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La nueva vida por MizaiTan

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Notas del capitulo:

Si, lo se, varios dias tarde, pero en mi defensa estoy en semana de examenes y me quedaba algo complicado. Sobre todo porque tuve que volver a ver ciertas sagas de la serie para poder hacer este capitulo.

Espero disfruten!

Kaiba y el Faraón estaban organizando un torneo de Duelo de Monstruos por la conmemoración del aniversario número 5 del torneo que el castaño celebró en Estados Unidos. El sistema sería muy parecido pero esta vez se daría el gusto de participar.

Decidieron organizar las cosas con tiempo además de cuadrar como se debe. Joey tiene 8 meses de embarazo así que el torneo sería cuando el bebé cumpliera al menos los seis meses.

El torneo fue tan cotizado al principio que ya todos los competidores elegidos habían aceptado incluso con tantos meses antes. Es que escuchar que los cuatro mejores duelistas del mundo participarían y que el título de mejor luchador estaría en juego era un premio que cualquiera codiciaba

Sin embargo claramente esto no era de felicidad para todos. Sobre todo para cierto peliblanco que hizo una llamada a cierto jefe de corporación, días atrás.

-Hola, querido Seto.

-¿Qué quieres? Rápido, que estoy ocupado. – Dice enojado al contestar el teléfono y escuchar su voz.

-¿Por qué te enojas tanto? – Dice al otro lado de la línea con una tristeza fingida.- Ya no nos debemos nada entre sí.

-Querrás decir TU no me debes nada.- Acentúa el pronombre.- ¿Qué quieres?

-Que gruñón eres. ¿Cómo te aguanta Wheeler? – Y Kaiba solo respira hondo para no ir a cortarle la cabeza.- Pues nada, solo quería invitarte a uno de los mejores torneos que he organizado.

Kaiba estuvo a punto de darse un facepalm. Por supuesto el patán lo copiaría.- Mira, no me interesa estoy ocupado.

-Lo siento pero debes asistir. Soy el creador de las cartas y prometí un espectáculo que no decepcionaría a nadie y para eso necesito a los mejores.

-Pues no debo exactamente. Nada me obliga.- Dice comenzando a ver unos documentos no interesándose en la conversación.- ¿Por qué no solo vas y se lo pides a otra persona?

Hay un rato de silencio hasta que se escucha una risa.- Claro, podría ser una buena idea.

-Entonces, adelante.- Dice aburrido.

-Claro y oh, antes que se me olvide.~ Será celebrado en la Isla Túmulos. En el puerto de Kioto estará el barco.

-No me interesa, adiós.- Dice colgando la llamada. Que imbécil ese tipo tratando de darle competencia en su torneo con él mismo de protagonista.

 

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-No me interesa, Pegasus. Adiós.- Dice Yami colgando el teléfono para acercarse a Yugi en la cocina.

-¿También te llamó Pegasus? – Pregunta Yugi al verlo acercarse mientras limpiaba un plato.

Yami asiente suspirando.- ¿Qué le pasa? ¿De dónde vendrá tanta insistencia de la nada?

Yugi se alza de hombros.- Está loco. Además solo me dijo que el barco para ir a una tal isla zarparía a las 8 de la mañana. Ni siquiera me dijo dónde.

-En cambio a mí me dijo cuándo. Que en unos tres días al parecer.-

 

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Era claro como el agua que ninguno aceptaría así que a Pegasus le tocó emplear su carta maestra.

-¿¡Qué!? – Grita cierto rubio recostado en la cama de su habitación.- ¡No te atreverías, sabandija! – grita colérico.

Escucha una risa del otro lado que lo deja con ganas de matar a alguien.- Ya sabes que está en mi poder, así que claro que puedo hacerlo. Al menos si cooperas, claro.

-¿Qué demonios quieres? – Gruñe sin escapatoria.

-Es sencillo. Solo quiero que entres a mi torneo. Simple, ¿no?

-Estoy embarazado de ocho meses por si lo olvidas.- Dice aun gruñendo.

-No te preocupes. Nada te pasará, te lo garantizo. Si no consigues todas las estrellas pues te marchas y listo. ¡Pan comido!

