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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola, hola gente bonita, ¿cómo están?, yo un poco acupada con la escuela :). Bien un poco noche ya estoy por acá con el cap de hoy. Hay algunas noticias impactantes en todos los escenarios del fic, veremos un poco de "fuego" con la linda pareja romántica xD, espero les guste  y me lo hagan saber con un review :3

Saluditos y besos de fresa a todos...

Nos leemos pronto...

Misagi * *

Capítulo 46: “La flor del placer”


 


 


Todo había quedado en silencio. Lo único que se escuchaba era el fresco viento de medio día que inundaba el patio principal del palacio de los Kamijou. Hiroki no podía hacer más que alternar su ansiosa mirada entre su madre y su padre. La bella mujer enfrente de ellos parecía a punto de estallar, entre tantos sentimientos dentro de ella…Hiroki lo podía intuir por que no deshacía su sonrisa temblorosa y sus ojos enjugados; Neji Kamijou era otra cosa…su rostro estoico hizo que Hiroki perdiera un poco el valor…y temiera, aunque fuera estúpido, por Nowaki.


 


Nowaki, en cambio, estaba más preocupado porque Hiroki no fuera a sentirse mal, y aquella visita fuera a resultar “problemática”, aunque que la mirada fría-curiosa del hombre mayor, idéntico a su Hiro-san, estuviera fija en él le ponía un poco nervioso, pues de repente había recordado lo que le había dicho el oji-avellana: “mi padre es mucho más sobreprotector que Mikoto y Masamune juntos”


 


Hiroki vio a la tensa mujer morderse el labio inferior con nerviosismo y dirigirle una espléndida sonrisa antes de  dirigirse como pudo hacia él. Y no pudo evitar correr a su encuentro soltando la mano de su sonriente novio. El castaño dio un pequeño gemido gustoso cuando sintió la calidez de los brazos maternos que lo envolvían en ese momento y que tanto había extrañado. Hipeó un par de veces, sin embargó no pudo evitar soltarse a llorar  ávidamente contra el hombro de su progenitora.


 


-Hiro-chan…mi bebé, ¿Qué pasa?- preguntaba con ternura la mujer acariciando las hebras castañas de su “niño” consolándolo. Hiroki se apresuró a negar rápidamente…no era el momento…no aún.


 


-nada…solo te extrañé mucho…a los dos- susurró bajito, fijando su mirada en la seria de su progenitor. Neji soltó un enorme suspiro y mostró una mirada consentidora pero algo dura aun, Hiroki soltó con pena a su madre y se apresuró a abrazar también a su sobreprotector padre, quien lo estrechó fuertemente en sus brazos…Hiroki angustiadamente percibió que su padre tenía miedo de “perderle”. Neji-sama no era ingenuo…sin embargo, aun así resopló antes de hablar cansina y pesadamente con su gruesa voz un poco suavizada al ir dirigida a su precioso doncel.


 


-¿qué pasa Hiroki?


 


Los ojos avellana del más joven se fijaron en los idénticos del mayor. El hombre rubio vio tantos sentimientos en los ojos de su doncel temiendo interpretar más de uno. Observó la mueca nerviosa y preocupada de su hijo combinada con ese puchero de súplica que hace tanto que no veía en él, tan parecido a cuando de infante le pedía que lo llevará a pasear al bosque que rodeaba al reino. No pudo evitar fruncir el ceño.


 


-papá…mamá…- Hiroki habló alternando su mirada a las atentas de su padre- teng…no- su atención ahora viajó fugazmente a los ojos serenos azules que le miraban apenas un par de pasos atrás- tenemos que hablar


 


-…-sus padres estaban expectantes al ver como el castaño le extendía la mano al varón que le acompañaba y este lo tomaba con una serenidad increíble, logrando tranquilizar a su “pequeño”. Mitsuki-sama con los ojos muy abiertos y Neji-sama con su ceño fruncido más visible imposible.


 


-mamá, papá…-intervino Hiroki al ver la mirada fría de su padre. Respiró hondo antes de proseguir, ahora que tenía la atención de todos. Primer pasó: presentaciones- él es Kusama Nowaki, Nowaki...mis padres, Mitsuki y Neji Kamijou


 


El oji-azul reverenció levemente con la cabeza en signo d de respeto.


