*En casa de Lu*
Ambas amigas pelinegras se encontraban en la mesa discutiendo sobre lo que la miembro del consejo estudiantil tenía que informarle a la contraria. Grande fue la sorpresa que se llevó la oji lila cuando la oji ámbar le soltó la bomba.
-¿Me estás diciendo que la presidenta…?- Lu se detuvo de comer su helado, algo muy raro en ella.
-*Sigh* Si, ella está muy arrepentida de lo que te hizo. Últimamente se equivoca en el papeleo y entrega de informes, no sé cuántas veces hemos tenido que quedarnos a corregirlos- Zarena no parecía alegre al decir eso, realmente odiaba el papeleo.
-¿Estas segura de eso?- La pelinegra parecía curiosa de la respuesta.
-¿Tengo la necesidad de mentirte?- La chica dio otra probada a su helado. –Aunque, ¿Para qué quieres saber más del tema? ¿Acaso aun tu sientes algo por ella?- La pregunta de la pelinegra descuadro a la contraria.
-¿Q-Que t-tonterías dices? Yo ya lo supe…-
Lu no continúo cuando Zarena le quedo mirando con los ojos entrecerrados, acusadoramente.
-Ahora dilo mirándome fijamente. Si desvías la mirada a la mínima, no te creeré- La de larga cabellera fijo su mirada en la contraria, logrando que Lu se incomodara e inmediatamente girara la vista, dejando a la oji ámbar como ganadora.
-Ugh, odio cuando haces eso- La pelinegra se cruzó de brazos notoriamente disgustada.
-Enserio sigo sin entender cómo puedes seguir queriéndola después de lo que hizo, pero bueno, no es mi vida- Zarena continuo comiendo su helado, notando como su amiga ahora estaba decaída. –Bueno, mejor pasemos a la otra razón por la que vine-
-Bueno, ¿Qué otra cosa tienes que contarme?-
-¿Qué te parece si torturamos a la presidenta?- Propuso ella maliciosamente, ganando la atención de la contraria.
-¡¿Eh?! ¿Pero eso…?- Lu iba a protestar, pero su amigase adelanto.
-Anda, será divertido ¿Después de todo no perdonarías a la presidenta por todo lo que te hizo, verdad? – Zarena se le quedo mirando a Lu, notando que la oji lila lucia incomoda con la idea. –Eres demasiado piadosa, primero escucha y luego juzga ¿Bien?-
-De acuerdo, ¿Qué tienes en mente?-
Zarena comenzó a explicarle su plan a Lu, la cual rápidamente negó al escuchar todo lo que su amiga le propuso.
-¡No haremos nada de eso!- Dijo rápidamente regresando a su postre frio.
-Que aburrida, ¿Qué tiene de malo mi idea?-
-¡¿Quieres sabotear todo para sacarla del consejo?! ¡¿Estás loca?!- A pesar de que la pelinegra estuviera resentida y tuviera un poco de rencor contra la pelirroja, la idea de Zarena era demasiado descabellada.
-Bueno, creo que exagere en pesar eso. Pero en su lugar, tengo otra idea-
-¿No es nada ridículo y complicado, verdad?-
-Que rudo de tu parte, no se trata de nada malo, solo haremos que sienta celos- Tras lo dicho por la chica de mechones largos, la oji lila abrió los ojos y mantuvo una expresión confusa.
-¿Celos?-
-Aja, consiste en que necesitaremos que alguien se haga pasar como tu pareja cuando ella este cerca. Tendrán que actuar como novios y todo eso para sacarle celos, y luego haremos que ella sufra lo mismo que tuviste que pasar tú- Esto último lo dijo mientras estrellaba su puño en la palma de su otra mano.
-Zarena… aunque me halago tu idea, no creo que sea posible. Por el momento estoy bien solo ignorándola, además no tenemos a nadie con quien hacer eso-
-¿Y qué hay del ojos raros?- Cuestiona la oji ámbar terminando su helado.
-Aunque él aceptaría, no quiero meterlo en problemas con la presidenta. Además, ella ya sabe que solo somos amigos, que seamos pareja de la noche a la mañana es solo un estúpido cliché de los mangas de romance- Lu termino de comer su helado y soltó un suspiro.
-Bueno, no haremos nada que no quieras, después de todo ya me encargare de que ella pague poco a poco por lo que hizo- La oji ámbar paso a ver la hora, sorprendiéndose. –Rayos, debo volver a casa y hacer los deberes-
Zarena se levantó de la silla y fue rápidamente por su maleta. Lu la acompaño hasta la puerta.
-De cualquier modo, piensa un poco en lo que te propongo. Nos vemos mañana-
Ambas pelinegras se despidieron, regresando la oji lila dentro de su casa siendo vista por la contraria. La oji ámbar emprendió su camino a casa, soltando un suspiro cansino.
