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Muriendo por ti por camilasheeran

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Notas del capitulo:

Hola!!!

 

Les traigo una actualizacion.....

 

Una disculpa por no contestar los reviews pero sigo sin compu... no saben lo dificil que fue terminar este capitulo.... pero aqui se los dejo

 

 

DISFRUTEN!!!....

XD

Capítulo 11


 


No podía parar temblores oscilantes entre sus dedos. Miro hacia abajo a su teléfono y salió del video. El texto que acompañaba el mensaje decía:


Tiene una gran cogida... tanto que olvidas que es hombre. ¿Quién lo quiere a su lado?


El pecho del pelirrosa se estremeció con sollozos secos.


(Yuki. El mensaje vino de su teléfono. Fue enviado a todo el mundo…)


La maestra gritó, tratando de conseguir que la clase se centrara.


- Écoutez, s’il vous plaît


Shuichi se puso de pie temblando, tiro su mochila sobre la cabeza y se apresuro fuera de la habitación. Las risas y burlas detrás de él eran como ruido sordo.


Estaban allí. Siempre estaban jodidamente ahí.


(Maldita sea por sentirme cómodo ¿Por qué no escuché a mis instintos? Sabía que no podía confiar en él. ¿Por qué era tan débil?)


Shuichi sostuvo su estómago, tratando de contener el llanto, gemidos y gritos a los que quería dar rienda suelta. Sus pulmones se sentían extendidos por las respiraciones profundas y rápidas que había estado tomando.


(¡El video estaba en todas partes! Y esta noche, no habrá una persona en todo el maldito distrito que no haya visto ni oído hablar de él….. YUKI….)


Shuichi sentía la cabeza como si se le partiera en dos tratando de aceptar la traición de lo que le había hecho. Había sido paciente e inteligente y esperó por su venganza.


(Me ha arruinado. No sólo en la escuela, sino para siempre….)


Siempre estaría mirando por encima del hombro ahora, preguntándose quién descubriría ese sucio video en algún sitio de la web y cuándo sucedería.


(Soy tan estúpido!!!.... porque lo amo tanto!!!…. ¿Cómo pudo hacerme algo como esto? )


Su corazón se sentía como si se estuviera rompiendo en dos.


(Oh, Dios!!!)


Shuichi aflojo su estómago, y no podía contener más el llanto.


-Shuichi-jadeó una voz.


El pelirrosa se detuvo y miro hacia arriba, con los ojos llenos de lágrimas encontrando a Tohma. Acababa de llegar por las escaleras, y vio su teléfono en la mano.


-Shuichi…Dios…- el rubio lo alcanzó.


-Aléjate de mí -lanzo con enojo. Debería haberlo sabido mejor. Tohma era como Yuki. Lo había engañado, también. Y no podía confiar en ninguno de ellos.


Ahora lo sabía.


-Shuichi- dijo otra vez, más lento, como si estuviera acercándose a un animal.


El pequeño lo quería lejos. No podía escuchar insultos más dolorosos o insinuaciones degradantes. No, olvida es, no quería escuchar más.


-Déjame sacarte de aquí, ¿de acuerdo? - Tohma avanzó hacia él


-¡No! -Lloro, las lágrimas enturbiaban su visión. Golpeo sus manos lejos y le dio en la cara con la palma de la mano.


Tohma rápidamente se puso delante del pelirrosa y envolvió sus brazos alrededor de su cuerpo, lo abrazo fuerte mientras luchaba y gritaba.


-Basta. -Tiró del menor un par de veces- Cálmate. -Su voz era fuerte y sincera-No voy a hacerte daño.


Y Shuichi quería creerle.


-Ellos vieron todo. - Lloro, su pecho agitándose por las respiraciones pesadas --¿Por qué hizo eso?


-No lo sé. Por una vez, no sé qué diablos está pasando. Tenemos que hablar con él.


Hablar. Estaba jodidamente terminada esa conversación. Nada de lo que trato de hacer con Yuki ese año ayudó. Nada hizo que su vida mejorara. Al final, el acoso escolar había terminado toda esperanza que tenía para la felicidad.


De alguna manera se había equivocado al pensar que realmente le importaba. Cuando Shuichi pensó que realmente le amaba. Creyó cada mentira estúpida que el rubio arrojó.


(Tal vez nunca fue abusado. Es probable que ni siquiera tenga un hermano)


Por fin lo había empujado tan abajo que sólo quería escapar ahora.


Refugiarse en algo más que esperanza, amor, y todas esas tonterías.


Su ira y el dolor eran moldeados en algo más, algo más difícil.


Entumecimiento.


Indiferencia.


Frialdad.


Fuera lo que fuese, se sentía mejor de lo que se sentía hace un minuto.


Shuichi tomó una respiración profunda y sollozo.


