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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola, hola, ¿cómo están gente bonita? :), pues aquí estoy, no tan tarde xD, con actu doble para ustedes, sip, por que estoy muy feliz y para agradecerles los más 7000 leidos, ¡¡muchas gracias!!, me alegra que les vaya gustando mi historia y me hacen feliz sus comentarios.


Pues bien, pasando al fic, les traigo el final de esta primera parte de guerras, espero que hayan disfrutado esto, por que vamos apenas por la mitad xD.


Los dejo con otro indo capítulo, espero les guste, nos leemos en un ratito...

Capítulo 35: “No hay un mejor líder”

 

 

Tsumori estaba expectante a los que pudiera desatar la sorpresiva noticia. No estaba seguro que pasaba por la cabeza de todos los usuarios de la magia, pero sí que era palpable la sorpresa. Evidentemente todo había sido repentino, algunos brujos incluso demostrando su repulsión o severo disgusto mirando con su ceño fruncido a Mason. Tsumori enfocaba sus orbes mieles   con seriedad a todos, imponiendo su fuerza y su disgusto al observar como visiblemente juzgaban a SU amo. El rubio miró a Mason. Estaba Imperturbable. Serio, miraba casi disimuladamente a todos los brujos, magos y demás criaturas frente a él. Sereno y tranquilo. Quizá esperando también alguna respuesta negativa.

 

Ya habían pasado quizás unos 5 minutos, y Misaki no había podido recuperarse de la sorpresa. El resto de los chicos estaban igual… ¿un doncel?...el líder de la magia… ¡¿un doncel?!...¿enserio?... y por juzgar en el rostro de todos los usuarios de la magia presentes…no estaban de acuerdo con él… ¿por qué?, ¿acaso la noticia había sido también algo inesperado para ellos?...

 

-esto…si que es una sorpresa- murmuró con los ojos muy abiertos Kaoruko. Entonces Misaki comprobó que la sorpresa  también era para ellos.

 

-¿Por qué lo dices?- preguntó el oji-verde con curiosidad.

 

-se supone…que no podría ser. Un doncel no puede ser líder de la magia- exclamó ensimismada. Los chicos a su alrededor abrieron mucho los ojos por la sorpresa.

 

-¿Qué?... ¿por qué?- preguntó Hiroki frunciendo el ceño, eso era en definitivo discriminatorio.

 

-nadie lo sabe. Pero es una de las normas más supremas inscritas en el Reglamento de la Magia. Un doncel no puede ocupar el puesto. O eso es lo que dice allí. E-esto no pinta bien en cualquier momento pareciera que ellos…- exclamó preocupada, mirando a su al rededor todos los  brujos se acercaban o se movían incómodos en su lugar observando furiosos a Mason.

 

-¿tu sabías algo sobre esto?- murmuraba en otro lado de la explanada Yuu, preguntando a Mino que estaba al lado suyo. El oji-dorado apenas negó con la cabeza, totalmente absorto con la recién noticia. Yanase frunció el ceño, consternado y en total indignación con esa regla, más nunca pensó que precisamente fuera Mason quien la irrumpiera…¡nadie lo hubiera predicho!, sin embargo la preocupación lo invadía en ese momento al ver a su al redor , y así se lo hizo saber a su koi –Mino…no me gusta la situación…les podrían hacer daño…- exclamó apretando levemente el brazo de su mago castaño. Este asintió  y le regresó la mirada.

 

-también te diste cuenta…-exclamó el mayor. Yanase asintió.

 

-lo sospeché apenas apareció. Pero simplemente lo dejé pasar por alto porque me parecía ridículo, viniendo de un “varón”…Mino-koi…-chilló el nombre de su ex -sensei…- él definitivamente está embarazado. No debería estar aquí y  ¡menos diciendo esto! Es demasiado peligroso

 

-También pienso eso. Tsumori está bastante agotado. La técnica de Jomei lo debilita. Habrá que intervenir-

 

Yuu asintió. Ambos se dieron una última mirada acordando intervenir por si cualquiera atentaba algo en contra de su “aun” actual líder. Y al juzgar por los rostros de varios magos presentes, contando a Hatori y Kaoruko…había varios que participarían con aquello…Habían tomado esta decisión cuando  una voz plagada de rabia y desdén habló.

