Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Muriendo por ti por camilasheeran

[Reviews - 52]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!... aqui con un  nuevo capitulo!!

 

Espero que les guste!

 

**Recordando que es AU... las fechas de los cumpleaños seran diferentes a las que conocemos del manga y/o anime 

no me maten >.<

Capitulo 7

-----POV SHUICHI---------

Mis ojos se agitan y se abren con el repentino escalofrío. Estoy en la cama, pero una corriente acaricia mi cuerpo. ¿Están abiertas mis puertas francesas?

Mirando a mi alrededor, amplío mis ojos por la sorpresa cuando me doy cuenta de que Yuki está parado a los pies de mi cama con mi manta en la mano.

-¿Yuki? -Me limpio los ojos y lo miro inquisitivamente. Mis brazos suben para cubrir mi pecho, ya que no llevo ninguna camiseta encima.

-No -me manda su voz ronca-. No te cubras.

No sé por qué obedezco. Dejo que mis brazos caigan a mi lado en la cama. La intensa mirada de Yuki recorre cada centímetro de mi cuerpo mientras deja caer la manta al suelo. Mi piel quema con su hambrienta observación, y parece que no puedo obtener suficiente aire.

Su pecho desnudo brilla en la luz de la luna que entra por mi ventana. Lleva pantalones negros, que cuelgan bajo sus fuertes caderas estrechas.

Inclinándose, envuelve sus dedos alrededor de mis tobillos y suavemente los separa.

Mis piernas, que están ligeramente dobladas en la rodilla, ahora se extienden y no esconden nada, excepto lo que está cubierto por mi pantalón corto.

Flexionando una rodilla sobre la cama, él se inclina hasta que cada una de sus manos cae a cada lado de mis caderas. Mientras mis rodillas tiemblan de excitado nerviosismo, veo como sumerge su cabeza y besa la parte superior de mi muslo. Suspiro al sentir sus labios, suaves y cálidos, contra mi piel. Los saltos en mi estómago no son nada comparados con el latido en mi interior.

<<¿Por qué no lo estoy deteniendo? >>

Tengo miedo de dejar que continúe, pero estoy completamente asombrado por las sensaciones vertiéndose sobre mi cuerpo. Lo observo en silencio mientras arrastra más besos, dirigiéndose hacia adentro. El cabello en la parte superior de su cabeza cepilla mi sexo, y yo agarro la sábana de la cama para no envolver mis piernas alrededor de su cuerpo y presionarlo contra mí. Su lengua toca mi muslo con el siguiente beso, y el abrasador calor de su boca casi hace que me caiga de la cama. Enhebro mis manos por su cabello, incapaz de controlarme.

-Yuki -suplico.

Él se cierne sobre mí, mirándome a los ojos con fuego y necesidad. Mientras que su cabeza sigue estando en alto, sin romper el contacto visual, sus caderas se encuentran con las mías, y comienzan a moverse una contra otra. Lo siento endurecerse través de sus pantalones, y me gusta provocarle eso. Mis ojos se cierran por el placer que hierve en mi sangre y mi necesidad por él crece con la fricción de nuestras erecciones frotándose juntas.

-No te detengas -jadeo, el latido se hace más intenso dentro, y sé exactamente donde necesito que él esté. Necesito más de él.

-Eres mío, Shu-Chan. -La mano derecha de Yuki sostiene un lado de mi torso, debajo de mi brazo, y su pulgar acaricia mi pezón.

-Por favor. -Entre su dedo en mi pezón y el pulso entre mis muslos cada vez más rápido con nuestro ritmo creciente, cierro los ojos, delirando de deseo. Nuestros cuerpos se mueven en un frenesí, y tomo una respiración tras otra para mantener el ritmo. No sé cuánto tiempo esto puede continuar, pero sé que estamos construyendo algo dulce.

-Di que eres mío -ordena Yuki mientras muele en mí, más fuerte. Maldición, se siente bien. Él baja sus labios a los míos mientras nos respiramos el uno al otro. Él huele a lluvia, viento y fuego.

-Yo... -Mi voz está perdida. Sólo necesito unos segundos más.

Oh, Dios.

-Dilo -suplica Yuki contra mis labios, nuestros cuerpos están alineados ahora. Ambas erecciones frotándose dolorosamente. Lo agarro por las caderas y lo tiro hacia mí tanto como la ropa lo permite. Mi cuerpo comienza a tener espasmos, y contengo la respiración esperando que venga.

-Dilo -susurra Yuki en mi oído.

Tiro mis caderas contra él y con voz entrecortada digo: 

-Soy tuyo. -Escalofríos se disparan a través de mi pene, y siguen a través de mi vientre y por mi cuerpo. Una oleada de placer se derrama sobre mi cuerpo como vibraciones bajo mi piel. Nunca he sentido nada como esto antes.

Y quiero más de ello.

--------FIN POV SHUICHI--------

A medida que el dulce pulso entre las piernas palpitaba, los ojos amatista se abrieron. Miró a la izquierda y derecha antes de sentarse en la cama.

La luz del sol brillaba a través de la ventana de la habitación, y se dio cuenta de que estaba solo.

<<¿Qué demonios?>>

Shuichi se dio la vuelta, seguro de que encontraría a Yuki allí. Pero no. Nada. Ningún Yuki. Ninguna luz de luna. Se había ido a dormir en su pantalón de pijama y camiseta negra.

Las sábanas estaban sobre su cuerpo. Yuki nunca había estado ahí.

Pero el orgasmo había sido real. Prueba de ello era la humedad que sentía en la parte delantera del short. Todavía sentía el cuerpo temblando en el interior con la excitación que él, o más bien el sueño de él, causó. Sus músculos, débiles por la tensión, apenas lo mantenían sentado en la cama. Shuichi cayó de nuevo en la almohada y dejo escapar un suspiro exasperado. Eso había sido increíble, ¡pero no podía creer que realmente había ocurrido! Había oído hablar de que los chicos tienen sueños húmedos, pero nunca lo había experimentado

<<Shu, eres un psicótica. Fantasear sobre ese idiota es enfermo.>>

Tomo respiraciones largas y profundas para calmarse.

