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Muriendo por ti por camilasheeran

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!!!

 

Se que me quieren matar por no haber actualizado en estas semanas.... pero veran:

Recientemente fui victima de la delincuencia y mi lap top cambio de dueño...

ahi estaban los capitulos que ya tenia terminados... la verdad me dio mucho coraje porque tambien iban mis tareas de la universidad

y pues estoy subiendo este capitulo desde una compu prestada, asi que si hay faltas de ortografia o algo raro... perdon!!!


nota: menciono en el capitulo mpreg (de lo que soy fan...) se que a mucha gente no le gusta... por eso quiero aclarar que aunque a mi se me hace muy lindo, no pienso incluirlo en este fic

tal vez despues me anime a escribir algo sobre el tema pero por lo pronto no....

 

Capítulo 10


 


z88;


-Sí, papá, te prometo tener cuidado. - Shuichi se rio, tratando de no moverse mucho para no arruinar el peinado.- De todos modos, Ayaka y Ren estarán allí, así que voy a ser capaz de encontrar un paseo si estoy demasiado perdido


Los altavoces portátiles vibraron con el suspiro alto y claro que el padre dejó escapar.


-Shuichi...


-Oh, relájate. Sabes que puedes confiar en mí.


El pelirrosa creyó que todavía podría decir eso, pero de alguna manera sintió que era menos cierto que antes.


Sus dedos se inquietaron. Tenía que salir de esa llamada, para que pudiera entrar en el traje. Tanto Yuki como Tohma se habían comprometido a llevarlo a la fiesta.


Iba con los dos. Por mucho que sólo quería pasar cada segundo con Yuki, Shuichi decidió dar a Tohma una oportunidad para hacer las paces. Él era el mejor amigo de Yuki


<Sólo una oportunidad más>


-No es que me preocupe - se quejó el señor Shindou


El menor entre cerró los ojos.


-Pero te gusta Yuki, papá.


-Es un adolescente, cariño. Confío en él, pero no con mi hijo.


El calor subió a las mejillas del pelirrosa, y esperaba que su padre no viera el rubor. Sus sospechas estaban demasiado cerca de casa.


<Si supiera.>


La culpa manchaba la noche emocionante que iba a tener.


Yuki y él habían hecho el amor dos veces en su cumpleaños hace una semana y de nuevo a la mañana siguiente.


Shuichi lo mantuvo fuera de sí desde entonces, poder conseguir algo de trabajo escolar hecho se había convertido en un trabajo a tiempo completo. Un trabajo a tiempo completo delicioso y divertido. Le gustó mucho el efecto que tenía sobre él y la facilidad con que podía conseguir que tratara sólo de decir no. Le llamó ayer por la noche como matón, y Shuichi se reía, porque lo hizo un tipo sin poder.


Pero si su padre sabía que Yuki pasaba todas las noches ahí, y lo que hacían; saltaría en un avión de vuelta inmediatamente.


 


-Bueno, ¿cómo me veo hasta ahora? - le pregunto a su padre, lo que significaba mirarlo del cuello para arriba.


Él le dio una sonrisa triste, el pequeño sabia que lamentaba no poder estar ahí con él


-Hermoso. Tanto como tu mamá.


Los ojos amatista se llenaron.


-Gracias -le susurro apenas. Shuichi y su madre no se parecían mucho. Ella tenía el cabello rojo y era más pequeña, pero le hizo sentir orgulloso que su padre pensara que era tan hermoso como ella.


-Muy bien, ve a vestirte, y mándame un texto cuando llegues esta noche. - Se frotó la barba en su mandíbula.


-Te quiero. Hablaremos más tarde - le contesto el menor


-Yo también te quiero. Pasa un buen rato. - Y colgó.


Bajando el cierre, saco su traje de la percha. El saco es corto y ceñido. Los pantalones se amoldaban perfectamente a su cuerpo, estilizándolo y resaltando sus tonificadas piernas y redondo trasero. Tomó una respiración profunda mientras subía la cremallera del pantalón y se ajustaba en todos los lugares correctos. Llevaba una camisa color lila que resaltaba el tono de sus ojos. Camino hacia el espejo y se sorprendió por lo que vio


<Wow. Nunca me había visto así antes.>


Después de retocarse el peinado, se dirigió escaleras abajo para agarrar los zapatos.


Tomando la caja del lado del pasajero de la camioneta, se dio la vuelta para ver a Yuki congelado en su camino de entrada, mirándolo. Shuichi tragó con la súbita conmoción de verlo vestido. Vestía un traje negro, por supuesto, con una camisa negra y zapatos. La chaqueta colgaba de él sin fuerzas, pero se adapta a la cintura antes de que cayera más allá de sus caderas. Llevaba el cabello rubio cortado y peinado a la perfección y fuera de los ojos, por lo que parecían más brillantes. Sólo quería llevarlo dentro y olvidarse del baile.


