En la gran sala de la mansión Kaiba, Seto estaba siendo testigo de la reunión de Joey y su hermana Serenity, la cual vino de visita de solo unos días.
Ambos se abrazan con fuerza, pues ya tenían casi 8 meses de no verse en persona. Sin embargo eso nunca los ha distanciado en su relación.
-¡Seré tía! ¡Seré tía! – Gritaba feliz de la vida la castaña luego de soltar a su hermano.- ¡Ya quiero que nazca!
Seto se permitió sonreír, aunque muy imperceptiblemente, su alegría le recuerda cuando Mokuba saca su lado infantil, aunque actualmente lo hace pocas veces.
En eso se acerca una castaña de cabello corto junto a un mayordomo, y tres grandes maletas. Se había demorado en lo que pagaba el taxi y era ayudada con sus maletas, mientras Serenity llegó corriendo.
Seto pensaría que lo normal sería acercarse a su hijo, el cual claramente tiene muchos años de verla. Pero se extraña cuando dicha señora no voltea a ver a Joey sino a él.
La madre de los dos chicos, que ahora estaban sentados en el sofá hablando, puso una mano en su hombro sonriéndole.- Señor Kaiba, felicidades por la noticia.
Kaiba levanta una ceja.- ¿No debería ir primero a decirle a su hijo? – Dice no sonando muy feliz, que es claramente cómo se sentía.
La castaña ríe un poco y por fin observa al par, aunque Seto duda que sea específicamente a Joey.- Creía prioritario felicitarlo a usted primero.- Voltea a verlo nuevamente, aun sin quitar la sonrisa.- Y decirle que es bienvenido en la familia, así como su bello hijo que viene en camino.-
Kaiba se cruza de brazos, no le gusta lo que oye. Ella hace mucho énfasis en él.
Serenity ve la escena y sonríe, pues su madre y su cuñado socializan, según desde donde ella está. En cambio Joey tiene una idea de lo que podría estar pasando. Se levanta con cuidado y toma la mano de su hermana para que vayan juntos al encuentro del otro par.
-Oh, querido Joey. Qué lindo verte.- Dice la madre al verlo llegar, sin moverse de su lugar
Su cachorro ya le ha hablado que su madre lo trata diferente en comparación con su hermana, pero no puede creer que esa sea la forma de que una madre reciba a su hijo después de tantos años.
A Joey parece no afectarle, pues solo asiente sin prestar mucha atención. Mira a su hermana.- ¿En qué hotel se van a quedar?
Antes de que Serenity de alguna respuesta la madre da un paso al frente.- ¿Eh? Pensé que nos quedaríamos en la mansión, como ya hacemos parte de la familia Kaiba suponía que era lo lógico.- Mira a su hijo de alguna forma indescifrable sin quitar su sonrisa.
-Lo siento pero no, ni siquiera yo soy parte de la familia Kaiba.- Dice Joey negando sin siquiera sentir culpa, encontrando la primera excusa en su mente. ¿Qué creía? ¿Qué podía quedarse y disfrutar los lujos de la mansión siendo ese tipo de madre? Perdón pero no.
En cambio Kaiba pensaba otra cosa. Básicamente era cierto, legalmente Joey no hace parte de la familia Kaiba y entendía que era por medio de un papel que se confirmara; pero le molestó de sobremanera que el mismo Joey pensara que era un extraño en su propia casa.
Tenía ganas de corregirlo, pero él se le quedó mirando, casi pidiendo que no dijera nada. Por lo que el castaño decidió no decir nada por ahora.
-¿Eh? – La madre estaba toda sorprendida.- ¿Es así, Señor Kaiba? ¿O sea que ese bebé no es suyo?
Kaiba sintió el ruido que hicieron sus dientes al apretar con fuerza.- ¿Qué está tratando de decir en mi propia casa? – Madre de su cachorro o no, nadie se atrevería a decirle eso.
Serenity al ver como la cara de su cuñado se curvaba de ira y su madre daba un paso a tras asustada decidió intervenir.- Ma-Mamá, hay un buen hotel cerca de aquí, asi podemos a visitar a mi hermano.
-Mmm, tradicionalmente me parece incorrecto que la familia del embarazado sea obligada a quedarse en otro lado.- Negó con la cabeza cerrando los ojos.
-¿Y por qué tradicionalmente incorrecto? – Pregunta Seto aun enojado. El rubio pone una mano en su brazo, dándole un pequeño masaje a este para que se relaje.
-Señor Kaiba, ¿Dónde quedó el permiso a los padres?
Joey detiene el masaje para ver a su madre frunciendo el ceño.- ¿”Padres”? Lo siento pero según mi registro solo tengo un padre registrado, Señora EVANS.- Destaca el apellido de soltera que ahora porta, haciendo alusión a que no fue criado por ella.
La castaña tiene un tic en la ceja.- Joey, por sobretodo soy tu madre.
