Kosei Kaiba.
Ese bebé es un ángel.
Cada vez que Mokuba ve a Joey y su hermano sostenerlo de una forma tan maestra, que pareciera como si no fuese la primera vez, nota que su sobrino está tranquilo y relajado.
Es un recién nacido y apenas tiene tres semanas, pero esa cantidad de problemas que todos dicen que dan a esa edad es mentira.
Sí, es cierto que ahora pasa mucho tiempo como Director general en reemplazo de su hermano, pero él también vive en esa mansión y ha presenciado la tranquilidad
-Es un niño muy tranquilo.- Dice el pelinegro tomando un sorbo de su café en el desayuno.
-Bueno, puede ser.- Dice en respuesta Serenity, poniendo mantequilla a su tostada.- Pero en definitiva es hijo de mi hermano. A veces es problemático.- Suspira.
-¿En serio? No me lo parece.
Serenity lo mira apuntándolo con el utensilio para distribuir la mantequilla.- Puede ser porque lo ves muy poco y cuando lo haces ya está cambiado y alimentado.
Eso podría ser cierto.- ¿Entonces llora mucho?
-Oh, no. Para nada.- Dice de inmediato negando y poniendo expresión feliz.- Es lo más lindo, tierno y tranquilo que he conocido.- Dice y Mokuba está seguro de ver flores y un resplandor a su espalda.
-Entonces, no entiendo.
Serenity suspira.- Supongo que es difícil de explicar. Incluso yo tampoco es que pase mucho tiempo a solas con él. Solo cuando Joey toma la siesta y Kaiba a veces está tan agotado que también lo sigue asi que me piden…
-¿Mi hermano agotado? – Interrumpe Mokuba para luego sonreír burlonamente.-Imposible. Lo he visto pasar noches seguidas sin dormir trabajando sin parar y aunque necesita dormir nunca lo demuestra.- Dice cruzándose de brazos.
-Eso es lo que pasa con un recién nacido.- Dice Serenity volteando los ojos.
Mokuba tira una mano despectivamente.- Por favor. ¿Qué tan difícil puede ser?
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Dos días después al fin fue el codiciado domingo que Mokuba tanto perseguía.
Puede que le guste la compañía tanto como su hermano, pero ahora mismo estaba cumpliendo la función de su hermano y supervisando la gerencia de proyectos, el cual es su verdadero cargo en la empresa.
Un día de descanso era más que bienvenido.
Fue a recoger algunas cosas de la oficina para luego volver a la mansión. Era cierto lo que decía Serenity, debía pasar más tiempo con su nuevo sobrino y eso haría, aprovecharía su día para estar con su familia. Porque también estaba empezando a pecar en ver poco a Joey y eso no podía ser, ese chico es prácticamente su hermano.
Abre la puerta de la mansión para ver a un Joey bajando lentamente las escaleras con un Kosei en brazos.
Abre los ojos en sorpresa y de inmediato deja caer lo que tiene en las manos en el suelo y se apresura a su cuñado.- ¡Joey! ¡¿Qué haces?! – Le pregunta subiendo los escalones.
-Hola a ti también, Mokuba.- Dice deteniéndose y volteando los ojos.- Y nada, bajando a buscar algo de comer. Muero de hambre.- Dice levantando sus hombros.
Mokuba niega.- ¿Por qué no pediste que te lo llevaran a la habitación? ¿Y dónde está mi hermano? – Dice mirando frenéticamente a todos lados.
El rubio suspira apretando el agarre del bebé.- Cálmate. Estoy bien. Ya puedo caminar más y bajar escaleras.- Le sonríe.- Soy flojo pero no consentido, puedo buscar algo por mí mismo.
Mokuba aún no se siente bien con el arreglo.- Pero aún es reciente. ¿Qué pasa si te caes o algo en estas escaleras?
-En serio, cálmate, amigo.- Dice Joey con una gota estilo anime cayendo por su cuello.- No soy la primera persona en el mundo con una cesárea.
-Aun así, mi hermano debería al menos ayudarte.
Joey tiene ganas de decirle al chico que está haciendo una tormenta en un vaso con agua, como siempre cuando se trata de él, pero algo le dice que no servirá de nada.
-Seto está atendiendo una llamada de Pegasus en su oficina y son solo las escaleras, nada malo pasará.- Nota que su cuñado aun lo mira para luego ver al bebé. Suspira, sabiendo que ya tenía la batalla perdida.- Está bien, entonces ayúdame llevando a Kosei y luego ambos llegamos al comedor.
Mokuba lo piensa, y en realidad no le parece malo. Así Joey podrá agarrarse del barandal sin problema alguno.
