Una nueva semana comenzaba para varios de los jóvenes estudiantes del instituto, y como era de esperarse, nuestra querida y pervertida mangaka se encontraba dirigiéndose a su centro de estudios acompañada de su fiel escudero y mano derecha. Un poco extraño que lo definiera así.
Hikari le preguntaba algunas cosas a Andrés respecto a una idea que tuvo sobre voyerismo. Por supuesto que el chico solo afirmaba un tanto asustado, esperaba no ser una de las víctimas de la chica. Afortunadamente, la oji carmín le dijo que iba a buscar nuevos modelos para esta nueva idea, lo cual alegro al pelinegro.
Fue en ese momento en que vieron que varios chicos se agrupaban cerca de la entrada, lo cual llamo la curiosidad de estos. Al llegar, ahí estaban Gin y Eugeo, los cuales notaron su presencia un segundo después de que estos llegaran.
-¿Qué ocurre aquí?- Pregunto la chica a sus amigos.
-Míralo por ti misma- Señalo el peli plata a una limusina negra bastante lujosa.
-¡Oh! ¿Con que el chico nuevo ya llego?- Pregunto ella llamando la curiosidad de ambos amigos oji azul.
-¿Chico nuevo?- El rubio estaba confundido.
-Véanlo y sabrán- La oji carmín regreso la vista al auto, viendo que de la puerta delantera salía el chofer del mismo.
El hombre abrió la puerta de la parte posterior, saliendo de ahí un chico de cabellos castaños con toques blancos y ojos verdes, el cual vestía un uniforme bastante llamativo y de primera clase: este consiste en una camisa blanca y corbata roja con una chaqueta marrón, con pantalones piel y zapatos marrones. Seguido de él, un hombre canoso que lucía como el mayordomo del chico que bajo del vehículo.
La mayoría empezó a cuchichear cosas como: ¿Y este tipo porque tiene uniforme diferente? ¿Acaso es millonario? ¿Es un nuevo estudiante? ¿Quizás un empresario?
Fue en ese momento que la misma presidenta del consejo llego a la entrada seguida de otros dos miembros del mismo. Al verla, casi todos los estudiantes siguieron su camino dentro del instituto para no meterse en problemas con ella. Aunque nuestro grupito de 4 se quedó cerca fingiendo conversar para no llamar la atención.
Erza saludo respetuosamente a los adultos y paso darles la bienvenida. Después de un pequeño intercambio de palabras, la pelirroja le informo al nuevo estudiante que ella le guiaría hasta el despacho del director para que este le indicara cuál es su salón.
-Señorito, espero que lo pase bien en su primer día. Recuerde llamarnos en caso ocurra algo- Informo el adulto entregándole una caja de bento un poquito exagerada en tamaño. –Y si desea, puede usar este dinero que sus padres le envían. Úselo cuidadosamente y no exceda los gastos-
-Lo tendré en cuenta, gracias Alfred- El chico abraza al mayordomo de forma algo infantil, siendo correspondido por el adulto. Aunque nadie lo supiera, el mayordomo consideraba al señorito como su propio nieto.
Una vez se despidieron, la presidenta y el nuevo estudiante se dirigieron a la oficina del director, acompañados de otros dos miembros del consejo. Por supuesto, nuestro grupo de chismosos escucharon todo con detalle.
-Al fin algo de carne fresca- Un aura sombría rodeo a la peli-rosa, lo cual fue notado por los otros tres presentes.
Claro que el peli plata le jalo los cachetes a la contraria mientras le decía: “Ni se te ocurra”. Estos continuaron su camino para ir a clases, mientras oji azul y oji carmín discutían por lo reciente.
***
Las clases iban a comenzar muy pronto, siendo Erza la que escoltaba a Jack hasta donde estaba su nuevo salón. Una vez que este hablo con el director y todo estuvo hecho, este le pidió a la presidenta que lo llevara hasta su salón.
