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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola, hola, ¿cómo están?

Ya vengo con laactualización, de uno de mis caps favoritos :), espero les guste.

Nos vemos.

Capítulo 19: “Primera oportunidad, el reto de Ayami”


 


-¡ERES UN ESTUPIDO!-gritó el hombre de ojos negros, al igual que su cabello, mientras miraba completamente enfurecido al pequeñito que estaba frente a él- ¡eres un inútil, torpe!, ¡¿tienes una idea de cuánto costaba ese jarrón?! ¡Era importado, maldito crío!- le gritaba el adulto mientras se acercaba al menor frunciendo pronunciadamente el ceño.


 


-…-los ojitos de Kioshi estaban inundados en lágrimas mientras miraba con pavor el jarrón “carísimo” de su padre hecho pedazos, el cual adornaba la entrada al estudio. Hace unos minutos un hombre había llegado al palacio diciendo que tenía unos importantes papeles que entregar “al rey”, pero debido a que no estaba dispuesto en ese momento, su madre le mando a que fuera entregárselos él. Con las manos temblorosas Kioshi se había dirigido al estudio de su padre y al entrar había tropezado con el jarrón, rompiéndolo abruptamente y cayendo de cara junto con el montón de papeles


 


Se levantó del suelo y se disponía a sacudir sus ropas de los trozos de vidrio, cuando sintió la mano de Sousuke levantarlo con fuerza del cuello de su camisa…tanto que sus piececitos ya no tocaban el suelo. El pequeño apenas y conectó su mirada aterrada con la oscura y enfurecida de su padre. Sus ojitos empezaban a llorar de nuevo… ¿Por qué pasaba todo eso?, ¿por qué ahora?,  ¿por qué su papá había cambiado?...


 


-¡deja de holgazanear maldito crío inútil y limpia el desastre!, ¡¡¡TORPE!!!- le gritó y aventó a un lado al muchachito tembloroso, el cual cayó como si de un costal de papas se tratara.


 


-lo siento…-murmuró el pequeño ojimiel con gran pesar y intentó levantarse de nuevo del piso, quejándose de real dolor, pues  algunos trocitos de vidrio se habían clavado esta vez en las palmas de sus manos y en sus rodillas- ¡auch!- gimió al notar pequeños rastro de sangre, miró a su papá como mostrándoles sus manitas para que viera  que se encontraba lastimado. Pero este le ignoró olímpicamente.


 


-¡¿es que aparte de inútil eres sordo?!...¡apúrate!, ¡y más te vale que quede todo limpio!, yo no tengo por qué cargar con las consecuencias de tu torpeza- exclamó el hombre tronándole los dedos al chiquillo quien reanudó su llanto y juntaba entre sus manitas temblorosas y lastimadas los trocitos de vidrio sin despegar la vista de su enfurecido padre.


 


-¡me duele!- se quejaba el niño ya con la mayoría de pedazos de vidrio en su mano, y miraba pidiendo tolerancia al azabache. Sousuke no hizo más que  gruñirle ruidosamente y después soltarle tramando abofeteada que mandó de vuelta al piso al oji-miel cayendo de sentón.


 


-¡cállate maldita sea! ¡¡¡Ya cállate me tienes harto!!!- gritaba enfurecido el mayor jalando al otro de una de sus muñecas  y poniéndolo a la altura de su rostro-¡¿no entiendes que no me importas en lo absoluto?!- los ojitos del menor seguían aguando…


 


-¿ya no me quieres?- preguntaba todo inocente. El mayor emitió tremenda carcajada que estremeció a Kioshi.


 


-¿quererte?... ¿a ti?, ja ,¡JAMÁS!...¡¿cómo crees que querría a un mocoso molesto como tú?! Que solo me quita el tiempo y no es más que una fuente de dinero… ¡ERES IGUAL QUE TODOS LOS DONCELES! ¡Simples objetos!, solo sirven para obtener más dinero y para ser usados…son la escoria de la humanidad… ¡son una aberración!-


 


El pequeño trataba de zafarse del agarre de su padre que se había vuelto mucho más fuerte con lágrimas en los ojos y ya con las ilusiones hechas trizas, su padre no…era…no era el que siempre conocía-¡suéltame!- exigió al mayor, pero este lo zarandeaba más…y entonces volvió a notar el cambio de aquella vez…Kioshi abrió grandes sus ojos al notar como lo ojos de Sousuke se volvían más oscuros…como si no supiera que estaba haciendo, gritó, se jaló más, aun sabiendo que no podría competir con la fuerza de un adulto como su padre.


