Mi Secreto
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EL FINAL DE MI SECRETO DA PASO AL INICIO DE MI VERDAD
Nuevamente al lado de Sasuke, dejamos pasar varios minutos abrazado el uno del otro, quizá olvidando todo lo que nos rodeaba durante aquel corto pero largo a la vez momento.
- Naruto, será mejor escapar de aquí
Separando el abrazo, miré a Sasuke en el momento que decidió romper el momento con sus palabras, las cuales se hallaban llenas de preocupación.
- ¡¿Y qué hay de tus clases Sasuke?!
El moreno me miró con ironía al escucharme decir aquella frase, pasado después a propinarme un fuerte zape, el cual no podría negar el dolor que me causó, quejándome por ello.
- ¡No seas tonto, no es momento para decir incoherencias!
- Sólo decía… - respondí realizando un gracioso puchero – Además, aun no me dices que fue lo que sucedió mientras estaba esperándote
- Fui a buscar a mi banda, los cuales encontré aun persiguiendo a aquellos sujetos, al parecer ellos andaban buscándonos mientras se trataban de zafar de los Hebi, aunque claro está que no pasé desapercibido y tuve que meterme en el pleito, hasta que Suigetsu me cubrió pude venir por ti, mi banda no podrá más tiempo con ellos y menos con el alto de cabellera blanca, por eso es recomendable que salgamos de aquí
- ¡¿Pero tu banda se encontrará bien?!
- No te preocupes, ya están acostumbrados a los golpes
Me parecía algo cruel de parte de Sasuke dejarle toda la carga a aquellos amigos suyos, aunque, si lo miraba desde la perspectiva de esos chicos, no querrían que su líder estuviera en líos y por eso los entretendrían hasta que pudiéramos escapar.
Escapar… es una idea bastante buena pero… el problema es, ¿a dónde?
Habrá pasado una milésima de segundo cuando me llegó la idea a la cabeza.
- Para estos momentos ellos ya deben de haberse ido de ahí… ¡vayamos a mi casa!
Ciertamente tengo muchos deseos de ver a mi padre.
- Supuse que dirías eso – sonríe con orgullo de conocerme aun a la perfección
¿Quizá a pesar de los años no he cambiado tanto como había pensado?
- Entonces vayamos – sujetándome de la muñeca me jaló hacia la salida del colegio, donde por desgracia nos topamos con una nueva barrera, la cual me pareció de lo más exagerada
- ¡¿Qué hacen ustedes aquí?! – grité con fuerza al ver a otro grupo de chicos del orfanato
¿Es tanto el deseo de Orochimaru de llevarme de vuelta que es capaz de sacar a chicos de los grandes para buscarme?
Aquellos eran sin más ni menos de la edad de Kimimaro, la banda más temida en el orfanato, aquellos chicos a los que incluso el mismo Kimimaro teme.
- ¿Qué están haciendo aquí los Akatsuki? – mi pregunta fue directa, sin embargo ante todo, tenía un gran temor al pensar que podrían lastimar a Sasuke
- Naruto, haz causado bastantes problemas – decidió responderme el líder del grupo, mirándome con bastante molestia - Y aunque no solemos obedecer a ese cara de víbora, nos ha prometido arreglar nuestros papeles y dejarnos salir del orfanato aun sin tener la mayoría de edad, sin problema alguno, ¿captas lo que eso significa?
- Salir de ese asqueroso lugar sin tener el problema de que él esté de maldito buscándonos, lo cual hace ahora mismo contigo – continuando con el comentario fue a responder Deidara, el “artista” del grupo – Aunque admito que te atreviste a hacer algo que ni siquiera nosotros fuimos capaces de lograr
- Sí, aun me da curiosidad saber cómo es que lograron tú y el otro mocoso salir sin tantos problemas – Konan, la mujer de la bandita fue la siguiente en hablar – Sabiendo que la víbora andante teme que sus “hijos” se le escapen e hizo aquel sitio una cárcel completa
- Me gustaría ahorrarme la platica del método que utilicé para escapar – al fin soy yo quien tiene la palabra en el asunto – Lo que no entiendo es como es que no aprovechan este momento para escapar
- Naruto, Naruto, Naruto… aun eres muy inocente, no sabes bien lo difícil que es huir de ese maldito bastardo, jaja, con el perdón de la expresión – nuevamente fue el líder quien me respondió – Y vamos a lograr librarnos de ese maldito lugar si sólo hacemos el simple trabajo de llevarte con él
- ¿Acaso no le bastaba con los del Sonido?
