Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Dolor por wolf1979

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo 8

Malas noticias

 

 

La noche era fresca, resignado a no poder dormir Guren escuchaba jazz, no pensaba en nada profundo.  Su tranquilidad se vio interrumpida al sentir como el cuerpo que dormía junto a él comenzaba a patalear; preocupado   se quitó los audífonos rápidamente   y encendió la lámpara.

- No.  No te vayas por favor -  lloraba dormido mientras abrazaba un cojín- No me dejes

-Shinya despierta-  trató de despertarlo moviéndolo cuidadosamente

- ¡No me dejes solo! – los sollozos del niño sonaban cada vez más fuerte

- ¡Shinya despierta- desesperado comenzó a agitarlo con más fuerza- Comienzas a preocuparme

 Tras pocos segundos que el pelinegro sintió eternos por fin despertó. Sobresaltado se lanzó a los brazos de Ichinose quien inmediatamente lo abrazó.

- Tranquilo - le dijo amorosamente mientras le sobaba la espalda

- Volví a tener un pesadilla-

-Esto ya no es normal, tienes pesadillas desde inicios de octubre- con su manga le limpió el llanto-   Mañana le diré a Tenri-

- ¡No! – gritó zafándose del abrazo- Si le dices se va a preocupar y yo no quiero regresar al hospital ¡Mírame! ¡Ya soy un niño normal! -

-Shinya-  susurró

Guren se sorprendió, nunca había visto que el niño perdiera la calma. Por primera vez su rosto reflejaba preocupación en vez de tristeza.

-Por favor no lo hagas- sus ojos se llenaron nuevamente de lágrimas- Ya subí de peso, volví a hablar, volví a ser normal. Prométeme que no lo harás Si vuelvo al hospital tal vez me internen y me darán pastillas -

-De acuerdo- dijo no muy convencido

Lo miró y le sonrió para que confiara en él.

-Vuélvete a dormir. Aún falta mucho para que amanezca-

Tiernamente lo arropó y se dejó caer a su lado. Ambos miraban el techo, no se sentían capaces de dormir.

-Sé la razón de mis pesadillas-

-Dímela- se giró para verlo

-Mañana es el primer aniversario de mi mamá-

-Supuse que era eso-

-Me acompañarás al cementerio ¿cierto? –

-Claro que lo haré-

Después de diez minutos lograron descansar.

A la mañana siguiente Shinya fue el primero en despertar, sigilosamente salió de la cama y se dirigió al baño.

Se observó en el espejo, unas profundas ojeras opacaban sus ojos azules. No le gustaban esas manchas, le recordaban que era un niño problemático.  Lavó su rostro y regresó al cuarto.

Cuando llegó encontró a Guren despierto.

-Buenos días- lo saludó alegre mientras se estiraba- Te prepararé la ropa

Con pasos perezosos caminó hacía el ropero, sacó un short color negro y un suéter guinda.

-Cámbiate mientras me baño-

El pelinegro entró a la ducha, el agua caliente revitalizó su desvelado cuerpo, no había podido dormir más que cuatro horas.

Se vistió con ropa formal. Desde que comenzó a vivir con la familia Hiragi se vio obligado a despedirse de sus amados tenis y sus cómodas camisetas.   Los pantalones de vestir y las camisas enmarcaban su atlético cuerpo.

Al salir notó que Shinya estaba listo para bajar a desayunar, incluso ya había arreglado la cama.

Sin hablar bajaron al comedor. El ambiente se sentía tenso, todos comían en silencio con la mirada fija en su plato.

-Buenos días- saludaron e hicieron una pequeña reverencia

-Buenos días- Tenri fue el único en devolverles el gesto – Siéntense, al terminar de comer cortaremos flores del jardín para llevarlas al cementerio-

Los tres hermanos lanzaron una molesta mirada a su padre.

-Me niego a hacerlo- replicó Seishiro - Podemos comprarlas en cualquier florería

-Apoyo a mi hermano- refutó Mahiru- Tenemos el suficiente dinero para hacerlo

Sintiéndose decepcionado Tenri buscó apoyo en Kureto; este lo miró fugazmente.

-Es mejor que las compremos papá-

Guren pensó que Tenri regañaría a sus hijos, pero no lo hizo, en cambió se levantó y se marchó al jardín. Shinya aventó la cuchara y salió detrás de su padre, él se detuvo a esperarlo y tomó su pequeña mano.

Juntos llenaron una canasta con hortensias azules.