 


-un placer, altezas


 


- el placer es nuestro- La reina correspondió con rapidez el saludo y la reverencia con una tenue sonrisa, Neji lo hizo casi por protocolo, quizás recordando que el varón que acompañaba a su hijo pertenecía a los usuarios de la magia, pues no encontraría otra respuesta para el escudo en el carruaje en el que llegaron.


 


-Hiroki…- estaba por hablar el rey algo serio y el oji-vellana lo percibió por lo se apresuró a interrumpirle.


 


-por favor, quisiera que platicáramos adentro- exclamó el doncel. Muy a pesar, su padre asintió y junto a su mujer empezaron a dirigirse hacia adentro.


 


-bien, pasemos entonces


 


De reojo la mujer pudo ver como su amado doncel  apretaba la mano del varón a su lado y todo sonrojado le sostenía al joven la intensa mirada de apoyo. Sonrió…seguro lo que dirían sería algo interesante…y por su cuenta corría que Neji no lo arruinara, no es que el hombre fuera un tempano de hielo, sino que ella le conocía desde hace mucho…y sabía que era bastante cabezón.


 


******************************************


 


-yo…yo no sé cómo…ayúdame…


 


Akihiko abrió ampliamente sus orbes violetas  y pasando dificultosamente saliva sintiendo de repente la garganta reseca y su corazón martillar loco contra su pecho no hizo más que abrir y cerrar la boca cual pez fuera del agua.


 


-n-no bromees con eso…- pidió casi en forma de súplica, mientras intentaba por todos los medios despegar los pies del suelo y salir corriendo al baño o a la ventana…por la cercanía, la idea de lanzarse por la ventana justo ahora no resultaba tan descabellada, pero simplemente no pudo mover ningún músculo. Su mirada era imposible de despegarse del sudoroso y tembloroso muchachito, que con el rostro  agachado, parecía incapaz de controlar las reacciones de su cuerpo y los suaves gimoteos que salían de sus labios.


 


-n-no estoy bromeando…¿c-crees que…te pediría algo así…?, yo nunca he sentido esto…-exclamó voz temblorosa y con su rostro sonrojado, y hasta entonces el peliplata pudo ver su rostro consternado, lloroso  y avergonzado –tengo m-miedo U-sagi-san…n-no puedo controlar mi corazón…late muy rápido…-trató de explicarse-…tengo calor…


 


Si Misaki sentía miedo, Akihiko experimentó pánico…¡Que alguien le dijera que iba a hacer ante la tentación que representaba Misaki, la persona que amaba, para él justo ahora…por favor!


 


-Misaki…


 


Y sin proponérselo su nombre salió aterciopelada desde su garganta.


 


-Usagi-san…p-por favor


 


Y esa voz suplicante derrumbó las murallas de su resistencia.


 


-…b-bien


 


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A la punta del enorme comedor, como era costumbre, se encontraba el rey de brazos cruzados y recargado totalmente en el respaldo sin dejar de intercalar su mirada en los más jóvenes a su lado izquierdo, mientras a su lado derecho Mitsuki miraba divertida a su marido tomando tranquilamente de su copa de vino. Hace unos segundos la bella mujer había intervenido y demando  a los presentes a discutir aquella interesante plática durante el almuerzo. Nadie pudo negarse.


 


-bien, ya estamos aquí. Quiero saber que pasa- demandó el rubio hombre.


 


-cariño, deja que se expliquen por favor- tranquilizó la mujer sonriéndoles levemente a ambos, Hiroki se sonrojó tenuemente haciendo un puchero mientras desviaba la mirada hacia un lado, intuía que su madre estaba enterándose de todo casi sin que el dijera nada… ¿pero que podría hacer?, suponía que era el “poder-especial” de una madre. Bufó.


 


-De acuerdo, solo, por favor. Quisiera pedirles que no me interrumpan hasta el final por favor- pidió seriamente  y luego miró a su padre específicamente - por favor padre


 


-no te prometo nada- contestó, al aparecer malhumorado, Hiroki lo miró con un puchero, pero dejándolo pesar soltó un suspiro y continuó.