-Esto no le gustará a Seto.- Murmura Joey.

-Pero tampoco le gustará que cancele la funcionalidad del dragón blanco de ojos azules~.- Dice cantarinamente para luego poner una vez seria.- Tu decide.

Joey lo piensa un momento. Sabe que su prometido enloquecería si inhabilitaran sus tarjetas y conociendo a Pegasus es algo que haría sin duda alguna. Pero por otro lado le parecía algo peligroso ir solo a un sitio donde puede ser lastimado, aunque no tanto por él sino por su hijo. Pero todo sea por su novio.

-Está bien.- Dice por fin Joey.- Pero con una condición.

-Adelante.~

-Necesito un guardia o algo así. Créeme que a Seto no le gustará si a mí o a mi bebé nos pasa algo.- Dice pasando una mano por su barriga para relajar un poco las patadas.

-Dalo por hecho. Además te iré a recoger por aparte en helicóptero. He escuchado que los paseos en barco te pueden marear.

-Eres tan considerado.- Dice sarcásticamente, volteando sus ojos.

 

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Dos días después Kaiba despierta temprano con el despertador a su lado. Es gracioso para él que ese sonido no pudiese hacer nada para que Joey abriera los ojos, pues ni siquiera le molestaba. Así que fue una sorpresa voltearse y no encontrarlo por ningún lado de la cama.

Mira hacia el baño y ve la puerta abierta con su interior vacío de lindos rubios.

Se levanta para ir al baño y echarse agua en la cara para lograr despertar del todo y poder bajar a la cocina donde seguramente estaría.

Tendría que recordarle nuevamente que buscarle comida era su trabajo.

Al llegar nota al personal comenzando a levantarse y algunos otros ya preparando lo necesario del día, pero ningún rastro del rubio.

Esto estaba raro.

Vuelve a subir para tomar su celular y llamar a su novio, pero no conectaba.

Toma su computador entrando al sistema de GPS para llegar a la localización del celular de Joey. Mira extrañado la pantalla al ver la respuesta.

¿Qué demonios?

¿Qué hace Joey en medio del océano?

Aun su señal se movía por lo que debe estar de camino a alguna parte. Pero eso no respondía a qué rayos pasaba y qué hacia su cachorro yendo directamente hacia… ¿La Isla Túmulos?

Aprieta los puños con tanta fuerza que siente sangre cayendo los bordes de sus dedos.

¿Ese canalla de Pegasus se atrevió a llevar a Joey a su torneo de porquería?

¡Esta mierda no se quedaría así!

 

-Que maravillosa sorpresa tu video-llamada, querido Seto.- Dice un peliblanco con el fondo de la cabina de un helicóptero.- No la esperaba para nada.- Dice cerrando los ojos dramáticamente.

-¡Deja tus idioteces! ¿¡Dónde demonios está Joey!? – Grita enojado a la pantalla de su portátil.

Pegasus pone su índice derecho en su barbilla.- ¿Joey? ¡Oh! ¿Te refieres a esta bella durmiente? – Toma la cámara para mostrar al sillón trasero del helicóptero donde un rubio dormía recostado en toda la longitud del mueble con una colcha cubriéndolo.

Kaiba vuelve a apretar los puños con fuerza.- ¿Qué demonios quieres para dármelo de regreso? – Gruñe hablando mientras aprieta los dientes.

Pegasus vuelve a dirigir la cámara a su rostro para luego poner una mano en su pecho con fingida indignación.- Hablas como si lo hubieses secuestrado. En qué mal concepto me tienes.

Kaiba golpea el escritorio con fuerza.- ¡Deja la estupidez y habla de una vez!

-Ya, relájate. Solo quiero que vengas a mi torneo. ¿No es tan complicado, cierto?

El castaño soba sus sienes tratando de canalizar paciencia.- Está bien. Iré a ese absurdo torneo. ¿Cuándo será? – Ve a Pegasus reír.- ¿Qué?

-Si no me hubieses colgado antes ya lo sabrías. Así que es tu deber averiguarlo.

-¿¡Qué!? – Grita enojado.