Su profunda mirada dorada viajaba por el cuerpo del pelirrosa, y su respiración se volvía más agitada cada segundo.


<¡Sí! Exactamente la reacción que esperaba.>


Shuichi tomó la parte superior de la caja y saco los zapatos, deslizando ambos por sus pies descalzos. Yuki mantuvo sus ojos en el pequeño, después de cada movimiento.


-¿Por lo tanto, tu atuendo es para él, o para mí? -bromeó Yuki, cruzando el patio.


-¿Para ti? -Arqueo una ceja-. ¿Por qué sería este atuendo para ti? - su actitud sarcástica estaba destinada a jugar con él. Algo en lo que se había hecho muy bueno.


Yuki envolvió sus brazos alrededor de su espalda y lo levantó, llevando sus labios a los del pelirrosa en un duro "toma ese" beso.


-Sabes a helado de fresas - gimió contra sus labios-. Y te ves como el sol.


Regocijo invadió el cuerpo del menor con sus palabras.


-Te ves muy bien, también.


El zumbido lejano del auto de Tohma resonó en el barrio, y Shuichi se retorció en los brazos de Yuki. Estaba seguro de que su camisa se había subido un poco cuando lo agarró y esa no era una vista para su amigo.


Tohma se detuvo al lado de la casa y salió del coche en casi el mismo traje negro y camisa como Yuki, pero Tohma había añadido un lazo púrpura.


Con su cabello rubio y fino rostro, parecía arrogante y hermoso. Los moretones de su lucha un par de semanas atrás habían prácticamente desaparecido.


Mientras que Yuki tenía el aspecto de estrella de cine, Tohma era como un modelo. Demasiado bonito para el gusto de Shuichi, pero bastante bonito a pesar de todo.


Caminando con esos dos esta noche, sería la comidilla de la ciudad mañana.


Tohma desaceleró cuando levantó la vista y vio a Yuki delante del pelirrosa. Lo que Tohma vio en los ojos de Yuki le hizo detenerse. Cualquier rastro de una sonrisa que llevaba ya había desaparecido.


-No voy a ser golpeado de nuevo, ¿verdad? -preguntó Tohma, medio tímido y medio en broma.


-Vete a la mierda. Tienes suerte de que te esté recibiendo en absoluto esta noche. -Yuki suspiró y volvió a su casa- Voy a tomar mis llaves. Estamos tomando mi coche.


Tohma sonrió tras de Yuki mientras veía a su amigo desaparecer dentro de su casa y cerrar la puerta.


Shuichi registro un silbido y llevo sus ojos de nuevo a Tohma.


-Te ves... comestible. -Sacudió la cabeza como si no pudiera creer que podía verse bien.


El pelirrrosa rodo los ojos y lo miro con una mirada impaciente.


-Relájate. -Sonrió y levantó las manos -Voy a ocuparme de mis modales... esta noche -añadió al último con una sonrisa amenazadora.


Sacudiendo la cabeza, el menor se dirigió hacia la casa.


-Voy a tomar mi cartera y llaves


Después que deslizo su cartera de la puerta de entrada, se miro en el espejo, y cerro la casa, se giro para ver a Tohma sosteniendo un ramillete en la mano.


Sintiéndose un poco incómodo, ya que pensó que Yuki sería el que le conseguiría una flor, lo miro con recelo.


Tohma se acercó al pequeño, con una expresión pensativa en su rostro.


-Si no te importa, le pregunté a Yuki si podía conseguir esto para ti. -Amplió la pulsera, y la deslizo por su mano.- Lo siento por ser un imbécil todos estos años. Tenía un plan, sin embargo.


Perplejo, pregunto:


-¿Cuál era?


El rubio sonrió para sus adentros.


-Yuki es mi mejor amigo. He sabido por un tiempo que se preocupaba por ti. La primera vez que vine a su casa el primer año de preparatoria, encontré un montón de fotos de ustedes dos. Él las mantiene en su mesita de noche.


El corazón del pelirrosa latió más rápido, pero se sintió aliviado. Odiaba no ver ninguna foto de ellos, en su caja de fotos la noche en que pudo entrar. Ahora sabía que están guardadas en otro lugar. En algún lugar cerca de él.


-De todos modos -continuó Tohma- nunca entendí por qué te trató como lo hizo, y Yuki es tan revelador como un cangrejo ermitaño. Es como una de esas alcancías que hay que romper para sacar algo. Puedes sólo sacudirlo y te dará algunas monedas, pero tienes que conseguir el martillo. -lo miró directamente-. Tú eras el martillo.


-Todavía no lo entiendo.