 


-¡por favor!¡suéltame!- pidió - ¡aaaaah!- gritó al sentir como el mayor lo tomaba fuertemente con una mano por los cabellos y tiraba su cabeza tan atrás que casi se rompe la espalda- haaa…- gritó otra vez con dolor al sentir como su padre mordía con saña su cuello y después pasaba la lengua repetidamente…ardía, realmente dolía demasiado…De repente sintió como la otra mano del adulto le tapó la boca…ahora si no podía gritar…sus ojitos no paraban de derramar lágrimas…¿Qué haría su papá?...¿por qué hacía eso?...el no entendía que estaban pasando…¡tenía 6 años!...


 


-tan lindo…tan suave…- escuchaba los murmullos de mayor que soltaba entre gruñidos  sin entendimiento alguno, muy pronto sintió como su camisa era jaloneada hasta que saltaron al suelo todos los botones, después fue el turno del botón de su pantaloncito…sus ojos se abrieron mucho más…y entonces recordó algo…


 


//Flash-Back//


 


-oye  Keiichi nii-chan, ¿Qué es hacer el amor?- pregunto el pequeñito de 6 años a su hermano doncel, quien se coloreó de rojo levemente y hizo un escándalo mental antes de responder a su hermanito…


 


-es algo que aun tú no puedes saber, porque eres muy pequeño…solo te diré que es lo que haces con la persona que es muy importante para ti y que te acompañará por el resto de tu vida…por que será a quien ames más- explicó el muchachito sonrojado, recordando más bien a cierto príncipe en Nakamura. El niño asintió algo confundido.


 


-haa…como mamá y papá- exclamó. Keiichi, no muy convencido y con sonrisa fingida asintió. Después frunció el ceño y miró serio a su hermanito.


 


-pero tienes que recuerda esto Kioshi, hermanito, no dejes que nadie te toque ¿escuchaste?...nadie puede tocar tu cuerpo sin tu consentimiento, ¿me has entendido?...- el niño asintió confundido en ese entonces.


 


//Fin Flash-Back//


 


 


El recuerdo le cayó como balde de agua al pequeñito, quien apenas y sintió con pavor como la mano del hombre trataba de introducirse con ansias a su ropa interior y con todas las fuerzas que su cuerpecito podía empezó a  moverse y tratar de separar con sus brazos el cuerpo del mayor, ¡no dejaría que le hiciera nada!, ¡tenía que intentarlo!...no se le ocurrió otra idea que morder la mano del mayor, tomar una gran bocanada de aire y gritar…


 


-¡¡¡MAMÁAAAAAAAA!!!-


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El gritó logró satisfactoriamente  el que Sousuke se separara de él de inmediato tanto que chocó contra su escritorio…y como si de demencia se tratara miró al  niño que estaba con cara de trauma sentado el suelo lo más alejado de él que podía…¡mierda…¿Qué había hecho?...Escuchó el sonido de pasos acercarse rápidamente, miró el estado del niño…y después los papeles “con los que pretendía quedarse con las ganancias del reino” tirados por todo el suelo…sus ojos se desorbitaron…estaba perdido…


 


La puerta del estudio se abrió estrepitosamente, dejando ver en primer plano a un agitado peli-castaño  de ojos grises. Yura encaró de inmediato con mirada penetrante y furiosa a Sousuke y después  buscó casi a máxima velocidad con la mirada a su hermanito…


 


-…- Sousuke estaba seguro que  había visto arder fuego en los ojos del joven príncipe, cuando vio la ropa del pequeño destrozada y su lastimado cuerpecito lastimado con vidrios. Yura observó de nuevo la mirada perdida de su hermanito, se levantó de su lugar en donde había estado hincado con Kioshi,   y con  furia y rapidez se acercó al hombre que se decía ser “rey” y concretó estampando con todas sus fuerzas el primer golpe en la cara de aquél hombre.


