Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La nueva vida por MizaiTan

[Reviews - 242]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

La noche había empezado bien. Fue invitado a la mansión por Mokuba y recibido con una gran cena. No quería admitirlo a su cuñado, pues sabía que enloquecería, pero su plan de cena era ramen instantáneo.

No es que fuera desconsiderado, claramente sabía que su alimentación debía mejorar ahora que estaba embarazado, pero se había sentido cansado durante todo el día. Incluso le pidió a uno de sus compañeros que lo cubriera en el trabajo de la noche porque se sentía agotado.

Así que ganas de cocinar no tenía mucho. Solo quería acostarse, escuchar la voz de su Seto y dormir.

Mokuba llegó a eso de las 7 de la noche. Afortunadamente llegó un día en que no había ido a trabajar pues se hubiese enterado.

Llegó emocionado diciendo que preparara una maleta para dos o tres noches pues sabía que Kaiba querría quedarse con él después de enterarse.

Y que quería pasar tiempo de calidad con Joey y su sobrino antes de que llegase su hermano.

Le emocionó recordar que su novio llegaría, aunque se preocupaba un poco. Aún no había planeado como contarle.

Luego de cenar se dirigió a la habitación principal, perteneciente a Kaiba, donde se daría un largo baño.

Al entrar hizo una mueca característica suya de cada vez que abría la puerta. Él estaba seguro que solo la habitación y el baño cumplían con el tamaño total de su 1LDK (*). Recuerda que incluso la primera vez al entrar escuchó la risa de Kaiba al verlo con la boca y ojos muy abiertos.

Tomó un baño y se acostó en la cama King size. Aun se sentía cansado, incluso algo débil pero lo sabía normal por el embarazo. El doctor en urgencias le dijo que era normal experimentarlo ya que el cuerpo masculino se transforma internamente para dar cobijo al feto, nada más pasaría por un par de semanas entre el segundo y tercer mes. Podría resultar un poco doloroso así que le pidió tomarlo con calma.

Por esa razón no se asustaba de a veces tener retorcijones en el estómago o sentirse débil y con fiebre en ocasiones. Todo era bienvenido mientras significara un estado saludable para su bebé. Aunque eso no significaba que le gustara, le complicaba un poco su vida con su balance de universidad – trabajo – novio de multimillonario protector.

Habló con su novio por un buen rato, el cual le recodaba sobre la noticia.

Él lo conocía, sabía que debía de estar comiéndose las uñas de la curiosidad, pero ya Mokuba le había hablado sobre una reunión y no quería ser la causa de un posible decline multimillonario internacional, asi que lo mejor sería dejarlo en espera para la siguiente noche.

Tenía que entregar los periódicos a las 7, por lo que le pidió a uno de los mayordomos que le despertara una hora antes pues sabía que con el agotamiento que sentía no podría levantarse sólo con la alarma.

Pero no salió como esperaba.

A las 5 de la mañana ya se encontraba despierto.

-Pe-Pero qué demonios…- Preguntaba a nadie en particular. Se despertó con un terrible y muy conocido dolor en su estómago.- Calma, calma. Es normal.- Se trataba de dar ánimos apretándose el estómago con sus brazos.

-Calma. Es normal. Aguanta.- Se dice casi con lágrimas en sus ojos. Era cierto que se sentía un poco más fuerte, pero no era la primera vez que ese dolor lo levantaba.

Lo único que podía hacer era esperar a que pasara, no era muy extendido, se le pasaría pronto. Pero eso no significaba que no se le hiciese eterno.

Respiró varias veces y notó que sudaba y temblaba. Se quitó las sábanas. Se sentía algo caliente, quizás le dio fiebre por el dolor.

Cada respiración era más dolorosa que la anterior.- Te-Tengo… que distraerme – Se arrastró por la cama para tratar de llegar a la mesa de noche donde estaba su celular. Sabía que tratar de dormir sería imposible.

Al tomarlo se dio cuenta que su batería solo tenía 10%, sabiendo que no le duraría por el tiempo que dolor estuviese decidió tratar de levantarse para tomar el cargador que se encontraba en su maletín, apoyado en una silla cerca de la ventana.

Esa corta distancia se sintió como caminar en un desierto sin rumbo.

Se apoyó de lo que podía para tratar de llegar. Encontró el cargador y se dio la vuelta para volver.

