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True Friends (HASHIMADA) por DarkParadiseNS

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Notas del capitulo:

Perdón por no publicar durante bastante tiempo, espeor les guste.

Madara.

Caminaba por los pasillos de la guarida, tenía ya completamente establecida una residencia digna de él. Iba hacia la biblioteca, la cual estaba llena de secretos de las recién formadas aldeas, clanes poderosos, libros de Taijutsu, Ninjutsu y Genjutsu, así como una colección especial de Fūinjutsu en proceso hecha por su alumna.

Su embarazo rondaba por los 6 meses, no tenía ningún problema en ellos, estaba tan acostumbrado al dolor, que este le daba nostalgia, el saborear la época de la Guerra de Clanes tenía buenos recuerdos, cuando ese idiota no le hechizaba con aquellas palabras de supuesto amor y todo eso.

El fruto de aquel falso amor estaba creciendo dentro de él, no se molestaba en absoluto. La profecía de la Piedra Sagrada se cumpliría en aquel niño que llevaba en su interior.

Nande entró con más libros, para rellenar la biblioteca. Estos últimos meses había escrito todo sobre su clan, Fūinjutsu y sobre el extraño caso de su maestro.

— Buenas tardes Madara-sama, veo que está algo ocupado —Acomodó aquellos pergaminos, la biblioteca iba llenándose poco a poco—. Deje ver al pequeño o pequeña Uchiha —Activó su Byakugan, hace 1 mes que se enteró del padre del bebé, casi se desmaya—. Está sano.

— Buenas tardes Nande, seguiré leyendo los pergaminos —Se sentó en los sofás de Madara que también construyó su pupilo—. Te pido que me dejes estar solo, quiero hacer algunos experimentos.

— Vale maestro, nos vemos más tarde Salió de aquel lugar, su deber jamás acababa.

Hashirama.

El Primer Hokage no podía estar más feliz, su primer hijo —hasta donde sabía— Estaba siendo concebido en el vientre de su esposa. La noticia lo había llenado de completa alegría, pero en el interior hubiera deseado que el bebé fuera de Madara.

El recuerdo del pelinegro lo llenaba de nostalgia, aquel su mejor amigo, rival, posterior amante, se había ido de su vida. Pero a él llegaba una nueva. Sí era niña su nombre sería Tsukine, sí era niño su nombre sería Harume. Sus pensamientos fueron interrumpidos por Tobirama, quién entró con una sonrisa poco casual en su albina cara.

— Me siento completamente feliz que tengas descendencia, creí que el asunto de Madara te causaría impotencia —Hashirama se colocó en su habitual aura deprimida, Tobirama jamás podía dejar de ser tan aventado a las palabras.

— Tobirama, estoy feliz por ello también pero, ¿no puedes ser más suave? —Seguía en aquel ambiente deprimido.

— Bueno, pero me preocupaba bastante tu asunto con Madara, hasta creía que eras un raro —Se le heló la sangre con sólo decirlo, era como su peor pesadilla. Hashirama palideció un poco sin hacerlo notar al albino que estaba en frente.

— Los busco porque son un potencial peligro a la Aldea, es mejor tenerlos de aliados —En parte lo decía por verdad, en parte era una mentira. Sólo para salvarse a los ojos de su hermano.

— Bueno, está bien supongo. Madara me cuesta aceptarlo, pero es un Ninja muy hábil y fuerte, mientras que Nande es una excelente Ninja Médico y una gran conocedora del Fūinjutsu. Serían de mucha utilidad en esta aldea —Eso no alejaba las sospechas que traía el albino al comportamiento de su hermano mayor, pero le daba un punto a favor—. Me retiro, nos vemos en casa —Salió rápidamente, Hashirama se recostó un poco más en su escritorio, suspirando muy fuerte.

— Siempre habrá guerras, lo extraño aún.

(...)

Madara.

Ya estaba en los 7 meses de embarazo, le costaba un poco adaptarse a su enorme panza, se recostó en su asiento. Empezó a tararear una canción.


No contendría la respiración si fuera tú, 
Porque podría olvidar, pero no perdonar, 
¿No lo sabes, no lo sabes? 
Los verdaderos amigos te apuñalan de frente.

No contendría la respiración si fuera tú, 
Rompiste mi corazón y no hay nada que puedas hacer. 
¿Ahora lo sabes, ahora lo sabes? 
Los verdaderos amigos te apuñalan de frente.

~

La melancolía llenaba un poco su ser, los cambios hormonales lo tenían algo sensible, pero no quitaba el hecho de que seguía siendo un aguerrido Ninja. Es difícil perdonar a alguien que vendió a tu amado clan, que ese mismo lugar por el cual dabas la vida te haya dado la espalda, toda tu familia muerta, la persona que mas amabas en esta cruel guerra te haya sido arrebatada por el hermano de tu ex-amante. Lo peor, ahora por una aberración de la naturaleza estés esperando un hijo de él, era más deshonra en su familia y en su nombre. Sólo lo llenaba más de ira, tenía ganas de destrozar todo aquellos, podía sentirse plenamente feliz lleno de sangre, pero desgraciadamente —y por recomendaciones de Nande— tenía que estar así, ya que el pequeño se conectaba a su red de chakra, chupando como sanguijuela ése mismo. No podía pelear como antes, hasta que él naciera.

