Mi Secreto
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SOY TODO TUYO
Por un instante, pensé... que el plan de escape no saldría bien... pensé que jamás podría volver a ver el rostro de Sasuke... pero no fue así... salí de allí y llegué aquí decidido a volver al lado de quien amo. Sin embargo él está molesto... y en realidad no lo culpo, pues no sabe la verdad de lo que sucedió, además de que le dieron rumores falsos. Pero lo importante es... hacerle saber la verdad, ahora que Temari me puso al tanto, no puedo quedarme con los brazos cruzados, yo no quiero volver a dejarlo sólo y mucho menos en su cumpleaños...
Todo este tiempo sin ti Sasuke no ha sido en vano... por que gracias a eso, me di cuenta de algo muy importante... cada día, cada instante, cada segundo de mi vida te pertenecen solamente a ti...
- ¿Qué harás ahora Naruto?
Mis pensamientos fueron interrumpidos por la pregunta directa que hizo Temari. A lo que no pensé para responder.
- Voy a buscarlo... tengo que hablar con Sasuke
Para mi sorpresa ella solo respondió soltando un suspiro profundo.
- Naruto... es imposible que puedas hablar con él hoy
- ¿Por qué lo dices?
- En primera, por que no sabes donde está... y en segunda, los “Hebi” no dejarán que hables con su líder tan fácilmente
Me sorprendió mucho lo que me decía. Sasuke líder de una banda... eso me recuerda a Gaara y los Sabaku...
- ¿Hebi?... supongo me hablas de un estilo a los Sabaku
- Se puede decir que es algo parecido... por supuesto que no son tantos miembros como en Sabaku... pero el hecho no es la cantidad, sino la habilidad, y aunque sólo sean 4, te meterás en líos...
- Los problemas ahora es lo que menos me viene a la mente Temari... – entrecerré mis ojos clavando la mirada al suelo – Yo no quiero estar más tiempo lejos de él...
En los labios de mi amiga se dibujó una sonrisa conforme escuchaba mis palabras.
- Aunque tu apariencia haya cambiado... por dentro sigues siendo igual... eso me da mucho gusto... además... se ve en tu mirada que en verdad lo amas, pillín
Me sonrojé en el instante en que ella dijo lo último. Temari siempre de bromista, me colocaba en las situaciones más embarazosas.
- En todo caso, te ayudaré diciéndote lo siguiente – mis ojos posan la mirada sobre ella y es que lo que diga puede ser de mucha ayuda en mi búsqueda – Mi hermano sabe en donde se reúnen los Hebi, si le preguntas quizá te diga algo
Sentí como se hizo el silencio en el pasillo en esos momentos.
- ¿Gaara sabe que yo soy...?
- ¿Un chico?... ¡pues claro! yo le tuve que decir, ya que le preocupaba también tu ausencia y la verdad es que no me gusta mentir... además, después de todo ese tiempo llegábamos a pensar que jamás volveríamos a verte
La frase “le tuve que decir” fue lo que más escalofríos me dio. Ahora con más razón me daría pena darle la cara a Gaara...
- ¿Naruto, me estás escuchando?
- Eh... sí, eso creo... pero Temari, yo... bueno, Gaara... es que... – que nervio, ¿cómo se lo explico?
- Naruto, deja de alardear, ya sé todo
- ... – vaya sorpresa, pienso que soy el único no enterado de las cosas aquí...
- Habla con él, te aseguro que no pasará nada y que sacarás la información que necesitas... a menos que por el miedo te vayas a quedar con la duda
- ¡No!... – si no hay otro remedio, en todo caso lo haré y pues... supongo que aprovecharé para darle una clara explicación a él también... y ya de paso, una disculpa...
Un timbre se escuchó por los pasillos del colegio, a lo que mi amiga inmediatamente mencionó “Es la hora de descanso, será mejor que la aproveches Naruto”. Sin más que decir, me separé de mi amiga corriendo para doblar la esquina hacia la derecha.
Sorpresa fue la mía al llegar. En el momento que di la vuelta tuve que detenerme de golpe, pues parecía que alguien me esperaba allí...
- Me sorprendí mucho cuando te vi... – en medio del pasillo impidiéndome el paso ella me observaba fijamente colocándome un poco nervioso ante ello – Ahora entiendo por que no querías cambiarte con nosotras a la hora de deportes
- Sakura...