Pero fue en vano. Quizás por el repentino movimiento de levantarse y caminar, ya que siempre se quedaba quieto, quizás porque desde el día anterior no tenía muchas fuerzas, quizás por la fiebre combinada con el dolor o quizás por todo lo anterior. Cualquiera que haya sido la razón no importaba en ese momento.

De igual forma no tenía tiempo para considerar cualquier alternativa, su mente estaba ocupada tratando de que su vista se enfocara y no viera todo borroso. Sintió que todo se balanceaba.

Agarró su estómago con fuerza para tratar de protegerle de la inminente caída, no quería que nada le pasara a su bebé. Sin embargo cuando todo se desvaneció no supo si logró su cometido.

 

Xxx0xxx0xxx

 

Se escuchaban ruidos lejanos, casi como si estuviese dentro del agua. Su conciencia poco a poco estaba volviendo. No supo identificar que estaba pasando a su alrededor pero sabía que alguien hablaba.

Sus ojos poco a poco comenzaron a abrirse, no distinguió mucho pues todo lo veía borroso.

Sintió una mano en su cabeza, con su vista un poco más clara notó el interior de un vehículo. Sentía que lo conocía pero su conciencia aún estaba un poco dormida.

Levantó un poco la cabeza.

-… Sé que es importante y que Seto llegará hoy pero tú debes encargarte de todo en lo que yo vuelva…- Mokuba hablaba por celular con una expresión preocupada.- Si se llega a esa situación entonces yo personalmente hablaré con los coreanos… Lo asumo…

-M-Mokuba.- Susurra Joey con los ojos entrecerrados.

El pelinegro se asombra y luego le da una sonrisa aliviada. Se dirige nuevamente a su interlocutor sin despegar la mirada de Joey.- Luego te llamo…- Colgó y dejó su celular a un lado. Dirigiendo toda su atención a su cuñado.- Oh Joey. Qué bueno que estas bien. Nos diste un buen susto.- Pasa su mano entre las hebras del dorado cabello.

Ahora que ya estaba un poco más consciente podía ver que el vehículo se le hacía conocido pues era la camioneta que usaba Mokuba. Estaba acostado en la parte trasera, su cabeza sobre el regazo de Mokuba.

El conductor y guardaespaldas de Mokuba estaban en la parte delantera.

Siente un alivio recorrer su cuerpo al notar que el dolor había desaparecido. Suspiró. Al menos al desmayarse no tuvo que soportar el dolor, aunque el resto de su cuerpo no estaba de acuerdo en sentirse aliviado, todos sus miembros estaban agotados como si hubiese hecho ejercicio por horas.

-¿A dónde vamos? – Pregunta el rubio

-Al hospital, tonto. ¿Dónde más?

No quería ir al hospital pero sabía que con el auto en movimiento y su cuerpo en ese estado poco podía hacer para evitarlo.- Mm, ¿y qué hora es? – Pregunta volviendo a cerrar sus ojos.

-Las 7 am.

Joey abrió los ojos ante la respuesta.- ¡¿siete?! – Dijo tan alto como pudo con una cara asustada, empezó a hiperventilar y se agarró su estómago cuando sintió una pequeña punzada.

El pelinegro puso su otra mano en el pecho de Joey pues sus respiraciones sonaban pesadas.- Joey, cálmate. No te pongas así cuando acabas de despertar.-

-¿P-Pero qué dices? … Mokuba, deberías estar en la empresa, y yo en el trabajo, además que Seto llega luego.- Miró a todos lados desesperados.- No hay tiempo para ir al hospital.

-Joey – El rubio miró a Mokuba para verlo con una cara seria, le asustó un poco pues no estaba acostumbrado de que le mirara así.- Es por tu salud y la salud de mi sobrino. Nada es más importante que eso.

Joey niega con la cabeza.- No es nada, ya me han dicho que pasaré por dolores. Es normal. Ya no me duele nada. No es necesario.- Decía frases desesperadamente para tratar de darle sentido. Pero ve a Mokuba aun serio.

-Aun asi, ¿Crees que podría dejarte en casa solo y sufriendo…- Quita su mano del cabello de Joey para ponerla en su frente. Hace una mueca.-… con una fiebre tan alta y acabado de desmayar? Lo siento pero no.

