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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola, ¿cómo están hoy?, ¿como los trata la vida xD?, yo un poco acupada pero nada demasiado importante :3. Bueno, ya estoy por acá con otro cap cargado de sorpresitas...¡APARECE el misterioso personaje que hacía visitas a Aikawa y a Yoshino buscando a alquien!, veremos si era quien sospechaban ya :p, ¿qué cambiará con su llegada?...


Espero les guste la conty, nos leemos pronto, ya saben, pueden dejar un review para que me cuenten como les va pareciendo todo :3


Saluditos, ¡besos de manzana verde para todos los que leen y comentan!


 


Misagi * *

Capítulo 52: “Te apoyaré hasta el final”


 


 


Los rayos del sol  y el fresco viento de medio día entraban por las ventanas abiertas de la recamara pintada en tonos crema. Los trastos vacíos del desayuno permanecían apilados sobre la mesilla de noche, y toda la familia se encontraba amontonada sobre la cama del castaño.


 


Cerca del medio día Kaede y Yura habían llegado ya de Kimo, el rostro  de Yura estaba serio a morir y el de la mujer terriblemente devastado , pues fuera como fuera, le parecía aterrador el hecho de que hubiera ido a presenciar la muerte del hombre que creyó querer por tatos años. Su sorpresa no se hizo esperar cuando vieron salir al lindo doncel correr hacia ellos, Yura había sido capaz apenas de soltar su ligero equipaje para atrapar a su hermanito en el aire, Kaede también había soltado al suelo su bolso y miraba con curiosidad la escena, la pequeña frase del enérgico muchachito: “lo he recordado todo” acompañado de unas finas lágrimas habían apaciguado cualquier preocupación en su corazón.


 


En ese momento Keiichi se encontraba cómodamente recargado en el cabezal de la cama, a su lado su  hermoso y tremendamente contento novio, en sus piernas su pequeño hermanito, frente a él su sonriente hermano mayor y sentada en una esquina, a lado de Yura, su madre, la mujer había sido incapaz de soltar a su lindo doncel al menos durante 10 minutos y sus ojos seguían aun aguados…tanto habían pedido el “milagro” de que le regresaran la memoria a su lindo Keiichi y al fin  había llegado.


 


-¡¿pero vamos cariño, cuéntanos que pasó contigo?!- insistió Kaede contenta tomando las manos de su  castañito. Keiichi había sonreído levemente mientras se mordía los labios, en ese momento tenía un montón de sentimientos encontrados, pues su familia le había estado contando con recato algunas cosas que habían pasado en su “ausencia”. Estaba feliz, completamente enloquecido de haber recuperado la memoria, estaba preocupado y ansioso por saber cómo estarían el resto de sus compañeros ( Hiroki, Masamune, Misaki y compañía), estaba enfurecido por la falta que había cometido Sousuke con su pequeño hermano y el sentimiento se incrementó cuando supo de su reciente ejecución y el no pudo hacer nada, estaba eufórico por su aparente reconciliación con su bello príncipe, estaba nervioso por la reunión con el concejo, esas cosas y otras más pasaban por su cabeza. Solo bajó el rostro por unos segundos y enseguida tranquilizó a todos regalándoles una sonrisa.


 


-bueno… ¿Qué puedo decirles?...no estuve hasta el final de todo esto…pero supongo que les contaré lo que vi- exclamó enseriando su rostro, quizás recordando el estrés  continuo en el que vivían durante todo el recorrido…era comprensible  que su familia se preocupara por eso sonrió -…bueno, tras la llegada con Mino-san…


 


Keiichi contó sin mucho lujo de detalle todo, el viaje, las pruebas, Aikawa, la guerra…deteniéndose con congoja en el último lapso del viaje que su mente podía recodar, ese doloroso recuerdo…en Towika.


 


-bebé… ¿Qué pasó realmente ese día?, ¿recuerdas?...cuando te encontré aquél día en Towika…tú…- Haruhiko lo veía intensamente con una perpleja mirada de duda…de ansiedad…igual que el resto de su familia.


