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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

aquí el cuarto capítulo.

Capítulo 4: “Conociendo a los miembros de la realeza”

 

 

 

Ahora sí que estaba bien muerto. ¡¿En qué estaba pensando?!, bien…de hecho sí que lo sabía…esos ojos violetas…esos ojos…tristes…llenos de amor, claro…cómo poder olvidarlos. Eran iguales a los de su madre. Ya había aceptado la misión, no fue capaz de negarse a semejante súplica por parte de la desdichada reina…si ella creía en el…se esforzaría…lo intentaría…solo por ella.

 

 

 

Los ojos verdes recorrieron por milésima vez la amplia habitación en donde estaba; todo era  una combinación exquisita de colores celestes, blancos y perla, una cama enorme con colchones muy suaves, unos enormes ventanales  y  una pequeña salita, además de un tocador frente a un inmenso espejo. Ahora mismo se encontraba allí, solo mirando su reflejo a través del clarísimo cristal. Su rostro parecía estar preocupado, pero a pesar de eso sus ojos verdes brillaban tanto como siempre; vestía un sencillo conjunto de pantalones cortos en color café y una holgada camisa blanca…cortesía de la reina.

 

 

 

-uff…-suspiró por décima vez…esto sería más complicado de lo que creía. Unos golpes en la puerta interrumpieron sus pensamientos-…pasa- dijo con voz avergonzada…jamás había tenido que permitir el paso a alguien. La puerta se abrió y pudo encontrarse con la figura de una empleada del castillo.

 

 

 

-Misaki-san, Asuka-sama lo espera…los invitados han llegado- informó corta la castaña, por un momento Misaki se permitió fantasear con él “-san”…nadie lo había llamado así…bueno, quizás fuera por la locura que iba a hacer. Se desperezó antes de responder a la muchacha.

 

 

 

-Muchas gracias…enseguida bajo- respondió con una sonrisa, la empleada le imitó y cerró la puerta para después retirarse.

 

 

 

Misaki suspiró una vez más levantándose mientras se ponía  dar vueltas por la habitación completamente nervioso; ayer, después de haber aceptado “la propuesta” la reina le había dicho que quería que  unas personas muy importantes para ella le conocieran. Misaki no estaba muy seguro de quienes serían…pero seguro que conocería a gente de la alta sociedad…eso le asustó. Se permitió  respirar profundamente antes de salir de la habitación. Por ahora solo esperaba no perderse en el castillo…

 

 

 

*****************************************************

 

 

 

Asuka sonrió con esperanza, mientras bajaba las escaleras que daban a la primera planta, lucía un hermoso vestido color verde pistache y su cabello siempre recogido sobre uno de sus hombros. Miró el enorme reloj que estaba colgado en la sala principal  dándose cuenta  que era ya más de medio día…sonrió. Sus invitados seguramente ya habían llegado.

 

 

 

Apenas llegó a la puerta que daba  al comedor  y se sorprendió al ver un gran revuelo. Empleadas entraban y salían rápidamente con cara de espanto de la habitación del comedor, unas con servilletas nuevas, mientras otras regresaban  un plato con sopa, seguramente, y así cada una. La monarca se plantó enfrente de una que llevaba consigo unos tenedores en las manos.

 

 

 

-¿Qué es lo que sucede?- preguntó integrada la reina a la muchacha. Esta se sorprendió pues casi chocaba con la peli-plateada y dando una rápida reverencia se limitó a responder.

 

 

 

-Han llegado… ¡el también!- dijo solamente  la sirvienta, y reverenciando de nuevo a la monarca siguió corriendo a la cocina. Asuka  frunció perfectamente una de sus cejas, mas su sonrisa acompañó al gesto cuando escuchó  una pequeña “discusión” y reconoció las voces, se apresuró a entrar a la habitación.

 

 

 

-¡¿qué te pasa?!...no puedes hacer eso idiota- regañó una voz.

 

 

 

-pues si hicieran las cosas bien…- respondió el otro más sereno. Más éste no terminó su comentario, pues observó como el que le regañaba se ponía de pie para recibir a la monarca que acaban de entrar con una sonrisa en su rostro negando levemente. Él también se levantó de inmediato.

 

 

 

-tía Asuka me da mucho gusto verte de nuevo –sonrió el primer chico,               que hace poco regañaba al otro –perdona  a este…tonto por causar problemas- exclamó el  chico de cabellos castaños y ojos avellana mirando mal al que estaba a su lado, quien solo le sonrió.

