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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola, ¿como están?

Gracias por leer y comentar, pues aquí estoy con el capítulo de hoy.

Veran un poco de Hiroki y como va con Nowaki en Ayami,  Haruhiko obtiene ayuda y la legión de Usami conoce a otro guardían :)

Espero les guste el cap de hoy.

Nos leemos pronto

Capítulo 16: Kaoruko… ¿la hechicera rosa?


 


Los cascos del caballo resonaban con fuerza cuando golpeaban contra la tierra, levantando incluso polvo, considerando a la velocidad a la que iban. Tan pronto Haruhiko había sacado a su fiel caballo albino del establo, de nombre Toru, había salido cabalgando a todo galope del reino, ¿rumbo?...no lo sabía. Solo necesitaba salir de allí, o pronto se asfixiaría.


 


Desde que el joven príncipe tenía memoria solo había hecho todo lo que le habían dicho, se había preocupado por ser perfecto, por ser tan pulcro y adecuado a los ojos de los demás. Nunca había hecho algo para complacerse a sí mismo, se llevó toda su infancia y parte de su juventud complaciendo a los demás. Lo que querían que fuera  o hiciera…él lo había hecho. Y  como  a nadie le importó que es lo que quería o gustara regularmente no le conocían “tal y cómo era”. De las pocas ocasiones en que no lo tenían  “o en clases de esgrima, o equitación,  defensa personal, o cualquier otra ocupación” el gustaba de algo tan simple como es la naturaleza. Amaba realmente los lugares grandes y verdes llenos de árboles,  por lo que apreciaba realmente  las cabalgatas o paseo a pie en el bosque. Además de que era también su  escape “del mundo”, siempre que sentía que no podría seguir más  o que acabaría asfixiándose en cualquier momento “huía ahí” y lograba tranquilizarle en demasía. Sin contar que fue también en un bosque donde conoció al amor de su vida- sonrió- aun recordaba como si fuera ayer el día en que le propuso matrimonio…


 


//Flash-Back//


 


No cabía duda de que había quedado flechado desde que conoció al oji-miel. Él siendo tan serio, tan ordenado y tan “perfecto” con la vida más aburrida jamás imaginada estaba seguro que junto  a ese bello doncel su vida cambiaría completamente…y no se equivocó…y después de buscarle por todas partes, preguntando a sus primos, sus padres  y tíos dio al fin con el de Sumi. Al conocerlo y frecuentarlo más seguido (casi siempre a escondidas de su padre) se dio cuenta  que  era un doncel único…y que no querría tener a alguien más para toda su vida que no fuera él.  Ya se conocían desde casi un año y medio y apenas llevaban saliendo formalmente cumplidos recientes 6 meses, cuando decidió dar el siguiente paso. Su madre (de Haruhiko) estaba muy contenta de que su hijo estuviera tan feliz con ese chico. Bueno, su padre pensaba que eso era pasajero. Haruhiko tuvo que ganarse con esfuerzo también a la familia del castañito, fue realmente fácil congeniar con  Kaede y el pequeño Kioshi , incluso Sousuke estaba muy complacido con la relación que tenía con su hijastro (intuía que era solo porque todo aquello le olía a matrimonio= dinero) , y el más complicado de ganarse fue Yura, que más bien cuando lo veía junto a su hermanito parecía que se le iba a echar encima como perro furioso,  muy pronto descubrió que era la forma de ser del mayor, pues celaba demasiado a Keiichi protegiéndolo, y con un poco más de esfuerzo al fin  logró congeniar con él ( las amenazas  de Yura salen sobrando).


 


Era una noche joven  de  un fresco noviembre cuando un Keiichi, de entonces 18 años se encontraba en su balcón con papeles en mano, repasando su última lección de algebra, mantenía el ceño fruncido y un lápiz que jugaba entre sus dedos. Los padres del oji-miel   realmente estaban agradecidos con la relación que llevaba con Haruhiko, pues el muchachito había retomado todas sus clases que en un principio había “mandado a volar” e incluso podían jurar que era más responsable y dedicado con sus obligaciones.


