Madara estaba en shock, este bebé le traería problemas, pero sabría cuidarlo.
— Madara-sama como usted es un hombre le daré un especial cuidado.
— No los necesito, ya pasé por una guerra, y fui líder de mi clan. Un simple bebé no evitará ni mi entrenamiento ni cumplir mi objetivo. Recuerda lo que te dije de la piedra del Santuario, este bebé representa lo escrito en ella. Necesitamos seguir con el plan
— Bueno Madara-sama, confío en usted. Pero recuerde que no puede sobrecargar su cuerpo —Nande se retiró a buscar comida. Le tocaba a ella cazar, así que tomó su kunai.
Madara se recostó, ya pensaría en que hacer con el bebé.
Hashirama.
La expedición había vuelto, ningún resultado.
Basta, esto ya estaba fuera de sus cabales, ya no lo soportaba más, ya no más. Se sentó completamente furioso en su escritorio, listo para tomar otro sorbo de té. Se sentía impotente, pero él lograría a todo costo su cometido, lo recuperaría. No se iba a dejar vencer tan fácil, palabra de Senju. Mientras estaba sumido, se metió a la oficina su esposa, tenía una vaga idea de que podía ser que no encontrarán a aquellos dos.
— Buenas noches, Hashirama te tengo una importante noticia.
— Habla Mito por favor.
— Creo saber cual es el causante de que tus expediciones hayan sido un fracaso, mi hermana puede ser el origen.
— Espera, ¿mi cuñada? —Hashirama vacilaba un poco, aún pensaba que podía su ex-amante.
— Nande Uzumaki, a pesar de ser una mujer la cual su destino era prepararse para ser una buena esposa, demostró un espíritu guerrero y es considerada una prodigio en el Clan Uzumaki. Para la era de Guerra de Clanes ella fue la capitana de nuestros soldados. Me cuesta aceptarlo pero me superó a mí en el uso del Fūinjutsu, el cual es mi especialidad, es una total maestra de Kenjutsu, tiene buenas habilidades en Taijutsu y Ninjutsu, no posee mucho conocimiento acerca del Genjutsu, pero eso no significa que no pueda utilizarlo, más para su técnicas de sellado. No sólo eso, se destaca como Ninja Médico, aunque he de admitir que yo la vencí en ese campo. Ella pudo haber creado un sello ilusionista, necesitamos refuerzos de mi Clan para deshacer los sellos. Esa era mi información y espero que sea de gran ayuda —Antes que se fuera, Hashirama la tomó de los brazos y le dio un corto beso, en verdad le había servido de mucho el aporte de Mito, esta se limitó a sonreír y sonrojarse.
— Adiós Mito —Le sonrió, ella no era mala esposa, no la merecía, la apreciaba pero todavía amaba a Madara. Y ella había encontrado la clave de su expedición. Era un buen avance.
Bien, hora de formular un plan junto a Tobirama.
Madara.
Le dolía un poco el abdomen, tenía ya un plan formulado con su pequeño hijo. El era la clave para hallar la salvación del mundo, así que lo protegería igual que Izuna. Pensaba que podría ser, si un niño o niña. No es que el sentido maternal lo llenaba, era igual que le sucedía cuando su mamá le decía que estaba embarazada. Se preguntaba porque había sido tan débil ante él, tan sensible, él era Madara Uchiha y se había comportado como una mujer delicada.
Su comportamiento anterior le daba asco, se había sentido tan débil y frágil ante aquel Senju, ¿y si era porque él no sabía amar? ¿y sí era porque él fue su primer amor correspondido? ¿y si era porque lo agarró en aquel momento de debilidad? Eran razones estúpidas al igual que su comportamiento, él era un Ninja, uno de los más poderosos ninjas, su nombre era temido en varios lugares, comportarse de esa manera tan ilógica era irracional. Su comportamiento sólo trajo problemas. Se empezó a sobar el vientre. Acordándose de que cuando su madre estuvo embarazada de Izuna, ella y él le hablaban al bebé en el vientre. No sería mala idea probar un poco, pero que nadie lo viera.