 

-Maldita sea por siempre la sucia sangre cobarde de Ijourin en ti, ¡Y maldito tu estúpido estado de doncel!- escupió el hombre al suelo, dedicándole una sonrisa profunda de odio y socarronería- ¡YA SABÍA YO QUE ALGO QUE VINIERA DE GIN  NO ERA ALGO BUENO! ¡Púdrete en el infierno,  aberración!- habló el hombre, los murmullos entre los presentes no se hacían esperar, otro indignados y enfurecido con el regordete brujo hablador, y otros más apoyando las ideas de éste. Oh si. Una vez descubierta su identidad empezarían a aparecer aquellos comentarios sobre su pasado…sobre la relación con todos aquellos que habían ganado nada más que profundo odio de él, Mason estaba consciente de eso. Tsumori frunció el ceño apretando su arma con mucha fuerza en la mano, sus ojos enrojecidos y furiosos. Gimió un poco tratando de controlarse mientras fulminaba al hombre con la mirada.

 

-tranquilo, te necesito sereno -escuchó la suave voz de su azabache hablándole. Se perdió por su bien… en los preciosos ojos turquesa que pedían tan desesperadamente que no perdiera el control…respiró un poco bajó la cabeza y asintió- gracias…-

 

Mason dejó de mirar a su novio-aprendiz, y miró fijamente y seriamente a aquél hombre. No era que no le hubiera lastimado aquello, pero debía mostrar la misma fiereza con la que entró y se mantuvo en el puesto, no iba a regresar a lo mismo, ya no. Ya que ahora no tendría solamente que defenderse a él mismo…sino a su familia. Se tomó un respiro y caminó escaso dos pasos hacia enfrente, tragándose las lágrimas de unos recuerdos amargos.

 

-no te atrevas a compararme con alguien. Y mucho menos con el hombre que se dijo ser mi padre. Que tú no sabes lo que fue ser hijo de ese hombre. Mira que  tú, que le conociste, puedes enumerar bien nuestras diferencias- dijo con seriedad. Todos le escucharon atentos y sorprendido. Tsumori desvió la mirada, el conocía mejor que nunca el significado de ese hombre para su oji-turquesa- Soy doncel…¿y qué?- exclamó casi con altanería sorprendente- enumeren lo que ha cambiado desde que “sabían” que era un varón hasta este momento- exigió mirando no tan solo a aquél hombre quien había callado, sino al resto de sus escuchas. Por algunos segundos todo se mantuvo en silencio.

 

- exiges que se respeten las reglas…pero también las has roto…¿cómo pretendes que reaccionemos?- exclamó otro brujo bastante joven, mirándolo casi con recelo,como si no estuviera seguro todavía de su verdadera decisión. Como si esperara que tratara de convencerle.

 

Mason miró al chiquillo; iría a responderle…pero para su sorpresa alguien contestó por él.

 

-menciona aquí, enfrente de todos las repercusiones negativas que hayan surgido a partir de las decisiones tomadas por Mason-san…y entonces tendrás derecho a reclamar cualquier cosa- habló con bronca Yanase. El brujo le regresó a ver y bajó el rostro- reclamen, griten y hagan bullicio cuando  se rompan reglas que tienen que ver con la injusticia o con algo que les ataña directamente. No con estupideces impuestas por un discriminador machista- exclamó con el ceño fruncido.

 

-el punto es que ha roto una regla- exclamó una bruja, queriendo ignorar lo anterior. La risa socarrona de Yanase se escuchó.

 

-ja…los brujos hablando de reglas- La mujer se sonrojó indignada.

 

-el punto es que se creen mejor que él- habló Hatori cruzando se brazos. Los brujos le miraron, mirando engreídamente entre ellos.

 

-por su puesto, no creas que es muy importante…es un doncel. El no es fuerte-retaba iluso uno de ellos.

 

-¿te atreverías medir tu fuerza con él ahora mismo?...- se metió por primera vez Kaoruko. Elevando una de sus finas cejas.

 

-No …debe… s-ser tan fuerte…- murmuraba el hombrecillo algo nervioso.

 

-¿entonces, creen que podrían arrebatarle el título…justo ahora…solo porque es un doncel?- exclamó reprimiendo una burla Mino.

 

-¡por supuesto!- gritó uno de los brujos. Hatori se permitió soltar una leve risa.