-¡Oh! Antes de que lo olvide. Me interesa mucho tener al top 4 en mi torneo. Espero que sepas lo que eso significa. Adiós.-

Kaiba mira directamente la pantalla.- Ni se te ocurra hacerle nada o las pagarás.

Pegasus levanta una ceja antes de oprimir el botón.- ¿Y ganarme aún más tu enojo? No soy tan tonto.- Cuelga dejando a Kaiba enojado a muerte.

Genial. No solo debía volver a participar en algo de ese lunático sino que debía rogar a Yugi y al faraón para que lo ayudaran.

Simplemente genial.

 

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-¿¡El imbécil ese se atrevió a secuestrar a Joey!? – Grita enojado cierto faraón.

Kaiba se cruza de brazos y solo asiente.- Y me las va a pagar. – Dice frunciendo el ceño con enojo.

-Siento que esto es un gran deja vú.- Susurra Yugi para sí.

Los tres estaban en la sala de Yugi luego de recibir a Kaiba que no se veía nada feliz. Claro que ahora entendían muy bien su enojo.

-No te preocupes. Iremos a buscarlo.- Dice Yami poniendo una mano en su hombro. Este solo asiente.

-Aunque me preocupa algo.- Murmura Yugi. Ambos lo miran interrogante.- Es Joey de quien hablamos. La idea que esté secuestrado puede que no le guste mucho.

Si lo piensan un segundo es bien fundada la preocupación del mejor amigo del rubio. En su último secuestro Joey salió varias veces herido por tratar de escapar y lo siguió intentando hasta el final.

Definitivamente lo mejor era encontrarlo antes que hiciera una locura.

 

No les llevó mucho tiempo darse cuenta que los tres tenían parte de la información necesaria para llegar al puerto, por lo que partieron en la madrugada en un helicóptero de la corporación Kaiba hacia Kioto para llegar a tiempo al barco.

Mokuba quedaría a cargo de la empresa en lo que su hermano se iba, pues era de improviso. Afortunadamente su agenda no estaba muy apretada.

Llegaron media hora antes que zarpara el barco por lo que les dio tiempo de analizar la competencia. Conociendo al bastardo de Pegasus lo más seguro era que solo le devolvería a Joey si llegaban a las eliminatorias luego de tener las 10 estrellas.

Porque ya uno de sus trabajadores se había acercado a dar el maletín con las 2 estrellas y el guante con ranuras, ya sabían que se trataba de las mismas reglas que el Reino de Duelistas.

Kaiba aprieta los puños.- Todo es un puto juego para ese bastardo.- Gruñe enojado mientras espera impacientemente la hora.- El que Joey ande viajando por ahí a tan corto tiempo del parto es un peligro.

Yugi asiente.- Y por eso ganaremos rápido.- Dice esperanzadoramente.

-Vaya, vaya. Miren a quien tenemos aquí.

Los tres se voltean para ver a dos adolescentes aproximándose hacia ellos con miradas de burlas.

-¿Quiénes son ustedes? – Pregunta Kaiba con el ceño fruncido.

Ambos abren los ojos ofendidos.- ¿No sabes quién soy? – Pregunta el que tenía gorra.- ¡Soy el gran Rex Raptor, imbécil!

Kaiba frunce el ceño pensando pero el nombre no se le hacía ni pizca de familiar.- Ah sí claro.- Se desentendió rápido mirando hacia otro lado desinteresado

Esto hizo a Rex Raptor patalear enojado.- ¡Ni que me intereses tampoco! ¡Vine aquí con otro objetivo!

A Yugi le parece casi cómico la forma en que Kaiba lo ignora. Luego se siente observado y cuando voltea ve al otro chico mirándolo detenidamente. Esos lentes amarillos y su vestimenta eludiendo su gusto por los insectos hacían obvio de quién se trataba. Weevil Underwood.

-El parcito de raros no me ha olvidado. ¿Cierto? – Dice venenoso mirando a Yami y Yugi.- Vine para vengarme de ustedes dos.

Yami se cruza de brazos.- No me digas.

Yugi se le desliza una gota sonriendo nervioso. Mejor no comentaba. Sabe que su novio aún está algo resentido con Weevil por lo ocurrido con lo de Dartz.