-Déjame ir. Me voy a casa. - su voz era ronca pero firme cuando se alejo de Tohma


Tohma lo soltó, y se alejó lentamente.


-No creo que debas manejar -gritó Tohma detrás de él.


Shuichi se secó los ojos y siguió caminando. Bajando las escaleras, a través de los pasillos vacíos, y fuera de las puertas delanteras.


Se estaciono junto a Yuki esa mañana, y cuando vio su coche dejo escapar una risa dura. No de diversión, sino de la expresión en su cara cuando saliera y viera lo que había hecho.


Tomo la palanca de la parte trasera de su camioneta y la paso hacia el final a lo largo del lado de su coche mientras caminaba hacia la parte delantera del vehículo. El chillido estridente de metal sobre metal envió un calentamiento elevado a sus venas, y sonrió


Shuichi llevo la palanca hacia abajo justo en el centro del parabrisas.


El impacto astilló el vidrio en un centenar de grietas diferentes. Sonaba como un grueso rollo de plástico de burbujas reventando a la vez.


Después de eso, se volvió loco. Golpeo abolladuras en el capó, las puertas y el maletero. Sus manos zumbaban con las vibraciones de los golpes, pero no se detuvo. No podía. Con cada golpe, era más fuerte y más fuerte. Golpear donde más le dolía a Yuki lo hizo sentir seguro. En realidad, nadie podía hacerle daño si podía hacerles daño, ¿verdad?


Así es como se hacen los matones, susurró una voz en su cabeza. Sacudió ese pensamiento.


No me estaba convirtiendo en un matón, se dijo. Un matón tiene poder. Él no ejercía ningún poder ahí


Golpeo la barra de hierro a través de la ventana del conductor, rompiéndola.


Trozos de cristal llovieron por todo su asiento.


Antes de que pudiera elevar la palanca y reventar una de sus ventanas laterales, lo agarraron por detrás y lo alejaron del coche.


-¡Shu, ya basta!


Yuki


Shuichi giro fuera de su alcance y dio la vuelta para mirarlo. Yuki levantó las manos como si fuera a calmarle, pero ya estaba en calma. ¿No vio eso? Estaba en control, y no le importaba lo que cualquiera de esas personas pensaran.


Tohma estaba detrás de Yuki con las manos en la cabeza, observando los daños del coche de Yuki. Sus ojos eran tan grandes que el pelirrrosa pensó que se iban a salir de su cabeza.


Las ventanas de la escuela estaban casi repletas de cuerpos deseosos de obtener una imagen de la demostración.


(Que se jodan)


-Shu... -dijo Yuki tímidamente, mirando el arma en su mano.


-Aléjate de mí, o conseguirás que tu coche sea más golpeado la próxima vez- le advirtió


Shuichi no sabía si eran sus palabras o el tono plano que lo sorprendió, pero vaciló.


Yuki lo miró como si fuera alguien que no conocía.


 


z88;


Shuichi había salido de allí antes de que alguien tuviera la oportunidad de atormentarle más. Una vez que se subió a la camioneta, salió a toda velocidad, su teléfono empezó a iluminarse con llamadas y textos. Ayaka marcando cada treinta segundos, Hiro enviando textos que no quiso abrir y no tenía nada de Yuki. Bueno. Él sabía que todo había terminado. Había conseguido lo que quería.


Estaba avergonzado y humillado, y estaba hecho su trabajo.


Muchos de los textos, en cambio, eran de personas al azar, la mayoría apenas los conocía.


Pareces un buen polvo. ¿Ocupado está noche?, leyó en uno de los textos, apretó el teléfono con tanta fuerza que lo escucho crujir.


¿Hacen tríos?, ese texto provenía de Taki Aisawa, y Shuichi sintió que su estómago empezaba a girar.


Todo el mundo se reía de él y pasándose ese video horrible, sin duda lanzándolo en el ciberespacio para que cualquiera pudiera verlo. Pensar en los viejos hombres sucios que conseguirían verlo, o todas las personas en la escuela que le miraban ahora y sabrían exactamente cómo se veía sin ropa le hacía doler el cráneo y sus ojos arder.


Después de dos mensajes más repugnantes, condujo la camioneta a un lado de la carretera y abrió la puerta para vomitar. Su estómago se retorció, vaciando todo lo que había comido hoy. Tosiendo, lanzó el último contenido del estómago y cerró la puerta.


Tomó los pañuelos de la guantera, se limpió las lágrimas y miró por el parabrisas delantero, en realidad no quería ir a casa.


Cualquiera que quisiera encontrarle empezaría por ahí. Y no podía ver a nadie en esos momentos. Realmente sólo quería subirse a un maldito avión e ir a ver a su padre.


(Mi padre…)


Suspiró y dejo caer la dolorida cabeza en el volante, lo que lo obligó a respirar profundamente.


