Together.
Cinco de la mañana, después de otro encuentro placentero, quedaron recostados en el sofá, ahí Akihito se armó de valor y pudo contar lo que podría suceder durante su embarazo. —Es complicado, tal vez no, es solo que... mi cuerpo no aguantara, aún si fuese solo un bebé el riesgo es el mismo, Soichi me lo dijo e incluso ofreció terminar con todo así ninguno sufriría.
—Por tu cara esperas que te diga "adelante házlo" quieres una segunda opinión, será un viaje largo pero confirmarán cuántos son o prefieres un aborto —sonaba frío aunque por dentro moría de nervios, no conocía todos los hechos y su niño se mostraba más desorientado que nada— respira profundo y cuéntamelo todo.
—Es que yo... —refugiendose en sus pectorales trataba de no llorar— por mi historial el obstetra me dió dos opciones, dejar solo un feto para que concluya su desarrollo o arriesgarme con los tres y perder la vida antes que el embarazo termine, salí molesto del cuarto y fui con Soichi, ahí me explicó por qué lo dijo, puede que llegue al segundo trimestre pero de ahí no pasaré aunque esté en cama todo el día ninguno sobrevivirá, en cambio si es un bebé talvez llegue al final sin embargo tendría que mudarme al ártico para no estresarme ni hacer corajes, preocuparme o cualquier otro cambio que pueda afectar su desarrollo, no quiero elegir solo, son mis hijos y una parte tuyos.
—Solo uno y ya que debo vigilarte, me aseguraré que ese niño nazca, así "mami" podrá cuidarlo también puede que sea una niña —rodeandolo con sus brazos, sentía lo frío de sus lágrimas, no es una decisión fácil pero él desea que su revoltosa pareja esté feliz— hace algunos años habrías hecho lo primero sin decirme nada, haz madurado y mereces una recompensa por ello.
—Ryuichi idiota, es un asunto serio y tú sales con estupideces —lloraba y reía al mismo tiempo pero más allá de eso, sentía paz, Asami no grito ni le exigió nada, realmente había cambiado en algunos aspectos— lamento mucho ésto, ya no podré darte más hijos ade... —un cálido beso interrumpió sus palabras, la idea que tenía se perdió en esa muestra de afecto.
—Te he dicho que solo quería que estuvieses conmigo, los mounstritos fueron un extra, así que no te preocupes —girando medio cuerpo dejo a su gatito de espalda al sillón— solo necesitaba un heredero para que ellos estuviesen contentos —llenandolo de besos— ahora bien practiquemos para abrir nuestra tienda de lácteos.
—Mejor una de helados, bien cremositos aaah —aun con la garganta irritada podía gritar y gemir, el nombre de su amante salía entre suspiros mientras rasguñaba su espalda por tanto placer que le daba. Dormir una hora, ir a casa para bañarse y así acudir al hospital donde lo operarian salvando una vida.
—No creí que aceptarás esto, pero al hacerlo sus posibilidades aumentaron bastante, solo tendrá que comer bien y descansar mucho —Soichi hablaba haciendole compañía a Asami mientras se realizaba el procedimiento.
—Tu no debiste hablar con él, nadie de hecho, la próxima vez no lo pasaré por alto, tienen suerte que decidiese contarme, si algo salía mal aquella ocasión, quien me lo diría, la enfermera o el médico a cargo, esté hospital se mantiene gracias a mí, piensa en eso y no vuelvas a hacerlo, habla también con la obstetra, cualquier cosa que suceda quiero saberlo, quedó claro —la mirada sería reflejo exacto de sus ganas por desaparecerlos a todos— no tientes a tu suerte Soichi, terminarás perdiendo.
Dos horas duro la intervención, tanto Akihito como el feto estarían a salvo, un mes en reposo absoluto para que recupere la movilidad, esa fue la indicación del doctor. De regreso a su hogar Asami pidió a Mikhail que no dijiese nada sobre el embarazo múltiple ya que solo tendrían uno y eso con mucho esfuerzo.