— Hola pequeño o pequeña, no sé cómo estás ahí adentro, ni cómo serás. Sólo debes saber que eres importante, en ti se cumple un plan que traerá al mundo la salvación. Te voy a proteger al igual que tu tío Izuna, él seguro saltaría de la alegría para después querer asesinar a tu padre —Siguió sobando su vientre, aún seguía plano, sólo siguió pensando en que el papá de aquella criatura, que lo hizo comportarse de aquella manera, lo traicionó de la manera más cruel. Que estupidez había cometido al enamorarse.
Nande había vuelto de cazar, esta vez era un venado con 3 conejos, normalmente se podía comer eso en 2-3 días pero ahora se limitaba a un día y medio casi 2. Se quedó viendo en secreto a su maestro, se miraba tan adorable pero sabía que su maestro era muy intimidante. Aún tenía que investigar sobre porqué su maestro tiene el don de concebir bebés, quién era el padre y le interesaba Izuna Uchiha. Tobirama ya le había hablado de él, pero quería oír lo que Madara podría decir.
Entró, interrumpiendo el pensamiento del cuervo.
— Maestro, ya volví de cazar.
— Uh, hola Nande, después de comer vamos a entrenar, no podemos quedarnos así de débiles más con Konohagakure al acecho.
— Claro maestro. Ya voy a preparar la comida, le pedía ayuda para mi Fuuton —Madara asintió, después se fue Nande.
Hashirama.
— Tobirama, ya tenemos la clave de la expedición, tienes que llevar a Mito y buscar a más Uzumaki. Saldrán la próxima semana. Necesitamos que esos dos vuelvan y sé que eres el mejor para idear planes —Decía el mayor mientras estaba sentado en la silla principal de su oficina, viendo al menor.
— Bueno hermano —Tobirama salió rápido a la oficina, le tocaría un largo viaje, había fallado las expediciones anteriores, pero informes le habían dicho que Nande había sido avistada en cierta zona.
Hashirama sólo quedo viendo a la ventana, no volvería a ser un Hokage impotente, resolvería todo. Y recuperaría el amor de su vida.
(...)
Nande estaba ocupada, cocinando para su maestro cuando sientió un chakra extraño. Activó su Byakugan y al ver los flujos enormes de chakra, supo que se trataba de su Clan. Corrió hacia el Uchiha, hasta entrar al cuarto de este para advertirle.
— Maestro, tenemos que empacar rápido, la expedición se acerca, esta vez siento chakra de gente Uzumaki. Ellos pueden deshacer mis sellos.
— Tengo una mejor idea, ¿recuerdas el sello que querías hacer para trasladar objetos en un lugar previamente marcado?
— Sí, me llevará algo de tiempo y también mucho chakra. Pero empezaré desde ahora —Dijo la chica, trotando levemente sus dedos.
— Pasa mi hoz y mi abanico. Yo los voy a distraer —La chica asintió, pasando los objetos mencionados a las manos del Uchiha.
— Está bien maestro, estaré monitoreando su chakra mientras preparó el sello. Un embarazo es peligroso —Dijo la chica para caminar rápido hasta su biblioteca y sacar varios pergaminos.
Madara estaba esperando. Sólo esperaba a que ellos entren a la boca del lobo.
Tobirama.
Los Uzumaki ya estaban listo para realizar la cancelación del sello, habían rastreado el chakra del mismo para deshacerlo. Mito estaba al frente del grupo, con un pergamino secreto.
Fūinjutsu: Cancelación del Sello 2, arte de las babosas.
Bien, pudimos divisar una cueva que antes no estaba ahí. Mandé a mis hombres a bajar, cuando los que habían entrando fueron empujados por una gran ráfaga de viento, de ahí salió la sombra de una persona irreconocible.
—Vaya, al parecer nos encontraron pequeños insectos, estoy listo para todo —Nos dirigió una sonrisa socarrona, ese maldito se las va a ver.