<<Todo fue porque él ha estado mucho en mi mente. Nada más.>>

No había sido adecuadamente besado en meses, no desde las pocas citas que había tenido en Francia.

Yuki se había metido debajo de su piel la noche anterior, pero sin importar lo mucho que le encendía, tenía que recordar que él estaba fuera de los límites. Disculparse por tratarlo como basura no era suficiente. No confiaba en él, y nunca lo haría.

No sin toda la historia.

Él también tenía demasiado control sobre su cuerpo, y eso tenía que cambiar.

Se levanto con dificultad, y camino al baño para limpiar el desastre que había ocasionado el sueño…

<<Maldición!!...Shuichi deja de pensar en eso!!!>>

Se recostó nuevamente, tratando de dormir otro rato, aunque le daba miedo…o un poco de ansiedad pensar en tener otro sueño como ese…

Después del no-beso, Yuki lo había llevado a casa sin decir una palabra. Se había ido conduciendo después de dejarlo, y ahora, Shuichi estaba agotado por quedarse despierto hasta las dos de la mañana preguntándose acerca de las últimas palabras del rubio para él.

<<Tú primero…. ¿Él quería decir que no podía permanecer lejos de él?...Atrevido hijo de puta!!>>

-¿Estás levantado, Shu?...Dejaste la puerta de la entrada abierta….  - Hiro asomó la cabeza a través de la puerta. Había quedado de acompañarlo a la práctica de canto que tenía ese día.

El pelirrosa se arrastro bajo las sábanas cuando el mayor entró en la habitación, e hizo una mueca interna, preguntándose si había hecho algún ruido sospechoso en voz alta durante el sueño.

-Uh, sí. Acabo de despertar. -Sentándose, pego una inocente sonrisa en la cara.

-Bueno. Será mejor que te vistas. Te traje algo de desayunar, lo deje abajo. Es necesario que te des prisa si vamos a llegar a tu reunión a tiempo.- Hiro asintió y agitó su mano en un movimiento de “sal de la cama” mientras el pequeño trataba de recordar de qué estaba hablando su amigo.

<<¿Reunión?>>

-Vamos. Ponte en marcha. -Aplaudió antes de girarse y salir.

Mirando el reloj, el pelirrosa se dio cuenta de que había olvidado poner la alarma anoche.

<<¡Mi reunión! La razón por la que había dejado que Yuki me trajera en primer lugar. ¡Debería haberme levantado hacía media hora! >>

Afortunadamente, Hiro le estaba dando un aventón y se quedaría a observar antes de volver con Izumi. Eso quería decir que Ayaka regreso con Ren, Hiro seguía pasando el tiempo con Izumi…entonces…se quedaría solo el resto del día.

<<Que mal!!... menuda suerte tengo…>>

Quitándose las sábanas, corrió al baño a darse una ducha en tiempo record, salió y se puso un pantalón, y una camiseta sin mangas. Metió en la bolsa de lona las partituras en las que había estado trabajando, agarrando los zapatos, bajo las escaleras y lleno un plato desechable con un poco de pan tostado y rodajas de fruta.

-Siéntate y come. -Hiro señaló la silla.

-Voy a comer en el auto. No me gusta llegar tarde…. Cielos Hiro a veces suenas como una mamá preocupona!! -Metió un par de barras de cereal y botellas de agua en la bolsa antes de dirigirse a la puerta-. Vamos -le dijo, ignorando su mirada.

Lo último que quería hacer esa mañana era estar sentado al otro lado de la mesa con su mejor amigo, quien estaba últimamente muy ocupado con las solicitudes a universidades, trabajo y novia, para tratar de tomar el desayuno, a sabiendas de que había entrado en su habitación minutos después de que había tenido un orgasmo, soñando con un alguien que además de ser el patán mas grande del mundo, (quien hasta hace poco le hacia la vida imposible al pelirrosa),  era un HOMBRE…

Shuichi nunca había hablado abiertamente con Hiro sobre sus preferencias, ya que el pelirrojo provenía de una familia ultra tradicionalista. Aunque Hiro era un poco más abierto en esos temas, Shuichi sentía cierto temor de que su amigo lo despreciara y se alejara para siempre de él.

Cuando salió con Ryuichi trato de ser lo más discreto posible, evitando los lugares a los que su amigo acudía con su novia para evitarse dar explicaciones.  Hiro nunca escuchaba los rumores que se esparcían por el colegio acerca del pelirrosa, por lo que si escucho de sus citas, seguramente creyó que eran puras mentiras.

Con la única que podía descargar todas sus faenas amorosas era Ayaka, y no porque el pelirrosa lo quisiera precisamente, pero la castaña siempre terminaba por sonsacarle todos los detalles sobre su vida sentimental. 

 

Incluso con tan poco sueño como el que había tenido, la oportunidad de gastar un poco de energía y frustración demostró ser útil en el ensayo

Shuichi había estado practicando para el festival del colegio, ya que había rumores de que grandes empresarios aparecerían en busca de talentos. Lo que más deseaba era que la gente se diera cuenta de su talento, y con ello, subir un escalón más en la meta: entrar a la Universidad Nacional de Bellas Artes de Tokio y con suerte grabar un álbum donde expresara todo lo que necesitaba.

Ese día, su equipo del coro, tenía una competición. Dos categorías se disputaban: canto en grupo y solista.

Como era el que contaba con la mejor voz, le dieron la oportunidad de concursar, ganando el segundo puesto. Sonrió a las gradas, donde se encontraba Hiro sacando foto tras foto.

A pesar de que su padre se la perdió, y ahora lo echaba de menos aún más, Había sido difícil lidiar con el hecho de que su mamá no estaba cerca de los acontecimientos importantes.

<<Realmente quería a mi padre hoy.>>

Después de la competencia, Hiro se acerco para felicitar a su amigo.

-Shu….estuviste increíble como siempre!!!...-Shuichi seguía ensimismado en sus pensamientos- ¿te encuentras bien?