 


-haber veamos…si a esto le agrego 815, más 176 y le resto la mitad de aquello…- Keiichi murmuraba dando pequeños golpecitos del lápiz con las problemas en las hojas de papel. Refunfuñó un poco al no comprender la cuenta y comenzó a  dar vueltas en su habitación sin despegar a vista el “bendito problema”…


 


-son 316-


 


Keiichi casi pega un grito del susto y se volteó de inmediato, observando como una persona muy conocida para él estaba recargada en el barandal del balcón de su habitación. Sonrió casi bobamente por unos segundos para después  acercarse a él con el ceño fruncido y un puchero marcado, observando como el otro soltaba una pequeña risita burlona al verlo saltar del susto.


 


-¡maldita sea Haruhiko me asustaste!- exclamó con fingido enojo, más bien como reproche, mientras veía como el otro se acercaba a él lentamente con una sonrisa- ¡¿para qué carajo crees que existen las malditas puertas?!...no vez que- el menor calló al sentir como el oji-gris lo había abrazado por la cintura  pegándolo a su cuerpo, su rostro se empezó a poner rojo cuando observó su rostro muy cerca del mayor sintiendo el aliento del otro chocar en su labios-…déjame Haruhiko ¿n-no ves que estoy enojado?…- refunfuñaba todavía rojito. Sin embargo no fue capaz de negarse al suave beso que le regaló el mayor sin soltarlo ni un poco, lo que hizo que inmediatamente enredara sus brazos en el cuello de su novio.


 


-perdón, mi príncipe, pero necesitaba hablar algo muy importante solo contigo…-exclamó con un aire enigmático, que dejó perplejo al Sumi, y no por las palabras…a acaso había notado en su lindo oji-gris…¿nerviosismo?. Sonrió casi con malicia y se colgó del cuello del mayor…era extraño verlo así.


 


-¿de qué se trata?... ¿tan importante es que no puedes venir en el día?- se burló un poco. Haruhiko también sonrió.


 


-así es…mas es, sobre nosotros- exclamó Haruhiko con un tono algo más serio, pero muy cargado de sentimientos…Keiichi lo podía ver en sus ojos, por lo que se sonrojó extremadamente y  su corazoncito empezó a latir rápidamente…creía que empezaba a adivinar hacia donde iba eso-ven- pidió el mayor tomándolo de la mano y llevándolo hacia el balcón, el oji-miel  lo siguió sin chistar tal vez porque no sabía qué hacer ni que decir. Y cuando Keiichi se hubo recargado en el balcón de espaldas a este, se encontró con los ojos de SU Haruhiko, con una nerviosa sonrisa que le enterneció. El mayor tomó las manos del menor  y comenzó a hablar  después de suspirar fuertemente por los nervios-  escucha Keiichi, sabes que has sido lo mejor que me ha pasado…y yo, me siento realmente feliz de estar a tu lado y  compartir tantos momentos junto a ti. Te agradezco por haberme dejado entrar a tu vida- Keiichi juraba que había contenido el aire en sus pulmones todo este tiempo y se limitaba a escuchar atentamente el discurso de su amor, con el corazón en la garganta- Te agradezco por hacer de mis días monótonos los más…inesperados, divertidos y hermosos, tan inesperados y sorpresivos …como tú - decía con una sonrisa mientras Keiichi estaba que reinventaba nuevos colores de “rojos” en su cara-por eso…- Keiichi escuchó al mayor dar un gran respiró, después de arrodillarse frente a él, los ojos de keiichi se abrieron con mucha sorpresa y su sonrojó se incrementó más por si fuera posible, sintió como los labios de su príncipe besaban sus manos y las apretaba un poco entre las suyas, todo esto sin dejar de mirarle- Keiichi, ¿me amas tanto como te amo yo?...- empezó…Keiichi seguro ya no respiraba- ¿querrías casarte conmigo?-


 


El silencio se extendió por unos segundos, en los cuales, Haruhiko estaba con el corazón en la garganta esperando la respuesta de su sonrojado amor y Keiichi trataba de recordar inútilmente como respirar y hablar…


 


-¿Keiichi?- preguntó Haruhiko algo nervioso al notar a su oji-miel algo pálido, este le miró intensamente, mientras empezaba a hiperventilar y a “asentir”.


