Capítulo 3
Abro los ojos lentamente, lo primero que logro distinguir es el techo, parpadeo lentamente antes de intentar incorporarme, la situación me golpea instantáneamente antes de ser consciente de ello:
-Touya es mío- digo en voz alta como para creérmelo, para reafirmarlo, para volver e inundarme en la felicidad. Me levanto y veo el reloj, es temprano, tal vez por eso la iluminación, reviso la pantalla de mi celular y ahí está, un mensaje de él, mi corazón se para por un momento, apenas logro ingresar al buzón y abrirlo:
Hola, Yuki, emm no quería despertarte, pero simplemente tenía que saber de ti, no quería aguantar hasta el lunes para verte de nuevo, Yuki, hoy estaré solo, mi hermana se va con Tomoyo de paseo y se quedara con ella y mi papa tiene viaje de negocios, ¿quisieras venir a pasar el día?
Supe entonces que me despertó, mi sonrisa tonta me delataba, claro que quería ir, era, como decirlo, ¿nuestra primera cita? Tome mi teléfono y marque directo a su casa… sonó una vez… do...
-¿si bueno, Yuki?- dijo esa voz encantadora que me gustaba tanto, sonreí otra vez para mí mismo.
-¿Cómo supiste que soy yo?- dije lentamente mientras me sentaba otra vez en la cama, este chico iba a hacer que me diera un paro respiratorio- jajá Yukito, solo tu marcas a mi casa directamente en vez de a mi celular, para de paso saludar a cualquier miembro de mi familia que este de paso, eres un chico encantador, eso es un peligro extra, te adoran casi tanto como yo- terminó y me quede en shock, ¿Cómo lo sabe...? Creo que no fui tan discreto todos estos años.
-ok, emm… gracias- dije y me recosté.- no te preocupes te quiero así, ¿vendrás a mi casa?-
-Claro, ¿a qué hora?-dije oyendo atentamente su respiración del otro lado de la bocina.
-de inmediato, quiero que pasemos el día juntos, te quiero aquí conmigo-terminó, tarde un poco en contestar, nunca creí que oiría eso- ¿quieres que valla por ti?-
-No, no está bien, voy para allá dame una hora- vivir tan cerca podría ser una gran ventaja.
-OK, Yuki, te quiero.- oí decir, y la línea quedó en silencio. Me levante rápidamente, hice mi cama, y entre a ducharme, tuve un cuidado más grande este día en quedar completamente limpio, mi cabello desordenado pero lo suficiente, lo seque, y me vestí lo más sencillo que pude era domingo, mi casa estaba completamente ordenada, así que, camine hacia el picaporte con mi mochila, en hombro, cerré con cuidado, ambas puertas y caminé calle abajo hasta vislumbrar la casa pintoresca que era mi destino, me detuve en la valla por un momento, y pensé, él estaba ahí dentro, esperándome solo a mí, sonreí de nuevo. Abrí la puerta de la cerca, entre con el paso firme que me determinaba que estaba feliz y confiado- aunque fuera solo la primera- toque el timbre y esperé. Abrió la puerta más rápido de lo que me esperaba, y sonrió más ampliamente que nunca, dios era hermoso.
-Hola- dije sencillamente el me hizo un ademan para entrar, lo hice. Entre dando pasos lentos y observando la casa que tantas veces había visto, que tantas veces había usado, era acogedora, el sonido del seguro de la puerta me hizo volver la cabeza:
-ha caído usted en las manos de su novio- dijo viéndome con cara traviesa. No dudé, me lance sus brazos, lo abrace mis brazos en su cuello y el con sus brazos en mi cintura pegándome a sí mismo, nos quedamos así por unos segundos, y me susurro al oído: -por fin eres mío- sonreí.-Siempre- dije.me beso tiernamente unos segundos, y por fin dijo: -paciencia, mi pequeño, -noto mi avidez por él supongo- primero la comida. Sonreí,
(Al parecer este día tenía un tic facial que me hacia sonreír de más)Pasamos el día viendo películas, y comiendo, él era un muy buen cocinero, estábamos en el sillón de la sala, Touya sentado y yo sobre él, me abrazaba y apretaba contra su cuerpo, le daba de comer en intervalos pequeños y él me besaba como recompensa, sinceramente no estaba entendiendo mucho la película, mi concentración estaba en esa voz que ronroneaba en mis oídos, y que decía que me quería y que, todo valdría la pena, que sería difícil pero que así debían de ser las cosas. Estaba completamente feliz, este día era inmejorable, perfecto.
