que he mejorado —Le dijo en un tono arrogante mientras Hashirama juntaba sus manos en un aplauso.


— ¿Quieres destruir todo lo que hemos creado? ¿Acaso deseas eliminar nuestros esfuerzos? —Le cuestionó al menor, teniendo alguna esperanza que recapacitara y terminará toda esa absurda pelea—. Nuestra batalla no servirá de nada, ¡sólo dañará la Aldea e involucrará a shinobi inocente! ¡Es un insulto a nuestros hermanos y compañeros! —Madara se ofendió por el comentario grandemente, ¿acaso el Senju le importó sus sentimientos? ¿acaso desistió de casarse con aquella mujer por él? Ese maldito no tenía derecho a hablar. 


   


— ¿Cómo... te atreves? —Le preguntó muy enojado debido a que sentía que el moreno no podía comentar nada cuando él fue el culpable de que esto pasará. 


— No quiero asesinarte —Le replicó el mayor algo preocupado como se estaba tornando esta situación, estaba muy preocupado por la oscuridad en que se había sumido Madara. 


— ¡¿Por qué estás tan seguro de qué puedes hacerlo?! —Le pidió respuesta, muy enojado por la prepotencia del Hokage, en un tono amenazante. Esta batalla no acabaría así. 


— ¡No quiero! Creí que éramos amigos —Madara se sintió el doble de ofendido, replicando inmediatamente. 


— Ya me he librado, ¡de esa estupidez! —Dijo con una mirada furiosa, mientras el Kyubi protegido por la armadura rugía de forma eufórica. Hashirama preocupado, suspiró. 


— No me dejas alternativa —Dijo cerrando los ojos con sus palmas juntas—. Arte Sabio Estilo Madera: Millar de manos —Dijo abriendo los ojos mientras marcas negras se formaban en su rostro, junto a una enorme explosión de chakra que salía de su interior. Salió un enorme hombre con varias manos a su alrededor, logrando igualar el tamaño de la combinación del Uchiha— ¡Allá voy, Madara! —Le gritó mientras la estatua se movía en dirección a este. 


— ¡Ven aquí, Hashirama! —Dijo mientras ambos gritaban moviéndose en dirección al otro. 


— Golpeo en la cumbre —Dijeron ambos lanzando sus ataques, chocando estos provocando una onda destructora muy expansiva. Una vez este se disipó, mostró a la armadura del Susanoo en parte destruida, deslumbrando la piel naranja del zorro. El hombre de madera de Hashirama se movió de su base en dirección al Uchiha, el mencionado miraba a sus costados. 


— Le ha arrancado el Susanoo, ¿eh? —Terminando de decir, soltó un quejido tratando de recuperarlo pero veía al objeto de madera acercarse lentamente al azabache. Hashirama estaba en la frente de este, jadeando mientras miraba a Madara de forma seria. La mirada del Uchiha se tornó un poco de pánico, esperando por el Senju. El hombre de Madera era mucho más grande que el Kyubi, agarrando a este como si de un juguete se tratara. El zorro rugía mientras el menor cerraba los ojos sintiendo como lo subían lentamente. 


— ¡Vamos! —Dijo mientras el pequeño hombre que estaba en la cabeza del más grande se movía en dirección al zorro, Hashirama tenía un sello en su mano, pronunciando—. Regreso al estado humano Kakuan —Mostrando que el hombre pequeño de madera también tenía el mismo sello en su mano. Madara saltó alejándose del Kyubi mientras chasqueaba la lengua enojado. El humanoide tocó la cabeza del zorro, devolviendo a este a su estado normal, eliminando el control del pelinegro mientras este miraba todo. Hashirama saltó rápidamente hasta quedar cara a cara contra el Uchiha. Ambos hombres se miraban de forma seria, para empezar a correr en dirección al otro— ¡Madara!


— ¡Hashirama! —Comenzó una lucha cuerpo a cuerpo. 


Esta lucha se prolongaba, dejando a ambos cansados, con la respiración pesada y la mayoría de su armamento destruido. Ambos estaban ahora en el borde de la cascada, viéndose mutuamente mientras jadeaban. Este último golpe decidiría el destino de cada uno. 


 — Madara, lo siento —Pensó Hashirama, viendo al pelinegro. 


 — Hashirama, ¿este es nuestro adiós? —Se preguntó el Uchiha interiormente, mostrando esa cara de seriedad, cuando en el fondo se sentía destrozado.   


Ambos sostenían sus armas, dispuestos a dar este último golpe. 


  — Esta vez nos vas a llegar al otro lado —Dijo el menor con una sonrisa nostálgica, seguido de correr en dirección al Senju. Este chasqueó la lengua, viendo como se acercaba, corriendo él también hacia su ex-amigo, ambos se miraron a los ojos intercambiando choques metálicos rápidamente. Hashirama cayó de cara al agua mientras Madara sonreía viendo en dirección al mayor. El castaño se paró con algo de dificultad, quedando de rodillas mientras volteaba en dirección al otro—. Yo soy quien queda de pie... todo lo contrario de aquella vez —El hokage miro hacia el suelo de forma seria. 


—  Ahora que conseguí alcanzar mi sueño... Quiero defenderlo... y más aún —Madara sólo lo miro con una sonrisa victoriosa. 


— Pareces bastante deprimido, Hashirama  —El Senju se quejó mientras lo veía. El Uchiha recordaba cuando eran niños y tiraban rocas más abajo en este mismo río. Buenos recuerdos que atesoraría de su único amigo, así como del que fue su amante, y su enemigo. Subió leve la cabeza con una sonrisa. 


[FLASHBACK] 


Ambos niños tiraban piedras que llegaban hasta la otra orilla, Hashirama estaba sentado en el piso mientras Madara sentado con una mano en su cadera observando el panorama. 


