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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo, les dejo este capítulo bastante cargado de noticias importantes... aparece la quinta y última prueba y le declaran la guerra a Usami¡¡¡


Espero les guste la conty...


nos leemos en el sig cap...

Capítulo 22: "Quinta prueba: el acertijo del guardián del puente”


 


La tarde ya había caído, y el reino Usami era un completo drama. En primer lugar estaba la ausencia de Akihiko y la esperanza próxima de  su regreso. En segundo lugar  se esperaba por parte de las autoridades pertinentes y miembros de los concejos de varios reinos  la asistencia de Hiroki  con motivo de un adelanto de su boda con Haruhiko. En tercer lugar el problema de Keiichi y su memoria, el cual no había mejorada ni un poco. En cuarto lugar Haruhiko, el cual había caído en una depresión tan extrema que había sido muy complicado el que siquiera le dirigiera la mirada a alguien, y no había parado de llorar en ningún momento. Y como por si no fuera suficiente hace dos días  habían recibido Asuka y Hitomi  una carta de un reino lejano, el cual “formalmente” le declaraban la guerra…Por alguna razón la información de que el capitán de la guardia de Usami no estaba en el reino llegó a varios oídos envidiosos y…aprovecharían la situación… Asuka pensó que la declaración había tardado un poco porque sabían que en el próspero reino se encontraban 3 príncipes presentes que podrían defender el reino…Keiichi, Haruhiko y Yura (los cuales por cierto, no sabían se encontraban de la peor manera). Sin embargo…la “tregua” no duraría demasiado…


 


Estos y otros problemas aquejaban a la pobre Asuka y a su esposo, el rey, el cual no sabía ya cómo responder a tanta problemática. Al punto de las 7 de la tarde, como era costumbre desde hace 4 días que habían estado allí, tanto Kaede como Yura iban a visitar a Keiichi a su habitación. A  pesar de que  solo se había torcido un tobillo y prácticamente ya podía caminar, Asuka no le había dejado levantarse de la cama, por lo que el oji-miel no se había levantado de allí. Con tristeza Keade tuvo que resignarse a no llevar con ellos a Kioshi, primero para detener las constantes preguntas de su doncel mayor…pues Keiichi era inteligente y estaba segura que ya había descifrado el parecido que tenía con ellos. El médico que lo atendía les había hablado de una posible teoría de lo que él creía que sucedía con la memoria de Keiichi…y para la desgracia de todos era lo que pensaban…el castaño no recordaba nada  de todo aquello que lo había hecho sufrir, en pocas palabras, no recordaba nada desde que conoció a Sousuke…al parecer la estancia en  el bosque del recuerdo le había dejado bastante afectado… y hasta la fecha no tenían ni la mínima idea que fuera a tener mejora…


 


La noche ya había entrado. Haruhiko miraba por la ventana totalmente absorto en sus pensamientos melancólicos  la hermosa luna que brillaba con todo esplendor y belleza.  Sin embargo su tranquilidad se vio interrumpida, no por un toque en la puerta de su habitación temporal, sino por el sonido que hace una manija al ser girada. Haruhiko vio con un poco de sorpresa como Yura entraba a su habitación. Su mirada gris se encontró con la idéntica del hermano de su amor…


 


-¿Yura?- exclamó con cierto recato. El príncipe de Sumi lo miró con el ceño fruncido un rato, viendo lo mediocre que se veía todo desaliñad y tiste,  bufó antes de responderle.


 


-estoy harto Haruhiko…- exclamó cruzándose de brazos sin dejar de recriminar con su mirada al  de Nakamura, quien le miró extrañado. Yura y el resto de los interesados habían escuchado de Haruhiko hace 3 días todo lo que había sucedido con el asunto de carta y de la maga Kaoruko. Y realmente había pensado todo lo que había sucedido, llegando a la conclusión más obvio, y a la que consideró era la mejor para todos…


 


-perdón, no entiendo- exclamó Haruhiko, al fin  levantándose de la silla en donde se encontraba sentado.