- Ino no te conoce como yo... por eso no pudo reconocerte... Naru, si es que así te llamas... ¿por qué?... – caminó algunos pasos acercándose a mí con una facción melancólica - ¿Por qué me mentiste?... y no sólo a mí, hiciste creer a todos que eras una chica...
La distancia se acortó demasiado en unos instantes. Con sus manos sujetó levemente mis mejillas, mirándome directamente a los ojos.
- Naru... – sentí como sus caricias invadían mi rostro – Mírate... bajo ese disfraz de chica... eres... un chico realmente apuesto...
Apenas podía pestañear. Me tenía algo impactado el comportamiento de Sakura hacia mí.
- Sakura, yo... – quedé callado en cuanto sentí su cuerpo pegarse al mío tan repentinamente
- Dime... ¿aun... te gusto?... – sus ojos se ocultaron entre su cabellera impidiéndome verla con claridad
Cerré mis ojos unos segundos, relajando mi cuerpo ante los nervios, la impaciencia y demás emociones que tenía en esos instantes. Al hacer eso, pude entonces darle una respuesta sincera a su pregunta.
- No... ya no, Sakura
Después de haberle dicho eso, ella me miró con asombro y algo de tristeza pude notar en sus claros ojos verdes.
- ¿Por qué?...
- Lo siento Sakura, no tengo tiempo – me separé como pude de su agarre y sin verle más a la cara continué mi camino
Probablemente ahora se encontrará molesta o decepcionada. Y no puedo hacer nada por ella, por que en realidad mis sentimientos hacia Sakura se acabaron, ya no más amor por mi ex amiga... no me interesa que me escuche algo gay... o quizá muy gay... pero... yo lo amo a él... y mi mente no tiene espacio para nadie más...
Nuevamente debo pausar mis pensamientos y detenerme. Puesto que la persona a la que buscaba se encuentra frente a mis ojos.
- ¡Gaara!
Me coloqué algo nervioso. Él se encontraba de espaldas, pero aun así pude reconocerle por ese cabello tan rojo que lo caracteriza.
Al escuchar mi voz su paso se detuvo a unos tres metros de donde me encontraba yo de pie. Posteriormente volteó su mirada hacia quien mencionó su nombre y pudo entonces darse cuenta de que era yo aquella persona que le interrumpió su camino.
Por su modo de mirarme supuse que aun no se daba cuenta de quien era. A lo que me decidí a avanzar para que así pudiera verme más de cerca.
- ¿Naru?... – cuando le escuché decir mi nombre fue cuando decidí detener el paso en estado recto
- Naruto... para ser más exactos – aclaré al momento
- Ya veo... – se hizo silencio, cosa que me puso los nervios de punta y sin más remedio tuve que romper el hielo
- Yo... lo siento mucho – me incliné un poco mientras me disculpaba – Por haberte mentido, al igual que a todos...
- Está bien... ya no importa
Mordí mi labio inferior aun sin incorporar mi cuerpo. Me siento presionado, quizá me vea mal, pero tendré que arriesgarme.
- ¡Necesito tu ayuda Gaara! – cuando me incorporé tenía ya a Gaara frente a frente
- Haz cambiado bastante... ya no pareces... una chica
Quedé de momento paralizado. Sus ojos estaban impactados en los míos y sentía que me mataba con sólo la mirada. Por lo tanto no pude mencionar una palabra más.
- ¿Ayuda dices? – al darse cuenta de mi shock, intentó sacarme de tal
- Eh... sí... estoy buscando a...
- ...Uchiha Sasuke – desconcertado al escuchar a Gaara terminar la frase que comencé volví a quedar en silencio – Tomaré tu silencio como un “sí”
Volví a morder mi labio inferior. Me parecía que este chico me leía la mente.
- Al final... él fue quien ganó ¿cierto?
- ¿Eh?... – pestañeé sin captar su mensaje
- No importa – cerró sus ojos con seriedad y en instantes los entreabrió continuando su habla – Si buscas a Uchiha Sasuke... por lo mismo querrás saber sobre Hebi, supongo
- Sí... así es...
- En todo caso, te diré donde debes buscar...
Finalmente Gaara me dijo los datos necesarios, para poder encontrar a los Hebi. Me sentía algo carrereado, por lo que quería salir inmediatamente tuviera la información.