 

-ja, ni siquiera podrías vencerme a mí, ¿realmente crees que podrías con él?- preguntó sarcástico el guardián de las montañas nevadas.

 

-¿acaso me estás retando Hatori?- preguntaba el hombre furioso. El oji-gris borró su sonrisa y elevó una de sus cejas.

 

-tómalo como quieras- exclamó frunciendo el ceño.

 

-¡él no es el mejor!- discutía otro hombre, pero este con Mino.

 

-ummm, interesante deducción, pero sin bases…. ¿y según tú…quién es?- preguntó el oji-dorado de brazos cruzados.

 

-¡podría ser cualquiera…menos él!- estallaba sin decir algo especialmente coherente- ¡ni tu eres tan fuerte!- gritaba apretando los puños, mientras apuntaba con su cetro totalmente negro a Mino.

 

-baja eso…o tendré que lastimarte- advirtió el otro.

 

-¡maldito seas Yanase!- gritaba esta vez la bruja que había hablado primero con el mago-doncel- ¡te mataré!...-

 

-no me importa lo que digas bruja…-le contestó el jovencito.

 

 

Misaki y el resto veían aquello con gran sorpresa. Por qué no tan solo eran ellos los que discutían ahora sino todos los usuarios de la magia presentes, unos a otros se gritaban y  empujaban o gruñían defendiendo u ofendiendo a Mason. Esto había resultado ser un tema muy importante para ellos, discutible y casi peligroso, pues Misaki aún no olvidaban que  se encontraban con seres mágicos con técnicas letales que podrían hacerles bastante daño. Había sido tan rápido como aquello había evolucionado a una gran discusión, en los que dos o  más brujos y magos discutían entre ellos.

 

Mason se había quedado sorprendido y quieto en su lugar, aquella reacción le había tomado por sorpresa…sonrió casi agradecido…no esperaba ser realmente apreciado y defendido de esa manera…bajó un poco el rostro.

 

-¡el problema es que no podemos tener un líder débil!

 

Fue el grito que se escuchó en toda la explanada, tan fuerte que el eco vibró algunos segundos más en el lugar. Todos se habían callado de nuevo, sin embargo lo que no se esperaron fue que como producto de un movimiento de varita rápido, un poder bastante grande fuera lanzado directo hacia el oji-turquesa...con el reciente atisbo de “valentía” por parte de ese mago, si es que se puede decir así, muchos más apoyaron aquello y un sinfín de poderes atacaron el lugar en donde se encontraba el líder doncel y su guardia. Mason  extendió su mano hacia el frente…Tsumori chasqueó la boca preocupado, frunció el ceño…

 

Todo pasó en cámara lenta…

 

Misaki y Hiroki casi dieron un paso asustados al frente, observando desde algunos metros atrás aquella desgracia. Kaoruko había llegado justo a tiempo frente a la “legión de Usami” para protegerles de cualquier cosa…mientras observaba como Shinobu y Ritsu habían pensado lo mismo poniéndose hasta al frente defendiendo al resto. Yanase corrió hacía donde estaba Mason, Hatori y Mino también. Algunos magos habían alcanzado  estirar su mano tratando de hacer un contra- hechizo…la mayoría de los brujos mantenían sus armas dirigidas hacia el oji-turquesa…

 

¡¡BOOOMMM!!

 

La explosión se oyó en el lugar.

 

Todos en su mayoría terminaron en el suelo, tratándose de cubrir del campo de fuerza que los había empujado hacia atrás. Miraron todos hacia un mismo punto…el humo obstruía la vista de todo…

 

-Mason-san…-murmuró Yanase, levantándose un tanto adolorido.

 

*************************************************************

 

Asuka se sentó cómodamente en la silla, mientras lanzaba nuevamente un suspiro al aire. Sus ojos violetas se perdieron en ningún objeto en especial que adornaba la habitación. Apretó contra su pecho la carta que acaba de escribir…pidiendo a Kami por favor un poco de paz para su reino y toda su familia y amigos en general. Anhelaba con todo su corazón que  al fin acabaran todas estas épocas de guerra y todo volviera a ser igual…como cuando estaba con ellos aun  su querido Akihiko…


Su mirada violeta se fijó en una carta de sobre rosado que reposaba en alguna parte de  escritorio, lanzó otro suspiró cuando releyó la perfecta inscripción en letra cursiva: Para Asuka…de Kokona Kai. El día anterior aquella carta había llegado  a sus manos. Escrita claramente por Kai, su hermana, la madre de Masamune. En la epístola  venía escrita la situación por la que pasaba el reino Marukawa, y las complicaciones que tuvieron con una “casi” declaración de guerra, más los rumores de que Haruhiko y Yura habían vencido en Usami convinieron también para su reino. Expresaba también el anhelo y la espera victoriosa de su hijo Masamune y su sobrino Akihiko.

