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Muriendo por ti por camilasheeran

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Notas del capitulo:

Hola a todos!!!.... les dejo otro capitulo!!!

Disculpen que no actualizara la semana pasada pero mi compañia de internet decidio "darle mantenimiento" a la línea .... :/ 

 

Capitulo 8

-Entonces - se burló Ayaka tan pronto el pelirrosa terminó  de hablar con su  papá-  Tohma, ¿eh? 

Shuichi sabía que había estado esperando para hablar tan pronto como había llamado a su puerta. La castaña clavó la mirada en él mientras se acomodaba un mechón rosa

Shu regreso al escritorio y continúo trabajando. 

-Oh, no es así, y tú lo sabes. Deberías haber visto cómo me tendió una emboscada en la cafetería. - Dijo mientras acomodaba otra hoja con ideas para la canción

-¿Dijiste que sí? - gritó Ayaka.

-Pensé en decirle  “tal vez" en realidad. Créeme que no quiero ir a ninguna parte con Tohma. Voy a salir de eso…

Pero tal vez no. Ahora que sabía que su pregunta no fue orquestada por Yuki, y que Yuki estaba molesto por ello, estaba considerando en tal vez sí ir.

-Podrías simplemente darle una patada en las pelotas. - Ayaka se asomó por encima de su hombro.

-Tal vez, tal vez no. -Levantó las cejas, y Ayaka lo dejó pasar.

-Podrías acompañarme a escoger un vestido  y yo te ayudo con tu atuendo- sugirió.

- ¿Saldrás con Ren entonces? - le preguntó.

-Él preguntó, pero no acepté. -Agitó su mano a la mirada inquisitiva del pelirrosa - . Oh, aceptaré eventualmente. Sólo quiero que sufra un poco. 

-¿Estás segura de que no querer estar un tiempo sin él? Quiero decir, te engañó.

Ayaka era inteligente y, aunque a Shuichi le agradaba Ren, no quería que la lastimara de nuevo. Si la había engañado una vez, podría hacerlo de nuevo.

-No tienes que preocuparte, Shu. No estás diciendo nada que no me haya dicho cientos de veces a mí misma. -Suspiró y le miró con una expresión pensativa-  Lo amo. Y creo que lo siente. ¿Confío en él? Por supuesto que no. Y él lo sabe.

Así que ella y Yuki habían terminado entonces. ¿Hasta dónde habrían llegado?, se preguntó el pelirrosa

-¿Y Yuki? -No pudo callarse-. Ustedes dos... - comenzó, sin saber cómo preguntar. Ayaka le dio una mirada que le hizo sentir avergonzado de preguntar, pero respondió.

-No fue así. Sirvió para sacar a Ren de mi cabeza, es todo

-Así que ustedes dos no... –Shuichi miro a los pisos de madera oscura, sintiéndose muy incómodo

-¡No! ¿Qué crees que soy? -Ella estaba en shock. Eso era una buena señal.

Shuichi suspiro, su cuerpo de repente se sintió más relajado, hasta que el siguiente pensamiento se le ocurrió. 

-¿Podrías haberlo hecho? -Tal vez ella y Yuki no habían cometido el crimen, pero tal vez era sólo porque había resistido un poco.

-¿Quieres decir que si le interesa tener sexo conmigo? - Sonrió, evadiéndolo para jugar con él- Taaaaallll veeezzz. ¿Por qué? ¿Te importa?

-No. Por supuesto. –Shuichi miro alrededor de la habitación, cualquier lugar, excepto a ella. <<¿Por qué me importa?>>

-¿Así que estabas caliente por Ryuichi, ahora caliente por Tohma, y secretamente caliente por Yuki? - El menor se dio cuenta por sus labios fruncidos que estaba tratando de contener la risa.

-Te estás burlando de mí. Ya basta - le advirtió juguetonamente y cambio de tema- Muy bien, iremos de compras este fin de semana. Preferiblemente sábado después de la reunión.

Sonriendo y mirándolo por el rabillo del ojo, la castaña se acercó a la puerta

-Hasta luego, chico caliente.

Shuichi tomo un tenis del suelo y se lo lanzo a la puerta al salir. Ella gritó mientras corría por las escaleras riendo.

 

*******************

-Creo que debes saber... -una voz femenina insolente se acercó al pelirrosa  al otro lado de  su casillero.  Se volvió para ver a Nami, dándole una mirada rápida antes de estrellarse en su armario cerrando la puerta, su nariz salvándose por centímetros-… que Yuki no está interesado en ti….No es un jodido maricón… Mantente alejado. - Su advertencia llegó con una ceja levantada y los labios como pato.

<<¿En serio? >>

Ella estaba haciendo eso demasiado fácil.

-Así que, ¿eres naturalmente insegura o simplemente con Yuki? -le pregunto inocentemente, disfrutando de un oponente débil

-No soy insegura. Sólo protejo lo que es mío. - Shuichi pudo ver sus fosas nasales flamear. Nami metió las manos en los bolsillos traseros de sus pantalones vaqueros.

