*Justo antes de que acabaran las actividades de los clubs…*
Lu se encontraba rumbo a la salida del instituto, cuando en eso fue interceptada por alguien detrás de ella quien la llamo. Giro la vista desconfiada y para su horrible suerte, ahí estaba la presidenta del consejo.
-Lu, ¿Podemos hablar?- Pregunto Erza a la menor.
Esta inmediatamente se dio la vuelta y decidió proseguir con su camino a la salida, hasta que la oji marrón la tomo de la mano a la fuerza.
-Presidenta, le pido por favor que me suelte- Dijo totalmente irritada la pelinegra.
-Solo un momento, necesito hablar contigo- Pidió la pelirroja.
La oji lila suspiro, sí que tenía la peor suerte para que justo se tuviera que encontrar con ella. Y para empeorar la situación, no veía a nadie que le pudiera servir como excusa para poder irse.
-Bien, ¿De qué se trata?- Lu no sabía el porqué, pero cualquier cosa que dijera la contraria seria el detonante perfecto para que toda la rabia que tenía dentro y que no pudo soltar en su momento, saliera a flote.
-Veras… Sé que lo que hice antes estuvo mal, y lo siento si es que herí tus sentimie…-
Grande fue la sorpresa que se llevó Erza cuando la menor le dio una bofetada que le dejo la mejilla roja. Vio a Lu y esta se encontraba llorando con amargura.
-No me vengas con esas estupideces… ¿No sabes cuánto me dolió cuando me cambiaste por él? ¡¿Tienes idea de cómo me sentí cuando te deshiciste de mi como si fuera un trapo sucio?!- Los ojos lilas enrojecieron y Lu salió pitando a su casa, dejando a una Erza totalmente culpable ahí mismo.
-Sabía que esto pasaría…- Dijo sobándose la mejilla y viendo a la contraria correr.
Lu ahora corría por las calles de la ciudad con una mezcla de amargura y tristeza dentro. Maldita sea la hora en que termino enamorándose de ella se repetía varias veces, ahora lo único que deseaba era llegar a casa y olvidar todo.
***
*Horas después, casi anocheciendo…*
Cierto peli purpura bajaba las escaleras de su casa para el asunto importante que tenía el día de hoy. Había llegado rápido a casa tras acabar su práctica de la tarde, se dio una ducha rápida y se alisto para aquel compromiso, aunque siendo honestos estaba con el corazón en la garganta.
Antes de salir de su casa vio nuevamente la nota de su madre, la cual decía que ella no volvería hasta pasada las 10, ya que tenía mucho trabajo en la oficina. Una vez que tuvo todo listo, el oji azul salió de casa y fue al punto escogido por su “querido” maestro. Casualmente, este había recibido un mensaje sobre cómo llegar a la cafetería por parte de Laxus, ¿Qué buena suerte, no?
Nanatsu llego a la cafetería, notando inmediatamente al mayor ahí mismo, sentado con un traje bastante elegante. Trago saliva y se acercó dónde estaba el rubio, el cual lo noto casi de inmediato.
-Honestamente pensé que no vendrías- El mayor lucia sorprendido, pero interiormente… ¿Feliz?
-Si no venía, seguro algo malo pasaba…- Soltó con ironía el peli purpura.
Paso un rato en el cual extrañamente no se dirigieron la palabra, hasta que el mayor tomo la palabra para cortar ese ambiente tan pesado y feo. El oji verde le preguntaba a su estudiante sobre cosas triviales como que tal iba en clases, sus pasatiempos y otras cosas.
El mayor pidió un café para ambos y dos tajadas de pastel de chocolate, sabia ligeramente que al peli purpura le gustaba. Una vez llegaron los pedidos, la plática continuo, pero para ser honestos el joven ahora se preguntaba porque demonios estaba el mayor siendo tan atento con su persona ¿Qué demonios buscaba con esta invitación? ¿Qué estaba tramando ese vejete?
Una vez terminaron, ambos salieron del local y el peli purpura se iba a ir, pero Laxus le pidió si le podía acompañar a recoger un encargo. Nanatsu acepto pero con dudas, siendo guiado por el rubio hasta cierto lugar donde se supone recogería el encargo, no sospechando que eso era una tapadera.