 

Asuka se levantó al fin de su asiento y prontamente mandó a llamar a un mensajero, quien se presentó respetuosamente frente a la monarca, reverenciándola un poco. La carta completamente blanca y con el sello de una rosa en cera blanca, signo del sello de Asuka, reposó en las manos del vivaracho mozo. El sobre recitaba la nota: Para: Arimi Kaede…de: Kokona Asuka.

 

-llévalo  a Sumi cuanto antes por favor- sonrió la peliplata, el muchacho asintió y tan pronto montó su caballo salió hacia aquél reino. Asuka observó al muchacho perderse entre la lejanía de su reino, y sonrió, mientras el resto de los chicos peleaban en otro sitio, lejos de casa; ellos no se quedarían de brazos cruzados. Protegerían sus reinos a como diera lugar…y para eso había que estar informados todos de lo que pasaba, especialmente con estos reinos que estaban más relacionados entre sí, y que representaban para el exterior una amenaza. Los problemas que se  venían para ellos tampoco eran fáciles…y seguramente perjudicarían a varios más, uno de ellos era aquél “matrimonio maldito”…tenían que convocar una junta con el Concejo…Asuka creía que ese era el primordial…por ahora.

 

**********************************************************

 

Misaki se levantó con gran rapidez del suelo, tan pronto sintió que la tierra había dejado de temblar, sus ojos verdes se habían abierto mucho con bastante preocupación…reprimió un gritillo al ver como la tierra revuelta había formado que nubes de humo se levantaran entorno al líder de la magia y su legión.

 

-¡Mason-sama!- había gritado inconscientemente, intentando aproximarse hacía allí. Frunció levemente el ceño, cuando una mano se había cerrado en su brazo. Su rostro se sonrojó un poco al ver al poseedor de los ojos violetas.

 

-es mejor que no vayas, es peligroso- exclamó el peli-plata. Misaki bajó un poco la cabeza asintiendo, seguido miró hacía donde se encontraba el mago.

 

-tranquilo Misaki, Akihiko tiene razón. Además…mira exclamó Hiroki mientras se terminaba de levantar y señalaba  hacia la enorme bruma de humo. Misaki enfocó sus esmeraldas hacia allá y sonrió. El resto de los chicos miraba  también aquello.

 

 

Prontamente el humo se disipó. Y el, sorprendido y asustado hombrecillo que se había atrevido a atacar al oji-turquesa, había soltado su varita mágica, abriendo la boca con desesperación y asombro ante lo que veían sus oscuros ojos.

 

-…está vivo…-murmuró.

 

-ja, más que eso, idiota- exclamó Yanase sacudiendo un poco su traje que había quedado lleno de polvo—jajajaja, tu ataque no le hizo absolutamente nada- sonrió traviesamente. Frente a ellos, estaba más que fresco e intacto su “querido” líder. El oji turquesa mantenía su ceño levemente fruncido, y su mano extendida  hacia enfrente todavía. Tsumori había cedido ante la técnica de protección de Jomei, ahora se encontraba arrodillado y solo 3 esferas permanecían alrededor de todos ellos.  Hiroki observó que la varita del lindo doncel permanecía cómodamente abandonada en la otra mano relajada del azabache…es decir…¡no la había usado!...

 

-es…es como Akihiro…-murmuró el oji-avellana. Kaoruko no dejaba de sorprenderse por la información que tenía Hiroki, pero le sonrió y respondió.

 

-así es, Mason-san es uno de los pocos que han dominado su poder sin ningún tipo de artefacto canalizador…y Akihiro fue el pionero de aquella  extraordinaria habilidad…

.

.

.