(Hijo de puta….)


No había manera de que su padre no fuera a enterarse de eso. El vídeo estaba probablemente por todo el lugar por ahora. La escuela y otros padres se enterarían, y alguien lo llamaría a él.


(¿Cómo pude haber sido tan estúpido? ¡Olvidando por un momento que era ridículo de mi parte el creer en Yuki y confiar en él, pero tuve sexo con él en una fiesta, en la casa de alguien más!.....Ese maldito teléfono. Lo había colocado sobre la cómoda para reproducir música, pero en realidad lo había puesto a grabarnos teniendo relaciones sexuales….Probablemente pensó que tendría que persuadirme a tener sexo en la casa de Nami cuando en realidad lo obligué. O eso pensé…..)


Todo era una mentira. La forma en que lo mantuvo tan cerca la semana pasada, tocándolo y sosteniéndole. Cada vez que sus labios rozaron su cuello mientras lo abrazaba, y todas las veces que lo besó en el cabello cuando pensó que estaba dormido.


(Todo. Una. Maldita. Mentira….)


Shuichi se limpió la nariz y salió a la carretera. Sólo había una persona de la que podía estar cerca en ese momento. La única persona que lo amaba y no podía mirarle con lástima o vergüenza.


(Mi madre….)


Las calles estrechas, casi como caminos al cementerio sólo eran lo suficientemente anchos para un carril. Por suerte, estaba ahí en un lunes por la tarde, así que el lugar estaba vacío y silencioso.


El pelirrosa dio un suspiro cansado de alivio cuando detecto la tumba de su madre desde la carretera. No había nadie alrededor. Estaría solo, por lo menos durante un tiempo, para escapar del mundo y lo que había sucedido esa mañana.


Salió del coche y se puso la capucha de lana por encima de la cabeza, protegiéndose del frío de octubre. La brisa fresca era agradable en la cara, sin embargo, aún ardía donde se secaban las lágrimas. No tenía que ver su cara para saber que estaba probablemente manchada y con los ojos hinchados.


Caminando penosamente por el césped bien cuidado, sólo tuvo que pasar unas cuantas tumbas antes de llegar a la de su madre. El brillante, mármol negro de la lápida tenía tres rosas tridimensionales, talladas a mano abrazando un lado del epitafio. Su padre y él lo habían escogido juntos, pensando que las tres rosas representaban la familia. Incluso hace ocho años había amado el negro, y las flores también les recordaban a ella. Le encantaba traer la naturaleza dentro de la casa.


Shuichi leyó la lápida.


Shindou Sakura


1 febrero 1975 -14 abril 2007


Ayer se ha ido. El mañana todavía no ha llegado.


Sólo tenemos hoy. Comencemos.


-Madre Teresa


Ayer se ha ido. Cita favorita de su mamá. Le decía que los errores se cometen en la vida. Es inevitable. Pero tenía que tomar una respiración profunda, poner sus hombros hacia atrás y seguir adelante.


El ayer dura para siempre. El tatuaje de Yuki le vino a la mente, y rápidamente lo empujo a la basura como un plato caliente.


No quería pensar en él ahora. O tal vez nunca.


Shuichi se arrodilló en el suelo húmedo y trató de recordar todo lo que pudo sobre su madre. Pequeñas piezas de los momentos que pasaron juntos surgieron en su mente, pero con los años, sus recuerdos se habían reducido. Menos y menos de ella quedaba, y le entraron ganas de llorar de nuevo.


Su cabello. Se concentro en una imagen de su cabello. Era rojo y ondulado.


Sus ojos eran azules, y tenía una pequeña cicatriz en la ceja de cuando se había caído patinando sobre hielo cuando era niña. Le encantaba el helado de chocolate de mantequilla de maní y jugar al tenis y hacía las mejores galletas de chispas de chocolate.


Se atraganto con un sollozo, recordando esas galletas. El olor de la cocina durante la horneada de la Navidad lo golpeó como mazo, y estaba de repente en dolor. Abrazo su estómago y se inclino hacia adelante, apoyando la frente en el suelo.


-Mamá - le susurro, su garganta apretada por la tristeza-Te echo de menos.


Desmoronándose en la tierra, se puse de lado y dejo que las lágrimas miserables cayeran a la tierra.


El pelirrosa se quedo allí mucho tiempo, en silencio, y trato de no pensar en lo que le había sucedido hoy


Pero fue imposible. El impacto fue muy grande.


Quería decir nada de Yuki. Una vez más, él lo tiró fuera como basura y todo lo que había dicho y hecho para atraerle, en hacerle amarlo, era una mentira.


(¿Cómo voy a sobrevivir a las burlas crueles y día en día hasta salir? ¿Cómo iba a caminar por el pasillo de la escuela o mirar a mi padre a los ojos cuando todo el mundo había visto ese video?)