Rex Raptor señala a Kaiba.- Más vale que no interfieras cuando acabe con tu noviecito. Hoy será mi venganza.- Dice vengativo, no notando el momento en que es levantado de su camisa.- ¿Q-Qué?

-Si te atreves a poner un dedo sobre Joey, te mato.- Gruñe enojado mirándolo a los ojos para luego dejarlo caer.

Rex se asusta y es ayudado por Weevil para luego irse de ahí.- ¡Ya lo verán! – Grita el chico insecto mientras se alejan.

Yami los mira irse para luego chasquear la lengua.- Menos mal que no están en tu torneo, Kaiba. Son molestos.

-Completamente de acuerdo.- Confirma Kaiba.

Tal vez Yugi debería estar feliz que ya se pongan de acuerdo más seguido.

 

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Después de casi 5 horas de viaje por fin llegan a la isla. Deben concentrarse en ganar para poder volver a ver a Joey. Además que Yugi debía ser cuidadoso para no ser derrotado porque incluso en este torneo su título del mejor estaba en juego.

Kaiba trata de usar su celular para avisarle a Mokuba que habían llegado pero la señal estaba completamente nula.- Demonios.- Murmura metiendo su celular al bolsillo del pantalón.

-Kaiba.- Le llama Yami mientras comienzan a alejarse del barco.- Lo mejor es quedarnos los tres juntos.- Ve a Kaiba levantar una ceja para protestar. Pone una mano en alto para no ser interrumpido.- Si nos separamos y alguno encuentra a Joey no podremos avisar a los otros.

Y Seto Kaiba no pudo pelear con esa lógica.

Su apuro de encontrar a Joey era más que todo la preocupación del embarazo. Sabe que su novio se puede defender muy bien solo pero las emociones fuertes no eran buenas ni menos estar en un lugar tan alejado del hospital a tan poco tiempo del parte.

Sobre todo que últimamente estaba sufriendo de contracciones de Braxton Hicks.

La última vez lo pudo calmar con respiraciones y ayudando a relajarse. Así que anda algo egoísta y celoso, no quiero que se aleje mucho de su lado al menos por ahora.

Sin embargo por la forma tranquila en la que era llevado supuso que no hubo mucha resistencia de parte de Joey y de alguna forma eso es bueno porque significaba que no estaba en un peligro muy grande.

Otra historia sería si descubre que estaba drogado. De ser así incendiaría la empresa de Pegasus.

 Caminan un poco y de inmediato son rodeados por varios jugadores que los miraban con ganas de retarlos. En el torneo se permitió el uso del disco de duelos para hacer los duelos más dinámicos por lo que los tres se prepararon sin demora para comenzar a ganar sus medallas.

 

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Un escalofrío recorre la columna de Joey. Sabe que haber venido sin avisar a este torneo no fue su movimiento más inteligente, sobre todo por su prometido que estará enfadado cuando se entere, pero no tenía mucha escapatoria.

Si no lo hacia su novio hubiese perdido a sus dragones y Joey sabía que debía intervenir.

No es estúpido, sabe que debe tener cuidado, sobre todo con las emociones fuertes de los enfrentamientos y tratar de evitar golpes directos como con Valon.

Al llegar a la Isla es llevado al Castillo por Pegasus quien le da una habitación y comida realmente prestigiosa, anunciando que el torneo sería al día siguiente, así que podía descansar sin problemas.

Joey no sabe si Kaiba lo hace por consideración a su embarazo o el temor de la furia de Kaiba si algo llegara a pasarle.

Al llegar el medio día fue llevado, acompañado de un guardia, hacia un pequeño vehículo para acercarlos a donde estaban llegando los duelistas.

Se bajan del vehículo para comenzar a caminar. Soba su panza para tratar de calmar algunas pataditas.- Ya, ya. No pasa nada.- Susurra mirando su panza.- No dejaré que te pase nada.- Luego mira hacia atrás donde el guardia de traje negro lo sigue.- ¿No habrá por aquí una tienda? ¡Muero de sed! – Dice en otro intento de generar conversación con el serio sujeto.

El guardia se detiene haciendo al rubio imitar el gesto, de su mochila saca un termo de agua y se lo pasa a Joey.- A la orden.

