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Gekkan yaoi Hikari-chan por Luz neko fullbuster

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Notas del capitulo:

Asis: Ya era de actualizar este fic, creo que em demore pero no me culpen xd.

Disfruten del cap

Aquella persona que cayó del árbol se le hacía muy conocida a Andrés. Fueron segundos cuando recordó que este era uno de los estudiantes del salón contrario…

-Tu eres…- Dijo el pelinegro intentado recordar pero…

-Está bien, me descubriste, soy Pancho del salón vecino al tuyo. Soy el fotógrafo del que todos en la escuela hablan- En eso el peli arcoíris se puso en oración frente al confundido Andrés. -¡Te lo ruego por favor, no vayas con el consejo estudiantil y me acuses, hare lo que sea pero no le digas nada a nadie, si mi prima se entera me matara a golpes! ¡¡No quiero morir por esa chica gorila!!- Explico el oji negro llorando exageradamente.

Okey, Andrés solo iba a decir que se le hacía conocido por que era del salón vecino, pero nunca espero que aquel chico extraño revelara su propia identidad el mismo. Menudo idiota fueron las palabras que uso el pelinegro para calificarlo.

-De acuerdo, no le diré a nadie. Tu secreto está a salvo conmigo- Dijo el oji morado.

-¡Gracias! ¡Gracias! ¡A partir de ahora, si necesitas algo puedes pedírmelo!- Dijo el oji negro con brillo en los ojos.

-En realidad, hay algo que solo tú y tus habilidades de fotógrafo pueden hacer…-

Andrés se acercó y le explico el plan a Pancho. Una sonrisa maliciosa apareció en el peli arcoíris tras escuchar el pedido del pelinegro.

-¿Fotografías comprometedoras del equipo de futbol?, eso es sencillo, déjalo en mis manos- Menciono el oji negro levantándose.

-Cierto, ¿Te importaría darme tu número? Ya sabes, para quedar en donde me entregaras las fotos- Explico el oji morado.

-Buen punto-

Luego de intercambiar números de celular, Pancho se despidió de Andrés y fue a cumplir su misión impuesta por su nuevo confidente y cliente. Por su parte, el asistente estaba agradecido por el golpe de suerte que le había dado Dios.

Andrés fue con dirección a su salón para continuar con su rutina, esperando que Pancho cumpliera bien con el pedido. Si tenía esa fama, debía ser por algo.

***

-Bien, recuerden hacer las preguntas de las páginas 35 y 36- Menciono el maestro al finalizar su clase.

Al fin las clases habían terminado y los alumnos guardaban sus cosas para irse a sus domicilios. Andrés estaba listo para salir del aula pero en eso su móvil vibro y este lo saco para ver quién era, dándose con la sorpresa de que se trataba de Pancho.

-“Ya tengo las fotografías, te van a encantar. Espérame en la entrada del instituto”-

El pelinegro termino de leer y suspiro satisfecho, ese chico por lo visto era un profesional en lo que hacía. Totalmente sereno, este se encamino a la salida del local de estudios.

***

Andrés se la paso esperando por cinco minutos cuando en eso su móvil volvió a sonar. Este pensó que tal vez era Pancho pero su sorpresa fue que no se trataba de este, sino de Hikari.

-“Necesito que vengas a mi casa, tenemos trabajo que hacer. Compre donas, ¿Podrías comprar un poco de café para acompañar? Gracias n.n”-

Al oji morado le recorrió un goterón por la cien al terminar de leer. Obviamente el iría a la casa de la peli rosa para sorprenderla con las fotos, no para trabajar. El pelinegro suspiro derrotado mientras guardaba su móvil, cuando en eso escucho algo.

-Pss, oye- Se escuchó la voz de alguien, Andrés vio de un lado a otro buscando. – Oye, por aquí-

El asistente vio bien y pudo ver como Pancho se escondía en un arbusto mientras le hacía una señal para que se acercara. Ahora el pelinegro confirmaba que ese tipo era realmente extraño mientras se acercaba.

-¿Y bien? ¿Lograste conseguirlas?- Pregunto el oji morado.