 

 

 

-digo lo mismo, bienvenido Hiroki – respondió la reina causándole gracia como esos dos se la pasaban peleando, su vista se fijó en el  chico de cabellos largos y marrones muy claros – Keiichi, bienvenido a ti también- dijo con una sonrisa, a sabiendas que era él el del escándalo.

 

 

 

-un placer verla de nuevo Asuka-san – respondió respetuoso el chico a la peli-plata. La mirada de la mujer se fijó en la figura que permanecía a lado de la enorme ventana. Sonrió melancólicamente antes de hablarle al azabache de triste mirada.

 

 

 

-Masamune…me alegra que hayas podido venir también- le habló la reina suavemente, tanto Hiroki como Keiichi le regresaron a ver…los 3 sabían lo que había pasado con el azabache por eso decidieron callar.

 

 

 

-es bueno estar aquí, tía- fue lo único que respondió el aludido mirando por unos segundos con sus ojos marrón muy claros. La mujer les sonrió y enseguida se plantó frente a ellos para hablarles. Los 3 pusieron atención.

 

 

 

-chicos…primeramente quiero agradecerles a todos todo lo que han hecho por mí y por mi reino- empezó la mujer entrelazando sus manos- sin ustedes no sé qué habría sido del reino, me han ayudado mucho, y les agradezco por preocuparse y mantenerse  al tanto de la situación  de mi Akihiko, muchas gracias por eso,  les debo mucho- los chicos asintieron con respeto ante lo dicho, la oji-violeta continuó-  pero no los mandé a traer solo por eso…- los chicos estaban expectantes a lo que dijera la mujer – he encontrado al chico correcto, al de la profecía-

 

 

 

Los 3 jóvenes se le quedaron  viendo fijamente: Hiroki con un raro gesto entre  sorpresa y tristeza, Masumune con el gesto intrigado y Keiichi solo frunció el ceño.

 

 

 

-tía…¿estás  segura?- preguntó tanteando el terreno Hiroki al observar a la bella mujer derramando lágrimas de nuevo.

 

 

 

-lo estoy, y es por eso que ustedes están aquí, quiero que le conozcan…por favor- siguió la mujer, tanto Hiroki como Masamune asintieron ante la seguridad de la reina, el otro solo frunció más el ceño- gracias…-exclamó la mujer, enseguida fijo sus ojos violetas en los mieles del único que no era de su familia – Keiichi…compórtate por favor- rogó la mujer, este solo le miró. Asuka suspiró antes de  dirigirse a la puerta  y abrirla.

 

 

 

-pasa Misaki por favor- pidió la mujer. Los 3 chicos observaron con atención e intriga como la figura del chico surgía por  entrada. Keiichi observaba con curiosidad la cara de “niño bueno” del castaño, Hiroki se dio cuenta enseguida que se trataba de un doncel…y uno muy lindo debía aceptarlo. Masamune, en cambio, tenía pensado solo darle un vistazo al chico, pero una vez vio sus ojos no pudo dejarlos de ver…verdes…ese chico le recordaba tanto a su perdido amor…le recordaba a…

 

 

 

Misaki solo respiraba con mucha dificultad, mientras sentía como los 3 jóvenes  ataviados con un elegantes trajes de príncipes le  escaneaban con la mirada, su rostro enrojeció enseguida, y para romper el tenso ambiente reverenció pronunciadamente antes de hablar.

 

 

 

-es un placer conocerles majestades, mi nombre el Takahashi Misaki-

 

 

 

-el placer es nuestro Misaki, mi nombre es Kamijou Hiroki, príncipe del reino Kamijou- fue el primero en hablar el oji-avellana una con una sonrisa para el lindo chico.

 

 

 

-un gusto Takahashi-kun, yo soy Takano Masamune, príncipe del reino Marukawa – saliendo de su trance momentáneo para saludar el muchacho.

 

 

 

Misaki solo asintió con una sonrisa algo más relajada…lo que no esperó es que el muchachito de cabellos largos le mirara con desdén mal disimulado y  se dirigiera a él con palabras tan cortantes como una navaja…

 

 

 

-¿qué es lo que quieres?- habló Keiichi con frialdad, mientras le miraba de la misma manera y con los brazos cruzados -¿buscas dinero, quedarte con el reino o quieres a Akihiko?-

 

 

 

-…- Misaki prácticamente se quedó con la boca abierta, mientras emitía un gesto lastimero.