 


-¿Qué pasó Keiichi?- preguntó también Yura. Keiichi emitió un gran suspiro antes de hipar quedito y derramar lágrimas, aceptando el cálido abrazo que le reglaba su novio.


 


-vi a papá, Yura…papá estaba allí


 


-amor…-murmuró con conjuga Kaede mientras llevaba sus blancos dedos a sus mejillas limpiando las lágrimas que también salían de sus ojos. Cómo negar el sentimiento tan intenso que inundaba su pecho al escuchar a su hijo hablar del único amor de su vida. Ryuto – cariño, pero sabes que tu papá ya no está aquí…Keiichi


 


El doncel asentía levemente- lo sé madre, quizá la añoranza hizo estragos en mí en ese momento…quería que fuera real…quería volver a verlo…quizá por eso me dejé llevar y no pude atención a lo que pasaba a mi alrededor…por eso me encontraste ese día así…fue una trampa- miró a Haruhiko quien recordaba dolorosamente ese día en que había ido a buscar a su encantado doncel para encontrarse con la terrible escena de su atormentado chico gravemente herido-…en el momento menos insospechado la imagen de papá desapareció, pero yo ya estaba muy cerca de ese barranco…y pues…- Keiichi enjugaba sus lágrimas ,  e inconscientemente Haruhiko lo apretaba más entre sus brazos.


 


-ya todo pasó cariño…ahora estás bien…no dejaré que nada ni nadie te haga daño otra vez, Keiichi- murmuraba contra el oído del doncel quien asentía levemente, de pronto este sintió un tironcito de su sacó y soltó a su novio para regresar su mirada y una linda sonrisa a su hermanito.


 


-¿extrañas a tu papá, nii-chan?- Kioshi hizo una extraña mueca. El pequeño sabía lo básico acerca de ellos…sabía que  Yura y Keiichi tenían otro papá y que este había muerto hace algún tiempo.


 


-mucho, pequeño…pero hay que ser fuertes y aprender a rehacer nuestra vida sin ellos…sé que papá nunca le habría gustado verme llorar…por eso…ya no voy a llorar hermanito…- le sonrió tiernamente limpiándose las lágrimas que quedaban en sus mejillas.


 


-qué bueno Keiichi-nii…porque a mí no me gusta verte llorar- exclamó abrazándose al pecho de su hermano. Keiichi sonrió, ya le tocaría hablar eso con él después…pobrecito de su pequeño hermano, con todo lo que pasó, el bebé necesitaba un poco de  estabilidad en su vida…había vivido en mucho estrés durante los últimos días.


 


Después de algunas charlas más al fin dejaron en paz a Keiichi, Kaede discutía que la pareja tenía muchas cosas  que hablar solos también. Keiichi agradeció el gesto con el rostro sonrojado y mirando con una sonrisita nervioso a su novio. Se sorprendió también de la mirada de apoyo que le dio Yura a Haruhiko…baya pensó que nunca vería aquello.


 


-¿Qué ha pasado entre Yura y tu, hee?- preguntó curiosos con una sonrisilla traviesa el doncel, una vez que estuvieron al fin solos en la amplia cama, el menor estaba sentado entre las piernas del varón  y este le abraza por la espalda dulcemente. Haruhiko rio un poco antes de responder.


 


-je…te sorprenderás al saber que él nos ayudó mucho, me ayudó mucho para recuperarte…-murmuró contra el cuello de su doncel quien suspiró un poco por la sorpresa.


 


-baya, habrá que pasar algo así más seguido- exclamó de broma Keiichi, más el varón le había volteado con rapidez para poder verlo a los ojos.


 


-¡no juegos con eso Keiichi!...yo no soportaría pasar de nuevo por esto…-exclamó apesadumbrado. Keiichi se sintió culpable por un ratito y después sonrió, hincándose frente a su chico, acarició suavemente las mejillas y depositó un cortito beso en los labios del contrario, separándose de él con sus mejillas sonrojadas. Haruhiko sonrió…cuánto extrañaba eso.