- Los del sonido son unos imbéciles, era claro que aunque son los que le lamen los pies a Orochimaru, no confiaba en que pudieran solos… y no se equivocaba – esboza una sonrisa burlona ante su propio comentario
- En pocas palabras – de pronto Sasuke interrumpió entre nuestra platica – ¿Si te parto la boca nos ahorraremos palabras y podríamos irnos ya?
A mi parecer un comentario bastante temerario de su parte, en especial por que no era solo uno o dos con los que estábamos metiéndonos…
- ¡Sasuke! – me alteré al ver que el líder de los Akatsuki iba perdiendo la paciencia
- Me parece que Naruto tiene un amigo al cual le gusta alardear, ¿no lo cree así líder? – quien parecía más molesto por el comentario de Sasuke, al parecer había sido el propio Deidara
- Me parece que tendremos que mostrarle quien manda aquí
Si esto es otra pesadilla, quisiera despertar ahora mismo, viendo a chicos que aparte de superarnos en edad, nos superaban en cantidad. Y lo peor de la situación era que estaban tapando la entrada, además de que mientras hablábamos algunos de ellos nos dieron la vuelta y ahora los tenemos rodeándonos.
¡¿Qué haremos ahora?!
- ¡Atrapen a Naruto y rómpanle la boca a su acompañante! – directa fue la orden del líder de los Aktsuki, la cual, no me agradó en lo absoluto
- ¡NOOOOO!
Me aferré a Sasuke al momento de ver a toda la banda venir, no me importaría si me golpearan a mí, pero sabía que iban a golpearlo ¡a él!
- ¡Alto ahí sabandijas!
Todos se detuvieron al instante de escuchar la voz, que provenía justo dentro del colegio.
- ¿Otro estorbo más?
Luego del comentario del líder del grupo agresor, fui colocando una facción llena de sorpresa, viendo justo tras del embrollo a nada más ni menos que a Gaara.
- ¡Gaara! – traté de alertarlo para que no se metiera en problemas
- Parece que hay unos insectos bastante molestos invadiendo la escuela
- ¿Qué haz dicho maldito mocoso?
Cada vez notaba más enojado a Deidara, quien fue directo hacia Gaara, propinando sobre el rostro del mismo un fuerte golpe, que llegó a moverle algunos pasos por la fuerza del mismo. Sin embargo, Gaara no se quejó, al contrario, después de que Deidara prácticamente le partió el labio inferior, sacándole cierta sangre de la herida, él simplemente dibujó una sonrisa.
- Es curioso, acabo de sentir que uno de esos mosquitos… - remueve la sangre de su labio con el dorso de su mano izquierda - Me acaba de picar
El rubio estaba lleno de furia, cada palabra y acción nuestra le desesperaba más, y en cuanto se preparó a soltarle un nuevo golpe a Gaara, inesperadamente fue detenido a cierta distancia del rostro del pelirrojo.
- ¡¿Qué demonios?!
No lograba salir de mi sorpresa, ¿de dónde salieron?; ¿en qué momento?; sin darnos cuenta los Sabaku se encontraban rodeando a los Akatsuki. Mientras uno de los miembros de la misma banda se hallaba deteniéndole el brazo a Deidara, aunque mayor fue mi sorpresa al notar que un miembro de los Sabaku era aquel chico que vi una vez en el hogar de los Uchiha... el hermano de Sasuke, Itachi Uchiha.
