Mi Secreto
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
SABOR CHOCOLATE
Me he dado cuenta de que Sasuke tiene los ojos más hermosos que jamás haya visto...
Chocando nuestras miradas por mucho tiempo, abrazado a él con un sonrojo en mi rostro, no sabía exactamente de que forma reaccionar después de tantos besos.
- Sasu...ke... - susurré tímidamente intentando cortar el momento bochornoso - Creo que ya deberíamos irnos... las clases terminaron hace rato...
Él volviendo a observarme directo a los ojos me dedicó una cálida sonrisa.
- Cierto... vámonos
Levantándose y ayudándome a pararme, con las piernas bastante entumidas logramos caminar hasta fuera del salón de teatro.
No sé cuanto tiempo estuvimos allí encerrados, el caso es que cuando salimos ya la mayoría se habían ido de la escuela. Y eran pocos los que se quedaron para estudiar o repasar las clases con profesores de diversas materias. O en otro tipo de casos, algunos que se quedaban para esperar a ciertas personas desaparecidas...
- ¡Naru-chan! - mi amiga Temari me gritaba desde el interior del salón de clases con una mirada bastante atemorizante
Pero curiosamente esa mirada cambió instantáneamente al ver a quien se encontraba entrando conmigo al salón de clases. Y precisamente su reacción no fue muy discreta.
- ¡OH MY GOD!
Exactamente a eso me refiero.
Antes de que pudiera dar una buena explicación, Temari ya se me había adelantado. Con una sonrisa pícara me dio mi mochila y salió corriendo del salón con un simple "te veo después".
- Baka... - susurre de nuevo sonrojado por la gran imaginación de Temari
Abracé mi mochila y miré a Sasuke de reojo, esperando algún comentario sarcástico de su parte.
- Tu amiga es linda
No era precisamente eso lo que quería escuchar.
- ¡ARGH! - hice un puchero y caminé hacia el pasillo dirigido a la salida
- ¡Espera! - inmediatamente él me siguió, colocándose a un lado de mí
Me detuve algo apenado. Haciendo que él se detuviera y me mirada desconcertado.
- ¿Qué pasa?
Alcé mi mirada con timidez y sin querer oírme muy afeminado le dije la respuesta que tanto quería escuchar.
- Sí quiero...
Lento, Sasuke no captó mi mensaje. O quizá fingió para querer escucharme decirlo más completo.
- Quiero decir... que si quiero... bueno, tu entiendes... tu... pareja...
En sus labios se dibujó una sonrisa e inmediatamente me plantó un nuevo beso.
Momentos después de poder quitármelo de encima, Sasuke y yo íbamos caminando por la calle... de la mano.
- Sasuke... esto es... algo... em... vergonzoso - mientras le decía eso, me dedicaba a mirar para todos lados con pena a que alguien conocido nos viera
- Jaja, no seas tan penoso
Suspiré algo aliviado de no tener a nadie conocido siguiéndonos u observándonos.
- ¡Ahh, espera! - me detuve y lo miré rápidamente - Este camino va hacia mi casa
- Me parece
- No, no, quiero decir... es que... debo ir a trabajar, al café del papá de Temari
Retomando una sonrisa en sus labios me miró fijamente.
- ¿Y usarás de nuevo ese precioso uniforme de mesera?
Mi rostro se puso más rojo que un jitomate al escucharlo decir tal cosa.
- ¡BAKA!... - lo empujé avergonzado de imaginármelo viéndome embobado con esa ropa
Y de pronto, sin darme cuenta como, él ya me tenía acorralado en la pared con su mirada clavada sobre la mía.
- ¿Y si faltas al trabajo hoy?... - susurró en un tono muy sensual
La piel de mi cuerpo se erizó al escuchar su melodiosa voz en un tono como ese.
- No puedo... es algo que debo... - sin dejarme terminar la frase sus labios fueron a rozar los míos de forma tentadora guiándose hasta mi oído
- Hoy... estoy solo en mi casa... - volvió a susurrar
Mis piernas se pegaron la una con la otra instintivamente, mientras mi corazón latía a mil por hora. Esa noticia no me dejaba mucho que imaginar... apenas comenzábamos una relación seria... y él ya quería llevarme a su casa, cosa que aunque atrevida... de sus labios se escucha muy estremecedora.
