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La nueva vida por MizaiTan

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Yami estaba parado fuera del baño de su casa, tratando lo posible de no hacer gestos por los sonidos repugnantes que salen de dicha habitación. Aunque no puede evitar mostrar una cara de alivio al ver a su Yugi llegando con un té y unas galletas saladas.

Casi se siente con ganas de abrazarlo.

-¿Cómo va? – Pregunta el más bajo con un rostro preocupado.

Aunque su pregunta es respondida con una nueva serie de arcadas procedentes del baño. Yami esta vez no esconde su cara asqueada.- No queda nada más que esperar.- Suspira resignado.

Unos 10 minutos después ya no se escuchaba nada así que con valentía Yugi entró. La vista no fue muy agradable.

Encontró a Joey sentado en el piso del baño, recostado a la pared. Se veía pálido y estaba sudando mucho. Tenía en una mano un frasco de desinfectante bucal y en la otra una toalla húmeda que se trataba de pasar por la cara.

-Oh, Joey – Dijo Yugi preocupado entrando en el baño. Le ofrece una de las galletas saladas, aunque ve que su amigo le hace mala cara.- Tómala, he escuchado que sirve muy bien para las náuseas.-

Sin nada que perder Joey le da un mordisco. Le sienta bien en su estómago, y es bueno tener algo sólido. Joey le agradece con la mirada y una sonrisa a su amigo y se termina la galleta.

Yami se apoya al marco de la puerta.- ¿Suele pasar mucho? ¿Esto de las náuseas?

-No realmente. No me pasa todas las mañanas pero cuando me da me dan ganas de estrellarme la cara contra la pared.- Yugi le pasa el té y este le sonríe en respuesta. Luego suspira.- Odio enfermarme, y también odio los hospitales.-

-Bueno ahí si no tienes nada que hacer, deberás visitar el hospital muy seguido de ahora en adelante.- Dice Yugi dándole una mano para ayudarle a levantarse del piso del baño.- Arriba.

La pareja guía a Joey al cuarto de invitados, donde éste pasó la noche.

Ha sido menos de una semana desde que le dijo a Kaiba que hablaría con él personalmente y se siente algo presionado, últimamente los sentimientos de soledad le consumen día a día, pero no quiere decirlo. Aunque quizás sus amigos pueden sospechar un poco por las escenas que a veces hace.

Hace solo dos días estaban los cuatro reunidos en la sala de su casa: Yugi, Yami, Tristán y él. Hablaban de asuntos triviales cuando de repente Joey ve en uno de los portarretratos una foto suya y de Seto juntos. Y él simplemente se quedó callado abrazando el portarretrato, ignorando las preguntas preocupadas de sus amigos.

Detesta este asunto de las hormonas. Hablar cada noche con Kaiba lo vuelve más ansioso que relajado.

Por lo que decidieron invitarlo a pasar la noche, y en esas se encontraba ahora.

-Joey, ¿Cuándo vas a ir al obstetra? – Le pregunta Yugi mientras los tres se sientan en la cama.

-Lo he pensado, y voy a esperar a que Seto llegue. Además solo se tardará unos días más.- Dice Joey tomando su celular y ve una llamada perdida de su cuñado, pero aun así deja su celular nuevamente donde estaba.

-Más vale que responda como debe – Dice Yami determinado. Aunque casi enseguida se pone una mano en su boca mientras ve a Yugi susurrando que se calle.

Es cierto. Conociendo los arranques emocionales que a veces tiene Joey podría echarse a llorar de solo considerar que Kaiba lo puede dejar. Pero sólo lo ven suspirar.

-En realidad mi preocupación es que responda más de lo que debe.-

La pareja se mira y luego miran a Joey interrogante.- ¿Cómo estas tan seguro de que responderá? – Pregunta Yugi.

El rubio sonríe.- Confío en él

Eso fue hace solo unas horas, Joey ahora estaba dormido en la cama de invitados, junto con su famoso peluche de dragón de ojos rojos. Regalo de Yami.

Al ser sábado no tenía clases ni que trabajar ese día en la tienda por lo que se permitió darse un merecido descanso.

