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Abracadabra por MisagiRyuk

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Notas del capitulo:

Hola, hola,ya es un poquito tarde pero ya vengo a dejarles la conty de hoy :). Muchas gracias por leer y comentar, denme tiempecito, y estaré contestando comentarios mañana, Gracias.

Espero les guste la conty.......

Nos leemos pronto

Capítulo 34: “Perdonen la... interrupción”

 

 

 

 

 

-M-Mason...-murmuró con los ojos temblándole por el pavor.

 

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Mino, quien hasta hace poco se encontraba delante de  Aikawa, pareció sorprenderse en demasía también por la aparición de Mason. Y eso lo vio Aikawa al reflejar el asombro en ese “casi inexpresivo” rostro. Hiroki, quien estaba a punto de dar un coscorrón a al ruidoso de Arata, había declinado su cometido y miraba con curiosidad palpable el sujeto recién llegado. Akihiko, Mune y el resto estaban igual... ¿quién rayos era él?...su sorpresa no disminuyó al observar casi con estupor como todos los usuarios de la magia habían dejado de pelear, incluso algunos habían tirado o guardado sus armas, inclinando su cabeza en signo de respeto. El silencio había inundado todo el campo de batalla.

 

 

 

-¿quién es él?- preguntó en un susurro Misaki algo confuso. Kaoruko, quien hace unos momentos estaba ya junto a los chicos, para cuidarles de cualquier cosa, sonrió al oji-verde.

 

 

 

-...no te preocupes demasiado Misaki-kun, él es el líder de la magia, todos suelen ser respetuosos con el por esa razón, solo que es una sorpresa que haya venido hasta acá...debió haber sucedido algo realmente grande como para que interviniera- respondió  en voz baja la maga rosada con una sonrisa. Misaki abrió mucho los ojos...él...él era el líder de ¡todos!..¡Por Kami... si se veía muy joven!

 

 

 

El resto de los chicos escuchaban aquello con bastante asombro. Hiroki levantó perfectamente una de sus cejas...él...

 

 

 

-él...es Mason- murmuró el oji-avellana , recordando lo que le había platicado Nowaki sobre el extraordinario mago encargado  de mantener el orden el mundo mágico...y sinceramente si no era suficiente con él, su ¿guardia de compañía? le pareció sublime, le acompañaban exactamente 5 personajes más, cuatro  estaban formados de manera de cuadrado aproximadamente un metro tras él... dos mujeres y dos hombres, los cuatro parecían tener un manejo casi-total de su poderes, pues  solo traían un anillo. Eso le recordó bastante a Akihiro. Por lo que indagó que esos tipos eran fuertes. Y justo a escaso dos pasos tras él estaba un chico de cabellos rubios y unos ojos mieles. Este traía una especie de cetro, mucho menos espacioso...Hiroki supuso que era por la comodidad y para canalizar la magia un poco más rápido, pues no se veía para nada débil. Entonces reparó en algo lógico- ¿no se supone que es un mago neutro?- preguntó murmurando a Kaoruko, quien le sonrió asintiendo.

 

 

 

-lo es. Es por eso que es muy sorprendente que esté aquí. Básicamente no tendría por qué intervenir- respondió la maga. El resto miró curioso la escena.

 

 

 

-es Tsumori-san...-murmuró Misaki mirando al chico que estaba más cercano a Mason. Masamune asintió ante aquella aseveración. Así que después de todo si habían venido los mejores...pensó Mune, recordando que ese muchacho era el aprendiz de Mason.

 

 

 

-Un momento...-pronunció con el rostro sorprendido al ver 5 esferas de luz recorrer al “líder de la magia”...Hiroki seguía el movimiento veloz de esas esferitas azules, casi invisible, moviéndose de un lado a otro rodeando al muchachillo para revolotear inquietas por todo el lugar- esas son...- dijo con los ojos muy abiertos...

 

 

 

Mientras tanto, del otro lado del campo de batalla...

