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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo, aquí los dejo con la última actu de hoy, bien, como lo dice el titulo hay otro bebé y no le pierdan la pista a Mason, el lider de la hechicería...es un personaje importante...

 

Espero les guste la conty.

 

Nos leemos pronto.

 

Misagi * *

Capítulo 28: “Un bebé...por la esperanza”

 

 

 

 

 

-¡Keiichi!, ¡espera!...-gritaba Haruhiko tratando de alcanzar a  tropezones a su amor.

 

 

 

El oji-miel ,por su parte, estaba destrozado y cansado de tanto correr, le dolía el pecho ...y no estaba seguro por qué...sin embargo no paró hasta encerrarse en su habitación...no quería ver a Haruhiko...no por ahora...que dolía tanto su pequeño e  ingenuo corazoncito.

 

 

 

-¡Keiichi, ábreme!- demandó el oji-gris golpeando suavemente la puerta, el menor se enroscó en su cama, sentándose con la cabeza entre las piernas, abrazándose, tratando de consolarse, por que quisiera o no él ya estaba perdida e idiotamente enamorado de Haruhiko...y eso le dolía más.

 

 

 

-¡no!... ¡vete con tu novio, no quiero verte!- le gritó con desconsuelo Keiichi, sin siquiera levantar la mirada.

 

 

 

-... ¿no-novio...?...-murmuró extrañado Haruhiko... ¡Keiihi estaba confundiendo todo! -¡no sé de qué hablas Keiichi!, pero te aseguro que podemos hablarlo...déjame verte, por fav...

 

 

 

-¡que no!...he dicho. No quiero escuchar de tu boca que...vas a alejarte de aquí, vas a alejarte de mí- murmuró tan despacio...que era imposible que alguien le hubiera escuchado...pero Haruhiko si lo hizo- ¡solo vete!... ¡ya no te quiero volver a ver nunca!

 

 

 

Haruhiko frunció el ceño, sintiendo que todo lo que había hecho para recuperar a su niño se deshacía en mil pedazos, y él no quería...se negaba a aceptarlo...se limpió las lágrimas que caían de sus ojos grisáceos...

 

 

 

-...perdón Keiichi, pero voy a entrar, ¡quieras o no!, necesito hablar contigo...- exclamó y de una patada zafó el seguro de la puerta...Keiichi dio un pequeño gritillo y miró atentamente al oji-gris que casi igual de destrozado que él se acercaba tambaleante hasta donde estaba.

 

 

 

-t-te...te dije que no entraras...- exclamó lloroso el menor, haciendo un puchero enojado y dolido, se tapó lo ojos y las palabras que estaban en su corazón salieron....-¡te odio...maldita sea Haruhiko!...¡te odio tanto!, quisiera no haberte conocido nunca...-exclamó serio y con su rostro sonrojado...Haruhiko se quedó perplejo ante las palabras de su niño y sintió que lo que quedaba de su lastimado corazón se deshizo -te odio...porque eres un maldito egoísta...-exclamó apretando los dientes-...si estabas “reservado” para alguien...¡¿por qué viniste aquí?!...¡¿Por qué maldita sea viniste a sonreírme de manera tan tierna y hermosa?!...¡¡¡¿Por qué me enamoraste?!!!-

 

 

 

“Me enamoraste”...los ojos grises de Haruhiko se habían llevado de lágrimas y sonrió casi imperceptiblemente. Observó con ternura como el más pequeño se deshacía en temblores penosos mientras tenía su rostro sumamente sonrojado y sin pensárselo más veces se lanzó a abrazarlo...este sintió estremecerse...

 

 

 

-¿q-que... haces estúpido?... ¡suel....suelta...me!- exigió avergonzado de haberse declarado tan torpemente, sin embargo escuchó la pequeña risita del oji-gris y eso lo enojó...- ¡¿es que acaso...te estas burlando de mi...idiota?!- exclamó con tristeza...

 

 

 

-claro que no...solo, estoy muy feliz...- exclamó apretándolo muy fuerte contra su cuerpo, Keiichi sintió marearse con el calor corporal y el olor natural del varón frente a él, tenerlo tan cerca hacía que le doliera el pecho...sin embargo sentía que si se separaba ahora mismo de él...moriría...y en poco tiempo respondió el abrazo tan fuerte que le ofrecía el muchacho.