-……

-¿Estas así porque no vino Yuki?

El corazón de Shuichi dio un vuelco al percatarse de lo que su amigo le estaba sugiriendo

-¿Yuki? ¿Por qué debería querer que este aquí?.- pregunto nervioso

-Escuche lo que sucedió ayer…

Shuichi sintió un nudo en la garganta… ¿qué fue lo que escuchó? ¿Alguien los había visto? ¿Habían escuchado lo que hablaron??

-No sé de qué…

-Escuche que lo ayudaste a ganar la carrera… me da gusto que al fin hagan las paces…

Shuichi sintió su cara enrojecer al recordar los eventos del día anterior.

-Bueno… tengo que irme… Izumi quiere que le ayude con unas cosas de la escuela…te veo en la escuela

-Adiós Hiro…

Después de que el pelirrojo se fuera, Shuichi le envió un texto a Ayaka.

¿Cómo va todo?

Bien. Siento no haber podido llegar al ensayo. Ocupada- respondió un minuto después.

Así que... ¿tú y Ren?- pregunto.

Una parte de él esperaba que ella y Ren estuvieran juntos de nuevo. Se sentía culpable. Sólo una mala persona besaría al hombre con el que su mejor amiga estaba saliendo, y estaba preocupado por cómo iba a decirle.

Si ella y Ren estaban juntos de nuevo, ¿tal vez no necesitaba decirle la verdad?

No juzgues- respondió.

El alivio le inundó. Estaban juntos de nuevo.

Nunca. Si eres feliz...

Lo soy. Sólo espero poder confiar en él.

Ella todavía tenía dudas, y con razón.

Shuichi no creía que pudiera volver con un tipo que le engañó, pero por otra parte, nunca había estado enamorado. Supuso que no sabría nada hasta que lo viviera.

Puede que nunca tengas certeza, pero siempre y cuando él valga la pena, Creo que sí...

Así que Yuki es todo tuyo.

<<¡¿Qué?!>> Los golpes en su pecho realmente dolían.

Al parecer, Se tomo demasiado tiempo ahogándose en su propio sudor, porque ella envió un mensaje de nuevo.

No te preocupes, Shu. Nunca fue mío de todos modos.

No podía responderle. ¿Qué iba a decir? ¿Gracias?

Yuki no era de Ayaka, y definitivamente no era de él.

Él dejó en claro que no pertenecía a nadie. ¿Yuki se estaba conteniendo con ella por su culpa? ¿Es por eso que ella dijo lo que dijo?

Shuichi pasó  el resto del fin de semana haciendo algo para mantener la mente lejos de Yuki. Sábado y domingo estuvo limpiando la casa, lavando el coche que su papa le presto, haciendo la tarea, escribiendo lo que faltaba de la composición para el concurso, y evitando los mensajes de textos de Ryuichi y Ayaka

Necesitaba estar solo, y no estaba seguro de poder mantener en secreto lo que pasó entre Yuki y él. Ayaka merecía saber que lo había besado, pero no quería que nadie lo supiera, así que opto por evitar a todos. Incluso a su padre cuando llamó.

Ryuichi merecía su silencio, aunque él había llamado y enviado mensajes de texto varias veces para pedir disculpas. Si le hubiera llevado a casa como había prometido, entonces no se habría metido en ese lío con Tachi.

Honestamente, Ryuichi probablemente era un tipo muy decente, a pesar de su comportamiento en la hoguera. Pero el problema seguía estando: no sentía fuegos artificiales estallando en el estómago cuando lo besaba. No sentía nada.

Yuki era como una explosión colorida... por todo su cuerpo. 

*****************************************************

Cuando Shuichi salió de la clase de francés el lunes por la mañana, inmediatamente se detuvo. Tohma estaba al otro lado del pasillo, inclinado contra los casilleros, mirándolo con una sonrisa tonta.

-Oye, Pequeño Corredor de Velocidad. -Él se paseó mientras los chicos detrás del pelirrosa se agolpaban contra su espalda tratando de salir de clase.

El pelirrosa Puso los ojos en blanco, no estaba listo para otra irritación.

Ya esta mañana, había llegado tarde a la escuela después de salir de la casa para encontrar que el auto tenía una rueda pinchada.

El profesor Miyagui le había enviado un correo electrónico para decirle que el salón de música estaba fuera de los límites mañana por la tarde. Y la gente había estado hablándole todo el día sobre la carrera del viernes por la noche.

Tan positiva, como era esa atención, era como si alguien raspara sus dientes con un tenedor. No quería que le recordaran cómo el viernes por la noche había pasado de bueno a malo, luego bueno otra vez, y luego a peor. La semana comenzaba dura y no estaba de humor para Tohma el imbécil.

-¿Qué quieres? -murmuro, pasándolo por el pasillo.

-Bueno, es un placer verte, también. - Parecía estar conteniendo su habitual ser siniestro. No estaba haciendo insinuaciones o tratando de toquetearlo. Sólo lo miraba, casi tímidamente, con su sonrisa ridículamente divertida.

Ignorándolo y haciendo una línea recta hacia el casillero, Shuichi sentía ganas de patear algo cuando Tohma sólo aumentó su velocidad para mantener el paso igual al suyo.

-Oye, quiero que sepas que quedé muy impresionado con tu forma de conducir la noche del viernes. Y oí que llegaste en segundo lugar en los tres kilómetros. Parece que tuviste un gran fin de semana.

No había visto a Yuki para nada desde el viernes. Su casa parecía abandonada hasta ayer por la noche cuando escucho el rugido de su motor arrastrándose por el camino. No lo había visto ese día tampoco.  Y lo estaba buscando. Estaba más irritado por eso que por nada más.

-Dilo de una vez, Tohma. ¿Qué asquerosa broma humillante estás tramando para mí hoy? - Al llegar al casillero, ni siquiera gasto una mirada en él mientras tiraba el bolso y los libros.

-No tengo absolutamente nada en mi manga, Shu. De hecho, he venido a pedirte perdón. -Tohma tomó la mano del pelirrosa y se giro para mirarlo.