-Jeje, tu qué crees- Menciono el peli arcoíris mostrándoles varias fotos que saco de su bolsillo. Todas ellas del equipo de futbol.

Andrés se quedó de piedra al ver las fotos, cada una más pervertida que la otra: en las primeras se podía ver a los chicos del equipo cayendo unos encimas de otros debido a que estos tropezaban y perdían el equilibrio, o eso creía el pelinegro. Luego estaban otros en los vestidores, estos estaban o bien cubiertos solo por una toalla o bien en ropa interior. Oh, pero la cereza del pastel fueron las ultimas fotos en las duchas, en esta se podían ver a varios de los chicos desnudos dándose un baño o algunos se ayudaban entre sí para poder lavarse, pero lo que más le llamo la atención fue una donde se podía ver a Gin y Zele peleando mientras sus compañeros intentaban separarlos.

-¿P-P-P-Pero como le hiciste?- Dijo incrédulo el oji morado.

-Te dije que era un profesional, además aproveche para robarle la ropa interior a algunos- Menciono el oji negro mostrando dos bóxer: uno negro y otro azul.

-¿Y para que rayos quieres eso?- Pregunto Andrés un poco asqueado.

-Tengo negocios aparte- Explico Pancho.

-Enserio muchas gracias, ¿Cómo puedo recompensarte?- Pregunto el pelinegro guardando las fotografías.

-Ábrete de piernas y deja que te la meta-

El peli arcoíris termino recibiendo un fuerte puñetazo por parte del pelinegro. Ahora mismo en la mente de Pancho, aquel golpe era parecido al que le daba su malvada prima.

-Solo era una broma- Se excusó el oji negro sobándose la mejilla.

-Una de muy mal gusto en mi opinión- Respondió el oji morado.

-Bueno, si quieres recompensarme, ¿Podrías comprarme un copia de cualquier manga de esta autora?-

Pancho le mostro una foto en su teléfono móvil al asistente y para el horror de este último, el nombre de la autora era demasiado familiar para él.

-¿Ai Koma?- Dijo incrédulo Andrés.

-¡Me fascina mucho sus trabajos! ¡La forma en la que plasma el BL! ¡Todo tipo de relaciones en diferentes ámbitos! ¡Enserio es mi ídolo!- Explico entusiasta el peli arcoíris mientras fuego salía de sus ojos.

-Pues… créeme que si te puedo conseguir una copia- Menciono el oji morado.

-¿Enserio? ¡Ah, muchas gracias!- Dijo el oji negro abrazando al contrario de felicidad.

Después de ese extraño suceso, Pancho se despidió de Andrés, tras lo cual este último fue con dirección a la casa de su querida jefa y amor platónico. Ahora mismo el asistente creía que, para su mala suerte, las personas de las que era amigos eran una banda de locos con hobbies muy raros.

***

-¡¡¡No me lo creo!!!- Grito emocionada Hikari al ver el regalo de Andrés. -¡¡Muchas gracias, Andrés!! ¡Sabía que podía contar contigo!- Dijo feliz la peli rosa mientras seguía viendo las fotos con brillitos y corazones a su alrededor.

-No hay de que, Hikari-san- Respondió el peli negro mientras bebía de su taza de café.

-No tengo como recompensártelo… Oh, ya sé cómo-

La oji carmín fue con dirección a su escritorio y de ahí saco algo de uno de sus cajones. Esta lo oculto detrás de su persona y volvió a donde estaba su asistente.

-Cierra los ojos Andrés- Menciono la peli rosa.

El oji morado los cerró esperando que se tratara de un beso o alguna muestra de afecto por parte de su amor platónico. Este se pudo nervioso cuando sintió como Hikari tomaba su mano, pero luego sintió algo en esta.

-¡Tara! ¡Ábrelos!-

Andrés obedeció pero se llevó una terrible desilusión cuando vio que lo que estaba en su mano eran dos mangas Yaoi creados por su jefa. Reconocía ambos, uno era de temática al estilo vampiro, donde uno de estos sangrientos monstruos tenía como esclavo a un joven rubio al cual tenía para su placer personal. El otro era parecido a Ariel la sirenita, donde un chico de esta especie coleccionaba varias cosas del mar hasta que conoció a un chico pescador del cual se enamoró, a pesar de que su padre se oponía a la relación entre especies.