 


-si…-respondió Keiichi casi en un susurró. El oji-gris observó extrañado la reacción del menor al verlo derramar lágrimas- ¡joder SI, SI SI!...¡¡si me quiero casar contigo Haruhiko!!- chillaba de emoción el menor con su rostro sonrojado, una sonrisa y unas lágrimas adornando su rostro. El mayor se puso de pie totalmente extasiado y rebosante de alegría y cargo a  su hermoso novio de la cintura dando un par de vueltas de regreso a  la habitación y unidos en un cálido y húmedo beso.


 


-te amo Keiichi…te amo tanto mi príncipe- exclamó el mayor  dándole un último beso limpiándole las lágrimas a su joven amor.


 


-yo también te amo…-respondió el otro, antes de ver al mayor despedirse e irse tal y como había llegado, no sin antes prometerle venir al día siguiente para pedir su mano formalmente a sus padres. Haruhiko cumplió su palabra, pidió la mano de Keiichi a sus padres y estos encantados y emocionado la cedieron…tanto que Kaede ya empezaba a planear las cosas para la boda y Sousuke empezaba a planear una visita a sus futuros consuegros.


 


Sin embargo la felicidad no les duró demasiado…Haruhiko sintió que todo el mundo se le vino encima cuando su padre le avisó del compromiso que se haría con Hiroki, para salvar a Usami… tendría que deshacer su compromiso con Keiichi…


 


//Fin del Flash-Back//


 


Tan metido iba en sus pensamientos que apenas y pudo detenerse abruptamente, jalando limpiamente las riendas de su caballo al observar como una “mujer” se interponía en su camino. Frunció un poco el ceño por la interrupción, pero enseguida relajó su rostro mostrando una clara sorpresa al observar detenidamente a la “dama”. Parecía apenas una jovencita de no más de 23 años  de piel blanca y cabello largo y negro como la noche, al igual que sus grandes ojos; sus labios eran rosados y pequeños y vestía un kimono “rosa fucsia” con un obi verde y sobre este la típica vestimenta de mago en un rosa más pastel brillante.


 


-¿a dónde con tanta prisa?...Haruhiko- preguntó la mujer, el príncipe la miró curioso, sonrió…era una maga, eso era seguro y respetuosamente se bajó de su caballo para responderle, a pesar de sus penas.


 


-muy buenos días mi señora- respondió caballeroso bajando su cabeza en un signo de total respeto-necesito encontrar a  una persona muy importante para mí que he perdido por tonto- exclamó con tristeza respondiendo  a la mujer. Quien sonrió complacida por lo respetuoso del joven.


 


-¿y acaso sabes dónde está?- pregunto con premura la mujer acercándose al muchacho, Haruhiko negó con la cabeza al momento de bajarla. No es que no se hubiera dado cuenta… eso le ponía muy mal- hummm, eso si que es un gran problema- respondió la muchachita al mismo tiempo que sacaba de una de las mangas de su kimono una varita. Haruhiko la miró  expectante…-te tengo una propuesta jovencito, te diré dónde ir para que encuentres a “esa persona importante”- sonrió la mujer, Haruhiko escuchó atentamente mientras asintió una sola vez totalmente obediente y preocupado, por no poder satisfacer lo que necesitaba la maga-…pero a cambio tú me darás lo más valioso para ti ¿te parece?- Preguntó con media sonrisa ella. Haruhiko no lo pensó mucho, pero si que le vino a la mente que esa era una de las pruebas más recurrentes de los hechiceros para engañar a los humanos, sin embargo, el…tan consternado como estaba decidió responder simplemente con la verdad…o  con lo que sentía en ese momento que lo era.