Joey siente lágrimas picándole en la esquina del ojo. Por un lado se siente feliz que alguien se preocupe tanto por él, pero por el otro no quería que dicho alguien tuviese problemas.- Mokuba, debía trabajar hoy.

-No te preocupes, ya llamé a tu jefe.

Prefiere ignorar por ahora el cómo su cuñado consiguió el número.- ¿Y qué hay de la reunión?

Mokuba suspira.- ¿Es eso lo que te tiene así? No te preocupes, la reunión es a las 12. Solo que mi hermano me dijo que llegara temprano.-

Joey se permite suspirar algo aliviado. Voltea la cabeza hacia otro lado.- No quería causar problemas. Estoy seguro que este no era plan que tenías cuando me invitaste a quedarme.- Siente ambas manos de Mokuba sujetarle cada lado de su cabeza, volteándola lentamente para que le viera a los ojos.

-No era mi plan, pero lo prefiero asi. No soportaría que esto hubiese pasado cuando estuvieses solo en casa. – Le dio una pequeña sonrisa – Joey, a veces es bueno confiar en las personas. Sobre todo en la familia. Si estas enfermo es mejor que seas cuidado.

Otra vez sentía la lagrima en sus ojos pero se esforzó por no dejarla caer, parpadeando varas veces. Le asintió a su cuñado y se dejó acariciar nuevamente el cabello mientras cerraba los ojos para llegar al hospital.

 

Xxx0xxx0xxx

 

-Mokuba, ¿Qué está pasando? – Dice una voz en la otra línea.- ¿Dónde estás?

Si era franco no quería contestar cuando su hermano llamó por primera vez, pero a la segunda se sintió culpable, así que contestó.

No le gustaba ocultarle cosas a su hermano, pero sabía que se volvería loco si supiera que su adorado novio estaba siendo revisado por el doctor. Le había pedido que saliera del consultorio, ahora estaba en la sala de espera.

De repente ve acercarse el doctor que atendió a Joey. Pone una mano en el celular para que no se oiga la voz.

-Señor Kaiba, voy a darle información sobre el paciente.

Mokuba le hace una seña rápida de que espere-

- Hermano, debo colgar, pero en cuanto termine voy a la empresa y allá hablamos. Adiós.- Colgó rápidamente antes de darle a Seto tiempo para contestar. Le asintió al doctor.

-Es normal que el Señor Wheeler sienta dolores en la parte abdominal, debido al proceso de Organización Interna.- Mokuba le da una mirada confusa a lo que el doctor le asiente entendiendo.- En esta los órganos del cuerpo se acomodan para que exista un lugar apropiado para el crecimiento. Como bien sabe los hombres naturalmente no se embarazan a menos que tengan un gen portador en su composición genética. Estos nacerán y crecerán con un cuerpo masculino normal hasta que queden en embarazo, allí es donde se da el cambio.

Mokuba asiente, últimamente había leído sobre embarazos masculinos.- ¿Entonces esta Organización interna es lo que le provocó la fiebre y el desmayo?

El doctor asiente.- No se preocupe es algo natural el dolor abdominal en el reacomodo, así como también experimentar episodios de cansancios extendidos. Además este solo dura dos semanas o menos.-

Mokuba exhala aliviado y feliz que nada malo pasara.- ¿Entonces puedo llevarlo a casa?

-Me temo que no.- Dice el doctor quitando la sonrisa que se le había instalado al ver a Mokuba feliz.

-¿Por qué no? – Pregunta volviéndose a asustar. - ¿Hay algo mal?

-Su fiebre era muy alta, no podía dejarlo pasar por lo que fue canalizado. Quiero recomendar reposo y dormir lo mayor posible en el día y al menos unas 8 horas de sueño cada noche. Ya que me comentó que había estado durmiendo alrededor de 6 horas por día. Además de decirme que debía irse a la universidad y usted a su trabajo.- Dice el doctor frunciendo el ceño.- Quizás esa sea la razón de que la fiebre le haya golpeado tan fuerte. Le asigné un cuarto privado para que pudiera descansar aunque él no quiera.

Mokuba se volvió a permitir un suspiro aliviado.- ¿Así que básicamente está en la habitación para descansar y pasar la fiebre?

-Se podría decir, hay que darle a nuestros pacientes el mayor cuidado posible.-

Mokuba se resiste a voltear sus ojos. Si claro, es porque yo lo estoy acompañando y soy un Kaiba. Tipo aprovechado. Piensa sin transmitir en su exterior.