- ¿Y... eso qué?... - me hice el despistado para no comenzar a pensar mal de él
Pero como era de imaginarse, lo más seguro sería que estaría en lo correcto. Y eso no es que lo haya dicho al momento, su mano acariciando mi pierna me lo insinuó perfectamente.
- Bueno, creí que quizá mi nuevo novio no querría dejarme pasar el día sólo en una casa tan grande...
Tengo que resistirme a tal tentación. Por que no es el momento... no es el día indicado... y... em... y... pues... ¡tengo que trabajar!
- Pero el trabajo Sasu... - sus labios me dejaron callado en segundos
Bien... quizá sea una vergüenza, pero... me convenció...
Frente a la casa de Sasuke me sentí paralizado. Mis piernas no me dejaban dar paso al interior. Me sentía bastante cómodo allí fuera, mirando la puerta... sí... es de madera muy fina... ¡Ahh!... ¡¿a quién engaño?!... me da miedo...
- ¿Qué esperas? - mirándome de reojo Sasuke notaba mi inmovilidad y no es que sea exagerado... pero quizá sea mejor que me lleven al médico
Antes de poder decirle que me llevara con el doctor más cercano, Sasuke ya me había empujado haciendo que cayera dentro de la casa.
- ¡AHH!... - me coloqué de rodillas en el suelo sobándome la cara por el golpe
- Em... ¿lo siento?
Miré a mi nuevo novio con el ceño fruncido... ¡¿qué clase de disculpa fue esa?!
- Jajaja, no te enojes, lo lamento - me ofreció su mano para ayudarme a levantar
Algo apenado le di mi mano y en un instante ya me encontraba de pie... en los brazos de Sasuke. Me tenía muy pegado a su cuerpo que ni mis brazos tenían el suficiente espacio para corresponderle. Sus ojos penetraban a profundidad los míos de modo que me hacía sentir mariposas en el estomago.
Claro que, antes de que pudiera pegar mi boca a la de él por su mágica manera de atraerme. Él me dejó libre y se encaminó dándome la espalda. Haciendo que en mi cara apareciera una expresión sarcástica.
- Ven
Suspiré sin remedio y lo seguí.
El camino se me hacía conocido, aunque claro que la primera vez que había ido a su casa no tuve tiempo de mirarle detalladamente. Es hermosa y bastante grande. Quizá podrían vivir 5 familias en esta casa.
Nos detuvimos ante una puerta. Nuevamente familiar para mí... así es... la habitación de Sasuke...
Nuevamente mi corazón latía de forma que parecía que saldría de mi pecho. Los nervios comenzaban a consumirme y mi cabeza analizaba distintos tipos de excusas que decir para salir del apuro.
- Entra y ponte cómodo... - abre la puerta mientas me invita a pasar - Yo en un momento vuelvo
- Hai... - haciéndole caso al no tener una excusa en la cabeza, entré a su cuarto
Con solo entrar a su cuarto mi cuerpo ya sentía los nervios correr por todas partes. Viendo como me dejaba solo allí, inmediatamente mi cerebro comenzó a trabajar.
¡Piensa algo!...¡vamos cerebro piensa, que para eso estás!
Rendido por mi falta de imaginación, me dediqué a observar de lleno el interior de la habitación. Que para comenzar tenía un aroma a perfume exquisito que me ponía la piel de erizo.
Muy ordenado todo, lo que no era de sorprenderme. Sasuke es del tipo de chico que le gusta tener todo ordenado y a la perfección, al menos, eso es lo que percibí de él en el instante en que lo conocí.
Al sentarme en la orilla de la cama de Sasuke, me dieron tremendos escalofríos que me abracé a mi mismo inmediatamente. Un poco de mi curiosidad se fijó en la almohada que había en el centro... y por un instante de depravación en mi mente, me imaginé acostado en esa cama con Sasuke sobre mí.
- ¡KYAAAAAAAAAA! - me golpeé la cara con mi palma derecha para sacarme malos pensamientos de la cabeza
Dejé caer parte de mi cuerpo sobre la cama, dejando tocando el suelo mis pies colgados. Miré el techo fijamente y recordé aquella ocasión cuando Sasuke se encontraba durmiendo en mi cama... desde esa vez tardé tiempo en lavar la colcha... era tan exquisito su aroma que no me atrevía a dejar que desapareciera.