— ¿Crees que no se puede mostrar lo que sentimos? —Le dijo un joven Hashirama. De repente otro recuerdo se le vino a la mente al Uchiha, donde estaban sentados en una roca cerca de aquel río. 


— Lo primero es aferrarte a tus ideas y hacerte fuerte —Le decía un joven Madara al castaño, esos tiempos en que era positivo, optimista, en que existía luz. Su mirada descendió, al recordar el sueño de ambos. 


— ¡Aquí levantaremos nuestra Aldea! —Volviendo a recordar las palabras del mayor, pero esta vez no había tiempo de arrepentirse, no había tiempo de volver hacia atrás. Volvió a él, aquel recuerdo cuando ambos estaban en lo alto de esa montaña, ya adultos y con su sueño cumplido. Madara estaba asombrado de lo que había hecho, sintiendo la luz de nuevo después de una oscura juventud. 


— Pensaba que no era imposible de realizar, pero yo... —Detuvo su hablar, sintiéndose por primera vez levemente feliz, más con el Senju a su lado.  


— A partir de ahora ese sueño se hará realidad —Dijo un sonriente Hashirama, pero esos recuerdos fueron interrumpidos cuando sintió algo atravesarlo, abriendo los ojos grandemente. Acaso, ¿fue tan estúpido de distraerse en aquellos recuerdos? Sólo sintió algo caliente salir de él, volviendo a la realidad. Miró de reojo donde estaba el Senju, notando que era un simple clon de madera. Vaya Hashirama, esta vez fuiste muy listo, lo había logrado engañar.   


De su boca salía sangre, devolviendo su vista hacia atrás. Él lo hizo, lo apuñaló por la espalda, sus ojos veían fijamente al hombre que amaba, matándolo. Su mirada se expandió, se sentía muy dolido, muy deprimido, su labio temblaba ligeramente. Hashirama lo mató. 


— ¿Un clon... de madera? Me sorprendiste por la espalda —Dijo con algo de dificultad, esperando a morir mientras su corazón se destrozaba cada vez más, lo habían apuñalado de una vil manera. Por la espalda, ¿no que los verdaderos amigos te apuñalaban de frente? 


— Protegeré nuestra... —Se detuvo en seco, expresando sus palabras con un deje de dolor—. No, ahora es mi aldea... Lo haré a como dé lugar —Madara escuchaba atentamente las palabras del Senju, cayéndole como miles de estacas, su Aldea. Ahora era sólo la Aldea de Hashirama, lo arrancó de su vida—. Sigo creyendo que proteger la Aldea es lo mejor para defender a la gente, a los shinobi, a los niños... No permitiré que nadie atente contra la aldea, aunque sean amigos, hermanos, o inclusive mis propios hijos —La dureza en que expresaba las palabras el mayor, hacía que los ojos del Uchiha se movieran de sorpresa, pero sentía ya la muerte venir sobre él. Cayó de rodillas al agua, nadie podría romperlo más, no más. 


— Has cambiado, Hashirama —Dijo con un claro deje de voz, recordando rápidamente aquel hombre que alguna vez le juró amor eterno. El Senju sintió por primera vez la oscuridad, dispuesto a defender la Aldea a cualquier costo—. Confundes el fin con los medios... tarde o temprano... este modo de pensar tuyo, creará la oscuridad en la aldea —Le advirtió Madara, sabiendo del cambio de él. Sólo esperaría a ver como se hundiría en la ausencia de la luz, tal cómo lo hizo el Uchiha. Con lo último que pronunció, cayó muerto en el río, sintiendo su alma irse lentamente. 


Hashirama cayó de rodillas algo mareado por el ajetreo de la lucha entre Madara y él. Vio con su mirada más suavizada el cuerpo inerte del único amor de su vida. Él había hecho lo que jamás pensó que lograría realizar. Mató a la persona que más le importaba en su vida. 


Tomó al Uchiha entre sus brazos, viendo el cuerpo de este con detenimiento mientras sus lágrimas caían amargamente, jamás podía volver a expresar que lo amaba, jamás podría sentir su calor de nuevo ¿así tenían que terminar las cosas? ¿así tenía que terminar esta estúpida pelea? ¿así tenía que terminar su amor? La oscuridad de Madara se cernía sobre él. 


~TIEMPO DESPUÉS~ 


Hashirama se había vuelto alguien sombrío, todas las noches se lamentaba de haber asesinado a la persona que más amaba. Sus días eran oscuros, le consolaba sólo pequeñas cosas que sucedían en su vida cotidiana. 


Los años pasaban encima de él, viendo como todos crecían, viendo como aquella Aldea se expandía, ¿pero a costa de qué? Se lo repitía a sí mismo, cada noche, a costa de la vida de Madara Uchiha. 


Mientras tanto, una pelirroja huía de un ser que había mutado a algo nuevo. La chica fue alcanzada por una rama, cayendo en el piso mientras veía como era arrastrada por el suelo. El ser desgarró las ropas de la mujer, mordiendo fuertemente los senos de ella, dando rastros de sangre mientras ella gritaba del dolor. Se introdujo de golpe, completamente mientras se movía fuertemente en un vaivén de caderas. Ella gritaba de dolor, sintiendo como su interior era desgarrado, así como las mordidas en su cuerpo incrementaban, llenando a ambos de la sangre de la menor. El ser se corrió dentro de la chica, dejándola moribunda, desgarrada vía vaginal así como su cuerpo con muchas marcas de mordidas que sangraban poco a poco, su dignidad se había ido.     

Notas finales:

Oh sí, algo triste lo sé. Espero lo hayn disfrutado, las amo por leer mi historia. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).