Echándole una mirada, Shuichi se sintió inseguro. Se veía sexy en sus jeans ajustados y camiseta sin mangas de color rojo.

Shuichi tenía un aspecto que gritaba “niño bueno”, en sus pantalones vaqueros ajustados, pero no demasiado, y camiseta sin mangas morada.

 Nami estaba elegantemente adornada con pulseras de plata y sandalias de tacón alto, mientras él llevaba unos tenis cómodos.

Podía ver por qué los chicos encontraban a chicas como ella atractiva. Shuichi sentía que la  piel le quemaba al pensar que se había acostado con Yuki. Había estado en su cuerpo, en su interior.

La cabeza del pelirrosa empezó a doler. Lucho contra la tentación de ceder a su ataque de celos cuando realmente sólo quería arrancarle el cabello.

Tomo su mochila del suelo y guardo los libros de física y biología dentro. Opto por pasar el almuerzo en la biblioteca, ya que quería evitar a Tohma y dejar a Ayaka tener algo de tiempo con Ren.

Cuando no dijo nada, ella continuó: 

-Cada vez que me doy la vuelta, estás haciendo el ridículo para conseguir su atención.

-¿Es tuyo? - le pregunto con calma, recordando a Yuki y sus dos, casi tres besos- . ¿Lo sabe él?

La expresión de Nami vaciló, pero se recuperó rápidamente. 

-Yuki es un chico malo. Él es lo que es, y puedo manejar eso. Pero si vienes detrás de él, tendrás  que vértelas conmigo.

-Es lo que es, ¿no? - Por una vez, no sintió nerviosismo. Su ataque era tan fuerte como el de ella y quería- . ¿Cuál es su color favorito? ¿Cómo se llama su madre? ¿Su comida favorita? ¿Cuándo es su cumpleaños? ¿Por qué odia el olor a lejía? ¿Qué banda podría escuchar todos los días por el resto de su vida?

Nami entrecerró sus ojos en el menor. Claramente, no lo sabía. Por otra parte, estaba molesta, porque estaba insinuando que tenía las respuestas que ella no. Y sí que las tenía.

Shuichi levanto la palma antes de que ella replicara. 

-Quédate tranquila, linda gatita. No estoy detrás de él. Pero no vuelvas a amenazarme de nuevo, o voy a hacer de veras un gran espectáculo. ¿Entiendes?

Sin esperar respuesta, se dio vuelta y se dirigió hacia la biblioteca.

-Yo sé adónde va los fines de semana - gritó detrás de él-. ¿Y tú?

Shuichi se dio la vuelta, los pelos del cuello picando con interés.

 Nami parecía satisfecha con su expresión de asombro y le dio una sonrisa de suficiencia antes de darse la vuelta y alejarse.

Eso era correcto. Se iba la mayoría de los fines de semana. Pero, ¿dónde?

Por lo que el pelirrosa sabía, pasaba las noches de viernes en el Loop, pero el resto de su fin de semana era un misterio. Normalmente había una fiesta en su casa el viernes o el sábado por la noche, así que no es como si desapareciera el fin de semana. Pero ella tenía razón. No tenía ni idea de dónde estaba durante esos días. En el trabajo supuso.

<<Maldita sea, Nami!! >>

El resto de la jornada escolar fue una sombra en sus clases mientras su mente se mantuvo ocupaba con ideas sobre el paradero de Yuki los fines de semana, sus cicatrices, y ese verano hace tres años.

La mirada dorada constante sobre él durante clases fue su única distracción mientras trataba de formar una lista mental de lo que sabía y lo que no. Y lo que realmente sabía acerca de Yuki ya no era tanto.

La idea surgió en su cabeza, enviándole un calor emocionante a través del pecho. Era martes, y tenía ensayo después de la escuela. Pero una tarde de esta semana tenía que hacer un poco de trabajo de reconocimiento. Con suerte, Yuki aún mantendría las ventanas abiertas.

**********************

Al terminar las clases, el camino de vuelta a casa le tomó menos de dos minutos. Unas cuantas vueltas y cruces y se encontraba en su propia entrada hacia el garaje.

Shuichi noto que el auto de Yuki estaba estacionado dentro de su garaje antes de notarlo a él y a otros dos tipos bajo la capota.

Ignorando la sensación que comenzó en su estómago y se deslizaba hacia abajo, Shuichi entro pisoteando en la casa con un pesado suspiro.

Pasando el resto de la tarde atado a cualquier actividad insignificante en la que pudo pensar, pasó el tiempo esperando escuchar el ruido del motor de Yuki mientras éste se iba al Loop.

Ya había trapeado y aspirado, termino de lavar, y ceno. Iba a desfragmentar su disco duro cuando las vibraciones del auto de Yuki le hicieron saltar.

