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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola, ¿cómo están? :D

Gracias por leer y comentar.

Aquí les dejo lso dos capítulos de hoy...

Espero que les guste :)

 

Capítulo 17: “El Guardián del bosque del Norte”


 


Eran quizás las 6 de la mañana, muy temprano todavía. El sol aún no se disponía a salir; sin embargo  un hombre de ojos negros, al igual que sus ojos, se encontraba sepulcralmente en silencio, sentado en la silla de su escritorio en su estudio. Su cabeza estaba llena de cosas que debía resolver y ciertamente las miradas de reproche de su “queridísimo hijo” Yura, que recientemente lo estaban atormentando, le inquietaban más. “¿acaso el sabría algo de su planes?” se preguntaba el mayor, mas siempre terminaba diciéndose que eso sería imposible.


 


Ya habían pasado un par de días desde que su amigo (realmente un conocido con ganas de obtener dinero) había venido a platicar con él sobre los planes que tenía con la poca fortuna que había logrado obtener en Sumi durante esos  7 años “en el poder”. Ahora solo le faltaba aparentar y esperar…si, todo saldría como lo tenía planeado.


 


-¡papi!, ¿puedo pasar?-


 


Una vocecilla lo despertó de sus pensamientos y observó con sus ojos oscuros  a su invitado, pudo darse cuenta de que se trataba de su pequeño. Kioshi. El niño se asomaba por una pequeña abertura de la puerta  con un avioncito de madera en la mano, traía un trajecito de camisa y saco, unos shorts cortos y unos zapatitos, todo el color beige.


 


-ven acá crío- exclamó con media sonrisa el mayor, observando divertido como el chiquillo, emocionado, casi daba brinquitos para acercarse a él. Sosuke no era un hombre cariñoso; más bien, era uno frío, que no le importaba absolutamente un poco los demás, siempre había hecho sus cosas para su propio bien y disfrute. Era una verdadera lástima que un pequeño niño inocente, como Kioshi, aun confiara en sus palabras…


 


-¡Hola papi!, ¿estás ocupado?, ¡ya terminaste?...¡¿juegas conmigo?!- preguntaba el pequeño moviéndose frenéticamente frente a su padre quien lo miraba con un deje de fastidio- ¿ya viste mi avioncito de madera?- señalaba el mismo que traía en sus manitas, haciendo como que volaba-¡es nuevo, y me la mandó Yuki-san con mi nii-san, ¿verdad que Yura se casará con un doncel muy hermoso y bueno?- sonreía el pequeño mientras hablaba de su “futuro cuñado”.Sousuke solo miraba a su hijo como si fuera la cosa más extraña del mundo , ingenua y dando vueltas de aquí para allá, pero la petición principal del pequeñito oji-miel le regresó a la realidad -¿entonces si juegas conmigo?- El oji-negro miró mal al pequeñito…cosa que no notó mucho el oji-miel.


 


-lo siento bebé, pero no tengo tiempo, tengo cosas que hacer…ya luego jugaré contigo- dijo con cansancio, mientras  fingía buscar unos papeles en su escritorio…¡es que de verdad , ese crío le levantaba dolor de cabeza!


 


-pero…papá…yo quería jugar contigo…-susurraban el niño con un pucherito triste. El mayor frunció el ceño.


 


-ahora no Kioshi, vete- exclamó con su voz más fría. Vio como las lágrimas se empezaban a asomar en los ojos del pequeño. Su paciencia se acababa.


 


-¡no es justo!, ¡no es justo!...tu nunca tienes tiempo de jugar conmigo- alzaba la voz el menor, mientras casi zapateaba con lágrimas en sus ojos. Sousuke se levantó con rapidez de su asiento con el ceño fruncido, claramente enojado,  tanto que causó un irremediable pánico en el pequeñito, quien con su ojitos viene abiertos retrocedió un poco.


 


-pa…


 


-¡cállate!, ¡¿tú crees que no tengo cosas más importantes que estar perdiendo el tiempo contigo?!...- gritaba el mayor, mientras se acercaba la menor, quien lloró silenciosamente totalmente aterrado…su padre jamás la había hablado así- ¡me tienes cansado mocoso del demonio! ,¡y no!...¡no quiero jugar contigo, ni quise ni querré!-Sousuke miraba las lágrimas del niño, furioso lo agarró del cuello de su camisita  elevándolo un poco del piso- ¡y deja de llorar maldita sea!, ¡deja de llorar me enferma escucharte!- exclamó mientras lo movía fuertemente, seguido lo soltó empujándolo hacia un lado, haciendo que el pequeño callera de sentón al suelo, llorando desconsolado.