- Deberías cuidar más tus brazos, podrías… perderlo – el tono del Uchiha mayor era demasiado tenebroso, se notaba de lo más molesto y no aparentaba nada a aquel rostro que una vez le había visto
- Naruto, Uchiha, salgan de aquí, nosotros nos haremos cargo de ellos – fue lo que nos dijo en momentos el líder de los Sabaku, Gaara
- ¡Pero…! – impidiéndome continuar con el reproche, Sasuke volviendo a sujetar mi muñeca y con una sencilla sonrisa dibujada en sus labios, dirigió sus palabras al pelirrojo
- Te debo ésta, Gaara – terminando de hablar volvió a jalar mi cuerpo llevándome fuera del colegio sin dudarlo dos veces
- Sasuke…
- No te preocupes por ellos, estoy seguro que los Sabaku igualan en edad y cantidad a esos supuestos Akatsuki – observándome de reojo mientras corríamos por la calle volvió a dedicarme una segura sonrisa, lo cual me reconfortó bastante
No me sentía muy bien de dejarles toda la carga a los demás, pero por alguna razón Gaara tenía la misma mirada de la primera vez que me protegió, además, se notaba feliz al ayudarnos, lo cual fue… bastante agradable.
- Además Naruto, ¿no dijiste que querías ver a tu padre?
- ¡Sí!
Sólo espero que aquella limusina ya no se encuentre ahí.
Se me hizo largo el camino, las ansias que tengo por ver a mi padre son tan grandes que no podría describir mis emociones de momento. Y al fin después de recorrer cuadra tras cuadra, logramos llegar a mi aposento, viendo por desgracia aquella limusina aun fuera del sitio. Además de dos sujetos a los costados de la puerta, que eran sin dudas los guardianes de Kabuto.
- ¿Qué haremos?... así no podremos entrar – aunque salíamos de una, sabía que escapar de Orochimaru no era nada fácil
- Yo me haré cargo de distraer a esos dos, en cuanto veas despejado entra y habla con tu padre
- ¡¿Qué estás diciendo?!... ¡ni siquiera sabemos si esos sujetos vienen portando armas!
- Te preocupas demasiado Naruto, tú haz lo que te digo, ¿entendido?
- Pero…
- ¡¿Entendido?!
- Humm, está bien
Dicho y hecho, Sasuke llevó a cabo su táctica de distracción, corrió hacia la limusina y utilizando su saco del colegio envuelto en su mano diestra, rompió uno de los vidrios del frente, lo cual hizo que inmediatamente fueran tras de él, no pensaba que fueran a ir los dos tras él, pero sí fue así. Dejando libre la entrada, ante ello no lo pensé más y corrí hacia la puerta, la cual se hallaba abierta. Al introducirme a la casa, pude haber sentido nostalgia y demás, pero no tuve tiempo de asimilarlo al escuchar un grito sonoro proveniente de la cocina.
Me asusté tanto al pensar que mi padre estaría siendo torturado o lastimado por culpa de ese loco de Kabuto; no lo pensé para correr directamente hacia la cocina, llegando a azotar la puerta de la misma al entrar de golpe.
- ¡PADRE!... ¿eh?...
- ¡Naruto!
Mi susto desapareció en un santiamén al ver que no estaba sucediendo lo que pensé, sino, todo lo contrario. Era Kabuto el que estaba siendo torturado por mi padre, quien lo tenía atado y metiéndole la cabeza dentro del lavabo. Acción que dejó de realizar al verme, dejando libre al chico lentejas.
- ¡NARUTO REALMENTE ERES TÚ! - animado mi padre, se lanzó a abrazarme, dejando irremediablemente caer a Kabuto al suelo, escuchándose en ese instante el fuerte golpe que se dio contra el mismo
- ¿Eh? – sin poder aun reaccionar solo podía sentir el fuerte apretón que me daba mi padre
- ¡Mírate!... ¡Haz crecido tanto hijo mío!, y te ves tan masculino, tan hombre, ¡tan macho como tu padre!