<<Finalmente!! >>

Los pies descalzos se quemaron en la alfombra mientras subía saltando las escaleras. Miro por las puertas francesas para ver el auto del rubio salir de la entrada.

La máquina negra corrió bajo la calle, y el corazón de Shuichi comenzó a palpitar por lo que estaba a punto de hacer…

La casa vecina estaba oscura, así que asumió que la madre de Yuki ya se encontraba con su novio para pasar el fin de semana.

Shuichi salió por la puerta y atravesó el árbol, usando sus pies descalzos para agarrarse de las ramas. Se tambaleo con la sensación de Dé javù. Había pasado un largo tiempo desde la última vez que había hecho eso.

El peso de su cuerpo había aumentado estos pasados tres años. Las ramas crujían y se apresuro a la ventana ya que no había tanta densidad en las hojas. La mayoría de ellas había caído en espera del invierno y era seguro que sería visto desde la calle si se tardaba mucho.

Agarro el marco de la ventana con los dedos, sus uñas descascararon la pintura blanca en lo que los músculos se esforzaron en abrir la venta.

<<Sí!!... No tiene puesto el seguro!!>>

Uso los brazos para empujarse hacia arriba, y movió una pierna sobre el marco para gatear a través de la ventana.

Shuichi se paró, dejando que sus ojos se ajustaran a la casi completa oscuridad de la habitación. Su pulso golpeó tan duro en los oídos que pensó que sangrarían y estaba temblando por los nervios. Dejó la ventana abierta en caso que necesitara un escape rápido.

Dando una mirada a la habitación, notó que Yuki había cambiado los muebles desde la última vez que estuvo ahí. El cuarto parecía limpio, pero estaba desordenado. La ropa estaba tirada a través del piso y sobre la cama. La parte de arriba de su vestidor estaba sumergida en dos metros de distintos tipos de basura, dinero, y recibos. Las paredes aún estaban pintadas de un azul media noche.

Cuando el rubio era más joven, su madre había decorado la habitación con un tema acuático. Por lo visto, él había tirado la decoración del bote y el faro. Ahora las paredes mostraban algunos poster de bandas y anuncios de eventos por darse en el área.

Shuichi comenzó a andar de puntadillas pero se detuvo.

<< ¿Por qué estoy siendo silencioso? No hay nadie en casa. Tal vez me estoy sintiendo culpable>>.

 El pequeño ángel en su cabeza susurró su desaprobación a la indagación deshonesta. Pero el pequeño demonio gritaba la urgencia de ello.

<<Continúa!! >>

Camino hasta su closet, y abrió las puertas de madera. Cualquier cosa de interés probablemente estaría escondida ahí. Aún no estaba seguro de qué es lo que buscaba pero en este punto estaba interesado en cualquier cosa que le diera un deslumbre de lo que era su vida ahora.

Shuichi cerró  los ojos ante el súbito aroma de Yuki. Viento, lluvia y hombre. Brevemente recorrió con los dedos las mangas de sus camisas, y sudaderas antes de inclinarse para buscar cualquier cosa de importancia en el piso.

El fondo del closet se encontraba abarrotado de zapatos y un par de cajas de zapatos llenas con fotografías. En lo que revisaba las cajas topándose con fotos de Yuki de niño, comprendió que no había ninguna fotografía suya entre ellas. Eso no estaba bien. Yuki y él estaban unidos a la carrera durante los cuatro años antes de separarse. Y había fotografías. Muchas de ellas. Shuichi aún tenía algunas.

<< ¿Se había deshecho de las suyas?>>

Poniendo de vuelta todo tal y como lo encontró, cerró el closet con más fuerza de la necesaria y se dio la vuelta. La cómoda de Yuki se encontraba al otro lado de la habitación y empezó a revisar los recibos de gasolina apiñados encima. Notó que varios eran de una ciudad a una hora de su casa.

 <<¿Qué estaría haciendo ahí? >>

Una búsqueda en los cajones no reveló nada. Así que Shuichi camino hacia la cama y se arrodillo para mirar debajo.

<<El premio gordo!!>>

 Sacó una caja sin tapa que estaba metida con carpetas y papeles. Alzándola en los brazos la colocó sobre su regazo mientras se sentaba en la cama.

<<Su cama.>>

Hace tiempo, no era tan extraño estar en la habitación de Yuki, pero era como estar en un parque de diversiones, después de cerrar: malo pero excitante.

Dentro de la caja, reviso varias cosas, cada una más interesante que la última. Había un documento legal del abuelo de Yuki. Él le dejó una casa, un pedazo de mierda por lo que se veía en las fotografías. Pero el terreno era hermoso. Varios recibos más revelaron meses en una ciudad vecina, sucediendo el año pasado.

Una orden judicial para que Yuki apareciera en la corte municipal por asalto estaba fechada poco después de que el pelirrosa se fuera a Francia. Más recibos de comidas y cuartos de hotel habían sido aventados dentro de la caja, al azar, y mientras que escavaba más profundo, su mano tomó una lisa y gruesa carpeta al final de la caja.