-Está bien, pero sujétate bien fuerte de ese barandal.- Dice aceptando a su sobrino en sus brazos.
A Joey se le cae a segunda gota en los últimos cinco minutos.- En serio, chico. No necesito de dos Setos.
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Aun no entendía a lo que se refería Serenity. La hora que había pasado con los otros tres miembros de la familia Kaiba, porque Joey era un Kaiba aunque dijera que no, había sido tranquila entre juguetes, colchas y músicas infantiles.
Mientras Kosei es alimentado por un Joey sentado en la mecedora, el rubio bosteza por quinta vez en la hora. A Mokuba no le extraña, él debe dormir la siesta en la tarde después de todo.
Pero casi se cae de la silla cuando ese bostezo contagia a su hermano.
-¿Hermano? – Lo mira aun con los ojos abiertos de la impresión de ver a su hermano somnoliento.
Sin embargo Kaiba no le presta atención.- Creo que es hora.- Dice levantándose y tronando su cuello.- Buscaré a tu hermana.
-No te molestes, Seto.- Dice Joey alejando el biberón y poniendo con cuidado a Kosei en su hombro para sacarle los gases.- Me dijo que saldría con Tea.
-Tsk, demonios.- Kaiba chasquea la lengua en disgusto.
Mokuba los mira a ambos.- ¿Pasa algo?
Kosei erecto bajo y Joey vuelve a acomodarlo en sus brazos.- Queremos dormir juntos un rato.
El pelinegro se levanta cruzándose de brazos.- ¡Joey! Nada de actividades de ese tipo cuando aún no estás bien.- Frunce el ceño.
En respuesta Kaiba suspira mientras el rubio se ríe bajo para no molestar a su bebé.
-Esa estuvo buena. ¿Siempre has sido así de pervertido, cuñadito? – Dice Joey con gracia tratando de aguantar una gran carcajada.
Mokuba se sonroja por el comentario. Maldición. Solo Joey podía ponerle así, y eso que se enorgullecía de su exterior firme. Pero este chico es un arma para los Kaiba.
-Mokuba.- El nombrado sale de la ensoñación al ser llamado por su hermano.- Joey y yo tomamos turnos para dormir en la noche por Kosei, en la tarde nos gusta que alguien cuide de Kosei para dormir tranquilamente.- Dice estoicamente Seto.
-Oh.- Mokuba lo mira detenidamente y nota que Serenity tiene razón, se ve agotado.- ¿Y qué hay de los trabajadores?
-Ah, no.- Niega de inmediato Joey.- Puede que hayan algunos expertos pero ustedes los contrataron para otras cosas y estaríamos interrumpiendo su trabajo.- Acomoda a un Kosei dormido en sus brazos.
Kaiba solo se alza de hombros con lo que dice su novio, pues a él simplemente le da igual.
Tenía sentido lo que decía Joey, piensa Mokuba. De repente se le ocurre una gran idea.- ¡Oye, yo podría cuidarlo!
El pelinegro se sintió inmediatamente ofendido al ver a su hermano y cuñado mirarse entre sí con escepticismo.- ¿Eh, tu? – Joey es el primero en hablar.
Mokuba alza una ceja.- Aja.
Los prometidos vuelven a mirarse entre sí, haciendo que una vena le saliera a Mokuba.
-No lo sé, Mokuba. No creo que puedas manejarlo – Dice Kaiba mirando seriamente a su hermano.
-Vamos.- Dice volteando los ojos.- Ambos necesitan dormir y creo que sería buena que pasara tiempo con él. Además, no parece tan difícil.
Joey alza una ceja ante ese comentario. ¿No tan difícil? Está a punto de decir algo cuando su novio se acerca para tomar a Kosei de sus brazos.
-¿Set…
-Si estás tan seguro, Mokuba.- Dice Kaiba pasando con cuidado al dormido bebé al ansioso pelinegro.- Estará a tu cuidado por un par de horas o más.
-¿De verdad? – Pregunta emocionado al ver a su hermano asentir.
-Claro. Dentro de tres horas necesita volver a comer, si aún dormimos aliméntalo.- Instruye el castaño, ignorando deliberadamente la expresión confusa de Joey.
-¡No hay problema! – Exclama Mokuba feliz de estar con su sobrino.
-Si necesitas cambiarlo, en su habitación está todo.- Pone una mano en su hombro.- Buena suerte.
-¡Será pan comido! – Dice saliendo de la habitación y cerrando la puerta a su paso.
Joey al verlo irse de inmediato voltea a ver a su novio que se sienta en la cama.- ¿ME puede explicar que fue todo eso?