-Mi teléfono- dijo el-probablemente debe ser Sakura- subió las escaleras y me hizo una señal para que viniera con él, no tenía problema, su cuarto me encantaba, y había dormido con el muchas veces antes, subí las escaleras y lo encontré hablando por el auricular diciendo instrucciones muy rápido, camine por su cuarto, viendo y notando el desorden, sus libros apilados en el escritorio, su ropa en una silla al lado de la ventana, y las cortinas corridas, daban a este sitio un particular aire de cueva-sonreí-
-no más interrupciones- dijo abrazándome por la espalda, lo cual me gusto, me besó el cuello lentamente, debo admitir que se sentía muy bien, voltee y lo abrace de igual modo, besándolo en silencio, ya no había palabras, dejaríamos que nuestras acciones hablaran por nosotros, el beso que empezó lento se convirtió en algo fuerte, rápido, apasionado, era la palabra, me separe para obtener aire y apenas logre balbucear-tú también estas ávido de mi- Sonrió, una pequeña sonrisa que me gusto todavía más, y es que una cosa era la sonrisa que me daba a diario, y otra era, esta sonrisa, cuando estábamos solos, cuando solo importábamos él y yo. Reflejaba su… excitación. Me apretó aún más, caímos a la cama, estábamos uno al lado del otro, nos besábamos y tocábamos delicada mente, estuvimos así por un rato hasta que tome su camisa de botones, empezando a desabrochar…
-espera.-detuvo mi mano y voltee a verlo.
-¿Qué pasa?- no sé si estemos listos para esto
- y ¿porque no?, Touya sinceramente no creo que haya otra persona en Tomoeda que te ame más que yo, desde hace tiempo, desde siempre, tu eres mi sueño, has sido mi vida, por favor, el asustado debería ser yo… ¡Soy virgen!
-Yo también.- lo mire incrédulo, Touya había tenido relaciones con chicas antes, pero no sabía si, habían llegado…
-¿No me crees?, Yuki, eres mi primer novio, mis otras relaciones fueron cosas de niños, y nunca llego a nada más, pero contigo quiero que sea diferente, quiero que sea duradero, y hermoso, y creo que si tenemos… sexo en nuestra primera cita, puede mal interpretarse- me lance y lo besé, era tan considerado, de verdad, ¿merecía tanto amor?
-Es por eso que creo que está bien, porque nadie puede profesar tanto amor como tú a mí. Nadie me tiene en tan buen concepto como tú, nadie es más perfecto para mí que tú, y si lo hacemos, es por amor, ¿no es así?-
-De lo único que no debes protegerme es de ti.-dicho esto, se lanzó sobre mí, estaba recostado en su cama, con el sobre mí, creo que ni siquiera con un abrazo podría tenerlo más cerca que en este momento, estaba contra mí, presionado sentía cada parte de su cuerpo, desde su cabeza, que me besaba con desesperación, su mano que tenía aprisionada la mía, con el brazo hacia arriba, la otra mano en mi cadera-yo lo abrazaba con mi mano libre- su pecho que firme pero suave en el mío, mis piernas estaban abiertas dejando el espacio suficiente para maniobrar sobre mí, me quité los zapatos, creo que era un buen momento para sacarle la ropa, empecé a desabotonar la camisa con una mano, y no tarde en darme cuenta que era torpe en eso, ¿Cómo había logrado vestirme toda mi vida?, escuche su angelical y peligrosa risa, -me sonroje- me ayudó quitándosela el mismo, nuestra posición, yo recostado con piernas abiertas, Touya en ese hueco, de rodillas recostado sobre mí, con una mano apoyada, y con la otra en mi cuello apretándome contra él, lo abrace con mis piernas y lo contraje más hacia mí, quería su cercanía, la añoraba más que nunca. Su piel nívea me recordaba el color arenoso-grisáceo de mi cabello, era tan blanco, sus mechones de cabello me