 


-bueno, primero,  seguramente ustedes sabrán quienes fueron los elegidos para acompañar a Misaki, es decir, el chico de la “profecía” ¿no es así?- preguntó Hiroki. Los dos mayores asintieron tratando de concentrare al fin en la seria platica que se avecinaba.


 


-claro, Asuka mando una carta algunos días después de su partida- aclaró Mitsuki


 


-sabíamos que irían además de ti, Masamune, el capitán Yoo y este chico de Sumi…-Neji hizo pose de recordar hasta que al parecer dio resultado- Keiichi…ella solo nos comentó que ustedes tenían que ir a consultar su “misión” con el mago Mino-san- aclaró el rey dando pauta para que su hijo procediera con aquello.


 


-bueno realmente lo que nos dijo Mino-san ese día fue que nuestra viaje no iba a ser solo un rescate…-Hiroki volteó a ver a Nowaki quien se había mantenido un poco al margen y asintió- sino también la incentivación de una guerra


 


-¡¿una guerra?!- exclamó exaltada la mujer, llevándose ambas manos a la altura de su pecho -¡cariño!


 


-¿una guerra de qué tipo?, ¿con seres mágicos?... ¿pero cómo, por qué?- preguntó consternado el rey exigiendo respuestas. Fue hasta entonces que Nowaki participó en la conversación.


 


-permítame explicar a mí eso Neji-san- exclamó Nowaki ambos mayores asintieron rápidamente, el hombre reacio , por supuesto- desde siempre se han visto en constante discusiones los dos grandes grupos de usuarios de la magia: los que utilizan magia negra y los que como yo, usamos la magia blanca; y como es normal, cada “liderato” apoyó, no siempre de manera legal,  a su bando…- Hiroki volteaba a ver de reojo al oji-azul y a sus padres, quienes  curiosos intentaba captar todo lo que decía su tritón. El castaño pensó que Nowaki realmente se estaba esforzando por contar todo aquello de la manera más sencilla posible- La llegada de “la legión de Usami” que se enfrentaría a Aikawa, la bruja que había aterrorizado varios reinos enteros  y autoproclamada la líder de los brujos, significó una oportunidad para que los usuarios de la magia “blancos” la quitaran del poder. Una guerra en la que no solo se jugaría el rescate exitoso del príncipe de Usami, sino también  la libertad de muchos usuarios de la magia…inocentes


 


Los reyes mantenían los ojos muy abiertos.


 


-¿usuarios de la magia inocentes?...- repitió el hombre con cara de confusión


 


-¿una guerra así, Hiro-chan?, ¿fueron allí?,¡¿Qué ha pasado con el resto?!- preguntaba la castaña. Los jóvenes se regresaron a ver nuevamente. Neji estaba formalmente desesperado de esos intercambios de mirada que no le resolvían nada…


 


-bien- Hiroki suspiró por milésima vez- la misión que nos dictó Mino-san consistía en pasar 5 pruebas…-


 


Brevemente el castaño contó todo lo que vivieron desde la visita a Mino hasta  el momento en el que llegaron al manantial de Ayami. Hiroki podía intuir que es lo se vendría ahora, su padre había pasado de su rostro estoico a uno bastante sorprendido y hasta preocupado, aunque eso no garantizaba que justo en unos segundos más fuera a “arder Troya”… y su madre… bueno ella estaba completamente sorprendida y nerviosa.


 


-En la segunda prueba me quedé yo- recomenzó Hiroki- tenía como misión ayudar al pueblo de Ayami a recuperar su libertad, rompiendo una maldición que les había puesto Aikawa, mediante algunas pruebas de destreza general- mencionó lentamente, como esperando que sus padres, en especial su padre, digirieran con calma la información- El trato que se hizo en ese entonces fue, que una vez liberados el pueblo de magos tritones ellos podrían intervenir en la guerra que se daría al final del camino- sus padres mantuvieron la calma por un rato-…Ahí conocí a Nowaki- murmuró. Vio que su padre no hablaría…así que continuó- él estuvo muy cerca de mi…ayudando me tanto como para acostumbrarme a vivir bajo el agua, como su pueblo, tanto como con información acerca de la maldición y de magia en general…y…-“ho…no”…Hiroki desvió un momento la mirada mientras sentía sus mejillas sonrojarse un poco. Juraría que sus padres tenían sus ojos fijos en él- …bueno, con un poco de trabajo finalizamos las pruebas y pudimos liberar a Ayami- lo dijo tan de corrido que sintió que ni el mismo se había escuchado-…sin embargo