-Gracias, Hikari-san…- Dijo con el mejor rostro posible el pelinegro.

-Sabía que te gustarían. Bien, no tenemos mucho tiempo, regresemos al trabajo- Dijo inspirada la oji carmín.

-Si…- Respondió el oji morado.

Mientras ambos chicos continuaban con los dibujos y manuscrito, Andrés tuvo una brillante idea. Él no tenía ninguna utilidad para esos mangas, pero sabía a quién le encantaría tenerlos…

***

Al día siguiente, Andrés cito a su nuevo contacto a reunirse en el mismo lugar donde se conocieron para que, según él, le diera una sorpresa. El pelinegro espero unos minutos cuando al fin hizo aparición Pancho.

-¿Y bien?- Dijo emocionado cual niño el peli arcoíris.

-Ten, espero te gusten- Menciono el oji morado entregándole los mangas que Hikari le había dado ayer.

-¡No puedo creerlo! ¡¡Y están firmados por la autora!!- Dijo llorando de felicidad el oji negro.

Afortunadamente Andrés había aprendido a copiar la firma que usaba la peli rosa.

Después de un intercambio de palabras,  el pelinegro se despidió del contrario y se fue con dirección a su salón. Ni bien llego a este, entro un docente explicando que el profesor de turno no vendría y que anotaran la tarea que este dejo, además de que leyeran la sesión del día de hoy ya que tomaría una prueba la siguiente semana. Una vez copiada, los estudiantes podían hacer lo que quisieran o bien podían irse a sus casas.

Andrés decidió irse a la azotea o bien al parque que tenía el instituto, ya que así se podría relajar y quizás esperar hasta que Hikari saliera de clases para acompañarla.  Mientras el pelinegro caminaba paso por algunos de los clubs, curiosamente paso por el de Artes Marciales. Con un poco de curiosidad, este término asomándose a la puerta del club y fue ahí cuando vio como un chico era derrotado por una chica de cabellos chocolate largos (amarrados en ese momento) y ojos miel, con el típico traje blanco de karate del club.

Al verla derrumbar a ese chico tan fieramente, inmediatamente una palabra paso por la mente de Andrés: “Aterradora”.

-Excelente trabajo a los dos, especialmente usted señorita Quinzel- Menciono el encargado del club, el profesor de deportes Gildarts.

-Muchas gracias, sensei- Dijo la peli chocolate haciendo el saludo característico del club al finalizar un combate.

-Muy bien, continuemos con las prácticas- Dijo aquel hombre peli naranja.

-¡Si señor!- Respondieron entusiastas los miembros del club.

Andrés se fue con cuidado del club mientras un escalofrió recorría su espalda, él sabía que el maestro Gildarts era muy amistoso y todo lo demás, pero ahora entendía porque obligaba a los estudiantes a su cargo a realizar todos esos entrenamientos.

-Este lugar está lleno de fenómenos- Soltó el oji morado mientras se iba del lugar.

***

Había llegado la noche y en cierto departamento de los suburbios de la ciudad…

-¡Ya te dije que me perdones!-

Pancho corría por su vida mientras era perseguido por su querida prima, Filia Quinzel, a la que mejor prefiere llamar: Gorila.

-¡¿Cómo se te ocurre comerte el ultimo pastelillo?! ¡¡Lo estaba guardando para mí!!- Grito la peli chocolate tirándole un cojín en la cabeza a su primo. Tan fuerte fue el impacto que hizo que Pancho rebotara contra la pared y cayera al piso inconsciente.

La oji miel sonrió victoriosa pero en ese momento su móvil sonó, esta fue hasta la mesa donde lo tomo y ahí pudo leer un mensaje, el cual era de su persona especial:

-“Tenemos que hablar. Te espero mañana en la azotea, durante el receso”-

Termino de leer y por alguna extraña razón, no le dio muy buena espina ese mensaje…

Notas finales:

Dudas? Dejen un Rw

Nos vemos :D


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