 


-estoy harto de esta situación…tú no puedes seguir así…y no quiero que mi hermano sufra más- exclamó con una seriedad tal que Haruhiko sintió un estremecimiento.


 


-no…-


 


-déjame hablar- repuso mirando con el ceño fruncido al otro príncipe- mi hermano te ama- dijo con seguridad. Haruhiko lo miró con cara de súplica- alguna vez te dije que te arrepentirías si lo lastimabas…y hoy te lo recuerdo. Sin embargo, acepto que esto no fue culpa tuya- dijo con un media sonrisa al fin, sorprendiendo un poco a Haruhiko- pero ahora, necesito que me ayudes, sé que lo amas…y si consideras que es lo suficientemente importante…te lo pido…por favor…ayúdame a aminorar su desgracia- exclamó con vos suplicante.


 


-Yura…yo no sé qué hacer- exclamó Haruhiko regresando a ver hacia la ventana al satélite albino que era a luna. Yura lo agarró del hombro captando su atención.


 


 


-averígualo entonces…de nuevo- respondió yura. Haruhiko vio tan desesperado a Yura, que al fin analizó cual importante era para él su hermanito. El problema era que él, no sabía ya que hacer con la indiferencia de Keiichi en su persona, que no lo recordara era un golpe tan duro…sobre todo porque la culpa le caía como toneladas sobre la espalda…él sabía cuánto lo había hecho sufrir…


 


-pero…él no me recuerda…-dijo con voz pastosa…sabía que si no se controlaba lloraría enfrente de Yura.


 


-entonces sabes la solución…-dijo el de Sumi. Haruhiko asintió mirando hacia un lado, claro…algo que le dolería hasta la última de su célula…hacer que nada había pasado…y comenzar de nuevo…solo sus sentimientos y él…- Haruhiko…sé que te estoy pidiendo algo muy doloroso…y no quiero reprocharte nada, pero…se lo debes- dijo con melancolía. Haruhiko solo se quedó mirando al piso- se fuerte por ambos…por favor-


 


-no sé si funcione…- dijo algo deprimido.


 


-si el amor sigue allí, funcionará- exclamó Yura, con medía sonrisa, aguando sus ojos…¡por Kami, jamás se había imaginado pedirle con todas sus fuerzas a un pretendiente de su hermano que lo conquistara!...-Haruhiko…además debes de contemplar el hecho de que tal vez no te recuerde jamás…-exclamó con un gesto lastimero…


 


-¿q-que quieres… decir?-


 


-¿Qué harás si…Keiichi nunca recupera su memoria?-


 


*********************************************************************


 


Al salir el sol  entre las montañas, los 3 chicos se hicieron de  algo de agua  y comida y siguieron su camino. El bosque que recorrían en esos momentos  estaba más frío que el anterior y los ligeros toques blancos de nieve se veían en algunos lugares.  Tan solo trataban de llegar lo más rápido que pudieran a su última prueba, para así al fin terminar con todo aquello. Masamune miraba constantemente a Misaki, el cual estornudaba constantemente por el frío…aunque…aún tenía en la cabeza lo que le había dicho Misaki…¿y si algo malo les pasaba?, ¿o qué tal si…a alguien más le estaba yendo mal?...El joven príncipe pensó un poco en Keiichi. Yanase les había dicho que Keiichi estaba bien…pero no dijo que tanto… o… ¿Qué tal si era Hiroki…había pasado algo con la prueba en Ayami?... ¿o Miyagi?...tal vez… ¡se lo había comido el dragón dorado!…Mune ya no sabía que más pensar… y si lo seguía haciendo quedaría loco…


 