 

 

 

-¿Qué sucede Aikawa?, ¿por qué tan callada?- preguntó Mason con seriedad, mientras caminaba algunos pasos para colocarse justo detrás de la pelirroja, quien tardo algunos segundos en comenzar a voltearse poco a poco con la cabeza gacha.

 

 

 

-n-no deberías estar aquí...- exclamó la aterrada bruja, apretando sus puños...su varita crujía en su mano derecha. El resto de los magos y brujos había contenido el aire...pero por otras razones. Tan pronto “descubrieron” un poco el aspecto de su sensei...el hecho de que estuviera allí pasó a segundo plano. Aiwaka, quien seguía atemorizada escuchó con humillación la leve risa de Mason.

 

 

 

-oh...lamento la...interrupción en ese caso- mencionó levantando el rostro hacia enfrente ,dando una leve mirada a todos los que estaban  con los ojos en él-pero sabrás...Aikawa...-murmuró el oji-turquesa el nombre de la pelirroja-que hay...algunos asuntos que ...no puedo pasar por alto- inquirió severo. Los magos se preguntaban a qué se refería Mason, mientras que los brujos se estremecieron en su lugar y ni hablar de Aikawa, quien temblaba como hoja al viento.

 

 

 

-¿d-de que...estás h-hablando?- preguntó con voz temblorosa la oji-verde.

 

 

 

-no trates de jugar conmigo Aikawa...que las reglas son muy claras y especificas...además...Mírame cuando te estoy hablando- pidió el jovencito. Todos perecieron contener el aire... y más aun los que no le conocían... ¡¿cómo podía imponer tanto ese chiquillo?!

 

 

 

Aikawa al fin levantó el rostro. Poniendo atención por primera vez en “su líder”. Sus ojos, dejaron de irradiar furia, al ver con extrema curiosidad el rostro del jovencito. Contadas veces había visto el leve color turquesa de sus ojos, junto a ese alborotado y semi-largo cabello azabache brillante, la sonrisa confiada del menor ...no dejando  de su cuerpo a la vista más que  una parte del  blanco pecho. Por eso la extrañeza de Aikawa... que por el gran asombro que experimentaba...mantenía la boca levemente abierta y había arcado perfectamente sus dos cejas. Vio con obviedad como el aspecto del oji-turquesa...había cambiado. Una mirada más a su alrededor y se dio cuenta que no era la única sorprendida...todos allí estaban...conmocionados...más por su apariencia que por su repentina aparición en el campo de batalla.

 

 

 

-luces...diferente- murmuró la pelirroja. El oji-turquesa ladeó la cabeza y arqueó una de sus finas cejas mirando inquisidor a la mujer.

 

 

 

-no vine hasta acá a que  alagaras mi aspecto Aikawa...- exclamó frío - ¿quieres que te haga el favor de enumerar las faltas que has cometido?- Aikawa tembló, frunciendo el ceño, no se atrevía a mirar a mucho por tiempo a los ojos a ese muchachito... de por si era bastante humillante teniéndole reprimiendo justo frente a todos.

 

 

 

-¿Por qué ahora?- preguntó aun con la mirada gacha.

 

 

 

-¿por qué no?- exclamó el otro, tomando solo un respiro para continuar- traté de darte  tiempo para redimirte por tus acciones- Aikawa bufó con una sonrisa cínica en el rostro...¿ella...arrepentirse?, ¡nunca!- pero tal parece que nunca llegó el día...no me son ajenas todos los ultrajes que has cometido Aikawa...ni mucho menos lo que has tratado de esconder...tus desmanes con los brujos y todo aquel que utiliza magia negra...te equivocas si crees que he ignorado esto y que no sé qué tratas de formar una propia organización a mis espaldas- exclamó con tranquilidad. Los murmullos entre la concurrencia empezaban a escucharse...especialmente la de los brujos.