Una vez llegaron, el maestro de turno iba a empezar su clase pero se vio interrumpido cuando vio a la pelirroja ingresar al salón. Ella le explico la situación y tras un breve intercambio de palabras, el nuevo estudiante ingreso a la clase, llamando la atención de algunos curiosos que lo reconocieron como el ricachón que bajo de aquella limusina que estaba a la hora de entrada. La mayoría estaba curioso de ver que tal era ese chico, si era un cretino le harían la vida picadillo.
-Alumnos, este es su nuevo compañero. Preséntate si no es molestias- Dijo el adulto.
-Soy Neptune Jackson, Jack para abreviar, un gusto conocerlos a todos- El castaño-albino saludo respetuosamente, tras lo cual la mayoría vio que este era amistoso.
Pero ahora había una duda más: Si ese chico era millonario, ¡¿Qué hacía en un instituto como este donde normalmente los problemas y los accidentes estaban a la orden el día?!
Una vez le indicaron su asiento, este fue directo a él, sentándose y sacando sus cosas para poner atención a la clase. Fue ahí que un peli-naranja llego al salón a duras penas, pidiendo disculpas al maestro por llegar tarde ya que estaba en una reunión con su club.
El maestro acepto las disculpas y le ordeno sentarse, notando Jack que este se sentaba a su lado. Casualmente, el chico que recién acababa de llegar noto al nuevo chico por el uniforme tan peculiar, decidiéndose a saludarle.
-¿Eres nuevo, no es así? Un gusto, me llamo Alex- Dijo aquel oji azul extendiendo la mano.
-Mucho gusto Alex, yo soy Jack- Devolvió el saludo el de ojos verdes.
Así ambos comenzaron a hablar un poquito hasta que el maestro de turno le pidió a uno que resolviera un ejercicio de matemáticas que había dejado. Para sorpresa de Jack, su nuevo amigo no era muy bueno en la materia, por lo que una vez que no pudo resolverlo, el castaño-albino pidió resolver el problema.
Grande fue la sorpresa de todos al ver que este lo había resuelto sin ningún problema o complicación, lo cual hizo que todos se preguntaran: ¿Aceptaría ser mi tutor? Aunque claro, el más sorprendido de esto era Alex, el cual no podía creer lo inteligente que era aquel chico de quien se había hecho amigo desde hace unos minutos.
***
En otra clase, cierta pelinegra estaba anotando lo que el maestro de química decía, realmente era aburrida la clase de no ser porque se encontraba, disimuladamente claro, revisando su móvil para no aburrirse. Fue ahí que recordó el compromiso que tenía con su amiga ese día, preguntándose de que se supone que ella quería hablar.
Fue ahí que recibió otro mensaje, el cual decía: “Presta atención a la clase”. Giro la vista al lado y vio cómo su amigo azabache se reía por su travesura, lo cual hizo que esta girara la vista con notoria gracia y guardara el móvil. Continuo escribiendo lo que el maestro explicaba, aunque realmente esperaba que las clases acabaran de una vez.
***
La hora del almuerzo había llegado, y como era de esperarse, tanto Jack como Alex se encontraban comiendo en la azotea ya que el peli-naranja le dijo que ahí era más agradable comer y podías ver casi todo el instituto desde ahí. Al castaño-albino le molo la idea y tomo la caja del almuerzo que le había dejado su mayordomo. A primera vista el oji azul pensó que era una exageración, tras lo cual el oji verde también estuvo de acuerdo.