 


-¡¡¡TE VOY A MATAR INFELIZ BASTARDO!!!....¡¡¡ES TU HIJO, ENFERMO….DEGENERADO!!!-


 


Y entre  diálogos parecidos a eso, frase tras frase, maldición tras maldición, Yura repartió tantos golpes como sus fuerzas se lo permitieron, o al menos hasta que los pasos de más personas se detenían fuera de la habitación.


 


-¡¡Yura!!- exclamó al voz de una mujer que acababa de aparecer por la puerta. El oji-gris apenas le regresó a ver y con lágrimas en los ojos y los puños llenos de sangre del infeliz desgraciado miró a su madre con dolor…Kaede no entendió nada, hasta que escuchó el quejido de su “bebé”…y entonces su corazón de madre se partió en dos, corrió hacia su pequeñito y con llanto exagerado lo acunó entre sus brazos. Ella sabía que Sousuke no era la mejor opción…y que no era la mejor persona…sin embargo…nunca pensó que haría lo que hizo…


 


-ma…ma……Keiichi…el…niichan…el…dijo que no…dejara que me tocara nadie…- exclamaba entre temblores y sollozos el pequeño en brazos de su mami, quien se ocupaba de llenarle el rostro de besos y revisaba con nerviosismo “hasta donde” llegó el bastardo  de su “exmarido”.


 


-si mi niño…eso es…eso es correcto- exclamaba Kaede, Yura estaba de cierta forma complacida, de no ser por que keiichi le había dicho eso a Kioshi…no , no quería pensar que hubiera pasado…


 


Algunas sirvientas y “curiosos” del castillo se asomaban a ver el drama vivido en el palacio tapándose algunos la boca otros maldiciendo al “culpable”. Yura solo miraba con ganas de matar al hombre que casi estaba inconsciente de tanto golpe. Kaede se levantó del suelo, con su pequeño en brazos y miró de manera gélida a su marido…


 


-te di mi confianza…dejé que gobernaras a tu antojo  ¡MI REINO!- levantó la voz con verdadera furia- ¡¿y no se te ocurre algo mejor que aprovecharte de tu hijo?!...- exclamó la mujer, todos miraban sorprendidos como explotaba la tierna y pacifica mujer, unos segundos permaneció el silencio más después el golpe de una cachetada certera retumbó en la habitación. Sousuke…no se molestó en sobarse el golpe- te odio, jamás te lo voy a perdonar…mereces algo peor que la muerte- gruñó entre lágrimas la mujer…


 


Yura pretendía decir algo, sin embargo alguien interrumpió…


 


-¡majestad mi señora!¡hay una carta muy urgente!- llegó corriendo un mensajero hasta ella, venía tan cansado y tan de prisa que prácticamente se tiró a los pies de la castaña y extendió el sobre. Todos en la sala contuvieron el aire, la mujer sintió temblar sus manos cuando vio el logo del reino de Usami en el sello.


 


-la reina Asuka, me ha mandado tan pronto la ha terminado de sellar- explicó el hombre.


 


-Yoko, da de comer y descanso a este hombre- habló la reina  a una de las sirvientas


 


- así será Kaede-sama- exclamó la mujer y se retiró con el hombre a la cocina.


 


-madre, ¿Qué crees que sea?- preguntó Yura, quien quitó con suavidad la carta de la mano de su madre, quien aún cargaba a Kioshi…


 


-Kami-sama, que no sea lo que estoy pensando- rogó con lágrimas en los ojos Kaede. Yura nervioso abrió la carta y la leyó tratando de prestar atención…sin embargo era corta…las manos temblaron un poco y sus labios titubearon…


 


-madre…es Keiichi- dijo con tono neutro.


 


-¡mi hijo, mi hijo… ¿Qué pasó con Keiichi?!...¡Yura!-pidió la madre acongojada, pensando en su miseria…que mala madre ha sido…que  suerte tan trágica la suya.


 


-está en Usami…esta grave- fue lo único que exclamó Yura mirando con sus ojos grises a su madre, quien de inmediato se abrazó en el pecho de su hijo mayor buscando consuelo, aun teniendo al pequeño Kioshi en brazos…justo ahora teniendo que arreglar asuntos importantes con Sousuke... ¿Por qué ahora les llovía sobre mojado?....