 

 

 

-¿y qué vas a hacer?- preguntó seria la pelirroja...encarando al muchacho- ¿piensas acaso castigarme...Mason?- sonrió cínica. Por muy líder que fuera, Aikawa sabía que Mason estaba obligado a cumplir con cierto protocolo para aquello...era el líder...él era neutro...no respetar aquél antiguo reglamento le pondría en serios problemas...además...el muchacho era orgulloso...y si tendrían que pelear a muerte lo haría...ella no se tragaba el cuento de que fuera muy poderoso-...¿y ahora qué?...¿te crees mejor que los demás?...¿piensas  reivindicar la magia, Mason?...¡¿A caso te crees más poderoso que Gin y todos tus antepasados?!...¿quién te ha dicho que eres un buen líder?... ¡¿Quién te crees?!-exclamó la  pelirroja  roja de furia, a punto de hacer una rabieta más grande al observar el rostro inmutable del oji-turquesa. Respiró un poco frunciendo el ceño y miró seriamente a la bruja antes de hablar.

 

 

 

-somos usuarios de la magia Aikawa. Todos los que estamos acá. Deja de comportarte como una niña que le han robado un dulce. No es fácil para nosotros. La mayoría de aquí lo sabe. Nuestro camino no es precisamente el que mucho habríamos querido recorrer- hablaba el oji-turquesa. Misaki y el resto de los chicos admiraban con estupefacción como sino todos, a gran mayoría de los presentes bajaba la cabeza tristemente...como recordando sus inicios... algunos asentían o dejaban empañar su ojos de lágrimas- deja de creerte tú la especial. Deja de actuar como si fueras la única que tuviera la “justificación” de un berrinche estúpido por tener un pasado atroz. Fuimos, somos y seremos odiados y amados por igual. Por amar, odiar, defender o asesinar a un pueblo. Somos seres que tenemos que utilizar todos nuestros recursos para aprender a vivir con el peso de una generalización sobre por qué la magia tiene que ser temida...no vengas a mí con problemas de rivalidad, de liderazgo o de mártir. No te van. Y no te las permito. El que está en “el negocio” debe aprender tanto a entender como a atender, saber cuándo es el momento de pelear y cuando hay que soportar y obedecer. Un líder, alguien como yo , cualquiera; no es un ser que deberían tomar como un tipo de reglamento ni como juez, ni soy verdugo, ni por el contrario facilitador- bufó un poco, sabiendo que todos le prestaban ya atención, sorprendidos-...solo soy un mero representante de todos ustedes...alguien a quien el reglamento ha impuesto deber un respeto superior al de cualquiera...tal vez sin razón. Alguien quien es tan o más normal que cualquiera de ustedes...-

 

 

 

Aquello había quedado de nuevo en silencio. Todos miraban a su líder sorprendidos, aquello no se lo habían esperado. Sabían a Mason como una autoridad, es cierto que desde que estaba en el poder jamás había impuesto acciones avaras o ambiciosas...nada. Solo los escuchaba. Quizás por eso les causaba tanta impresión...difícilmente les hablaba mucho.

 

 

 

-no lo hagas...no lo intentes...no lograrás convencerme de nada. Si vas a hacer algo... si vas a reprenderme, hazlo- exclamó terriblemente seria Aikawa, aunque con sus ojos rojos. Aquél pequeño sermón había tocado una fibra sensible en ella. Algo que consideraba casi imposible... sus mente empezó a  recordar...desde su niñez, su maestro, su infancia en Towika...hasta que el maldito mocoso de Akihiro había ido a matar a su “padre” junto a  su tan magnifica escolta, después el resto de su niñez y adolescencia sola, seguido de la traicionera de su “amiga” Karán...la cual murió junto con el amor de su vida. Lo sabía, toda su vida había sido un desastre, todos lo que había hecho había estado mal...y aun así no se arrepentía, su orgullo era mucho más grande, aunque el dolor de arrastrar consigo la vida del único ser que la había hecho sentir dichosa le partiera el corazón de mil maneras posibles... no podría...ya no tenía salvación...- mátame- casi ordenó al otro. Mason le miró con seriedad, y frunció el ceño.

