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La nueva vida por MizaiTan

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Notas del capitulo:

Oh my God! No lo puedo creer. Llegamos a los 80 comentraios en menos de un día de haber montado el capitulo! 

Les agradezco a todos por eso, en serio que si.

Por otro lado, estoy puntual con la entrega del cap pues ya es sabado por aqui, espero disfruten el cap y lo lamento si algunos esperaban la parte dos del extra pero bueno, debía subir el cap primero

Joey se despierta para ver el otro lado de la cama vacío. No es de extrañar, hoy es su día libre de clases por lo que no puso alarma y su prometido se fue quizás hace mucho.

Prometido.

Sonríe bobamente y tapa su cara con la almohada.- Suena bien esa palabra ¿No crees? – Pregunta risueño.

La pregunta queda en el aire, y sin respuesta para quien vea desde afuera. Pero a Joey no le importa.

Desde que comenzó a sentir sus patadas todo se ha vuelto más real y está más consciente que tiene vida en su interior, por lo que hablarle es de lo más natural, aun sin leer los folletos que le dio la doctora.

Su bebé es una vida más para estar pendientes y no sentirse solo.

Se levanta y se mira en el espejo de cuerpo completo de la habitación. Muy pronto entrará al último trimestre y su barriga está más llena y redonda. Pero no le importa, si su apariencia cambia por el bien del bebé entonces bienvenido sea. Ya luego hará ejercicio para que su abdomen esculpido vuelva.

Sale de la habitación y ve una de las mucamas que se inclina al verlo y entra para componer. Él baja y llega hasta la cocina donde el chef principal lo ve y acomoda la mesa y silla.- ¿Qué desea comer hoy, joven Joey? – Le pregunta amablemente.

Joey mira su vientre pensativo y luego lo mira resuelto.- Queremos pancakes.- Dice con una sonrisa haciendo que el chef se la devuelva y le asiente.

Ya es costumbre que Joey se sienta en esa mesa cuando los dos hermanos Kaiba estaban ausentes. El comer solo en esa mesa tan grande le daba escalofríos. Por lo que sin importarle la etiqueta una vez tomó su plato y bebida y entró en la cocina a sentarse en la mesa donde comían los empleados.

-¡Señor Joey! ¿Qué hace aquí? Por favor, coma en la mesa principal.- Decía una mucama mientras algunos ayudantes la apoyaban, extrañándose al ver el novio de su jefe en ese lugar, pues ninguno de los hermanos Kaiba lo había hecho.

-Sí, esta mesa es para los empleados. Estará más cómodo allá.- Afirma el ama de llaves notificada de la situación.

Joey sacude su cabeza.- No. Me quedaré aquí.- Sigue comiendo su cereal y sus tostadas ignorando la expresión de horror de los empleados de su novio. Voltea los ojos al escuchar exclamaciones.- No sea exagerados. ¿Cuál es el problema en que coma en compañía de otras personas en lugar de solo en esa mesota? – Pregunta alzando una ceja.

Pregunta que ninguno supo responder.

El temor de los empleados más que todo era que Seto Kaiba se enterara y lo tomara como una falta de respeto por los empleados por su nivel social. Asi que contuvieron el aliento esa noche en la cena cuando el rubio le contó de forma casual.

No esperaron verlo reírse.- Eso es tan tú, mi cachorro.

Desde ahí los empleados comenzaron a ver a Joey con otros ojos. Y por ello verlo comer alegremente sus pancakes mientras habla feliz aparentemente a nadie en compañía de todos es una escena dulce a ojos de los empleados.

 

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En el almuerzo Joey no se siente muy feliz que digamos.

Fue recogido por su prometido para ir a almorzar juntos en ese restaurante italiano que tanto le gusta. Aunque su comida apenas pudo probarla cuando empezaron a salir pues antes solo babeaba por el olor cuando camina por fuera. Los precios eran una locura.