 


-lo siento mi señora…pero no puedo- la peli-negra lo miró totalmente sorprendida- como le he dicho, la persona que he perdido…es lo más valioso para mi y aunque le tuviera conmigo no le cedería ni a cambio de mi vida, perdone usted- exclamó con total angustia, tanto que conmovió a la mujer.


 


-buena respuesta…-sonrió la oji-noche y se acercó al muchacho aún mas- estoy complacida Haruhiko, estaba muy segura que no me decepcionarías, ahora tendrás tu recompensa…si “alguien” intenta detenerte en tu camino bastará con decirles que vienes de parte de Kaoruko…la maga rosa….y asunto arreglado- sonrió una vez más, Haruhiko asintió sin entender mucho de que hablaba ella. Expectante observó como la maga extendía una de sus blancas manos y golpeando una sola vez con su varita suavemente sobre ella apareció una hermosa mariposa rosada.


 


-…- Haruhiko la miró extrañado siguiendo los movimientos rápidos del alado animalito.


 


-¡vamos nena, tienes que guiar a este apuesto chico lo más rápido que puedas a su destino!- habló Kaoruko a la mariposita-su destino es …Towika- exclamó con un aire enigmático regresando sus orbes oscuros a los grises de Haruhiko que temblaron un poco ante el nombre del  bosque lo que hizo que abriera sus ojos sorprendidos…Towika…¡maldita sea ¿qué hacia Keiichi en Towika?!...¡claro que sabía de ese bosque!...el siendo amante de los bosques ¿Por qué no saberlo?....su corazón se oprimió por algunos segundos. Tendría que correr para salvar a su amor…no…¡mejor volar!, sin embargo no iba a ser conocido por ingrato.


 


-¡gracias Kaoruko-san, señora!, le estaré siempre agradecido por su ayuda- exclamó con real regocijo y dicha y dando una profunda  reverencia a la mujer, montó en su caballo  de manera veloz y persiguió al alado animalito rosa que ya le llevaba ventaja…era realmente una mariposa muy rápida. Kaoruko lo miró alejarse de allí a todo galope con una sonrisa.


 


-haa- suspiró casi con dicha- estos amoríos de hoy…no me canso de admirarlos…¡viva el romance!- reía con un tono infantil, mientras hacia un bailecito improvisado por unos segundos, seguido de un gritillo algo descompuesto desapareció del camino solitario con un ¡puff!.


 


******************************************************************


 


Era una habitación muy grande, ubicada en la parte superior de una de las torres de la mansión. La decoración era escasísima en tonos plateados y azules, los ventanales estaban totalmente cubiertos con cortinas oscuras, si, una habitación con toques claro-oscuros. Y distribuidas en toda esta habitación, sobre  bases elegantes, plateadas o doradas reposaban orbes…o como coloquialmente son llamadas, esferas de cristal. Ciertamente esta era la base de “investigación”  de magia, en donde los “mejores magos al servicio de la mansión” hacían su trabajo y se encargaban de averiguar qué es lo que pasaba con los asuntos importantes en el mundo exterior…aquello asuntos que pertenecían a la magia y a sus usuarios.


 


En el centro de todas aquellas orbes ocupadas por más y más usuarios de la magia, tanto magos como brujos, estaba un muchachito de  cabellos rubios y ojos mieles, con un rostro serio e imperturbable mientras trabajaba también en una orbe. Al parecer era el que estaba a cargo de todos esos magos…vigilar que hicieran bien su trabajo e informar…”personalmente al jefe” la situación. Todos en la misión le miraban con respeto…y no solo porque se lo imponían, sino que el joven hechicero era increíble en todos los sentidos…además de ser el más fuerte entre ellos, pues era el aprendiz-sirviente del gran amo, del mejor entre los mejores, del amo de la mansión a la que trabajaban…si, Mason. Sin embargo todos en la mansión sabía que bien que mal, ese pobre oji-miel sufría, si no las mismas, peores penas que todos ellos. Ante el amo Mason se volvía no menos que un obediente corderito…