— Suiton: Dragón de agua —Le lancé un potente jutsu del elemento agua, que él pudo contrarrestar.
— Katon: Majestuosa llamarada de fuego —Mierda, la pude apenas contrarrestar con otro jutsu se agua—. ¿Quién quiere bailar conmigo? —Se rió de una forma psicótica.
— Vayan por él —Dije en un intento de atraparlo.
Madara se colocó su abanico y su hoz atrás, sólo ocupaba su Taijutsu, lograba dejar mal heridos a todos mis hombres, los cuales trataban aunque fuera de rozar su rostro. Sólo reía con una mirada de superioridad ante nosotros y el Mangekyou Sharingan activado. Todos ellos estaban tirados en el piso, con fracturas seguramente.
— ¿Eso es todo lo que tiene sucia sabandija? No te perdonaré jamás, primero mi hermano y ahora mi clan. Mereces morir —Se acercó amenazadoramente con su hoz, en una lucha contra mi espada. Izuna...
— Te mataré Uchiha, eres un ser despreciable —Ya estaba algo furioso por la actitud estúpida de él. Mito no podía ayudarme, curaba con su chakra a los demás. Madara soltó una carcajada.
— Susanoo —Ahora sí todo está perdido.
— Suiton: Torbellino de agua —Lancé el jutsu para ganar tiempo, logrando siquiera lanzar al Susanoo de Madara algo alejado. Me fijé rápido en la cueva la cual ya no estaba, Nande estaba detrás de un árbol, viendo a su maestro.
— Pobre rata albina, aún con tu despreciable muerte no podrás pagar la vida de Izuna, pero será un deleite a mis ojos —Cerré los ojos esperando el golpe final, cuando escuché que algo cayó, abrí para ver que el Susanoo ya no estaba y Madara inconsciente, una gran oportunidad.
Corrí hacia Madara, dispuesto a finalizar con su miserable vida, cuando sentí una patada que me lanzó contra un árbol.
— ¿No crees que es algo cobarde de tu parte Tobirama? Mi maestro está inconsciente por una razón que sólo nosotros dos conocemos. Lucharía contigo aquí, pero acabo de ocupar todo mi chakra, nos volveremos a ver roedor albino —Nos quedó viendo de reojo a Mito y a mí antes de irse con Madara en su espalda. Mito le gritó que esperará pero ella ya se había ido.
Yo estaba enfermo, mi chakra era algo insuficiente para esta batalla. Ninguno estuvimos en condiciones, pero cuando nos volvamos a encontrar, esto tendrá un resultado diferente.
Madara.
Despertó inconsciente en su cama, Nande estaba al lado de él haciendo una revisión.
— Que bueno que haya despertado, no puede gastar mucho chakra maestro, menos en el Susanoo, el bebé ocupa su chakra —Nande le recriminó mientras trataba de estabilizar a Madara.
— Que fastidio —Dijo para incorporarse suavemente, sentarse con la pared de apoyo. — El bebé está sano, no tuvo ninguna herida grave, pero se desmayó en medio de la batalla. Puede desarrollar anemia, así que buscaré como plantar unas hierbas que son buenas para mantener sano a las madre o en su caso padre.
— Eso fue muy penoso, yo quería divertirme más —Esbozó una sonrisa de lado— Después buscaré como vengarme pero ahora tengo algo de hambre.
— Ya le traigo su comida —Salió ella del cuarto, dejando solo a su maestro.
Madara, se sobó el abdomen, estaba algo frustrado con la vida que crecía en su interior, por su culpa no había podido asesinar al idiota ése. Tal vez el bebé no quería ver muerto a su único tío, pero por la culpa de él, su hermano estaba muerto. Ahora estaba rojo de furia, pero se calmó.
— Me las voy a vengar, Hashirama, Tobirama, merecen morir —Una figura negra con ojos amarillos los veía secretamente.
—Pronto reencarnación de Indra, pronto —Esbozó una sonrisa maligna aquella criatura. El Uchiha le hacía las cosas más fáciles.