Interrumpiendo mis pensamientos, la puerta se hizo sonar al abrirse. Haciendo que del susto quedara de nuevo sentado.
- ¡Sasuke! - grité sin prestar mucha atención
Aunque me sorprendí al notar que llevaba algo en las manos.
- ¿Qué es eso? - observándolo con curiosidad mientras se acercaba a mí trataba de encontrar forma a lo que cargaba
Los soltó en la cama y me miró con una pequeña sonrisa en sus labios.
- Son dos frascos de chocolate derretido - su respuesta me dejó atónito, ¿pues es que acaso piensa ponerse a hacer chocolates mientras lo veo?
- ¿Y para qué quieres eso? - y pensar que mis pensamientos vagaban por el camino del mal
Una nueva sonrisa en su facción se dibujó, muy diferente a la primera.
- Me fascina el chocolate - su manera de decirlo fue tan sensual que volvió a ponerme la piel erizada
- Ya veo... y... - me encontraba bastante nervioso, pero tenía que preguntar de nuevo - ¿Qué harás con el?
Se paró delante de donde yo estaba sentado, sujetándome de la barbilla alzó mi rostro y clavó sus ojos sobre los míos como agujas.
- Vi algo parecido en una película... - su voz era tenue pero no dejaba de sentirse estremecedora - Y quiero probarlo
En realidad no quiero imaginarme que tipo de película es de la que habla. Ciertamente mi padre tiene muchas películas que me hacen volver a pensar mal de la situación.
- ¿Probar qué? - nuevamente pregunté en tono tímido, por que no quiero pensar lo que quizá no es
En instantes ya me tenía acostado sobre la cama, de la misma forma en la que me encontraba antes de que él llegara. Solo que con la diferencia de que ahora lo tengo a él sobre mí.
Mi rostro volvió a poner un sonrojo y al fin el cerebro me reaccionó.
- ¡Sasuke espera!... ¡cuando nos hicimos amigos, dijiste que me tratarías como lo que soy... un chico!
- Y eso hago... - sus labios fueron a caer sobre mi cuello mientras me respondía tranquilamente
Subiéndome más a la cama con las piernas abiertas, no podía evitar sentir su entrepierna rozar con la mía. La sensación me era tan extenuante que pensaba que podría explotar en cualquier momento.
- Sasuke... mejor no... esto no es correcto... - con mi mirada pegada a la pared intentaba hacerlo reaccionar y quizá poder quitármelo de encima
Diciendo eso, Sasuke se sentó en mi cadera, desabrochándome la blusa escolar con sus dedos. Mi cuerpo comenzaba a sentir que en la habitación subía la temperatura de forma preocupante...
- ¡Sasuke espera, tengo que irme trabajar!
Imposible. Hablarle ya no me funcionaba, sentía que mis palabras no eran escuchadas.
Y consiguiendo al fin teniéndome como me quería. Con el pecho descubierto.
- No me... veas así... - me daba tanta vergüenza su forma de clavar sus ojos sobre mi cuerpo
Con mis labios entreabiertos y mis ojos entrecerrados miraba de forma temerosa a mi novio que se excitaba más con solo escucharme hablar de esa forma. Pero no podía expresarme de otra forma... ¡mi boca me está jugando sucio!
La mano izquierda de Sasuke fue a alcanzar uno de esos frascos de chocolate derretido. Sin problema abrió el recipiente y derramó el líquido en parte de mi pecho... específicamente en la zona de los pezones.
Mis ojos se abrieron al máximo y mis piernas volvían a pegarse una contra la otra. La lengua de Sasuke ya se encontraba jugando a la limpieza personal conmigo. Mis ojos se cerraban con fuerza mientras mis labios dejaban surgir cortos gemidos.
La lengua de Sasuke lamía toda zona cubierta por el chocolate derretido. Mi cuerpo sentía un fuerte calor interno, que me colocó en esta situación tan embarazosa...
Me alarmé más cuando alzándome la falda de la escuela... y moviendo el recipiente, Sasuke empapó toda mi pantaleta de aquel chocolate...
No podía creerme lo que sucedía...
¿Qué es lo que debo hacer ahora?...
¿Debería detenerlo?... o quizá... ¿debería dejarme querer?...
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
CONTINUARÁ...