 

 

 

-eres un tonto...ya vete...-exclamó el menor en un claro intento de orden fallido, pues aun no  le soltaba...

 

 

 

-no, yo...voy a contarte sobre “mi  novio”...-exclamó de forma  casi divertida, separándose al fin de Keiichi, quien se quedó anhelando esa calidez como un pececillo al agua. Sin embargo frunció el ceño molesto, “celoso” y herido de que el oji-gris quisiera  contarle aquello justo ahora.

 

 

 

-¡eres de verdad tan cruel...después de lo que te he dicho!...- empezaba a hipear de poco a poco. Haruhiko tomó sus manos entre las suyas, haciendo que el muchachito le mirara...tranquilizándose de poco a poco.

 

-sé que esto no le gustará a Asuka-sama ni al médico...pero considero que si no lo hago...todo terminará  aquí Keiichi...y no quiero eso...- empezó el  mayor, ganándose toda a la atención del oji-miel lloroso-yo conocí a este hermoso doncel hace 6 años...él tenía 16 y yo 19, él era tan diferente a todos los que había conocido que me fue imposible no enamorarme de él de inmediato, lo busqué por mucho tiempo, y cuando al fin lo encontré...fui muy feliz...con esfuerzo logré agradarle a su familia...muy prontamente consideramos dar el siguiente paso...y cuando él aceptó casarse conmigo...yo fui el hombre más feliz de la tierra- Keiichi desvió la mirada...no quería escuchar más...- Sin embargo surgieron problemas muy graves en mi familia...y las terribles noticias de que tendría que comprometerme con un primo lejano vinieron a desmoronar nuestras ilusiones...y tuve que alejarme de él...por órdenes de nuestros padres...-

 

 

 

Keiichi se encontraba sollozando con mucha fuerza...la historia era triste...bastante y el sufrimiento de Haruhiko parecía sentirlo...sin embargo lo que a él le dolía más era el hecho de que el que pensaba que era solo SU Haruhiko...estaba enamorado de alguien  más...y él no le hacía ni sombra al amor que sentía por aquel doncel...y el tener que ceder algo que el atesoraba  con tanto cariño, le dolía en el corazón...

 

 

 

-...¿y...tu aun le amas?...-exclamó entre hipos el menor, mirando con sus ojos esperanzados al oji-gris, quien le sonrió tiernamente y asintió...

 

 

 

-mucho...jamás le dejaré de amar, pase lo que pase...me prometí volver a recordarle cuanto le amo- exclamó con sinceridad, Keiichi bajó la cabeza...ya no había esperanza para él...

 

 

 

-yo...Haruhiko...-“vete”...trato de decirle...pero sintió como el mayor le levantaba el rostro...y le dedicaba otra linda sonrisa, y no pudo negarse a  hacerle caso...haría cuanto pudiera para hacerle feliz, aunque se deshiciera por completo su corazón...

 

 

 

-déjame contarte el resto de la historia...Keiichi- pidió el mayor, observando como el menor negaba fervientemente.

 

 

 

-no...No por favor...-pidió intentando que el mayor soltara sus manos. Haruhiko sabía que estaba haciendo sufrir mucho a su niño...pero consideraba que era la mejor manera...por eso no se rindió. Se paró de donde estaba sentado en la cama de Keiichi y se sentó atrás de él...haciendo que este muy sonrojado, se recargara en su pecho.

 

 

 

-Ha...Haruhiko... ¿qué haces...?- exclamó con vergüenza.

 

 

 

-terminaré de contarte...-exclamó seguro, Keiichi, no tanto, asintió....sintiendo que sus lágrimas no pararían de salir en un buen tiempo.