 


Ok…el castaño con vergüenza admitió para sí mismo que explotaría en cualquier momento si  emitía una sola palabra más. Regresó a ver a Nowaki quien le dedicaba una pequeña sonrisa, mientras que lentamente acercaba su mano a la suya hasta unirse en un fuerte apretón del apoyo más incondicional. Hiroki asintió levemente mientras trataba por todos los medios de mantenerles la mirada a sus intrigados padres y rezar a todos los dioses habidos y por haber.


 


-sin embargo…-había repetido Nowaki para continuar con el “relato”- …me enamoré perdidamente de su hijo en el trayecto- el silencio duró bastante en el que podía jurar que su madre se había convertido en una bella estatua sorprendida y su padre estaba a punto de desaparecer con la mirada a su amado tritón. Por el bien de todos, continuó- No negaré que costó mucho trabajo el que pudiéramos aceptar nuestros sentimientos aun cuando estábamos conscientes de los problemas que nos rodeaban. La guerra que se había prometido monumental acabó exitosa para los usuarios de la magia blanca, y el resto de los chicos ya viajan de regreso a Usami. Hiro-san y yo decidimos hacer el viaje justo ahora para platicar directamente con ustedes todos estos asuntos


 


Y aquel silencio se extendió de nuevo. Fue hasta entonces que los ojos avellana del rey se fijaron en la pequeña sortija que lucía su hijo en una de sus dedos de la mano que se mantenía sobre el comedor. Frunció el ceño.


 


-¿debo entender que me pedirás también la mano de Hiroki?- gruñó casi ente dientes.


 


-si fuera posible lo haría, majestad, pero…-Nowaki contestaba franco


 


-¿sabes que está comprometido ya?- exclamó frío.


 


-¡Neji!- intervino Mitsuki. Nowaki enserió  el rostro. Hiroki dejó de respirar


 


-lo sé, y por eso estamos aquí, justo una semana antes de la cita que tiene con el Consejo y con su sobrino Haruhiko- exclamó igual el pelinegro. Los reyes abrieron mucho los ojos…les sorprendía que estuviera enterado de todo, voltearon a ver a un sonrojado y tembloroso Hiroki que parecía que su fuera derretir en cualquier momento…Mitsuki se preocupó seriamente por él…


 


-cariñ…


 


-¿no crees que él estaría mejor con un príncipe?- preguntó el rey nuevamente mostrando un rostro serio y cruzándose de brazos…”¿independientemente de que es mago?...¡Neji, estás diciendo estupideces!” estaba a punto de gritar la mujer.


 


-creo que estará mejor con alguien que lo ame- exclamó con el rostro más serio que pudo tener en su vida el apuesto tritón.


 


Todos se callaron de nuevo.


 


-¿y crees mi hijo te ama?


 


-¡NEJI!- reprimió de nuevo la mujer levantándose de su asiento y mirando mal a su marido, de reojo vio temblar a su hijo con la cabeza gacha y se acercó a él.


 


-no solo lo creo, lo sé- defendió el oji-azul. El rubio hombre  frunció más el ceño.


 


-Hiroki debe de ver por su reino- volvió a hablar Neji - ¡y tú debes saber que es lo mejor para él!- gritó el mayor levantándose de un tirón y azotando fuertemente un puño en la elegante mesa. Más que rápido Nowaki también se había puesto en pie.


 


-y mi deber es ver por Hiro-san…yo siempre querré lo mejor para él. Y casarse con alguien que no ama no lo es


 


-¡¿cómo te atrev…-el gritó de Neji quedó interrumpido por un estruendo increíblemente mayor. Todos regresaron a ver al pálido castaño que tembloroso y con el ceño fruncido se levantó de la silla tan rápido que la tiró hacia atrás en el proceso, azotando ambos puños contra la mesa y con una mirada furiosa gritó.


 


-¡YA BASTA!