-¿Escuchaste lo que dijo que esto no era nada difícil? Veamos si sigue pensando asi.- Dice acomodándose y abriendo la cobija a su lado.- Ven, cachorro.- Le dice con una sonrisa somnolienta.
Joey aun piensa si es buena idea. Mokuba no sabe nada de bebés. Pero la verdad ver la cama con la cobija abierta, dejando ver un poco del apetitoso y desnudo torso de su novio le hace pensar que se merece un buen descanso.
-En seguida, amor.- Dice también quitándose la camisa para saborear un poco del calor de Seto y dormir más a gusto.
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Mokuba está en su alcoba con un dormido Kosei. Se aseguró de poner muchas almohadas a su alrededor y poner un temperatura agradable en la habitación, ya ha escuchado que su sobrino es friolento.
-Esto es fácil. – Dice turnándose entre verlo dormir y revisar su teléfono.- Lleva una hora dormido y no ha dado ningún problema.- Se cruza de piernas pensando que era tan sencillo solo observar que se preguntaba cuál era todo el quejamiento.
Y, como si alguna deidad fuese ofendida por el pensamiento, Kosei empieza a llorar. Lo toma un poco por sorpresa pero se levanta acercándose a él.
-Ey, amigo.- Lo levanta con cuidado.- ¿Qué pa… ¡Agh! – Un olor empieza a expandirse por la habitación.- Diablos, ¿Qué te dio de comer, Joey?
Toma su teléfono y acomoda a Kosei en brazos para ir a la habitación de este. Lo mejor era cambiarle el pañal cuanto antes.
Cuando llega y pone a un lloroso Kosei en el cambiador no tiene ni la más remota idea de qué hacer. Claro, los pañales están en el cesto al lado pero ¿Cómo se hace?
-Ehh.- Mira a Kosei que aun llora.- ¿Cómo se quita eso?
Al ver que poco puede hacer y sabe que parecerá un tonto preguntando por ahí, ante todo es un Kaiba orgulloso, decide responder su duda como cualquier persona normal.
Un tutorial en Youtube.
-…Y siguiendo estos sencillos pasos tu bebé estará listo para jugar.- Comenta la chica al final del video.- Recuerda limpiarlo bien.
Mokuba deja a un lado su celular. Eso se veía fácil.
Se acerca a Kosei y lentamente retira la cinta de la izquierda. Al haberla finalmente retirado con relativa facilidad busca el otro lado, pero falla al concentrarse tanto en eso y no en Kosei pues estira un poco su pierna izquierda haciendo empezar a desbordar el contenido del pañal por ese lado. Ensuciando todo el cambiador.
-¡Maldición! – Todo el cambiador blanco ahora estaba de un discutible color, todo por no poner algo antes.
Y aun peor, por su estallido Kosei llora más fuerte.
-Ca-Calma.- Dice sin mucha fuerza.
El acto le parece asqueroso pero es su culpa. Mira el pañal, ahora con su exterior sucio, y sabe que no tiene tiempo para buscar guantes.
Con cuidado retira la sucia cinta y el pañal se abre haciéndolo mirar sorprendido y tapándose de inmediato la nariz.
… Notando un segundo después su dedo lleno de lo mismo que trataba de alejar.
-¡Ahh!
Y Kosei aun llora. Se sentía sucio, quería estar calentito y limpio.
-Yo soy quien quiere llorar.- Dice Mokuba pasando la muñeca por la nariz sin ceremonias.
Bueno, ya se daría un baño luego. Lo mejor era terminar esto.
Retira el sucio pañal pero olvidó la instrucción de cerrarlo primero y de inmediato el contenido cae aún más en el cambiador y sus manos. De verdad necesitaba un baño de esponjas después de esto.
Mira a su izquierda y luego su derecha, después de cerrar al fin la bomba atómica en sus manos.- ¡¿Dónde está la estúpida basura?! – Pregunta ya estresado, a nadie en particular.
Recordando el baño en la habitación mira la puerta y luego a Kosei. Dejarlo solo en la habitación en un cambiador mientras iba a botar el pañal le parecía un gran No.
Viendo que no le quedaba de otro, y disculpándose con su querida camisa, alza a Kosei, sin limpiarlo antes, por lo que su antebrazo… Fue un desastre.
Le parecía increíble todo el daño que había hecho cambiar un pañal.
Solo cuando llegó al baño y botó el pañal se dio cuenta que su sobrino también necesitaba un baño. ¿Cómo demonios bañaba al bebé?
Tomar su celular era imposible.