Puso su mano sobre su corazón e hizo una profunda reverencia.

<<Oh, ¿ahora qué?>>

Mirando alrededor para ver la inundación de estudiantes en el salón, todos embobados mirando a Seguchi Tohma haciendo su gran gesto, Shuichi le dio un manotazo en la espalda.

-¡Levántate! - susurro-grito mientras las personas que los rodeaban se reían y murmuraban entre sí.

<<¡¿Qué está tramando?!>> El pavor le apretó el estómago.

-Realmente lo siento por todo lo que te he hecho. - Tohma levantó su cuerpo de nuevo hacia el menor-. No tengo ninguna excusa. No es lo mío hacer mis enemigos a los chicos lindos como tu…

<<Eso has dicho.>>

-Lo que sea. - el pelirrosa se cruzo de brazos, listo para ir a buscar el almuerzo- . ¿Eso es todo?

-En realidad, no. - Él movió las cejas- . ¿Esperaba que fueras al baile de Bienvenida conmigo?   

Shuichi sintió los músculos tensarse.

De inmediato comenzó a explorar el pasillo para ver si alguien se reía, una señal de que todo esto era una broma.

Pero ninguno de los amigos de Tohma estaban alrededor para presenciar la broma, y Yuki no estaba a la vista.

Volviendo a Tohma, le clavo la mirada. 

-¿De verdad esperas que caiga en eso?

-¿Caer en qué? ¿Mi encanto y mi asombroso cuerpo? Absolutamente.

Su sarcasmo no hizo nada para aliviar la desconfianza. El pequeño Puso los ojos en blanco, ya preguntándose por qué demonios se quedaba ahí escuchándolo. 

-Suficiente. Voy a almorzar. Dile a Yuki que no soy tan estúpido.

Shuichi se dio la vuelta y se dirigió a la cafetería.

-Espera. -Tohma corrió a su lado-. ¿Crees que esto es una trampa?

Sin hacerle caso, el pelirrosa siguió caminando. Por supuesto, se trataba de una trampa.

<<¿Por qué Tohma querría ir al baile de Bienvenida conmigo? ¿Y por qué pensaría que yo diría que “sí”? Hemos estado peleando por años.!!>>

-Shu, Yuki probablemente prendería fuego a mi cabello si supiera que estoy hablando contigo, y mucho menos que te invitara a salir. Estoy hablando en serio. Nada de bromas. Ni trampas. Realmente quiero llevarte al baile.

El pelirrosa siguió caminando en dirección a la cafetería con la esperanza de que captara la indirecta. Empezó a sentir que se ahogaba. Tenía que alejarse

-Shuichi, por favor para. - Tohma le tocó el brazo.

El pequeño se dio la vuelta para mirarlo, enardecido de cólera. 

-Incluso si estás hablando en serio, ¿realmente crees que confiaría en ti? Me has toqueteado, y he roto tu nariz. ¿Me estás invitando a salir? ¿En serio?

Era el giro de acontecimientos más tonto que nunca había previsto, y lo que es más, era una pérdida de tiempo.

-Me doy cuenta de que tenemos una historia interesante - comenzó Tohma, levantando las manos- , y quiero asegurarte que no estoy invitándote a salir de una manera romántica. Yuki tendría mis bolas si así lo fuera. He sido un idiota, y quiero hacer las paces. Si aún no tienes una cita, me encantaría llevarte y mostrarte que puedo ser un buen tipo.

<<Aww, qué bonito discurso>> Pensó el menor sarcásticamente  

-No - contesto

Su encanto no funcionaba con él de la forma en que funcionaba en otras, pero la mirada de asombro en su rostro le dio una pequeña pausa.

Una parte de Shuichi quería reír, porque realmente parecía decepcionado. Y una parte estaba preocupada, porque realmente parecía decepcionado.

<<No le debo nada a Tohma,>> se dijo.

Después de todo, no debería siquiera estar hablando con él. Pero, de nuevo, después de escuchar la charla con Yuki, la semana pasada en el pasillo, parecía que él nunca estuvo completamente de acuerdo a la hora de tratar de hacerle daño. Tal vez realmente quería hacer las paces.

<<No importa. No va a suceder!!>>

Girando, se dirigió a la cafetería de nuevo cuando en realidad sólo quería salir corriendo por la puerta principal. Apenas era la mañana del lunes, y ya estaba trepando las paredes para salir de ahí.

Era cierto que quería ir al baile, y todavía no tenía una cita. E ir con Tohma pondría celoso a Yuki. Tal vez quería verlo retorciéndose por él.

<<Shuichi no vayas por ahí… saca esos pensamientos de tu cabeza!!>>

 

A la hora del almuerzo, Shuichi se reunió con Ayaka y Ren, después de un rato,  desaparecieron, probablemente debajo de las gradas cerca del campo de fútbol para hablar. Ella parecía feliz, y Ren había sido aún más dulce de lo habitual. Pasaría un largo tiempo antes de que el pelirrosa pudiera mirarlo sin pensar en su traición, pero le alegraba que estuvieran juntos de nuevo.

Después de que ellos se fueron, apenas comió algo de su burrito de pollo. Tohma seguía sonriéndole desde el otro lado de la cafetería, lo cual lo dejaba incomodo.

Ryuichi continuó enviándole mensajes de texto, también. Quería hablar antes de que el almuerzo hubiera terminado, pero gracias a sus amigos, tenía una excusa para no estar a solas con él. El castaño había sido estúpido, y si bien Shuichi había sido agraviado, sabía que tendría que hablar con él en algún momento. Incluso si era sólo para decir “seamos amigos”.

-Bueno, cantaste increíble el sábado. -Sakano, quien al verlo solo decidió acompañarlo, terminó su jugo antes de arrojar la botella-. Oh, y el viernes, también. No vi la carrera, pero la escuela ha estado zumbando sobre ello. Hiciste que la gente ganara un montón de dinero. Hatori estaba realmente enojado, me han dicho.