- Ehh… - con una mirada un poco irónica trataba de reaccionar, cosa que no lograba totalmente
- ¡Tardaste!, cuando vi a este científico entrar a la casa, pensé que vendrías más pronto, ya inclusive tuve que tomar tácticas para saber de ti, aunque por alguna razón el tipo decía que no sabía donde estabas
- Padre… se supone que escapé y que ese “científico” – mi padre aun tenía la costumbre de llamar científicos a todos los que usan lentes, ni idea de por que lo hace – Estaba buscándome, era ilógico que supiera donde estaba
- Bueno, eso lo explica todo, pero ¡ah, que más da!, te extrañé tanto hijo – volviendo así a intentar estrangularme con un fuerte abrazo, el cual, correspondí sin chistar
- Yo también te extrañé padre – sonreí con ternura aferrando mis manos sobre la espalda de mi viejo
- Sí… pero Naruto – separando el abrazo me miró directo a los ojos con seriedad – Aunque quisiera que pudieras quedarte, este científico dijo que Orochimaru vendría si él no regresaba en cierto tiempo, será mejor que escapes de la ciudad
- ¿Qué dices?, pero…
- Por mí no te preocupes, he estado yendo al gimnasio, este viejo aun puede dar mucho de sí, de hecho pensaba ser yo quien fuera por ti al orfanato, pero algo me decía que tú vendrías y quise confiar en ese algo… y ahora no me arrepiento de ello, además, aquí nunca estarás seguro, vete lejos, hasta que cumplas los 18 años y ya no puedan buscarte más, vamos Naruto, tienes mi teléfono, siempre me podrás llamar para decirme como estás… con eso me basta para estar tranquilo
- Padre… - me parecía tan emotivo el momento, pero sin duda, pensé que su idea era la indicada, sin embargo, no estaba seguro ni siquiera de a donde irme
- ¡Anda!, ¡Que no estás seguro aquí, vete ya! – con poca fuerza me daba empujones para sacarme de la cocina
- Je, está bien – le miré con decisión y una amplia sonrisa – Prometo que cuando ya no sea perseguido… volveré contigo, así que sólo espérame
- Tenlo por seguro hijo, estaré esperando a que ese momento llegue...
Sin más, viendo a Kabuto semiinconsciente en el suelo, salí no sin antes darle otro fuerte abrazo a mi padre, encontrándome a Sasuke esperándome afuera.
- ¿Qué pasó?
- Ya lo vi y, creo que hay algo que tengo que decidir…
- ¡Ahí estás!
Volteamos al instante cuando escuchamos una voz de lo más familiar. Notando que los Hebi no habían detenido por más a los del Sonido, o al menos no a Kimimaro, quien era el que venía directo hacia nosotros. Sasuke nuevamente sin previo avisó me sujetó de la muñeca y me llevó corriendo de calle en calle, viéndonos así huyendo del peliblanco.
- ¿A dónde vamos Sasuke?
- Lo estuve pensando Naruto… y no es conveniente que te quedes aquí en esta ciudad
Miraba a Sasuke de perfil mientras corríamos, sorprendido de escuchar lo que me decía, cosa que parecía estar de acuerdo con mi padre.
- Tienes que huir de aquí, sino nunca van a dejarte en paz
- Sasuke…
- ¡NARUTOOOOOO!
Sin darnos cuenta por tanto correr, nos hallábamos ya a tan poca distancia de la carretera, y para mi sorpresa fuera de la misma se encontraba el trailer del señor Tazuna, llevando a su lado a Haku.
- ¡¿Haku?!
- ¿Los conoces?
- Sí, es mi amigo, con el que escapé del orfanato, pero, se supone que se habían ido
Logrando haber perdido de vista a Kimimaro llegamos hasta el final del camino, entrando así a una de las orillas de la carretera, reencontrándome con mi amigo Haku.
- ¡¿Qué haces aquí Haku?!, se supone que tú…
- ¡Lo sé!, pero… - antes de continuar hablando volteó hacia la diestra, viendo fijamente al Uchiha - ¿Sasuke?