-¡Hey, príncipe!- llamó su atención Yukina, el cual también traía sus labios resecos por tanto viento helado, Mune hasta entonces le puso atención- ¿de aquí hacia dónde?- preguntó. Masamune regresó a  ver hacia el frente, el camino volvía a dividirse en dos. Miró un poco el mapa en sus manos antes de comenzar…


 


- izquierda…seguiremos ese camino hasta el “puente” para cruzar el acantilado...- informó recorriendo con su dedo tembloroso los trazos en el papel. Y efectivamente así se hizo. Caminaron aproximadamente unas 2 horas, hasta llegar a la orilla del acantilado. Misaki vio con algo de alivio y sorpresa que ese lugar extrañamente no era tan frío, podía ver incluso un poco de pasto y hierbas alrededor. Yukina y Mune se acercaron a la orilla del precipicio altísimo, mirando como un río enfurecido, seguramente con agua heladísima, pasaba por abajo. Podría jurar que eran al menos unos 50 metros para pasar de un lado a otro. Yukina chasqueó la boca…


 


-esto va a ser imposible… si caemos desde esta altura…si no nos mata le golpe…el agua fría lo hará-  exclamó algo preocupado. Misaki casi tembló con el comentario.


 


-eso…no puede ser…tenemos que pasar de alguna forma…¿Masamune?- exclamó el oji-verde mirando al príncipe…el cual revisaba el mapa.


 


-esto dice que aquí hay un  puente…o debe de haberlo- exclamó casi con vos enojada, frunciendo el ceño.


 


-efectivamente…pero no los dejaré pasar por el tan fácilmente…-


 


.


 


.


 


.


 


Los 3 chicos se asustaron y sombraron un poco a escuchar una cuarta voz entre ellos, buscaron con avidez al “sujeto” hasta encontrarle justo tras de ellos…”¡que rayos…no estaba allí hace unos segundos!” pensó Misaki. El muchachillo de cabellos castaños muy oscuros casi negros  y ojos  almendrados mostraba una sonrisita de autosuficiencia, mientras permanecía con las piernas perfectamente cruzadas  encima de una piedra que parecía precisamente un banquito…Yukina le miró de arriba abajo, reconociendo primeramente que era un “doncel” bastante atractivo, después se fijó un poco en su ropaje…portaba una vestimenta algo curiosa: unos shorts verdes que llegaban alguno centímetros arriba de la rodilla , una camisa  de mangas largas blanca y holgada y un chalequito verde encima, un gorrito curioso, que se acomodaba coquetamente en su cabeza y un bastoncito de madera sujetaba en su mano, entonces de inmediato se dio cuenta que se trataba de un usuario de la magia…


 


-¿Quién eres tú?...-preguntó Masamune algo irritado por la pose tan despreocupada del muchachito.


 


-¡hey más respeto muchacho tonto!¡que si me haces enojar no te dejaré pasar, ni aunque lo hayas ganado!- exclamó el oji-almendra.


 


-perdona nuestra falta de respeto, pero no sabemos cómo podemos dirigirnos a ti- exclamó Misaki algo avergonzado y asustado por que fueran a despertar la furia del  chiquillo. Este conmovido por la honestidad y ternura del oji-verde dejó pasarlo un poco…


 


-jumm…se han salvado…por ahora. Desde ahora tendrán que dirigirse a mí con más respeto, ¡soy un usuario de la magia aunque no lo aparente!- exclamó con una rabieta que a Yukina le pareció graciosa y casi ríe – mi nombre es Kisa…- fijó sus ojos en los ojos de Yukina, quien no le quito tampoco la mirada con media sonrisa. El recién presentado hizo un gesto que Mune interpretó como de coquetería ante el ladrón- soy el guardián del puente…-


 


********************************************************************


 


“-¿Qué harás si…Keiichi nunca recupera su memoria?-“


 


La pregunta asaltó de nuevo en sus oídos. Haruhiko negó levemente con la cabeza para alejar esos pensamientos de él. La respuesta era sencilla y Yura se la había dado así de cruda, sin adornos ni nada más…”conquístalo”.  Haruhiko se había convencido, claro con la ayuda de Yura, de que no perdía nada con intentarlo y ganaba mucho, necesitaba hacer todo lo que estuviera en sus manos para “hacerle recordar” o en su defecto…enamorarse de nuevo junto al oji-miel…solo esperaba que su sentimientos no lo traicionaran.