- Antes de que te vayas... – detuve el paso de golpe sin mirar hacia atrás, simplemente escuchando lo que decía – Ten cuidado con ellos...
Volteé a verlo de reojo y sonreí confiado.
- No te preocupes, ya no soy el mismo de antes...
Y de nuevo corrí por el pasillo, esta vez hacia las afueras del colegio. Cada vez me acerco más a ti Sasuke... estuvimos cerca de nuevo... y te dejé ir por el impacto de tu actitud... esta vez no te dejaré ir... a pesar de que te enfurezcas o quieras golpearme, yo te haré entender lo mucho que me importas...
Salí finalmente de la escuela, ahora corriendo por lo que son las calles largas y amplias. Buscando y mirando a todos lados como desesperado. Esto me recuerda a algo que Haku me preguntó hace año y medio...
- Recuerdo –
Nos encontrábamos en mi habitación, Haku estaba tirado sobre mi cama mientras yo me mataba tratando de levantar unas pesas.
- Naruto...
- ¿Qué sucede? – sentía que el alma se me salía, no me explico como hay sujetos que las cargan como si levantaran una hoja de papel
- ¿Hasta dónde eres capaz de llegar por ese tal Sasuke?
Una intrigante pregunta, que hizo aparecer una sonrisa en mis labios.
- Por él... soy capaz de todo, Haku
- ¿Darías tu vida por él?
Bajé las pesas y volteé a verle con seriedad.
- Sí... ya que, sin Sasuke, mi vida no tiene sentido – sonreí al final para dejar mi idea en claro, a lo que Haku sólo respondió con un mal chiste como es costumbre
- Fin del recuerdo –
Dejé de correr al llegar frente a un parque abandonado. Donde ya no era más que juegos oxidados y tierra combinados. Era allí a donde tenía que terminar mi camino y pude darme cuenta al instante. Dos chicos y una chica sentados en diferentes sitios del lugar me miraban como a un bicho raro.
- ¿Quién eres? – la chica presente, de cabellera pelirroja, sentada en el único columpio aun vivo del sitio fue quien dejó salir la primera palabra
- Yo...
- Un segundo, yo te conozco... – levantándose de la resbaladilla oxidada, me señalaba el chico de cabellera clara que una vez vi dentro de la escuela – Eres el chico que estaba con Sasuke en el colegio
- ¿Tienes algún problema con Sasuke? – de golpe y molesto se levantó de una banca el otro chico, de cabellera anaranjada y mucho más alto que yo
Y aunque me dio un escalofrío al ver semejante chico. Me olvidé de todo cuando me di cuenta de que Sasuke no se encontraba con ellos.
- ¡¿Dónde está Sasuke?!
Los tres se miraron entre ellos y después me miraron soltando una gran carcajada.
- Lo que quieras con él, lo tendrás que ver con nosotros – aun sentado en la resbaladilla el chico se tronaba los nudillos con una amplia sonrisa en su boca
- No... no es lo que piensan... yo necesito encontrarlo... ¡necesito verlo ahora mismo!
- Pues... – la chica ajustó aquellos lentes que portaba – No sabemos a donde ha ido, puesto que en este día siempre hace lo mismo...
- Desaparece y no sabemos nada de él, hasta el día de mañana – termina la frase el chico alto
- No puede ser... ¡pero Sasuke debe estar en algún lugar!
- Por supuesto Einstein, pero el problema es “¿en qué lugar?”
Esto no podía ser cierto... un nuevo obstáculo en mi camino. Ahora para saber donde se encuentra... no, no puedo rendirme aun...
- Gracias... – dándoles la espalda salí corriendo nuevamente por las calles
¿Dónde estás?...
Sasuke...
Logré huir del infierno para volver a ti... para poder estar de nuevo entre tus brazos... pero más que nada, para poder decirte de nuevo... que te amo...
La desesperación me está invadiendo... tranquilízate Naruto... así no podrás encontrarlo, debes pensar, si yo fuera Sasuke... si me sintiera sólo en mi cumpleaños... ¿a dónde iría?...
Al instante me cruzó por la mente un lugar, pero... ¿será posible?...
Quedarme aquí parado no sabré si lo es o no. Por lo tanto moví mis pies para dirigirme al sitio donde mis pensamientos vagaban, donde creo yo que el chico que me robó el alma y el corazón podría encontrarse...
En instantes me puedo ver de nuevo dentro del colegio. De pie y agitado frente a aquella gran puerta.