 


**************RECUERDO DE SHUICHI**********POV


-¿Lo ves, Shu?


-¿Qué?


-El globo. - Yuki tomó mi mano y me llevó a través del cementerio. Traté de no pensar en lo que estaba bajo mis pies mientras cruzábamos el cementerio, pero todo lo que podía imaginar eran horribles zombies haciendo estallar fuera la tierra.


-Yuki, no quiero estar aquí -lloriqueó.


-Todo irá bien. Estás a salvo conmigo. -Él sonrió y miró hacia el prado de lápidas.


-Pero... -Miré a mi alrededor, asustado de mi mente.


-Me estoy aferrando a tu mano. ¿Qué quieres que haga? ¿Cambiarte el pañal, también? -dijo con sarcasmo, pero yo no me lo tome en serio.


-No tengo miedo. -Mi voz sonaba defensiva-Es sólo que... no sé.


-Mira este lugar, Shu. Es de color verde y tranquilo. -Yuki miró por los jardines con una mirada melancólica en su rostro, y yo estaba celoso de que podía ver algo aquí que yo no.- Hay flores y estatuas de ángeles. Mira este epitafio. –Señaló-.


"Alfred McIntyre :nació en 1922 y murió en 1942". Tenía sólo veinte. ¿Recuerdas que la señora Sullivan dijo que la Segunda Guerra Mundial fue entre 1939 y 1945? Tal vez murió en la guerra. Todas estas personas tenían vidas, Shu. Tenían familias y sueños. No quieren que tengas miedo de ellos. Sólo quieren ser recordados.


Me estremecí cuando me llevó más profundamente en el cementerio. Nos encontramos con una brillante tumba negra adornada con un globo rosado. Sabía que mi padre vino a visitarla, porque siempre ponía flores en la tumba.


¿Quién había dejado un globo?


-Traje a tu mamá el globo ayer -admitió Yuki como si leyera mi mente.


-¿Por qué? -Se sacudió mi voz. Fue amable de su parte hacer algo como eso.


-Debido a que las chicas tienen cosas de color rosa. -Se encogió de hombros y tomó a la ligera su gesto. No quería atención. Nunca lo hizo.


-Yuki- lo regañé, esperando una respuesta real.


Sonrió para sus adentros.


-Debido a que ella te hizo. -Y envolvió su brazo alrededor de mi cuello flaco y me dio un tirón en el costado- Eres el mejor amigo que he tenido, y quería decirle "gracias".


Me sentía caliente por todas partes a pesar de la escarcha de abril sobre la tierra. Yuki llenó el vacío y alivio el dolor en una forma en que mi padre no pudo. Lo necesitaba, y pensé por un momento que me gustaría que me besara. Pero la idea desapareció rápidamente.


Nunca había querido que un niño me besara antes, y probablemente no debería ser mi mejor amigo.


-Toma esto. - Yuki sacó su camiseta gris sobre su cabeza y me la arrojó-. Tienes frío.


Me la puse, dejando que el calor restante de su cuerpo me cubriera como un escudo de calor.


-Gracias -le dije, mirándolo.


Sacó mi cabello rosa de debajo del cuello y dejó que sus dedos permanecieran mientras me miraba. Mi piel se desató en escalofríos, pero no de frío.


¿Qué estaba pasando en mi estómago en este momento?


Ambos nos miramos rápidamente, un poco avergonzados.


Me senté y me limpié la nariz con la manga de mi chaqueta.


 


********* FIN RECUERDO********


 


A pesar de todo, Shuichi podría ver la luz en una cosa. Por lo menos le había dado su virginidad a alguien a quien amaba. A pesar de lo que estaba pasando, lo había amado cuando se la dio. Lo que le quitó era honesto y puro, aunque el rubio pensó que era una broma.


-Shu- susurró una voz temblorosa detrás del menor, y dejo de respirar. Sin siquiera darse la vuelta, sabía quién era, y arranco pasto de la tierra con los puños apretados.


Shuichi se negó a dar la vuelta. Y que le condenen si escuchaba más mierda de él.


-¿No has ganado, Yuki? ¿Por qué no me dejas en paz? - La voz del pelirrosa era tranquila, pero su cuerpo pedía a gritos la violencia. Quería atacar. Golpearlo.


Hacer cualquier cosa que pudiera hacerle daño.


-Shu, todo esto es tan jodido. Yo… -empezó a vomitar sus tonterías, pero el pequeño lo interrumpió.


-¡No! ¡No más! -Se dio media vuelta para enfrentarlo, incapaz de razonar consigo mismo. Se dijo que no iba a entrar en ello con él, pero no podía evitarlo.- ¿Me oyes? Mi vida aquí está arruinada. Nadie va a dejarme vivir sin esto. Has ganado. ¿No lo entiendes? ¡Tú. Has. Ganado! ¡Ahora déjame en paz!-


El rubio abrió mucho los ojos, probablemente porque estaba gritando y más loco de lo que había sido nunca. ¿Cuándo era suficiente? ¿No podía simplemente estar satisfecho?