 


Tomó la manija de la puerta con su mano izquierda, y mientras con la derecha daba unos ligeros golpeteos escuchó el permiso del que ocupaba la habitación, su mano vaciló un poco antes de abrir completamente la puerta…y poder entrar. Haruhiko entró por fin y cerró la puerta tras él. Acercándose paso a pasito al muchachito postrado en aquella cama, el cual le miraba con unos curiosos ojitos mieles y una emocionada sonrisa.


 


-¡Hey, pensé que ya no vendrías, había preguntado por ti!- exclamó Keiichi con un puchero demasiado tierno. Mune se acercó  la muchachillo sintiendo como  el corazón le da vueltas, le regaló una sonrisa a su amor, mientras sacaba detrás de él, una linda rosa blanca del jardín de su tía Asuka y enseguida la ofreció a Keiichi, este la aceptó gustoso, sonrojándose levemente.


 


- siento haberte preocupado de más Keiichi…pero había estado algo ocupado…- se excusó Haruhiko de la mejor manera- ¡¿hey….acaso ya has recordado mi nombre?!- preguntó con una sonrisa algo confiada…rozando a la coqueta, mientras Keiichi jugaba entre sus dedos con la  rosa blanca…


 


-¡nooo!...no he podido recordarlo…¡lo siento!...¡dime…por favor!- exclamó algo exaltado Keiichi, Haruhiko rio un poco…sintiéndose realmente feliz porque la energía que caracterizaba a Keiichi estaba totalmente intacta.


 


-jajaja…Sabes que no puedo decírtelo, pero me gustaría que algún día  lo recordaras- rio un poco. Keiichi hizo un puchero. Haruhiko había comprobado en propia piel lo que había dicho Yura…aun el inconsciente de Keiichi seguía respondiendo a “él” y hacía que el menor preguntara y se sintiera muy bien junto a él…sonrió…había muchas esperanzas de mejoría…


 


Haruhiko pasó todo el resto de la tarde-noche hasta que fue la hora de dormir del menor, se despidió cortésmente y salió de la habitación, no sin antes prometer que lo visitaría cada vez que pudiera…”cómo si tuviera algo más que hacer”…pensaba con sarcasmo. Ya no podía aguantar las ganas que tenía de que su amor le recordara…que juntos rememoraran todas aquellas vivencias preciosas de sus días de más jóvenes, él solo quería que todo volviera a ser como antes…aunque tal parece que el destino no lo planeó así, una lagrima rodó por su mejilla, se recargó en la puerta recién cerrada de la habitación de su oji-miel. No podía ser débil, la situación ya estaba discutida, él quería recuperar a su amor…sin importar el precio….haría todo lo que estuviera en sus manos…


 


 De pronto un ruido algo estridente llamó su atención… “!¿Que acaso hay carnaval en las escaleras del primer piso?!” se preguntó el príncipe…más apenas vio el rostro  de esa mujer conocida para él  descubrió el porqué de tanto relajo.


 


-¡Haru-chan, amore mío!- exclamó la jovencita de algunos 20 años de  cabellos castaños ondulados y ojos cafés, que apenas vio a Haruhiko se  aventó encima de él -¡he venido tan pronto pude…mamá me ha  mandado una carta diciendo todo lo que ha pasado por acá!... ¡¿cómo está mi lindo Keiichi?!...¡tienes que explicarme que ha sucedido! , ¡Madre no me ha contado nada!.. Aunque algo me dice que fue papá ¿verdad?...aaah…ese hombre… ¡cualquiera pensaría que nuca fue joven!...ya me escuchará cuando le vea…- aseguró la jovencita hablando muy rápido pasando de un estado de animo a otro con facilidad…


 


-Ma-manami… ¿Qué haces aquí?... ¿no estabas en América?- preguntó Haruhiko todavía medio ido, por ver a la chica allí.