 

 

 

-No le vi por mucho tiempo, ignorando totalmente que el sufría tanto, o más que yo. Hasta que un día me enteré, tardíamente, primero, de que él se había hecho amigo de quien sería mi prometido- exclamaba señalando las cosas con sus dedos. Keiichi había abierto la boca con bastante sorpresa...ese doncel debía ser demasiado bondadoso, valiente e increíble...- y segundo, que ellos dos, entre otras personas, habían buscado acabar por su cuenta con los “problemas” que aquejaban a mi familia; yo en cambio fui un cobarde todo ese tiempo...no había hecho nada por recuperarlo, en cambio él...él...luchó tanto...- exclamaba casi derrumbándose y eso lo notó  Keiichi, quien con un sonrisa triste apretó los brazos del  oji-gris...dándole las fuerzas que necesitaba...no quería verle llorar.

 

 

 

-no digas eso...tu debiste luchar contra tus propios problemas...- consolaba el menor...

 

 

 

-no es nada comparado con lo que él hizo...

 

 

 

-¿hizo?... ¿por qué hablas en pasado?... acaso...- exclamaba asustado y sorprendido el menor.

 

 

 

-no- sonrió el mayor- gracias a Kami...no...él está perfectamente bien...pero gracias a mi estupidez le he hecho sufrir y llorar de nuevo-...exclamó con una mirada significativa a la menor, quien sentía un nudo en la garganta...Haruhiko ya se había puesto de nuevo frente a él.

 

 

 

-... ¿por qué dices...eso?- preguntó casi nervioso el menor...mirando fijamente los orbes grisáceos.

 

 

 

-un día...-continuó con su relato el mayor -...me enteré de lo que sucedía y sentí que algo malo le pasaba...con algo de ayuda...pude llegar a éste él...pero...

 

 

 

-pero... ¿qué pasaba?-...exclamó casi desesperado Keiichi...su corazón estaba latiendo con mucha fuerza...y no sabía la razón.

 

 

 

-lo encontré en muy malas  condiciones...lo llevé a un lugar seguro...lo cuidé tanto como pude, arrepentido por haber sido tan estúpido...soñando solo con ver sus hermosos ojos abrirse y pedirle perdón hasta mi muerte- exclamaba dolido...Keiichi había empezado  a llorar de nueva cuenta junto al mayor-...pero la vida me cobró todo el daño que le había hecho...y me castigó lo suficientemente cruel...

 

 

 

-¿por qué...?- logró preguntar este sollozos el menor....

 

 

 

-por qué...por qué...él...perdió la memoria...y me olvidó...- exclamó totalmente devastado. Keiichi había escuchado todo hasta el final con sus ojos desbordantes de lágrimas y sin decir nada más se aventó hacia su amor...y lo envolvió entre su brazos...consolándole...sintiéndose también estúpido...casi ríe tontamente... ¡maldita sea estaba celoso de él mismo!...

 

 

 

-perdóname...perdóname Keiichi...te amo tanto...-susurraba el mayor con tristeza. Keiichi puso sus manos en las mejillas llenas de lágrimas de Haruhiko y besó su frente tiernamente...con sus mejillas sonrojadas...

 

 

 

-no hay nada que perdonar...yo también te amo...-exclamó con una sonrisa. Haruhiko observó como el menor recargaba su cabeza en su hombro, intentando abrazarlo...pero pudo darse cuenta que tenía sus ojos fuertemente cerrados...

 

 

 

-Keiichi....- le llamó preocupado....pero el menor no reaccionaba y había empezado a temblar entre sus brazos...-¡KEIICHI!- gritó desesperado al sentir que el muchachito se había desmayado en sus brazos...-¡ayuda!...¡MANAMI!...-gritaba a diestra y siniestra....tratando de acomodar el menor en la cama...-¡MANAMI MALDITA SEA!- gritaba loco de preocupación...

 

 

 

-¡¿nii-san?!...¡¿Qué pasó?...- llegaba corriendo la muchachita de cabellos castaños, observando a Keiichi laxo en la cama con una cara de dolor....-¡KEIICHI!-

 

 

 

-¡¡Manami ve por tía Asuka...dile que vayan por el médico!!....-exclamaba el menor tirándose a los pies  de la cama de su amor, una vez más, la castaña había salido corriendo de la habitación. Haruhiko se hincó besando una de las manos de su amor...

 

 

 

-...no me dejes...perdóname por hacerte sufrir tanto...no te merezco, pero...ya no soy capaz de alejarme de ti-...murmuraba con pena, mientras escuchaba como pasos apresurados corrían hacia la habitación de su Keiichi...