 

 

 

Todos allí estaban expectantes a lo que haría le mago...de verdad... ¿acabaría con Aikawa?...

 

 

 

Mason movió los dedos un poco luciendo sus acostumbrados dos anillos, uno de centro blanco y otro de centro azul muy oscuro...¿la razón?. Fácil. El controlaba tanto la magia blanca como la oscura. Ese era su gran talento. Lo que lo había hecho más poderoso que el resto. Con algo de disgusto dirigió sin apartarle la mirada, su varita plateada ante la bruja, quien casi altanera levantó la frente y miró por “ultima” vez los ojos turquesa del muchacho. Mason no tembló, ni se movió...más justo cuando estaba haciendo brillar la punta de su varita mágica “algo” la interrumpió.

 

 

 

-¡NO!...se lo ruego, por favor...¡Mason-sama!...¡me entrego voluntariamente...por mi madre!...¡pero no la mate!

 

 

 

Mason miró con estupor a la muchachilla de algunos 25 años frente a él, poniéndose con los brazos extendidos frente a la bruja. Se estaba entregado por su madre.

 

 

 

Los murmullos se dejaron escuchar en el lugar. La voz temblorosa de la pelirroja sonó clara, impregnada de sorpresa...

 

 

 

-Haruna...

 

 

 

**************************************************************

 

 

 

-¡¿Keiichi?!- gritó Yura cuando vio correr por el pasillo a su hermano. Ambos reyes prestaron atención y miraron hacia donde se dirigía. Yura negó la cabeza con una ceja arcada de brazos cruzados.

 

 

 

-¿apenas se habrá despertado?- se preguntó en voz alta la reina, mientras pensaba en el muchachito que había salido en piyama corriendo a la habitación de su sobrino. Terminó de limpiarse las lágrimas de su rostro y mostró una sonrisa simple.

 

 

 

-¿estará bien dejar que le vea?- preguntó el rey a Yura, quien pensativo y con media sonrisa le volteó a ver.

 

 

 

-um...pues yo quisiera saber quién le dirá que no puede verlo- se rio un poco mirando a la dirección que había tomado su hermano. El silencio permaneció por unos segundos hasta que el oji-gris siguió hablando -...pero no se preocupe por nada Asuka-sama, yo reuniré a los muchachos y organizaré los funerales pertinentes para los caídos en guerra...Yogi-kun fue un gran guerrero...y merece un funeral respetuoso, fue, aunque no por mucho tiempo, el general del ejército

 

 

 

-gracias Yura- agradeció al reina- ahora tengo que ocuparme de algunas cartas, nos vemos luego- sonrió retirándose- hoo, por cierto...me avisas si sucede algo con Keiichi...y mi sobrino

 

 

 

-claro- sonrió el príncipe de Sumi dirigiéndose con lentitud hacia aquella recamara. Pensó en su lindo rubio, sonrió. Ya quería ver a Yuki.

 

 

 

............................................

 

 

 

Keiichi llegó casi a  tropezones hasta la habitación de su amor. Tuvo que limpiarse las lágrimas con el dorso de sus manos...pues  su vista se había empañado casi en su totalidad. Con la mano temblorosa abrió la puerta y  entró, cerrando detrás de él. Sintió su corazón delirando al ver a unos metros, en la cama, un bulto cubierto con una sábana.

 

 

 

-Haru...haruhi...ko- murmuraba sintiendo como las piernas  le temblaban...les ordenaba...que caminaran...pero simplemente no obedecían. A pasos descolocados y tambaleantes llegó hasta la cama con toda la rapidez que pudo, aventándose hacia el bulto que estaba allí –Haruhiko...¡Haruhiko!- exclamó regresando al llanto, mientras movía al muchacho por lo hombros, viendo sus ojos cerrados- ¡háblame!, ¡no me dejes!-lloraba, abrazándose al pecho del mayor. Temblando y recostando su cabeza en el palpitante pecho...¡palpitante!...