La pareja sabía que a pesar de lo que su amigo les decía, él estaba preocupado. No saben de qué, podría ser de la futura reacción de Kaiba, ocultarle la verdad a él y a su hermano, decisión sobre su futuro o incluso sobre la universidad.

Ambos están en la sala jugando el Duelo de Monstruos cuando de repente suena el celular de Yugi… Otra vez.

Ambos suspiran.

Mokuba ha estado llamando a Joey durante el día. Parece ser, según los mensajes que llegaron al celular del rubio, que Mokuba había estado ocupado en la empresa pero que hoy estaba libre y quería invitar a Joey a pasar el día y la noche en la mansión aunque Kaiba no estuviera.

Por alguna razón Joey solo le dijo que no podía y luego comenzó a ignorarlo, luego de casi 8 llamadas perdidas Mokuba comenzó a llamar a Yugi pero Joey le dijo que no le dijera que estaba con ellos.

Aunque no quiso decir las razones.

Por lo que allí estaban, ambos sintiéndose mal por hacer que Mokuba se preocupase innecesariamente. Se volvió tan paranoico como Kaiba en lo que respecta a Joey, ya que lo ve como otro hermano.

El sonido de llamada termina y casi inmediatamente suena el timbre, haciendo que ambos respinguen en sus asientos.

-Yo voy.- Anuncia Yami. Abriendo la puerta y encontrándose con una sorpresa.

-Hola – Dice no muy feliz y de brazos cruzados un chico del mismo alto que Joey de larga cabellera negra, vestido con un pantalón negro formal, una camisa blanca manga larga remangada hasta sus codos junto con un chaleco de tres botones del mismo color del pantalón y una corbata roja. Ya es todo un hombre a sus 15 años.

-Mokuba.- “saluda” en respuesta un asombrado Yami mientras ve pasar a Mokuba a su casa, quedando su guardaespaldas afuera vigilando la entrada.

Mokuba se para en el centro de la sala mientras ve a Yugi, también de pie, y luego al celular de este que se encontraba en la mesa. Le da una mirada de decepción.

-Conozco la respuesta, pero igual preguntaré.- Dice Mokuba cruzándose de brazos mirando detenidamente a Yugi. - ¿Ignorabas a propósito mis llamadas? –

Yugi se encoge ante la mirada y baja la cabeza. Yami está inmediatamente a su lado y le da la mano.- Disculpa, Mokuba. Pero era necesario.- Responde Yami en lugar de su novio.

-¿Y se puede saber por qué? ¿Acaso sabían el motivo por el que llamaba? – Ve a ambos a asentir a la última pregunta.- ¿Entonces saben lo que pasa con Joey?

-Él…- Dice Yugi mirando a todos lados, tratando a toda costa de no mirar la habitación de invitados para no delatarse – Él no se ha estado sintiendo bien.-

Las facciones serias de Mokuba cambian a un rostro preocupado al oir eso. Puede que Mokuba haya heredado un poco el perfil de Kaiba en algunas situaciones pero sigue siendo el mismo por dentro.

-¡¿Qué tiene?! ¡¿Está enfermo?! – Pregunta angustiado el pelilargo.

La pareja se mira entre si no sabiendo qué responder a eso.

De repente se escucha el sonido de algo rompiéndose. Más concretamente, algo de vidrio. Ambos se asustan ya que el ruido provino de la habitación de invitados e inmediatamente miran hacia allá.

-¿Q-Qué pasa? – Pregunta confundido Mokuba, aun preocupado.- ¿Fue tu abuelo, Yugi?

Ambos se vuelven a mirar entre si y asienten de forma rápida.-V-Voy a ver qué pasó.- Dice Yugi y se aleja rápidamente a ver qué fue lo que pasó.

Al llegar y abrir la puerta encuentra todos los fragmentos de lo que fue un vaso de vidrio, en una pequeña pila junto a la cama, quizás el rubio los recogió. Pero ¿Dónde estaba él?.

Yugi se angustió y fue a buscarlo un poco asustado, aunque suponía que estaba en el baño. Al llegar allí no escucha los típicos sonidos de arcadas que esperaba oír, sino exhalaciones lastimeras. Abre un poco la puerta y ve a su amigo en la misma posición que en la mañana, sentado en el piso del baño recostado a la pared. Solo que en vez de una toalla tenia apretado el peluche con sus dos brazos.