 

 

 

**********************************************************

 

 

 

Los ojos avellana se abrieron con lentitud, recordando que estaba acostado sobre el verde pasto que crecía cerca de la cascada en el río, bajo la cual estaba Ayami. Así es, estaban en la superficie. Hiroki cerró por unos segundos más los ojos sintiendo esa preciada paz que hace tanto que no saboreaba y que tanto necesitaba. Suspiro el aire que traía el tenue aroma de las florecillas que crecían en esa zona y su piel sintió la tibia caricia del sol y la fresca brisa del viento de media tarde. Si, ya extrañaba aquello.

 

 

 

-Hiro...san, se hace tarde, ¿aún no tienes hambre?- preguntó con un gesto cariñoso. Hiroki abrió sus ojos encontrándose con los azules de Nowaki mirando casi con devoción mientras acariciaba suavemente una de sus mejillas, ahora recordaba que se había quedado  dormido en las piernas de su tifón.

 

 

 

Aquella mañana había amanecido con unas tremendas ganas de volverá pisar la tierra firme...y dado que el hechizo que los mantenía en el agua ya no estaba no era impedimento alguno ir a dar un “paseo”...obviamente el oji-azul estaría más que dispuesto a cumplí su pequeño “capricho”...no contaban con que el pequeño Suki se les pegara como calcomanía...y los 3 salieron a recorrer esos paisajes tan añorados por el castaño...ambos azabaches miraban con alegría todo...y el menor...que prácticamente no recordaba haber tocado tierra nunca, pues  desde que era un bebé había vivido como tritón , brincaba y corría por todos lados probando las “nuevas extremidades” que le había dado Nowaki...Hiroki miraba con gracia como el niño con sus nuevas “piernas” recorría eufórico todo. Habían pasado la hora del almuerzo ahí comiendo solo algunas frutas  que encontraron en los arboles...y después de tanta conmoción ambos donceles se habían quedado dormidos...el mayor recargando su cabeza en sus piernas y el pequeño Suki sobre el hombro del oji-azul...

 

 

 

-espera...solo un poco- murmuró el castaño disfrutando un poco más el paisaje-ok...vamos...Suki ha de estar agotado- sonrió casi sin darse cuenta al ver la niño aun durmiendo sobre Nowaki. Escuchó la risa del oji-azul.

 

 

 

-¿de qué te ríes?- preguntó algo enfurruñado Hiroki, poniéndose de pie con los brazos cruzados.

 

 

 

-de nada Hiroki-san...- exclamó aun con una sonrisa graciosa en su rostro, mientras tomaba al niño en sus brazos y se ponía de pie- es solo que has estado mas “tierno” que de costumbre...Suki también ha notado que lo sobreproteges demasiado...- le miró con gracias. Hiroki enrojeció de inmediato dibujando un puchero en su rostro.

 

 

 

-¡n-no es cierto!- exclamó el castaño- son tonterías de ustedes...- exclamó Hiroki tratando de negar lo innegable...porque sabía que era cierto...¡pero no podía evitarlo!...pensó avergonzado...

 

 

 

-jejeje, no te enojes Hiro-san...supongo que es normal...¿no?- exclamó dando una leve mirada al vientre del castaño, que no pudo evitar posar una mano allí, sintiendo la tranquilizante calidez que de ahí emanaba-...te amo...los amo...-susurró el tritón al oído del castaño, causándole un no-desagradable escalofrió...seguido de un pequeño beso en el cuello...

 

 

 

-juumm...idiota- murmuró Hiroki sonrojado tallándose con suavidad donde le otro había dejado el beso. Mirando como Nowaki se adelantaba  un poco con Suki en brazos hacia el río para poder regresar a Ayami-...yo también...-sonrió...mientras recordaba el terriblemente incomodo, asfixiante y vergonzoso dialogo que tuvieron con Hisa-sama esa mañana...pues fuera como fuera...era la madre de Nowaki...y pues sería abuela

 

 

 

//Flash-Back//

 

 

 

Aquella noche Nowaki se había negado a irse y para “desgracia” del castaño este se había quedado con él toda la noche, velando sus sueños. A la mañana siguiente habían decidido, algo nerviosos, que como primer tarea tenían que dar la noticia a la “futura abuela”...Hiroki recordaba como en aquello momentos en los que estaba justo enfrente de la monarca de gran sonrisa y cabello azulados temblaba como una gelatina por los nervios...