 


-lo siento Haruhiko, sé que esto que pasamos fue una prueba increíblemente difícil…es solo que también me alegra que te lleves mejor con Yura, estoy feliz de que  al fin podamos estar juntos- se abrazó a él siendo correspondido de inmediato.


 


-aún falta otra prueba más…-recordó suavemente Haruhiko con sus ojos preocupados. Keiichi suspiró, muy a su pesar eso también le preocupaba.


 


-lo sé…falta la reunión con el concejo- Keiichi casi estaba seguro que más que una charla ese día…si no ocurría algún milagro el concejo estaría casando a Hiroki con su varón…y eso no le hacía gracia en lo absoluto. Sin embargo la esperanza de que los chicos llegaran a  tiempo aún estaba intacta- …no te preocupes por eso, ya verás que todo saldrá bien…yo te apoyaré hasta el final


 


Haruhiko le sonrió y enseguida estampó sus labios en los de su doncel, quien despertando de su sorpresa y con su cara colorada se abrazó al cuello de su varón, disfrutando de un profundo beso cargado de todos los sentimientos que tenía en ese momento.


 


-te amo…- susurró el mayor contra los rojos labios de su oji-miel, su mirada estaba cargada de amor, de ternura…pero Keiichi identificó también la lujuria en esos ojos grises intensos  que tanto adoraba, e inconscientemente soltó un gemidito cuando el mayor lo acercó aún más a él sujetándolo por la cintura, pegándolo completamente a su cuerpo. Sus pechos estaban completamente pegados, Keiichi sintió erizarse los bellitos de su cuerpo y endurecer sus pezones. Su sonrojo estaba reinventando nuevos colores.


 


-yo también te amo Haru-chan…-musitó quedito y tembloroso. Se quedaron por mucho tiempo así hasta que el mayor interrumpió, carraspeando.


 


-deberíamos bajar a cenar…- exclamó algo agitado el oji-gris.


 


-s-si…-murmuró el menor igual. Y así el mayor dijo adelantarse un poco…lo que Keiichi había agradecido enormemente…con una mano en el pecho intentaba calmar su agitado corazón y con su rostro terriblemente azorado… “ho…Kami… ¡¿Por qué me siento disgustado con habernos “detenido”?!” se preguntaba nerviosos y ansioso. Haruhiko detrás de la puerta de la habitación de su doncel estaba más o menos igual…una enorme sonrisa afloró en su rostro…”pronto”…se prometía a si mismo…


 


****************************************************


 


Sintió una pequeña brisa fría y después algunos murmullos, casi pudo asegurar que enseguida una manta cubrió su cuerpo.


 


Trató de moverse, pero no podía hacerlo del todo, parecía que todo su cuerpo se había vuelto extremadamente pesado de un momento a otro. El olor de flores y hierbas curativas inundó sus fosas nasales, ¿medicina?...se preguntaba curioso. Quiso abrir los ojos, sin embargo  se encontró con oscuridad y una pequeña luz que apenas y se trasminaba. La angustia empezó a llenarlo con rapidez, pues empezaba a recordar lo último que había pasado antes de caer en la conciencia y sus lágrimas empezaron a surcar sus ojos, por algunas heridas que tenía en las mejillas ardía, pero era algo que en ese momento no le importaba…un profundo gemido salió de su garganta y empezó a sollozar y a gritar.


 


-¡Ritsu!…llévame con él… ¿dónde está?… ¡RITSU!...por favor


 


Las personas que escuchaba allí empezaron a moverse y a tratar de tranquilizarle, pero el solo quería verlo a él…


 


…………………………..