Yuki agarró su cabello dorado, deteniéndose a medio camino, peinando sus manos a través de él. Su pecho subía y bajaba como si estuviera nervioso.


-Simplemente para por un minuto, ¿de acuerdo?


-He escuchado tus historias. Tus excusas. - Shuichi se alejo hacia la camioneta, sintiendo el corazón roto. Yuki estaba cerca, y los brazos del menor aún zumbaban con el deseo de retenerlo.


-Lo sé - le gritó a su espalda- Mis palabras no son lo suficientemente buenas. No puedo explicar nada de esto. ¡No sé de dónde vino el video!


Shuichi sabía que le estaba siguiendo, así que no se dio la vuelta.


-¡Venía de tu teléfono, idiota! No, no importa. He dejado de hablar contigo. -Siguió caminando, sintiendo como si las piernas pesaran dos toneladas.


-¡Llamé a tu padre! -le espetó, y se detuvo


Shuichi cerro los ojos con fuerza.


-Por supuesto que sí -murmuró, más para sí mismo.


Justo cuando pensaba que las cosas no podían ir peor. Shuichi pensó que tendría unos días para arreglar sus ideas antes de tener que lidiar con su padre. Pero la tormenta iba a descender más temprano que tarde.


-Shu, no envié el video a nadie. Ni siquiera grabé un video de nosotros.- Parecía desesperado, pero todavía no podía girar para mirarlo. Y añadió- No he visto mi teléfono en dos días. Lo dejé en el piso de arriba en la fiesta de Nami, cuando estábamos escuchando música. Cuando lo recordé más tarde, volví a buscarlo, pero ya no estaba. ¿No te acuerdas?-


Shuichi se acordó de Yuki diciendo algo de perder su teléfono esa noche, pero todos estaban bailando, y era fuerte. Debió haberlo olvidado.


El pelirrosa chupo sus mejillas y sacudió la cabeza.


(No, no va a salir de esta. Su teléfono estaba apuntando a la cama esa noche, exactamente en la posición que tenía que ser para grabar un video….)


-Eres un mentiroso -replico


Aunque Shuichi no podía ver su rostro, lo sintió acercarse, y no podía moverse.


(¿Por qué no podía simplemente salir de aquí?...)


-Llamé a tu padre, porque él iba a encontrarlo de todos modos. Ese maldito, maldito vídeo está ahí fuera, y quería que lo escuchara de mí primero. Viene a casa.


Los hombros del pelirrosa se hundieron. Su padre estaría en casa en algún momento mañana entonces. El pensamiento lo calentó y lo asustó.


Las consecuencias de esa broma, odiaba llamarla así, porque era mucho más, sería vergonzoso para su padre.


Pero lo necesitaba en esos momentos. No importa qué, sabía que lo amaba.


-Te quiero más que a mí mismo, más que a mi propia familia, por Kamisama. No quiero dar un paso más en este mundo sin ti a mi lado -dijo en voz baja.


Las dulces palabras de Yuki se apoderaron del menor, pero eran como una mano que estaba fuera de su alcance. Podía verla. Quería tomarla. Pero no pudo.


-Shu-El peso de la mano del rubio cayó sobre su hombro, y se dio la vuelta, alejándola. Lágrimas constantes, la ira, y el cansancio quemaron los ojos amatista mientras le escaneaba con la mirada.


Se pasó una mano por el cabello rubio, y el pequeño podía ver las líneas de preocupación en su frente.


-Tienes todo el derecho a no confiar en mí, Shu. Eso lo sé. Mi maldito corazón está desgarrado ahora. No puedo soportar la forma en que me miras. Nunca te haría daño otra vez. Por favor... vamos a tratar de arreglar esto juntos. -Se quebró su voz, y sus ojos estaban rojos.


Shuichi se dijo cien veces hoy que no se podía confiar en él. Él era un mentiroso. Pero sus palabras fueron llegando a él. Se veía molesto. O era un muy buen actor, o... estaba diciendo la verdad.


-Está bien. Te seguiré el juego. -el pelirrrosa sacó su teléfono y se volvió de nuevo.


Yuki parpadeó, probablemente confundido acerca de su repentino cambio de actitud.


-¿Qué estás haciendo?


-Llamando a tu madre. - Shuichi no dio más detalles y marco a la señora Uesugui


-Bueno -dijo lentamente, todavía confundido.


-Porque ella instaló una aplicación de seguimiento GPS en tu teléfono cuando lo compró. ¿Dijiste que perdiste tu teléfono? Vamos a encontrarlo.