 


-¡pues claro que estaba allí, pero he tenido que trasbordar no sabes cuantos transportes para llegar apenas a tiempo!... ¡además… ¿que no puedo venir a dar apoyo a mi querido hermano?!- exclamó dramática abrazando al príncipe que parecía asfixiarse ante tan apretada bienvenida.


 


*************************************************************


 


-debo entender que esta es la última prueba y no nos dejarás pasar a no ser que consigamos superarla, ¿no?- exclamó Masamune de brazos cruzados.


 


-eso es lo que dije- exclamó Kisa, como quien no quiere, aun de piernas cruzadas mirándose el manicure de las manos desinteresadamente.


 


-¡pues a que esperas, tenemos prisa!, dinos que tenemos que hacer- pidió  Yukina, Kisa le volteó mientras le dedicó una sonrisa.


 


-bueno, primero, tienen que saber que  la “ofrenda” que pido para poder acceder a mi prueba no es tan sencilla de complacer…sin embargo  ahora necesito algo que seguramente traen con ustedes- exclamó mirando con sus ojos entrecerrados – es una llave- especificó. Mune  sacó el objeto de entre sus ropas mostrándola- es esa- ratificó el muchachito con una sonrisa.


 


-¿y se puede saber para que necesitas una llave?- preguntó Yukina curioso.


 


-pues para abrir algo, muchacho tonto- dijo con una sonrisa traviesa Kisa, mientras levantaba una  sus piernas suavemente enseñando un grillete que mantenía al muchachito encadenado a  la piedra en donde estaba sentado…los 3 chicos se sorprendieron  en demasía…¡¿cómo no la habían visto antes?!...Misaki notó como casi era… ¡transparente!...seguramente por eso no la notaron…


 


-¿por qué estás encadenado?...-preguntó Misaki mirando al oji-almendra…


 


-verás…yo no hubiera participado en todo este embrollo , pequeño…- comenzó Kisa con una sonrisa triste, Mune adivinó hacia donde iba todo aquello –Aikawa un día vino… “pidió por favor” que participara en su “juego”…como era obvio yo me negué… y entonces me gané esto- exclamó señalando el grillete en su pie- es cierto que yo soy el guardián del puente…y que es mi deber ver quien cruza y sus intenciones, sin embargo ¡no siempre pongo pruebas!. Solo lo hago cuando estoy aburrido…-exclamó con un puchero gracioso que hizo sonreír a los menores, Mune lo miró con incredulidad- pero ahora, resulta que necesito crear una prueba para ustedes…además, una vez me haya visto liberado mi magia volverá y podré crear el puente…- finalizó con una sonrisa…


 


-pues bien…hay que empezar con esto…dinos de que trata, así sabremos quién “juega”- exclamó Masamune dándole la llave a Kisa, quien la recibió y abrió el grillete que aprisionaba su tobillo y después de  hacerlo se acomodó mejor sobre la piedra y comenzó a hablar.


 


-pues bien…originalmente me habían dicho que solo llegarían 2 aquí- exclamó Kisa algo dudoso, mirando a Yukina…-por lo tanto no es correcto que los deje pasar a los 3- finalizó con una sonrisita. Yukina miró curioso la sonrisa traviesa del muchacho…y sonrió el también- sin embargo…les daré una oportunidad-


 


-¿a qué te refieres?-


 


-escuchen las reglas…-insistió Kisa- este prueba es de inteligencia- aclaró, logrando poner nerviosos a los 3 chicos – tendrán que resolver 3 acertijos que yo  mismo realicé…si responden los 3, entonces podrán pasar el puente todos ustedes- exclamó con unas sonrisita.