 

 

 

TUM....TUM...TUM...

 

 

 

Keiichi sonrió...reconociendo ese sonido como el más hermoso de todos...

 

 

 

-Ke...ichi

 

 

 

-¡Haruhiko!... ¡lo cumpliste...volviste!...te amo...te amo tanto- hablaba el menor aventándose al cuerpo contrario, subiéndose por completo a la cama. Y lloro desesperadamente de felicidad cuando los fuertes brazos de su amado lo rodearon por la cintura. Buscó con sus manos temblorosas el rostro de su amor, quien reflejaba una linda sonrisa y sin más acercó su rostro al contrario, besando los labios de su amor con mucha urgencia, con mucha fuerza, con pasión, demostrando lo feliz que estaba de verle vivo...y demostrando también lo mucho que lo amaba. El rostro de Keiichi estaba rojísimo por la vergüenza...pero estar besando a ese hombre con toda esa entrega era lo único que le importaba en ese momento, no le importaba para nada que entrará la celebridad más grande del mundo por esa puerta y lo viera sentado en el vientre de aquél varón que paseaba sin pudor alguno sus manos por toda su espalda y cintura.

 

 

 

- te amo...-repitió con sus ojos enrojecidos de tanto llorar el oji-miel, y respirando agitadamente por el reciente beso. Haruhiko le sonrió y acarició con una su mano la mejilla sonrojada de su amado Keiichi.

 

 

 

-yo también te amo...te amo demasiado...- exclamó el otro mostrando una sonrisa brillante limpiando las lágrimas de los ojos de su lindo doncel- baka...seguramente lloraste en vano todo este tiempo- reprendió con sonrisa de lado. Keiichi hizo un tierno puchero...pero estaba feliz estaba realmente feliz de que todo estuviera bien...nunca se separaría de Haruhiko...nunca más. Se abrazó con fuerza al pecho del mayor.

 

 

 

-ouch...-escuchó el quejido de su amado...por lo que quitó su peso y rápidamente se sentó en la orilla de la cama dando un vistazo al lastimado cuerpo...¡había quedado peor que Yura!...y apenas había reparado en ello. Pudo ver uno de su brazos inmovilizado con vendas y ¿yeso?...varias heridas en el rostro y algunas gasas en su cabeza...pero suponía por el anterior quejido que tenía lastimado todo el torso y seguramente también alguna pierna.

 

 

 

-¡baka, ¿Por qué dejaste que te lastimaran tanto?!- exclamó apenas tocando el pecho del mayor, con su rostro acongojado. Haruhiko sonrió. Jamás dejaría de amar a ese doncel.

 

 

 

-no te preocupes Keiichi...son solo heridas...sanarán muy pronto- tranquilizó con una sonrisa suave tomando con su mano “sana” la muñeca de su lindo acompañante- seguro que te has dado un gran susto al no verme con el resto, ¿cierto?...- exclamó con media sonrisa. Keiichi se sonrojó bajando el rostro apenado. El mayor rio un poco, para después seguir hablando- lo siento, pero la batalla se complicó un poco...y me tuvieron que traer hasta acá apenas llegamos. Me has despertado cuando llegaste- exclamó con un fingido puchero.

 

 

 

-lo siento- exclamó el otro apenado - quería verte...-murmuró.

 

 

 

-no importa...yo también quería verte- el mayor entrecerró los ojos un poco sintiendo el  agotamiento  en todo su cuerpo-...pero aún estoy cansado...- dijo cerrando sus ojos por un momento.

 

 

 

-duerme...necesitas descansar... yo creo que me voy para dejarte tranquilo- inquirió el oji-miel haciendo amago por levantarse de la cama, más la mano de su koi lo detuvieron. Keiichi le dirigió una mirada de sorpresa.