Cuando abrieron la caja de almuerzo, notaron que habían diferentes platillos que Alfred el mayordomo se había tomado la molestia de preparar para Jack. Y no era una exageración, una era unos rollos de huevo acompañados de hamburguesa casera condimentada con perejil y orégano y una ración de arroz blanco, algo parecido a una albóndiga turca o eso entendió el castaño-albino por lo que había escuchado. Otro platillo consistía en una serie de Onigiris los cuales llevaban dentro carne y zanahorias finamente cortadas. El tercero consistía en una sopa de miso acompañados con cebollas y tocino, el cual estaba a la temperatura ideal para que no se perdiera el encanto de tomar una buena sopa, graciosamente el estuche estaba bien asegurado. Finalmente, había un termo con té de cebada fresco para que todo el alimento pasara.
¿Qué si esto era una exageración de almuerzo? Para Jack lo era, pero para el famoso “pozo sin fondo del club de teatro” Alex Nyancko, esto podría considerarse un banquete de dioses. No era para menos, Jack le había dicho que se sirviera lo que deseara, tras lo cual el oji azul se encontraba devorando los Onigiris (Ya iba por el tercero) mientras Jack se encontraba en la mitad de la caja con la hamburguesa turca.
Algunos que pasaban por ahí pensaban que estaban haciendo como un picnic, lo cual causaba gracia genuina al ver a como uno de esos dos comía de forma infantil, casi parecía que podían ver un aura rosa y cola de perro en aquel chico peli-naranja.
-Gracias por invitarme de tu almuerzo- Alex paro de su gula para agradecer el detalle de su nuevo amigo.
-No hay de que, Alex. Siempre me dicen que la comida sabe mejor cuando la compartes- Jack soltó una risita al ver como su nuevo amigo decidió ir por su cuarto Onigiri, notando que habían rastros de arroz alrededor de la boca del contrario.
Jack tomo una de las servilletas y la uso para limpiar la boca de Alex, sorprendiendo a este último y ganándose miradas curiosas de alguna que otra chica que veían la escena como si un romance se tratara. Graciosamente, ese momento fue captado en foto por dos personas, una de estas era cierta peli-rosa que sonreía maléficamente por la nueva adquisición que había ganado.
-¿Hikari-san? ¿Sucede algo?- Pregunto Andrés al ver la expresión de la oji carmín.
-No, nada malo sucede. Todo lo contrario- Dijo ella riendo, asustando al pelinegro.
-Algo me dice que ella tiene una idea muy mala- Pensó para si el oji morado mientras lloraba internamente.
Otro de los que habían tomado la foto, era cierto pervertido que se encontraba almorzando con su prima, la cual veía curiosa como el contrario veía su nueva fuente de ganancias.
-Sabes, no quiero meterme en tus negocios, pero deberías ser más cuidadoso- Filia comía su panecillo tranquilamente, ganándose la atención del contrario.
-¿A qué te refieres?- Cuestiono Pancho.
-Si el consejo te hubiera visto en estos momentos tomando esa foto, ellos sabrían que eres tú el pervertido más buscado del instituto- La peli-chocolate término su panecillo y abrió la botella de agua que había comprado.
-¿Y cómo puedes estar tan segura que ellos me descubrirían?- Pregunta el de cabello multicolor.
-Estas usando la cámara del club de fotografía, tarado- Dice la oji miel señalando la cámara y haciendo que el oji negro se diera cuenta de su torpeza.
***
Al fin las clases habían terminado, estando ahora la mayoría de estudiantes a punto de irse a casa o directos a su club.
Ren se había despedido de Lu y fue directo a su club para poder relajarse en la tranquila y refrescante agua que le brindaba la piscina. Cuando estaba a punto de llegar a la salida, vio a un chico de cabellos rubios protegidos por un sombrero parecido al de los playeros y ojos esmeralda teniendo problemas con algunos sacos que al parecer contenían semillas de flores o algo así. Viendo con atención se dio cuenta que usaba unos guantes negros y que en su brazo habían una banda roja con la figura de una flor. Inmediatamente supo que era del club de jardinería y lo más probable es que fuera el líder.
-¿Necesitas ayuda?- Pregunto acercándose al rubio.