 

 

 

-buenos días cariño, Hiro-chan... ¿sucede algo, chicos?- había preguntado la hermosa mujer con una curiosa sonrisa. Mirando a uno intercaladamente, notando el ligero nerviosismo y euforia en uno, y el casi pavor y ligera emoción en el otro.

 

 

 

-buen día madre- exclamó el azabache dando una ligera reverencia.

 

 

 

-b-buenos días Hisa-san- saludó de igual manera Hiroki. La reina dirigió su vista al doncel quien tenía sus manos cruzadas hacía enfrente.

 

 

 

-¿hay algo que quieran decirme?- preguntó extrañada por el silencio tan largo en la extraña conversación.

 

 

 

-bueno...si...Hiro-san y yo queríamos hablarte de algo muy importante- exclamo el menor  con una sonrisa....recalcando el “muy”...y eso le había dado mas curiosidad a la monarca.

 

 

 

-pues los escuchó chicos...esto, ¿les importa si hablamos mientras damos el recorrido de la mañana al reino?- preguntó suavemente, los otros dos negaron- ok... ¿qué es eso tan importante que tenían que decirme?- preguntaba ella mientras los 3 nadaban recorriendo los caminos en el colorido reino. Ambos chicos tomados de la mano, captando las miradas tiernas de quien les miraba y se detenían  saludar a “la nobleza”...

 

 

 

-pues...-había empezado Hiroki, Nowaki le miró y le sonrió mientras apretaba ligeramente la mano que seguía sujetada... ¡rayos!...-esto...-

 

 

 

-bueno, madre, lo que Hiro-san quería decirte es que...-Nowaki al ver que su castaño iba a explotar muy pronto por lo rojo que estaba decidió hablar el, pero no se esperó que fuera el castaño quien le interrumpiera...

 

 

 

-será abuela...-

 

 

 

Hisa había volteado a ver al castaño casi de inmediato y fijamente con los ojos bien abiertos... Hiroki se atrevió a mirarla al fin observando como una sonrisa aparecía de poco a poco en su rostro...

 

 

 

-¡¿en serio...Nowaki, cielo...Hiro-chan?!...¡¿estás embarazado?!-preguntó emocionada, tomando las manos del castaño, zarandeándolo un poco.

 

 

 

-s-si...es verdad...mire- exclamó todo avergonzado Hiroki mostrando un poco la estrella que adornaba su vientre, a la mujer casi se le asomaban por los ojos las lágrimas de la felicidad...

 

 

 

-¡seré abuela!- gritó la mujer dando una  revoloteó rápido para después lanzarse a los  dos para abrazarle- ¡mucha felicidades chicos!...estoy muy feliz por ustedes.... ¿solo eso les preocupaba decirme?...¡vamos es una maravilla!- Hiroki sonrió algo apenado y Nowaki le miró con una sonrisa de “te lo dije”...

 

 

 

-esto...gracias...¿esto no le parece algo..umm...apresurado?- preguntó con un sonrojo en sus mejillas el oji-avellana.

 

 

 

-¡por supuesto que no cariño! ¡Un bebé nunca llega en mal momento!- exclamó la mujer irradiando felicidad por los poros. Los 3 ya regresaba al palacio- aun así...-volteó a ver a su hijo- Nowaki... ¿de cuánto tiempo crees que esté?...si fue de la primera vez...pues ¡ho por Kami!, ¡mi hijo tiene muy buenos genes!- exclamó  quitada de la pena gritando todo en los pasillos del castillo.

 

 

 

-¡mamá!, ¡Hisa-san!- exclamaban ambos enamorados visiblemente avergonzados, Hiroki colorado hasta las orejas.

 

 

 

-¡¿Qué?!...¡si es cierto!...y pues si no lo es...¡Hiro-chan...es bastante fértil, muy pronto tendré muchos nietos que consentir!-

 

 

 

-¡MAMÁ!¡HISA-SAN!...-

 

 

 

-¡¿qué?!-

 

 

 

.