 

 

 

-no, quédate...acuéstate conmigo. Ven- pidió el mayor, mientas palpaba un lado de la cama. Keiichi se sonrojó , pero no denegó la invitación y se recostó junto a Haruhiko, abrazándole suavemente por el estómago, mientras este recargaba su  cabeza en la del menor...respirando el tranquilizante olor de su cabello...

 

 

 

....

 

 

 

Cuando Yura al fin se hubo desocupado fue a ver a la habitación de Haruhiko...y como pensó...encontró allí también a su hermano. Sonrió sinceramente al observar como parecían tan tranquilos y felices juntos. Cerró la puerta con lentitud, cuidando de no hacer ruidos y se fue de allí para buscar a Asuka-sama.

 

 

 

****************************************************************

 

 

 

Hiroki estaba absorto por su “descubrimiento”, y buscó “razones” en el cuerpo de Mason, para utilizar ese poderoso hechizo. Las 5 esferas semi- transparentes en suave color azul seguían girando alrededor. Esas eran...

 

 

 

-son las esferas de Jomei- murmuró Hiroki, inevitablemente recordando la plática que había tenido ayer con Nowaki.

 

 

 

//Flash-Back//

 

 

 

Aquella tarde todo Ayami estaba movilizado, preparando todo para la guerra a la que se acudiría al día siguiente, mientras tanto, Hiroki y Nowaki se encontraban en la superficie. El oji-avellana  estaba recargado en el tronco de un gran árbol de manzanas mirando atentamente la lucecilla azul que se iba formando poco a poco en las manos del oji-azul, que estaba sentado frente a él.

 

 

 

-escucha Hiro-san...este hechizo es muy poderoso, y es muy difícil de hacer- le contaba el azabache- y aún más de mantener; pero es el más efectivo...para proteger- explicaba mirándolo con cariño. Hiroki asintió con el rostro levemente sonrojado...su amado tritón pensaba en algún hechizo para poder protegerlo durante la guerra- observa- indicó el tritón con una sonrisa. Hiroki miró con asombro y maravillado como una a una iban “brotando” de las manos de Nowaki  5 esferitas semi- transparentes en color azul.

 

 

 

-son hermosas...-murmuró el castaño tratando de seguir los rápidos movimientos de las esferas de energía. Nowaki rio un poco asintiendo.

 

 

 

-son las esferas de Jomei. Son extremadamente poderosas, y es el hechizo más poderoso para proteger. Hace un tiempo, Haranu, entonces la actual líder de la magia, prohibió este hechizo, porque supuestamente  exigía tanta magia que podría dejar al mago que la hiciera sin una gota, y matarlo al instante- explicaba. Hiroki hizo un gesto de preocupación, mirándolo con sus ojos avellana.

 

 

 

-detenl...

 

 

 

-tranquilo...- advirtió Nowaki al mayor que intentaba hablarle- solo pocos pueden mantenerlo por mucho tiempo, tengo el poder necesario, no te preocupes- pidió el menor, dando un beso rápido en los labios del mayor, se puso de pie y extendió la mano al castaño para que le tomara

 

 

 

-no te exijas demasiado baka...estaré bien- exclamó Hiroki  sujetándose del brazo del menor, pues estaban por entrar de nuevo al agua. Nowaki detuvo el paso y miró con una sonrisa fijamente el rostro de su amado

 

 

 

-nunca es suficiente si se trata de las dos personas más importantes para mí- habló el oji-azul sonriendo a su sonrojado doncel.

 

 

 

Después de todo, ese mismo día, cuando la pareja se encontraba hablando con la reina, se dieron cuenta que no tendrían que usar el  hechizo de las esferas, pues aquella tarde habían llegado hasta ellos  un pequeño grupo de “hadas sirenas”, que contentas con el nuevo “gobierno” y complacidas con el príncipe “consorte”, apenas se enteraron que estaba en cinta y  a punto de partir a una guerra no dudaron en acompañarle. Felicitando a la pareja por el primogénito no nato.