-De qué hablas???...- preguntó el rubio desconcertado


Shuichi termino la llamada con la señora Uesugui


-cuando???- el rubio seguía desconcertado


Shuichi suspiro… recordando aquella tarde que paso con su vecina...


*******RECUERDO SHUICHI…..POV******


Meses atrás…..


-¿Por qué no la he visto en las dos semanas que he estado en casa? -le pregunté a la señora Uesugui después de que habíamos hablado de mi viaje y los planes para el último año.


Se sirvió más café para ella.


-Bueno, conocí a alguien hace unos meses, y me quedo mucho con él.-


Levanté las cejas con sorpresa, y ella debió haberlo visto. Negó y me dio una sonrisa contrita.


-Supongo que suena mal -ofreció- Estoy dejando demasiado a Yuki solo. Entre mi trabajo, su escuela y trabajo, y luego, todas las cosas en las que está involucrado, sólo simplemente no corremos mucho el uno al otro. Me imagino que es más feliz por su cuenta...


Su exceso de explicación e inhabilidad para terminar sus pensamientos decía más acerca de su decepción por la relación con su hijo que cualquier otra cosa.


Y ¿por qué estaba tan ocupado que ella en su casa estaba siendo innecesaria?


-¿Qué significa todo en lo que está involucrado? -pregunté.


Frunció el ceño.


-Bueno, trabaja en el garaje unos pocos días a la semana, las carreras, y luego tiene otras obligaciones. Él casi nunca está en casa, y cuando lo está, es sólo para dormir normalmente. Pero, puedo mantener control sobre él. Cuando nos compré a ambos nuevos teléfonos para la navidad del año pasado, instalé una aplicación GPS en el suyo así que siempre sé dónde está.


Bueno, eso no es raro.


-¿A qué otras obligaciones te refieres? -pregunté.


-Oh -dijo con una sonrisa nerviosa- En la época en que te fuiste el año pasado, las cosas se pusieron muy mal aquí. Yuki estaba fuera a todas horas. A veces, ni siquiera volvía a casa. Mi... bebida... empeoró con el estrés de la conducta de Yuki- Hizo una pausa y se encogió de hombros-. O tal vez su comportamiento empeoró con mi bebida. No sé. Pero entré en rehabilitación durante un mes, y me desintoxique.-


Desde que había vivido en esa calle, hace ocho años, la madre de Yuki había tenido un problema con la bebida. La mayoría de las veces había estado funcional, capaz de ir a trabajar y manejar al rubio. Después de que regreso de visitar a su padre ese verano hace tres años, había cambiado, y la madre de Yuki había intentado escapar a la botella más a menudo.


-Se metió en algunos problemas, y luego se controló. Pero era necesario tomar medidas, para los dos.


Continué escuchando, por desgracia demasiado interesado en este raro vistazo de la vida de Yuki. Todavía no había explicado las otras obligaciones, pero no iba a curiosear más.


-De todos modos, hace unos meses empecé a ver a alguien, y me he quedado con él los fines de semana en Kyoto. Yuki tiene mucho que hacer, y yo no siento como si me necesitara. Me alojo aquí casi todas las noches de escuela, pero él sabe que debe mantenerse fuera de problemas en los fines de semana….


*******FIN RECUERDO********


-Bueno así me entere de algunas cosas en su momento…-


-Así que preguntaste por mi desde que llegaste de Francia??- Yuki trato de disimular una pequeña sonrisa


Shuichi lo fulmino con la mirada..


-En serio??... ahora quieres hablar de eso???


El rubio suspiro


-¿Y qué te dijo mamá? - Yuki se acercó un poco más.


-La escuela. Es en la escuela -dijo, estudiando el terreno.


(Escuela. No es un lugar al que quería ir. Nunca otra vez…..)


-Hijo de puta. Ella es más inteligente de lo que pensaba. - Yuki sonaba casi impresionado con su madre.


(¿Qué quería decir esto? Tal vez él dejó su teléfono en la escuela y estaba tratando de cubrir su culo. Quizás Tohma o uno de sus amigos lo tenían, y lo estaban cubriendo. O tal vez realmente fue robado…..Prefiero cortarme el cabello que enfrentar a las personas hoy en día. O cualquier día en los próximos cien años. Comer calamar o golpearme el dedo en la puerta de un coche, todo parecía más atractivo que desafiar los pasillos…..)


Unas pocas horas no eran suficiente tiempo para que todos avanzaran a un nuevo chisme. Sería la comidilla de la ciudad durante un largo tiempo. ¿Cómo podría estar pensando en poner un pie de vuelta en la escuela hoy?


-Veo esa mirada en tus ojos. -Yuki lo miró y habló con suavidad- Es el aspecto que tienes cuando quieres salir corriendo. El aspecto de hacerlo correctamente antes de decidir quedarte y luchar.