— Sólo espera un poco más Madara, sé paciente, tú puedes. Has resistido más que esto.

Hashirama.

Se sentía doblemente mal, el bebé que esperaba con Mito estaba en un estado crítico, al igual que su madre. Ambos padres pusieron empeño para mantenerlo a ella y él estables. Los habían colocado inclusive en una área prohibida del hospital de reciente fundación, el cual era para peligros extremos.

Sólo esperaba lo mejor, no había podido dormir en días, quería crear un buen Ninjutsu Médico para mantenerlo vivo, no se sentía con tanta voluntad de hacer algo, desde que Madara se fue.

— Ustedes dos vivirán, aunque me cuesta encontrar una forma, pero ustedes dos van a vivir.

(...)

Madara.

Estaba recostado en su camilla, hoy era el día de la operación, Nande estaba con guantes negros previamente desinfectados, habían varios instrumentos médicos, él podía resistir el corte.

Nande empezó a desinfectar la parte del corte, Madara estaba inclusive muy relajado, se sentía muy alegre de que este bebé fuera a nacer.

Prosiguió con el corte, para él era como un pequeño rasguño de un gato bebé, la guerra lo había hecho inmune al dolor físico, media hora después oyó aquel llanto, no pudo verlo al instante, todavía faltaba coser la herida y asegurar que no fuera a morir por desangrado.

El bebé se oía al otro lado de su cuarto, Nande regresó para terminar con la cirugía. Al terminar, Madara se recostó en la camilla, mientras que la pelirroja botaba los guantes e iba por el recién nacido.

— Es un bebé muy sano Madara-sama, es niño —Se lo dio a su madre, el cual lo recostó en su pecho— ¿Cuál será su nombre?

— Hiroki, Uchiha Hiroki —Contestó aquel pelinegro, contemplando a su pequeño hijo, era pálido como él, pero con el cabello castaño oscuro de su padre.

—Lindo nombre, lo dejaré solo con su bebé —Salió del cuarto para registrar al bebé y terminar las anotaciones del embarazo. Tenía gran trabajo.

— Así que tú estuviste dentro mío Hiroki, sabes, eres muy lindo. Me siento feliz de tenerte, me gastaste mucho chakra y tiempo, pero valió la pena, te... —Madara silenció al escuchar una risa aguda.

— Vaya Madara, la reencarnación del Sabio de los Seis Caminos en verdad está sano —Apareció ante él una figura negra, con ojos amarillos y de una forma asquerosa.

— ¿Quién eres? —Madara colocó en forma protectora a su hijo en el pecho.

— ¿Quién soy? Soy alguien que ha estado por todo el mundo, que ha estado esperando por que naciera tu hijo con la transmigración de Ashura.

— ¿Ashura? —Madara estaba algo sorprendido pero no lo hizo notar al mantener su posición neutral de siempre.

— ¿No lo sabes? Tú eres la transmigración del hijo mayor del Sabio de los 6 caminos, tú fuiste Indra en tu vida pasada, mientras que el Primer Hokage era Ashura en una vida pasada. Ambos son los fundadores de tu clan y el Senju. Ese hijo es la reencarnación del Sabio, por tener sangre tuya y de Hashirama. Si quieres cumplir lo escrito en la Roca, permite que sea tu siervo, ayudando en la crianza de tu hijo —Zetsu se arrodilló en frente del azabache, con una sonrisa cínica ya que revivir a su madre no parecía tan lejos, Madara se quedó pensativo pero se fue hacia el ojos amarillos.

— Acepto el trato, a cambio de que me seas fiel —El más bajo río tenebrosamente, Madara lo quedó viendo con una mueca de cierto desprecio.

— Claro mi señor, yo lo ayudaré en su venganza.

Ambos quedaron viéndose fijo, Zetsu manteniendo esa sonrisa cínica y Madara con una cara de asco. Que comience el juego.

Hashirama.

El Primer Hokage estaba más serio que de costumbre, el bebé pudo salvarse a penas, la madre estaba con más cuidados que nunca, se sentía en una parte aliviado pero en la otra muy infeliz.

Ya se cumplían casi 10 meses desde que se fue Madara, no sabía nada de él, lo empezaba a extrañar otra vez con la misma frecuencia.

— ¿Sí hubieras estado aquí, no estaría sufriendo? ¿No estaría preocupado por pensar en que tú y el bebé pueden morir? Me pregunto siempre el porqué una decisión tan lunática, luego recuerdo que eres Madara, tú no eres como los demás. Es feo sentirme impotente, tú me provocarte esto, tu partida me recuerda que también soy humano, que también la jodi mucha veces, Madara vuelve...

Notas finales:

Aquí hay muchos cambios sobre el manga :'3 espero les guste 


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