 


-Tsumori-san…-entró de repente una mujer con un uniforme perteneciente la servidumbre, todos en la habitación dejaron de hacer por unos segundos lo que hacían mirando el nerviosismo palpable en ella, el oji-miel la miró atentamente, esperando que le dijera qué sucedía- El amo Mason quiere verlo…ahora- exclamó con un hilo de voz. Tsumori reprimió un gesto de nervios asintió y se retiró en silenció pero con rapidez de la habitación. El resto de los magos lo vieron perderse por la puerta para después seguir con lo suyo suprimiendo comentarios de muchos tipos…


 


………….


 


-¿me hablaba amo?- preguntó el oji-miel entrando no sin antes haber dado un mar de golpes en la puerta. Observó a Mason, tan perfecto, pulcro y guapo como siempre, esta vez estaba  en su recamara, pero parado a la do de la ventana por la que observaba todo el exterior. Los ojos aguamarina se fijaron en Tsumori lentamente para después sonreírle.


 


-sí, cierra la puerta por favor- exclamó  el  azabache, el oji-miel obedeció y se acercó cuidadoso al menor- háblame sobre las nuevas noticias que tienen sobre “el viaje de Aikawa”-  pidió sin mucho interés, mientras se  servía lentamente un té en una fina taza de porcelana que estaba a un lado suyo, sobre una mesita enana de madera junto con la tetera.


 


 -aah...claro- Tsumori divagó un poco viendo a su amo y como deslizaba la blanca cerámica hasta su labios delgados y rosados mojándolos con la tibia sustancia en la taza, sacudió la cabeza para concentrarse- Aikawa no ha  cambiado ninguna de las reglas del juego- comenzó Tsumori- recientemente tenemos información de que  algunos brujos pretenden “meterse” y al parecer quieren evitar si quiera que “la legión  de Usami” llegue al castillo rojo- informó, observó cómo Mason levantaba una de su finas cejas en forma de duda con la clara pregunta “¿qué?”. Tsumori suspiró.


 


-quieren matarlos antes- respondió el oji-miel, seguido de un “prosigue” por parte de su amo continuó-  obviamente los magos no se quedarían así…por lo que sutilmente y sin interferir demasiado pretender enfrentarse a los brujos que intenten atentar contra “los salvadores”-


 


-ummm- suspiró Mason sin darle mucha importancia. Sabía que “nadie” puede interferir en la maldición- solución de alguien, pero…parecía divertido. Tsumori lo miró sonreír casi macabramente, trago saliva- déjalos entonces, no tomaremos represalias- exclamó tranquilo dejando la taza de té a un lado- … ¿hay algo más?-


 


-s-si- exclamó Tsumori mirando fijamente al menor, como tratando de adivinar que pensaría de lo que le diría- Kaoruko  está ayudandolos directamente- el oji-miel vio al otro tranquilo, soltando un suspiro pausado.


 


-no le des importancia a eso, le di permiso  de interferir en esa situación como paga de su…asesoría- exclamó el amo con una sonrisa…¿coqueta? Tsumori miró extrañado esa expresión…¿Kaoruko…asesorando…a su amo Mason?...frunció el ceño, seguramente  estaba dormido o el mundo ya se había vuelto loco ¿Qué no había sido Mason el que le había gritado a la cara que odiaba a esa “rosada” mujer?,¡además kaoruko es la maga del “amor”…no podría “asesorar” de otra manera a Mason!...Tsumori abrió los ojos muy sorprendidos  y sus mejillas se sonrojaron de inmediato…”¿su amo…estaba…enamorado?.. inconscientemente sintió el “¡crack!” de su corazón rompiéndose.