Frunció los labios como si estuviera molesto por tener que explicarlo más.


-Metí la pata contigo más de lo que me lo pidió, porque quería que reaccionara. Nunca ha sido un tipo particularmente feliz, y yo estaba harto de sus cavilaciones. Él se puso loco cuando te fuiste a Francia, y me di cuenta de que su comportamiento destructivo tenía algo que ver contigo. Al igual como si se hubiera perdido sin ti o algo así. Por lo tanto, decidí tratar de darle celos cuando volviste para ver qué pasaba.


-¿Y crees que es lo que un buen amigo hace? -¿Por qué querría Tohma sacar de quicio a Yuki? ¿Por qué no hablar con él?


-No lo sé -dijo con sarcasmo- Ustedes dos parecen muy, muy felices.


Estaban muy contentos. Pero dudaba que Tohma pidiéndole ir al baile de Bienvenida consiguiera que Yuki actuara. Ya no importaba, sin embargo. Yuki y él estaban juntos de nuevo, más fuerte (esperaba), y Tohma tenía que asegurarse.


-Así que querías verlo feliz. ¿Por qué te preocupas tanto por Yuki?-le pregunto.


Tohma se metió las manos en el bolsillo y trató de ocultar una sonrisa.


-¿Has oído hablar sobre el primer año de preparatoria, sobre el tiempo en que me metieron desnudo en mi casillero algunos seniors?


<¿Tohma intimidado? >


-Uh, no. -se rio, no creía una palabra de eso.


-Nadie lo sabe. Y es por eso que Yuki es mi mejor amigo. -Su voz era uniforme, y Shuichi se dio cuenta de que hablaba en serio. Yuki le había ayudado.


El pelirrosa no sabía qué decir, pero ambos dirigieron su atención al rubio mientras se acercaba caminando de su casa. Tomando la mano del menor, le dio un beso debajo de la oreja


-Siento haber tardado tanto. Mi mamá me estaba dando una charla.


Tohma se colocó al otro lado y extendió su brazo para que el pequeño lo tomara, lo cual hizo.


-¿Sobre qué? -Apretó, un poco nervioso acerca de qué clase de madre hacia la señora Uesugui en la actualidad.


-Que no consiga que quedes embarazado -susurró sin mirarle.


Shuichi se aclaro la garganta.


<¿Embarazado?>


Ambos intercambiaron sonrisas cautelosas, sin saber qué decir a eso. Yuki y el habían estado utilizando protección, pero supuso que debería obtener la píldora, también.


-¿Estamos listos? -Tohma elevó la voz.


Shuichi sostuvo a Tohma por la parte interior de su codo y a Yuki cerca de el por los bíceps. Mientras que hace un mes nunca hubiera pensado que estaría ahí con esos dos, se sentía a gusto.


-Por supuesto. Este es el comienzo de una gran amistad. - empujó el brazo de Tohma juguetonamente.


-Podría ser el comienzo de una gran porno, también -dijo sin expresión Tohma, rompiendo a reír.


-¡Hijo de puta! Vas a conseguirlo esta noche -lo amenazo Yuki, y Shuichi negó riendo.


**************************


 


El baile fue más agradable de lo que esperaban, incluso con la música diluida y tratando de hacer malabares con dos citas. Nueva York, Nueva York era el tema de la fiesta de Bienvenida, y el gimnasio estaba impresionantemente decorado con recortes del perfil de la ciudad de Nueva York y luces centelleantes.


Ambos rubios estaban como yin y yang. Tohma amaba a todos y todo. Yuki apenas toleraba nada. Tohma consiguió grandes fotos de la nueva pareja apoyados contra un taxi retro de la ciudad de Nueva York para la foto de la fiesta de Bienvenida. Shuichi le siguió el juego, aun cuando siguiera tratando de posar como un mafioso.


Yuki tenía que ser obligado delante de la cámara


Después de la rareza inicial de tratar de estar juntos en una cita real, Yuki y Shuichi se relajaron y tuvieron un poco de diversión.


-Muy bien, vamos a emborracharnos. -Tohma lideró el camino hacia la casa de Nami en busca del licor.


Llegaron a la fiesta de Nami al igual que la mayoría de personas estaba llegando, y Shuichi se detuvo en cuanto dio un paso dentro. El recuerdo de la última vez que estuvo ahí hace más de un año puso su corazón acelerado.


<Maldición>


Yuki se detuvo delante del pelirrosa, probablemente porque vaciló. Su respiración se aceleró, y apretó su mano. Incluso en su cabeza, no podía descifrar por qué reaccionaba de esa manera. No tenía miedo. Sabía que nada iba a pasar esa noche.


-¿Shu, estás bien? -Los ojos de Yuki lucían afectados.