 

-¿terminaron ya?- preguntó seriamente Mason. Magos, brujos y demás criaturas se permitieron  sorprenderse por aquello…no era solamente fuerte. ¡Era el más fuerte!...ciertamente sus vanos reclamos de no quererle como líder por su supuesta debilidad  no tenían cabida allí. El chico merecía el puesto…y punto. Sus ojos miraron con bastante temor como el menor había convertido en un abrir y cerrar de ojos su varita en un báculo dorado el cual al ondearlo levemente había creado una infinidad de esferas de poder de todos tamaños y formas…-…¿aún creen…que soy débil?- murmuró con el ceño fruncido. Aquellas esferas de colores diferentes rodeaban  ahora a todos los magos y brujos por igual, algunos se permitieron nada más mirarlas con atención, otros se habían puesto en guardia, buscando alguna oportunidad para huir.

 

Hiroki frunció el ceño. Viendo desde el punto de vista del mago…aquello era más que justo, se permitió reír un poco ante tan torpe lógica…pero él no se creía la fachada de “malo” del líder de la magia. Aquello era una prueba más de la equivocación que se había cometido con aquél estúpido reglamento…era natural, suponía, que los usuarios de la magia quisieran comprobar la fortaleza de su líder, más Mason no lo haría de aquella manera tan cruel. Por lo que relajó un poco su rostro…sonrió para seguir viendo la escena.

 

-basta de esto…es una estupidez- dijo soltando un leve suspiro el oji-turquesa. Bajó el báculo, convirtiéndolo en su acostumbrada varita, la guardó lentamente entre sus ropas y relajó un poco su rostro. Inmediatamente se dio la vuelta y se dirigió con total tranquilidad hasta donde estaba arrodillado Tsumori, con sus manos sobre la tierra, se arrodillo junto a él, le hizo levantar el rostro y tocó su mejilla con cuidado.

 

-deshazlo…-pidió con ternura.

 

-¿y si te dañan?- preguntó acongojado el rubio.

 

-por favor…te harás daño-pidió.  Tsumori lo miró por un rato y asintió, deshaciendo la técnica…las esferitas azules se deshicieron rápidamente.

 

 

Mientras tanto, todo mundo se había quedado sin habla. Sorprendidos por la amabilidad con la que trataba al rubio y con la indiferencia con las que los había ignorado. Algunos, desconfiados, aun no terminaban de creerse que aquella fuera la “verdadera” manera de ser del azabache.

 

-¿Por qué deshiciste eso?- exclamó fuertemente con los puños cerrados un joven brujo, rompiendo el silencio que había quedado en el lugar. El chico se refería obviamente al ataque que estaba a punto de lanzarles -¡nos hubieras tenido a todos!, ¡hubieras podido ganar fácilmente!-

 

Mason se levantó lentamente  de su lugar y regresó a ver al muchacho. Le sonrió de lado y se cruzó de bazos, mirándolo a los ojos.

 

-no tengo ninguna intención de hacerles daño

 

 Aquella afirmación tomó por sorpresa a algunos. Y a otros bajar el rostro avergonzados…su líder solo les había venido a hablar y ellos.

 

-¡¿Por qué?!...- exclamó al borde del llanto de lágrimas de coraje el muchachito- ¡¿Por qué eres diferente? Ningún líder desertaría de habernos matado!

 

El oji-turquesa no respondió a aquello. Y ayudó de ponerse de pie a su novio, quien tambaleante accedió a la ayuda, prontamente, dos de los chicos que venían con Mason ayudaron al rubio.

 

-No soy ninguno de esos líderes. Solo dejémoslo ahí- sonrió. Miró levemente al resto – escuchen…-empezó con una voz casi cansina- había venido personal y estrictamente por el pendiente de Aikawa, pensé que podría hacerse algo respecto a este…asunto…pero al parecer no podrá hacerse nada- exclamó. Muchos seguramente querían hablar, pero su voz no dejó que le interrumpieran-…en fin. Espero puedan ponerse de acuerdo para elegir a  alguien más que los represente, nos vemos- exclamó en forma de despedida, para darse la vuelta y retirarse.

 

Los murmullos y exclamaciones de asombro no se dejaban de escuchar…y es que… ¡nadie había abandonado el puesto desde los tiempos de Haranu!...es de verdad… ¿renunciaba?...

 

-¡espere!