Pero la soltó y dejó de respirar cuando escuchó la puerta del pasillo abrirse.

<<Oh, Mierda!!>>

Shuichi metió la caja de papales de vuelta bajo la cama y saltó a un espacio pequeño escondido entre el armario y la cama de Yuki. No podía oír nada ahora por la forma en que su corazón latía en sus oídos, pero estaba fuera de vista justo a tiempo. Yuki entró a la habitación llevando una toalla alrededor de su cintura y secando su cabello con otra.

<<Porque está en casa?!!... Vi su auto irse, y no lo había escuchado volver. Así que, ¿qué está pasando aquí? >>

Yuki encendió una lámpara en la mesa, creando una suave luz en la habitación, y continúo secándose el cabello. Su largo cuerpo se movió hacia la ventana, donde colocó una mano sobre el marco y miró hacia afuera.

Shuichi lo observaba, preguntándose qué diablos iba hacer. En cualquier minuto se daría la vuelta y lo descubriría.

La toalla del rubio estaba envuelta alrededor de su cintura y le cubría hasta las rodillas. Shuichi sentía como si su estómago estuviera en una montaña rusa, y la boca se le secó como el desierto de Mojave. La suave luz bañaba la piel del rubio que tenía gotas esporádicas por todo su resplandeciente pecho. El pelirrosa tuvo que alejar el deseo de sentarse ahí y esperar que cayera la toalla.

No había forma de salir sin que él lo notara. Estaba a punto de ser capturado y acorralado o salir con alguna historia. Antes de que él se diera la vuelta, Shuichi se levantó de la esquina y dio una respiración dolorosa.

-Yuki- su voz era baja.

El aludido se dio la vuelta, y su mirada se estrechó al verlo. 

-Shuichi?- Hizo una pausa por un momento-  ¿Qué diablos estás haciendo en mi habitación?

El pequeño sintió cómo le temblaron las manos, así que las puso detrás de la espalda mientras se acercaba. 

-Bien, pensé en lo que me dijiste acerca de tratar de ser amigos y quería empezar deseándote un feliz cumpleaños.

<<Tranquilo, Shu… En serio tranquilo.>>

Los ojos dorados se dirigieron hacia la derecha mientras se volvía por lo que dijo el menor.

 Shuichi sabía que no le creyó. Ni él se lo creyó tampoco. Era una excusa poco convincente.

-¿Así que entraste a mi habitación para decirme “Feliz cumpleaños” una semana después de mi cumpleaños? - Su sarcasmo no podía faltar. Shuichi se estaba ahogando y no podía respirar.

<<Mierda>>

-Subí a través del árbol como solíamos hacerlo - señaló, pero su cara estaba sonrojada. Solo podía imaginar lo roja que estaba.

-Y mañana es tu cumpleaños. ¿Puedo trepar a tu habitación? - preguntó  el rubio condescendientemente - ¿Qué estás haciendo realmente aquí? - El pelirrosa se mantuvo firme mientras se acercaba, los severos ojos dorados perforaban un agujero dentro de él.

<<Mierda, mierda, mierda>>

-Yo… um… - El pequeño luchaba por hablar, manteniendo la mirada.

<< ¿Cómo hacer para que se calle? >>

El cabello del rubio recién lavado, estaba todo parado, y el desafío en sus ojos le daba un aspecto increíblemente sexy. Shuichi estaba en su habitación. Yuki estaba medio desnudo. Haciéndole preguntas que no podía responderle. Necesitaba usar las únicas dos cosas que tenía para librarse: el elemento sorpresa y… su cuerpo.

-Tengo algo para ti, realmente. Considéralo tu regalo también.

Yuki lo observó receloso cuando se inclinó para besarlo. El hormigueo comenzó cuando Shuichi tocó sus suaves labios y se extendió a través de su mejilla.

El pelirrosa se presionó en él, y cuando sintió la boca del rubio moverse con la suya, envolvió los brazos alrededor del cuello.

Sus labios se abrieron, burlándose de él con la lengua, enviándose a lamer su labio superior. Cuando agarró con los dientes el labio inferior, también Yuki lo tomó en sus brazos.

Por una vez, iban despacio. Las otras veces que se habían besado, había sido más como un ataque. Pero ahora, cada toque era como leña para el fuego.

Yuki lo abrazó, sus fuertes brazos alrededor de la espalda pequeña del pelirrosa y sus labios consumidos por besos hambrientos. La necesidad de salir de su habitación se le olvidó sin que averiguara por qué realmente estaba ahí. Todo lo que veía y sentía era a Yuki. Olía abrumadoramente bien y anhelaba ver si olía bien por todas partes. Lo atrajo hacia él enterrando la cabeza en su cuello, besándolo y mordiéndolo.