-Sí, necesito un trago. - Estaría condenado si fuera a ser atrapado por su pasado. Su cuerpo estaba entrando en histeria y solamente quería disfrutar de la fiesta.


Una vez que llegaron a la cocina, completa con un bar improvisado justo como la última vez, Tohma se puso a trabajar preparando los tragos. Yuki declinó, ya que él conducía, y Shuichi estaba orgulloso de él por ser responsable. Tohma estaba simplemente feliz de que tenía un conductor designado.


Arrebatando la copa roja de la mano de Tohma, Shuichi tragó el ardiente líquido mezclado con Cola tan rápido como pudo. Con cada trago, el alcohol picaba peor y el gusto amargo lo tenía deseando una galleta o un Jolly Rancher o algo dulce.


Consumiendo con éxito hasta la última gota, balanceo la copa en el fregadero y tosió en su mano mientras Tohma se reía de él.


-Ah, estás casi tan rojo como un tomate -bromeó


-Vete a la mierda -murmuró el pelirrosa. Yuki envolvió una mano alrededor de la cintura del menor y lo atrajo cerca, besando su cabello. Cerrando los ojos, dejo que el alcohol calentara su sangre, relajando los músculos.


-Hey, chicos. - Ayaka se abalanzó en la cocina, tirando a Ren detrás de ella.


Él asintió como saludo, claramente no contento con Yuki y Ayaka y su breve cita.


Ren la había engañado, pero estaba actuando enfadado porque Ayaka pasó un par de citas con otro tipo.


<Supéralo. >


-¿Qué estamos bebiendo? -preguntó ella.


-Bueno, acabo de tomar un poco de coraje líquido, entonces estoy bien por ahora. - la voz del menor era todavía áspera por las acometidas del licor.


Mientras ella y los demás se pusieron a elaborar la preparación de sus mezclas, Yuki se inclinó hacia la oreja del pelirrosa:


-Ven conmigo.


Escalofríos se extendieron a través de sus brazos cuando su aliento cosquilleó en la oreja. Tomó la mano de Shuichi, y dejo que lo guiara fuera de la cocina y por las escaleras al segundo piso de la casa.


La casa de Nami era enorme, por eso las fiestas ahí eran tan populares.


Disfrutaba de una casa lujosa y espaciosa de dos niveles con un sótano terminado y un patio totalmente embellecido con jardines que era lo suficientemente grande para una modesta cancha de golf.


Esta casa probablemente contaba con siete u ocho dormitorios.


Y parecía que Yuki lo estaba llevando a uno.


<Oh, Dios mío>


Tocó a una puerta para asegurarse de que la habitación estaba vacía y luego los condujo dentro. En cuanto la puerta se cerró, lo sostuvo contra ella, haciéndole agarrar sus brazos en apoyo. Shuichi jadeo por la sorpresa y encontró el beso cuando sus labios se encontraron. La mano del rubio bajó al trasero del menor, y lo acercó hasta encontrar sus caderas. Shuichi arrastró su boca lejos del rubio para recuperar el aliento mientras él bajaba su cabeza hacia su cuello.


-Dios, Shu. Tu atuendo debería ser quemado. -Su boca estaba caliente sobre la oreja del pequeño cuando comenzó a succionar el lóbulo.


-¿Por qué? -pregunto, el deseo quemando por debajo haciendo muy difícil concentrarse.


Él se rio contra su cuello.


-Cada tipo de mierda ha estado mirándote esta noche. Voy a ser arrestado.


Tomando su cabeza en las manos, Shuichi forzó los ojos dorados a encontrar los amatistas mientras sus narices se tocaban.


-Soy tuyo. Siempre he sido tuyo. -la promesa colgando en el aire mientras lo miraba con sus ojos color dorado llenos de deseo.


-Ven aquí. -lo conduce al centro del gran dormitorio, que parecía ser una habitación de huéspedes por la ausencia de fotografías y otras cosas personales.


Yuki sacó su teléfono y presionó algunos botones antes de que una melodía comenzara a tocar. Colocó el teléfono sobre la cómoda, sosteniéndose en su pie de apoyo, caminó de regreso y tomó en sus brazos al pelirrosa mientras éste envolvía los suyos alrededor de su cuello


Lentamente comenzaron a moverse junto a la música en su primer baile lento juntos.


-Lo siento, no bailé contigo esta noche. -Sus ojos no se encontraron, y había pesar en su voz- No me gusta hacer cosas así en público. Se siente demasiado personal, supongo.


-No quiero cambiar quién eres -le dijo- Pero me gustaría bailar contigo alguna vez o sostener tu mano.


El rubio lo atrajo más cerca en un abrazo y envolvió sus brazos alrededor de la pequeña espalda como una cinta de acero.