 

….aquella solitaria y fuerte suplica le siguieron el resto. Varios “No se vaya”, algunos “nadie es tan fuerte como tu”, y otro “nunca habíamos estado tan pacíficamente” encabezaron aquel discurso.  Los plenamente humanos, es decir Misaki y el resto habían quedado de una pieza ante aquél cambio repentino…¿le dejarían irse después de todo?...ellos creían que no. Hiroki pensó, sabiendo un poco sobre los anteriores líderes, que Mason era el mejor, y  aunque  mantuvo en línea aquél orden obligatorio con los usuarios de la magia, jamás les había impuesto nada o irrespetado sus voluntades tratando de controlarlos y ponerse a la cabeza, como lo habían hecho el resto de los líderes.

 

-¿por qué tan rápido el cambio de opinión?- murmuró seriamente él oji-turquesa una pregunta mirando a su alrededor.

 

-a muchos les ha movido el temor a su gran poder, sensei- respondió Yanase acercándose un poco, junto a su inseparable Mino- otros simplemente han apostado por el mejor cambio que ha tenido el Mundo Mágico en mucho tiempo…-sonrió, bajano al cabeza solemnemente.

 

-umm- exclamó el menor, quien más bien se dirigió hacia donde Tsumori se recuperaba del gran esfuerzo con Jomei, el resto solo le vio susurrar algo al oído del rubio y  este asintió a regañadientes y desapareció de allí junto a uno de los otros chicos.

 

-entonces… ¿te quedarás en el puesto?- preguntó Mino, finalmente, al parecer todos esperaban aquella respuesta con ansias, pues habían guardado silencio y se encontraban observando al doncel. Mason hizo un guiño, como pensando aquello.

 

-¿intentarán persuadirme de alguna manera en el futuro para romper las reglas debido a mi condición de doncel?- preguntó seriamente elevando una de sus finas cejas. El resto negaron efusivamente.

 

-hemos acordado, claro si tú lo apruebas, romper con esa regla…así habrá posibilidades para en un futuro…ya sabes, las mismas oportunidades para todos en el puesto. El resto de las reglas estarán intactas- exclamó una bruja como quien no quiere la cosa. El resto asentía a ese argumento. La pequeña risa de Mason los hizo estremecerse. Todos le vieron curiosos.

 

-¿entonces…te quedas?- repitió Kaoruko. Mason la miró y suspiró con una sonrisa.

 

- Por ahora. Al menos hasta que encuentren a alguien que tome mi lugar- dijo levantando los hombros.

 

-pues vete preparando, al parecer te quedarás bastante tiempo- exclamó divertido Yanase.

 

-¿y por qué tanta prisa por salir del puesto?...pensé que había sido una de tus más grandes metas- interrogó Hatori. Mason asintió, recordando aquello.

 

-Tengo una nueva e inesperada mejor meta…y necesito dedicarle tiempo…- respondió corto, pero con una encantadora sonrisa. El resto se sorprendió por aquello, menos  Mino y Yuu, quienes sabían  a qué se refería.

 

 Aquél silencio posterior se  extendió por bastante tiempo, hasta que una voz interrumpió aquello.

 

-¿y…eso es todo?- preguntó uno de los magos con brazos cruzados. Todos le miraron y murmuraban entre ellos y seguidos miraban a Mason, quien levantó levemente los hombros.

 

 

-por mí es todo- exclamó el oji-turquesa, al escucharlo algunos solo asintieron y uno a uno fueron desapareciendo de allí. Mason dio un profundo suspiro antes de acercarse hasta donde estaban los chicos de la legión de Usami  y los reconocidos magos que se habían encargado de guiarles.

 

-Misaki…-miró con insistencia el pequeño oji-verde quien estaba bastante sorprendido de que el líder de la magia le estuviera hablando.

 

-¿s-si?

 

-gracias

 

-¡¿Qué?!...¿por qué lo dice Mason-sama?- preguntó Misaki bajando levemente el rostro.

 

-gracias por incentivar esta guerra. Esto requería  cambios, y créeme que estaba dispuesto a dejar verdaderamente el puesto- Misaki asintió sorprendido- Gracias a todos, hay que ser muy valientes para enfrentar a Usuarios de la magia

 

-Mino-san, y los demás fueron quienes nos ayudaron a llegar hasta, nunca habríamos llegado solos- contestó Masume. Mason sonrió.