-Una que solo viene a verme cuando ve que tiene una oportunidad de…
-¡Suficiente! – Interrumpe la castaña mayor con expresión enojada.- Esto es una falta de respeto, no vine aquí esperando este trato. Espero que si nos vayan a mandar a un hotel como trapos viejos al menos nos paguen la estadía.
-Señora Evans, nadie y escúcheme bien.- Se acerca dos pasos hasta tenerla en frente, se ve muy pequeña teniendo en cuenta la diferencia de alturas.- NADIE me habla en ese tono, tratando de sacarme dinero de tal forma insolente.
Al verse casi debajo de la terrorífica figura de Seto Kaiba se acobarda en su misión inicial. Retrocede y se inclina delante del castaño.- ¡Disculpe! ¡No era mi intención hablarle de ese modo!
Kaiba tiene ganas de decirle que sus disculpas le valen poco pero que un principio debería hacerlo con su hijo. Y le habría dicho de no ser porque Joey, que aparentemente leyó su mente, puso una mano en su hombro y luego negó.
Serenity no le gustaba lo que veía. ¡Se suponía que esta sería u primera reunión con su futuro sobrino! ¿Por qué se tornó así?
-Mamá, déjalo así. Ya saludamos a los chicos, vayamos a descansar y quizás recorrer un poco la ciudad.- Dice Serenity dándole una mirada de disculpas a su hermano, pues habían hablado de salir luego. Joey solo le asiente.
La mayor se quita de su posición inclinada viendo nuevamente en frente y con una sonrisa, que se notaba falsa para la pareja.- Disculpe cómo sonó, no era mi intención que se malentendiera. Solo quería aclarar el hecho que como madre de Joey me gustaría estar presente en su vida.
-¿Porque mi novio es Seto Kaiba? – Joey le levanta la ceja.
-¡Joey! – Grita Serenity, más que todo porque su hermano y su madre se hablaban así, y aún más porque no quería creer que su madre le insistió tanto ir solo para estar de oportunista. ¡Su madre era un ángel con ella!
-¿Qué? ¡Es la verdad! Tengo casi 4 años de no verte ¡y lo primero que haces es hablarle a Seto para sacarle dinero! – Grita Joey lo último ya harto de la payasada.
De repente Joey fue obligado a mirar a su izquierda por la fuerte bofetada que sintió de su madre, que lo miraba indignada.- ¡Cállate y dejar de gritar ese tipo de cosas delante de todos, sinvergüenza!
Todos en la habitación, incluso los mayordomos y sirvientas presentes que habían escuchado el transcurso de la discusión, fruncieron el ceño. Sobre todo al ver que por la fuerza del golpe a Joey le caía un poco de sangre desde su boca.
Serenity de inmediato se acercó a su hermano con un pañuelo de su bolso para limpiarle, casi con lágrimas en sus ojos por lo que su madre se atrevió a hacer a su hermano embarazado. Este solo se soba un poco la mejilla mirando al suelo hasta que su barbilla es levantada por Seto para comprobar su cara y luego darle un beso en la frente, obteniendo una pequeña sonrisa del rubio.
Los otros en la habitación miran con malos ojos a la mujer. Ella siente sus miradas.- ¿Qué? ¿Por qué me miran así? Una madre debe poner en lugar a sus hijos cuando estos son irrespetuosos.
Luego de comprobar a su cachorro se voltea enojado a mirar a la mujer castaña.-El ya no es su hijo, y aun si lo es. ¡NADIE GOLPEA A MI NOVIO DE ESA FORMA! – Su voz retumba por toda la sala e incluso corredor.
La señora Evans de inmediato siente miedo, mirando que efectivamente se equivocó, su mano se movió más rápido de lo que pensaba.- Se-Seño Kaiba, a-aun yo…
-… mi casa.-
-¿Eh?
-¡Largo de mi casa! – Grita Kaiba tomando del brazo a la señora para jalarla a la puerta.
Serenity al ver esto se acerca para ponerse en medio entre su madre y el castaño.- ¡Señor Seto! Mi mamá y yo nos iremos enseguida, por favor sin más violencia.
Kaiba siente a su cachorro entrelazando sus manos mientras su otra mano agarra su mejilla derecha. Al ver a su novio y su cuñada tratando de interceder, decide calmarse lo más que puede y soltar del brazo a su “suegra”, la cual ya la sentía sudar más de la cuenta.
-Váyase pronto antes de que me arrepienta de echarla como un perro.
Ella asiente rápidamente y toma dos de las maletas para salir por la puerta sin voltear al interior. Serenity la ve huir y rápidamente se inclina a la pareja.- ¡Disculpen por todo! No sé qué le pasó.
-Serenity, no te disculpes a su nombre.- Dice Joey, le sonríe para demostrar que está bien al ver su cara preocupada.- Digamos que no es nada nuevo así que no me afecta.
-¿Nada nuevo? – Pregunta Kaiba y Serenity a la vez.