 


*************************************************************


 


Era muy temprano, el agua estaba un poco fría, además de estar también turbia. Nowaki había adivinado, y ese día llovía en la superficie. Por lo que la entrada a “la estructura que cubría el corazón de Ayami (maldición de Aikawa)”, lucía mucho más oscura. Apenas ayer había decidido Hiroki que hoy sería un buen día para intentarlo por primera vez…El castaño miraba con determinación la entrada a la estructura metálica…recordando constantemente que la maldición de Aikawa solo permite entrar 3  veces a la estructura…y si no se termina la “misión” a la tercera vez, Ayami desaparecería. Nowaki se encontraba a un lado del oji-avellana mirando el rostro decidido del menor…sonrió…estaba seguro que lo lograrían…Hiro-san era muy inteligente. La noche pasada  habían acordad en no anunciarlo a la población, pues podrían generar pánico, por lo que solo le informaron a la madre de Nowaki.


 


-Hiro-san, ¿estás listo?- preguntó el oji-azul mirando al menor, este solo asintió con su rostro serio, Nowaki lo miró con una sonrisa- no te pongas nervioso y no te preocupes, descuida, estaré atento con mi magia- exclamó.


 


-no tengo miedo- respondió de inmediato Hiroki, haciendo que Nowaki reluciera una sonrisa divertida- vamos- animó el castaño-…por cualquier cosa…- exclamó con su rostro sonrojado, mientras tomaba la mano del azabache y se adentraban al lugar. Nowaki miró con satisfacción la vergüenza de Hiroki al tomarle de la mano. Los ojos de ambos trataron de escanear el lugar, era en extremo oscuro y el agua ahí dentro estaba helada, tanto que Hiroki se estremeció levemente. Escucharon con algo de preocupación como las barras metálicas de la estructura de esa “mansión” mal improvisada, específicamente las de la puerta se movieron…para encerrarlos por completo.


 


-bien, aquí ya no podemos regresar Hiro-san- advirtió Nowaki, este asintió con calma y con su entrecejo fruncido. Nadaron un rato el línea recta hasta que llegaron una especie de cámara pequeña y una puerta de metal, con una insignia en un placa arriba de este. Hiroki se había leído ya los libros de magia más antigua que pudo conseguir en  Ayami y había aprendido, para sorpresa de Nowaki y de muchos más, el idioma antiguo de los magos oscuros… ¡en tan solo un semana!


 


-aquí está la primera prueba…-avisó Hiroki  y se acercó al cuadro y pasó sus dedos sobre la insignia para empezar a leer.


 


-¿Qué dice?- preguntó ansioso Nowaki.


 


-nada- respondió Hiroki…el otro lo miró confuso- necesitamos indicar de laguna manera que aceptamos que esta es la primera oportunidad y que aceptamos el “reto” de Aikawa. Nowaki asintió.


 


-¡muéstranos la primera prueba bruja!¡ya estamos aquí!, aceptamos tu reto para liberar a mi pueblo- gritó Nowaki, tan fuerte que hizo eco en la estructura abandonado…muy  pronto el cuadro que “leía” Hiroki arriba de la puerta…brilló en un color naranja fosforecente .Ambos pudieron  darse cuenta que sobre la simple puerta que de estar abierta llegaría directamente  al otro lado de la estructura, también como aparecía algo , como una piedra grande, pero esto era una plasta de agua, inmóvil… en donde podía ver claramente su reflejo. A lado de esto apareció también un enorme reloj de arena…suponían los chicos que les contaba el tiempo…


 


-ooykk- leyó Hiroki con una mueca de extrañeza, eso era lo que decía la insignia- ¿Qué diantres se supone que significa?- exclamó más para sí que para su acompañante el castaño. Nowaki también analizó curioso…eso no tenía lógica, sin embargo escuchó el caer de la arena en el enorme reloj…y se desesperó.


 


-Hiro-san…- le hizo saber el oji-azul, aquel arrugó el entrecejo algo molesto por no averiguarlo rápido.


 


-ya lo sé…espera- Hiroki observó el reloj de arena ya  a la mitad, a la vez que contemplaba su reflejo en el “espejo” improvisado…- ¡lo tengo!- dijo con satisfacción y media sonrisa-  ooykk…acomodando las palabras en el orden correcto es: “Kyoko”…la traducción es “reflejo”- pronunció con una sonrisa de autosuficiencia. Nowaki lo miró sorprendido y le sonrió.