Aparentemente a Kosei no le gustó nada la espera y decidió demostrarlo, o eso creyó Mokuba cuando empezó a sentir húmeda su camisa. Al mirar notó que Kosei le había hecho pipí encima. Ahora su camisa, pantalones y el suelo del baño estaban empapados.
Fabuloso.
-No te mato solo porque eres mi sobrino.- Sisea mirando a varios lados hasta encontrar una pequeña bañera para bebé, la llena de agua y comienza a limpiar a Kosei con una esponja, pero eso solo lo hizo llorar más.- Por favor, calma. Tus papas me matarán si se despiertan. Dice por fin limpiando al bebé.
Con un ojo en él comienza a quitarse la camisa y los pantalones. En definitiva los tiraría. Se queda en bóxer y se pasa un trapo húmedo en todas las partes afectadas.
Pero Kosei sigue llorando.
Y apenas nota que no tiene toalla el baño.
Al mirar atrás nota el cambiador blanco de otro color en la parte de arriba, el suelo mojado por la orina del bebé, su ropa sin reparo alguno, él en bóxer y oliendo terrible, un bebé llorando que debe tener frío al estar sin toalla.
Maldición.
Carga a su sobrino aun húmedo y lo abraza para tratar de darle calor. Sale del baño y entra a la habitación.
-Respira, Mokuba.- Se dice con el cabello completamente desordenado.- Tú arreglaste esta habitación. CLARAMENTE sabes dónde hay una toalla.- Dice fuerte tratando de controlar su respiración.
Está goteando la cara alfombra de la habitación pero es lo último en su mente. Ahora solo quiere calmar a Kosei. La forma en que llora lo hace sentir la peor persona del mundo.
Justo cuando está a punto de un ataque de pánico la puerta se abre.- Escucho a Kosei llorar. ¿Qué pa…- Se interrumpe así misma una recién llegada Serenity que queda con la boca abierta al ver la escena.
A Mokuba le vale un pepino ser visto en bóxer y en su fachada más horrible por la chica y solo murmura.- Ayuda.
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-Aun no puedo creer todo lo que pasó con Kosei.- Suspira Mokuba finalmente vestido y oliendo a limón con albaricoque luego de darse un baño rápido. Mira a Serenity que le da de comer a un tranquilo Kosei.- De verdad no puedo creer que este chico sea el mismo de hace rato.
Serenity niega.- Te lo dije. Esto no es fácil.
-Bueno, ¿Y tú cómo sabes qué hacer, ah? – Pregunta cruzándose de brazos pero se extraña al verla voltear la mirada.- ¿Serenity?
La chica está sonrojada mirando a otro lado.
-¿Pasa algo?
Sus labios tiemblan pero al fin lo mira con un sonrojo más fuerte.- ¡De acuerdo! ¡También me pasó! ¿¡Ok?!
-¿Eh?
-Le dije a Joey y Kaiba que podían dormir mientras lo cuidaba y me pasó de TODO.- Dice abriendo mucho los ojos. Mokuba está seguro que si sus manos no estuviesen ocupados se estaría jalando el cabello.- Tenia el pañal húmedo y mientras acomodaba el pañal tuvo la brillante idea de hacerse encima de mi mano.- Dice desesperada.
Mokuba abre los ojos a la anécdota.
-Fue horrible. – Continúa mirando al tranquilo bebé.- Además que lloraba tan fuerte que, no sé, simplemente empezó a escupir la leche que se había tomado antes.- Dice alejando el biberón y poniendo a Kosei a sacar los gases.- Tuve que correr por ayuda y rogar que no dijeran nada a Joey ni Kaiba.
Mokuba conectó inmediato con la historia y francamente está demasiado agradecido con Serenity, sin ella no hubiese podido arreglar todo el desastre de la habitación de Kosei ni calmar al propio bebé.
-Mokuba.- Sale de su ensoñación al oír su nombre de parte de la chica.- Guardemos estos secretos entre nosotros. Algo me dice que ese par no estará muy contento si se entera todo lo que hicimos pasar a Kosei.- Suspira Serenity.
Mokuba le sonreía mientras la ve acomodando a Kosei en el centro de la cama de la chica. Cuando el bebé esta cómodo pone una mano en el hombro de la castaña.- Muy pronto esos dos se casarán, somos prácticamente familia ¿No?
Serenity lo mira sorprendida para luego reír en voz baja.- Es cierto, ya somos familia. Un secreto solo fortalecerá la relación familiar entre los tres.
Ambos ven a Kosei dormido que hace algunos quejidos y rezan en silencio para que se quede así tranquilo.
Al final del día, Mokuba aún cree que Kosei es un ángel… Pero sólo cuando está dormido.