Joey suspira por el cansado silencio y bebe del termo, pero sabía que por su situación lo mejor era ir acompañado.

-¡Miren ahí está el preñado Wheeler!

Escucha mientras traga rápidamente el agua para no ahogarse. Voltea a ver que son un grupo de casi 6 persona que se están burlando de él.

-¿Y tú esposito dónde anda?

-¡Solo haces parte del top 4 porque conoces a los dueños del juego!

Joey trata de ignorar pero una vena le palpita en la frente. ¿Qué demonios pasaba con esos imbéciles?

-Yo lo he derrotado hace muchos años. Te apuesto que se coló para venir aquí.- Dice un sujeto colmando su paciencia completamente.

Levanta su puño.- ¡Pues vengan a ver si este debilucho no merece su título, imbéciles! – Los señala con enojo.- ¡Los derrotaré uno por uno!

Puede estar embarazado pero eso no significa que se iba a dejar.

Estúpidos envidiosos. Apuesta que en realidad estaban detrás de su novio.

 

No fue necesario de tanto tiempo y de todas formas fue satisfactorio.- ¡Gracias por las estrellas! – Se despide alejándose con el guardia.

De lejos solo quedaron los seis chicos derrotados mientras uno de los examinadores se acercaba para eliminarlos.

¿Quién dice que Joey Wheeler es débil?

 

Un par de horas después Joey descansa en una piedra a la sombra de un árbol. Está cansado, y debían entenderlo porque el caminaba con peso extra.

Si es sincero extraña un poco a su novio y sabe que está preocupado por haber desaparecido de la nada el día anterior. Mira al guardia.- Disculpa.

-Sí, dígame.

-¿Hay alguna forma de contactar fuera de la isla? – Lo ve negar por lo que decepciona. Realmente le gustaría llamar a Seto, y piensa que fue realmente tonto no haberle dejado aunque sea una nota.

Los arbustos comienzan a moverse, dando aviso que viene alguien. Como Joey no podía levantarse rápido es el guardia quien toma posición al frente de él. Ambos ven a dos chicos que salen de ahí.

-¡Aja! ¡Por fin! – Grita de emoción un pelilargo que Joey reconoce enseguida.

-¿Rex Raptor? – Dice y se levanta para ponerse al lado del guardia y poder ver mejor.- Los años no te pasan, sigues igual de enano.

A Rex Raptor se le encrespa una vena.- ¡Pero a ti sí! La última vez que te vi no estabas tan gordo.-

-Se llama embarazo, idiota.- Dice para luego girar la cabeza y ver a cierto chico insecto.- Y tu… No recuerdo tu nombre.

Este suspira cansado.- En serio todos en esa pandilla son imbéciles.

Joey se cruza de brazos.- Imbéciles que los vencieron simplemente a ustedes dos.

-¡Y venimos por venganza! – Grita Rex Raptor.

El rubio sonríe.- Pues ya rugiste. Vamos a empezar el duelo.

Transcurrieron unos minutos donde Joey tenía una clara ventaja, aunque aún no todo estaba escrito, pero aun así el rubio estaba muy confiado.

Pensó en utilizar un poco el rencor de Rex Raptor en su beneficio.- Oye, enano.- Le llama haciéndolo voltear a verlo.- ¿Qué me dices de una apuesta?

-¿Una apuesta? Suena genial para mí.- Dice con una sonrisa.

-Perfecto. Si gano quiero no una sino dos estrellas.- Dice pensando que con las dos estrellas iniciales más las 6 que ganó antes y añadiendo estas tendrían las diez y pasarían enseguida de ronda. Afortunadamente porque ya estaba cansado.

-No suena mal.- Dice mirando su juego de cartas.- Entonces si gano quiero mi dragón negro de ojos rojos.

-No le digas así, ya no es tuyo.

-¡Lo será pronto!

Joey quiere reír, realmente ya tenía una buena estrategia para combatir a sus réptiles cuando comienza a sentir algo extraño. Pone su mano libre del diseco y la cartas sobre su panza. Algo no estaba bien.

Una contracción le hace soltar las cartas y poner una rodilla en el suelo. Es demasiado doloroso y no puede concentrarse muy bien. Todo se pone difuso.