No lloraba, pero los sonidos que hacia junto con su cara asustada hacían verlo peor.

Yugi se acercó y tocó su brazo, lo siente temblar.- Joey, ¿Estas bien? ¿Te lastimaste con el vaso?

Joey niega con la cabeza pero mirando a un punto fijo que no es Yugi

-Una pesadilla.- Yugi aprieta su brazo en señal que continúe.- Soñé que perdía a mi bebé justo con la misma ropa que llevo, y cuando desperté mi estómago comenzó a dolerme mucho. Intenté tomar un vaso de agua pero el dolor era tan fuerte que lo dejé caer.-

Yugi no puede creer lo que oye. Él también empezó a sentir miedo por el pequeño.

-¿Y entonces? –

-Entonces vine al baño a ver si eran nauseas pero no era nada, y de repente ya no siento nada. – Voltea a ver a Yugi con rostro alarmado.- No siento nada.- Repite sonando más lastimero que la última vez.- Yugi… Tengo miedo de que algo haya pasado.- Su labio incluso tiembla.

Yugi iba a decir algo cuando la puerta se abre estrepitosamente haciendo que ambos volteen.

-¡Joey! – Dice Mokuba aliviado de verlo aunque preocupado al mismo tiempo por su estado.- ¿Qué pasa? – Mokuba también se agacha a su lado.

Yugi mira confundido a Mokuba y luego voltea a ver a Yami que acababa de entrar al baño. – Lo siento, cuando el abuelo llegó de la tienda no pude detenerlo de buscar en el cuarto de invitados y luego aquí.- Yugi le asiente comprendiendo.

-Mokuba – Dice Joey aun con su cara asustada y leves espasmos, haciendo que Mokuba lo abrace pues nunca le había visto en tal estado.- Mokuba...

-Si, Joey. Aquí estoy – Le responde Mokuba tranquilizador, sobándole un poco la espalda tal como el rubio hacia antes con él.

Joey siente que debe preocuparse de que Mokuba esté allí, pero su instinto hacia su bebé es más fuerte que alejar ese calor familiar y consolador de él. Se quita del abrazo y ve a Mokuba a los ojos.- Tengo miedo.

-¿Miedo? – Se sorprende al escuchar esa palabra de su querido cuñado.- ¿De qué?

-D-De que le haya pasado algo… Yami.- Ahora voltea a ver al susodicho.- Dime qué hacer, tengo miedo que algo le haya pasado, por favor.- Joey se vuelve a abrazar a Mokuba que mira a confundido a Yami buscando una respuesta.

Yami voltea a ver a Yugi con la misma expresión. Este último al ver a Joey tan cómodo con Mokuba, sabe que él es lo que necesita en lo que Kaiba llega para brindarle esa protección que al parecer le falta sentir. Además ve que sin reparo habló de eso delante de todos por lo que ya no ve sentido seguirlo callando.- Yami, Joey dice que se levantó con un fuerte dolor de estómago y luego no sintió nada. Aparte de haber soñado con un aborto, así que teme que haya pasado.

-¿Ah? – Pregunta Mokuba confundido aun sosteniendo al rubio.- ¿Qué se supone que significa eso?

-Mokuba, Joey está embarazado – Le dice Yugi mirándolo a los ojos para luego voltear a ver a Yami.- ¿Qué hacemos?

Yami piensa un momento.- Pues se me ocurre conseguirle una prueba de embarazo, es lo más rápido que tenemos a la mano.

-Buena idea.- Dice Yugi levantándose.- Ves por una, yo me encargaré de hacerle un té a Joey para que se calme un poco. – Se dirigió al par.- ¡Mokuba, encárgate de Joey!

Aunque poca atención le prestó el pelinegro púes estaba teniendo su propia conversación con el rubio.

-¿Em-Embarazado? – Joey asiente aun ocultado su rostro en el hombro de Mokuba, ni siquiera le importa que se enterara, solo quería saber si su bebé estaba bien.- ¡Eso es increíble! ¿Eso es lo que ocultabas? ¡Wow! ¡No puedo esperar para ver la reacción de mi hermano! – Decía emocionado apretando un poco más fuerte a Joey.