-No hay duda alguna que es muy piadosa con todos… incluso con quien no lo merece- Soltó la pelinegra continuando con su recorrido. –En fin, supongo que debería comprar algo para comer-
Zarena decidió pasarse por una tienda para comprar algo de comer. Aunque ella quisiera pecar y comerse una deliciosa hamburguesa, tenía que pensar en los gastos de la semana o de seguro terminaría pidiendo dinero a algunos ilusos del instituto con lo que ella llamaba su “Encanto sombrío”.
***
En casa de Hikari, nuestra simpática mangaka se encontraba finalizando una nueva locura que se le había ocurrido gracias a la foto que tomo justo el día de hoy. Andrés se encontraba con ella como de costumbre, terminando los deberes que le habían dejado ese mismo día.
-Qué lindo es cuando la inspiración llega de golpe- La peli-rosa acomodo las hojas y se los paso al pelinegro para que lo lea.
-Hikari-san… ¿No podríamos dejarlo para otra ocasión?- Internamente el oji morado no quería traumarse justo ahora.
-Anda, no seas malito, hazlo por mi ¿Si?-
Listo, esa maldita frase hizo que el asistente tomara las hojas y decidiera leerlas. Ya estaba mentalizado para cualquier cosa que su amor platónico hubiera hecho.
*-w-*
El chico estaba esposado a las rejillas con unas esposas, su cuerpo se movía al ritmo de las estocadas que le daba el contrario, su miembro se encontraba escurriendo el líquido pre-seminal, manchando la mano de su agresor por completo, quien besaba su nuca y espalda dejando algunas mordidas de paso.
-Esto no hubiera pasado si hubieras aceptado de buenas a primeras, principito- Dijo aquel sujeto joven de chamarra oscura. –Para ser el Kaichou, eres un verdadero pervertido, ¿Qué pasaría si alguien supiera que lo haces con el estudiante con peor reputación de la escuela?- Susurra este en la oreja de aquel oji verde para luego morderla y seguir embistiéndole, ahora más rápido que antes.
No fue mucho para que ambos terminaran corriéndose, siendo el chico esposado quien sentía las fuerzas desvanecerse de su cuerpo. Lamentablemente la cosa no acababa ahí, ya que fue rápidamente girado y penetrado nuevamente, soltando gemidos más fuertes al sentir como el contrario le embestía más fuerte.
Estaba sentenciado, lo único que podía hacer era dejarse y ya, ese maldito delincuente le tenía comiendo de su mano. Nadie debía saber sobre su trabajo nocturno en aquel mal de mala muerte, pero no tenia de otra si quería pagar las deudas causadas por su familia. Su destino estaba en manos de aquel delincuente acosador.
*-w-*
No era sorpresa que Andrés terminara desmayándose por aquello como de costumbre, tras lo cual Hikari sabía que estaba muy buena la idea que plasmo.
-Hmm, creo que le preguntara la opinión a otra persona para estar seguros…- Fue en ese momento que el móvil de la peli-rosa sonó.
Ella fue a contestar la llamada, llevándose la sorpresa al ver que era justo la persona que tenía en mente.
-Danny, que sorpresa… Justo te iba a llamar por eso mismo… Si, si bien recuerdo mañana los docentes reunión y por eso saldremos antes… ¡Perfecto!... –En eso la chica vio a Andrés y se le ocurrió algo. -¿No te gustaría conocer a mi asistente en persona?... No, seguro que él acepta… Bien, nos vemos a esa hora-
La llamada finalizo, teniendo la oji carmín una sonrisa triunfal al mismo tiempo que macabra. Si las cosas iban bien, le sacaría provecho a esa nueva idea que había plasmado.
***
Jack se encontraba cenando en su domicilio, cuando en eso sintió un escalofrió recorrer su espalda y termino soltando el tenedor, sorprendiendo a su mayordomo que le acompañaba en ese momento.
-¿Señorito? ¿Se encuentra bien?- Pregunto este levantando el tenedor.
-S-Si, solo me distraje un poquito-
-Bueno, si usted lo dice- El adulto se llevó el cubierto sucio, tras lo cual Jack tomo otro de los que estaba en la mesa.
No era extraño que cenara solo, sus padres usualmente hacían viajes de negocios ya que su familia administraba hoteles bastante lujosos y de primera clase, aunque su preferencia estaba más enfocada en las posadas estilos japonés antiguo. Realmente eran bastante frecuentadas por turistas y alguna que otra celebridad.
-¿Qué demonios fue ese escalofrió?- Pensó ya obteniendo su tenedor nuevo y volviendo a comer.