-¿Entonces puedo verlo?

-Acompáñeme, por favor

Ambos caminan y suben al ascensor para llegar al tercer piso, al entrar en la habitación Mokuba ve a su cuñado en el centro de esta acostado en una cama con el ceño fruncido mirando el techo. Aunque inmediatamente inclina un poco la cabeza para ver quienes entraron.

Frunce más el ceño al ver.- Doctor, no necesito una habitación. Hay otras personas que lo necesitan más que yo. Es solo una fiebre.

-Pero es muy alta. Veremos su progreso y si en el transcurso del día presenta mejor semblante puede irse con la condición de reposo. – Dice el doctor aun mirando impasible a su paciente. Era increíble la cantidad de veces que le había repetido lo mismo.

-Es que usted no entiende.- Dice Joey sonando algo desesperado tratando de sentarse pero sin tanta fuerza, por lo desiste de hacerlo.- Seto viene hoy, y habíamos quedado en vernos en su casa.

-Joey, tranquilo, mi hermano entenderá. No es nada grave.- Le dice Mokuba para tranquilizarlo. Tomando su mano pero haciendo una mueca al sentirla tan caliente.

-Tiene razón su cuñado, nosotros hablaremos con el Señor Kaiba pero mientras tanto su única misión es dormir.- Dice el doctor.

Mokuba le asiente con una sonrisa.

Joey suspira sintiendo el efecto del medicamento haciéndole sentir sueño.- Está bien, pero no quiero que le cuenten que estoy embarazado. Eso lo haré yo.- Voltea a ver a Mokuba con sus ojos a punto de cerrarse.- Promételo, Mokuba.

Mokuba le asiente feliz de verlo bien.- Te lo prometo, descansa.

Casi inmediatamente Joey cierra los ojos completamente dormido.

-No se preocupe.- Mokuba escucha la voz del médico.- Él estará bien. Aunque me preocupa eso de que no haya hecho cita con un obstetra. Él hubiese podido recomendar algo para los dolores.-

-Él quería esperar a que llegase mi hermano. Supongo que irá pronto.- Dijo Mokuba. El doctor asiente y se retira recordando que cualquier cosa puede avisarle a él o a las enfermeras.

Mokuba se queda solo viendo a su cuñado dormir, con un mejor color en su rostro que ese tono pálido con que lo vio en la mañana.

Suspiró.

No hay forma de evitar que su hermano se enterara de que su novio está en el hospital, pero tampoco quería preocuparlo antes de tiempo. Su reloj marcaba que en un poco más de dos horas llegaría el vuelo. Lo mejor sería llamar al aeropuerto para le notificaran cuando llegaba el avión. Y decirle que llegara al hospital.

Había prometido estar a tiempo para la reunión pero francamente dudaba que se efectuara. Lo mejor sería llamar desde antes a los coreanos para reprogramar.

Tomó su celular y salió del cuarto para hacer la llamada.

 

Xxx0xxx0xxx

 

Por fin… Por fin

Era lo que pensaba Seto Kaiba cuando el avión aterrizaba, por fin, en Japón. En ciudad Domino. Donde estaba el Hospital General de Domino. Y por tanto… Donde estaba su cachorro.

Se quitó el cinturón de seguridad y se alistó para salir, pudo ver por el rabillo del ojo que Roland ya estaba preparado, también con una mirada decisiva.

Las puertas se abrieron y ambos salieron inmediatamente. Pudo ver a su conductor desde el ventanal y otro guardaespaldas

-Roland.

-¿Si, señor?

-Necesito que llames al otro guardaespaldas para que se encargue de mi equipaje y que el conductor se prepare de inmediato para dirigirnos al Hospital.

-Entendido.- Dice, mientras comienza a dar órdenes a través del auricular que acababa de ponerse. Ambos hombres que se encontraban más lejos se movilizaron.

El celular del castaño aún se encontraba apagado desde su vuelo y él no había notado, aunque tampoco es que le importara mucho.

Luego de un pequeño recorrido de 15 minutos, la limosina llegó al Hospital General de Domino. Algunos veían con asombro el vehículo o al gran Seto Kaiba caminando entre los plebeyos.

Se acercó al mostrador donde la enfermera se sonrojó un poco ante la fija mirada del millonario.

-Enfermera, necesito información de Joey Wheeler.-

-S-Si, señor.- Comenzó a buscar en su computadora.