-¿Por qué estoy luchando? -desafió, su voz ronca.


Yuki frunció el ceño.


-No hicimos nada malo, Shu


Yuki estaba en lo cierto. No tenía nada de qué avergonzarse. Por supuesto, odiaba que la gente hubiera visto lo que hicieron, pero Shuichi dio su corazón y cuerpo a alguien a quien amaba. No había nada sucio en eso.


-Vamos. – El pelirrosa se acerco a la camioneta y abrió la puerta.


Yuki había estacionado delante de él, y el menor se encogió al ver el daño que había hecho a su auto.


(Mierda…)


Si él era, de hecho, culpable, entonces los atornillaría a él y su tonto auto. Pero si era inocente, entonces ni siquiera quería pensar en lo loco que su padre iba a ponerse al ver la factura de reparación.


-¿Es... ummm... es tu auto seguro para conducir? - preguntó el menor tímidamente.


Una sonrisa cansada tiró de sus labios.


-No te preocupes. Esto me da una excusa para hacer más mejoras.


Shuichi lleno sus pulmones con una respiración profunda, sintiéndose como si se hubiera sofocado todo el día. El viento fresco bailó en su cara y le dio un poco más de energía.


-Detente en la firma de tu madre y recoge su teléfono. Nos vemos en la escuela. - dijo mientras se subía a la camioneta y salía a toda velocidad.


 


z88;


Todo el mundo estaba todavía en su período final, por lo que Yuki y él caminaban en silencio por los pasillos sin interrupciones.


-¿Todavía sigue parpadeando? -Shuichi echo un vistazo al teléfono de su vecina en la mano del rubio.


-Si. No puedo creer que mi teléfono esté todavía prendido después de los dos días. Los GPS utilizan una gran cantidad de batería. - Yuki miraba a su alrededor, pero el pequeño no estaba seguro de qué.


-Bueno, el video fue enviado esta mañana. Si lo que dices es cierto, entonces el que utiliza tu teléfono probablemente lo ha cargado desde la noche del sábado.


-Si lo que digo es verdad... -el rubio repitió lo que dijo en un susurro como si estuviera agraviado.


(Yo no confío en él….)


Una parte del pelirrosa quería creerle. Desesperadamente. Pero la otra parte se preguntaba por qué demonios estaba aquí. ¿Estaba realmente entretenido con la posibilidad de que él no tenía nada que ver con esto? ¿No era un poco descabellado poner todo junto sin la ayuda de Yuki?


-Mira - dijo el menor, tratando de cambiar de tema- Este rastreador es sólo exacto a menos de cincuenta metros. Así que...


-Así que empieza a marcar el teléfono. Tal vez lo escuchemos.


Shuichi deslizó el teléfono de su bolsillo y marco el número del rubio, dejando que sonara y manteniendo los oídos bien abiertos por cualquier ruido. Pero la escuela era enorme, y tenían muy poco tiempo hasta que el último período finalizara, y los pasillos se inundaran de cuerpos.


Cada vez que su correo de voz entraba, terminaba la llamada y volvía a marcar.


-Vamos a dividirnos -sugirió -Voy a seguir marcando. Basta con escuchar un sonido. Creo que está en un casillero.


-¿Por qué? Alguno de ellos podría tener el suyo, también.


-¿Con que me llamaban cada diez segundos? No, no han apagado el teléfono, porque si no se habría ido directamente al correo de voz. Está encendido, y está en un casillero. -Asintió.


-Está bien. -la voz de Yuki era vacilante y un poco mordaz-Pero si lo encuentras, llama al teléfono de mi madre de inmediato. No te quiero en los pasillos solo, no hoy.


Shuihi empezó a hacerse ilusiones por su preocupación. Ese era el Yuki desde la semana pasada. El que lo sostuvo y lo tocó suavemente. El único que le importaba.


En ese momento, quería agarrarlo y sostenerlo cerca.


Pero entonces escuchó su risa en los oídos otra vez. Y se acordó que no confiaba en él.


Golpeando "rellamada", se dio la vuelta y salto por las escaleras, dos a la vez.


Sus botas golpearon el suelo de baldosas con más de un golpe que le hubiera gustado dar. Tratando de aclarar sus pasos, se deslizó a lo largo de cada lado del pasillo principal con el oído en los casilleros.


Pero cada vez que llamó al número de Yuki no escucho ni rings ni ruidos vibratorios.


Shuichi paso dos estudiantes en el pasillo, quienes hicieron una doble-toma cuando lo vieron. Sí, sabían quién era, y en muy poco tiempo todo el mundo sabría que estaba en el campus.


Su corazón se aceleró cuando se hizo cada vez más evidente que había cometido un error al venir de nuevo hoy aquí


El teléfono estaba en un casillero, probablemente de Yuki, y en silencio.