Cuando vuelve a abrir los ojos nota que ya los hologramas no están, pero ahora lo que le importa es el dolor que siente.

Ve al guardia llegar corriendo a su lado.- ¡Señor Joey!

Rex y Weevil solo miran sin saber qué hacer. Tampoco es como si tuvieran muchas ganas de ayudar por lo que Rex se acerca y el guardia lo mira con furia.

-Te atreves a hacerle algo y te corto la cabeza.- Dice en modo asesino, asustando a Rex. Que luego mira a Joey, este está con los ojos cerrados con gran fuerza.

-¿Qué tienes de especial? Hoy con todo el que me choco me amenaza si pienso en hacerte algo.- Algo estaba raro en esa frase pero a Joey no le importó eso ahora.- ¿No me digas que vas a parir ahora? Mala suerte para ti.- Se agacha buscando en el deck de Joey hasta localizar el dragón. Siendo quitado de sus manos por el guardia.

-No robarás su carta en mi presencia.

-No la robo. La gané justamente. ¿O no Joey? – Dice con una sonrisa viendo a Joey gruñir de dolor mientras comenzaba a empaparse de sudor.- No escuché un no.

El guardia escuchó claro la apuesta pero no le parecía justo que su protegido perdiera por un dolor del embarazo. Aun así dio la carta y quitó una de las estrellas del rubio, ya que sabía que no tenía la fuerza.

-Ya lo tienes, ahora vete.- Dice molesto. Los dos chicos no lo pensaron dos veces antes de obedecer.

-… M-Me duele.- Murmura Joey agarrando su panza con fuerza. En ese punto está acostado de lado en el pasto con los ojos fuertemente cerrados. Sabe que es el Braxton Hicks o al menos es muy parecido.- S-Seto.- Susurra con lágrimas en sus ojos.

Tenía años de entrenamiento de protección de civiles, pero no estaba preparado para ayudar a un embarazado. Por lo que tomó su celular para llamar a Pegasus.

 

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Kaiba estaba recostado a un árbol con los brazos cruzados mientras veía a Yugi competir contra una chica que al parecer le daba buena pelea.

Era de tarde pero ya habían conseguido gran cantidad de estrellas, un poco más y lograrían llegar los tres a las 10.

Siente su celular sonar, lo cual le parece raro porque no había señal cuando llegó. Lo saca de su pantalón para ver que Pegasus es quien le llama, lo cual podría explicar la conexión por ser en la misma isla.- ¿Qué? – Contesta enojado.

-Es una situación de emergencia. Mi guardia no sabe cómo lidiar con Joseph.- Dice un apuro.

-¿Qué? ¿Qué se supone que significa eso? – Dice molesta alejándose de la batalla para escuchar mejor.- ¿Tu guardia le hizo algo? – Frunce el ceño de solo pensarlo.

-Nada de eso. Tu novio tiene dolor en su panza. No sé si son contracciones pero no tengo idea de cómo manejarlo.

A Kaiba casi se le sale el corazón.- ¡¿Dónde está?! – Grita con fuerza llamando la atención de ambos peleadores y de Yami.

-Calma, según las coordenadas está muy cerca de ti. Te lo mandaré a tu teléfono.- Le cuelga y de inmediato Kaiba recibe la información.

Yami se acerca.- ¿Pasa algo?

Kaiba mira con atención su celular, estaba muy cerca de su cachorro, pero tendría que correr.- El idiota me dijo dónde puedo encontrar a Joey. Parece que está teniendo dolores fuertes y no saben qué hacer. Voy para allá.-

Yami le asiente.- Si te pudo llamar significa que la señal interna es bueno. Cuando Yugi termine te llamaré para buscarlos.

Kaiba solo asiente comenzando a correr.

 

Después de poco tiempo llega al lugar indicado por su teléfono y ve a Joey sentado en el pasto agarrando su panza con los ojos fuertemente cerrados.

No le gustaba esa escena.

Corre para agacharse a su lado y tomar su rostro, haciéndolo abrir lentamente los ojos.- ¿S-Seto? – Pregunta confundido.

El castaño solo lo abraza poniendo su cabeza en su pecho para protegerlo.- Si, amor. Aquí estoy.- Dice comenzando a sobar su espalda.- Respira lentamente.