 


En otra habitación completamente diferente y con un curioso piso de madera se encontraban Ritsu y Shinobu en compañía de Isamu, quien con otra elfo habían practicado un pequeño entrenamiento especial con los donceles para acelerar el proceso de recuperación de su poderes. Ya habían pasado dos días desde que habían llegado a ese lugar y mientras tanto ellos trataban de guardar la calma que todo requería. Los cuatro allí se encontraban en un pose de meditación profunda cuando tres pequeños toques en la puerta los desconcentraron. Isamu frunció ligeramente el ceño y después de algunos segundos respondió de manera bastante seria.


 


-te he dicho que no nos molestes cuando estemos aquí, ¿Qué es tan importante como para que interrumpas?- preguntó sin abrir los ojos. El elfo que llegaba con un pequeño gesto de culpa y de preocupación mezclados asintió haciendo una reverencia.


 


-mis disculpas, Isamu-san, pero Juro-san necesita que el joven Ritsu acuda al sanatorio donde está el doncel- explicó rápidamente. Isamu entonces abrió los ojos, ¿la jefa de los médicos quería ver a Ritsu?, ¿pues qué había pasado?; mientras tanto el mencionado no pudo evitar abrir los ojos muy nervioso y preocupado…¿Misaki?, ¡¿Qué pasaba con Misaki?! Sinobu regresó a ver a Ritsu y  sintió la misma preocupación por su amigo.


 


-I-isamu-san…-murmuró  Ritsu despertando de sus pensamientos al elfo segundo al mando, quería ir a ver a Misaki y rogaba por favor que el oji-azul se lo permitiera.


 


- de acuerdo…pueden ir- exclamó levantando lentamente de donde estaba. Ambos donceles asintieron y salieron corriendo de allí después de reverenciar levemente al elfo.


 


…..


 


-¡Misaki! – entró corriendo al lugar observando como alrededor de  siete elfos trataban de tranquilizar y sujetar al doncel que estaba renuente en continuar acostado. A Ritsu le dio mucha alegría de verle despierto, pero se le partió el corazón al ver a Misaki llorando tan amargamente y cubierto de vendas al menos de los brazos a la cabeza, sujetando, suponía el, algunos brebajes y medicamentos a su cuerpo, con una pequeña toallita que despedía algún vapor medicinal acomodado en su rostro. Shinobu  se quedó algo más atrás viendo también al menor luchar.


 


-¡¿Ritsu?!...¿eres tú?... ¡¿dónde estás?!...¿dónde estamos?... ¡¿dónde está Usagi-san?!- sollozaba estirando uno de su brazos tratando de encontrarle, rápidamente se había acercado hasta él  después de un asentimiento por parte de la médico tomó su mano apretándola contra su pecho.


 


-aquí estoy Misaki…todos estamos bien, Akihiko está bien, estamos en un sanatorio con elfos médicos. Todo está bien, por favor no te muevas tanto…puedes lastimarte- trataba de tranquilizarle, el menor poco a poco iba respirando más claramente- tranquilo, todos estamos bien…aquí está Shinobu también


 


-hola Misaki, tranquilízate por favor…todo está bien ¿sí?- El rubio se había acercado a conversar muy bajito con Misaki, lo que Ritsu había aprovechado para acercado a Juro-san.


 


-¿Qué ha pasado?- preguntó apesadumbrado el doncel a la bella y alta fémina.


 


-acaba de despertar, muy alterado cabe mencionar; hace unos momentos tuvo problemas para respirar, nada de gravedad, suponemos que fue por alguna crisis nerviosa, solo quería verles a ustedes, el golpe en la cabeza le provocó algunos dolores intensos, pero estamos trabajando en eso, si coopera muy pronto podrá salir de aquí- aseguró. Ritsu asintió dejando escapara un profundo suspiro de alivio.


 


-no se preocupe por eso, yo me encargo, gracias…-dejó escapar con una sonrisa sincera.


 


-no hay por qué- ella se despidió con una sonrisa y salió, suponía el castaño, hacia la otra habitación de sanatorio. Enseguida se reunió con los otros dos.


 


-¿estás mejor, Misaki?- preguntó con una sonrisa, a sabiendas que el menor no podía verle. Lo vio asentir levemente mientras sujetaba con fuerza ahora la mano de Shinobu.