 


Aquella sala se había quedado en silencio de nuevo. Nowaki al fin le había regresado a ver y  vio con preocupación lo agotado y mal que se veía.


 


-Hiro…


 


-¡ESTOY EMBARAZADO!


 


Y aunque fue un silencio mucho más pequeño, este había sido el impacto total, el momento cúspide de toda su jodida vida, intuyó que su madre se desmayaría… y a su padre no le faltaba mucho.


 


-¡Nos vamos Nowaki!


 


Hiroki solo había visto que su  tritón  había alcanzado a alegarse del comedor para poder acercarse a él, cuando sintió que todo el mundo le daba vueltas… “¡GENIAL, otro desmayado!” pensó... todo se empezó a nublar y las voces dejaron de escucharse… “demonios…Nowaki”


 


-¡Hiro-san!...¡HIRO-SAN!...


 


***********************************************************


 


-¡N-No me veas!


 


-no lo haré…


 


-¡me estás viendo!


 


-¡no es cierto!


 


Después de aquella petición tan extraña, unos cuantos gritos por parte de Misaki, de intentos por explicaciones vergonzosas y poco “claras” por parte de kihiko  y por una cantidad excesiva de sonrojos por ambas partes, se pretendió llevar a la “práctica” aquello, y como resultado se había obtenido esta inusual escena: el tembloroso y avergonzado Misaki se encontraba sentado, con las piernas flexionadas, en una de la esquinas de la cama mientras agitado intentaba mover su mano sobre su miembro, claro sin saber el pobre, que dicho malestar sería un poco “más intenso de lo común”…cortesía de la preciosa flor Raku. Akihiko, mientras tanto, había sido obligado a darle la espalda.


 


-¡n-no funciona!- exclamaba entre chillidos desesperados el menor.


 


-seguro que no lo estás haciendo bien…-aseguró el pji-plateado, cuestionándose seriamente como es que aún no se había ido a encerrar al baño, si estaba seguro que su respiración ahora mismo estaba tan agitada como la del doncel.


 


-¡¿y qué pensabas?!…nunca lo he hecho…-murmuró avergonzado lo último el castaño. Akihiko había tenido tiempo para sorprenderse un poco…¿eso podría ser verdad?...aquella situación estaba sobrepasando sus límites y la sorpresiva “ingenuidad” que descubrió en el oji-esmeralda no le ayudaban. Inconscientemente recordó aquella noche, en la mansión Kirishima, aquella noche en la que había visto a su precioso doncel con aquel disfraz de conejo tan sensual, sin ser capaz de reprimirse ese poco decente recuerdo, rememoró en especial lo llamativas y sexis que se veían esas delgadas piernas con nada más cubiertas con la fina tela de la media…sintió una punzada en su miembro… “¡joder, no ahora!”…y entontes su cordura se fue al carajo...


 


Lentamente regresó a ver hacia atrás…emitió un gemido suave al encontrarse con la tierna figura del doncel, de espaldas, intentando darse placer por primera vez.


 


Inconscientemente sus pasos empezaron a dirigirse hacia allí…


 



 


Misaki gimoteaba frustrado, mientras mantenía su mano sujetado temblorosamente su miembro… ¡qué demonios le pasaba!, ¡si nunca le había pasado esto, ¿por qué carajo le pasaba justa ahora, y justo allí?!...con frustración emitió un suspiro, más el calor que inundaba su cuerpo se incrementaban poco a poco y sentía que ya no era capaz de hablar sin  soltar un vergonzoso gemido en el proceso, estaba punto de reanudar sus vanos intentos por aliviar su “intranquilidad” cuando casi grita exaltado al sentir un tibio aliento en su oreja izquierda.


 


-…Misaki, déjame ayudarte


 


La voz del príncipe resonó en su cabeza con fuerza y exaltado y excitado no pudo hacer más que gemir y a alterarse…aún más cuando el toque de sus fríos dedos acariciaba lentamente su cintura desnuda por debajo de la holgada camisa de dormir hizo estremecer de placer su piel.