 


-ok…-solo alcanzó a responder a su amo, que al parecer esperaba un respuesta más… ¿extensa?...-¿se le ofrece otra cosa amo?- preguntó casi esperanzado “di que sí” murmuraba su cabeza. Los ojos aguamarina le miraron brillantes, Mason asintió. Sintió un vuelco extraño en el estómago y se acercó a su amo. Pensó que podría pasar cualquier cosa…sin embargó solo sintió como  la suave mano del azabache  lo sujeto de su barbilla hasta dejar su rostro frente al de él y mirando su rostro sonrojado le  dio un cortísimo beso. El rubio sintió perder la respiración…no que fuera la primera vez que le besaba, solo que esas veces eran muuuy contadas…5 o 6 veces?. Y NUNCA había sido tan…¿suave?...sin embargo una vos le despertó de sus pensamientos.


 


-gracias, puedes irte Tsumori-kun, recuerda que mañana toca práctica-le dijo con una última sonrisa. El rubio asintió, para salir corriendo de allí mientras se tocaba su pecho… ¡qué rayos pasaba!


*********************************************************


 


Tan pronto Yukina se había despedido de sus amigos-ladrones  salieron del Towika, apenas  la claridad empezó a  aparecer en el suelo ya habían dejado el bosque maldito atrás. Masamune no había hablado en todo el camino y llevaba el mapa en sus manos…como teniéndolo de pretexto para no hablar. Ya llevaban cerca de  horas caminando, mismas que Misaki caminaba con la cabeza gacha y reprimiendo las ganas de llorar…no quería que nada malo pasara. Yukina , que iba un poco más atrás solo miraba de reojo a ambos…no tenían razón de menos para preocuparse…ese bosque era peor que el infierno.


 


-no es justo…-murmuró Misaki, ambos chicos le prestaron atención- Keiichi probablemente es el candidato menos “capaz” para esta prueba…es demasiado susceptible a los recuerdos…-exclamó con tristeza y preocupación el menor.


 


-¿a que te refieres?- preguntó curioso Yukina…¿un príncipe…vida mediocre?....no lo creía.


 


-dejémoslo en que tuvo una vida difícil, llena de recuerdos que realmente estarían mejor en el olvido- exclamó serio Masmaune , no es que despreciara a Yukina, solo que no lo sentí con la suficiente confianza como para andarle contando situaciones personales del oji-miel.


 


-ummm…-murmuró con identificación el peli-chocolate- Towika no es un pueblo precisamente honesto, “rosa” y hogareño- empezó Yukina- quisiera poder recordar un poco  a mi padre…viví con mi madre hasta los 9 años, hasta que ella murió, en ese tiempo el pueblo ya era contralado por los brujos…los más jóvenes nos “auto-desterramos” del lugar  y nos dedicamos a ser nobles ladrones- exclamó, Misaki lo miró levantando una ceja- no me lo tomen a mal…pero es nuestra forma de vivir…nunca lastimamos a las personas…solo tomamos algunos prestamos sin permiso- exclamó algo cohibido- ese viaje , además de ser, como ya dije, una muestra de cortesía de mi parte, es una especie de libertad para mi…verás nunca he salido de Towika- exclamó con una voz seria. Mune le regresó a ver curioso…


 


-yo espero que esto termine de una buena vez…no puedo dejar de pensar  en los que se quedan atrás- exclamó con enojo y tristeza Masamune. Misaki quiso llorar de nuevo, pero la voz del príncipe lo detuvo- bien, si no me equivoco, detrás de esa colina está el valle- exclamó.


 


-¿valle…es el siguiente punto que tienen que cruzar?- preguntó Yukina- ¿Qué valle?- mientras tanto seguían caminando.


 


-El valle de Lang- exclamó Masamune. Yukina abrió los ojos con impresión. Ya habían cruzado la pequeña colina y se encontraban entrando a un frondoso bosque- ¿lo conoces?- preguntó al peli-chocolate al verlo asombrado.


 


-he escuchado de el- respondió el peli-chocolate-…solo sé que este valle es muy especial y es fieramente custodiado por que ahí se cría la Lili-Lang que es una flor muy extraña…no conozco sus propiedades…pero supongo…que es eso lo que buscan… ¿no?- exclamó. Lo que dejó pensativos a los 2 de Usami.