Eso no era más que otro truco. Su garganta era un nudo apretado.


El pelirrosa respiró fuerte mientras se paseaba por cada pasillo, sin dejar de marcar "rellamada". Cada vez que el correo de voz entraba, le daban ganas de llorar de nuevo.


(Por favor... por favor...)


Quería que fuera inocente. Podría vivir con la habladuría y la mirada en los ojos de todos, sabiendo que ellos habían visto el video. Podría vivir con eso, porque no tenía otra opción. Pero no quería estar sin Yuki. Necesitaba que fuera inocente.


Porque ella te hizo.


Las palabras del rubio palabras flotaron a través de su mente.


No quiero dar un paso más en este mundo sin ti a mi lado.


(Tampoco yo….)


Shuichi tenía la esperanza de que pudieran seguir adelante sin mirar atrás.


Atrapó una lágrima con el pulgar antes de que se desbordara, doblo una esquina y llamó al teléfono de nuevo.


Y se congeló.


"Super Drive" hizo eco por el pasillo, cerca de la clase de química. El pelirrosa entrecerró los ojos e inclino la cabeza hacia la música. Si, definitivamente era la canción que compuso y compartió hace poco con Yuki. Cuando terminó, presiono de nuevo el botón para llamarlo.


(Por favor, por favor, por favor…..)


Cuando la línea comenzó a sonar, la alegre melodía volvió a sonar desde el pasillo. Estuvo a punto de dejar caer el teléfono mientras se encaminaba hacia el sonido.


Shuichi llevo su mano al casillero 1622.


Sonrió por primera vez desde esa mañana, y con dedos temblorosos, envió un mensaje telefónico al teléfono de la madre de Yuki


¡Segunda piso, junto al salón de química!


El pequeño giro la cabeza hacia el sonido de la campana de la escuela sonando. Su estómago se hundió. Las puertas se abrieron y bandadas de estudiantes se derramaron, sonando más como una bandada de cuervos que de humanos.


(Un asesinato….Sí, eso es lo que va a ocurrir ahora…. Pero no sé si yo sería el depredador o la presa….)


Shuichi se paro frente al casillero de espaldas a todos, con la esperanza de que podría salirse con la suya durante tanto tiempo como fuera posible. Por instinto, agacho la cabeza, tratando de ser invisible. Su corazón latía con fuerza en los oídos, y sintió que un millar de ojos estaban clavados en la parte posterior de su cráneo.


Pero la llama de la cobardía le golpeó. Más que la vergüenza que sintió esa mañana, odiaba la forma en que gracias a esas personas, le daban ganas de meterse en un agujero.


Solía amar a la gente. Le encantó ser parte de las cosas y la socialización.


Ahora, lo único que quería era estar solo. Porque solo era la única manera en la que estaba a salvo.


No había hecho nada malo. Aquellos en la escuela que habían pasado el video alrededor o chismes sobre ello eran los que debían sentirse avergonzados.


(No yo…..Pero yo soy el único escondiéndose…..¿No es hora de que me defienda?...)


Tomando una respiración profunda y dándose la vuelta, Shuichi se recostó en el casillero 1622 y levanto la vista


(atrévanse a venir a mí……)


No tuvo que esperar mucho tiempo.


-Hey, Shu. -Un chico viscoso, con cabello rubio pasó por delante, desnudándole con la mirada.


-¡Whoa, el regresó! -se burló otro tipo.


Otros desaceleraban al pasar y se reían con sus amigos. Las chicas no se burlaban como los chicos lo hacían. Ellas intimidaban en voz más baja, con susurros detrás de sus manos. Con miradas…. De asco y resentimiento porque había convertido a su amado Yuki en un desviado o eso era lo que el pequeño alcanzo a escuchar


Pero todo el mundo tenía algo desagradable que ofrecer.


Hasta que Yuki subió corriendo.


Y entonces todo el mundo se detuvo.


Yuki miró entre la gente y el pelirrrosa, y tomó su cara entre las manos.


-¿Estás bien? -preguntó, con los ojos llenos de amor.


-Sí. -la voz del menor era más suave hacia el rubio ahora- El teléfono está aquí, en el 1622. No sé de quién es este casillero, sin embargo.


Los labios de Yuki se apretaron en una delgada línea, y el ceño fruncido cruzó su rostro. Sabía de quién era el casillero.


-¿De vuelta tan pronto? ¿Es tu carrera porno un fracaso ya? -Una voz maliciosa surgió de los murmullos, y Shuichi cerro los ojos.


Continuara…..


 


z88;


z88;

Notas finales:

 

no me maten por dejarlo asi!!!!....

 

aviso: ya queda solo uno o dos capitulos y se terminara esto.... estoy pensando en hacer una segunda parte.... todo dependera de sus comentarios

 

Gracias por sus reviews!!!! n.n


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