-Dios….Shu- dijo Yuki con voz entrecortada.

La fogata en el vientre de Shuichi se había convertido en una hoguera en el interior. Sus manos se deslizaban por la espalda del rubio, registrando toda esa piel llena de cicatrices, deslizo una mano dentro de la toalla, los dedos de Shuichi se erizaron ante la sensación de esa piel suave, y el estómago le dolía hambriento.

Le dio besos desde su oreja hasta la clavícula, la lengua se deslizaba afuera cada cierto tiempo para saborearlo.

Yuki respiró entre dientes y lo apretó, mientras frotaba suavemente las caderas con las suyas.

<<Más!!>>

Los brazos de Yuki aún le rodeaban, pero las manos de Shuichi corrían por su espalda y por su duro estómago. No podía tener suficiente de él, y ya no le importaba por qué estaba ahí. Lo necesitaba más allá de la razón.

-No voy a parar -le susurro Yuki con voz ronca y luego reclamo su boca de nuevo.

Yuki tomó al menor al agacharse y lo levantó del suelo. Shuichi envolvió las piernas alrededor de su cintura mientras lo llevaba a la cama. Lo bajó, y el pelirrosa lo haló con él.

<<Debo parar. Solo un minuto más y me detendré. >>

Yuki levantó la camiseta de Shuichi  y sus dedos rozaban la piel de los costados mientras lo observaba.

-Eres tan hermoso. - La esquina de su boca se convirtió en una pequeña sonrisa. Shuichi sintió que su corazón latía más rápido cuando los labios del rubio bajaron a su estómago.

Shuichi dejo escapar un gemido y se arqueó hacia él.

-Yuki- dijo con voz ahogada.

Shuichi sentía la boca del rubio como si le quemara la piel de la caja torácica hasta el hueso de la cadera, y sentía un latido cada vez mayor en la entrepierna.

Yuki siguió besándolo mientras desabrochaba sus jeans. El pelirrosa lo podía sentir listo a través de la toalla.

<<¿Lo estoy yo?>>

Lo deseaba demasiado. Solo quería ceder y dejar que sucediera.

Shuichi dio un grito ahogado por el toque de la boca del rubio encima de su ropa interior. Su lengua se deslizó por la suave piel del pelirrosa, mientras le sacaba el bóxer con sumo cuidado.

El menor apenas lo registro porque esa boca ya estaba por todo su estómago y muslos. El pulso entre sus piernas empezaba a doler y necesitaba aliviarlo. Líquido preseminal comenzaba a gotear.

-Yuki- susurró tratando de controlarse a mí mismo.

-No me detengas, Shu. Por favor, pequeño, no me detengas

Shuichi cerró los ojos. Había tratado de dar batalla, ¿no es cierto? Estaba bien rendirse ahora. Tiro su camiseta sobre la cabeza, y Yuki acaricio con delicadeza los pequeños botones rosados en su pecho, haciéndolo estremecerse. Después intercambio esos dedos por su boca.

Un rastro húmedo de su boca era como una mecha de un cartucho de dinamita. Y la dinamita estaba entre sus muslos, en aquella erección que empezaba a doler  

-Oh!-  los ojos amatista se abrieron de golpe, y su cuerpo se sacudió cuando sintió la lengua correr a lo largo de su pene- . ¿Qué estás haciendo? -

<<Oh, mi Dios… Eso se siente increíble. Si no estuviera tan avergonzado, lo agarraría por el cabello para mantenerlo ahí…>>

Inclinó la cabeza hacia un lado, indagando algo en su cabeza. 

-Eres virgen - afirmó en voz baja.

<<Síp, creo que lo hice bastante evidente ahora. >>

Pero antes de que pudiera sentirse acomplejado por su falta de experiencia, Yuki besó sus muslos, haciéndolo tambalear de nuevo. 

-No tienes ni idea de lo feliz que me hace. -Y movió la boca de nuevo hacia su pene.

<<Oh. Mi Dios. Todo se siente tan bien>>

Shuichi casi no podía soportarlo. La lengua de Yuki lamía toda su extensión, recorriendo cada vena, succionando, haciéndolo enloquecer.

La otra mano comenzó a amasar sus nalgas, buscando la pequeña entrada del menor. Cuando la encontró sorprendió a Shuichi al tratar de ingresar un dedo.

-Ah….- se estremeció el pelirrosa

-Tranquilo… relájate….- le dijo con voz ronca.

Cada gramo de energía y deseo de su cuerpo se agrupó entre sus piernas, y sabía que algo se estaba construyendo dentro de él.  

-Shu- Chan si pudieras verte como te veo. Jodidamente hermoso. -Sopló en su erección.

Yuki hizo girar su lengua alrededor de la punta de su pene, y Shuichi sintió la repentina necesidad de contener la respiración. Sentía que al privarse de aire aumentaría su necesidad. Y tenía razón. Eso le permitió concentrarse en todo lo que le hacía.