 

 

 

-¡contesta!... ¿eso quieres cierto?...-siguió el castaño-claro

 

 

 

-Keiichi!!!- regañó la una mujer allí al chico, para después mirar a  Misaki – Misaki, cariño…no tienes por qué contes…-

 

 

 

-Siento majestad, que si debe- interrumpió el chico poniéndose finalmente de pie, Misaki empezó a derramar lágrimas, algo que dejó perplejos a los presentes. Y quitándose suavemente la mano de la reina de unos de sus hombros encaró al oji-miel.

 

 

 

-Con todo respeto…alteza – empezó Misaki  con el ceño fruncido y su mirada vidriosa- yo no quiero ni dinero, ni un puesto en el reino,  mucho menos busco un compromiso con el príncipe Akihiko- sollozó un poco más antes de continuar-…yo llegué aquí de  improvisto a buscar trabajo con mi hermano,  hace más de 8 años que mi madre murió dejándonos huérfanos  … acepté buscar al príncipe…por los ojos tristes de su majestad- Misaki regresó a  ver a la reina- …se parecen a los de mi madre…eso es todo-  emitió entre lagrimeos y con los ojos furiosos el  oji-esmeralda. Todos los presentes se quedaron de una pieza parados ahí, totalmente sorprendidos por lo revelado, la reina emitió un sollozo cuando se tapó su rostro con sus manos  y hacer amago de salir a buscar al chico, que entre lágrimas había salido corriendo de la sala.

 

 

 

-idiota…-susurró Hiroki al peli-largo que seguía sumido en el asombro- no te preocupes tía, yo iré con él- habló Hiroki, saliendo de inmediato a buscar al otro castaño, Keiichi le siguió casi enseguida.

 

 

 

Tanto la reina como Masamune se quedaron el silencio por largos minutos, hasta que el más joven  le dirigió la palabra:

 

 

 

-…se parece tanto a él…- mencionó, sin ver directamente a la mujer, quien sólo sonrió para después responder.

 

 

 

-eso pensé…-   

 

 

 

-…es especial- cambió el tema el oji-marrón.

 

 

 

-es el correcto- corrigió ella con una sonrisa.

 

 

 

La  habitación se quedó en silenció por largos segundos… Masamune al fin dejó de ver la ventana y se dirigió totalmente a la peli-plata con media sonrisa:

 

 

 

-… ¿y cuándo nos vamos?-

 

 

 

*****************************************

 

 

 

Mientras tanto  Los ojos avellana de Hiroki buscaban al muchachito de ojos verdes, recorrieron gran parte del castillo hasta que le vieron sentado en uno de los escalones que daban al  jardín de la reina. Hiroki sonrió levemente al haberlo encontrado  y junto a Keiichi se acercaron algo más relajados al muchacho que se encontraba dándoles la espalda.

 

 

 

Misaki mientras tanto, ya había secado las lágrimas de sus ojos, pero aún no se sentía del todo bien por haber salido huyendo de ahí sin decir nada ;mientras sus dedos jugueteaban con una rosa blanca del extenso jardín de la reina se convencía cada vez más que lo que había hecho era un error, el no pintaba nada en la situación, el solo quería ayudar a la convaleciente y triste mujer, ¿y qué es lo que se gana?...que le insulten y que lo acusen de cosas que ni siquiera entiende…eso no era para él, definitivamente se despediría de su hermano, se disculparía con la reina y se marcharía del lugar…él no estaba hecho para hacer cosas importantes…

 

 

 

-…¿te gusta el jardín de tía Asuka?- preguntó suavemente Hiroki, por lo que el oji-verde se sobresaltó un poco y pretendía ponerse de pie por la falta de respeto, pero se sorprendió al  observar cómo era el príncipe quien se sentaba su lado, y Keiichi solo se puso frente a los dos. Todos se quedaron en silencio observando el suelo como si fuera lo más interesante, hasta que decidieron hablar.

 

 

 

-sabes Misaki, la rosa blanca significa pureza, fe y esperanza- dijo el oji-avellana mientras  quitaba suavemente de las manos del menor la rosa -…tu eres la única que esperanza de Asuka…ella está realmente segura de que se trata de ti- continuó, Hiroki regresó a ver los brillantes y sorprendidos ojos de Misaki.

 

 

 

-…yo no sé si puedo…nunca he sido importante para nada…no sé qué esperan de mi – respondió agachando la cabeza. Hiroki lo miró con sorpresa y sonrió para sí…definitivamente era él.