 


-…- el menor solo sollozaba en silencio y lentamente se levantó del suelo sacudiéndose su ropa- …no me quieres- susurró- muy despacio mientras su cuerpecito entero temblaba. Los ojos negros se posaron de repente en su pequeño y muy pronto se vio escaneándolo con la mirada…la imagen la pareció extrañamente…perfecta. Se acercó poco  a poco a Kioshi sin reparar en que este temblaba al verlo tan de cerca. Tocó con el dorso de su mano la suave mejilla del niño, provocando que el oji-miel se estremeciera de miedo. Esa mano acarició todo el rostro deleitándose con la suavidad de esa lechosa piel, mientras la otra mano tiró del corbatín que adornaba su cuello deshaciendo el nudo de inmediato  y lo aventó a  algún lado de la habitación. La mano que recorría el rostro se detuvo en el labio inferior del pequeño y tiró un poquito de él. Suosuke acercó su rostro lentamente al del pequeño… los ojos mieles se abrieron mucho de la impresión y el miedo…¿su padre iba a darle “un beso como lo que les daba a mamá”?...


 


-hump…-un gemidito extraño por parte del menor sacó de sus pensamientos a Sosuke quien alarmado  se enteró de lo que estaba haciendo, se alejó del oji-miel como si este quemara. Ambos se quedaron en silencio por mucho tiempo…


 


-ni si te ocurra decirle a nadie que estuviste aquí…- amenazó Susuke al niño que solo asintió frenéticamente -¡ahora lárgate!- exclamó, el pequeño salió corriendo, dejando atrás su corbatín y su avión de madera…Susuke rugió con fuerza agarrándose la cabeza… ¡¿QUE CARAJO ESTABA A PUNTO DE HACER?! ….


 


****************************************************************


 


 -interesante…es realmente interesante- exclamaba el castaño , mirando atentamente los grabados en una de las enormes estructuras que conformaban “la prisión del corazón de Ayami”, Nowaki solo lo observaba de cerca, viendo como los dedos del “reciente tritón” acariciaban las grafías de algún idioma que no conocía y que estaba escrito allí.


 


Ya había pasado una semana desde que Hiroki había llegado a Ayami, tiempo en el que  Nowaki había tratado de que Hiroki se sintiera, primero: a gusto dentro del agua (cosa que no le costó mucho trabajo), segundo: en confianza con los tritones (seguían trabajando en ello), tercero: conociera más sobre la maldición y las pruebas…al parecer iban bien con eso…Hiroki  resultó ser más astuto de lo que pensaba…y cuarto: , el cual, por supuesto, no estaba planeado y al parecer se estaba volviendo un poco más complicado…conquistar al castaño. Bien, el oji-azul tenía que admitir que cuando supo de la supuesta llegado de un salvador para Ayami nunca pensó que realmente le llamara la atención el susodicho; y el, siendo tan concienzudo para tomar sus decisiones se enamorara perdidamente del principito de carácter “explosivo”, el cual, fuera  de odiarlo, lograba atraerlo mucho más y volverlo más loco, si eso era posible. Tenía que admitir que su “estrategia de los besos” le había dado una ventaja increíble, sin embargo…aun no sabía mucho de lo que pensara sobre “él” Hiroki, y eso le ponía de alguna manera…intranquilo.


 


-… ¿tú que crees?...¿Nowaki?...¡Nowaki!- exclamaba el oji-avellana tratando de llamar la atención del menor a quien sacó de sus pensamientos. Hiroki lo miró entrecerrando su ojos en una mueca de desagrado…¡¿acaso le había estado ignorando?!...


 


-perdón…Hiro-san… ¿Qué decías?- exclamó avergonzado. Hiroki frunció el ceño.


 


-¡¿no me escuchaste pedazo de baka?!...yo que estaba hablando como idiota¡¡¡-gritó el otro enfurruñado, logrando sacar una sonrisa del menor.


 


Después de que Hiroki terminó todo lo que tenía que investigar en las anotaciones de la estructura regresaron a la habitación “especial” de Hiroki. Claro está que durante todo el camino Nowaki se la pasó pidiéndole a Hiroki que “lo disculpara” y logró sacarle algo de la información que había obtenido en las estructural, enterándose que Hiroki no tan solo sabía ya del funcionamiento del hechizo que estaba allí, sino también de que se trataban, aproximadamente, cada aun de las 3 pruebas.