Graciosamente fue parecida a la sensación que tuvo al ver a ese chico rubio del local de comida… pero esa fue mucho más… impactante. La que había sentido hace un momento… le daba una mala espina realmente increíble…
***
La noche había avanzado, y en otro edificio de apartamentos, Dannysa estaba terminando de escribir otro capítulo de su serie. Le había costado un poco sacar un giro inesperado, pero termino satisfecha con la idea que le provisiono su editor.
En la escena se podía ver al protagonista hablando cara a cara con el rey del reino que se oponía a los oscuros.
-Usted y yo no queremos que esto acabe en un derramamiento de sangre, pero no me deja otra opción si continua con sus ataques hacia mi gente- Decía firmemente el hibrido.
-Bien entonces, nos veremos las caras en el campo de batalla. Tu “gente” será erradicada como los monstruos que son y desearas no haber preferido mantener tu lado humano- Tras lo dicho, el rey y su ejército se retiraron del lugar, dejando en claro que la guerra se llevaría tal y como fue dicho.
-Listo, con eso bastara por el momento- Dijo feliz la albina tomando de su té helado.
Se levantó de su escritorio y se estiro un poco, realmente el trabajo duro valía mucho, especialmente cuando le llegaron cartas a la editorial de algunos fanáticos diciéndole que la historia les encantaba.
Ahora que lo pensaba, le extrañaba que Hikari quisiera presentarle a su asistente, ¿Quizás a ella le gustaba él y por eso quería que fuera la primera persona en saberlo?
Lo pensó por un momento pero luego negó con la cabeza, ella no era del tipo de persona que termina enamorándose así como así. Al decir verdad nunca le vio mostrar sentimientos por nadie.
-Debe ser lindo gustarle a una persona, ojala tuviera alguien con quien poder tener esa clase de relación- La oji verde paso a ver su libreta de notas, observando la nueva idea que le mostraría a su amiga mañana. De seguro alguno de los personajes que escribió ahí le serian de ayuda a su amiga para nuevos proyectos.
***
La mañana había llegado como de costumbre, aunque aún era muy temprano.
Como era de esperarse, los que pertenecían al consejo estudiantil tenían que ir al instituto un poco antes para poder hacer los típicos asuntos del consejo estudiantil.
Kaien se encontraba dirigiéndose tranquilamente a su centro de estudios, pero realmente estaba cansado al tener que madrugar y comer su desayuno a la volada. Fue ahí que alguien le llamo por la espalda, lo cual llamo la curiosidad del pelinegro, pero cuando volteo para ver quien le había llamado, se terminó sonrojando como tomate al ver que era…
-¿S-S-Sting?- El oji verde se sonrojo ligeramente al ver al contrario con su típico uniforme del equipo de beisbol. -¿T-Tienes practica matutina?- Pregunto para evitar que notaran su ansiedad.
-Así es, como hoy las clases no duraran mucho, el entrenador dijo que mejor era hacer la práctica temprano para tener la tarde libre, ¿No es genial?- La típica sonrisa del rubio hizo poner más inquieto al de coleta. -¿Qué hay de ti? ¿Tienes tiempo libre?
-S-Si, s-suena genial, pero es una lástima que eso no vaya para los del consejo como yo- Internamente Kaien lloraba por su mala suerte. Quizás aprovecharía para invitar al oji azul a tomar algo o quien sabe, cualquier cosa para ser más cercanos.
-No creo que eso sea necesario, Akatsuki-kun-
Una voz femenina apareció detrás de ellos, notando el pelinegro que se trataba de otra de los miembros del consejo estudiantil. La pelinegra se acercó saludando gentilmente a ambos chicos.
-¿Kobayashi-san?- Dijo el oji verde atónito al ver a la de ojos ámbar como si de un fantasma que acababa de aparecer.
-Haremos la reunión bastante rápida y precisa el día de hoy, así que dudo que nos tome mucho tiempo dado a que habrá la junta docente. Además…- Ella jalo a Kaien para poder susurrarle algo. –No desaproveches la oportunidad, yo te cubro- Dijo está soltando al chico.
-B-Bueno, entonces creo que si tendré tiempo…- Respondió el chico del consejo ligeramente rojo.
-¡Estupendo! Espérame en la entrada a la hora de salida. Nos vemos después- Sting salió pitando o llegaría tarde a su práctica, y como era el capitán del equipo eso se vería mal.
Una vez se fue, Kaien salió del shock y paso a mirar a la contraria.
-¿P-P-P-Porque hizo eso, Kobayashi-san?- Regaño el pelinegro.
-Te estoy haciendo un favor, Akatsuki. No es necesario ser un genio para saber que te gusta el chico rubiales del club de beisbol- La chica suspiro y negó con la cabeza. –Tienes buen gusto, el realmente es alguien muy lindo…-
El pelinegro vio que la chica tenía una sonrisa que le daba muy mala espina, ¿Acaso a ella le gustaba Sting? Afortunadamente la pelinegra vio eso y soltó una risita burlona.