 


-¡bien hecho Hiro-san!- exclamó  al ver como la puerta metálica se abría y  el reloj de arena de detenía abruptamente. Ambos de dispusieron a entrar rápidamente por la puerta, después esta se  cerró. Poco a poco la oscuridad dentro de esa nueva habitación se fue disipando hasta que  quedó completamente alumbrada con luces de colores rojo…lo siguiente fue una total estupefacción…justo frente a ello dos brumas de alguna neblina roja empezaron a tomar forma…¡y baya que forma!


 


-¡¿Qué?!- exclamó Hiroki totalmente sorprendido…justo frente a ellos aparecieron… ¡ellos mismos!...había tanto un Hiroki (en su forma de tritón), como un Nowaki…ambos “reflejos” miraban con espada a mano y ceño fruncido a los reales. Hiroki sintió que era una prueba muy acertada, claro… una batalla contra ellos mismos. Sonrió, observando que  detrás de esos dos sujetos estaba la puerta a la siguiente  prueba…eso sería más fácil  de lo que creía….pensó.


 


-Hiro-san- exclamó el oji-azul, Hiroki le miró por unos segundos y tomó la espada que Nowaki le había lanzado.


 


-bien…terminemos con esto Nowaki- dijo el castaño empuñando su espada y esperando el golpe de su “igual”, quienes se habían lanzado a ellos con el simple anhelo de matarlos. La pelea se dio de inmediato. Nowaki poseía una fuerza desgarradora, al igual que su “copia” que no se cansaba de atacarlo; pero Hiroki no se quedaba atrás…a pesar de que no estaba en su cuerpo “normal” la agilidad con su espada no la había perdido. Y entre gruñidos, quejidos y una que otra maldición Hiroki y Nowaki se deshicieron de sus dobles…haciendo que estos se volvieran bruma de nuevo…


 


-primera prueba… superada- exclamó con un poco de cansancio Hiroki mas una sonrisa adornaba su rostro. Nowaki le respondió y cruzaron la siguiente puerta. Al encontrarse en la siguiente habitación, pudieron observar como un pozo de agua “vacío” aparecía en el centro y aun lado de ellos el reloj de arena nuevamente, el cual ya había empezado el conteo. Ambos se acercaron con rapidez al pozo hasta que vieron una inscripción en el borde de este.


 


-¿Qué dice esta vez?- preguntó rápidamente Nowaki, observando como el menor analizaba los garabatos tallados sobre la superficie rocosa.


 


-mar…-susurró Hiroki frunciendo el ceño…tampoco tenía mucho sentido la nueva frase, parecía inconclusa… entonces su ojos se fijaron en unas letras que estaban  dispersas talladas en el suelo- ¡mira!- exclamó el castaño llamando la atención de Nowaki quien fijó su mirada también en el suelo observando talladas las letras “f” , “t”, “o”, “a” y “g”


 


-¿Qué crees que sean?- preguntó el oji-azul.


 


-debemos completar la palabra- respondió Hiroki, quien se perdió un momento en sus pensamientos mientras observaba el “clak” “clak” “clak” del reloj de arena…hasta ahora Aikawa buscaba pruebas de identidad…si no se equivocaba, la letra que tenía que escoger para cumplir esta prueba era…- elijo la letra “o”- exclamó fuerte el castaño, como si hablara con la estructura- la palabra correcta es “Maro”…que significa “yo mismo”- enseguida el reloj de arena se detuvo. Tanto Hiroki y Nowaki esperaron expectantes y nervioso que es lo seguía…¿se había equivocado?...¿había acertado?...su nerviosismo terminó cuando del pozo de agua salió una lucecilla blanca…ambos se acercaron rápido para observar mejor.