 


-escucha Misaki, tienes que luchar mucho, por favor, obedece las indicaciones, aun estás lastimado, necesitas sanar rápido- exclamó Ritsu.


 


-si…si Ritsu, solo…yo…¿Usagi-san…digo Akihiko?...- ambos donceles allí sonrieron un poco al percibir el nerviosismo en la voz del muchacho- él…él ¿está bien?…realmente el…y si muere por mi culpa yo…- ambos le abrazaron levemente, el menor sollozo más.


 


-no, no, no, nadie va a morir aquí…te he dicho ya que Akihiko está bien, no te mentiré… está muy lastimado…- trató de consolar el rubio- pero se pondrá  bien…y créeme que no podrás ir a verle si estás postrado en esta cama, por eso tienes que recupérate muy pronto


 


-¿y-y quien te ha dicho a t-ti que yo lo quiere ver, he?- exclamó con su voz entrecortada, los otros dos donceles estaban seguro que el menor agradecía profundamente la toalla sobre su rostro en esos momentos pues debería están sumamente sonrojado. Rieron.


 


-¿aún me quieres engañar Misaki?- exclamó en un tono gracioso Shinobu.


 


-n-no me molestes…rubio tonto- murmuró enfurruñado.


 


Ambos se permitieron reír un poco más.


 


………………


 


Al día siguiente, por la tarde, Misaki ya había salido del sanatorio. Juro-san le había dicho que las heridas graves ya estaban cicatrizando de manera excelente, por lo que ahora era necesario que empezara a poner en movimiento sus músculos. Aun descansaba mucho, sin embargo ahora tenía algún tipo de “rutina” de ejercicios de terapia;  Shinobu y Ritsu aún seguían muy metidos con su propio entrenamiento para recuperar su poderes por lo que no podían acompañarlo a todas horas, no obstante, Mune y Miyagi, que decían aburrirse mucho, lo acompañaban de vez en cuando. Así recorrían el medianamente grande territorio, bajando con cuidado por pequeños cerritos empinados, caminaban a la orilla del río o simplemente el doncel se sentaba a reír a carcajadas cuando los dos varones se retaban a echar carreras de ida y vuelta en la colina más alta del lugar. Pasaron dos días más antes de que el menor no pudiera disimular su preocupación por su  bello oji-violeta y cada vez que se encontraba solo se iba a sentarse sobre una enorme roca que estaba frente a la habitación de sanatorio que sabía era donde estaba su príncipe. Cada vez que pensaba en él sus mejillas se enrojecían sin remedio, pero cuando  en su mente venía una y otra vez la escena del derrumbe llevándose a Akihiko hasta el fondo su corazoncito detenía su acelerado repiqueteo y perdía todo el color en su rostro.


 


Fue hasta un día en que todo fue diferente. Juro- san había salido de la ya mencionada habitación cuando sus ojos azules se cruzaron con los verdes de Misaki, quien se sonrojó un poco cuando se vio descubierto suspirando y la elfo le había sonreído. Había tragado saliva y obedeciendo el suave gesto de Juro-san para que se acercara.


 


-Hola pequeño, me habían dicho que te habían visto por acá…- el menor asintió bajando la cabeza después para esconder sus sonrojadas mejillas- ella había sonreído tiernamente- ¿has estado haciendo tus ejercicios correctamente?


 


-si, sensei- había respondido algo tímido, y entonces levantó la cabeza para ver a la mujer quien le miraba de manera curiosa como pensando atentamente algo- etto…pues, yo creo que me voy a descan…


 


Sin embargo Juro-san lo había interrumpido antes de que terminara de hablar.


 


-¿quieres pasar a ver a Akihiko?-le había preguntado tiernamente casi en un susurro.