-Lo intentaré, Shu. El pasado se ha ido. Lo sé. Quiero que la comodidad que solíamos tener regrese.


El pelirrosa inclinó su cabeza más para encontrar sus ojos mientras seguían balanceándose con la música.


-Tu tatuaje "El pasado dura para siempre. El mañana nunca llega" eso es lo que dice. ¿Qué significa eso? - Shuichi finalmente había sido capaz de leer la escritura sobre el lado del torso del ojidorado una mañana de esa semana mientras él estaba durmiendo.


Su mano se deslizó a lo largo del cabello rosa.


-Solamente que estaba viviendo en el pasado. Lo que pasó con mi padre, lo que pasó contigo, nunca podría superar la cólera. El pasado me perseguía. Y el mañana, el nuevo día, nunca parecía llegar.


<Hasta mí, es lo que él había escrito en la nota>


-¿Y la linterna en tu brazo?


-Oh, haces demasiadas preguntas -se quejó Yuki juguetonamente, y podría decir que estaba avergonzado.


Yuki fijó con una sonrisa resignada.


-La linterna eres tú, Shuichi... La luz. La conseguí después de que entré en problemas el año pasado. Tenía que comportarme de una manera más aceptable, y mi mamá decidió hacer lo mismo con la bebida. Ambos escogimos un pensamiento que nos llevaría a través del día. Un sueño o un deseo…-Sacudió su cabeza y su voz se fue desvaneciendo.


Su confesión dejó al menor sin aliento.


<¿Él había pensado en mí cada día? >


-¿Yo? -preguntó


Yuki bajó su mirada hacía el pelirrosa y acarició su mejilla con el pulgar.


-Siempre has sido tú. -Yuki usó las palabras que le había dicho antes, y Shuichi no podía tragar el nudo en su garganta- Te amo, Shu-Chan. -Yuki lo miró como si fuera la cosa más importante en su mundo.


El pequeño cerro los ojos y junto sus labios con los del rubio.


-Te amo, también -susurro contra su boca antes de sellarla con un beso.


Sus cuerpos se fundieron, y los dedos se enroscaron a través del cabello del otro mientras se devoraban. De Yuki eran suaves, pero fuertes contra los de Shuichi, y sus dedos se clavaron en la ancha espalda mientras las manos del ojidorado reclamaron el cuerpo del menor, quien lo quería por todas partes.


Shuichi se sentía insaciable, y la culpa mostró el lado oscuro de él. Lo quería ahí y ahora, pero el sexo con alguien en esa habitación mientras una fiesta ocurría abajo no era algo que un buen chico hacía.


Shuichi presionó sus caderas contra las de Yuki, y ambos estaban sin aliento entre besos.


El pelirrosa siguió un camino hacia la mandíbula, y sus dientes rasparon ligeramente su barbilla.


-Bájame el cierre -jadeo


Yuki gimió.


-Vámonos de aquí. Estoy de humor para más que un "rapidito".


-Bueno, nunca he tenido un rapidito -indico- bájame el cierre.


Yuki obedeció, pero las esquinas de su boca se levantaron en una sonrisa sexy.


-¿A dónde se iría mi niño bueno? -La pregunta era retórica. Sabía que amaba la manera en que lo deseaba.


Shuichi sintió la corriente de aire cuando la mano de Yuki llegó hasta el botón de su pantalón para desabrocharlo, y gimió cuando sus manos se deslizaron hacia abajo y acariciaron su miembro despierto. Las manos de Yuki eran como una droga para el menor, casi tan adictiva como su boca. Shuichi le quito su chaqueta, mientras dejaba caer su camisa dejando ver sus pezones rosados.


La boca de Yuki quemaba su cuello en besos suaves, y Shuichi abrió los botones de la camisa del ojidorado que le estorbaba. Aspiro una bocanada de aire cuando las manos del rubio fueron a sus pezones.


Estremecimientos se propagaron a través de su piel, ansiando más de él.


-Yuki- susurro y envolvió un brazo alrededor del cuello, colocando sus labios encima de los del contrario- Realmente soy un chico bueno. Pero esta noche quiero ser muy, muy malo


La respiración del rubio se agitó contra la boca del pelirrosa, y capturó sus labios en un beso feroz.


<Dios, él me deseaba.>


Y estaba emocionado, porque no quería esperar hasta que llegaran a casa.