No había empezado mal. Una buena entrada, luego unos exquisitos raviolis y un lindo postre de nata blanca.

Luego Kaiba tocó un tema inofensivo.- Cachorro, ¿Has pensado en un nombre para el bebé?

Allí empezó todo. Pues empezaron a hablar del nombre que les parecía y el otro negaba. No estaba mal, pero sin saberlo comenzaron a elevar su satisfacción y terminando discutiendo casi a gritos en medio del restaurante.

-¡Es mi bebé! – Grita Joey aun sentando criando con rabia a su marido.- ¡Así que le pongo como se me antoje!

-Creo que olvidas que yo también soy su padre.- Responde Kaiba tratando de mantener la poca calma.- Considero estúpido que le quieras poner “Zege”. Ni siquiera eso es nombre.

Una vena palpita en la frente del rubio.- ¿Estúpido? ¡Ese ha sido el nombre que he pensado toda mi vida para mi hijo si fuese niño! ¡Tú eres el estúpido!

-¡Joey! – Grita Kaiba levantándose enojado. Algunos en el restaurante contienen una exclamación al ver su rostro de ira acercarse al joven embarazado que lo mira con igual molestia.- Se razonable.- Se para a su lado calmando su voz, pues recuerdo que su novio está embarazado y se debe calmar.- Es un nombre para toda la vida.

-¿Qué se supone que significa eso? ¿No te parece buen nombre? – Pregunta enojado y lo ver alzar la ceja, haciendo que se enoje mas.- ¿Y te parece muy lindo el tuyo o qué?

-Ciertamente es mejor. Es de origen egipcio y de un noble significado.

-¿Estás idiota o qué? ¡No dejaré que mi hijo se llame “Bakari”! – Grita enojado levantándose con cuidado para estar más al nivel de los ojos de su prometido.

Una vena por fin sale de la frente de Kaiba y mira enojado al rubio.- ¿Y eso por qué?

-¿No lo notas? Tiene Baka en su nombre. ¡No permitiré que mi bebé sufra de bullying por su nombre! – Con eso dicho camina a la puerta, pues se le quitaron las ganas de terminar su postre.

-¡Joey Wheeler! –Grita Kaiba siguiéndolo y dándole un fajo de billetes al mesero que le sirvió.- Quédate con el cambio.- Dice sin importarle realmente cuánto dinero dejó y llegando a la puerta para alcanzar al rubio.

-Gracias.- Dice el mesero a nadie en particular. Al ver la cantidad se emociona. ¡Ojalá más clientes se pelearan seguido! Fue su pensamiento.

 

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-En serio es un idiota.- Dice Joey tomando té de lavanda para calmar sus nervios, según el consejo del abuelo de Yugi. Este último estaba sentado enfrente mientras escuchaba su historia.- No contento con querer ponerle “Bakari” me sugirió otro nombre egipcio en la limosina. ¡Ni siquiera puedo pronunciarlo! – Toma enojado su te.

Ambos están en la sala de Yugi. El abuelo de éste atiende la tienda y Yami estaba en una revisión de artículos en el museo estatal, por lo que solo estaba Yugi en la misión de calmar a un enojado y hormonal embarazado. Suspira por ello.

-Joey. Tranquilo. No es para tanto.- Dice Yugi pero en seguida se arrepiente al verlo voltear su cara y lanzarle una mirada aún más enojada.

-¡¿No es para tanto?! ¡Hablamos del nombre de un ser vivo! – Grita Joey.

Yugi pone una mano en su brazo.- Está bien, lo siento. Mal uso de palabras.- Le señala el té para que tome un poco más, a lo que refunfuña pero igualmente obedece.- Mira, Joey. Es normal tener este tipo de peleas. Pero no te preocupes, aún falta un poco más de tres meses para decidir. No se deben pelear como lo hacían antes.- Ve a Joey aun con el ceño fruncido y los labios pegados al vaso. Suspira.- Al menos hazlo por el bebé. ¿Sí? Estas peleas no te hacen bien.