 

 

 

//Fin flash Back//

 

 

 

-Jomei...¿dijiste Jomei?- exclamó Kaoruko mirando con sorpresa- ¿Cómo sabes de eso?-

 

 

 

-Nowaki me habló de eso- explicó Hiroki mirándole con media sonrisa- es un hechizo poderoso de  protección, el pretendía usarlo conmigo...pero la hadas sirenas accedieron a cuidarme- explicó el doncel, levemente avergonzado. Todos asintieron algo sorprendidos. Kaoruko sonrió.

 

 

 

-eso creí- murmuró la maga rosa-quisiera saber por qué  Jomei protege a Mason-san, es algo...curioso, ¿no crees?- exclamó mirando a Hiroki, quien al parecer era el único que indagaba algo más sobre aquello...el oji-vellana solo asintió a aquello...¿acaso Mason era...?

 

 

 

Mientras tanto, del otro lado del campo de batalla.

 

 

 

................

 

 

 

-¡acepto el castigo de mi madre Mason-sama!, ¡por favor, no le haga daño!-

 

 

 

Los murmullos no dejaban de escucharse y el oji-turquesa apenas había salido del pequeño transe, mas ante todo había recuperado su rostro serio ante la situación. Podía mirar la sorpresa y el desacuerdo de Aikawa con la interrupción de su hija.

 

 

 

-¡no te metas en esto Haruna!, ¡deja de hacer estupideces!- gritó la pelirroja mirando con el ceño fruncido a su hija, seguido miró a Mason- ...y tu...más te vale que no te dejes convencer por esta mocosa, tus problemas son conmigo- exigió. Mason vio con sorpresa y gran descubrimiento que Aikawa temblaba de miedo...y no por temor a que le hiciera algo a ella...sino miedo a que fuera a lastimar a su hija.

 

 

 

-descuida Aikawa...adoro la justicia ante todo- exclamó con un toque de sarcasmo, la bruja  frunció el ceño evitándole la mirada, pero Mason se dirigió esta  vez a la jovencita pelirroja -...¿tanto quieres a esta mujer, que estas dispuesta  entregar tu vida para salvarla?- preguntó  seriamente. La oji-miel asintió con su rostro lloroso

 

 

 

-he vivido todo la vida con ella...y sé cómo es y lo que ha hecho...pero ante todo es mi madre...y la amo...no le hagas daño, por favor-pidió la pelirroja menor.

 

 

 

-¿estás dispuesta a dar tu vida por ella?- preguntó el oji- turquesa, la chica asintió.

 

 

 

-bien- fue lo único que dijo. Haruna parpadeó repetidamente tratando de alejar de sus ojos la aglomeración de lágrimas que obstruía su vista. Y su corazón tembló de pavor al observar como Mason apuntaba con su varita justo en su rostro. Cerró los ojos  fuertemente temblando...pero nada sucedía.

 

 

 

-apártate- indicó frío y serio el líder de la hechicería. Haruna abrió los ojos ,sorprendida y  más asustada aun...

 

 

 

-¡pero...!- trataba de negociar.

 

 

 

-hazte a un lado- ordenó, empujando suavemente con el dorso de la mano el hombro de la muchacha quien destrozada se movía lentamente, la varita se fijó de nuevo en  Aikawa. Mason retiró con la misma el cabello rojo  de la mujer que cubría el pecho de la bruja, para al fin dejar ver un collar con un dije dorado y verde. Aikawa abrió mucho los ojos...¿Mason tenía planeado...?

 

 

 

-¡mátame, maldita sea!- exigió la bruja, con lágrimas de coraje en los ojos. Todos los usuarios de la magia alrededor estaban expectantes... ¿enserio, Mason haría lo que ellos creían que iba  a hacer?...