- El salón de teatro... – musité nervioso
¿Podrá ser?... que dentro de este salón abandonado... aquí donde me dijiste tantas veces que me amabas...
Cerré mis ojos mientras que con mis manos empujaba la puerta. Rogando una y otra vez que él se encontrara allí dentro.
- ... – miré el interior del salón algo apenado
Ya no estaba abandonado como hacía dos años... y había interrumpido una clase. Viéndome todos los alumnos con cara de “what?”... sólo pude decir un “lo siento” y salir de nuevo del lugar.
- ... – pero... ahora... ¿qué debo hacer?...
Caminé a paso lento hacia la parte trasera del patio de la escuela. Pensando en el camino en lo patético que me sentía... aunque meditándolo mejor... quizá no sólo lo pienso... quizá lo soy...
- Soy patético... y un completo imbécil...
- Ya creo que lo eres
Desconcertado e impactado por una segunda voz, alcé la mirada del suelo al frente.
- Sasuke...
Bajo la sombra de un árbol, para ser exactos... era aquel árbol en el que Sasuke siempre se acomodaba, pues decía que su sombra le era muy reconfortante.
- Pero... pensé que tú...
Al instante se puso de pie, sacudiéndose restos de tierra que hubiera en su ropa.
- No sé que pensaste, pero tampoco sé que diablos sigues haciendo aquí – me miró de reojo acomodando sus manos dentro de sus bolsillos del pantalón
- Yo quiero que me escuches...
- No tengo tiempo, ve a platicarle tus aventuras a alguien más – me dio la espalda dispuesto a alejarse de nuevo de mí
No... no dejaré que vuelva a alejarse de mí... no ahora que tengo la suerte de volver a encontrármelo...
- ¡Sasuke! – aceleré el paso para colocarme delante de su camino impidiéndole dar un paso más
Como era de esperarse él se detuvo. Aun con aquella facción seria en su rostro. Ladeó un poco su rostro y me miró indiferente.
- ¡Escucha! – me armé de valor y decidí ser yo quien dominara la situación - No sé que demonios te inventaron, pero yo no me fui por gusto – mis labios temblaban mientras hablaba, él me miraba fijamente y no reprochaba nada ante mis palabras – Yo... escapé para poder volver a verte... y créeme que hubiera querido hacerlo antes, pero... no podía... por eso... te pido perdón – agaché la mirada ocultándola de la suya – Lo siento mucho Sasuke... no quería dejarte sólo... y créeme que también me hiciste mucha falta durante todo este tiempo... por que aunque tu ya no sientas nada por mí... yo aun... te amo...
- Hmm... ¿ya terminaste de hablar?
Volví a lazar la mirada ante sus ojos, su tono seguía siendo frío... quizá le importó poco lo que dije... en verdad le hizo tanto mal el que hubieran apartado de él tan repentinamente... y yo... quisiera saber que fue lo que le dijeron.
- Al menos, es lo más importante que quería decirte...
Se dibujó una sonrisa sarcástica en sus labios.
- Tenías razón en lo que dijiste Naruto – desvió su mirada de la mía – Eres patético y un completo imbécil
Me impactó tanto lo que dijo que me quedé boca abierta y en shock. De nuevo me entraron tantos deseos de llorar... pero... si lo hiciera, él sólo pensaría que soy más patético...
Se encaminó pasándome por un lado.
- ¡Sasuke espera! – no quiero... no quiero que esto acabe así, tengo que hacerlo reaccionar, tengo que hacerle ver lo mucho que me interesa... quiero que entienda que él para mí lo es todo... – ¡No me...!
Mis palabras fueron interrumpidas por un jalón del brazo detrás de mí.
- Al fin te encuentro
Cambié mi enfoque de Sasuke hacia quien me había detenido. Que para mi sorpresa no fue nada grato verle la cara y menos tan de cerca.
- ¿Jiroubu?...
- ¿No te da vergüenza el haberle causado tantos problemas a Orochimaru-sama? – me miraba muy molesto – Ten por seguro que esto te costará un buen castigo
- ¡Suéltame, no pienso volver allí! – forcejeé para intentar zafarme de su agarre, provocando que él lo apretara aun más - ¡Dije que me sueltes!