- ¿Eh?... sí
- Jaja, mucho gusto, eres, tal y como Naruto te mencionó – sonríe satisfecho volviéndome a ver – Le pedí al señor Tazuna que volviéramos por ti, por que al dejarte, cierta distancia adelante, llegué a ver por el espejo retrovisor la limusina de Orochimaru, me preocupé y aunque ya llevábamos un tramo de distancia lejos de esta ciudad decidí que era mejor que vinieras con nosotros, por eso le pedí a Tazuna-san que viniéramos de regreso por ti
- Haku…
- ¡Vamos Naruto!, debes venir con nosotros – con la puerta abierta del trailer, hablándome desde esa posición, Haku extendió su mano hacia mí
- Pero…
Sentí un leve empujón de atrás, volteando así a ver que se trataba de Sasuke.
- Vete con él Naruto, aquí tú no estarás nunca a salvo
- Sasuke… ¡pero!
El dedo índice de la mano diestra de Sasuke acalló mis labios. Clavando directamente sus oscuros ojos sobre los míos.
- No digas más y sólo vete… ten por seguro que nos volveremos a ver
No pude decir nada más, mis ojos comenzaron a derramar lágrimas, las cuales fueron de poco en poco siendo removidas de mis mejillas por el dorso de la mano de Sasuke.
- Mi niño llorón, este no será un adiós, tenlo muy en cuenta, es un hasta pronto
No podía mencionar palabra, mis ojos no podían dejar de derramar lágrimas y mis labios no se atrevían a decir nada.
- Hey chico del trailer – por un instante Sasuke miró a Haku – ¿Podrías cerrar los ojos un momento?
- ¿Eh?... claro – obedeciéndole, Haku cerró sus ojos
Al ver que Haku había hecho caso a la acción que le pedía Sasuke, el moreno me tomó de las mejillas y plantó un dulce y tierno beso sobre mis labios, el cual no dudé en corresponder del mismo modo, aunque llevando conmigo mucha melancolía.
- Y bien… - al separar nuestros labios Sasuke volvió a mencionar aquellas palabras que tanto me dolían en el pecho – Puedes abrirlos y tú Naruto, será mejor que te vayas ya
- Sasuke… - fue lo único que mis labios musitaron antes de escuchar el motor del trailer encenderse
Sasuke me dio la vuelta para que así quedara dándole la espalda, viendo de frente el trailer y la mano de Haku nuevamente estirada hacia mí.
- Es hora, te están esperando… - sujetando mis hombros Sasuke acercó sus labios a mi oído izquierdo susurrándome las siguientes palabras – Te amo… - dicha sus palabras volvió a empujarme, llevando así mi mano a sujetar la de Haku, quien me jaló dentro del trailer, el cual viéndome arriba comenzó a marchar
Mientras Haku cerraba la puerta del trailer, aun con las lágrimas brotando de mis ojos miré a Sasuke ahí de pie mirándome partir.
- ¡TE AMO SASUKE! – alcancé a gritar, casi saliéndome de la ventana, viéndolo como se despedía de mí con una dulce sonrisa y un ademán de la mano
Me senté correctamente con la mirada al frente, cerrando con fuerza mis ojos, tratando de contener aquellas lágrimas y la tristeza que me consumían.
¿Era así como acabaría todo?... A pesar de que no era un adiós como Sasuke dijo… mi corazón se sentía inquieto; y fue así como recordé aquellas palabras que Temari me dijo…
El día que nos enteramos que te fuiste... era el 23 de Julio Naruto...
El 23 de Julio... cumple años Sasuke-kun... y escuché que siempre ese día se la ha pasado completamente sólo... puesto que su hermano y sus padres no tienen tiempo... no para festejar ese tipo de cosas...
Hoy es 23 de Julio...
¡¿PERO QUÉ DIABLOS ESTOY HACIENDO?!
¡¿Voy a dejarlo sólo de nuevo en su cumpleaños?!
¡No, eso no volverá a pasar!
- ¡Deténgase por favor Tazuna-san!
- Pero Naruto… - Haku no comprendía mi petición
- ¡POR FAVOR! – notando mi desesperación, el señor Tazuna detuvo el trailer sacándolo levemente de la carretera
Sin pensarlo abrí la puerta del trailer, bajando de un brinco, corriendo todo el tramo recorrido por el trailer, que aunque no fue mucho, tampoco parecía ser poco ante mis piernas.