 


-esto…- alcanzó a murmurar Hiroki, sin embargo lo que siguió nunca se lo espero…una especie de cadena salió flotando del pozo de agua y se amarró con fuerza a su cuello y tan pronto lo tuvo sujeto tiró de él hasta llevarlo hasta el fondo. Nowaki temió por su vida y sorprendido, preocupado y enfurecido le siguió con gran rapidez…


 


-¡Hiro-san!- gritó el azabache  tratando de alcanzar la cadena que tiraba de su hermoso castaño. Con verdadero pánico, vio lágrimas en los ojos de Hiroki y entonces se dio cuenta de lo que sucedía… ¡el castaño  ya no podía respirar bajo el agua!, con desesperación observó también como la “transformación” de Hiroki desaparecía y sus piernas regresaban. ¡MALDITA SEA AIKAWA!...observó con impotencia como el oji-avellana extendía una mano hacia él…le estaba pidiendo que lo ayudara…


 


Hiroki, por su parte, sentía sus pulmones totalmente vacío, el pecho y la garganta le empezaban a arder…las lágrimas no tardaron en salir y se estaba desesperando… su cabeza empezó a  dolor horrores ¡era obvio estaba bajo el agua y no soportaba la presión!...Miraba con anhelo y preocupación como Nowaki trataba de alcanzarlo, fijó una de sus manos en la cadena que apretaba escandalosamente fuerte su cuello y la otra la extendió a Nowaki con la esperanza de que le ayudara…  


 


-¡Nowgh…!- en su intento de llamar al azabache Hiroki dio un gran trago de agua, lo que provocó que todo empeorara. Definitivamente no aguantaba más…entrecerró sus ojos, viendo borrosa la silueta de un preocupado Nowaki.


 


-¡HIRO-SAN!- el oji-azul gritó desesperado , mientras  extendía su mano hacía Hiroki…rogó a Kami y a todos los dioses existentes y por existir que su poder no dañara a su amor…la palma de su mano inundó en una radiante luz azul al castaño…entonces la cadena se detuvo y dejó de aprisionar a Hiroki. El oji-azul alcanzó la mano al fin del castaño…y las cadenas desaparecieron…-¡Hiro-san…todo estará bien, resiste!- exclamó Nowaki preocupado teniendo entre sus brazos al oji-avellana. Y sin perder el tiempo juntó sus labios con los del otro…con el simple fin de pasarle un poco de aire. Hiroki pareció sentirlo, pues abrió sus ojos casi enseguida…sonrojándose de inmediato, pues fuera adrede o no, el ojiazul lo estaba besando…de nuevo…y esta vez no podía hacer nada, tan solo cerró sus ojos y  se dejó abrazar por el menor…esa prueba había sido peligrosa…¡¿Cómo carajo iba a saber que “yo mismo” significaba que tenía que estar como era “en la realidad”?!. Sintió que ya era suficiente por hoy…y dejó caerse en la inconciencia…ya sabía al menos de lo que trataban 2 de las 3 pruebas…quedaban dos oportunidades más para intentarlo…


 


-Hiro…san….Hiro-san…-fue lo último que escuchó- descuida…haz estado fantástico…-


 


**************************************************************


 


Era  ya una hora muy avanzada de la noche. Sin embargo no era  impedimento para que un lindo doncel de cabellos rubios largos hasta la cintura y poseedor de unos coquetos ojos verdes estuviera aun despierto. Se encontraba sentado de piernas cruzadas sobre su escritorio en su habitación, con lápiz y libreta en mano…el muchachito a costa de trabajo, con sus propias manos…muy a sabiendas de que era “mal visto” que un “señorito” caminara entre la “prole”, mantenía una pequeña casa-hogar en donde se encargaba de los niños huérfanos del reino.


 


-bien…ya están…cobertores y ropa abrigadora para el invierno, comida: pan, pescado, leche, cuadernos y lápices… ¡no deben descuidar la educación!...juguetes… ¡cierto tenemos que  remodelar el parque de diversiones de la plaza!- exclamaba contento el muchachito haciendo anotaciones. Este rubio de bonita mirada verde menta respondía al nombre de: Yuki. A pesar de las buenas maneras, educación fina, clases de etiqueta y “comportamiento de buen doncel” que había recibido el rubio no pertenecía a realeza, sino a una familia que era por las buenas adinerada, pues su padre era ni más ni menos, que un exmilitar que sirvió en sus tiempos de juventud al reino de Kioko. Yuki, aun siendo  hijo único, no había crecido encaprichado con tanta fortuna, sino como un doncel humilde que se preocupaba más por lo que comerían las personas en situaciones deplorables que por el mismo. Cierto era que el rubio poseía un gran corazón, parte de su buena crianza fue gracias a Mikasa, su madre, la cual le había enseñado a trabajar para subsistir sin depender de nadie más. Sin embargo nunca fue orgulloso ni soberbio. Quien sabe…tal vez, eso fue lo que hizo que Yura se enamorara de él.