- Deja de lloriquear como una maldita niña – jalándome con fuerza comenzó a caminar hacia el lado contrario que había tomado Sasuke – Nos haz tenido a todos buscándote como idiotas... me parece que antes de llevarte con Orochimaru-sama, Kimimaro querrá darte una buena “reprendida”
- ...¿Kimimaro también está aquí?
- Así es, Orochimaru-sama nos trajo a nosotros, “los cinco del sonido”, los más fieles del orfanato, y sólo para buscarte, deberías estar agradecido de que no fue él quien te encontró primero jajaja
- ¡No, suéltame!
No... desde que cumplí los 14 años he estado huyendo de él... si cuando tenía 12 se atrevió a manosearme y hacerme tantas cosas... ahora querrá violarme... sé que ahora cambié... pero Kimimaro sigue siendo el mismo sádico de siempre... ¡no quiero, no quiero verlo!
- Hey
- ¿Eh? – Jiroubu miró hacia atrás ante que alguien le llamaba tocándole el hombro
En un minuto un puñetazo llegó a la cara de Jiroubu, dejándolo de lleno en el suelo.
- ¿Eres sordo idiota?, él te dijo que no – Sasuke había regresado a ayudarme... mi corazón palpitaba como loco mientras lo miraba defendiéndome... y es que... ese sí es el Sasuke que yo una vez conocí... - ¿Estás bien? – me miró de reojo mientras hacía la pregunta
- ...Ehh... sí... gracias Sasuke...
- ¡Maldito bastardo! – desde el suelo Jiroubu comenzaba a ponerse de pie
Sasuke sonríe ampliamente.
- ¿Qué pasa gordito?... ¿te pesa la panza para levantarte?
Sujeté del brazo a Sasuke, preocupándome por lo que veía venir de lejos. Tayuya, Sakon, Kidoumaru y... no muy lejos pero más atrás venía Kimimaro...
- ¡Vamonos Sasuke! son cinco contra dos ¡no vamos a poder!
Sasuke subió sus manos al nivel de su mecho y comenzó a tronar sus nudillos aun sonriendo sarcásticamente.
- No me asustan, tu encárgate de la chica, déjame a los otros cuatro
Me sentí insultado por lo que dijo... ¡pero no era momento para bromas o regaños!
- ¡Baka, no podrás con cuatro a la vez!
- ¡Ja!... ¿crees que no? – Jiroubu aun no se colocaba por completo de pie cuando Sasuke le soltó semejante patada en la cara que le impediría pararse en un buen rato - ¿Ves? ahora sólo son cuatro
Era increíble... Sasuke se había hecho más temible en este tiempo... pero... aun así, Kimimaro es mayor y más fuerte... no podrá con él y con los otros...
Le jaloneé de la camisa escolar.
- ¡Por favor Sasuke, huyamos!
De pronto sentí como la mano diestra de Sasuke se entrelazó con mi izquierda. Haciéndome sonrojar por su tacto.
- Esta bien, pero sólo... – sonríe burlón mirando en dirección de donde veían los del sonido – Sólo por que ellos se harán cargo
- ¿Eh? – miré hacia donde Sasuke estaba fijando la mirada y fue cuando pude observar que los del sonido habían sido detenidos... por Hebi
- ¡Andando dobe! – ahora era Sasuke quien me jalaba lejos del sitio, corriendo aun más atrás en el patio, incluso metiéndose por caminos que yo jamás había recorrido
- ¡Sasuke!... ¿a dónde vamos?
Apenas le había hecho la pregunta cuando se detuvo de golpe, haciéndome frenar muy bruscamente para no caerme contra el pasto.
- Aquí podremos ocultarnos – abrió una puerta de madera toda vieja delante de nuestra mirada
El interior estaba sucio y oscuro. Me daba escalofrío entrar, pero cuando me di cuenta ya estaba dentro por el empujón de Sasuke.
- No veo nada, ¡cof cof!... esto está muy empolvado, ¿se puede saber dónde estamos Sasuke?
La luz se hizo, puesto que Sasuke había apretado un interruptor. Y así pude ver en donde nos encontrábamos.
- Esto parece...
- Era la antigua cocina del colegio, pero ahora está totalmente abandonada ya que se hizo hace 6 años la nueva cafetería, que es la que tu ya conoces – explicó Sasuke con sus manos posadas sobre su cadera – Dudo que a alguien se le ocurra buscarnos aquí
- ¿Y quedó algo aquí o sólo hay polvo?