-Estoy seguro de que lo estaba. - Dijo  y sintió un destello de calor perforándole la parte de atrás de su cuello.

Era una locura cómo su percepción de Yuki funcionaba, pero estaba bastante seguro de que estaba ahí en alguna parte.

Había estado ausente sin permiso durante toda la mañana, no había rastros de su auto o de él. Mantuvo su atención en Sakano, a pesar de que la necesidad de darse la vuelta, vibraba por todo su cuerpo. Después de los dos besos y el sueño, por no hablar de su disculpa, había pensado mucho en él ese fin de semana.

Antes de que pudiera ceder y buscarlo, se dirigió a la puerta con Sakano. Un momento después, se detuvo cuando escuchó que alguien gritaba su nombre.

-¡Shuichi Shindou!

El pelirrosa saltó, inmediatamente avergonzado de que la persona gritando, le había hecho el centro de atención de todo el comedor.

-¿Por favor, irías al baile de Bienvenida conmigo? - preguntó la voz del idiota de Tohma.

El pequeño Cerro los ojos.

<<Voy. A. Matarlo.>>

Se dio la vuelta lentamente para ver que Tohma estaba arrodillado a unos pocos metros de distancia.

El rubio lo miraba con sus grandes ojos verdes como de cachorro, y Shuichi se dio cuenta que el comedor se había quedado muy callado, mientras otras personas callaban a otros y los miraban con los ojos abiertos y sin aliento.

-Tienes que estar bromeando - murmuró y le ofreció una sonrisa de disculpa a Sakano. Caminando de rodillas con pasos cortos divertidos, llegó a nivelarse con los zapatos del pelirrosa e inclinó la cabeza hacia atrás para mirarlo hacia arriba. Tomó la pequeña mano  de Shuichi entre las suyas.

Las chicas se reían, y todo el mundo los miraba. Sólo Tohma podría librarse con una exhibición llamativa y aún ser considerado viril.

-¡Por favor, por favor! No digas que no. Te necesito. -Su tono dramático causó un alboroto de risas y cantos animándole más.

Shuichi sentía su corazón latir con fuerza. En cualquier momento perdería los estribos con él, y probablemente no tendría la suerte de zafar de la oficina del decano por segunda vez.

-Levántate - espetó, tirando de su mano.

Su cabeza daba vueltas con ideas de cómo iba a lastimar a este chico. Ellos nunca encontrarían el cuerpo.

-Por favor, vamos a hacer que funcione. Lo siento por todo. - Él estaba hablando deliberadamente por encima de las risas para que todo el mundo supiera su negocio.

-Dije que no.

-¡Pero el bebé necesita un padre! - imploró.

Shuichi sintió cómo su corazón se hundió con esas palabras.

<<Oh, Dios mío. No, no, no...esto es ridículo!!>>

Gritos y alaridos hicieron erupción de todos los rincones de la habitación, y el calor se levantó por el cuello y la cara de Shuichi.

Sentía como si estuviera teniendo una experiencia fuera del cuerpo. Eso no podía estar pasando.

<< ¿Es así como va a hacer las paces? ¿Avergonzándome más?>>

Tohma agarró las caderas del menor y apretó su cara contra el estómago del más pequeño. 

-Te prometo que voy a amar a nuestro hijo -susurró para que sólo Shuichi pudiera oírlo-. Puedo decirlo más alto, si quieres.

-Está bien, iré. Por ahora - dijo el pelirrosa con los dientes apretados-. Pero si me tiras más mierda, te romperé el brazo.

Él se levantó, envolvió sus brazos  alrededor  de Shuichi y lo levantó del suelo con un abrazo. Girándolo alrededor, todo el mundo aplaudió y silbó, y Shuichi sintió ganas de vomitar. Una vez que estuvo de nuevo de pie, le dio una palmada en el brazo y salió de la cafetería, sabiendo que no quería ver la expresión en las caras de Sakano o YUKI

 

Para el tiempo en que la escuela terminó, todo el mundo sabía que la broma de Tohma fue sólo eso… una broma.

Al menos el idiota probó ser honorable en corregir el rumor.

<<El baile de bienvenida seria en dos semanas, así que con suerte encontraré una manera de salir de esto. >>

Yuki no estaba en clase, así que en lugar de luchar para no mirarlo, Shuichi tuvo que luchar para evitar a Ryuichi mirándolo. La vida puede ser una perra. Iba a ir al baile de Bienvenida con la única persona en la escuela que le ponía la piel de gallina, estaba consiguiendo atención de un hermoso idol que no podría importarle menos, y estaba teniendo sueños húmedos de un potencial sociópata que actuaba como que le odia la mayor parte del tiempo.

<<Ocho meses más... >>

-Hola, Profesor Miyagui - Shuichi sonrió cansadamente mientras caminaba dentro del salón de ensayos  después de la escuela. Desde que el aula no estaba disponible para el día siguiente como habían organizado, opto por tomar la oferta de trabajar ese día.

-Hola, pequeño - El profesor Miyagui era un ex-hippie de mediana edad que a menudo dejaba su largo, rojizo cabello flotar libre y gotas de café colgando de su desaliñado bigote y barba.

-¿Cuánto puedo quedarme hoy? -Dejando caer la bolsa al suelo debajo del escritorio del maestro, miro al profesor Miyagui.

-Estaré alrededor de al menos una hora, probablemente más. -Reunió algunos sobres y papeles, tratando de encontrar una manera de agarrar su taza de café, también-. ¿Necesitas algo?

-Iré por mis audífonos al armario, y sé dónde está todo lo que necesito.

-Bien. Tengo planeado reunirme con el departamento de arte, pero es en otro salón. Siéntete libre de venir y conseguirme si necesitas algo. Lo digo en serio. Salón 136B. -Se dirigió a la puerta.

-Está bien, gracias. -Agarrando unas partituras de la mochila, las coloco en el soporte delante de el

Camino hacia el armario para tomar los audífonos del closet, casi los dejo caer cuando entro de nuevo en el salón. Yuki estaba sentado en la mesa del profesor.

<<Diablos>>.