 


Misaki se había sorprendido, sobre todo porque Ritsu le  había dicho que anteriormente había preguntado por esa posibilidad, pero siempre le habían respondido que el peliplata estaba muy débil como para tener visitas, además de que aún seguía inconsciente. Por eso  ante la posibilidad de verle, mente, corazón y todo su cuerpo entero se vio paralizado…quizá de felicidad, tal vez de emoción,  y solo atinó a limpiar las pequeñas gotitas saladas que se escurrían por sus ojos  y asentir como demente hacia la bella y alta criatura, quien reía y le empujaba maternalmente hacía la puerta blanca de madera.


 


Definitivamente no estaba preparado para ver al apuesto príncipe en la situación en la que estaba. Pero eso no impidió que a pasos tremendamente temblorosos y lentos se acercara hacia la blanca camilla donde reposaba un exageradamente vendado Akihiko, tenía el rostro todavía un poco inflamado y herido ,una gran venda cubría su cabeza y uno de sus ojos y ambos brazos y una de sus piernas tenían esas peculiares tablillas que indicaban una fractura. Sus ojos inmediatamente se llenaron de lágrimas, cubrió con sus manos su lloroso rostro y un gemido salió de sus labios…su mente volvió a traerle de vuelta ese doloroso recuerdo de Akihiko pidiéndole a  Mune que le pusiera a salvo a él primero….y sintió nuevamente que todo había sido su culpa . Las cerca de 6  personas que atendía al joven príncipe miraban condescendientes y entristecidos al bello doncel. Juro-san se había acercado a él y le había abrazado por los  hombros al acuclillado jovencito.


 


-tranquilo Misaki, vamos  afuera…- intentaba proponerle, pero Misaki se había vuelto a poner de pie y se había quitado el brazo de la elfo lentamente para terminar de acercarse a Akihiko.


 


-no, quiero verle, por favor…Juro-san- le miró con sus ojos verdes empañados de lágrimas.


 


La chica había asentido con una sonrisa y con gesto indicó a su gente que salieran un momento para que pudieran tener los dos humanos un poco de privacidad.


 


-si sucede algo, háblame, estaré afuera- le indicó en un susurro ella. Misaki asintió. Y una vez que se vio solo con SU inconsciente  príncipe, se soltó a llorar  junto al pacífico rostro del oji-violeta, empapando enseguida la mullida almohada. Su temblorosa mano, sujetó con delicadeza la del varón. Su corazón, a veces calmado, a veces agitado, parecía apaciguado a lado del muchacho de ojos violetas. Misaki aún no terminaba de darse cuenta que quizás fue el último de todos en enterarse de la evolución de sentimientos atolondrados que crecían rápidamente dentro de él hacia  príncipe.


 


-Usagi-san…


 


 


****************************************************


 


El anaranjado se extinguía en el cielo.


 


El atardecer se sofocaba para dar paso al manto oscuro de la noche. La ahora tranquila mansión estaba muy silenciosa, tan solo en el salón se escuchaba un poco de ruido debido a la hora de la merienda que  compartían  los subordinados del amo de la mansión en armonía. Las cosas habían cambiado bastante en el ahora ahogar en el que ese había convertido esa mansión, algunas veces se veía al mismo Mason acompañado de su bien parecida pareja honrando con su presencia a todos durante la cena, aunque el oji- turquesa sabía que era aún algo sorpresivo verle allí, por lo que recientemente se habían acostumbrado a cenar solos en la habitación del menor, y tal vez…dependiendo de sus ánimos tenían la oportunidad de cambiar el “postre”…


 


Mason se encontraba sentado en pose india sobre uno de los grandes almohadones que cubrían el suelo de la sala de estar en su habitación, leyendo un libro de pasta color ocre viejo de magia antigua, Tsumori solía decirle que ya era él mago más fuerte de todos que no necesitaba practicar tanto a  lo que él solo se reía divertido. Esperaba que el mayor llegara con un pequeño postre que se le había antojado, cuando una fuerte ráfaga de viento abrió de golpe violentamente una ventana, azotándola contra la pared. El guapo doncel había dejado momentáneamente su tarea de leer     y observó con sus labios rectos y un ligero ceño fruncido tal acontecimiento, cerró con premura el libro y lentamente se puso de pie, sin quitar la vista de allí llevó una de sus manos por puro instinto a su vientre.