 Las sensaciones golpeaban dentro de su cuerpo, estaba increíblemente excitado…  

Yuki intercambio el dedo de su pequeña entrada con la lengua,  saboreándolo, en un momento lo penetró con la lengua, y Shuichi echó la cabeza hacia atrás, arqueándose más hacia él.

Shuichi no lo soportaba más…  Se corrió estrepitosamente, conteniendo la respiración mientras olas de éxtasis calentaron su cuerpo y le hacían llorar por él.

 Yuki continuaba trabajándolo hasta que salieron los últimos estremecimientos de su cuerpo, saboreando ese líquido caliente…

-Maldición, Shu. - Yuki avanzó de nuevo para mirarlo a los ojos, excitación se reflejaba en sus hermosos ojos dorados -  Tu belleza no es nada comparada como luces cuando te corres.

-Eso fue... - No podía pensar. Su cuerpo nunca había sentido algo tan maravilloso, y quería que él se sintiera igual.

Se acercó hasta que sus ojos se encontraron y apretó las caderas contra las suyas. Los muslos del menor se tensaron Yuki estaba listo.

<<En serio…. Va a pasar?....>>

Yuki tomó su mejilla. 

-Te he deseado por un largo tiempo.

Shuichi se levantó y capturo su boca. Una de sus manos bajó entre sus piernas y agarro la dureza del rubio con ella. El tamaño de su lengua y lo que acababa de hacerle no era nada en comparación con su erección. Se asustó un poco y lo emocionó.

Escalofríos corrieron por su piel y el placer rodó fuera de los poros del rubio, Shuichi agarró su cabeza hacia él, saboreando su boca caliente. Se movió hacia la mandíbula y comenzó a descender besando sus pezones, los cuales ya se encontraban duros. Quería más.

Saltaron al oír que tocaban la puerta de la habitación.

-Yuki, ¿ya estás listo? - preguntó una voz de hombre.

<<¿Qué? ¿Quién era?>>

-Voy a matarlo -gruñó Yuki en voz baja- Ve abajo! - gritó a la puerta, pero se quedó ahí.

- Vamos tarde hombre. El auto ya está lleno de gasolina. Vámonos!

Y entonces Shuichi se dio cuenta. Por qué no había visto a Yuki salir. Uno de sus amigos había tomado el auto para llenarlo de gasolina y Yuki se quedó para bañarse.

-Dije que esperes abajo, Jin - gritó Yuki, apretando la toalla alrededor de su cadera mientras se levantaba de la cama.

-Está bien!- Jin debe haber entendido la indirecta, porque oyeron sus pasos a lo lejos.

Shuichi agarro su camiseta y se tapó, el zumbido del deseo desintegrándose lentamente.

-No, no te vistas- ordenó Yuki-  Voy a ir a deshacerme de él y vamos a terminar esto. - Se inclinó para besarlo y el calor inundó su cara de nuevo.

-Vas a correr esta noche??

-Ya no más. - Se puso sus jeans por debajo de la toalla.

El pelirrosa se deslizó la camiseta por la cabeza y se levanto para ponerse los bóxers y jeans. 

-Yuki, ve. Está bien. -

<<Mi trabajo de investigación de esta noche dio un giro inesperado y su “beso de cumpleaños” se volvió algo mucho más de lo que esperaba….>>

Yuki no estaba tomando el “no” por respuesta, sin embargo. Lo levantó de los pies de nuevo, lo puso en el borde de la cómoda y tomó su boca con la suya.

El cuerpo de Yuki  metiéndose entre sus piernas. Lo atrajo hacia él en un lento y profundo beso.

-Las carreras no importan, Shu- dijo contra sus labios-  No hay otro lugar donde quiera estar que contigo.

El pelirrosa sintió que el corazón le dio un vuelco, y se le formó un nudo en la garganta. Se sentía de la misma manera.

Pero necesitaba refrescarse. Las cosas se movieron demasiado rápido, y todavía no confiaba en él.

-Llévame contigo entonces - sugirió. Le encanta la emoción de las carreras, y podrían aparecer juntos en público, asegurándose de patear alguno que otro culo.

 El único inconveniente era que no iba a ser capaz de buscar en su habitación si estaba con él, pero no se sentía bien por ello.

-Llevarte conmigo? - Lo miró con escepticismo, pero luego se volvió muy serio-  Está bien, ve a ponerte algo más caliente, y voy a irte a buscar cuando estemos listos. - Se dirigió hacia la puerta, pero se detuvo-  Y después de la carrera, vamos a volver aquí y terminar esto.- Su promesa le hizo sonreír a pesar de sí mismo.

Shuichi salto de la cómoda después de que él se fue, decidiendo que sería más fácil para él volver a subir por el árbol que enfrentar la caminata de la vergüenza enfrente de su amigo, pero se detuvo en seco cuando se dio cuenta que había algo en el suelo.