 


-eso parece- exclamó algo distante el mayor. Muy pronto se vieron adentrados en el valle, y conforme avanzaban los colores se hacían presentes…Mune observó  que en el suelo empezaban a aparecer diminutas florecillas de pétalos acunados de un hermoso color “lila”, observó de nuevo la imagen en el mapa… ¡eran idénticas!...eso es lo que buscaban…pero… ¿para que servían?


 


De repente un ruido los alertó y empezaron a buscar con la mirada algo.


 


-“ji, ji, ji, ji…tenemos invitados compaler”- escucharon entre pequeñas bullas y risas una vocecilla por demás chillona. Y después muchas risas le siguieron. A Misaki le dio escalofríos…¡¿Qué era eso que reía?!...


 


-¿Quién eres?¿qué quieres?- preguntó Mune- muéstrate- exigió.


 


-no, no, no…ji, ji, ji- seguí riendo la vocecita, Mune se desesperaba cada vez más- ¿Quién eres tú y que quieres tú?- exclamó…-este es nuestro bosque…¿verdad lilis?- Todos fruncieron el ceño y después escucharon mucha voces reírse mientras decían “si, si , si”


 


 


-¿entonces ustedes protegen este valle?- preguntó Yukina a la nada, pues “lo que sea que fuera” no se dejaba ver.


 


-asi es ji , ji, ji, ¿verdad?- preguntó otra vez a su compañeras quienes respondieron con un “si, si , si”- somos las guardianas del Valle Lang, donde se crían las Lili-Lang…somos las Hadas Lilis-respondió la vocecita. Los 2 humanos allí abrieron a mas no poder sus ojos… ¿hadas?¡¡¡.


 


-M- Mu…Mune- alcanzó a tartamudear Misaki, tanto el príncipe como Yukina regresaron a  ver al oji-verde, quien con cara de espantada señalaba al frente…Los dos varones abrieron la boca con asombro al percatarse lo que había visto Misaki ya…eran cientos y cientos de pequeñas hadas…de no más de  12 centímetros cada una, todas parecían tener unos ojos verdes muy curiosos y unos vestiditos en forma de flor…todas de color “Lila”…


 


¿Hadas…lili?...


 


**************************************************************


 


Con un potente relinchido Toru obedeció a su jinete y se detuvo un con  el pecho alborotado por tan desesperada carrera. El camino, que normalmente tardaría un par de horas en ser recorridos, había sido superado en tiempo record de minutos. Por lo que Haruhiko con un veloz movimiento se bajó de su caballo y agitado al igual que Toru acercó su frente a la del caballo acariciando suavemente las crines albinas…


 


-Toru…amigo, gracias por apoyarme en mis desplantes- rio tristemente por la situación- espérame aquí…ahora vuelvo- exclamó el muchacho entrecortado. Y seguido de eso se adentró en el bosque con rapidez y cautela, Towika era engañoso…pero él no se dejaría…


 


Al fin había entrado al bosque, admirando sus frondosos y altísimos árboles, y a pesar de ser de día sintió como el viento soplaba tan frio y tan fuerte…como si quisiera sacarlo de allí. Ya se había adentrado un buen tramo, cuando el juego empezó…sintió el suelo temblar en sus pies, bajó su mirada y vio que se estaba hundiendo en arenas movedizas…frunció el ceño, sabía que era mentira…pero eso no le quitaba lo desesperante…La ilusión no desapareció …hasta que el viscoso lodo le tapó todo el cuerpo…sintió que le faltaba el aire…”se ahogaba”…¡No es verdad!...pensó con fuerza, abrió los ojos…no se había movido del lugar. Sacudió su cabeza y decidió seguir buscando a su oji-miel.