 

.

 

.

 

 

 

//Fin Flash-Back//

 

 

 

Hiroki regresó a ver levemente hacia atrás, al escuchar unos pasos acercarse. Hace  unos minutos Nowaki había venido a dejarle y después se fue con Suki aun en brazos para ir a acostarle.

 

 

 

-¿se ha despertado en el camino?- preguntó con simpleza Hiroki sin ponerse mucha atención,  obviamente refiriéndose al pequeño. El menor rio un poco, y muy pronto tuvo a su castaño abrazándole por detrás.

 

 

 

-para nada, le he dejado tan dormido como la vista por última vez- le susurró con un poco de gracia al oído. Hiroki se sonrojó un poco, descubriéndose demasiado preocupado por su pequeño “cuñado”.

 

 

 

-jumm- solo murmuró algo como un afirmativo. Nowaki depositó un pequeño beso en el cuello del menor rozando su nariz en el proceso, sonriendo casi de forma traviesa al sentir casi de inmediato como su castaño se estremecía en sus brazos. Hiroki había dejado de hacer lo que estaba haciendo  y solo permanecía ahí de pie, sintiendo los brazos de su tifón a su alrededor.

 

 

 

-gracias por preocuparte por mi familia...Hiro-san- murmuró el menor contento  recargando su frente en el la espalda del oji-ovellana ; este sonrió de lado...y después sus mejillas adoptaron un adorable carmín.

 

 

 

-¡hey!- se quejó fingiendo molestia- ...que dentro de poco  será mi familia también...-exclamó lo último en casi un murmullo. Nowaki se sorprendió un poco  sonriendo y después lo volteó hacia  el para poder ver su rostro regalándole un corto pero apasionado beso en los labios.

 

 

 

-es verdad...-exclamo Nowaki pegando más el cuerpo de su amado al suyo, empezando a besar con avidez a su castaño acariciando la cintura y a espalda de este, quien no había hecho nada por deshacer el contacto recargando ambas manos en el pecho del más alto y cerrando sus ojos...

 

 

 

-espera...Nowaki- pidió el mayor al sentir como el otro  lo había tirado a la cama, poniéndose sobre el repartiendo besitos tiernos por todo su rostro, mientras su manos hacia tanto que viajaban  por debajo de su camisa...acariciándole.

 

 

 

-hoy no...Hiro-san- exclamó con voz tenue Nowaki haciendo caso omiso de la “petición”...sus labios acariciaban con premura los del castaño y de vez en cuando encontrándose con su húmeda lengua. Muy pronto la boca del menor se concentró en el blanquecino cuello de Hiroki besándolo y  lamiéndolo...escuchando al fin los tímidos  suspiros de su amor. Sonrió.

 

 

 

-Hiro-san...te amo...- Hiroki había escuchado bastantes veces esa frase por parte de su tifón, sin embargo por alguna razón seguían teniendo el mismo efecto...y su corazón se aceleraba, mandando bastante sangre a su rostro para que se coloreara una vez más de rojo...- te amo...-

 

 

 

Nowaki supo que Hiroki había dado su “aprobación” cuando  sintió los delgados dedos de sus manos enredarse en su cabello...

 

 

 

*************************************************************************

 

 

 

Aquella feliz pareja se encontraba ahora en el balcón de la habitación del  mayor. Ambos admiraban los altos árboles que adornaban las afueras de la bien parecida mansión. Al juzgar por la oscuridad del cielo sería poco más de media noche, por lo que solo se escuchaba el crujir de los árboles secos y el viento helado. El oji- turquesa estaba seguro que en muy poco tiempo nevaría...

 

 

 

-¿estás seguro?- preocupado preguntó casi por quinta vez Tsumori, mientras abrazaba por detrás el esbelto cuerpo de su hermoso doncel. Este no despegó sus hermosos ojos del cielo oscuro ni perdía la calma, respiró un par de veces más antes de responder...