- Hmmm... creo que aun sirve el refrigerador – señaló un aparato domestico muy grande y empolvado, que supuse era el refrigerador del que hablaba – Pero ya sólo contiene hielos
Tanta charla del sitio... hizo que viniera una pregunta a mi cabeza...
- Sasuke... ¿es aquí donde te escondías siempre en tu cumpleaños desde aquel año en el que me fui?...
Se hizo el silencio.
Supongo que no debí preguntar...
- ¿Por qué volviste Naruto?
- ¿Eh?... – me sorprendió de nuevo esa pregunta - Ya te lo dije... yo...
Iba a explicarle pero antes de que pudiera terminar mi frase él me dejó desconcertado, acorralándome hacia una de las paredes de aquel cuarto sucio. En la misma posición que me tuvo antes... con sus manos a los lados de mi cabeza posadas sobre la pared y mirándome fijamente a los ojos.
- Quiero decir... si sabías que te meterías en problemas, a pesar de que te traté como basura en nuestro reencuentro... ¿por qué?... ¿por qué sigues aun insistiendo en buscarme? – entrecerró la mirada aun sin despegar sus ojos de los míos
- Sasuke... – me sonrojé sin poder evitarlo y una vez más sentí aquella emoción que sólo él me hacía sentir cuando chico – No quiero... volver a dejarte sólo... y menos en este día... que aunque ya estarás acostumbrado a no festejarlo... es tu cumpleaños y... – entrecerré mi mirada apenado – Y yo soy tu regalo...
Su rostro tomó asombro ante mis palabras y después de dos años volví a ver una sonrisa tierna dibujarse en sus labios.
- Te extrañé... Naruto – poco a poco vi su rostro acercarse al mío de un modo tentador, lo ladeó levemente y rozó sus labios con los míos comenzando a besarme con dulzura
Hacía tanto tiempo... que no sentía el sabor de los labios de Sasuke... extrañaba tanto eso... y ahora... al fin... ¡al fin vuelvo a sentirlo!
Mis manos se dejaron llevar guiándose por el cuerpo de Sasuke hasta llegar a su cuello, donde fue que mis brazos le rodearon en un abrazo. Cerré mis ojos y pedí a Dios que este momento nunca terminara.
Pero para mis sorpresa Sasuke cortó el beso muy de golpe. Sujetándome de la camisa que portaba con fuerza e impactándome de lleno al suelo.
- Acostado Naruto
- ¡Auch! – me quejé sujetándome de la nuca por el golpe - ¡¿Qué te pasa?!... ¿eh?...
De pie ante mí sonriendo burlón me contemplaba como a una mascota amaestrada.
- No te muevas de allí “mi regalo de cumpleaños” – caminó hacia el refrigerador abriendo el mismo, del cual comenzó a mover cosas y sacar otras
Yo no entendía que tanto hacía, solo me dedicaba a observarlo.
- Naruto... ¿tuviste relaciones con alguien más después de mí? – preguntó aun husmeando el refrigerador
- ... ¡¿QUÉ?! – me ofendí demasiado - ¡Claro que no! – y por alguna razón me dieron nervios ante su pregunta - ... ¿Y tú?...
- No – volteó a verme de reojo – ¿Y te masturbabas pensando en mí?
Un sonrojo muy notorio en mi rostro se hizo notar mientras me hallaba aun ahí tirado en el suelo sucio.
- Bueno... eh... yo... – esa pregunta hace que me de pena dar respuesta... por que pues... quizá si llegué a hacerlo una o dos veces...
- Hmmm... tomaré eso como un “sí, seguido” – sin mirarme se atrevió a decirme eso
- ¡AH!... ¡CÁLLATE!
- Jajaja, aquí están – sacó una bolsa grande oscura y cerró finalmente el refrigerador
Mirándolo de cabeza allí tirado en el suelo, pestañeo con curiosidad.
- ¿Qué es eso?
- Hielos – coloca la bolsa cerca de mi cabeza
- ¿Eso era lo que buscabas? – le miré con ironía - ¿Y para qué quieres los hielos?
Sonríe sarcástico de nuevo.
- Ya lo sabrás...