Se inclino para recoger una fotografía cerca de la cama, y el corazón se aceleró cuando se dio cuenta que debía haberla dejado caer cuando devolvió la caja.

<<Mierda!>>

Mientras le daba un rápido vistazo, la bilis se elevó a su garganta. La imagen era del torso de un niño o un joven, pero la piel estaba ensangrentada y mallugada.

Marcas azules y moretones cubrían el pecho y las costillas, mientas había cortes por todo el área del estómago y cuello.

<<Oh, Dios mío…Alguien no solo hirió a este chico. Trataron de matarlo….>>

 

***************************

 

El Loop estaba lleno. Por el aspecto entusiasta de todo el mundo al despejar el camino para el coche de Yuki, habían llegado justo a tiempo para la carrera. Las personas salieron de la pista poco a poco, mirando a Yuki y a Shuichi con curiosidad. La mayoría de la gente probablemente pensaba que el rubio  lo odiaba, así que debían estar bastante confundidos.

<<Bah!...qué importaba>>

El coche vibraba debajo de Shuichi, y daba golpecitos con los pies en el suelo con una energía incontrolable y un poco de nerviosismo residual.

El pelirrosa metió la foto que encontró en la habitación de Yuki en el bolsillo delantero de la sudadera con capucha. No quería arriesgarse a que lo atrapará tratando de ponerla de nuevo en la caja debajo de su cama. No estaba seguro de si era Yuki en la foto, pero supuso que lo era. ¿Por qué si no iba a tenerlo? A menos que... a menos que él le hiciera eso a un niño.

Sus dientes se apretaron juntos. No le gustó ese pensamiento ni un poco.

 -Hey!- Personas, en su mayoría mujeres, gritaban hacia el coche. El menor tomó una respiración profunda y ni siquiera trató de ocultar su disgusto.

Por suerte, el rubio no las saludaba de nuevo, y sus hombros se relajaron.

Mientras Yuki se detenía en posición junto a un Camaro 80' s que no reconoció, el menor se  desabrochó el cinturón de seguridad para saltar fuera del coche, pero Yuki agarró su mano.

 -Hey - dijo en voz baja, y se volvió para mirarlo-  Me gusta mantener mi cabeza en el juego aquí. Si no actúo muy amable, no tiene nada que ver contigo, ¿de acuerdo? 

<<Traducción: Yo no hago la cosa de novio, especialmente en público>>

No es que estuvieran juntos, pero el pelirrosa sabía lo que estaba tratando de decir. Se encogió de hombros. 

-No tienes que sostener mi mano.- Y salió del coche.

Le molestó que Yuki mantuviera una imagen, o tal vez simplemente no se sentía a gusto con la gente, pero estaría condenado si iba a quedarse al margen sintiéndose fuera de lugar toda la noche

Caminando hacia el frente de la multitud, alcanzo a percibir susurros y miradas de reojo dirigidas a su persona. “¿Qué está haciendo Yuki con él?” y “Tal vez él está corriendo” fueron algunas de las cosas que escuchó.

Vio a Yuki salir del coche, los ojos fijos en él, caminar hacia el frente para reunirse con Jin y el otro conductor.

-Shuichi, ¿cómo te va? -Ryuichi se acercó a su lado.

El pelirrosa dejó escapar un suspiro. A pesar que pensó que no vería a nadie que realmente conociera ahí esa noche, todavía no quería hablar con él. No estaba seguro de lo que había entre Yuki y él, pero estaba interesado en descubrirlo.

-Hola, Ryu-

-¿Estás aquí con Yuki?- preguntó.

-Sí - soltó, sin mirarlo a los ojos.

-Y vas a ir al baile de Bienvenida con Tohma?- Aunque no lo miraba, podía escuchar la sonrisa.

<<Pero qué imbécil>>

-Y podría ir a  la graduación con Ricky Martin. Ese es el tipo de chico que soy. ¿No has oído? -Lo miró a los ojos, audazmente desafiándolo.

Sus hombros se apretujaron, y dejó escapar una risa nerviosa.  -Está bien, si tú lo dices. Pero me gustaría optar por dejar fuera a Ricky Martin para el baile. Creo que el señor Martin esta por casarse y no es conveniente ir por ese lado….

Le tomó un minuto averiguarlo, pero su tono juguetón selló el acuerdo. Estaba bromeando. No estaba tratando de pedir disculpas, y no estaba tratando de evitarlo.

Estaban disfrutando de un poco de bromas amistosas, y se sintió un poco más seguro al manejar eso. No estaba presionando para obtener más información acerca de su estatus de citas, que era cuestionable y sintió que él ya no le estaba persiguiendo.

Sonriendo ante su broma y mirándolo como si acabara de poner lápices en su nariz, sabía que la tensión finalmente se había disipado.  Podrían no ser amigos, pero estaban de nuevo como al principio del año y la simplicidad.