Una vez pasaron cerca de un callejón, el rubio jalo del brazo al contrario y lo llevo hasta un punto ciego del callejón.
-¿Qué crees que ha…?- El oji azul fue callado inmediatamente por los labios del oji verde, tras lo cual intento separarlo pero el contrario era más fuerte.
El beso que le dio Laxus se intensifico, el peli purpura podía sentir como la lengua del contrario profanaba su cavidad bucal no dándole tregua. Fue ahí que sintió la mano de Laxus entrar en sus pantalones, intento separarse cuando en eso sintió como la mano del rubio toco su miembro y comenzó a masajearle.
Las lágrimas de impotencia del oji azul escurrieron, el toque no era extraño ni nada, pero no quería que esto terminara con una violación a su persona. Cuando sintió como sus pantalones iban a ser retirados, se armó de valor y pateo en el estómago al mayor, dejándolo sin aire.
-¡Eres de lo peor, maldito viejo pervertido!- Dijo con total odio contenido. –No me importa si me acusas con el director, ¡No voy a seguir siendo tu juguete!-
Se arregló sus ropas y salió rápidamente de ahí, dejando al oji verde totalmente pensativo y bastante culpable por la situación.
-Supongo que es mi culpa… No debí usar eso para acercarme a él-
Laxus se reincorporo y se fue a su casa, sintiéndose culpable por lo que le hizo al peli purpura.
***
Nanatsu llego a su casa y se encerró en su habitación. Ya ahí, tomo una de sus almohadas y comenzó a golpearla imaginándose que esta era el odioso de Laxus, cada golpe era más fuerte que el anterior, descargo toda la ira que tenía contra el rubio desde el fondo de su corazón.
-¡Maldito sea! ¡Maldita sea!- Decía mientras lagrimas caían de sus ojos azules.
Se detuvo en seco y se dejó caer en la cama, quebrándose por completo, no importándole que alguien le escuchara, aunque sabía que su madre aun no llegaba.
-Yo no quería esto… No de esta manera, ¿Por qué a pesar de todo no puedo odiarle?-
Aquellos pensamientos dieron vueltas toda la noche en la mente del joven oji azul hasta que quedo profundamente dormido. Inconscientemente sabía que mañana tenía la competencia, así su sistema decidió mejor “desconectar” todo para que el joven estuviera listo para el evento de mañana.
***
Esa misma noche y en otra parte de la ciudad, Andrés e Hikari se encontraban terminando de completar un nuevo One-shot, el cual se le ocurrió a Hikari gracias a un comentario de su asistente que le hizo anteriormente. Las victimas esta vez eran nada más y nada menos que Gin y Eugeo, los cuales eran plasmados como una joven pareja que empezaba sus primeros días como convivientes.
Irónicamente, ahora se encontraban haciendo la parte pervertida, donde el personaje basado en Gin se encontraba manoseando a el personaje basado en Eugeo, el cual solo estaba usando un delantal de cocina.
-“E-Espera… la cena se quemara”- Decía aquel rubio al sentir como su amado peli plata tocaba una de sus tetillas y masajeaba su miembro.
-“No te preocupes, ahora solo quiero comerte a ti”- Soltó en tono pícaro el oji azul continuando con lo suyo y lamiendo la oreja del contrario.
-Hikari-san… ¿No cree que sus amigos se enojarían si ven esto?- El pelinegro se encontraba entintando las ilustraciones mientras sentía vergüenza ajena.
-No lo creo, siempre me aseguro de cambiar nombres- Dijo la peli rosa sin mucha importancia, provocando que a su asistente le recorriera un goterón.
-No me refería a eso- Pensó para sí mismo el oji morado.
Continuaron con su trabajo tranquilamente, hasta que la peli-rosa recordó algo importante.
-Por cierto Andrés, ¿No has pensando en unirte en algún club?- Pregunto la oji carmín. –Creo que te quedaría bien el club de drama o el de jardinería- Sugirió ella.
-No creo, no me gusta ensuciarme las manos con tierra, y en el club de drama siempre están usando vestuarios muy vergonzosos. Una vez hicieron un teatro para niños y se disfrazaron de animales como un zorro, un conejo, una oveja y otros- Explico el pelinegro.