 

-¿Por qué estaba dispuesto a dejar el puesto, aun después de defender su derecho?- preguntó Hiroki curioso, el mago le miró con una sonrisa.

 

-hay cosas más importantes que atender ahora- explicó- y yo creo que tu comprenderías muy bien esa decisión… tener una responsabilidad como esa me quitaría bastante tiempo que me gustaría invertir en… mi bebé- Hiroki  se sonrojó un poco asintiendo a aquello. Mason se había reído por aquella reacción, y el resto había quedado sorprendido.

 

-¡oh cielos!..-  había exclamado Shinobu- ¡Mason-sama arriesgó bastante viniendo así a un campo de batalla!- exclamó el rubito.

 

-torpe…¿no viste lo fuerte que es?- murmuraba con un puchero Yuu.

 

-como sea- interrumpió la infantil pelea Hatori- felicitaciones Mason-san, entonces esperamos verte después, en el próximo llamado- exclamó. El azabache sintió.

 

-gracias, nos vemos luego…cuídense y…buen viaje- se despidió con una sonrisa  y desapareció del lugar junto con el resto de su guardia.

 

Misaki dirigió una mirada al campo de batalla algo “desbaratado”, todo esto había pasado de los límites de su imaginación, conocer a tanta gente importante y poderosa le había dejado cansada la mente, muy pronto descubrió que no tan solo era se mente si no también su cuerpo.

 

-ouch…- murmuró con un gesto gracioso en su cara- creo que fue demasiado ejercicio por el resto de mi vida- exclamó totalmente adolorido, pues con la adrenalina del momento no había sentido el dolor de varios golpes y heridas que adornaban su cuerpo, es precisamente cuando entró al castillo, esquivando todas aquellas trampas. El resto de los chicos rio por el comentario.

 

-bueno…chicos, pues no es por molestar, pero es hora de irnos…o si no la noche caerá antes de llegar a su destino- exclamó Mino. Todos estaban de acuerdo con aquello.

 

-muchas gracias por todo, Misaki, chicos…gracias- exclamaba Yanase mientras permanecía aferrado a uno de los brazos de su novio.

 

-no agradezcan por favor…gracias a ustedes…- respondió el oji-verde.

 

-bueno…pues nosotros nos vamos- exclamó Mino. El resto asintió- Nos veremos pronto- y enseguida desapareció junto a su linda pareja.

 

-bueno chicos, al parecer también tengo que irme…pronto nos veremos, chao- se despidió Kaoruko con una sonrisa y desapareció con un puff.

 

-chicos…lo siento, pero también me voy- llamó su atención Hiroki. Algunos se sorprendieron, pero regresaron a ver un poco más lejos de donde estaban. Nowaki y el resto de los magos tritones que les acompañaban estaban allí…quizás solo esperando al castaño.

 

-¿te iras con Nowaki-san?- preguntó con una sonrisa picarona Shinobu.

 

-si- respondió Hiroki avergonzado fulminado con la mirada al rubio- hay…muchas cosas que arreglar todavía…y desearía que fuera pronto. Tan pronto ustedes lleguen a Usami espérennos por favor- sonrió en forma de despedida.

 

-¿los dos?- preguntó Misaki curioso y sorprendido por tanta… ¿apresuración?

 

-emm...si. Bueno, primero tenemos que ir con mis padres…a … bueno. Ya después nos veremos, ¿si?- preguntó el castaño todo nervioso de nuevo.

 

-Hiroki…-murmuró Mune. El oji-avellana podía jurar que  un aura negra rodeaba al otro. Una gota bajó por su cien.

 

-¡Mune hemos hablado de esto ya!- estalló rojo- En fin, - se tranquilizó un poco-  el punto es que quiero arreglar “nuestro” asunto primero- exclamó murmurando, refiriéndose al tritón y a él…-y después el problema con Haruhiko- exclamó preocupado- ¿no creerás que el Concejo se quedó de brazos cruzados este tiempo, o si?- preguntó con ceja levantada.

 

-tienes razón…no había pensado en eso….quizás….adelantaron todo- exclamó preocupado.

 

-eso podría significar guerras en nuestros reinos- exclamaba preocupado y enojado Akihiko. Hiroki asintió ante eso.

 

-eso es posible. Por eso me urge resolver rápido esto, y tan pronto termine viajaremos a Kamijou y después a Usami, ¿bien?- habló el oji-avellana. El resto asintió.