 

 

 

-realmente yo no podría contestar esa pregunta…pero te apuesto lo que quieras…que al menos conocerás alguna persona que estaría dispuesto a dar la vida por ti…alguien al que le eres muy importante…nee Misaki, ¿no adivinas?- siguió Hiroki con una pequeña sonrisa, Misaki bajó el rostro sonrojado y se echó a llorar de nuevo.

 

 

 

-nii-chan…-susurró con un hilo  de voz.

 

 

 

-jamás pienses que no eres importante…Misaki, hoy más que nunca están puestos en ti las esperanzas de muchas personas…- recordó Hiroki. Misaki asintió con una tiste sonrisa limpiándose las lágrimas con las mangas de su camisa, mas puso atención cuando el peli-largo comenzó a hablar también.

 

 

 

-cuando  Akihiko fue raptado causó mucho revuelo en el reino Usami y muchos reinos a su alrededor, unos pensaron que  era una gran tragedia…otros querían provechar la debilidad del reino- empezó Keiichi con los brazos cruzados y su rostro serio – ya con más  de 12 años  transcurridos  se esperaba que hicieran algo en cuanto al destino del reino Usami, sin embargo Asuka-san no había perdido las esperanzas y siguió buscando a su hijo por todos los medio permitidos, un día decidió hacer una propuesta, aquella que dictaba que  daría una recompensa a quien le trajera de vuelta a su hijo, mucho dinero, joyas y un lugar en la corte si se trataba de un varón, pero si se trataba de un doncel, le permitiría casarse con él, y así hacerse cargo del reino junto a su hijo- Keiichi frunció el ceño recordando- muchos caballeros y donceles acudieron al llamado…sin embargo cada uno de ellos pedía una parte de la recompensa por adelantado …solo planeaban burlarse de la reina- gruñó el muchacho –desde el día  que Asuka-san nos pidió llamó para  ayudarle con el reino me he encargado de desenmascarar a los falsos “héroes” que vienen a reclamar la recompensa, no sabes cuánto me duele ver desmoronarse cada esperanza de Asuka-san con esos…impostores- relajó su gesto antes de mirar fijamente a un sorprendió castaño-…Misaki, sé que no es una excusa válida, pero quiero disculparme contigo por eso, no debí tratarte así…ahora puedo comprobar que Asuka ha encontrado a la persona correcta-le sonrió.

 

 

 

-yo…no sabía que eran tan cercanos a la reina…acepto tus disculpas…de todos modos tu también te preocupabas por ella- sonrió Misaki poniéndose de pie, mientras los 3 entraban al castillo iban platicando.

 

 

 

-wow…entonces, ustedes desde los 17 años se han estado haciendo cargo del reino Usami- comentaba Misaki interesado en medio de los otros dos mientras caminaban por los pasillos del palacio.

 

 

 

-así, es, bueno de hecho Hiroki  y Masamune se han hecho cargo desde los 17 años, yo apenas desde los 19, o sea hace 3 años- respondió Keiichi.

 

 

 

-entonces eres menor  por 3 años para ellos- aseguró Misaki, el pelilargo asintió- …umm, aunque hay algo que aún no entiendo…- empezó Misaki -…entiendo que Masumune-san y Hiroki  se hagan cargo del reino por ser familiares de Asuka-sama…pero tu Keiichi-san… ¿por qué?... ¿eres familia lejana…o?- su pregunta quedó al aire, mientras Keiichi se sonrojaba levemente y Hiroki volteaba algo disgustado a un lado. Misaki esperaba dudoso y ansiosa la respuesta.

 

 

 

-bueno Misaki…-empezó Keiichi- primero debes saber que Hiroki es hijo de Mitsuki-sama, la única hermana del rey  Hitomi. Asuka-san tiene 2 hermanos: Kai-sama, la  madre de Masamune, y Toshio-sama rey  del reino Nakamura- Hiroki asintió algo confundido entre tantos nombres , Keiichi continuó con la narración – cuando pasaron más de 10 años del rapto de Akihiko, empezaron los problemas, por ley debía buscarse un heredero para que se quedara a cargo del reino Usami. Era bien sabido que la reina Asuka ya no podría tener más hijos, por lo que todos esperaban que existiera una unión matrimonial que garantizara el bien del reino. Realmente a mí me importaba poco toda esta situación…hasta que me enteré de algo con lo que definitivamente no estaba de acuerdo…-

 

 

 

-¿y que era?- preguntó Misaki intrigado, Hiroki suspiró y siguió con la historia.