-¿Y porque no te unes a un club deportivo?- Cuestiono nuevamente la mangaka.
-Lo atlético no es lo mío- Se excusó el asistente. –Además terminarías volviéndome un personaje para algunos de tus proyectos, Hikari-san- Pensó esto último temblando.
-Por cierto, ¿Has oído que vendrá un estudiante nuevo la próxima semana?- Lo dicho por Hikari llamo la atención del chico. –Al parecer proviene de una familia muy rica, ¿No viste la limusina que estaba afuera hasta antes del almuerzo?-
-No, y me sorprende que no dijera nada de esto durante el almuerzo- Dijo acusadoramente Andrés.
-Las chicas no tienen por qué revelar toda su información- Comento divertida la chica.
En ese momento la chica recordó otra cosa.
-Por cierto Andrés, mañana me iré a la editorial a entregar unas cosas, tienes el día libre- Explico la peli rosa.
-Bueno…- Internamente el pelinegro agradecía eso, pero realmente le gustaba pasar más tiempo con su amor platónico, especialmente un sábado durante todo el día… solos como si fueran pareja.
***
Sábado en la mañana, todo el equipo de natación se encontraba listo para la competencia en la entrada del instituto, aunque estos esperaban a una persona importante que faltaba.
Fue ahí que le vieron llegar, este se encontraba con unas ojeras bastante notorias, como si no hubiera podido cerrar los ojos durante toda la noche. Casualmente, la maestra Aquario se le acercó para regañarle.
-Lightmare, llegas tarde- La peli azul claro se cruzó de brazos.
-Lo siento sensei, no fue mi intención- Se excusó el peli purpura.
Una vez regañado, todos los miembros del club ya estaban presentes. Todos subieron al ómnibus que los llevaría a la competencia, y una vez todos preparados, el equipo de natación fue rumbo a la competencia.
Casualmente, Ren se había sentado con el oji azul por órdenes de la docente.
-Nanatsu ¿Qué ocurrió? No eres de quedarte dormido-Cuestiono el azabache.
-Nada, solo me quede dormido- Se excusó el peli purpura.
El heterocromatico decidió no preguntar más, pero tenía el presentimiento de que algo muy malo debió haber pasado para que el contrario llegara tarde. Claro que tenía razones para sospechar, ya que Nanatsu era increíblemente puntual cuando se trataba del club, no por nada era el capitán.
El viaje continuo tranquilamente, mientras los miembros se relajaban escuchando música, hablando entre ellos o chateando con el móvil.
***
Todo el equipo había llegado a la competencia para llevar otro gran título al instituto. En las gradas se encontraban los familiares de los concursantes, por una parte los de los miembros del equipo de Fairy y por el otro estaban otros equipos. La madre de Nanatsu se encontraba ahí a pesar de que llego tarde a casa por culpa de su trabajo, Lu y Yoshi también habían ido para apoyar al azabache de mechón albino. Honestamente para la pelinegra, sería divertido ver la expresión del chico cuando viera a su futuro hermanastro nadar.
-Lightmare-san ¿Cree que se la lleven fácil nuevamente?- Pregunto Lu a la mujer peli purpura.
-Seguro que sí, no hubo alguna vez en la que ellos no ganaran a pesar de todo- Comenta divertida la oji negro.
Yoshi veía a las otras dos conversar, ¿Tan buenos eran el equipo de natación? Bueno, ver para creer era lo que decía para sí mismo. Al decir verdad tenía curiosidad por saber cómo sería su nuevo hermano mayor, y ver qué era lo que le gustaba era un buen paso para ser más cercanos o eso pensaba el chico.
A propósito de esto, los bañadores competitivos del equipo eran bastante llamativos al decir verdad. Centrándonos en los de Nanatsu y Ren, los suyos eran bañadores competitivos con una franja vertical morada y azul, respectivamente.
Después de un rato de calentamiento, la competencia al fin inicio. Los estilos de natación que daban inicio eran las brazadas, al decir verdad todos iban emparejados; luego continuo el estilo espalda, siendo esta vez Ren quien salió en representación del equipo de Fairy.