 


-n-no…me…toques Usagi-san…- gimió suplicando tirando la cabeza hacia atrás, encontrándose con el duro pecho del príncipe, quien se había acomodado plácidamente de rodillas detrás de él- aaah…por favor…


 


-tranquilízate, te dije que lo estabas haciendo mal…déjame enseñarte- susurró de nuevo contra su sensible oído.


 


-p-pero…no…yo- el menor trataba de negarse por todos los medios posibles, porque… ¡porque demonios, debía hacerlo!…la vergüenza se apoderaba de él nuevamente al comprender mejor la situación en la que estaba. Su cuerpo vibraba ante las caricias del guapo varón detrás de él que ahora pretendía hacer el papel de “maestro”.


 


-shhh…tranquilo- murmuraba el mayor. Misaki gimoteó al sentir como la palma del varón se paseaba tranquila y lentamente por su estómago y después comenzó a descender hasta posarse sobre su mano en su totalidad, aquello por simple expectación mandó corrientes de placer a su cerebro…quizás anticipando lo que pasaría- debes apretar más aquí…sujétalo firmemente…-murmuraba el mayor mientras ejemplificaba sus “expertos” pasos presionando un poco más sobre la mano del doncel y enseguida comenzar a subir y bajar a un ritmo desesperantemente lento , el castaño no hacía más que gemir, intentando tragarse las toneladas y toneladas de vergüenza que sentía.


 


-aha…no…Usagi-san…espera- exclamaba quedito el menor, tratando de quitar los brazos del mayor sobre su cuerpo, más porque en el fondo sabía que estaba disfrutando de eso, se removía inquieto inconscientemente tratando de acelerar el ritmo que “las manos” tenían sobre su miembro…su agitación no disminuyó al sentir la otra mano del príncipe acariciando suavemente su cintura, por lo que puso una mano suya sobre está intentando frenarle, fallidamente. Poco a poco la mano que se movía sobre la suya y a la vez sobre su inflamado pene se movía más rápido y con más insistencia, igual que sus gemidos, que aunque a toda costa trataba de reprimir, no dejaban de salir ahogados de su garganta- aaahh…no..no..usa..usagi..sann


 


Y con un gritillo agudo, cuando menos se lo espero, sintió como el calor  acumulado en su vientre recorrió con rapidez su miembro hasta explotar en un dulce placer de su primer orgasmo. Avergonzado apreció como tanto como su mano, como la de Akihiko y parte de las sabanas quedaron manchadas de esa extraña sustancia para el…y tartamudeando pretendió disculparse, mas con miedo sintió como la excitación volvía a su cuerpo…y sintió miedo…empezando a derramar finas lagrimas mientras se sentía agotado de cansancio.


 


-Usagi-san…-le llamó


 


-tranquilo…tsk…-exclamó el mayor al percatarse de lo qu sucedía con el menor….él ya lo empezaba a sospechar, pero ahora estaba seguro…era esa jodida flor purpura. Un afrodisiaco – no te preocupes Misaki, este será más rápido…-intentaba consolarle…el menor gimoteaba ya completamente recargando su espalda en su pecho.


 


-m-me da…vergüenza…no sé si seré capaz de mirarte después de esto…Usagi-san- murmuró todo colorado el menor. El oji-violeta sonrió, recargando su frente en el hombro tibio del castaño.


 


-no digas…eso…no debes avergonzarte conmigo…en todo caso, yo también me siento avergonzado- confesó el mayor sinceramente. Misaki se sorprendió por eso- no sé si te hecho enojar por actuar tan…confiadamente- exclamó el mayor- ¿te has enfadado conmigo?- murmuró contra el cuello del menor, con una sonrisa percibió cuando el menor negó con la cabeza nerviosamente-Misaki…te amo…- exclamó quedito contra el oído del menor, este tembló visiblemente, gimoteando de nueva cuenta…


 


-¡n-no digas eso ahora!- exclamó todo avergonzado el oji-verde. Usami soltó una pequeña risita.


 


-Misaki…


 


-¿qué?


 


-¿me dejas ayudarte de nuevo?