El pelinegro los observaba a través de la ventana del comedor. Había preferido dejarlos a solas, necesitaban tiempo para que su relación volviera a recuperarse. Lucían muy contentos.

Tardaron una hora en llegar al cementerio; durante el camino nadie habló ni siquiera Shinya volteó a verlo, todo el viaje se mantuvo cabizbajo mirando las hortensias que llevaba sobre las piernas.

Bajó de la camioneta y antes de entrar al lugar se detuvo, respiró hondo para calmarse, estar frente al enorme portal le recordaba que ese era el nuevo hogar de su mamá.  Cuando adentró el primer pie sintió una frágil mano apretando fuertemente la suya.

Volteó hacía abajo y se topó con unos melancólicos ojos azueles, en ese instante comprendió que si él la estaba pasando mal Shinya la estaba pasando peor.

La tumba de la señora Hiragi se encontraba un poco lejos.  Tenri y su hijo pequeño acomodaron las flores mientras los demás observaban. 

-Las hortensias eran sus flores favoritas, le recordaban a los ojos de Shinya- dijo Tenri poniéndose a su lado

-Pensé lo mismo-

-No puedo creer que ya haya pasado un año, se sintió como un respiro- volteó a ver a sus hijos-  Sus rostros apáticos ocultan su tristeza-

-Supongo que un año no es suficiente para superarlo-

El albino seguía hincado arreglando las flores.

-Esta tarde pediré que vuelvan a colgar sus fotografías.  Las quité por el bien del niño-

Estuvieron diez minutos más; antes de volver al carro Guren desapareció entre las lápidas. Rápidamente colocó en la tumba de su madre un pequeño ramo de hortensias y se marchó con el corazón hecho añicos.

Al llegar a la mansión todos desaparecieron en sus habitaciones. Guren cayó rendido en cuanto se acostó.

El cielo comenzaba a oscurecerse, Kureto recargando del barandal observaba como las lámparas alumbraban el enorme jardín; se encontraba fumando su habitual cigarro antes de la cena. Ese era su momento favorito, donde aprovechaba para poner claras sus ideas.

Su tranquilidad fue interrumpida por una muchacha de ojos color violeta.

-Hermanito te he estado buscando-  dijo abrazándolo por la espalda

- ¿Qué se te ofrece? - preguntó sintiendo como su escasa paciencia desaparecía

-Solo quería hacerte una simple pregunta ¿disfrutaste tus últimos meses con Shinya? –

Él la miro enfurecido

-Vaya- río – creo que te he hecho enojar-

-El que Shinya se vaya no significa que inmediatamente Ichinose correrá a tus brazos-

-Tu comentario no me lastima.  Tal vez Guren no me haga caso al principio, pero conforme pase el tiempo comenzará a buscarme-

-Yo no estaría tan seguro. Apenas nota tu presencia y si te saluda es por mera cortesía-

 Ambos se miraron fijamente

-Ahora el enojado es otro- expulsó el humo en su bello rostro – Ansío ver cómo reaccionará cuando papá le dé la noticia

Mahiru iba a contestar, pero se detuvo al ver a Tenri dirigirse al cuarto de Guren

-Creo que el show va a comenzar- dijo Kureto soltando una pequeña risa

 

 Guren continuaba dormido, entre sueños escuchó la puerta abrirse. Lentamente despertó y se topó con Tenri.

-Lamento despertarte, pero necesito decirte algo muy importante-

-Dígame- Sin comprender muy bien la situación comenzó a estirarse

- Preferiría decírtelo en mi oficina- sonaba un poco emocionado

-Por supuesto. Iré después de lavarme la cara-

- Aquí te espero-

Desconcertado y encamorrado se levantó y marchó al baño. Lo frío del agua le ayudó a controlar su mal humor.

Ambos salieron rumbo al despacho. Mientras caminaban Guren notó que las paredes ya no estaban vacías, varias pinturas y fotos familiares les habían devuelto la vida.

-La casa luce mejor-

-Todas las pinturas fueron obra de mi esposa. Le encantaba pintar paisajes, sobretodo hortensias -

-Era muy buena y también muy hermosa- dijo deteniéndose para observar minuciosamente una fotografía

Él simplemente asintió y continuaron caminando en silencio. Al llegar Tenri le indicó a Guren que tomara asiento en el sofá.