 


-¿solo eso?- preguntó Mune, pensó que sería más difícil.


 


-pues si, solo eso. Sin embargo cada uno de ustedes tendrán que resolver un acertijo, y si alguno se equivoca….uno de ustedes tendrá que quedarse. Si fallan dos veces… no podrán pasar- exclamó con cierto deje de burla.


 


-¡¿qué?!- exclamó Masamune- eso es injusto… ¡si alguno no sabe la respuesta de su acertijo no podremos contestar!-


 


-¡hey, son mis reglas! ¡Si quieres jugar, bien, si no ya puedes irte!- exclamó  el chiquillo poniéndose a la altura de Takano con las manitas a la cintura, este lo miraba igual  con el ceño fruncido…


*******************************************************************


 


-¿Manami?- se escuchó una voz. La aludida regresó su vista al inicio del pasillo y pudo ver a la mujer de ojos violetas y cabellos platas ataviada en un hermoso vestido coral. Soltó a su hermano del mortal abrazo  y corrió hasta esta.


 


-¡tía Asuka!..¡Qué gusto verla después de tanto tiempo!- exclamó la muchacha abrazando a  la mujer.


 


-hola…me da gusto verte de nuevo también…¿acaso no estabas en América?...desde hace 2 años que no habías venido…¿cuál es la razón?- preguntó curiosa.


 


-¡¿no considera tía, que mi lindo hermanito y Keiichi estén pasándola mal sea suficiente razón?, madre me ha mandado una carta con muy pocos detalles!... ¡por eso he venido en cuanto pude!- exclamó  con desespero.


 


-de acuerdo, cariño, eres bienvenida, lo sabes, sin embargo tengo que decirte que en el palacio ya hay suficiente movimiento y todo el mundo anda ocupado, por lo que no podré darte tanta atención- exclamó preocupada la peliplata.


 


-¡no te preocupes tía, por favor!, ¡yo lo que menos quiero es causarte problemas! ¡No tienes por qué poner una escolta a mi servicio, puedo valerme por mi misma!- aseguró la castaña.


 


-lo sé ,amor, sin embargo, quisiera poner a tu disposición a uno de mis chicos, a lo menos para que pueda acompañarte a  recorrer los lugares del reino- repuso la reina. Manami sabía de sobre que no era una pregunta sino una aseveración, por lo que no se molestó en declinar la oferta.


 


- de acuerdo tía…como lo dispongas- respondió dando una leve reverencia, mientras agarraba una pequeña maletita, en la que Haruhiko apenas y había reparado…Muy pronto Asuka salió del lugar y antes de que los hermanos pudieran entablar una conversación ya había regresado acompañado de un lindo muchacho , a los ojos de Manami.   Era  alto, de cabellos negros y ojos cafés, más lo que le llamó más atención de él, era la sincera y hermosa sonrisa del muchacho…


 


-Manami, mira, este es Takahashi Takahiro, es uno de los chicos que trabajan a la par con el mayordomo y con el cocinero del castillo. Será el a quien he dispuesto para que te acompañe a donde dispongas, por favor siéntete libre de pedirle lo que necesites. Ya le he informado a él también el asunto- explicó la reina presentando a los chicos.


 


-un placer Manami-san…puedo mostrarle su habitación ahora, si desea-exclamó el oji-café con  una linda sonrisa en su rostro mientras quitaba suavemente el equipaje de las manos de la princesa. Manami  aún seguía con la boca abierta mirando embobada al  chico.


 


-S-si-se limitó a  responder cuánto más rápido reaccionó- gracias…-salieron las palabras como un susurró.


 


-sígame, por favor- respondió Takahiro caminando hacia la habitación destinada para Manami… esta solo regresó a ver hacia atrás viendo a su hermano quien la miraba con un ceja levantada…ya la había descubierto. Su cara se sonrojó.