 


-bien, pues al menos ya tenemos todo lo que se pudo obtener de “teoría”- comentó Hiroki sentado una vez ya en su cama con las piernas cruzadas. Nowaki , quien también estaba convertido en su parte humana estaba sentado en el suelo , también con las piernas dobladas, mirando al castaño.


 


-eso es bueno, muchas gracias Hiro-san, no sé qué hubiera sido de mi pueblo si no te hubiera encontrado- exclamó Nowaki mirando solemnemente al castaño mientras tomaba su mano. El mayor no deshizo el agarre, pero no fue capaz de sostenerle la mirada por mucho tiempo, pues volteó su rostro sonrojado hacia un lado.


 


-no digas tonterías, cualquiera pudo haberlo hecho- exclamó en un murmullo Hiroki. Nowaki sonrió. Ver al castaño sonrojado era una de sus facetas favoritas, y era también una de las “señas” que le daban esperanza…


 


-sabes que no es cierto, y eso es porque Hiro-san es maravilloso- avergonzó el azabache un poco más al otro, quien solo chasqueó apenado la lengua…y por fin deshizo el agarre del tritón con su mano.


 


-tienes que irte…ya es tarde y quiero descansar- apuró con su ceño fruncido el oji-vellana sonrojado al menor, que le sonrió dulcemente, satisfecho con los gestos del mayor y se levantó del suelo dirigiéndose a la salida, Hiroki le siguió.


 


-tienes razón, descansa- exclamó Nowaki, susurrando muy cerca del rostro contrario la última palabra. Y con lentitud tortuosa, si…para ambos, juntó sus labios con el castaño, apretándolos solo un poco, la mano del castaño viajó hasta la mejilla del más alto, el cual estaba ligeramente inclinado hacia abajo por la diferencia de estatura, Nowaki había colado una de sus manos a la cintura del doncel . El contacto duro poco más de 5 segundos…aunque ambos apostarían que había sido el momento más largo. Se separaron, con una mirada casi cómplice, a diferencia de que Hiroki estaba sonrojado.


 


-esto…mañana lo intentaremos…entraremos por primera vez al laberinto, necesitamos conocer directamente qué preparó Aikawa- exclamó volteando un poco el rostro avergonzado  Hiroki, encantando al oji-azul, mas también prestó atención a las palabras…mañana sería el gran día…


 


-bien, entonces mañana entraremos. Entonces…hasta mañana Hiro-san, descansa- exclamó Nowaki, acariciando por última vez la mejilla al castaño, quien no reusó el tacto…este apenas se enteró cuando se había quedado solo en la habitación.


 


-maldita sea…no puede ser verdad- murmuró Hiroki cubriéndose el rostro mientras se recargaba de espaldas a la puerta de donde se acaba de ir Nowaki. Se deslizó hasta quedar sentado en el suelo. Era verdad, todo era verdad, últimamente había notado al “príncipe tritón” más osado con él…bueno, no era como si fuera extraño… ¡por kami ¿cuantas personas te han besado apenas te ven?! Lo que si le parecía totalmente inaceptable, es su maldita conducta… ¿era su impresión o estaba siendo más permisivo con el oji-azul?...porque si, se había dado cuenta que era él (Hiroki), quien buscaba la mirada azul para perderse un rato en ella, era él quien permitía “demasiado” a Nowaki…y hasta se descubrió esperando…y disfrutando de los traviesos besos del menor… ¡¿Qué demonios pasaba con él?!...¡el…el…él era un chico decente por Kami!...tal vez el menor solo se divertía con él…¡¡y ese era el maldito problema!!...¡¿Por qué carajo se enojaba que no fuera “algo formal” en vez de enojarse por el hecho de que el  azabache se “pasaba” con él?! -…no puedo ser…no pude haber enamorado de ese idiota… ¿verdad?- se preguntó Hiroki con su rostro rojo…


 


*************************************************************


 


-¿con que propósito están aquí?- preguntó la  hadita principal poniéndose justo enfrente del rostro de Masamune, con sus manitas a la cintura. Mune la miraba inquisidor…esas…”cosas” empezaban a hartarle, pero debía guardar la compostura, al fin y al cabo eran criaturas mágicas, seres mitológicos a los que ese les debía respeto, además de ser muy fuertes y claro…que tenían “aquella flor” que ellos necesitaban.


 


 


-no con un propósito maligno de hurtar el tesoro de su villa, seguro- exclamó Yukina, ganándose al atención de la haditas- mis compañeros y yo pedimos solemnemente no más que una flor para que así podamos completar su recorrido- habló respetuoso ,lo que logró calmar a las “lilí”.