Joey trata de cumplir aunque aún resulte algo pesado.

Kaiba apenas nota que el guardia se aleja un poco de ellos para darles privacidad, pues no le importa en lo absoluto.

Luego de 1 minuto ya Joey recupera un poco el color en su cara, da una respiración profundo para luego soltar el aire.- Ese puto foro es un mentiroso… Dice que esto es indoloro.

Kaiba ríe un poco besando su sien con cariño.- ¿Ya estás mejor?

El rubio solo asiente.- Sé que la doctora dijo que las Braxton Hicks irían aumentando en dolor pero eso estaba de locura.- Dice con una sonrisa cansada a lo que es nuevamente abrazado por el castaño.

-Tu no deberías estar aquí.- Se aleja para verlo a los ojos.- Dime, ¿Ese Pegasus te ha hecho algo o te lastimó cuando te secuestró?

Joey mira extrañado.- No me secuestró en realidad.

Yami llama unos momentos después llegando los dos chicos corriendo felices de a Joey. Este les explica de la amenaza.

-Ese canalla.- Dice Kaiba indignado luego de escuchar la historia.- ¿Cómo se atreve a amenazarte de esa forma?

Joey pone una mano en su hombro tratando de tranquilizarlo.- Si, lo sé. Aunque ahora estoy metido en otro asunto.

-¿Qué es, Joey? – Pregunta Yugi

De inmediato Joey hace mala cara recordando.- Ese imbécil de Rex Raptor me retó y apostamos mi dragón y unas estrellas suyas, pero en ese momento llegaron las contracciones y quede inconsciente por unos segundos. Así que perdí y se llevó mi carta.- Termina de contar apretando los puños.- Lo peor es que las reglas dicen que no se puede enfrentar al mismo rival dos veces. Estoy jodido.

Siente un beso en la parte alta de su cabeza así que mira hacia arriba para ver a su prometido.- Para eso estoy yo aquí. Recuperaré tu carta.

-Y luego conseguiremos las estrellas que nos faltan para llegar los cuatro a la semifinal.- Dice Yami sonriendo como solía hacer en sus juegos de las sombras.- Vamos a mostrarle con quién se metió.

 

Joey pudo recuperar su tarjeta gracias a Kaiba, aunque le insistió en que pelearía por conseguirla pues Kaiba simplemente la dejó en el suelo diciendo que si no la toma la dejaría ahí. Por lo que no le quedó de otra que aceptar.

Los cuatro llegaron a las eliminatorias que eran transmitidas por todo Japón. Yugi se llevó la victoria, reafirmando su título como el rey de los juegos.

Como una forma de venganza por todo lo que su cachorro tuvo que pasar, Kaiba mandó a cerrar la isla donde se celebró el torneo. Pero ni así pudo quitar la sonrisa de la cara de Pegasus, quien estaba feliz con toda la publicidad que le trajo este torneo así como la gran sintonía.

Al final el único que no salió muy feliz fue Rex Raptor quien se fue sin su dragón de ojos rojos, sin su venganza y con una orden de restricción a Joey, por lo que no podía participar en ningún torneo en el que el rubio entrara.

Mala suerte para él que el prometido de Joey fuera un bastardo millonario

Notas finales:

Si lo notan en mis fics de Yugioh siempre menciono por ahi algun torneo y es que siento que no debo perder tanto su esencia, asi que aqui hay un capitulo dedicado a eso.

Sobre la votación la opción ganadora es la numero 2. Especial de las primeras veces. Este fic es para todo publico asi que lemon como tal no habrá pero sin insinuaciones que no puedo adelantar mucho.

Aun falta un review para los 130 asi que empezaré a escribirlo cuando vea ese review.

Proximo capitulo: Dormir  

Falta tan poco para el gran momento, pero últimamente no ha podido descansar como le gustaría

Tienen razón, si pauso el fic quizás no lo vuelva a retomar, es bien complicado hacerlo y ya tengo experiencia en eso. Asi que seguiré con el paso que llevo.

Espero les haya gustado el cap, nos vemos en el siguiente o en el extra... Lo que venga primero!


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