-Sí, pero ahora ya no sé si aún sigo embarazado.- Dijo Joey cortando la alegría de Mokuba.

-No te preocupes, vamos a averiguar si todo está bien.- Le levantó la cabeza un poco y retiró con el dedo una lagrima furtiva que se le escapó a Joey.- Yo diría que solo fue un sueño haciéndote una mala pasada.-

Joey asiente no muy convencido y vuelve a poner la cabeza en hombro. Ambos se quedan en un silencio cómodo por un rato.

Yugi llega con el té, pero al ver la escena decide no interrumpir y esperar a que Yami llegue.

 

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-¿Te sientes mejor?

-Sí, gracias.

Los cuatro estaban en la sala después del incidente del baño. Joey se sentía mucho mejor después de que Yami trajera la prueba y comprobar que aún estaba en cinta. Ahora estaba sentado en el sofá con un Mokuba sonriente a su lado que se emocionó al ver la prueba de embarazo y cerciorarse que efectivamente sería tío.

Casi podía sentir esa vibra infantil que con el paso de los años, el ahora adolescente, había perdido.

-¡Que emoción! ¡Seré tio! – Mokuba estaba emocionado.- No era que dudara con todo lo que hacen en las noches pero no lo esperaba tan pronto.

Yugi y Yami se rieron un poco mientras Joey mira a otro lado avergonzado. Luego vuelve a ver a su cuñado.- Mokuba, espero que puedas mantener el secreto, esto es algo que yo quiero contarle a Seto en persona.-

Mokuba le levanta el pulgar.- No hay problema, yo no diré ni mu.- Luego quita la sonrisa y lo mira algo más serio.- Pero dime por qué no querías verme.

-Yo también tengo curiosidad – Dijo Yami

Joey suspira.- Aun no me siento cómodo con todo esto, ni tampoco quería mentirte en tu cara, y si me quedaba en la mansión puede que me diera las náuseas de la mañana y conociéndote también armarías una tormenta en un vaso de agua y traerías doctores y a Seto. Y no, no iba a pasar por eso – Joey mira a Mokuba entrecerrando los ojos.

-Claro que no, no soy Seto.- Mokuba aun ve la mirada que le manda Joey y pone una mano en su cabeza un poco nervioso.- Bueno, bueno. Podría ser.

-Aunque hubo un fallo en tu plan de ignorar, Joey.- Dice Yami desde la silla donde se encontraba sentado. Vio la mirada interrogante de Joey.- Este chico salió tan inteligente y terco como su hermano. Al ver que Yugi no contestaba vino aquí por respuestas y no me sorprendería que ya haya ido a tu casa.- Mokuba asiente.- ¿Ves?

Joey vuelve a suspirar.- Tenía que habérmelo esperado.-

-Entonces ¿Ahora si vendrás a casa conmigo?

Mansión. Fue el pensamiento colectivo de los otros tres en la habitación. Esa tendencia a llamarle casa a semejante construcción querían que Joey lo hiciera, aunque él estaba lejos de decirle así.

Joey miró a sus amigos preguntando en silencio si debía ir. Yugi le asiente.- Creo que ahora necesitas de tiempo de familia y no estar solo en casa teniendo tantas cosas en la cabeza. Y ya que no están ni Kaiba ni Serenity, Mokuba es lo más cercano que tienes a la familia.

Mokuba siente varias veces aunque por dentro se siente un poco herido por ser llamado “cercano a la familia” y no directamente familia, ya que para él eso son.

-Pues supongo.- Mokuba toma del brazo a Joey para hacerlo levantarse.

-¡Perfecto! Entonces vamos, te puedes quedar todo el tiempo que quieras.- Lo conduce hasta la puerta del cuarto de invitados para recoger sus cosas.- Le podemos decir a Mattew que nos lleva a tu casa a recoger lo que haga falta y podemos ir a… - El sonido que aplacado al cerrar la puerta del cuarto con ambos dentro.

Yugi y Yami se miran y se sonríen entre sí. Ven a Joey con una sonrisa al entrar a la habitación y eso es suficiente por ahora.

Notas finales:

Gracias por sus comentarios, son muy amables conmigo.

Espero que siga disfrutando la historia.

Nombre del proximo Capitulo: Aviones y hospitales.

Bye-Nee~

 


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