 


-¿de qué recorrido hablas?- preguntó curiosa la alada, solo para afirmar sus sospechas.


 


-soy…Takahashi Misaki…y ellos son Yukina y Masamune-san- exclamó Misaki algo cohibido- y somos la legión que viene de Usami para salvar al príncipe Akihiko- explicó. Las  hadas murmuraron entre ellas acompañadas de risilla de emoción. Los humanos las miraban curiosos… ¿de qué hablarían?...


 


-hey…hey…con que la legión de Usami hee- picó un poco la hadita- ¿tú debes ser entonces el lindo doncel que menciona la profecía, verdad?- preguntó a Misaki quien sonrojado asintió -¡haberlo dicho antes!... ¿cierto lilis?


 


-¿entonces nos ayudarán? -Preguntó dubitativo  Masamune, la hadita sonrió y asintió frenéticamente.


 


-¡nosotras nos enteramos hace escaso años sobre la profecía…y hace relativamente pocos días que el “elegido” ya había emprendido el viaje!…aunque…sinceramente, no pensé que fueran tan rápido- exclamó la de vestidito violeta – nosotras les obsequiaremos, no solamente una flor Lili-Lang, si no 2- exclamó muy orgullosa, mas observó que los humanos la miraban intrigados -¿acaso no conocen las propiedades de la flor?- preguntó sorprendida.


 


-es la primera vez que escuchó su nombre- exclamó Mune, Misaki asintió a eso.


 


-yo solo había escuchado su nombre y que eran fuertemente protegidas- exclamó Yukina levantando los hombros.


 


-¡qué ignorancia!- exclamó la parlanchina fingiéndose ofendida- ¡la Lili-Lang es una flor con la propiedad de volverte inmune a cualquier hechizo de magia!, claro solo funciona por un tiempo…pero durante su surgimiento varios magos han aprovechado de esta flor para vencer a sus enemigos y dominar reinos enteros, por lo que   hace aproximadamente un siglo el “predecesor” de Mason nos encargó cuidáramos esta villa-finalizó, dejando sorprendidos a los humanos…¡inmune!...esa flor los haría inmune.


 


-…¿y…cómo funciona?- preguntó curioso Yukina, mientras observaba como dos haditas más se acercaban y  traían en su diminutas manos dos flores parecidas a las “lilas” pero de un brillo mayor y con los pistilos tan  brillantes y transparentes que juró que eran diamantes.


 


-es sencillo, podrás cargar con ellas  el tiempo que quieras y cuando quieras utilizarla, solo la pondrás sobre el dorso de tu mano y ella hará el trabajo…la Lili-lang aparecerá como un tatuaje justo allí…cuando el dibujo de la flor desaparezca de tu mano se habrá acabado su magia…-explicó la alada, seguido miró con un rostro preocupado a Misaki- tu , Misaki, la utilizarás el día en que entres al castillo de Aikawa- seguido miró la espada roja que tenía Masamuen en la cinturilla- y la espada de Kyo te será de gran ayuda, es seguro que tendrás muchos que te ayudaremos ese día…pero finalmente tendrás que entrar solo allí…-exclamó la mujercita. Misaki asintió algo inseguro…aunque el “sacrificio” de sus amigos, especialmente Keiichi, le habían dado ese toque de fortaleza y valentía que tanto necesitaba y esperaban de él.


 


-entiendo- solo respondió Misaki, y aceptó las flores que las haditas depositaron en sus manos- muchas gracias- sonrió el oji-verde, la hada le regresó la sonrisa.


 


-suerte- escucharon y las aladas desaparecieron dejando muchos brillitos en el aire. Todos se quedaron en silencio por unos segundos…


 


-bien eso fue demasiado fácil- exclamó Yukina, los otros dos asintieron, después de guardar bien las flores, ambos siguieron su camino. Algo silenciosos y apurados buscaban su siguiente destino…el último que marcaba “ese” mapa…: “la casa del guardián del bosque”, seguramente ese sería uno de los magos que les daría información y la otra parte del mapa…pensaban. Iban tan absortos que apenas se enteraron cuando dos sujetos se pararon justo frente a ellos, Masamune por inercia puso tras de él a Misaki y Yukina rápidamente se puso a un lado, frunciendo el ceño. Mas sus ojos se desorbitaron un poco al ver el vestuario de telas obscuras y la sonrisa macabra en esos sujetos…las varitas en sus manos no los tranquilizaron…¡¿eso eran…brujos?!