hacían cosquillas en la cara mientras bajaba besando mi barbilla, mi cuello, mordiendo suavemente en la manzana de adán, -dios era increíble- llegó hasta mi abdomen, y empezó a levantar mi camisa, me sentía apenado, mi cuerpo no era tan hermoso como el suyo, ni tan bien formado, pareció no importarle, -creo que el amor es ciego, me anime- empezó a lamer la parte cercana de mi ombligo, metiendo la lengua repetidamente, haciéndome ver estrellas, todas esas sensaciones contenidas en mí, y en él. Se detuvo y me sacó la camisa, se quitó los zapatos y se recostó sobre mí de nuevo, la temperatura de su cuerpo era exquisita, me besaba, pero esta vez empezó un ligero pero marcado vaivén contra mi cuerpo, sus caderas contra las mías, hacían que nuestra virilidad se rosara, -un gran problema empezó a denotarse en nuestros vaqueros- comencé a gemir instintivamente, lo noto y se separó para dedicarme una sonrisa y luego morderme juguetonamente el labio, siguió besándome, y lo gire, estaba nervioso pero decidido, estaba sobre él, aprisionando sus brazos pase mi lengua impaciente por su pecho, llegue hasta uno de sus pezones, y mordí levemente…-Yuki…ahaa..-oía como gemía y decía mi nombre, me alentó, seguí bajando por su abdomen, hasta, su ombligo, deje leves marcas y le lance una mirada de tu eres mío llegué hasta esa parte donde hay un camino ligero de vello, el camino que debía seguir me dije, empecé a desabotonar el pantalón, y lo bajé dejándolo en bóxer, dios era tan perfecto, me volvió a girar, ahora estaba sobre mi quitándome el pantalón también, me quitó el cinturón, y empezó a jugar con él, me reí, era un tanto raro, me mordí el labio, una clara invitación para que viniera y me besara de nuevo, apasionada mente, salvaje mente, su lengua y la mía luchaban por un ganador, se alejó y mordió mi barbilla de nuevo, segundos después mi pantalón estaba fuera, pero no conforme con eso, mi calzoncillo oscilaba, cerré los ojos para no ver su expresión, me lo quitó.
Comenzó a tocar mi miembro-ahaa…- lo llevaba de arriba abajo, lentamente, mientras me veía y me sonreía, lamio la punta y luego hasta la base-ahaa… Touya, no…- ya era tarde, se quitó su bóxer, y nuevamente estaba sobre mí su cuerpo completamente hermoso, tan cálido, para este momento ya estaba perlado por el esfuerzo, sentía su miembro erecto contra el mío, apretando…
-¿estás listo?- susurro mientras lamia mi lóbulo-
-Si…- bajo de nuevo pero esta vez hasta mi entrada, comenzó a prepararla introduciendo suavemente un dedo, -ahaa…- otro dedo lentamente sentía una especie de electricidad que recorría mi cuerpo, estaba casi en el límite, remplazo sus dedos por su miembro, la sensación era un tanto extraña pero placentera, dios sí que me gustaba, profundizo la penetración mientras se acercaba más a mí. Me tomo de los hombros y bajo para besarme mientras movía sus caderas de atrás a adelante-ahaa…Touya, Touya…-seguía cada vez más rápido las estocadas eran intensas, lo abracé con mis piernas, lo tome del cuello y lo jale, quería besarlo, quería reclamarlo, este hombre es mío, solo mío, no pude más me vine sobre mi abdomen con un arqueo de espalda, lo jale y la contracción de mis paredes internas lo apretaron, haciendo que él se corriera también, me hizo ver estrellas por un momento, me besó tiernamente una vez más, y cayó sobre mí, salió delicada mente y me abrazó mientras besaba de nuevo, así nos quedamos un tiempo más… no importaba mucho el tiempo, en realidad, era lo de menos.
-creo que, de verdad, del único que debes protegerte, es de mi-dijo y sonreí.
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