Grande fue la sorpresa que se llevó Yoshi al ver lo rápido que iba el azabache, ya que de un momento a otro este había conseguido una gran ventaja para su equipo. Realmente era alucinante ver lo veloz que era el de mechón blanco en el agua.
Luego fue el turno de Nanatsu, el cual nadaba al estilo mariposa, uno de los más complicados y claves en la competencia. Claro que, tratándose del capitán del equipo de Fairy, esto resulto ser pan comido ya que el peli purpura era muy veloz e increíblemente resistente, por no decir de que desde pequeño había entrenado ese estilo de natación.
La última vuelta era estilo libre, en la cual otro miembro del equipo se lanzó rápido y prosiguió con la delantera para el instituto de las hadas.
Como era de esperarse, el equipo de Fairy gano sin mucha dificultad la competencia y fueron a recibir el premio, pero el heterocromatico podía notar la incomodidad y la falta de ánimo que tenía el peli purpura. Recordó lo que Filia Quinzel le había contado, preocupándose por el bienestar de su amigo y capitán del equipo.
***
Por otra parte, Hikari llego a la editorial para dejar algunas de sus propuestas a su editor en jefe. Llego al piso y fue tranquilamente hasta donde su jefe, le tomo un rato para que este aceptara las propuestas, además de gustarle todas y cada una por los conceptos y parejas. Cuando la peli rosa salió de la oficina y se iba a ir a casa para pasar el resto del sábado, diviso a una de sus primeras amigas que tuvo en la editorial desde que se unió a esta.
-¡Danny!- Dijo ella acercándose a la chica.
-¡Hikari-chan! Que sorpresa- Dijo esta al ver a la chica de cabello llamativo.
Dannysa “Danny” Noriyaki (19 años): Escritora de novelas shonen y amiga íntima de Hikari en la editorial desde que ambas iniciaron en esta al mismo tiempo. Su cabello es albino hasta por encima de los hombros lacio y de ojos verdes. Es proveniente del Reino Unido, pero se crio desde pequeña en Japón hasta que sus padres tuvieron que mudarse por temas de negocios.
-¿Vienes a dejar uno de tus trabajos nuevos?-Pregunto la albina.
-Sí, de seguro te gustaría leerlos, mi editor ya les dio el visto bueno-
-¿Acaso es la continuación de: “Mi dulce esclavo”?- Cuestiono emocionada la oji verde.
-Aja, uno de los que traje es ese-
-¡Que emoción! Ya quiero saber si Leonardo convertirá en vampiro a su dulce esclavo Esteban- La oji verde recordó la primera parte, cuando el vampiro capturo al chico y le quito la virginidad en plena luna nueva. Aquella imagen final del chico siendo llenado por la semilla del conde sobrenatural era exquisita para la vista.
-¿Y qué hay de ti, Danny? ¿Ya hiciste el capítulo de “The Dark One”?- Pregunto la oji carmín.
La historia que hacia Dannysa estaba basada en un mundo fantástico, donde una especie de criaturas llamadas “Los oscuros” eran como los elfos, solo que de piel pálida con iris de color rojo. Estaban en peligro de extinción por culpa de los humanos, y el deber del protagonista, el cual era un hibrido cuya madre fue humana y su padre un oscuro, su deber era proteger a los oscuros de los humanos y demostrar que ellos merecían un lugar en el mundo.
-Pues está a medio hacer, vine por algunas recomendaciones de mi editor y este me sugirió que para poner más drama a la historia- Explico la albina.
Ambas continuaron charlando y decidieron ir a por unos cafés a la cafetería cercana, pero cuando llegaron al ascensor para bajar a la primera planta, de este salió la peor pesadilla de la peli-rosa. Ahí estaba esa presumida de abanico y también de cabellos rosas, esta llevaba lentes negros pero sabía que los ojos azules de esta se encontraban igual de abiertos que los suyos.
No les tomo ni un segundo cuando ambas gritaron con todo pulmón.
-¡¿QUÉ HACES TU AQUÍ?!- Se escuchó por toda la planta, llamando la atención de los que iban por ahí y haciendo que Danny rogara a los santos que ambas mangakas no se agarraran a golpes o terminarían destruyendo todo el piso.