—Fei me comentó algo de eso, al principio no quería decirme pero su carita lo delata, estaba preocupado por como ibas a reaccionar y si serías capaz de abandonarlo, lloró tanto que se quedó dormido.
—No lo voy a abandonar, hace unos siete u ocho años talvez, ahora quiero protegerlo junto a mis hijos, puedes decirle a Fei que este tranquilo mi lindo gatito no sufrirá —disfrutaban de sus tragos en la sala— también te encargo las negociaciones de las próximas semanas, cualquier cosa sabes dónde encontrarme.
—Cuenta con ello, también movilice algunos hombres para que indaguen el otro asunto, serás el primero en saber los hechos —despidiendose de su colega, Mikhail volvió junto a su dragón llenandolo de mimos, revisando que sus angelitos estén bien.
Debido a esos acontecimientos la boda de Kuroda se retraso, a él no le molestó al contrario sacaría provecho. Sus amigas al enterarse del nuevo bebé, se encargaron de terminar la reconstrucción de las oficinas entre otros proyectos que tenían pendientes, mientras Akihito gozaba los cuidados y mimos de su esposo e hijos.
En otra ciudad, dentro de un hotel dos hermanos discutían llegando al grado de golpearse mutuamente, gritándose sus verdades. —Crees que eres un salvador pero te equivocas, desde el principio todo estuvo mal hecho.
—Tu piensas que por ser el favorito tienes la respuesta, gracias a mí aún existe la compañía de padre, eso es lo que no entiendes —lanzando todo lo que había sobre la mesa al suelo— ahora vete, hoy no requiero de tus servicios.
—Solo quiero que respondas algo y me iré para siempre, todos son tuyos o hay uno que sea mío y tenga mi sangre —señalando las fotos en el piso— quiero la verdad.
—Nunca fue tuya, solo esa mocosa es tu hija, el resto son míos, Arabelle con tal de no perder su estilo de vida se ofreció a mí como la zorra que es, ahora que lo sabes mi querido hermano, tendré que deshacerme de tí —sacando su arma disparó a matar pero aquel hombre fue más rápido saltando por la ventana— Monti ven de inmediato, ordena a todos que lo busquen y lo liquiden, quiero a Alger muerto está noche.
Su fiel sirviente inicio la búsqueda por toda la ciudad sin embargo el mayor de los Von Fuerst tenía amigos que le ayudarían a escapar. Bergén molesto decapitó a sus subordinados colgando las cabezas como recordatorio de lo que pasaba si no cumplían las órdenes. Pasando las cuatro semanas su nueva mano derecha le entrego el informe de actividades sobre su reina.
—Asi que, está en la espera de su cuarto hijo y ese sujeto no se le despega, talvez sea tiempo de obligarlo, traigan a Niko, es momento que nos preste su ayuda —dentro de esa oficina, se orquestaria el plan perfecto para robar un magnífico tesoro.
—Tengo teléfono, no es necesario que mandes por mí como si fuese uno de tus lacayos —cerro la puerta haciendo notar su enfado— dime cuál es la urgencia.
—Nikolai, debemos actuar ahora, mi niño hermoso está en peligro y tengo que salvarlo.
—No exageres, solo tendrá un bebé, por lo que me ha dicho mi contacto, Asami, Fei Long y Mikhail lo cuidan bastante bien —tomando asiento se sirvió un trago disfrutando del amargo sabor— tus secuaces son lentos si te acabas de enterar, el chico ya está en su cuarto mes.
—Si lo sabías ¿Porque no me lo informaste? Pude haber actuado antes —caminando de un lado a otro leyendo esas hojas ahora inservibles— así no es como trabajan los socios.
—Somos socios por una razón, prometiste que sería mío, pero como no es así, no puedes darme órdenes —terminando de beber— ahora bien, tengo la solución a tu problema y solo necesito unos cuantos hombres.
—Si el plan me convence te daré lo que pidas —sentandose frente a su colega— entre más rápido sea mejor para mí.
—Quiero que tus subordinados investiguen a tres hombres guardias de Asami, según mi informante tienen problemas financieros, será fácil sobornarlos y así tendremos acceso a la oficina donde se encuentra tu chico —escribiendo los nombres en una servilleta— cuando tengas la información podrás actuar libremente al igual que yo.