 

 

 

-por ser el doncel más inmediato a la línea sanguínea real de Usami pactaron mi compromiso con un príncipe-  respondió el oji-avellana frunciendo el ceño en desaprobación por esa “tragedia”- así ambos nos haríamos cargo del reino Usami- explicó. Misaki abrió la boca indignado…¡¿un matrimonio forzado?!

 

 

 

-¡no es justo!... ¡no pueden hacer eso!- exclamó enojado e indignado el menor.

 

 

 

-es muy común en la realeza Misaki – explicó con tristeza Keiichi, Misaki observó con tristeza  a Hiroki bajar la cabeza, Keiichi continuó con la historia -  Si pasaban  5 años  y el príncipe Akihiko no aparecía el compromiso se llevaría a cabo, ya han pasado  3 años desde aquel día – explicó Keiichi, Misaki abrió muchos los ojos…¿él era tan importante para esa...misión?...

 

 

 

-sigo sin comprender que tienes que ver en todo esto Keiichi-san…- hizo saber algo más deprimido Misaki, el pelilargo le sonrió.

 

 

 

-aun no terminaba Misaki –  Keiichi sonrió para enseguida emitir un largo suspiró impregnado de tristeza que Misaki pudo interpretar muy bien – el príncipe con el que Hiroki se casaría  es Haruhiko del reino Nakamura, hijo mayor de Toshio-sama- Misaki abrió mucho los ojos, su mirada se fijó en Keiichi que sorpresivamente  había desviado su vista de la suya e hizo una gran pausa para después continuar- Yo estaba comprometido con el antes de que todo pasara…-

 

 

 

-…- Misaki se había quedado sin habla…un matrimonio forzado…y una separación…no era justo…¡no era justo!

 

 

 

-Keiichi-san…-intentó decir algo Misaki, pero el castaño claro siguió, sorpresivamente con una sonrisa… ¿forzada?

 

 

 

-después… me enteré con quien se casaría- regresó a  ver juguetonamente a Hiroki quien le miraba con los ojos entrecerrados – y ya te imaginarás lo que sigue…vine a gritarle a Hiroki un poco y él me dijo que estaba tan en  desacuerdo como yo en casarse…y un poco de tiempo después me uní a su cometido…- sonrió y después miró a Misaki para sonreírle de una manera que el menor no supo interpretar- después de todo, creo que aun guardaba las esperanzas de que la persona correcta llegara …y  todo volviera  a ser como antes…- dijo desviando la mirada una vez más. Ambos caminaron en silencio hasta que Misaki lo interrumpió.

 

 

 

-Keiichi-san… ¿y…le sigues viendo?- preguntó Misaki.

 

 

 

-umm…-el aludido no entendió.

 

 

 

-si,  a Haruhiko-san, ¿lo sigues viendo?- preguntó algo avergonzado por meterse en la vida personal del joven. Keiichi se sonrojó un poco antes de responder.

 

 

 

-antes, cuando Haruhiko regresaba de cada misión se escabullía hasta mi habitación para poder verme- recordó con una vaga sonrisa- pero desde que su padre lo obligó a deshacer su compromiso conmigo ya no le he vuelto a ver…a lo menor ya no se acuerda de mi…- bajó la cabeza. Misaki se sintió culpable por haber preguntado, y en un abrir y cerrar de ojos se detuvieron. Misaki apenas se dio cuenta  de que se encontraban enfrente de la que le habían designado como su habitación.

 

 

 

-…¿y ya decidiste que vas a hacer?- preguntó primero Hiroki. Misaki  lo miró fijamente mientras pensaba en lo que le había dicho Hiroki, verdaderamente  había muchas personas que dependían de su decisión…por una parte se culpaba por ser tan débil a los sentimientos de los demás…pero al parecer era esa su más grande fortaleza…se preguntó a cuantas personas haría feliz…se imaginó a Hiroki sin su compromiso, a Keiichi con Haruhiko-san y la reina…con su hijo Akihiko, sonrió.

 

 

 

-¿Misaki?...-preguntó Keiichi ante el silencio del menor. Esperaron unos segundos más…

 

 

 

-lo haré…- sonrió con seguridad el castaño. No sabía que le esperaba…pero estaba seguro que iba a dar lo mejor de él…

 

 

 

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Continuará…

Notas finales:

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