A pesar de que todos su alrededor pensaban que se encontrara estoico y serio, solo Roland podía ver los ligeros temblores que pasaban por la mano de empleador. El mismo se sentía mal rogando que Joey no estuviese internado.

-Aquí está.- Ambos saltaron ligeramente. Nadie lo notó.- Habitación F, tercer piso.

Kaiba apretó los dientes y se giró siendo seguido por Roland. No le importó agradecer, solo quería llegar.

En el tercer piso afuera de la habitación F, Mokuba mordió su labio inferior desesperado. ¿Por qué su hermano aún tenía el celular apagado? Quitó su celular de su oreja y entró nuevamente a la habitación.

Joey aún seguía dormido. El suero que le habían puesto ya se había acabado por lo que la bolsa fue cambiada hace media hora.

Se veía mucho mejor. Se le notaba con su respiración tan pausada. Se sentó en la silla a su lado, pensando sobre la situación. Bien podría esperar un rato para volver a intentar, él sabía que en algún momento su hermano volvería a la casa y se daría cuenta la falta de su novio. Tendría que llam…

La puerta se abre repentinamente, asustándolo. ¿Pero qué demonios? Él había dejado su guardaespaldas fuera de la puerta. Pero al voltear vio el rostro de preocupación de su hermano.

-¿Hermano?

-Joey – Susurró este entrando, ignorando todo lo demás que no fuese el cachorro inconsciente.

Se sentó en la cama justo a su lado y tocó su mejilla suavemente, notando lo caliente que estaba. Frunció el ceño y volteó a ver a Mokuba sin quitar la mano de la cara de Joey.

Roland cerró la puerta dándoles privacidad y una mirada a su jefe para que le avisara del estado del chico, a lo que este asintió ligeramente.

-¿Qué pasó? – Le preguntó el castaño a su hermano, tratando todo lo posibles de contenerse y no gritar. Sabía que no él no tenía la culpa.

-Hermano, ¿Cómo te enteraste? Yo te he estado llamando pero tu celular…

-Mokuba.- Le interrumpe el castaño sorprendiendo a su hermano menor. Aprieta sus dientes- Eso te lo cuento luego, ahora dime qué fue lo que le pasó a mi cachorro.

No hables nada del embarazo. Se dijo mentalmente.- Despertó con una fiebre muy alta, y también adolorido, por lo que se desmayó. Lo encontramos esta mañana y solo pude pensar en traerlo al hospital.

Kaiba suspiró exasperado.- Eso ya lo sé, Mokuba. En la mansión me hablaron de eso. Lo que me interesa saber es qué es lo que tiene.-

-Pues eso mismo, una fiebre alta. El doctor dice que no es grave pero tuvo que ser canalizado para aliviar la fiebre. Además Joey necesitaba descansar pero como andaba diciendo que debía trabajar, y que venías hoy, que yo debía ir a otro lado, pues el doctor supuso que no se quedaría quieto asi que es descanso forzado. Además dice que no ha estado durmiendo bien, por lo que debe garantizar que lo haga.- Mokuba se da palmadita en su cabeza por salirse por la tangente.

Kaiba suspira aliviado, y voltea a ver a su novio, aun con su mano en su mejilla. Se acerca a darle un ligero beso en la mejilla contraria. A pesar de todo se siente feliz de volverlo a ver.

-Hermano, asegúrate que descanse bien mientras estés aquí. El doctor dice 8 horas.- Dice Mokuba levantándose de su asiento.

-Y eso dormirá.

-Y sobre la reunión…

-No pienso dejar el lado de Joey – Le interrumpe volteando a verlo.

-Ya llamé a la secretaria del Grupo Infasis. Se reprogramó para pasado mañana.- Siguió hablando como si no fuese interrumpido.- Yo iré a la compañía por ahora.- Se acerca a su hermano y pone una mano en su hombro.- Me alegra verte, hermano.

Kaiba sonríe y se levanta dándole un corto abrazo a su ahora alto hermano, aunque más bajo que él.- A mí también me da gusto verte.-

-Cuida de él. Nos vemos más tarde.- Le despide con la mano para luego abrir la puerta. Antes de salir le dice a Roland que puede entrar y este lo hace. Luego se va, mucho más calmado a la empresa.