Yuki abrió el resto de su camisa, enviando los botones dispersos al piso de madera dura. Shuichi dejo su saco desparramarse a sus pies y luego se quito los bóxers, dejando libre la erección que ya comenzaba a molestarle


-Joder, Shu. -Yuki apretó su mandíbula, tomando la vista delante de él. Y atrajo sus labios otra vez, devorando casi cada parte del menor con su boca y manos- Lo siento. Quiero ir despacio contigo. Solamente es tan difícil. ¿Crees que en diez años finalmente llegaré a donde realmente necesitaré preliminares para conseguir una erección contigo?-


Los ojos dorados le preguntaron al ojiamatista, pero éste sólo podía sonreír. Había algo en la manera en que lo deseaba, la forma en que sus ojos ahogaron cualquier duda, que le hizo sentir poderoso.


Yuki, por lo que Shuichi había visto, era la clase de chico de una noche. Él no dormía fuera de casa, y no tomaba números de teléfono. A Shu le preocupaba que perdiera el interés o lo considerara una misión cumplida cuando durmieron juntos por primera vez, pero en cambio, se volvió aún más hambriento.


Cada caricia de la semana pasada, cada beso, cada vez que se habían amado, actuaba como si todo lo que hacían fuera nuevo. Ridículo, Shuichi lo sabia. Él tenía más experiencia que el pelirrosa, así que ¿por qué algo sería diferente a lo que ya había experimentado antes?


<A no ser que me amara. Eso era algo que estaba seguro que él no había tenido con ninguna otra chica…o chico… Espero, de todos modos. >


Shuichi quería ser valiente, aun cuando sus nervios quisieran que corriera hacia las colinas. Quería experimentar todo con Yuki. Sin huir, sin miedo. Iba a pedir todo lo que deseaba, y ser valiente al respecto. Para siempre o nunca.


<Sé valiente. >


*************************POV SHUICHI******************


Puse mi mano sobre la prueba hinchada de que me deseaba. Él se estremeció y aspiró una bocanada de aire mientras envolvía mi mano alrededor de él y lo acaricié. Esperé que él cerrara sus ojos. ¿No se suponía, que hiciera eso? ¿Concentrarse más en la sensación? Pero en cambio, solamente me observó tocándolo. Se puso más duro en mi mano, y gemí bajito, encendido por la longitud lisa que había estado dentro de mí y estaría dentro de mí otra vez.


Me miró con sus ojos dorados y calientes. Me vio tocarlo, y pensé que me vendría solamente con lo que le estaba haciendo. La manera que sus manos se apretaban en puños, su erección cuando lo froté de cierta manera y la forma en que su respiración se hizo más pesada, todo me hizo palpitar al punto donde no podía soportar más.


Rasgó la envoltura del condón que había puesto sobre la mesa de noche cuando tomó sus pantalones y se lo puso.


¡Gracias a Dios!


Fundiendo mi cuerpo en el suyo, nuestros pechos rozándose, lo besé mucho tiempo y profundamente, corriendo mis manos por toda su espalda.


Sé valiente.


-Mi turno -susurré en su oreja.


Los ojos de Yuki se ampliaron cuando se dio cuenta de lo que quería decir.


Ligeramente lo empujé sobre la cama y me deslicé encima de él. Perfecto. Un disparo de adrenalina corría por mí cuando sentí sus manos sobre mis caderas encontrando mi entrada y preparándola para la invasión que seguiría


-Tú eres perfecto. Perfecto para mí. -Pasó sus manos arriba y abajo de mis nalgas


Me moví, deslizando su punta a lo largo de mi hendidura, burlándome de él.


Cuando bajé sobre él, poniéndolo dentro de mí, mis dedos del pie se curvaron con la increíble sensación. Dolor y placer entremezclados a la perfección. Parecía más grande, y me incliné un poco hacia atrás para ser capaz de absorber cada centímetro. Estaba lleno y extendido, y quería que él se sintiera tan completo como yo lo hacía.


Yuki puso una mano sobre mi pecho y usó su otra mano para dirigir mis caderas mientras se movía despacio.


-Dime que te gusta esto, Shu.


-Yo… -Apreté mis muslos más fuerte a sus lados y me desplacé en un movimiento adelante y atrás contra él en lugar del arriba y abajo que había estado haciendo.


Oh. Mi. Dios.


Él golpeó el lugar profundo dentro de mí, y mi cabeza fue hacia atrás mientras gemía. ¡Maldición! No había nada mejor que tenerlo dentro de mí.


Me gustaba que todavía podía sentir donde estaba él al día siguiente. Y quería sentirlo mañana, también.


Empujó sus caderas con fuerza contra mí, enviando estremecimientos por mi cuerpo. En un frenesí que nos volvía completamente locos.


-Dilo.


-Me gusta esto. -Mi cuerpo había perdido el control. La onda dentro de mí se convirtió en una ola, y me presioné contra él más rápido y más fuerte- Me gusta esto contigo.


Llegamos juntos al orgasmo.