-¡Gracias! Me salvas de una buena- Dijo el oji esmeralda secando el sudor de su frente con un pañuelo que tenía en su bolsillo.
Ahora cada uno llevaba una bolsa de semillas hasta el club de jardinería, el cual no estaba al lado izquierdo del instituto. Una vez llegaron, dejaron las bolsas en el cobertizo del club.
-Muchas gracias en verdad. Ninguno de los chicos del club llegaba todavía, y como el encargo había llegado, necesitaba traerlos aquí pronto o se echarían a perder- Explico el rubio. –Oh por cierto, soy Sawada Emrrys, líder del club de jardinería-
-Mizumi Ren, soy del club de natación, un gusto-
-De nuevo gracias por tu ayuda. Si hay algo que pueda hacer para recompensarte, solo dímelo-
En ese momento se le encendió el bombillo al azabache. Ya que su padre no podía comprar un adorno floral para Aikawa-san sin que estuviera muy caro, y ya que este sabía que a su futura madrastra le gustaban los girasoles…
-¿Podrías hacerme un adorno de girasoles para el miércoles?- Pregunto el heterocromatico.
-Claro, no hay problema. Ven aquí después de clases y te daré el mejor arreglo de flores de las cuales mi club está orgulloso- Soltó bastante confiado el rubio.
Una vez lo dicho, ambos se despidieron y el de mechón blanco fue a su club corriendo al ver que llegaría tarde. Una vez llego, recibió el sermón del capitán; al parecer Aquario-sensei estaba ausente nuevamente el día de hoy.
-¿Por qué te tardaste tanto?- Pregunto Nanatsu al ver recién llegar al chico.
-Cosas mías – Dijo simple Ren.
-Bueno, ve a cambiarte inmediatamente, tenemos mucho que practicar- Ordeno el peli purpura.
***
Alex y Jack habían llegado a un restaurante de comida rápida ya que el primero le invito dado a que el último le había convidado de su almuerzo y él quería devolver el favor. El peli-naranja se sorprendió cuando vio la limusina que esperaba al castaño-albino fuera del instituto, aunque ya sabía que su nuevo amigo provenía de una familia bastante rica dado a la plática durante el almuerzo.
Llegaron al local y fueron directo a la barra para hacer su orden. Ahí Alex ordeno una hamburguesa doble con queso y un refresco de cola, mientras Jack encontró atractivo el combo de hamburguesa clásica con papas medianas y el mismo refresco de cola, pero en baso grande.
Si ambos tenían algo en común, era su debilidad por la comida chatarra.
Una vez listo los pedidos, ambos chicos recogieron las ordenes y fueron a su mesa, graciosamente el local estaba casi vacío, con excepción de una parejita y otros tres clientes que comían separados. Buscaron una mesa para sentarse, decidiéndose por una que estaba cerca de la ventana. Pero cuando estaban a punto de llegar, Jack se terminó resbalando y quedo empapado con el refresco de cola y con la hamburguesa que este transportada en su cabeza, las papas, la lechuga, el tomate y los condimentos estaban igual por el resto de su cabello y uniforme.
Los curiosos vieron la escena y no se esperaron los cuchicheos. Alex iba a acercarse a Jack, pero un empleado se le acerco rápidamente, curiosamente este tenía el cabello rubio bastante largo y algo salvaje, los ojos rojizos eran algo intimidantes junto con la expresión algo delincuente del chico. El uniforme que usaba era el de todos los empleados, teniendo una gorra y el traje de colores rojo y blanco.
-¿Estas bien?- Pregunto este dándole la mano al contrario.
-S-Si, gra… cias- Dijo entrecortado al ver al chico, algo en el llamo su atención.
-Si quieres podemos darte otra orden como cortesía, no te preocupes, son políticas del local- Explica este.
-S-Si, c-claro, no hay problema- Jack estaba más nervioso de lo usual.