 

 

 

-ya te dije que si...-murmuró con vos suave, regresando a ver a su novio hacia atrás- ahora más que nunca...es lo mejor para todos

 

 

 

-Mason, no quiere que te arriesgues... ¡no quiero que se arriesguen!- exclamaba el mayor apretando inconscientemente el cuerpo del otro, quien cerró un poco los ojos...el frío empezaba a entrar a su cuerpo, pues  tenía su bata de magia completamente abierta dejando ver parte de su pecho y estomago...

 

 

 

-estaremos bien, es algo que tenemos que hacer...tarde o temprano va a suceder, mejor que sea ahora...no quiero que salga lastimado nadie...- exclamó con voz segura- además...no sucederá nada malo...estarás allí...¿no?- susurró con una sonrisa. Tsumori asintió, aun no tan seguro, volteó el cuerpo de su amado y le regaló un beso.

 

 

 

-los protegeré, es seguro; entiendo eso... lo que no comprendo  es...¡¿por qué tiene que ser justo en la guerra contra Aikawa?!- expresó estresado.

 

 

 

-tiene que ser así, aun soy el líder de la magia, por si no lo recordabas, tengo que mantener el orden...y hacer que no se pierda el respeto que me tienen todos, sin embargo es importante también para mí, saber que tanta aceptación tienen conmigo...por eso necesito continuar con todo esto de la manera correcta...o en su defecto dejar esto hasta aquí, buscar a  alguien que  me remplace e irnos...pero no quiero dejar todo a medias- expresó Mason con un rostro sereno pero bastante decidido. Tsumori fijo sus ojos mieles en su doncel y asintió rendido- ahora más que nunca...quiero garantizar su seguridad...- finalizó, ambos con mirada cómplice dirigieron su vista hasta el estómago  “aun” blanco y plano del azabache...

 

 

 

-yo solo quiero que estén a salvo...-murmuró el rubio abrazando contra su pecho al menor, este correspondió el abrazo- tú...y el bebé...

 

 

 

-lo sé...-exclamó Mason con sus mejillas levemente sonrojadas- ¡yo también!, por eso...tenemos que hacer esto...yo quiero demostrarte que puedo cambiar...y que lo voy a hacer por los dos...- murmuró el menor. Tsumori asintió y lo besó apasionadamente tomándolo por la cintura.

 

 

 

-estaré ahí para ustedes...- exclamo con media sonrisa. El azabache sonrió y observó con gracia como su novio se agachaba hasta quedar a la altura de su vientre, acariciándolo y repartiendo uno que otro besito. Puso una sonrisa boba al recordar  lo feliz que se puso al enterarse hace algunos días sobre su embarazo...y recordó también como el...Masón, el mago más fuerte, más...etc., etc., etc., se había desmayado nada mas haber visto la pequeña estrellita adornar su vientre. Después de recordar con lujo de detalle todo el supuesto “castigo” de Tsumori  los porqués le habían salido sobrando...ahora solo quedaba algo por resolver...

 

 

 

-¿entonces qué se hará primero?- preguntó Tsumori interrumpiendo sus pensamientos y poniéndose de nuevamente frente  a él, sin dejar de abrazarlo.

 

 

 

-mañana habrá nuevas reglas...ya verás...cambiarán bastantes cosas aquí...- exclamó con una sonrisilla traviesa...Tsumori se la regresó...

 

 

 

-¿ha sí?... ¿cómo cuáles?- preguntó siguiéndole el juego...

 

 

 

-bastantes...cariño- dijo el otro besándolo suavemente- he cogido frio...vamos adentró...-murmuró contra le oído del mayor, quien esbozó una perfecta sonrisa de lado.

 

 

 

-como digas...- susurró el rubio tomándolo de las caderas, haciendo que el oji- turquesa enredara su piernas en la cintura...

 

 

 

........

 

 

 

Y Mason estaba en lo correcto, pues “las cosas cambiarían”...y no tan solo para el mundo mágico...sino para todos...los humanos avaros entrarían en guerra por dinero, poder y territorios...y faltaba tan solo un día para la guerra más esperada entre usuarios de la magia diera comienzo...

 

 

 

.

 

.

 

.

 

 

 

Continuará...

Notas finales:

Gracias por leer, nos leemos pronto.

Buenas noches, -días- tarde xD...

Misagi * *


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