Hasta que vio a Yuki escupiendo fuego hacia ellos. Jin le estaba hablando a los dos pilotos, pero los fríos ojos de Yuki estaban fijos en Ryuichi y en él. Su mirada se estrechó, y se dio cuenta por la forma en que respiraba por la nariz que estaba enojado.

<<lo que sea.>>  Rodo los ojos.

-Despejen la pista!- gritó Jin, y todos se dirigieron a un lado de la carretera, levantando polvo frío en la estela.

Yuki subió a su coche sin dispensarle otra mirada y aceleró el motor, el bajo vibrando bajo los pies.

Shuichi se encogió cuando las chicas comenzaron a gritar con entusiasmo. Se sentía como si alguien metiera un palillo de dientes en su oído.

Pero eso no era nada comparado a la sensación de vacío en el estómago cuando Nami salió a la pista para enviar a los corredores. Se paseó delante del coche de Yuki, llevaba una falda azul de colegiala y un top halter negro.

Shuichi gimió en voz baja.

Sus brillantes ojos se centraron en Yuki. No podía ver su cara desde ese ángulo, pero sabía que lo estaba mirando. Se meneó hacia atrás y adelante, empujando su pecho, o tal vez eso es lo que parecía. En los faros de los coches, Shuichi estaba seguro de que era todo un espectáculo. Los hombres del público silbaron y abuchearon, y se paso los dedos por el cabello rosa para conseguir sacarlo de su cuello caliente.

Sus dedos se cerraron en puños cuando la vio acercarse al lado del conductor. Yuki había bajado la ventana, y ella se inclinó, dándole una vista perfecta de su pecho y al otro conductor una visión de su culo. Los ojos amatista ardían con fuego, mientras casi salían de su cabeza.

-Disculpa - murmuró a Ryuichi antes de caminar dentro de la pista.

Rodeando el coche de Yuki, llegó hasta Nami y la agarró por el cabello. La obligó a alejarse de la ventana y la empujó por delante de él.

<<Tan extremo>> se regaño mentalmente. Pero no estaba pensando.

Y le gusto cómo se sentía no pensar.

-Qué demonios? - gritó ella y se volvió para mirarlo.

-Shu- lo llamó Yuki, pero lo ignoró

La multitud bullía en el fondo, y sus gritos para iniciar una pelea hicieron que el corazón  del menor se acelerara. Apenas podía oír nada más que gemidos inteligibles llenando el aire.

-Imbécil!!- gruñó ella- ¿Cuál es tu jodido problema? - Pero no espero su respuesta. En cambio lo pisó con sus tacones altos  y Shuichi casi se pone a reír. A medida que lo pisoteaba, barrió su pie por debajo de ella, y se cayó al suelo.

Mientras yacía tirada de culo, se llevó las dos manos a la cara y gritó:

-Hey! Ahora que tengo tu atención quiero que sepas, él no está interesado en ti.  - Le arrojó sus propias palabras de vuelta como si fueran un pastel en la cara.

Tomando una respiración profunda, miró a Yuki, que había salido del carro y lo miraba con una mezcla de sorpresa y diversión.

-No estoy pintado- le aclaró, caminando hacia él.

Sacó el fósil que había hecho para su mamá del bolsillo de la sudadera con capucha, y puso el collar en su mano. 

-No te escondas de mí, y no me pidas que me oculte - le dijo para que solo él escuchara.

Asintió, y levantó su barbilla hacia arriba, pasando un dedo a lo largo de la mandíbula de Shuichi.  El pelirrosa se acercó a él, y acarició sus labios con un beso en público.

Al instante Shuichi se sintió aliviado.  Más gritos y silbidos vinieron de la multitud pero solo le preocupaba por el calor de su cuerpo cerca del suyo.

Ejem!- dijo fuertemente el chico del otro carro-  Yuki, si te parece bien, me gustaría hacer esto en algún momento esta noche.

Shuichi negó y suspiró contento. 

-Buena suerte - le deseó a Yuki cuando se apartó y se dirigió hacia la multitud.

-Shuichi… qué está pasando?

La sonrisa que llevaba en la cara se desvaneció al instante al escuchar esa voz

-Hiro!....qué haces aquí?- pregunto Shuichi asustado.

<<Me vio?>>

-Podría preguntarte lo mismo…- Hiro se cruzó de brazos mirando a su amigo con la ceja levantada

-Vine a ver la carrera…-susurro el menor

-Qué está pasando con Yuki?... Quiero que me digas la verdad… ya sabes que yo no hago caso a rumores, pero vengo a aquí y te encuentro con él… o mejor dicho sobre él….

Shuichi sintió una opresión en el pecho. No esperaba que su amigo se enterara así de sus sentimientos por el rubio.

-y Bien??....-

-Yo....-suspiró armándose de valor- Hiro… soy gay…

 

 

CONTINUARA….

 

Notas finales:

Gracias por sus reviews!!!!

 

Son lo mejor del dia!!! 

 

XD 

 

 


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