Roland se entera de lo que tiene Joey por parte de Kaiba y se nota el alivio en su cara. Ambos esperando impacientemente para que el chico despertara pronto.

A las 12:30 aun Joey no se levanta, y en el tiempo que Kaiba ha estado allí ha podido actualizar información de la empresa que su hermano le pasaba por correo. Además una enfermera entró para cambiar la medicación y tomarle la temperatura. Que había bajado un poco y se encontraba en 38.5°C, en comparación a los 40 de cuando llegó era un buen avance.

A esa hora tocan la puerta. Kaiba voltea a ver para ver entrar a Roland.- Señor ya casi es hora de almuerzo. ¿Desea que le traiga uno de un restaurante cercano?

Kaiba asiente y lo ve retirarse.

Pasados unos minutos en los que estaba haciendo una transacción escucha un leve sonido proveniente de la cama. Mira y ve a Joey frunciendo las cejas mientras sus ojos lentamente se abren.

Deja todo en el sofá-cama de la habitación y se dirige a sentarse en la silla al lado de la cama. Espera que su novio poco a poco despierte.

Joey abre los ojos y ve el techo blanco del hospital. Se siente mejor que cuando durmió. Se pregunta internamente qué hora sería. Esperando ver a Mokuba inclina su cabeza hacia la derecha y se sorprende de ver a su novio sentado con una sonrisa amable en su rostro.

-Hola, cachorro. ¿Dormiste bien?

Joey siente por tercera vez en el día que las lágrimas se le acumulan en los ojos. Estira la mano hacia Kaiba en un intento de llegar a él. Este coge su mano y le da un beso en el dorso, luego apoya este en su mejilla.

-Qué bueno, ya no está tan alta.

Joey voltea su mano para que su palma sea la que toque la mejilla de Kaiba y no su dorso.- Me alegra verte. ¿Cuándo llegaste?

Seto pone su mano encima de la de Joey.- Hace más de dos horas.

Joey suspira.- Supongo que significa que perdiste la reunión. Lo siento.

-No digas tonterías, tú eres más importante que cualquier cosa.

El rubio le sonríe y trata de levantarse usando su codo. Kaiba nota lo que trata de hacer y pones sus manos debajo de sus brazos para alzarlo y sentarlo. Joey le da una mirada agradecida.

En eso entra Roland con una bolsa. Ve a Joey y se alegra.- Oh Joey, que bueno verte. ¿Cómo te sientes? – Dice dejando la bolsa en la mano de su jefe.

-Mejor, gracias. Señor Roland.

-Roland. Ya te he dicho que le hables con respeto. Es mi novio del que hablamos.- Dice Kaiba no muy contento.

Joey ríe ligeramente.- No lo regañes, amor. Fui yo quien le dijo que dejara de decirme Señor Joey, me siento raro.

-Lo puedo dejar pasar si se trata de Roland, pero mis empleados te deben respeto.- Dice mientras abre la bolsa y comienza a sacar el contenido en la pequeña mesita que tiene la sala. No escucha una respuesta del rubio por lo que voltea a verlo.

Joey mira con gran hambre los empaques que está sacando.

El rubio voltea a ver a Roland.- Señor Roland, ¿No me trajiste a mí también?

Roland le da una sonrisa ligeramente apenada.- Lo lamento, no pensé que despertarías tan pronto. Pero no te preocupes, pronto vendrá la comida del hospital.- Ríe ligeramente al ver la mueca de asco del rubio.

-No me gusta. Yo quiero lo que está comiendo Seto.- Ve con hambre el almuerzo de su novio. Que era tanto que incluso vino en dos empaques.

Kaiba se ríe.- Ya suenas como el cachorro que conozco.- Ve que dicho cachorro le hace un puchero.- Roland, consíguele uno. Mientras tanto podemos compartir el mío.

Eso le valió una brillante sonrisa que extrañaba tanto ver.- ¡Yei! Gracias.- Le señala sus labios con uno de sus dedos, a lo que Seto entiende el mensaje y se acerca a darle un beso corto, un pequeño pico.

Roland ríe y asiente.- No hay problema.- Dice retirándose.

Ambos comen, aunque Joey lo hace lentamente. Hablan un poco, cosas vagas sobre lo que han hecho últimamente. Besos aquí y allá. Llega Roland con la comida y ambos vuelven a compartirla.