- Si tu lo... – iba a decir “si tu lo dices”, pero me quedé a medio dialogo, por que mis ojos se quedaron estáticos ante el moreno de pie ante mí
Sasuke se hallaba desabotonando lentamente su camisa escolar. Y cada botón desabrochado hacía que me pusiera la piel de gallina, además de que por alguna razón estaba comenzando a sentir mucho calor... quizá los hielos son para ponérmelos en la entrepierna y no pensar en cosas sucias... pero no puedo evitarlo... me excita el imaginármelo desnudo... aunque... no sé por que me lo estoy imaginando desnudo...
Me sonroje tremendamente cuando me di cuenta de que él había terminado de desabotonar su camisa. Y sin quitársela se posó de rodillas abriéndome las piernas a los lados.
- ... ¿Qué tienes pensado... Sasuke?...
- Dijiste que eras mi regalo de cumpleaños, yo solo quiero “abrirlo” y “estrenarlo”
No supe que decir... me dio mucha vergüenza y yo... bueno… si dije que soy su regalo de cumpleaños... así que... por hoy puede hacer conmigo lo que quiera... aunque en realidad él puede hacer siempre lo que quiera de mí...
Tomó la bolsa de hielos con su mano izquierda acercándola a él y acomodándosela a cierto alcance.
Después de eso me puse nervioso ya que tomó posición sobre mi cuerpo.
- ¿Recuerdas... nuestra primera vez?... – roza sus labios con los míos mientras habla – Bañado en chocolate... tuviste que tomar una ducha en mi casa antes de irte...
Me sonrojé aun más ante sus recuerdos en tono burlón.
- Lo recuerdo... – susurré tímidamente clavando mis ojos en los suyos – Eres un sucio... y no sé que clase de películas ves...
- Un día veré una contigo al lado – sonríe haciendo que mi corazón se acelere aun más
Pegó sus labios a los míos de improviso. Haciendo que por cuenta nueva mis brazos rodearan su cuello en un abrazo mientras le correspondía apasionado.
Apreté con fuerza el cuello de su camisa en cuanto sentí sus manos desabrochando mi pantalón.
¿Hacía cuanto que deseaba volver a sentir esto?... aun siento como si todo esto fuera un sueño y tengo miedo... tengo miedo de despertar y volver a pensar que Sasuke está lejos de mí...
Separó lentamente nuestro beso, dejándome con deseos de más y me miró saboreándose los labios.
- ¿Te parece si comenzamos?
- ¿No ya habíamos comenzado?... – sonreí ahora yo en modo burlón ante su pregunta que me pareció algo sin sentido
- Hmm... se podría decir que sí – con sólo la mano izquierda abrió la bolsa de hielos y sacó uno
Se dirigió el hielo directo a la boca y lo relamió delante de mis atónitos ojos.
Quizá fue espontáneo... la mitad de dos dedos de mi mano diestra ya se hallaban dentro de mi boca... Mi respiración se aceleraba mientras Sasuke me veía con lujuria inducida.
- Bastante tentador... – dejando de lamer el hielo, comenzó a levantar de a poco mi camisa negra con una de sus manos
En cuanto Sasuke vio descubiertos mis pezones acercó a mi pecho el hielo sostenido con su mano izquierda. Cerré mis ojos cuando el frío invadió mi cuerpo... el chico de mis sueños rodeaba mi pezón con el hielo, haciendo que éste que endureciera. Mi cuerpo estaba tenso, cubría mis labios con el dorso de mi mano diestra para no dejar salir ruidos innecesarios y vergonzosos. Sasuke relamía mi pezón duro, al tiempo que endurecía el otro con el mismo hielo que poco a poco se derretía en su mano.
El corazón saldría de mi pecho en cualquier instante. Mi pecho subía y bajaba por la respiración agitada que me provocaba tener el moreno.
Se deleitaba... lamía mis pezones como si estuviera lamiendo una paleta de hielo... haciendo que mi cuerpo se descontrole...
- ¿Será por la edad?... – el cumpleañero me miró de reojo mordiendo ahora aquella rozada y pequeña parte de mi cuerpo ya excitada... – Por que ahora me sabes más rico que hace dos años...
Solté un gemido sorpresivo y no fue para menos, que al descarado le dio por apretarme bruscamente la entrepierna sobre mi ropa interior. Y en el momento que me soltó bajó a mitad del muslo mi pantalón de modo muy brusco.
- El bóxer no se te ve tan “lindo” como aquel calzoncillo de flores y ositos que te ponías antes – suelta una risita burlona
Me sonrojé y le hice un puchero molesto.