 


-hey al fin los encontramos…-exclamó uno de ellos- seguramente Aikawa-san no recompensará por nuestra labor- completó el otro. Los humanos los miraban fijamente y tratando de pensar que hacer…Mune pensó que sería muy tonto desperdiciar las flores en eso…no tenía caso…ellos no podrías escapar solos de eso- que triste que no pudieron cumplir su misión- se burló el primero, mientras apuntaba con su varita retorcida a Masamune…la punta empezó a irradiar luz…


 


-largo de aquí, o los destruiré- escucharon una voz ajena, Misaki regresó a ver hacia un lado encontrándose con un jovencito, aparentemente de unos 22 o 23 años alto, de cabellos rubios largos y ojos mieles. Se sorprendió al ver que se trataba de un mago…este chico amenazaba a los 2 brujos con su varita…los estaba defendiendo


 


-¡maldita sea Tsumori, no tienes que estar aquí!- exclamó uno de los brujos que retrocedía inteligentemente ante el rostro serio del rubio.


 


-no lo volveré a repetir- exclamó esta vez frunciendo el ceño. El brujo que no había hablado furioso lanzó un poder contra el rubio, pero este fácilmente lo desintegró mandándole a la vez un hechizo somnífero al insolente. El cual calló como costal al piso – llévate a tu compañero y no vuelvas a hacer estupideces si no quieres morir, no todos los magos serán piadosos con ustedes como yo- amenazó al consciente quien indignado y asustado desapareció de allí justo con el “dormido”.


 


-gracias…Tsumori-san- exclamó Misaki recordando cómo lo llamaron los brujos, el muchacho le regresó a ver y sonrió, esos bastardos tenían razón…el no debería estar allí…pero simplemente no pudo resistirlo, no había alguien cerca y esos idiotas quería matarlos, seguramente se ganaría un fuerte castigo de su amo por salir sin permiso…


 


-no hay porque…solo les advierto que tengan cuidado, de ahora en adelante los brujos intentaran matarlos- exclamó serio conmocionando a los 3 espectadores- los magos están de su parte y trataran de defenderlos…pero no les aseguro nada…sean precavidos…nos vemos- se despidió y desapareció de allí. Ok, las cosas se volvían más extrañas…


 


Después de recuperarse de la reciente noticia de que prácticamente serían cazados…prosiguieron su camino…Caminaron aproximadamente dos días más hasta entrar al fin al bosque al que buscaban, con depresión Misaki se dio cuenta que el clima se volvía cada vez más frío, y es que el pobre oji-verde era muy friolento…y hasta los estornudos interrumpían de vez en cuando el silencioso recorrido. Pisaban la tierra húmeda en bosque, que al contrario de Towika, este parecía lleno de vida, pues podían escuchar a los animales, y el viento jugando con los árboles y las plantas… Mientras caminaban Masamune no podía dejar de mirar hacia atrás, pues hace un rato que sentía que alguien les seguía.


 


-…-el crujido de una corteza los alertó e instintivamente todos regresaron a ver hacia arriba específicamente a las ramas de los árboles. Y allí encontraron su respuesta. Misaki observó con algo de temor al felino que caminaba casi elegantemente por la gruesa rama del árbol. Era un gato montés, de un tamaño considerable, tenía que decir. Tragó saliva. Con el corazón en la garganta observaron como el gato bajaba de un salto de la rama para ponerse justo frente a ellos. Su sorpresa no acababa…definitivamente a Misaki le iba a dar algo…con asombro contempló como la figura “perfecta” del animal desaparecía para dar lugar a un “hombre”.


 


-¡Hey ya pensé que no llegaban!...empezaban a preocuparme- exclamó con un adorable puchero el “recién transformado”, mirando con sus ojos carmines a los 3 plantados allí, su cabello castaño claro un poco más bajo de los hombros y una sonrisa amable y pícara. Vestía un pantalón holgado  café, un chalequito en tonos diverso de verdes y una florecilla lila adornaba su cabello- esto…siento lo de hace rato…pero ya saben, cuidar un bosque tan extenso como este me lleva mucho menos tiempo convertido en un felino- dijo con cierto deje de vergüenza rascándose la nuca.


 


-entonces…tu eres…- exclamaba Masamune aun medio ido por la “presentación”.


 


-ha si, pues claro- exclamó de lo menos despreocupado el muchachillo, mientras que hacia aparecer un cetro que parecía más bien tallado en la madera más fina y con una orbe transparente flotando – soy Yuu Yanase, el guardián del bosque del Norte -exclamó con una sonrisa divertida al ver la sorpresa de los 3 presentes.


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Continuará…

Notas finales:

:D

Nos vemos en el siguiente cap ->


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