 


Caminó lentamente hasta la ventana y con ambas manos cerró las dos hojas de la ventana, echando el seguro inmediatamente, se tomó unos segundos para tomar un suspiro tratando de recuperarse de la sorpresa que se acaba de llevar…ese aura…no…no podría ser cierto, y aun de espaldas a “eso” habló.


 


-muéstrate…- le ordenó casi en un susurró, pero tratando de ser firme.


 


-¿me has olvidado acaso…cariño?


 


Sus ojos se habían llenado de lágrimas instantáneamente. Aquí estaba…con él…al fin…no había roto su promesa. Recordó firmemente como hace unos días Tsumori le había platicado acerca de la aparición de un “personaje” con un poder exagerado rondando cerca del camino que habían destinado a la Legión de Usami, y que constantemente desparecía y aparecía en el mapa…era tanto poder el que tenía que la interferencia en las esferas de cristal casi era completa. Mason se había mostrado igual de sorprendido que el resto, sin embargo   había un nombre que se le venía a la mente…pero pensó que era totalmente imposible…sobre todo porque ya “hace tiempo que este personaje había muerto”…así lo sabían todos…


 


-¿q-que haces aquí?...- murmuró aun sin salir del shock, tanto tiempo creyendo otra cosa.


 


-te prometí que nunca te abandonaría… ¿lo recuerdas?- la imponente sombra misteriosa lo dijo con tal seriedad, pero le acompañaba una preciosa sonrisa, sabiendo que el lindo doncel, temblaba de pura emoción y nervios.


 


-ha pasado ya mucho tiempo


 


-ya no me quieres, ¿entonces?- preguntó con cierto toque de gracia en su voz


 


-cómo no te voy a querer…baka- había murmura el oji- turquesa al mismo tiempo que volteaba para verle de frente, con lágrimas en los ojos. La misteriosa figura se había quitado al fin la capucha y la había lanzado a un lado- te he extrañado tanto…todos pensábamos que había muerto, algunos te buscamos por tanto tiempo ¡¿Qué pasó?, ¿tienes idea cómo me sentí cuando  me anunciaron tu muerte?,  ¿dónde estuviste?! Yo…


 


La suave risita de su invitado le hizo detener sus palabras.


 


-esas son muchas preguntas, cariño…yo también te he extrañado mucho. Tengo intención de intentar contarte lo que pasó “ese” día…por eso estoy aquí, por eso y porque necesito encontrar…a mi bebé – sonrió acercándose con pequeños paso hacia el menor, quien con euforia acortó el camino alcanzándole para encerrarle en un abrazo que ambos necesitaban – ya estoy aquí Mason…- le susurraba para tranquilizarle suavemente mientras acariciaba su estrecha espalda- ¿lo ves ahora?...te dije que todo cambiaría para bien…que algún día la vida te lo recompensaría todo- la blanca y delicada mano portadora de un anillo verde se posó en el vientre del azabache- te recompensaría todo esos malos ratos ,que sé ,pasamos en aquél infernal lugar, cariño…jamás dudé de ti, por eso verte hasta dónde has llegado me llena de alegría, eres muy valiente cielo…estoy orgullosa de ti


 


Mason se había limitado tan solo ha hipar bajito mientras se enredaba su dedos también entre ese cabello castaño y ondulado a los hombros,  revivía la sensación de ver esos cálidos ojos verdes y esa linda sonrisa diciéndole que todo mejoraría muy pronto.


 


-g-gracias…Mei


 


.


.


.


Continuará…

Notas finales:

¡ho bien!, ¿adivinaron de quien se trataba?...sip, señores, Mei, la misteriosa madre de Ritsu esta viva :D


Espero les haya gustado el cap, nos leemos pronto...


Misagi * *


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