- Jajaja, no te enojes y mejor... date la vuelta – hace una señal con su mano ante su pedido
Sin renegarle, hice lo que me pedía y me posé boca abajo. Apoyando mis brazos entrecruzados y mi rostro pegado a ellos cubriéndome los ojos... pues, ya sé lo que viene...
Mis rodillas pegadas al suelo con la cadera en alto. Sasuke terminaba de quitarme zapatos, calcetas y pantalón. Al poco rato ya sentí como bajaba el bóxer por mis muslos...
Mis labios volvían a temblar, no podía ver nada... sólo sentía las caricias leves que daba Sasuke a mis piernas.
Mordí mi labio inferior con algo de miedo y pena. Sasuke abrió paso hacia mi entrada... me pregunto... ¿hará lo mismo que hace dos años?...
- ¡Ahh!... – alcé mi cabeza volteando de lado hacia atrás - ¡¿Qué demonios... ¡Ahh!... crees que... haces?!
- Estás muy estrecho, si no dilato tu entrada te dolerá cuando te la meta – sonríe burlón
¿Que me dolerá dice?... ¡lo que está haciendo me duele más!...
Al final logró lo que quería e introdujo con fuerza un hielo completo en mi entrada, causándome un fuerte gemido y un terrible dolor. Aferré mis manos al suelo sintiendo esa cosa tan fría derretirse en mi interior...
- Ahh... Sa... ¡sácalo!...
- Lo siento, ya no puedo sacarlo... además... – con dos de sus dedos introdujo otro hielo más en mí
Mis piernas se hallaban mojadas por los líquidos que resbalaban por ellas, mis ojos brotaban lágrimas y mis labios estaban invadidos por gemidos.
- ¿Te gusta?
- N... Ahh... no...
Una de las manos de Sasuke rodeo mi miembro comenzando a darle masajes realmente excitantes que me descontrolaban...
- ¿Seguro?... a mi me parece que te está gustando mucho
Pegué mi frente al suelo sin poder dejar de respirar agitado... sin poder dejar de gemir... y más que nada... sin poder dejar de sentirme ¡realmente excitado!
Nuevamente me volteó muy bruscamente, quedé de nuevo boca arriba, sorprendido y agitado. Sasuke comenzó a desabrochar su propio pantalón.
- Naruto... como es mi cumpleaños... me cumplirás mis caprichos ¿cierto?
- ... – entrecerré mis ojos con un sonrojo incapaz de borrarse de mi rostro – Sí... haré... lo que tú quieras...
- Entonces... – se pone de pie y baja el cierre de su pantalón ante mis ojos - ¿Me harías el favor?
Me senté como pude para después de rodillas en el suelo húmedo y al nivel de su entrepierna, abrí su pantalón para tener el espacio necesario. Bajé un poco su bóxer y debajo de el saque el miembro de Sasuke... el cual como siempre... tenía que estar más grande que el mío...
Sosteniéndolo con mis dos manos, saqué mi lengua muy avergonzado. Y sin esperar más comencé a probarlo... lamerlo como una paleta acaramelada, pude sentir la tensión de Sasuke y escuché esos leves gemidos que lograban salir de sus labios en contra de su voluntad.
Era realmente placentero... escuchar a Sasuke gemir por mi intención. Me emocioné y cambié el ritmo de lamer de arriba abajo. Lo introduje de lleno a mi boca, causándole un nuevo gemido bastante estremecedor. Sacaba y metía su miembro de mi boca mojándolo todo, sin embargo al momento que comencé a succionarlo, él mismo me detuvo...
- Yaa... es... suficiente
Separé mi boca de su entrepierna relamiéndome los labios ante su pre-semen que había llegado a invadir mi boca.
Lo que dejó a Sasuke en sorpresa... fue que sin que me lo dijera me puse en cuatro patas delante de él...
- Hazlo Sasu... hazme tuyo... una vez más... – mi tono era sensual y notaba el deseo que tengo por que me haga el amor...
Él se saboreó los labios mirándome como un completo libidinoso.
- Sostente fuerte Naruto... – me sostuvo de la cadera con fuerza - Por que voy a darte... lo que no te di hace dos años
No me importa que me duela...
No me importa que me lastime...
Yo quiero ser suyo...
Quiero pertenecerle sólo a él...
Por que...
- ...Soy todo tuyo... Sasuke...
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CONTINUARÁ...