Después, nos recostamos colapsados en la cama, demasiado cansado para moverme, y sólo quería meterme en la cama con él. No podía creer que acabara de hacer esto en una casa extraña. Teníamos que salir de aquí antes de que todos descubrieran lo que estábamos haciendo. Tenía que comenzar a ser más cuidadoso.


Mi papá confiaba en mí, pero esto no duraría si seguía tomando decisiones irresponsables.


Desde luego, le gustaba Yuki. Yo tenía dieciocho años. Mi papá sabía que tener una vida sexual estaba destinado a suceder tarde o temprano. Sin embargo, este año escolar estuvo lleno de contratiempos conductuales de mi parte, y tener relaciones sexuales en una casa extraña en una fiesta no estaba en mi lista de grandes ideas. Esto fue divertido una vez, pero recordaré no intentar esto otra vez.


Besé a Yuki, y ambos sonreímos y reímos mientras nos ayudábamos a vestirnos.


-Tengo una pregunta. -Finalmente rompí el maravilloso silencio mientras alisaba su cabello. Esta era la misma pregunta que había tratado de hacerle antes.


Había sólo una pieza más del rompecabezas de Yuki que necesitaba.


-Dispara.


-No querías contarme sobre tu papá o tu hermano. Pero Nami sabía a dónde ibas los fines de semana. ¿Por qué ella podía saberlo y no yo? -La idea de Yuki lo suficientemente cerca de esa chica para confiar en ella me molestó.


-Shuichi yo no le dije nada a Nami. Su papá es un policía. El policía que me arrestó el año pasado por atacar al padre adoptivo de Tat. Ella se enteró a través de él. -Él rodeó sus brazos alrededor de mi cintura y me sostuvo cerca.


-¿Entonces solamente por lo ocurrido estabas saliendo con la hija del policía que te arrestó? -Sabía que era más que una coincidencia sin que él dijera nada. Él había buscado a Nami por alguna venganza tonta. Engancharse con la hija del policía era un "jódete" para su padre.


Él se encogió de hombros.


-Sí, no estoy orgulloso de eso, ¿pero te haría sentir mejor si realmente me gustara ella?


Aparté la mirada. No. No, lo haría.


********************Fin POV Shuichi ********************


 


z88;


Conoces esa expresión, ¿caminando en las nubes? Bueno, ese era Shuichi, mientras caminaba por los pasillos el lunes.


Todo iba tan genial, Ayaka y Ren, Hiro e Izumi, Yuki y él, y la escuela, que se sentía como si estuviera en una droga feliz y sin querer volver a la realidad.


Yuki lo había besado al despedirse el domingo por la mañana después de regreso a casa, tenía que salir para una excursión a visitar a su hermano.


Shuichi le insinuó que le encantaría unírsele algún fin de semana y conocer a Tatsuha, pero no quería empujarlo tampoco. Le dio la impresión de que Yuki realmente disfrutaba de su tiempo a solas con su hermano, por lo que le gustaría esperar hasta que llegara el momento.


El rubio no le había llamado o enviado mensajes de texto durante todo el día de ayer, así que empezó a preocuparse cuando no había oído hablar de él. Pero, aproximadamente a las diez de la noche, finalmente se había arrastrado lentamente por su ventana y se sentó en la cama junto al pelirrosa. Mientras se ponían en posición de cuchara, ambos cayeron en un sueño deliciosamente profundo.


Entre la tortura de cosquillas que despertó al pelirrosa esa mañana y las prisas a la escuela, apenas le había preguntado acerca de su visita a su hermano.


-Por lo tanto, lleva tu culo al estacionamiento después de la escuela hoy. -Tohma pasó junto a Shuichi mientras se dirigía a la clase de francés. Él estaba sonriendo de oreja a oreja- Vamos a practicar carreras en la Ruta Cinco. Un montón de caminos de tierra y colinas.


Shuichi empujo las mangas de su delgada chaqueta de punto negro que llevaba sobre una camiseta . Estaba caluroso como el infierno por luchar con la gente en el pasillo.


-¿Por qué iba a querer practicar carreras? ¿Y contigo?


-Porque Yuki dijo que estabas buscando comprar un auto. Podríamos pasar el invierno preparándolo para competir en la primavera. Yuki dijo que tiene trabajo después de la escuela, así que eso significa que eres libre, y que podemos reunirnos. -Asintió con la cabeza de manera coqueta como si debería estar tan emocionado.


No podía mentir y decir que no estaba interesado en la compra de un coche.


Yuki había visto sus impresiones de Internet.


Tohma enarcó las cejas. Su oxford azul claro colgaba abierta sobre una camiseta oscura, y con su actitud de niño, era difícil quedarse quieto frente a él. Él estaba tratando de ser amable, después de todo.


Shuichi forzó una voz severa.