 


-¿m-me estás viendo?- preguntó en un pucherito avergonzado


 


-no- murmuró entre risas el mayor


 


Antes de que el castaño pudiera contestar el cuerpo del menor fue sacudido por una feroz arremetida de placer al sentir, la ahora tibia, mano del príncipe tocar directamente su miembro, sacudiéndolo con fuerza, con un intenso calor recorriéndole hasta la última raíz de su cabello Misaki se limitó a gemir y a intentar sostenerse de algún lugar para no derretirse como vil malvavisco bajo el sol en los brazos del plateado, por lo que una de sus manos fue a parar sobre la del Usami que, como antes, tenía sujeta su cintura y la otra mano fue a situarse justo en el muslo del mayor, quien exhaló fuertemente al sentirlo. Esta vez como lo había predicho Akihiko todo fue más rápido, pero también más intenso.


 


-aaah…Usa..Usagi-saan


 


En un movimiento inconsciente Misaki volteó hacía atrás encontrándose con el rostro agitado y excitado del mayor y no pudo evitar sonrojarse, aun mas cuando éste le sonrió de lado y asaltó sus labios sin ningún reparo, Misaki gimió entre sus labios y respondió el agitado beso como pudo.


 


Y en una arcada impresionante, que hizo que sus cuerpos se juntaran sin dejar un diminuto espacio, el menor volvió a correrse, esta vez mas agotado que nunca, se recostó en el pecho del mayor, quien en un arranque de pasión le había besado con fuerza el cuello…más ahora lo que importaba más al oji-violeta era separar de su cuerpo al oji-verde, pues no era tan santo como para no reaccionar ni un poco al tener el esponjoso trasero de su doncel sobre su regazo…


 


-vamos Misaki…tienes que…


 


Pero se rindió al ver que el menor había caído dormido en sus brazos. Bien, las cosas iban a proceder exactamente así…por su bien…Misaki a la cama y el a un jodido y largo rato en el baño. Regresó a ver a su precioso doncel acostado en la cama, respirando tranquilamente con sus mejillas sonrojadas…sonrió. Ni locos, seguro, contarían aquello a alguien, ese sería su pequeño secretito.


 


Dio media vuelta y se encerró en el baño…


 


………………………………………………………………………….


 


En el mismo castillo, pero unas cuantas habitaciones más lejos, se encontraban  un azabache y un rubio. El menor se había despertado hace un rato alegando que  no tenía más sueño, aunque realmente era la curiosidad y no precisamente el cansancio la que lo guiaba. Pues no había hecho más que darle vuelta a la extraña flor púrpura que era, al parecer, adorada, en ese lugar…y con el pretexto de que les habían dicho que se sintieran “como en casa”, Shinobu se levantó de la cama calzándose las suaves sandalias que habían preparada para él y se dispuso a salir de la habitación, dejando a su atractivo novio durmiendo a pierna suelta profundamente en la cama.


 


Cerró suavemente la puerta de la habitación y comenzó a recorrer los oscuros pasillos del enorme castillo. Eran aproximadamente las 4 de la mañana  cuando Shinobu se encontró ante la majestuosa entrada de la habitación que buscaba con tanto esmero: La biblioteca. Entró sigilosamente, y encendiendo un candelabro cercano empezó a buscar  lo que quería. Empezó por algunos libros de biología y botánica, pero no encontró dato alguno. Frustrado empezó a caminar en círculos, hasta que su vista se fijó en un libro que no había visto, el cual estaba en uno los escritorios que adornaba la enorme sala, se acercó a éste, y apreció rápidamente el detallado forrado verde, al leer la contraportada se dio cuenta que era el inventario de las flores que había en ese lugar, sonrió casi pícaramente al saber que había encontrado lo que buscaba…


 


-haber…r…r…ra…ri…¡riku!...aquí está- exclamó llena de algarabía, se sentó en el suelo despreocupadamente mientras empezaba a leer lo básico…características, creencias, lugar de procedencia…hasta que llegó a la sección de “propiedades”….sus ojos grises se abrieron mucho al leer ese pequeña y resaltada palabra, subrayada con una tinta diferente…


 


*Propiedades: antiinflamatorio, leve analgésico, potente afrodisiaco


 


- oh…oh…creo que Ritsu no debió ponerlos juntos- exclamó con una sorprendida expresión en su rostro y una risita nerviosa.


 


.


.


.


Continuará…

Notas finales:

Buenas noches, días o tardes :3....

 

Misagi * *


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