Respiró profundo y comenzó a hablar

-Como ya sabes el cumpleaños de Shinya está cerca-

-Aún falta un mes—  se desparramó en el sillón

- El tiempo es vital cuando organizas una fiesta- dijo parándose para prepararse un trago – Aunque ya casi tengo todo listo. Solo me falta un diminuto detalle…-

-Déjeme adivinar- sonrío de lado- Solo le falta que el cumpleañero quiera una fiesta

-Admiro tu inteligencia-

-¿Cómo se atrevió a organizar un fiesta sin preguntarle al festejado? ¿Qué hará si no quiere? -  

- Claro que va a querer-

- ¿Ah sí y cómo está tan seguro? – lo miró extrañado

-Porque tú lo vas a convencer. Solo a ti te dice que sí a todo. No lo hagas por mí sino por él-  de un sorbo se terminó el wiski- Lo hago para que vuelva a sentirse feliz, incluso vendrán sus amigos-

- O sea que ya tiene listo el pastel, la comida, el inflable y hasta los invitados- río- Es muy osado.

-Él tenía muchos amigos, pero dejó de verlos cuando lo saqué del colegio. Cada viernes se quedaban a dormir- volvió a sentarse-

- Ya veo, pero tenga en mente que incluso aunque le ruegue existe la posibilidad de que no quiera nada -

-Desafortunadamente conociste a Shinya en el peor momento, pero él solía ser muy alegre por eso sé que aceptara-

-Trataré de convencerlo, pero no aseguro nada-

-Tienes que hacerlo. Esta no es una simple fiesta de cumpleaños, también es su fiesta de despedida-

- ¿Despedida? - se enderezó

-Así es. A principios de diciembre Shinya se irá a un internado-

- ¿Irse a un internado? - su corazón palpitaba rápidamente - ¿Cuánto tiempo se irá? -

- 10 años-

- ¿Qué carajos? - se levantó de golpe- ¿Por qué? Simplemente mándelo a otra escuela. No puede irse tanto tiempo ¿Quién lo cuidará? -

-Esta decisión fue la última voluntad de mi esposa. Ella quería que creciera lejos de esta mansión. Sabía que este tenso ambiente acabaría por asfixiarlo-

- ¡No puede! ¡No lo haga! Él no va a estar de acuerdo lo mandara contra su voluntad-

-Guren-  trató de tocar su hombro

- ¡Déjeme! - se alejó - ¡¿Cómo se atreve!? Él no necesita un internado, necesita a su familia-

-Por favor Guren seamos congruentes ¿cuál familia? Sus hermanos lo ignoran, Kureto es el único que a veces le presta atención. La única familia que tiene somos tú y yo, así que no seas egoísta y déjalo ir-

-Lo respeto mucho, pero no estoy de acuerdo-

Sin decir más salió azotando la puerta. Sus pensamientos eran un caos, se sentía frustrado.

En cuanto llegó a su habitación empezó a llorar.

- ¡Carajo! - gritó aventando las cosas del escritorio- Yo siempre odié a los niños –

Estaba tan enojado que no le importó arruinar el lugar. Lanzó los cojines, quebró una lámpara y pateó los muebles.

-Tan poco me duró la felicidad- jadeó

Su ataque de iría se escuchaba hasta el comedor. Los Hiragis se encontraban cenando, Kureto sonreía el escuchar como se quebraban las cosas, Tenri simplemente se dedicó a comer, Mahiru se sentía asustada y asombrada, Seishiro comía tranquilo y Shinya no podía probar bocado.

Angustiado de escuchar sus gritos el peliplata se levantó y dirigió a la cocina. Hablando bajito le pidió a la cocinera que en una charola pusiera la cena de Guren y con mucho esfuerzo subió las escaleras.

Caminaba despacio para no derramar nada. Abrió la puerta, el cuarto estaba completamente oscuro.

Encendió la luz y se topó con una dolorosa imagen, Guren se encontraba sentado en un rincón. Tratando de no tropezarse caminó hacia él; dejó la charola en el piso y comenzó a ordenar.

 – Prometí cuidarte para siempre pero no puedo seguirte a dónde vas- susurró

El niño no comprendía qué decía ni por qué había arruinado la habitación.  Lentamente se acercó y besó su mejilla. Guren le sonrió suprimiendo las lágrimas y lo abrazó.

- ¿Quién depende de quién? - preguntó mirándolo sus confundidos ojos azules

Esa noche durmieron en la habitación de Shinya, aunque realmente ninguno de los dos pudo dormir.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Lo siento, sé que ha pasado un largo tiempo. Espero que la historia les siga gustando.

Muchas gracias por leer. 

:)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).