Ambos hombres se despidieron, cada uno empezaría a moverse para conseguir sus objetivos aunque tengan que pasar por encima del otro. A kilómetros de distancia, un joven rubio se dedicaba a complacer a su esposo mientras trabaja.
—Debo decir Akihito que mi ánimo mejoro al igual que mi concentración pero la productividad a descendido notablemente desde que pasas todo el día conmigo —recostado en el sofá, besaba su cuello, pasando la mano sobre el vientre abultado— algunos están felices, sin embargo otros comienzan a enojarse ya que no ven crecer sus finanzas.
—Quieres que me vaya y te deje trabajar en paz —ladeando la cabeza dejándole más espacio para recibir sus besos— la seguridad es alta así que puedo esperarte en casa con los niños.
—Te quiero cerca, estos son los meses más difíciles así que yo te vigilare día y noche, los demás pueden hacer lo que quieran —observarlo era suficiente pero ellos buscaban el calor de sus cuerpos, terminando desnudos y abrazados— aumentaré un poco las cifras de los cheques así estarán contentos.
—Yo si lo estoy, los niños se divierten, Ryuhei quiere conocer todo sobre el negocio y no se despega de Kirishima, Ashura se escabulle por los rincones, según ella perfecciona su técnica de sigilo para ser una asesina silenciosa y Ryuho es feliz preparando cócteles, creando sus propios tragos —a punto de quedarse dormido— me preguntó si este bebé querra un trabajo normal o también se irá al lado oscuro.
—Sea cuál sea su decisión, los apoyaré a todos para que lo hagan realidad —aferrandose a su minino— verás que todo saldrá bien.
—Tienes razón, yo seré tu apoyo, dónde quieras podré apoyarte y dejar que te desahogues, o al revés, puedes apoyarme en cualquier lugar que desees —estirandose para darle un beso en la barbilla— por el momento dormiré un poco, descansa Ryuichi, si puedes.
—Haces que imaginé cosas y te duermes cuando planeo hacerlas contigo, descansa Aki, cuando despiertes, sentirás todo mi apoyo invadir tu ser —con esas palabras los dos fueron al mundo de los sueños, recuperando fuerzas para lo que sigue.
Con los negocios floreciendo, las familias más unidas celebrando otro año de convivencia, muchos creerían que todo será felicidad y dicha pero no fue así, a mediados del mes de enero, durante la primera reunión de negocios, un estallido se escuchó seguido de otro, hasta que el imponente edificio se derrumbó por completo, los equipos de emergencias llegaron al lugar apagando el incendio, quitando los escombros buscando sobrevivientes. Akihito ese día se quedó en casa por orden de Asami, vio lo sucedido en las noticias, a sus siete meses de gestación tuvo un colapso nervioso, Yuki e Ilia le llevaron al hospital donde horas más tarde confirmarían el deceso del empresario dueño de aquel club lujoso, el resto tenían graves heridas pero aún respiraban.
—Es una lastima que sucediera esto, quieres conocer el motivo —el enfermero entro a esa habitación en especial, susurrando al paciente algo que le hizo cambiar de expresión— sigue la corriente, yo te ayudaré.
—Supongo que es momento de actuar, Ryuichi ya no está para protegerme, debo ver por el bienestar de mis hijos —estrechando sus manos— voy a confiar en tí, no me decepciones.
—No lo haré majestad, vine por esa razón, quiero el trono completo —levantandose de la cama lo dejo descansar retirándose de ahí, mientras caminaba por los pasillos se quitó la bata junto a la peluca cambiando así de identidad, salió por la puerta trasera abordando su automóvil con rumbo desconocido.
Unos celebran la victoria a medias, otros lloran la perdida de un ser amado y algunos más planean el siguiente movimiento en el tablero. ¿Que hara? una reina que conserva a sus caballeros, torres y alfiles contra un rey que solo perdió algunos peones en ese ataque, la próxima jugada será decisiva para tomar el control y decir "Jake mate".