El rubio fue hasta la barra para pedir una orden nueva, dejando a cierto peli-naranja intrigado por el comportamiento tan peculiar que había visto en Jack, ¿Era así de ansioso? Hablando de este, le pregunto al oji azul si podría decirle al empleado si la orden podría ser para llevar, el cual acepto y le dio la orden en una bolsa, disculpándose nuevamente por el accidente en el local.
Una vez salieron de la tienda, la limusina esperaba a ambos chicos fuera. Jack le propuso a Alex dejarlo en su casa, el cual acepto gustoso. Una vez llegaron a la casa del peli-naranja, este se despidió de su nuevo amigo y le dijo que lo vería en clases mañana.
Una vez dejaron al oji azul, el castaño-albino fue rumbo a su propio hogar, esperaba darse un baño y luego contarle a Alfred todo con detalle para que evitara entrar en crisis pensando que este había sido víctima de jugarretas por ser el nuevo.
***
Al mismo tiempo, Lu se encontraba esperando en casa a su amiga. Esta le había enviado un mensaje diciendo que debido a una reunión del consejo, sería mejor reunirse en la casa de la oji lila, la cual acepto y le dijo que no se olvidara el helado para agregar algo de humor.
Fue ahí que tocaron la puerta de la casa de la pelinegra, la cual fue a abrirla sabiendo que esa forma de tocar era clásica de su mejor amiga. Y efectivamente, al abrirla ahí estaba ella.
Aquella chica tenía el cabello negro realmente largo hasta la mitad de su espalda, una parte de este cubriéndole la parte izquierda del rostro, se podían ver unos ojos ambarinos muy curiosos pero atrayentes para cualquier chico iluso. Para finalizar, ella vestía el mismo uniforme blanco femenino que representaba al consejo estudiantil.
-Zarena, pensé que no vendrías- Lu dejo pasar a la chica, la cual entro gustosa no sin antes chocar puños con su compañera desde jardín de infantes.
-Yo no rompo mis promesas, Lu. Tengo noticias muy interesantes para ti, y creo que esto nos ayudara a pasar el rato- Dijo la de cabellos negros largos mostrando la bolsa que tenía con los potes de helados. Obviamente uno para cada una.
Zarena Kobayashi (18 años): Estudiante del instituto Fairy, miembro del consejo estudiantil y amiga íntima de Lu desde pequeñas. En un principio autoritaria y parece seria, Zarena es una gran cómplice y amiga de Lu desde jardín de infantes, además de saber mucho respecto a la relación que tenía la oji lila con la presidenta del consejo.
Ambas fueron a la mesa, realmente tenían una charla muy interesante que entablar según la oji ámbar.
***
En otra parte de la ciudad, el chico rubio del restaurante se encontraba llegando a su domicilio.
Llego a su casa después de que acabara su turno, teniendo una bolsa con una hamburguesa y papas en su mano. Rápidamente abrió la puerta y casi al instante fue recibido por una chica de 10 años, de cabellos igual rubios pero lacios cortos y de ojos ambarinos.
-¡Bienvenido, Zan-nii!- La pequeña abrazo a su Onii-chan, el cual correspondió el gesto.
-Estoy de vuelta, Niki- Dijo el chico separándose de la niña y quitándose los zapatos. –Mira, te traje tu favorito: Una con queso y papas con pimienta- El mayor le mostro la bolsa a la rubia, la cual dio un brinquito de alegría.
-¡Gracias!- La oji ámbar iba a tomar la bolsa de comida, pero el rubio la detuvo.
-¿Hiciste tu tarea?- Pregunto el oji rojo.
-Si la hice- La niña hizo puchero y se cruzó de brazos.
-Bueno, te creeré. Ve a lavarte las manos para que comas-
-¡Yai!-
La niña fue hasta el baño mientras el rubio soltaba un suspiro divertido. Ahora tendría que revisar la tarea de su hermana menor para asegurarse que en realidad se merecía el premio.