Él se inclinó hacia atrás en la silla con sus manos detrás de su cabeza y uno de sus pies apoyado en el borde de la mesa. Sus ojos no daban nada, pero su mirada estaba enfocada completamente en el pelirrosa.  Eso solo hizo que el calor se levantara a la cara del menor y un sudor frío rezumó de sus poros.

<<Maldito sea. ¿Por qué me tiene que mirar así?>>

La suavidad de los labios del rubio, y su lengua caliente y pesada en su cuello destellaron a través de la memoria de Shuichi. Una ansiosa contracción nerviosa empezó entre las piernas del menor, en verdad quería subir a horcajadas sobre él en esa silla.

<<Mierda.  Soy una bomba de nervios andante >>

Sacudió la cabeza y aparto los ojos.

-Ahora no, Yuki. Estoy ocupado. -Honestamente, eso era la verdad. Necesitaba concentrarse, y tanto como parte de él quería dar rienda suelta a este drama, necesitaba ser dejado solo.

-Lo sé. - Su suave voz era extrañamente calmante-. Vine a ayudarte.

Dejo de conectar los implementos y lo miro con los ojos ampliados.

-¿Ayudarme? -El tono del pelirrosa goteó con sarcasmo, no estaba seguro si era una broma de su parte o un intento de sabotaje de su composición-. No necesito ayuda.

Dejando caer sus brazos, el rubio metió las manos en el bolsillo de enfrente de su sudadera negra.

-No estaba preguntándote si querías -respondió, rápidamente y con firmeza.

-No, tú sólo asumiste. -Continuo acomodando sus materiales, evitando los ojos dorados. Ese maldito sueño seguía pasando a través de su mente. Y estaba asustado de que iría algo lejos si lo miraba.

-No del todo. Sé lo que puedes hacer. -Había risa en su voz, y el menor no perdió el doble significado de ese comentario-. Pensé que si vamos a ser amigos, esto podría ser un buen lugar para empezar.

Saliendo de la silla, Yuki caminó hacia Shuichi, quien Respiro dentro y fuera lentamente.

-Quiero decir, no es como que vamos a ser capaces de volver a subir árboles y tener fiestas de pijamas, ¿cierto? -preguntó Yuki sugestivamente mientras sus dedos rosaban el sintetizador que Shuichi trataba de conectar

<<¿Fiestas de pijamas?>>

Shuichi sintió que su interior comenzó a pulsar más duro, y sabía que su cuerpo estaba listo para lo que necesitaba. Lo sintió…

La idea de tener a Yuki para una fiesta de pijamas, incluso aunque estaba bromeando, le emocionó.

<<Maldición, me encantaría dejarlo mantenerme despierto toda la noche haciendo cosas que estamos seguros no hicimos cuando niños. Quiero sus manos sobre mí, trayéndome cerca, y su boca sobre todo…>> Detuvo el pensamiento inmediatamente, porque quería que le importara también. Y no confiaba en él.

Pestañeando, estrechó sus cejas a él.

-Como dije, no necesito ayuda.- dijo con voz ronca

-Como dije, no estaba preguntando. ¿Creíste que Miyagui iba a dejarte jugar con los nuevos instrumentos tu solo? -Se río amargamente y se paró a su lado.

-¿Cómo sabes de mi composición? ¿Y quién dijo que vamos a ser amigos? -pregunto antes de inclinarse para agarrar la carpeta con la letra de las canciones- Sabes, tal vez demasiado daño ha sido hecho. Sé que te disculpaste, pero no es tan fácil para mí.

-¿No te estás poniendo gay conmigo, cierto? -se burló.

Cerniendo a través de la carpeta, sacó las notas y cuaderno que había buscado. Shuichi trató de leer el material, pero tener a Yuki tan cerca le hizo difícil concentrarse.

Girando a la izquierda, Shuichi trato de arreglarlo con su mejor expresión aburrida. No quería que pensara que estaba al menos un poco intrigado por su presencia.

-Yuki, aprecio el esfuerzo que estás poniendo aquí, pero es innecesario. Contrario a lo que tu ego está soplando, he estado sobreviviendo bien sin ti por los últimos tres años. Trabajo mejor solo, y no apreciaría tu ayuda hoy o ningún día. No somos amigos.

Su fría fachada titubeó y pestañeó. Los ojos dorados buscaron los amatista. O tal vez él buscó por algo que decir.

Sintiéndose ligeramente culpable, Shuichi giró de vuelta a la carpeta pero terminó golpeándola en el suelo en el proceso. Su contenido no asegurado en los tres anillos, flotó al suelo. Una ola de vergüenza se esparció por todo su cuerpo mientras su discurso de chico duro terminó en un torpe desastre.

Yuki se lanzó al otro lado y se inclinó junto al menor para levantar la carpeta y su contenido.

r13;¿Estás buscando autos? r13;Él miró las impresiones que había tomado de internet para estar preparado cuando su papá llegara a casa.

r13;Sí…papá me presto el suyo…pero… r13;respondió cortantementer13;. Estoy consiguiéndome un regalo de cumpleaños a mí mismo. –

Yuki sostuvo la información en su mano, no mirando nada en realidad, pero parecía estar pensando en algo.

-¿Yuki? -El pelirrosa levanto la mano para conseguir la información de vuelta.

-Olvidé que tu cumpleaños estaba viniendo -dijo casi para sí mismo mientras tomaba los papeles y metía todo en la carpeta.

Shuichi se pregunto si era cierto. Sus cumpleaños eran gran cosa cuando eran amigos, pero en los años recientes Yuki podría haberlo olvidado. Shuichi no había olvidado el del rubio. Era el 2 de octubre.

<<Ayer!... ¿Ugh, debería decir algo?>>

No había hecho nada para el cumpleaños de Yuki los pasados años, pero ahora que el tema estaba, no tenía idea de qué hacer.

<<Que se joda. Él olvidó el mío también>>.

-¿Tu padre sabe que estás buscando comprar un auto tan pronto? -Yuki interrumpió sus pensamientos.