Al terminar de comer Joey sabe que ya no puedo posponerlo más. Si su novio no había mencionado nada es porque Mokuba le habrá explicado alguna razón para no preocuparlo por estar en el hospital pero sin contar su situación.

Kaiba deja los desperdicios en la bolsa y se los pasa a Roland, volviendo a cerrar la puerta. Se sienta en el borde de la cama.- Bueno, cachorro, ya con el estómago lleno es hora de volver a dormir.- Pone su mano en su frente. Hace una pequeña mueca.- Aun tienes fiebre y parece que ya se te acaba el gotero, hay que llamar a la enfermera.-Se levanta ligeramente pero una mano le detiene el brazo

-Seto.- Lo jala ligeramente para que vuelva a sentarse.

-¿Hm? – Se sienta y toma la mano de su novio.

Joey entrelaza la mano con la suya y le da un apretón.- Creo que debemos hablar.-

Kaiba levanta una ceja.- ¿Es sobre lo que querías contarme? No te preocupes, descansa primero y luego hablamos de eso.-

Joey niega con la cabeza.- No, amor. Es importante. Es…- Hace una pausa mirando a otro lado.- Es quizás la razón por la que estoy aquí.- Susurra lo ultimo

-¿Qué? – Joey siente que el castaño le aprieta su mano.- ¿Qué se supone que significa eso? – Su voz se elevó un poco demostrando su enojo.

El rubio vuelve a verlo.- Es algo difícil de explicar.- Solo el silencio le responde dándole a entender que continuara.- La verdad es que ya hace un tiempo que me he estado sintiendo mal.- Pone una mano en alto. Al ver la expresión de Kaiba.- Calma, no interrumpas.- Kaiba asiente aunque su mirada se nota impaciente y preocupada.- Mareos, náuseas, dolores. Ya sabes que no suelo enfermarme por lo que no presté atención por un tiempo. No quise preocupar a nadie asi que no dije nada. Pero no sabía qué hacer, aun me sentía mal. Entonces busqué en internet mis síntomas y vi algo que se parecía asi que decidí probar…

-Espera, Joey.- Le interrumpe Kaiba.- ¿Seguiste consejos médicos de algún extraño por internet? – Se le notaba furioso.

-S-Suena mal, lo sé. Pero no es tan malo.

-Joey, ¿Preferiste buscar en otro lado que a mí? – Preguntó el castaño.

-Déjame terminar. Te dije que no interrumpieras.- Kaiba asintió pero su expresión ahora era seria.- Bien, como decía. La recomendación era usar una… una…- Se detuvo.

-¿Una qué? – Pregunta al no verlo continuar.

-Una… Una prueba de e-embarazo.- Lo susurra Joey esperando no haber sido oído y quitando la mirada.

Hay un silencio donde no se oye nada. Joey vuelve a mirar y tiene ganas de buscar una cámara con la imagen que tiene en frente. Seto Kaiba tenía la boca abierta, los ojos muy abiertos e incluso se le veía un pequeño sonrojo. Casi se quiso reír, nunca pensó verle semejante cara al grandioso Seto Kaiba.

-¿P-Pru-e-eba? – Tartamudea Kaiba esta vez provocando una ligera risa de Joey, el ambiente tenso se había disuelto.

-Sí, amorcito. Una prueba.- Le sonríe, sabiendo que ya Kaiba intuyó lo que pasaba.

-¿Y qué t-tal? – No le importaba tartamudear, nunca se había sentido con esos nervios. Aunque una sonrisita se le dejaba ver.

-Positivo.

….

Una enfermera entra con una bandeja de comida.- Buenas, traigo el almuerzo del pa... ¡Wah! ¡Señor Kaiba! ¡¿Qué está haciendo?! – Grita la enfermera al ver la escena.

Kaiba estaba de pie levantando al estilo nupcial a Joey con el gotero sobre la cama ya que se había caído del soporte. Joey tenía sus brazos alrededor del cuello del castaño, ambos besándose sin parar.

Creo que le gustó la noticia.

Piensa Joey sonriendo durante el beso.

Notas finales:

Hola! 

Bueno se reveló el misterio de lo que pasaba con Joey, por fin vimos la reacción de Kaiba y además una mini explicación del m-preg que manejo. Mas datos serán revelados luego...

Proximo Capitulo: ¿Riesgo?

Espero hayan disfrutado el cap. Nos vemos el proximo martes


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).