-Tengo ensayo dos veces a la semana, incluyendo hoy. Tengo el concurso de canto. Por no hablar, que tengo tareas atrasadas en temas y francés que son para la próxima semana, y una prueba de matemáticas y química justo antes de Halloween el próximo viernes. En otro momento... tal vez. -Suspiro en la última parte cuando abrió la puerta de la clase de francés.


-¡No seas tan aguafiestas! - Tohma lo siguió y gritó lo suficientemente fuerte para que toda la clase escuchara-. Esas fotos de nosotros, bañándonos desnudos eran para mis ojos solamente.


Shuichi se detuvo y cerro los ojos cuando sintió que cada estudiante en el cuarto volteo a mirarlo.


<¡¿En serio me estaba haciendo esto otra vez?!>


Risitas y risas no tan sutiles estallaron, mientras el pelirrosa tomaba un momento para enderezar los hombros y acercarse a su escritorio. Miro a Ryuichi por el rabillo del ojo, sus largas piernas cruzadas en los tobillos y una mano tocando un lápiz en su cuaderno. Sus ojos estaban abajo, pero estaba claramente tratando de contener la risa.


-Señor Seguchi. - la profesora salió de detrás de su escritorio y se dirigió a Tohma, cruzando los brazos sobre su pecho- Supongo que tienes un lugar en el que necesitas estar en este momento.


Tohma puso una mano sobre su pecho, mientras la otra mano hizo un gesto hacia el menor


-En ningún lugar, sino a su lado hasta el fin del tiempo -respondió.


Shuichi se aclaro la garganta cuando se sentó.


-Vete a la mierda -le susurro


Con una mueca falsa frunciendo los labios, Tohma se retiró de la puerta y desapareció.


Tan pronto como se cerró la puerta, Shuichi escucho algunos timbres de teléfonos celulares a su alrededor entre ellos algunas vibraciones de otros teléfonos, incluidos el suyo


<Extraño.¿Por qué estamos todos recibiendo notificaciones al mismo tiempo>


-¡Mettez vos telephones off, s’il vous plaît!! -les dijo la profesora para que apagaran los teléfonos. Era una regla de la escuela mantenerlos silenciados durante el tiempo de instrucción, pero todo el mundo los llevaba con ellos.


Rápidamente Shuichi metió la mano en su bolso para silenciar completamente el celular como algunos otros que fueron lo suficientemente audaces para comprobar realmente sus notificaciones encubiertos.


Cuando fue a bajar el volumen del suyo, vio que se trataba de un texto de Yuki una pequeña inyección de calor se apoderó de su pecho y escondió su teléfono debajo de la mesa para que pudiera comprobar el mensaje.


Cuando abrió el video que había enviado, casi se ahoga con su propio aire


No se podía mover. No podía respirar. Le temblaban las manos cuando vio el video de Yuki y él teniendo relaciones sexuales la noche del sábado. Se dio cuenta de que era sábado por la noche, por la forma en que su cabello estaba peinado.


<¿Qué esta Pasando?>


Shuichi sintió el estómago revuelto y la bilis subió hasta la parte posterior de su boca. Habría vomitado si no fuera por su garganta cerrando el oxígeno tratando de entrar.


<Nosotros. Teniendo sexo. Siendo grabados. Y ahí estoy yo, perfectamente visible y muy desnudo a horcajadas sobre Yuki Oh, Dios mío. Quiero gritar. ¡Esto no puede ser real!¿Qué esta pasando?>


Risitas, bufidos, y susurros aparecieron a su alrededor, y le sacudieron la cabeza cuando la joven que estaba sentada a su lado se rio en voz alta. Ella sonrió, con su teléfono en la mano, y Shuichi sólo podía mirar con horror cuando le mostró su pantalla.


<No, no, no. El mismo video sórdido puesto en su teléfono.>


Al mirar alrededor, sabía que los demás en la clase estaban viendo el mismo mensaje de video.


<¡Esto no puede estar pasando!>


Lucho para tomar aliento tras aliento mientras su cerebro trabajaba para averiguar qué demonios estaba pasando. Sus ojos ardían con lágrimas que no cayeron, y se sintió como si estuviera en otro planeta.


<No, esto no es real. No es...>


Negó, tratando de despertar de esa pesadilla.


No podía parar temblores oscilantes entre sus dedos. Miro hacia abajo a su teléfono y salió del video. El texto que acompañaba el mensaje decía:


Tiene una gran cogida... tanto que olvidas que es hombre. ¿Quién lo quiere a su lado?


El pecho del pelirrosa se estremeció con sollozos secos.


<Yuki. El mensaje vino de su teléfono. Fue enviado a todo el mundo….>


 


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Continuará……

Notas finales:

Gracias por seguir leyendo mi fic

 

Espero sus reviews!!!!

 

 


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