 

-Hiroki, cuídate…y a tu bebé…- exclamó Misaki, Hiroki asintió con una sonrisa y abrazó al oji-verde, seguido a Mune y al resto – nos vemos pronto- se despidió. Y se acercó con rapidez  hasta donde estaba su tritón. Los chicos no le perdieron la mirada hasta que se perdieron en la lejanía.

 

-¿y bien…y ahora qué?- preguntó Ritsu ante todo aquello.

 

*****************************************************

 

 

Faltaban pocas horas para que la oscuridad de la noche reinara en el cielo cuando todos llegaron  a casa de Hatori. Durante el camino se habían dado algunas conversaciones acerca de la guerra y de su próximo viaje a Usami. Se despidieron de los amigos de Ritsu, quienes regresaron a  sus propios hogares. Además de la situación de Ritsu y Shinobu, quienes al agotar sus poderes, uno tratando de convertir a todos los rehenes en  humanos y otro con su gran transformación a dragón, quedaron sin ninguna gota, quizás privados de utilizar magia por bastante tiempo. Sin embargó un acontecimiento había marcado esa pequeña marcha camino a casa…pues cuando Ritsu quitó su magia para la trasformación de Akihiko a humano…este regresó a  ser un conejo, ¿Por qué?...eso era un asunto que tenían que discutir.

 

-pasen por favor…- fue la escueta invitación de Tori, para que todos entraran a su casa. Y después de presentarse todos con Chiaki , de encantarse con el pequeño Asaki y devorar una deliciosa cena se decidieron por retomar aquella charla pendiente…

 

-se ha quedado dormido muy rápido- exclamó con un bufido acompañado de una sonrisa Chiaki, mirando a Misaki quien había quedado profundamente dormido en uno de los sofás de la sala. El resto se mantenían sentados en algún otro sillón o en la alfombra.

 

-ha sido un día difícil y agotador para él- justificó con una sonrisa Masamune.

 

-debió serlo- exclamó Ritsu- quien mantenía, aun en sus brazos al grisáceo conejito que era su amigo. Frunció un poco el ceño- …no sé qué pasó…si tuviera un poco de mi magia podría regresarle a su forma- exclamó triste, todos le regresaron a ver.

 

-no te culpes por eso…si el sigue en esa forma no es por otra razón más que por que no se ha roto completamente su maldición- exclamó Hatori. Chiaki asintió ante eso.

 

-y me temo…que eso es más complicado que lo que ya llevamos recorrido hasta ahora- habló el doncel que tenía en sus brazos al pequeño Asaki.

 

-¿a qué se refiere?- preguntó Shinobu.

 

-Me temo que su misión- exclamó mirando a Misaki-…está inconclusa- Todos miraron al durmiente chico. Y enseguida prestaron atención a “Usagi- Akihiko”, quien empezó a irradiar una tenue lucecilla azul. Inmediatamente se había  separado de  Onodera…y su forma regresó a ser “humana”- lo sabía…era hora de que regresarás a tu forma…-Akihiko asintió algo serio y mareado por la transformación.

 

-lo siento…todavía no entiendo- exclamaba Masamune.

 

-de ahora en adelante la forma de Akihiko estará inestable…hasta que se complete la ruptura definitiva de su maldición

 

-¿Por qué?... ¿qué falta?- preguntó de nuevo el príncipe.

 

-¿recuerdas su maldición?- preguntó seriamente Hatori. Mune hizo un gesto de recordar

 

-eso…

 

-Misaki me rescató…- empezó Akiiko tremendamente serio, interrumpiendo a los otro,  mientras miraba al pequeño oji-verde, todos regresaron a  verle intrigados -…pero él no está enamorado de mi

 

Y aquella respuesta había caído como una bandeja de agua helada con mucha lógica y simplicidad…claro… ¡¿cómo pudieron olvidarlo?!...

 

-eso es en pocas palabras- exclamó Chiaki algo deprimido-…Akihiko regresará a su forma de animal cada vez que Misaki se sienta incómodo con su presencia. Y mientras eso siga así…no habrá forma de que deje esa inestabilidad- Todos se regresaron a  verse entre sí... ¿que se podía hacer ante eso?....

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Continuará…

Notas finales:

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