 


-neee…¡te veo luego niii-chan!…- exclamó en un gritillo y se apresuró a seguir a su escolta personal…


 


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-hey…hay que tomar esto con calma Masamune-san…tenemos que cruzar de todas formas, ¿por qué no nos calmamos, si?- trató de calmar los ánimos Yukina, separando a los otros dos.


 


-pues bien, solo porque el chico lindo lo ha dicho- exclamó kisa con un puchero cruzando se brazos- entonces… ¿aceptarán la prueba sí o no?-


 


-sí, la haremos- exclamó Mune de mala gana… Misaki no comprendía por que tanto pleito, solo se dispuso a acercarse.


 


-pues bien, ahora lo que sigue es acordar el orden… ¿Quién contestará el primer, el segundo y el tercer acertijo?- explicó el oji-almendra.


 


-yo iré primero- opinó Yukina.


 


-bien, pues yo iré después… ¿o…Misaki quieres ir después tú?-respondió Takano


 


-no, está bien, yo iré al final…- exclamó Misaki.


 


-pues bien, empezaré- exclamó Kisa, acomodándose de nuevo en su banquito improvisado con roca, mientras miraba a Yukina…-


 


 


Llega cuando la luz se va


Y por fin Diana se recuesta


En su inmensa cama oscura


Con pequeños y gigantes diamantes


 


 


-ok, tienes que responderme ahora…chico lindo- exclamó kisa. Yukina lo miró con un puchero acusador…era una prueba difícil…


 


-¡oye ni si quiera rima!- exigió Masamune.


 


-¡nadie dijo que debería rimar, grandísimo tonto!- respondió el guardián enfurruñado. Mune solo se cruzó de brazos, pensando en el acertijo…él no podía contestar…además ni si quiera sabía la respuesta…era algo complejo…Misaki batallaba igual… ¿Qué tenía que ver Diana?...


 


-¿no lo sabes?...- picó Kisa algo burlón. Haciendo como que mira un reloj inexistente- pasa el tiempo…-canturreó. Yukina frunció el ceño y tardó unos segundo en responder…


 


-no lo sé…-


 


-jejeje…ya han perdido la oportunidad de pasar los 3…uno tendrá que quedar fuera- exclamó fingiendo tristeza- ¡pero que sencilla era la respuesta chicos!...¿que llega cuando la luz se va, es oscura y hay diamantes chicos y grandes que brillan?…heee hee¡¡…¡¿no es obvio que la noche?!-


 


-eres un tramposo…- susurró Mune, Kisa lo fulminó con la mirada.


 


-¡no me provoques tonto!... ¡que te convertiré en un renacuajo!- le gritó - bien, te toca responder a ti…-


 


-bien, estoy listo- respondió enfurruñado por la “advertencia” Takano.


 


-aquí va…esta es realmente sencilla-


 


 


Centenares de Soldados


 Van formados en hileras


Y todos los días nublados


Riegan bosques y praderas


 


 


Masamune pensó unos segundos y después volteó a ver a Kisa con una sonrisa de autosuficiencia…


 


-sé la respuesta.


 


-pues dila- retó el guardián.


 


-la lluvia-


 


Kisa lo miró casi con descuido y frunciendo el ceño  y chasqueando la lengua…


 


-bien…esa era la respuesta correcta… ¡la próxima no será tan sencilla!-


 


-lo que digas…-murmuró Mune.


 


-bien…ahora es tu turno, niño- exclamó Kisa dirigiéndose a un nervioso Misaki que se acercaba a él con timidez marcada – ahora…suerte, esta es…-


 


 


Es un instrumento musical


De viento, debo aclararlo


Y aunque tiene muchos sonidos


No puedes verlo u tocarlo


 


 


-¿y bien cuál es la respuesta, Misaki…?-


 


-etto…yo creo que la respuesta es…-


.


.


.


Continuará

Notas finales:

:), nos vemos

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