-¿Tu mamá sabe que das alcohol a menores y duermes alrededor los fines de semana? -el comentario salió más cortante de lo que quería.

-“A mi madre le importa” sería una mejor pregunta.- El sarcasmo estaba cubierto por una mirada molesta que Shuichi vio hirviendo debajo.

El pelirrosa frunció el ceño mientras pensaba en la vida de Yuki. El rubio creció sin un padre y una madre ausente. No tenía sanos modelos o amor en su vida, eso lo sabía el pelirrosa, de todos modos. Al no tener respuesta a eso, guardo silencio mientras Yuki lentamente comenzaba a ayudarle a terminar de conectar los instrumentos.

Partituras, hojas de cuaderno con letras de canciones tachadas, lápices, todo desparramado por el lugar. Necesitaba terminar de escribir la letra de la música que tenia pensada. .

Hubo un tiempo en que la presencia de Yuki lo calmaba y lo hacía sentir seguro. Ahora, su proximidad lo tenía híper consciente cada vez que su brazo se acercaba y rozaba el suyo o cuando sea que pensaba que sus ojos lo miraban. La cabeza la sentía nublada, y las manos apretadas.

Molesto, giro para agarrar las notas de la carpeta y golpeo un metrónomo fuera del mostrador. Calor cubrió su cara mientras se daba la vuelta para tratar de atraparlo, pero en vez de eso, lo miro partirse todo sobre el suelo. Con la espalda al mostrador, miro abajo al desastre e inhalo profundamente. En este punto, no le importaba si él pensaba que estaba loco o exagerando. Necesitaba que se fuera.

Yuki se movió frente a él y miró abajo a las piezas rotas

-Te pongo nervioso -dijo sin mirarlo. Su evaluación fue de muerte. Ambos lo sabían.

-Sólo vete. -El pelirrosa susurro suplicando mientras se negaba a encontrar la mirada dorada, la cual estaba seguro estaba sobre él.

-Mírame. -Yuki acunó las mejillas del menor con su mano, sus dedos alcanzando las hebras rosas -. Lo siento. -Los ojos amatista se dispararon hacia arriba ante el sonido de su disculpa repetida-. Nunca debería haberte tratado como lo hice. -Ojos quemando, busco en su cara por algo de sarcasmo o deshonestidad, pero no encontró nada de eso. La expresión del rubio era toda seria, y su respiración era profunda mientras esperaba una respuesta.

Yuki trajo su otra mano arriba para acunar la otra mejilla y se movió más cerca. Sus manos se deslizaron alrededor de la parte de atrás del cuello de Shuichi, y sus pulgares rozaron sus orejas. El aliento del menor se volvió superficial ante el cuerpo del rubio presionándolo. Los ojos dorados estaban ahora concentrados en los labios del pelirrosa mientras su cara se acercaba más. Yuki estaba apenas a un centímetro de los labios de Shuichi.

Yuki había acortado la distancia, empezando lentamente, pero Shuichi gimió en sorpresa cuando bajó en picada y atrapó sus labios. Fuegos artificiales empezaron en su boca y se filtraron a través de la cima de su cabeza y abajo al cuello. Estaba perdido mientras sus brazos se envolvían alrededor de su cintura y su otra mano se quedaba enterrada en el cabello rosa. Yuki lo agarró más apretado, tirándolo sobre las puntas de los pies. Shuichi lo inhaló, oliendo el viento y la lluvia en su piel, y por un breve momento, estaba en casa.

Esto era todo lo que necesitaba. Todo lo que quería… en él, alrededor de él, dentro de él. Sus hormonas estaban fuera de control. Quería desgarrar sus ropas y sentir el pecho desnudo del rubio contra el suyo. Quería besarlo hasta que estuviera demasiado caliente y delirante con necesidad. ¿A quién estaba engañando? Ya estaba doliendo con deseo. Se agrupaba en su abdomen y se disparaba hacia abajo a su entrepierna como un maldito tornado.

La lengua del rubio chasqueó bajo su labio superior, enviando estremecimientos bajo sus brazos. Deslizó sus brazos apretadamente en su cuello y se presiono en él. Las manos de Yuki frotaron bajo los costados y agarraron el trasero del menor. El cuerpo de Shuichi amaba cada toque. Se moldeo a él como una pieza de arcilla. Donde él acariciaba, Shuichi se derretía. Donde él empujaba, Shuichi seguía.

Su boca era tan caliente, que no pudo evitar preguntarse cuán bueno sería el resto de él, también.

-Te he deseado por tanto tiempo - susurró Yuki, su aliento en los labios de Shuichi era como una droga arrastrándolo.- Todas las veces que te vi al lado… me volvía loco.

Las puntas de sus pies se curvaron con sus palabras. Lo deseaba todo el tiempo. Le gustaba saber eso. Le gustaba que le deseara.

Tomó los labios de Shuichi otra vez en un profundo beso, su espalda presionada contra la mesa. Mientras mordía su labio inferior, su cabeza se tambaleó con lo que estaba pasando. Shuichi amaba averiguar que nunca lo odió. Que siempre lo quiso.

<<¿Qué está pasando entre nosotros? ¿Estamos juntos? ¿O Yuki solo esta rascándose una comezón?>>

-No… -jadeó y lo empujo hacia atrás. Shuichi no quería moverse, y no quería estar en ningún lugar salvo con él. Pero sabía por qué se detuvo.

Él no podía ganar. No podía tratarlo como mierda y luego tenerlo.

Yuki estaba respirando duro y mirando a los hinchados labios del pelirrosa como que estaba lejos de terminar. Los ojos dorados se dirigieron a los amatista, y vio la intensa necesidad, como si estuviera entre realmente enojado de que lo detuviera o encendido al punto de atarlo.

Soltando su agarre y dejándolo caer de vuelta a sus pies, la expresión del rubio se volvió indiferente mientras se alejaba

-Entonces no lo haré -dijo fríamente. Shuichi supuso que no esperaba que lo detuviera. Yuki no era un rogón. Pero sacó de balance a Shuichi por lo rápido que él podía ir de abrazadoramente caliente a amargamente frío.