Joey abre los ojos, se separa del vaso y luego suelta un suspira.- Que tramposo eres. Sabes que por ahí duele.-

Yugi le sonríe.- Si, lo se.- Se levanta de la silla para acercar la mochila de Joey y su set de cartas que estaban en la mesa de centro. Vuelve a sentarse.- Quiero que te calmes, porque no te daré la razón a ti ni a Kaiba. Es una discusión privada entre ustedes.- Joey asiente enfurruñado. Yugi sonríe.- Así que, ¿Te parece si tenemos un duelo mientras?

Joey enseguida sonríe y asiente recibiendo en sus manos su maletín para comenzar a buscar sus cartas. Yugi solo suspira al cambio tan repentino de ánimo.

Comienzan a jugar inmediatamente. Yugi como siempre no ha perdido el toque, pero Joey no es el tercer mejor duelista por nada, así que le da una buena batalla.

-¡… Con esto mi Guerrero de llama de ataca directamente, quedando tus puntos de vida en 500! – El ataque resulta y efectivamente Yugi queda con esa cantidad, algo sorprendido pues no se esperaba esa jugada. Haciendo que Joey se riera de su cara.- ¡Ja! ¿Qué te par… ¡Ughh! – Se interrumpe gruñendo mientras agarra su vientre.

Yugi al verlo pone sus cartas sobre la mesa y se levanta para acercarse preocupado a su amigo.- ¿Qué pasa Joey? ¿Te duele? – Su angustia es palpable, a lo que Joey niega con una sonrisa.

-Tranquilo. Es el bebé. Creo que se emociona al mismo tiempo que yo y le gusta verme jugar.- Se soba el vientre donde aún siente el lugar de la patada.- ¿Verdad que sí, mi querido principito? – Dice sonriendo mirando su vientre y Yugi jura ver la ondulación de la panza en indicación a una nueva patada.

Yugi se relaja sentándose nuevamente.- Que interesante. ¿Qué se siente una patada? – Pregunta curioso.

Joey deja de mirar su vientre para poner una mano en su barbilla pensativo.- Pregunta difícil. No tengo ni idea de cómo describirlo.- Responde el rubio.- No es como sentir un golpe sino como… No se… Como si tuviera un pez dentro y estuviese nadando.-

Yugi alza una ceja.- No puedo imaginarlo.

El rubio se ríe con ganas.- Creo que es mi pago saber de esta experiencia única por cargar a mi bebé. Créeme, la conexión que siento con él ahora es algo que haría a cualquiera envidioso.

Yugi mira curioso. Juego de cartas olvidado en la mesa al parecerle más interesante la conversación.- ¿Incluso Kaiba?

-Sobre todo Seto. Al principio le parecía tierno verme hablar al estómago y leer cuentos infantiles en voz alta, pero luego que comenzara a patear al momento que yo le hablara pues supongo que se dio cuenta que lo hacía por algo.- Pasa una mano por su vientre sobándolo.- En este tiempo siento que he conocido mucho de mi bebé, cosas que quizás nadie entendería.- Le sonríe a Yugi haciendo que este devolviera la sonrisa.

-Es genial que le veas un lado tan bueno a que seas tú quien lleva el bebé.- El rubio asiente con su cabeza en respuesta.- Supongo que el que te lleves tan buena conexión con el bebé incluso desde antes de nacer es tu recompensa, algo que ni siquiera Kaiba puede conseguir sin importar cuanto lo intente.- Le dice Yugi tomando nuevamente sus cartas para continuar su juego.

No se la expresión de Joey que quedó pensativo con lo último que dijo. “Es cierto que ahora soy yo quien se lleva todo lo bueno y lo malo del bebé. Puede que ambos los creamos pero Seto en realidad no tiene mucho que ver con la comunicación que ambos tenemos…” Eso y más se quedó pensando.