Joey mira a otro lado al notar que metió la pata.- Pu-Pues ya sabes que un golpe no me afecta como a otros, estuve a-acostumbrado por un ti-tiempo.- Tartamudea un poco.
Serenity asiente un poco aun preocupada pero creyendo en lo que dice su hermano. Sin embargo Kaiba no le creyó nada de eso.
-Hermano, voy a volver mañana. Aunque esta vez sola. ¡E iremos a KaibaLand! – Sonríe inocentemente Serenity.
Joey le asiente sonriendo, despidiéndose de su hermana con la mano.
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Con el televisor encendido en caricaturas Joey se ríe un poco acostado en la cama. La puerta se abre, entrando Seto Kaiba con una compresa fría para la hinchada mejilla de su novio. Se sienta en la cama, apoyado en la cabecera.
Casi por reflejo Joey enseguida cambia de posición para sentarse en el regazo de Kaiba con su espalda apoyada en el pecho de novio, aun viendo su programa. Kaiba sonríe y le pone la compresa en la mejilla.
-Que desgraciada, haciéndote que se te hinche asi.- Dice Kaiba abrazando por la gran panza a su novio.
Joey ríe un poco, restándole importancia. Kaiba al verlo se acuerda de algunas partes de la discusión de la tarde.
-Cachorro, acabo de acordarme de dos cosas que me molestaron, primero ¿A qué te refieres con que era nada bueno?
Joey suspira viendo que aun después de varias horas aun a su novio no se le había olvidado. Tomó el control remoto y apagó la televisión, puesto que sería una conversación que no necesitaría interferencia.
-Amor, yo…- Se detiene aun sin mirarlo, pensando cómo iniciar.
Kaiba le aprieta un poco más fuerte con su brazo libre para darle apoyo.
-Yo… Yo era un niño no deseado. Nacido de una violación.- Finalmente lo dice aun sin ver a los ojos a su novio.
Kaiba tiene ganas de girar a su novio para abrazarle con más fuerza para hacerle sentir seguro, pero sabe que Joey necesita contar sin interrupciones, de eso aprendió cuando se enteró de lo de su padre.
Joey agradece el silencio como respuesta a que continúe.- Ahora no me afecta, aprendí a vivir con eso. Pero de pequeño me dejaron muy claro lo no deseado que fui. Mi madre fue obligada por su familia a casarse puesto que estaba embarazada, aun si se trataba de su violador, de no hacerlo sería desprestigiada por la familia. Aun con dolor se casó y dio a luz. Ninguno de los dos estaba feliz. Fue después de convivir por un par de años que se llevaron más o menos bien y Serenity nació de lujuria más que nada.- Se detuvo al recordar un poco.
Cuando el silencio se extendió por unos cinco minutos Seto pasó su mano por debajo de la camisa de su novio y comenzó a masajear en círculos el vientre.
Joey vuelve a la realidad, poniendo su mano encima de la de Seto.
-Serenity era la luz de los ojos de mi madre, pero ella solo me veía como la razón de estar con un borracho violador. Eran normales los golpes de parte de ambos. Incluso una vez me tiró agua hirviendo por no ordenar mi cuarto. Al separarse de mi padre no me peleó por mi custodia, simplemente se fue sin decir nada, y aun pequeño entendía cuando no me querían por lo que nunca la extrañé. La siguiente vez que la vi fue en la cirugía de Serenity, ni una vez se comunicó conmigo antes, incluso esa vez me ignoró.
-Ella se lo pierde, mi cachorrito.- Dice Kaiba.
Joey ríe un poco sonrojado al apodo.- Tranquilo, su rechazo no me duele. Nunca tuve su afecto así que me da igual. – Se encoge de hombros.- Digamos que tuve mala suerte en la selección de padres
Kaiba se acerca a darle un beso en la mejilla libre.- Pues viendo el lado bueno, ya sabes lo que no debes hacer cuando criemos a nuestro bebé.
El rubio miró abajo a su vientre y luego volteó su cabeza para por fin ver a su novio y darle una de sus grandes sonrisas, demostrando que aun en su estado hormonal no le afectó la discusión con su madre en la tarde.
Seto le sonríe de vuelta aunque luego se pone serio.- Cachorro, y la segunda cosa… Promete que será la última vez que digas que no perteneces a esta familia.- Quita la compresa de la mejilla del rubio
Joey frunció el ceño confundido, aunque luego se acordó.
-Ah.- Ve la cara molesta de su novio, le sonríe un poco nervioso.- Amor no lo decía en serio, fue lo primero que…
-Promételo.- Le interrumpe Kaiba aun viéndolo seriamente.
-En serio, todo fue…
-Promételo.
Joey suspira.- Si, te lo prometo. ¿Feliz?
-Mucho.
Aunque ya tenía un plan en mente para que su cachorro nunca más volviese a dudar que es un Kaiba