 


Hace ya casi 3 años que ellos se habían conocido durante un una visita al rey de Kioko. Ese día Yura  había respondido al llamado del rey de ese país con el fin fe perpetuar alguna forma de alianza…y entre paseo y paseo…ocurrió que un día Yura  se encontrara con el bello doncel justo fuera del palacio, en donde este platicaba animadamente con los  encargados de los establos…desde ese día, cuando sus miradas se juntaron, gris y verde…ya no habían podido escapar uno del otro.


 


Yuki había dejado la libretita encima de su escritorio para disponerse a acostarse de una buena vez, bostezó un poco…más su sueño se vio interrumpido por los toques incesantes en su puerta.


 


-¡Yuki-san!...¡¡¡ha llegado una carta urgente!!!- exclamaron desde afuera, el rubio se cubrió con su bata y corrió a abrir la puerta el mismo. Encontrándose con 2 muchachitos parados en la puerta, a los cuales conocía muy bien. Eran, por así decirlo, sus acompañantes…su dama y doncel de compañía. Shuichi y Kiara. Ella era bajita de cabello castaño recogido en un moño  y ojos cafés, Shuichi, en cambio era un doncel muy lindo, albino de piel clara y de unos ojos azules brillantes.


 


-¡¿Qué pasa?!...¿de qué carta hablan?- preguntó el rubio con preocupación, mientras recibía de  Kiara un sobre, con el escudo de Sumi enfrente. Rápidamente su corazoncito palpitó con mucha fuerza… ¡¿habría pasado al en Sumi?!...¿estaría bien Yura? Inmediatamente y con los ojos de sus acompañantes viéndolo, abrió el sobre temblándole en el proceso sus delgados  dedos. Abrió al fin el sobre, sacó la carta y se dispuso a leer, con una mano en el pecho y la otra sosteniendo el papel.


 


-¡¿Qué ha pasado Yuki-san?- preguntó Shuichi con su suave voz -¿se encuentra bien Yura-sama?- preguntaba exaltado.


 


-tenemos que partir ahora a Sumi- habló serio el rubio y entregando momentáneamente la carta a los chicos quienes se juntaron para leer mientras  empezó a arreglar el mismo en un bolsita su equipaje. Tanto Shuichi como Kiara abrieron los ojos con sorpresa y tapaban su boca mientras leían el contenido de la carta, la cual estaba firmada por el mismo Yura- ¡Shu-chan, avisa a mis padres que tenemos que salir a Sumi de urgencia!


 


-¡si Yuki-san!- el albino salió corriendo.


 


-¡Kiara-chan, ayúdame  a decirle al cochero que prepare el carruaje lo más antes posible!


 


-enseguida- respondió la muchacha y salió corriendo de allí. Yuki salió con bolsa en mano directo  hacia el patio, su mirada parecía dura y algo preocupada. La carta no tenía muchos detalles…solo le pedía Yura que por favor fuera lo más rápido que pudiera al reino, pues una situación muy complicada estaba sucediendo y tenía que viajar toda la familia a Usami, por lo que el palacio en Sumi no podía quedarse solo, y dado a  que él, prácticamente se estaba preparando para ser “rey” podría ocupar el puesto… ¿tendría algo que ver con Keiichi?...se preguntó preocupado el rubio con un mal presentimiento en el pecho…


 


*****************************************************


 


El sol empezaba a salir, se podía notar en como los rayos intentaban traspasar las gruesas cortinas de esa habitación. El buró a lado de la cama era de la madera más fina que se hubiera imaginado, y sobre este había un balde de agua con algunas toallas dentro. También había unos cuantos botecitos de vidrio con sustancias de diferentes colores dentro. Al costado de la cama permanecía un muchacho de cabellos castaños oscuros y ojos grises, en ese momento había caído rendido de cansancio, velando la inconciencia de su amor, postrado en la cama, de donde no había despertado desde hacía ya 2 días. Aquel día, tan pronto habían llegado, Asuka mandó a arreglar una habitación para Keiichi al mismo tiempo que mandó a traer a un médico, desesperado Haruhiko había  interrogado al doctor sobre lo que tenía su oji-miel, sin embargo no obtuvo más del sujeto que lo que ya sabía: un brazo roto, fiebre y no sabía cuándo despertaría, podrían ser días, meses o incluso años.