Incluso cuando el duelo se reanudó aun pensaba.

 

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Luego de cenar en casa de Yugi le pide a Mokuba que lo recoja para llegar a la mansión. Al entrar a su habitación compartida no se a su prometido por lo que deja sus cosas y procede a buscarlo en el estudio.

Justamente allí estaba mirando con el ceño fruncido su portátil. Joey se siente algo culpable de verlo así, pero aun con pensamiento de no ceder con ese par de nombres.

Kaiba levanta la cabeza para ver a su rubio entrar y vuelve a su computadora.

Joey se sienta enfrente suyo, dejándolos en un silencio incómodo por unos minutos pues no sabe qué decir. Hasta que no lo soporta mas.- Amor.- Comienza, notando que Kaiba aun lee en su portátil.- Sobre lo que discutimos en el almuerzo…- Ve a su novio levantar una mano en señal que se detuviera.- Pero…

-Calla, Joey.- Le interrumpe aun sin verlo.

Joey muerde su labio inferior comenzando a sentirse algo mal. Por lo que el silencio vuelve a consumirlos por un par de minutos más.

Cuando Joey está a punto de volver a romper el silencio ve a Kaiba levantándose de su asiento y luego acercándose para agacharse enfrente de él.

-Joey.- Toma ambas manos de Joey y las besa, sorprendiendo al rubio.- Lo estuve pensando y si no te gusta el nombre pues lo aceptaré, pero en serio no me gusta el tuyo. Así que la única solución que pensé fue buscar otro nombre. Desde que llegué a casa me puse en la tarea.- Da un beso al vientre para luego acomodarse en la butaca al lado de Joey para verlo a los ojos.

Joey se siente algo ofendido por lo que dice del nombre que ha pensado toda su vida para su bebé pero luego piensa un momento sobre lo que dijo Yugi “…algo que ni siquiera Kaiba puede conseguir sin importar cuanto lo intente”.

Sabe que Seto hace el intento. Normalmente si alguien está en su contra él se mantiene firme hasta que la otra parte caiga. El que haya buscado otro camino lo conmueve, sobre todo pensando que de la conexión prenatal lo máximo que puede hacer Kaiba es poner una mano en su vientre para sentir patadas ajenas y hablar a través de la gruesa pared de piel.

Joey no puede evitar sonreír al pensar que si bien Kaiba se ha vuelto blando con su embarazo, él por alguna razón también se volvió suave al pensar en la ternura de su futuro esposo, cosas que antes no veía tanto.

-Claro, amor. Muéstrame.- Dice viéndolo sonreír para voltear su portátil. Joey ya tiene en mente aceptar el regalo del nombre de Seto para su bebé, esperando por dentro que no sea algo tan terrible.

Sin embargo al leer el nombre en la computadora junto con un significado egipcio y otro japonés siente repentinas ganas de llorar.

¿Por qué aun desconfía del chico del que se enamoró si nunca lo defrauda?

-Es hermoso, amor.

Notas finales:

Raro, se sintió muy raro escribir este capitulo conservando el sentimiento del extra... Osea, en el extra todo pinta gris y complicado en cambio este cap me pareció relajado aunque tuvo su parte complicadita pero nada grave.

Ahora si, para los interesados, tengo pensado subir el extra parte 2 el miercoles aunque no se en qué momento del día. Pero estén pendientes ese día.

Proximo cap: Compras.

Es hora de comenzar las compras, aunque ya algunos se han adelantado sin que Joey lo sepa.


Espero les haya gustado el cap. Y sobre el tema pues, es mas que todo opinión de mi mejor amiga. Ella dice que si bien la mujer sufre y eso puesla recompensa siempre es el bebé y la conexión que sienten. Nadie en el mundo lo entendería... Traté de transmitir eso.

Oh y el nombre... Es un secreto XD

Hasta dentro de unos dias!


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