Shuichi lo estudió por unos minutos, preguntándose si alguna vez llegaría a esa indiferencia llena de orgullo…

-¿Qué estás haciendo? -pregunto, estrechando sus ojos a él.

Él dejó salir una seca risa.

-Quiero que seamos amigos -admitió de algún modo sincero.

-¿Por qué ahora?

-¿Por qué tantas preguntas? -respondió.

¿Hablaba en serio? Él tenía algo de explicación que hacer.

-¿No creíste que iba a ser tan fácil, cierto?

-Sí, estaba esperando que podríamos movernos hacia adelante sin mirar atrás. -Su tono molesto encajó perfectamente con el ceño formándose alrededor de sus ojos.

-No podemos -dijo Shuichi planamente- Vas de amenazarme un día a besarme al siguiente. No cambio de marcha tan rápido.

-¿Besarte? Tú me besaste de vuelta… ambas veces. Y ahora estás saliendo al baile de la escuela con Tohma. Podría decir que soy el único golpeado aquí. -Metió las manos en su bolsillo de la sudadera y se inclinó contra el alfeizar de la ventana. Sus ojos estaban retándolo, y apenas tenía una respuesta a su comentario. Él tenía razón. Salió con Ryuichi, iba a ir al baile con Tohma, y beso a Yuki.

-No tengo que explicarme contigo. -Shuichi sintió que su respuesta fue patética.

-No deberías ir.

-Quiero ir -mintió- Y él me lo pidió. -Desestimándolo, volvió a su trabajo.

Yuki vino detrás de él mientras trataba de lucir ocupado clasificando los papeles.

-¿Él ha estado en tu mente, Shu-Chan? -Su aliento avivó el cabello rosado. Colocando ambas manos a los lados del pequeño, encerrándol-. ¿Lo deseas? ¿O soy yo el de tus sueños?

Shuichi cerró sus ojos, recordando el sueño de la otra mañana. La idea de lo que él le hizo, y ahora estaba justo detrás de él… agradecía que el rubio no pudiera oír sus pensamientos

-Dije que cuando ponga mis manos en ti, es porque tú lo pides. ¿Recuerdas?

El pelirrosa Giró para mirarlo. Yuki movió su cabeza para encontrar las orbes amatista.

-No creo que sea ningún secreto que me gusta cuando me tocas. Cuando estés listo para decirme todo lo que guardas, entonces tal vez confiaré en ti. Hasta entonces…

Sus ojos se estrecharon en los del menor y la rabia descendió como una nube negra en su cara mientras retrocedía.

La espalda del rubio se enderezó y sus puños se cerraron. Sabiendo que dijo exactamente lo que necesitaba decir, Shuichi giro de vuelta al trabajo. Su corazón estaba cediendo a él, y no podía mirarlo más sin el miedo de rendirse. Si él le quería como a un amigo o algo más, entonces tendría que darle más. Tan tentadora como sonaba su oferta de seguir sin mirar atrás, sabía que la historia de Yuki lo hizo el hombre que era ahora. Necesitaba conocerlo.

-¿Yuki? -Una voz femenina silbó desde el marco de la puerta-. ¿Estás ahí?.

Shuichi Levanto la mirada para ver a Nami con su falda de animadora hacia abajo para mostrar el hueso de su cadera y estómago plano.

<<Creo que sólo vomite un poco en mi boca>>.

-¿No vas a llevarme a casa hoy? -Ella cepilló su largo, oscuro cabello sobre su hombro y mordió su labio inferior.

<<Oh, por favor>>

-Voy a llevarte hoy, Nami -sonó Yuki más amargo detrás del pelirrosa. Yuki estaba molesto. ¿Con quién? Shuichi no estaba seguro, pero podía suponerlo.

-Puedo manejarlo -afirmó ella- Vamos. No parece como que estés ocupado aquí de todos modos. -Su mirada cayó en Shuichi, y la rabia calentó sus mejillas.

Yuki estuvo callado por unos momentos, y el pelirrosa sintió sus ojos en la espalda mientras continuaba ordenando partituras para trabajar. Cada movimiento era lento y metódico mientras luchaba por no dejar caer nada más. Pero fingir que no ponía atención era tan imposible como no hacerlo.

-Sí. No estoy ocupado -finalmente respondió Yuki fríamente mientras caminaba pasándolo hacia la puerta.

-Entonces, Shadow… -La chica idiota actuó como si no conociera su nombre- No deberías ir y darle un ojo negro a tu cita del Baile de Bienvenida, ¿no crees? Él apenas puede ver. Deberías en serio dejar de golpear a los chicos o la gente empezará a pensar que eres un lunático…

Ella estaba tratando de provocarlo pero estaba pérdida. No tenía ni idea de qué estaba hablando. ¿Alguien le había dado a Tohma un ojo negro desde que lo vio en el almuerzo?

-El no le dio un ojo negro a Tohma. Yo lo hice. -Yuki caminó pasándola y abrió la puerta, ahora no haciendo contacto visual con nadie.

-¿Por qué? -La nariz de Nami se arrugó mientras giraba para salir a la puerta que él sostenía abierta. Yuki levantó una ceja hacia Shuichi y osciló la puerta cerrada con suficiente fuerza para que las vibraciones viajaran hacia arriba de sus piernas.

Mirando a la puerta cerrada por varios minutos, finalmente  Shuichi se dio cuenta de que Yuki había golpeado a Tohma por él.

<<¿Qué diablos?>>

Bueno, eso definitivamente no era una broma entre ellos dos, entonces. Tohma estaba interesado en pasar un poco de tiempo con el pelirrosa, y eso volvía loco a Yuki.

Shuichi dejo salir una áspera risa. No estaba interesado en Tohma. Pero si eso molestaba a Yuki, podría estar interesado en tener algo de diversión, después de todo.

Deslizando los auriculares, paso el resto de la tarde en un humor genial.

 

CONTINUARA….

Notas finales:

Espero sus comentarios!!!!

 

n.n 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).