 


Haruhiko levanto el rostro de la cama, en donde hace poco estaba recargado, y se estiró un poco en la silla donde estaba sentado. Su mirada se fijó en el rostro de Keiichi,y lo miró con amor contenido desbordante, ¡Cuánto anhelaba  ver los ojos mieles de ese revoltoso y hermoso ser!


 


Su mirada se desvió cuando escuchó como tocaban la puerta de la habitación.


 


-pasa- dio permiso, y enseguida pudo observar a una de las sirvientas del castillo dando una reverencia corta.


 


-lo siento Haruhiko-sama, pero Asuka-sama ha pedido por favor que baje a desayunar- exclamó la mujer con una sonrisa tímida y sorprendida viendo los ojos llorosos, tristes y cansados…seguramente se la había pasado llorando por el muchacho toda la noche otra vez ¡pobre!, pensó la mujer.


 


-gracias…-murmuró el príncipe tratando de reglarle una sonrisa…más nunca salió- dile a mi tía por favor que no tengo apetito…pero que la acompañaré en un rato, en cuanto ella haya terminado de desayunar- dijo con vos tranquila sin despegar la vista de Keiichi. La mujer asintió, y disculpándose salió de la habitación. La habitación se quedó en silencio nuevamente, Haruhiko emitió un gran suspiro y se  levantó de la silla para acercarse a la ventana y observar los grandes jardines del castillo de Usami, recargó sus brazos en el barandal de la ventana y soltó otro suspiro  cerrando los ojos…recordando aquellos bellos días en los que no hacía más que reír, jugar y escaparse traviesamente del castillo para ir a visitar a Sumi a su querido Keiichi…


 


-Keiichi…Keiichi- susurró el menor llevándose sus dos manos al rostro…sus ojos se humedecieron.


 


-hugg….-se escuchó un leve quejido…Haruhiko abrió mucho sus ojos y sorprendido regresó a  ver hacia donde esta “inconsciente” su amor…volteó a ver tan rápido que temió se rompiera el cuello, dejó en velocidad record la ventana para aparecerse justo enfrente de la cama del de Sumi. Una lágrima calló limpia por el rostro de Haruhiko, recorriendo el cuello hasta perderse en su elegante camisa. Observó con añoranza los ojos mieles abrirse con algo de lentitud y desorientación. Keiichi se llevó su mano al rostro,  y después a su cabello tratando de  peinarlo un poco hacia atrás…encontrándose extrañado en la cama…sus ojos curiosos recorrieron su propio cuerpo…tenia enyesado un brazo…y sintió como le dolía todo el cuerpo, se sujetó la cabeza con fuerza…dolía…optó por sentarse un poco en la cama. Seguido fijó su mirada en la persona que estaba justo frente a él con un rostro de alegría y añoranza algo extraño…le sonrió.


 


-hola…- apenas fue un susurro por parte de Haruhiko, quien sentía la inmensa felicidad desbordante y le sonreía como jamás había sonreído a una persona en su vida…¡su amor…ya había despertado!, aunque claro …tenía que arreglar algunas cosas con el todavía…pero…¡ya estaba bien!...pronto…pronto podría…


 


-ho-la- respondió con una sonrisa algo tímida el oji-miel. Haruhiko se sorprendió un poco…¿Por qué le hablaba así Keiichi?...observó cómo su lindo castaño lo observaba con mucha curiosidad…como si nunca lo hubiera visto, su corazón tembló con pavor. Hubiera preferido no saber la respuesta a eso…esa simple pregunta que siguió…le destrozó algo más que el alma…


 


-..¿Quién eres?...-


.


.


.


 


Continuará

Notas finales:

Espero le haya gustado.

reviews?

Que tengan un lindo día :D


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