 

 

 

-ya me agradecerás luego esto. No seas egoísta.- regañó el menor severamente a la bruja quien miró a su hija aterrada...¿podría ella vivir con esa nueva vida?...¿estaría dispuesta a hacerlo ...por Haruna?...Bajó la cabeza. Mason lo tomó como la señal- Aikawa, usuario de la magia oscura, en este momento te serán retirados todos tus poderes, como señal de que has violado el reglamento supremo de la hechicería- Su varita brilló una única vez, sin embargo este resplandor invadió  todo, después...el rugido de dolor de Aikawa se escuchó por todo el lugar...

 

 

 

.

 

.

 

.

 

 

 

Misaki parpadeó varias veces antes de poder abrir sus ojos en su totalidad, observó a su alrededor, como el resto de las personas hacía lo mismo. Ese poder luminoso había sido bastante nocivo para su vista. Curioso  y casi desesperado fijó su mirada de nuevo hacia donde estaba aquél sujeto. Su mirada se abrió con mucha sorpresa...

 

 

 

-es...ella es...-

 

 

 

Frente al elegante sujeto recién llegado, que se presumí ser el líder de la magia, ya no estaba la fiera y elegante bruja pelirroja, sino una mujer bastante madura, de cabellos rojos opacados por canas blancas, arrugas en la cara y con postura levemente encorvada...¿que había sucedido?...

 

 

 

Los magos miraban a la que había sido quizás la más temida bruja convertida simplemente en una...humana común y corriente un ser sin magia. Haruna mostró una sonrisa complacida y corrió a abrazar a su madre.

 

 

 

-madre...madre...no te hicieron daño-

 

 

 

Aikawa miró con media sonrisa a Mason, mientras correspondía el abrazo de su hija. Bajó la mirada un poco pensando en sí debería decirlo o no...rio un poco...ya no tenía nada que perder...

 

 

 

-Mason...- llamó la pelirroja al muchacho, quien le prestó atención rápidamente.

 

 

 

-Luces...diferente- repitió con gracia. Haruna regresó  verlo también, al igual que todos los magos y brujos que habían escuchado aquel comentario...muy pronto tuvo la mirada de todos sobre él. Mason solo sonrió.

 

 

 

-ahora mismo me siento diferente, Aikawa

 

 

 

-¿y dime?... ¿hay alguien que reprenda a los líderes dela magia por romper reglas?- murmuró con una sonrisa sospechosa. Mason levantó una de sus cejas.

 

 

 

-¿lo supiste desde que llegué, no es así?- inquirió el mago.

 

 

 

-tal vez- murmuró la pelirroja.

 

 

 

-¿Por qué no dijiste nada?

 

 

 

-no...me pareció algo realmente importante... siempre odié esa regla- exclamó soltando una leve risa. Haruna volteaba de un personaje a otro, no entendía  de lo que hablaban. Los pocos que podían escuchar a su alrededor estaban absortos, quizás digiriendo la oíble noticia...quizás pensando en que si era “malo o bueno”...

 

 

 

-ummm-solo soltó el mago mirando a la bruja, quien le sonrió de nuevo antes de acercarse mucho a él para susurrarle

 

 

 

- ...tal vez solo le hacía falta este mundo alguien como tu...pero eso, es algo que nunca admitiré en público- exclamó con gesto fruncido. Mason la miró con sorpresa...y le regresó la sonrisa

 

 

 

Mason volteó su rostro hacia la multitud que lo miraba absortos, dudosos, y algunos hasta con el ceño fruncido...los segundos pasaban, y nada sucedía, pensó  que esto se alargaría más...hasta que el frío viento proveniente de las montañas heladas, que estaban cerca del lugar, inundó el lugar. El tupido fleco que cubría su rostro, fue víctima de las jugarretas de la fuerte ventisca, descubriendo  sus rostro con parsimonia, al igual que movía su pesado traje...La multitud de  usuarios de la magia no pudieron reprimir los comentarios y exclamaciones al ver el blanco rostro,  descubierto “por completo”, por primera vez...

 

 

 

-es...un doncel

 

.

 

.

 

.

 

 

 

Continuará...

Notas finales:

Chao¡¡¡, nos leemos....

Misagi * *


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