-Tranquilo muchachote, no te quitare a tu adorado Senpai- Zarena continúo su caminar tranquilamente, pero se detuvo y giro la vista. –Si no te apresuras llegaras tarde y la presidenta te hará quedar más tiempo- Dijo para continuar su andar.
El pelinegro de coleta reacciono y continuo con su marcha al instituto, ¿Qué se traía ella en manos? Y además ¡¿Desde cuándo ella sabía que él se moría por Sting?!
Continuo su andar realmente avergonzado y feliz, si todo salía bien, iba a poder tener una cita con su adorado crush. Él hubiera gritado de la felicidad en ese momento, pero se vería jodidamente raro.
***
La hora de entrada regular para los estudiantes había llegado, varios de estos se encontraban llegando al instituto en grupos o en solitario. Como era de esperarse, Filia y Pancho iban de camino al instituto como todos los días de forma tranquila mientras conversaban.
Hasta que la peli chocolate y peli arcoíris vieron llegar al mismo tiempo a dos albinas que se quedaron estáticas al verlos. Mala situación para que eso pasara, era lo que se decían tanto Pancho como Lisanna internamente.
Tanto oji azul como oji miel se vieron por unos segundos, pero cuando la mayor iba a decir una cosa, Filia la ignoro olímpicamente y continuo con su caminata a las casillas. Esto descuadro por completo a la albina menor y al oji negro, el cual fue a seguirle el paso a Filia esperando que esta no golpeara a nadie por la cólera de ver a la que la abandono abruptamente.
-Mira-nee, ¿Te encuentras bien?- Pregunto la chica a su hermana mayor.
-Ella me odia… no la puedo culpar por ello, toda la culpa es de nuestro padre- Soltó simple continuando su andar junto a su hermana.
***
Dejando las cosas de la entrada, en el despacho de la consejo estudiantil, Erza se encontraba revisando una solicitud de intercambio de un estudiante de otro instituto que iba a ser transferido por parte del instituto Pegasus. El director le dijo que ese chico empezaría a partir de mañana, cosa que descuadro a la pelirroja por completo, ¿Por qué un nuevo estudiante comenzaría mañana en lugar de la próxima semana? Bueno, era mejor no juzgar.
Ella veía el expediente del chico, notando que tenía buenas referencias y su apariencia no estaba nada mal, pero como era de esperarse, no era de su gusto.
En ese momento llegaron Kaien y Zarena, los cuales habían regresado de patrullar el instituto como de costumbre.
-Kaichou, ya terminamos de explorar donde nos asignó. Todo sin problemas en los alrededores del instituto- Explico la pelinegra jugando con su cabello.
-Ningún inconveniente en los salones, todo está perfectamente- Añade el pelinegro de coleta.
-Perfecto, pueden regresar a sus salones- Indico la oji marrón.
Los chicos obedecieron y se fueron mientras Erza también iba a hacer lo mismo.
***
En el club de jardinería, Emrrys se encontraba regando las flores como era costumbre antes que el sol saliera en todo su esplendor. Fue ahí cuando vio que una figura aproximarse, específicamente quien le había ayudado ayer con su problema.
-Hola, Sawada- Saludo Ren al llegar donde estaba el chico.
-Mizumi-san, que inesperada sorpresa, ¿Qué te trae por aquí?- Pregunto este terminando de regar las flores.
-Bueno, quería preguntarte si de casualidad tienes lirios blancos- Pregunto este intentado no sonar muy exigente.
-Claro que tenemos, ¿Quieres unos cuantos por casualidad?-
-Sí, pero ¿Crees que me los podrás dar a la hora de salida? Tengo… un compromiso-
-Claro, no hay problema alguno. Pásate por aquí a esa hora y te los daré-
Una vez acabaron de charlar, ambos se despidieron para ir a hacer sus respectivas cosas. Aunque ahora que lo pensaba el rubio, ¿Por qué era como si los ojos del azabache estuvieran vacíos?
***
En la sala de profesores, algunos de esos se encontraban preparados para ir a sus respectivos salones, aunque algunos se quedaban para terminar algunas cosas pendientes. Fue en ese momento que uno de los docentes de turno se acercó al lugar donde estaba el nieto del director.
-Dreyar-sensei, un estudiante le busca-
Laxus vio en la puerta y se llevó la sorpresa de su vida al ver a Nanatsu ahí. No perdió tiempo y fue a donde estaba el peli purpura.
-¿Qué se le ofrece, Lightmare?- Pregunto el rubio.
-Quisiera hablar con usted… a solas- Dijo este seriamente. Tenían que dejar muchas cosas en claro.