 


Siguió caminando, mientras los recuerdos más dolorosos llegaban una y otra vez a su mente. Sacudía constantemente la cabeza tratando de disipar el dolor tanto físico como psicológico que sufría con cada paso. Entre tanto silencio en ese bosque, pudo escuchar  el sonido de la basura crujir  y un leve quejido. Sus ojos se abrieron mucho con impresión y salió disparado corriendo hacia donde escuchaba ese ruido…


 


-no…no es cierto…él…el me ama…-escuchó un susurro. Los ojos grises se abrieron de par en par…y por unos segundos su cuerpo no pudo moverse. Sentía un montón de sentimientos encontrados…Ahí frente a él se encontraba su amado Keiichi, ¡¿hace cuánto que no lo veía?!...¡claro que quería verlo…pero no en esa situación!. Sus piernas al fin se pudieron mover y corrió hasta donde estaba el oji-miel…se arrodilló y lo revisó rápido con la mirada. Con lágrimas en los ojos pudo observar que el muchachito tenía una profunda herida en su costado, un brazo roto…su cabello estaba revuelto y su ropa sucia…seguramente había tropezado. Su rostro demostraba dolor. Mucho dolor. Sus lágrimas y sus gestos, además de sus quejidos lo demostraban -…Haru…hiko…¿también eres una… alucinación?...- escuchó que el menor trataba de tocar su rostro con anhelo y una sonrisa triste…más la acción queda a medias…ya se había desmayado. Rompiendo su corazón en mil pedazos…


 


-¡Keiichi!...aguanta mi príncipe…ya estoy aquí… ¡Debí haber llegado antes!, ¡maldita sea!- gritaba el mayor sin ser capaz de dejar de llorar, tomó con la mayor delicadeza que pudo a su joven amor cargándolo en sus brazos y se dispuso a salir de esa maldito bosque. Llegó con el castaño en brazos hasta donde había dejado a su caballo, como pudo los acomodó con él y salieron a todo galope…Haruhiko trató de serenarse y pensar…¿A dónde se dirigían?...


 


¿Sumi?... ¡no!...seguramente mataría a Kaede de un susto…y seguramente también Yura lo mataría sin siquiera preguntar qué demonios había pasado- suspiró-…definitivamente no.


 


¿Nakamura?...¡definitivamente no!...no quería escuchar a su padre nombrándole todas las razones por las cuales era incorrecto traer a Keiichi a SU reino…no quería ver a su padres…no por ahora al menos…¡Nakamura no!


 


…La respuesta vino “sola” a su mente…¡además le quedaba más cerca!


 


-¡vamos Toru!-


 


……………………………………….


 


La tarde ya estaba acabando y el cielo empezaba a oscurecerse para dar paso a la noche. El rey Hitomi se encontraba despidiendo un mensajero que venía de un reino vecino, cuando escuchó un gran estruendo en la entrada de su casa, un grito que no supo reconocer y el sonido de cascos de caballos. El rey levantó su mirada gris, solo para observar como un caballo se acercaba, enfocó un poco mejor y pudo distinguir a su sobrino Haruhiko…¿Qué hacia allí?…francamente era muy tarde para un tipo de respuesta la carta. Sin embargo cesó sus pensamientos cuando reparó en “lo que” acompañaba a Haruhiko…con asombro, preocupación  y sorpresa distinguió el rostro lastimado de Keiichi.


 


-¡no puede ser!- alcanzó a susurrar el rey, acercándose a su sobrino quien se detuvo abruptamente frente a él- ¡llamen a Asuka!- pidió apurado el rey a una de las sirvientas que se habían quedado de piedra en la puerta observando la escena inesperada. La mujer corrió dentro del castillo- ¡¿Haruhiko que sucedió?!- preguntó alterado el rey, mientras ayudaba a bajar  a Keiichi del caballo.


 


-¡lo siento tío…lo siento, pero no sabía dónde más llevarlo, no podía llevarlo a Sumi ni mucho menos a Nakamura!- exclamaba Haruhiko con lágrimas en los ojos. Hitomi lo miró tan destrozado que temió se desvaneciera en ese lugar.


.


.


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Continuará…

Notas finales:

Gracias por leer¡¡¡

y recuerden... cada 3 reviews = actu doble

Nos leemos pronto¡¡¡

Buen día :D


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