Mi desesperación era enorme, corría sin siquiera pensar en nada más, sólo quería encontrarme a Sasuke de nuevo.
Y finalmente, después de correr aquel tramo, pude a ver desde cierta distancia una escena desagradable, aun sin detener mis piernas, noté como Kimimaro tenía a Sasuke sujeto del cuello de su camisa, además de que Sasuke parecía no defenderse, lo cual me molestó aun más, no supe como lo hice, pero cuando llegué a donde estaban los dos, solté el puñetazo más fuerte de mi vida en el rostro de Kimimaro, el cual por el impacto soltó a Sasuke y fue a caer directo contra el suelo.
Viéndome furioso y agitado, removí mi mirada de Kimimaro para fijarla hacia Sasuke, quien pude notar tenía la facción llena de sorpresa, además de lágrimas remarcadas en sus mejillas, las cuales tenían poco de haber salido de sus ojos.
- ¡ERES UN IDIOTA! – cerré mis ojos y grité eufórico hacia el moreno - ¡No te desharás tan fácilmente de mí! – abrí nuevamente mis ojos clavándolos sobre los de Sasuke y calmándome a la vez de la euforia – Así que… festejemos tu cumpleaños juntos de ahora en adelante, ¡hoy y siempre!... – me acerqué al aun sorprendido Uchiha, siendo yo ahora quien limpiara las lágrimas de sus mejillas - ¿Te parece bien, mi niño llorón? – musité finalmente con una nueva sonrisa dibujada en mis labios
Sasuke respondió sonriendo con ternura ante mi burlón comentario, posando su mano diestra en mi cabellera, revolviéndola hasta despeinarme.
- ¡Naruto! – nuevamente pude observar a Haku venir en el trailer junto con Tazuna-san
- ¿No dejarás a tu amigo preocupado o sí Naruto?
- ¡No, pero no quiero dejarte!, no de nuevo…
- Nadie dice que tienes que dejarme, idiota
Sin entender sus palabras, sujetándome quizá por milésima vez de la muñeca y jalándome a su merced, me guió nuevamente hacia el trailer, empujándome hacia la mano de Haku, quien volvió a llevarme dentro del trailer, lo cual me exaltó demasiado.
- ¡Sasuke!… - pero mayor fue mi sorpresa el ver a Sasuke extendiendo su mano hacia mí
- No me dejarás… por que yo me iré contigo – aun con aquella tierna sonrisa dibujada en sus labios, Sasuke esperaba que yo correspondiera a su acción
- Sasuke… - correspondiendo emocionado guié mi mano hacia la de Sasuke y lo jalé dentro del trailer, el cual volvió a ir en marcha
Teniendo a Sasuke dentro del trailer, cerré la puerta y me aferré a él como si de un peluche se tratara. Aun estaba realmente incrédulo a todo lo que había sucedido y más a lo que sucedía ahora mismo.
- Un gusto, señor ¿Tazuna? – Sasuke se presentaba ante el dueño del transporte
- Mucho gusto jovencito y ¡bienvenido a la tripulación!
Con una risa resonando entre todos los que nos encontrábamos en el trailer, fuimos de poco en poco guiando nuestra mirada hacia el frente. Hacia lo que sería, un nuevo camino por recorrer…
- Ahora estaremos siempre juntos Sasuke… - fijé mi mirada dulcemente hacia mi amado moreno
Sasuke por su parte colocó una expresión de lo más inesperada.
- La verdad, yo aun estoy insatisfecho
- ¿Eh?... ¡¿por qué?!
- Por que… aun me debes mi regalo de cumpleaños – dibuja una sonrisa picara entre sus labios
- ¡P-PERVERTIDO!
Jaja, no recuerdo ya cuantas veces me he puesto rojo por culpa de Sasuke, pero de algo estoy seguro… nunca más estaremos solos, por que ahora nos tendremos el uno para el otro…
Una falsa apariencia... sólo por buscar la aceptación de los demás... ése es... ...Mi secreto.
El amor que siento por Sasuke… esa es… Mi verdad.
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FIN